Como ya comprobamos el pasado año, si algo tuvo bueno la pandemia fue el tiempo que dejo a las bandas para componer nuevos álbumes. En 2022, la producción ha sido numerosa y la calidad muy elevada, por lo hacer un TOP 50 no es tarea fácil. En cualquier caso aquí llega la lista de DenpaFuzz. Una lista en la que aparecen muchos pesos pesados de la escena, pero también bandas emergentes que nos brindaron magníficos álbumes. Posiblemente alguno de ellos haya pasado desapercibido para tí, por lo que ahora tienes la oportunidad de resarcirte si algunos de nuestros favoritos no te llegaron en su momento. Aquí esta la lista de elegidos para que puedas escucharos y leer su correspondiente reseña.
Seguramente cada uno de nosotros tendrá sus favoritos, por lo que os invito a que pongáis los que os faltan en comentarios, y así podemos difundir los mejores entre todos.😉, incluso, si quieres comenta tu propia lista.
50
DEAD MEADOW.- ‘FORCE FORM FREE’ (US) 60’s, heavy-psych, psychedelic-rock, space, stoner (reseña aquí)
49
CHILDREN OF THE SUN.- ‘ROOTS’ (Suecia) retro-rock, west-coast, psychedelic-rock, rock, 70’s 60’s, blues, folk (reseña aquí)
48
SPACE COKE.- ‘LUNACY’ (US) 70’s, fuzz, heavy-psych, proto-doom, psychedelicrock, stoner-doom, vintage, space (reseña aquí)
47
HÄLLAS.- ‘ISLE OF WISDOM’ (Suecia) 70’s, progressive-rock, rock, hard-rock, heavy-rock, vintage (reseña aquí)
46
SOUND OF SMOKE.- ‘TALES’ (Alemania) psychedelic-rock, blues, soul, rock, 70’s, vintage (reseña aquí)
Desde su nacimiento, ELDER ha sido una banda que no se ha quedado estancada en su sonido, y su sexto álbum ‘INNATE PASAGE’ es el claro ejemplo de ello. Con un ampuloso pero reconfortante sonido, el cuarteto se pone al lado de bandas como MOTORPSYCHO para desarrollar sus canciones. Sinfónicas, psicodélicas, y con las dosis justas de pesadez, las canciones de su nuevo álbum parecen invitarnos a explorar un nuevo mundo, un entorno lleno de sensaciones. Complejos en su composición, pero a su vez sumamente magistrales, los seis temas de su nuevo álbum resultan sumamente gratificantes. Cinco largas canciones evocadoras del sonido de grandes bandas del pasado como YES o KING CRIMSON, pero también de los experimentales y ya citados MOTORPSYCHO, componen un trabajo sublime que eleva a ELDER a un estrato al alcance de pocas bandas. ‘INNATE PASAGE’ es un álbum, que te llevará a sus surcos una y otra vez, y que en cada nueva escucha te va a ofrecer nuevos alicientes que, por sus complejas composiciones, no pudiste apreciar a la primera. Sin duda (y aunque sea un tópico), un álbum que se postula como firme candidato a álbum del año. Un álbum repleto de emociones que son transmitidas al oyente para proporcionarle un gratificante viaje lleno de alicientes. Porque ELDER son una banda innovadora, que compone majestuosas canciones con las que continúan su particular exploración del intrincado mundo del rock progresivo. Sus sonidos expansivos, las voces etéreas y la capacidad para tocar la nota justa en el momento justo. Una maquinaria bien engrasada capaz de sorprender a cualquiera, porque cada nuevo álbum del cuarteto, genera una gran expectación, y ganas de saber que se les habrá ocurrido esta vez. Necesitamos bandas como ELDER, bandas que no tengan miedo a experimentar y a abrir nuevos caminos estilísticos en su carrera. Los resultados están ahí, y el prestigio que tiene ELDER, no es obra de la casualidad, sino de un trabajo bien hecho y de un talento bien focalizado.
La esperada 10º edición del festival portugués Sonicblast Fest se había hecho esperar tras dos años de cancelación por la pandemia, pero por fín, se hizo realidad. Con muchos interrogantes previos por el cambio de ubicación del evento, al ser trasladado como todos sabemos de Moledo a Praia Ancora, el pasado 10 de agosto arrancaba la mejor edición de un festival que ya se corona como posiblemente el más importante del género en toda Europa. Con un line-up difícilmente mejorable, la presente edición ofrecía apuestas sonoras variadas en las que cabían todos los géneros. Desde los deseados desde hace años ELECTRIC WIZARD, leyendas como PENTAGRAM, y apuestas diferentes, pero a la postre muy acertadas, como los exóticos MDOU MOCTAR o W.I.T.C.H. , pero no solo eso, sino bandas punteras de la escena como KING BUFFALO o SLIFT, finalmente hacían acto de presencia en el festival.
Para los habituales del festival, la ausencia del ya mítico escenario de la piscina era un punto de tristeza, también la posibilidad de que el festival pierda su esencia como un punto de encuentro de toda la familia de la escena, era otra gran inquietud. La calidad de las bandas participantes en las ediciones pasadas y la repercusión que Sonicblast lleva teniendo en Europa durante los últimos años, hacía que entre los asistentes encontramos bastante más público llegado más allá de la península ibérica (es lo que tiene hacer las cosas bien). Así las cosas, las algo más de 5.000 personas asistentes quedaron sumamente gratificadas.
Al llegar al recinto la sensación generalizada era de expectación, incluso se oían muchos comentarios sobre la capacidad del lugar para poder albergar a los asistentes. Lo cierto es que según se fue desarrollando el festival, quedó claro que la mayor amplitud del mismo hizo que se desarrollara de la mejor manera posible, y si, el recinto era más grande y con mayores servicios. Eran muchas las cosas que habían cambiado, y los cambios siempre son difíciles de digerir, especialmente para todos aquellos que consideramos Sonicblast como ‘nuestra casa’. Y ninguno queríamos que esa magia que verano tras verano nos transmitía la visita a Moledo, desapareciera. En esta ocasión el recinto tenía tres escenarios, dos en paralelo, lo que hacía que los cambios de bandas se desarrollaran con una mayor rapidez, pero a la vez podía impedir el movimiento entre uno y otro. Por otro lado, la ubicación junto a la playa y con la zona de acampada justo al lado, era punto a favor y otro en una carpa junto a la zona de restauración. Así desaparecían los tediosos desplazamientos de la anterior ubicación. El espacio para comer era mucho más acorde al volumen de público que asiste. Los puestos de comida (mucho más numerosos que en ediciones pasadas), los puestos de merchan, también en mayor numero que otras ocasiones, ofrecían un espacio más cómodo para los asistentes. En cuanto a la ubicación y condiciones de la zona de acampada, me consta que la organización negoció con las autoridades locales hasta el último momento las mejores condiciones de esta. Más amplia esta también, su ubicación en un espacio protegido impedía que pudieran tomarse todas medidas necesarias para un espacio así ante la posibilidad de deteriorar dicho espacio. Algo en lo que ya están trabajando para ediciones venideras, porque por si hay algún escéptico, Sonicblast Fest, seguirá en años venideros en la misma ubicación y con mejores condiciones para que los asistentes se sientan más cómodos. Uno de los problemas era la imposibilidad de poder acceder a la zona de acampada con sus vehículos, algo que entorpecía e incomodaba el poder asentarse en la misma con toda la comodidad. Me consta que desde este momento están trabajando para que esto se solucione, con una zona de parking mucho más cercana. Aun así, la hospitalidad con la que el municipio ha recibido la presencia del festival es algo a tener muy en cuenta para el futuro. Evidentemente hay muchas cosas que mejorar, (siempre las hay), pero puedo concluir, que el cambio de ubicación ha sido para mejor. La gestión de los canjes de tickets por las pulseras, los servicios e incluso una mayor oferta en restauración, son cuestiones que tienen margen de mejora. También la necesidad de una zona de descanso con alguna sombra. Todas estas cuestiones, para un festival que se ha convertido en referente en toda Europa, a buen seguro, serán mejoradas en el futuro. Pero si por algo se caracteriza Sonicblast, es por el público que va, un público fiel, un público amistoso (jamás he sido testigo de ningún altercado en todas las ediciones que he asistido), pero también puedo aseverar, que es el público más ardiente de todos los festivales europeos del género, algo que las bandas agradecen especialmente. Los pogos, los episodios de crowdsurfing se suceden ante el asombro de algunos, pero, sobre todo, Sonicblast es capaz de dibujar una sonrisa en cada uno de los presentes, algo que no tiene precio. En este aspecto he de señalar la profesionalidad y buena disposición del personal de seguridad ubicado junto al escenario, que hacía todo lo posible por la seguridad de los surfistas que allí llegaban, tratando de que nadie saliera lastimado, algo que desgraciadamente no siempre sucede en eventos de estas características.
MDOU MOCTAR
En cuanto a lo estrictamente musical, la variedad del line-up hacía que cada uno de los asistentes tuviera sus favoritos. Como suele ser habitual, el sonido del festival era optimo, a pesar de que el mismo no es igual en todas las zonas del recinto; la iluminación, me pareció algo mejor que en ediciones pasadas, donde algunos colores predominaban en casi todas las actuaciones. Al margen de gustos personales, me atrevería a decir que el auténtico triunfador y la sorpresa de la presente edición fue MDOU MOCTAR, el guitarrista tuareg originario de Nigeria, era un desconocido para la mayoría de los presentes, pero a la postre, se convirtió en el más alabado. Las caras de felicidad del público bailando, cantando y disfrutando con una actuación para enmarcar, no tenía precio. Como anécdota diré, que se me puso la carne de gallina cuando al final de su actuación, contemplaba desde lo alto del escenario a todas esas almas rebosantes de felicidad, con un músico que, como he citado, era desconocido para la mayoría, y diferente al resto de bandas, lo cual tiene mucho más mérito. Haberse metido a todo el auditorio en el bolsillo en un terreno que puramente no es el suyo, tiene mucho mérito. También hubo otras actuaciones sobresalientes, como la de EL PERRO, TEMPLE FANG, 1000 MODS, ELECTRIC WIZARD, KING WIZARD, BALA…
WARM-UP: Miércoles
El warm-up de la jornada del miércoles se desarrollaba en la carpa anexa al recinto principal, un espacio, que a la postre fue insuficiente para albergar a los muchos que no querían perderse nada del festival. Los presentes pudieron comprobar cómo se las gastan en directo los holandeses TEMPLE FANG. Una banda que he visto en varias ocasiones este año, y que siempre sorprenden y conquistan a la audiencia allá por donde van. Sus jams psicodélicas están al alcance de pocos, y en Sonicblast lo dejaron nuevamente patente, haciéndose un hueco en los amantes de los sonidos más psicotrópicos. Sin duda estamos ante una banda que merecería un escenario mayor, pero en la fiesta previa, dejaron patente toda su calidad. Los otros destacados de la jornada fueron EL PERRO. Muchas eran las ganas que tenía de ver en directo a la nueva banda del guitarra de RADIO MOSCOW, Parker Grigs. El quinteto no me defraudó. Con un sonido enraizado en el blues, la psicodelia y funk de los 70’s, los californianos llenaron de ritmo la jornada inaugural del festival. Todo un aperitivo para lo que nos esperaba cuando actuaran en el segundo escenario, en la jornada del viernes, donde su apuesta sonora brillaría mucho más. En cualquier caso, la fiesta había comenzado, y la gente ya practicaba el crowdsurfing durante su actuación, algo, que sorprendía a la banda y que era el reflejo de las ganas de fiesta existentes. La noche de fiesta la cerraban TOXIC SHOCK, una banda que vería en la siguiente jornada y que me perdí, pero que según me comentaban, pusieron el recinto patas arriba, desatando el caos entre los asistentes.
Dia 1: JUEVES
Tras el descanso. una larguísima espera para comer en un restaurante local, impidió que pudiera asistir al completo a la actuación de MADMESS. La banda portuguesa era una de las señaladas en mi agenda, pero desgraciadamente solo pude ver las dos últimas canciones, lo que me dejó con ganas de más, en otra ocasión será. A continuación, los noruegos THE DEVIL AND THE ALMIGHTY BLUES dejaban patente su solidez como banda que se maneja a la perfección en los territorios del blues pantanoso y psicodélico, como siempre, brillantes.
El público iba poblando poco a poco el recinto, y otros noruegos, SLOMOSA, eran los siguientes en tomar el segundo escenario (situado al lado del escenario principal). Era la cuarta vez que los veía este año, por lo que ya sabía a lo que me enfrentaba. Una banda joven, solvente, y que tiene algo especial. Sus sonidos desérticos se enriquecen con un buen trato de las melodías. Podemos decir que SLOMOSA son herederos de KYUSS pero con un apetecible tono melódico, algo con lo que acabaron por conquistar a la audiencia.
El plato fuerte de la jornada estaba por llegar. KING BUFFALO, una banda que la gran mayoría de los presentes no había tenido oportunidad de ver en vivo, y que posiblemente sea la que más en forma está en la actualidad. El fin de semana anterior los había visto en Krach am Bach, donde nuevamente ofrecieron un concierto de 10, y yo tenía claro lo que nos esperaba. Los de Rochester abrían su show con ‘Eta kariane’, de su álbum Dead Star. Así se fueron sucediendo ‘Silverfish‘, ‘Hebetation‘, ‘Kerosene‘, ‘Sun shivers‘, ‘CenturionLoam‘ y ‘Cerberus‘, en una actuación que arrancó un poco fría, pero que según se sucedían las canciones, vio a la banda poner su maquinaria rítmica a pleno rendimiento. Sus hipnóticos ritmos, su psicodelia y las pinceladas shoegaze con toques de metal en línea TOOl, conquistaron a los presentes, erigiéndose como una de las bandas más destacadas y aclamadas de todo el fin de semana. KING BUFFALO juegan en otra liga, y en Sonicblast Fest, lo dejaron meridianamente claro.
El listón estaba muy alto y MEADBODIES servían de transición para W.I.T.C.H. (We Intend To Cause Havoc) La legendaria de Zambia era otra de las marcadas en mi agenda. La banda se presentaba sin la presencia de su septuagenario cantante y líder Emanyeo «Jagari» Chanda. Los problemas con la tramitación de su visado le habían impedido estar presente. A pesar de ello él insistió en volar el mismo día del festival para actuar, pero finalmente no fue posible. Su teclista Patrick Mwondela cogía los mandos de las voces, pero su magia afro-rock quedó algo deslucida para lo que yo esperaba. En cualquier caso fue emocionante poder ver en vivo a una banda que sorprendió a mediados de los 70’s con sus psicodélicos ritmos afro-rock.
NEBULA repetía presencia, y como en su anterior visita, el trio ofrecía una notable actuación. Sonando bastante contundentes, sus hordas de fuzz y sus guiños al proto-garage de vocación punk, conquistaban nuevamente a un público entregado. Llegaba una de las bandas más esperadas del cartel, las leyendas del desierto BRANT BJORK y NICK OLIVERI, junto al batería Ryan Gut, con su nuevo proyecto STÖNER. Otra banda que había tenido la oportunidad de ver en Kristonfest y en Desertfest Berlín, con actuaciones contrapuestas. Aquí pesó más el nombre que la calidad, con una actuación lineal, e incluso algo monótona. Los californianos fueron una pequeña decepción para muchos de los presentes, algo que solventaron con su habitual tema de KYUSS al final de su actuación, algo que enardecía a sus seguidores. Pareciera que ya no sienten sus actuaciones como al principio de su larga gira, resultando algo insulsos y con poco gancho.
Antes del otro plato fuerte de la jornada, TOXIC SHOCK repetían actuación en el segundo escenario, dejando claro que son una banda con un espíritu punk muy enraizado, los belgas volvieron a crear el caos. Llegaba la hora de otra banda muy esperada. SLIFT, han crecido exponencialmente como banda de un tiempo a esta parte, y donde actúan, arrasan, y Sonicblast no iba a ser una excepción. Su psicodelia frenética y electrizante, unida a sus habituales ambientaciones lumínicas y caleidoscópicas, aturdían a los presentes elevándonos a un éxtasis embriagador. Endiabladamente rápidos en la ejecución de sus canciones, salvajes, y con un espíritu HAWKWIND que pocos saben ejecutar como ellos. Con una actuación vibrante atacaban las neuronas de la audiencia, haciendo que éstas, se pusieran a toda velocidad en su particular agujero negro sonoro, hasta dejarnos exhaustos. Sobresalientes una vez más.
La noche estaba bien entrada y solo pude disfrutar un par de canciones de TRAVO, así daba por concluida una jornada intensa y que nos había deparado grandes emociones.
Día 2: VIERNES
El día comenzaba en el escenario de la carpa con dos bandas llenas de vitalidad, lo necesario para ir calentando motores para otra larga jornada. ROSY FINCH descargaban toda su fuerza con golpes sludge y una fuerte inspiración 90’s, para ofrecer un show ardiente, solo empañado con algún problema técnico que resto algo de brillo a una actuación notable. Su propuesta conectaba con los más madrugadores, que desafiaban el calor de las primeras horas de la tarde. Consiguieron que el público cayera rendido a sus pies a pesar de que no era la mejor forma de presentarse en el festival, seguramente merecían un espacio de mayor protagonismo.
Mientras, el trio alemán 24/DIVA HEAVEN, conseguían sorprender al personal con su desparpajo. Ellas son la fiesta, y donde tocan, logran ponerlo todo patas arriba con sus divertidos shows. Ya en el segundo escenario, LUNAVIEJA, con una puesta en escena fantástica, sorprendían con sus máscaras, disfraces y rituales, hasta convertirse en una grata sorpresa para muchos, en los que me incluyo. Puestas en escena así, siempre son de agradecer y ese halo místico y fantástico, consiguió la aprobación de los que se acercaron a ver su show.
En el escenario principal, THE MACHINE, en su tercera visita al festival, dejaban un buen sabor de boca con una actuación que comenzó algo dubitativa pero que según avanzaba mejoró.
GREEN LUNG les tomaban el testigo en el segundo escenario para mostrar su buen hacer en los sonidos proto-metal de los 70’s. A priori era una de las bandas que tenía marcadas en mi agenda, ya que nunca los había visto en vivo, y a pesar de ofrecer una gran actuación, me dejaron algo decepcionado (mis expectativas estaban muy altas con ellos). Sentí como que en directo se convertían en una banda más de hard & heavy, cuando en disco, sus canciones ofrecen muchos más matices. Esto no quiere decir que no consiguieran un puesto destacado en una jornada, que todavía nos reservaba alguna sorpresa.
Era el momento de que los también británicos PIGSX7 revolucionaran el recinto con su fuerza. Los pogos y mosh se sucedían hasta el punto de que su cantante no se pudo resistir y se bajó con el público para surfear cantando sobre las cabezas de una multitud enardecida. Ellos son una banda ecléctica, o los amas o los odias, y en Sonicblast sucedieron ambas cosas. Si en el warm-up EL PERRO ya dejaron muestras de su calidad, en su actuación en el segundo escenario, incluso se superaron. Esa fusión de elementos Hendrix, con ritmo más propios de SANTANA, y el torrente de wah wah y percusión, lograron encandilar a una audiencia que cada vez era más numerosa a esas horas de la tarde. Sin duda, la confirmación de que su álbum debut no era obra de la casualidad, porque el quinteto tiene talento para ofrecer una gran fiesta de sonidos y ritmos coloristas. De los más destacados de la jornada.
Otra de las sorpresas de la tarde, fueron FRANKIE AND THE WITCH FINGERS, una banda casi desconocida para mí y que me impactó con su puesta en escena. Psicodelia, garage, pero con la suficiente fuerza como para enamorar a algunos de los más ortodoxos fieles del Stoner. Supieron cambiar el ritmo por la pesadez en el momento justo, algo, con lo que consiguieron un brillante, equilibrado y sorprendente show. Otros que repetían eran CONAN, una banda que se escapa de mis gustos, pero con la que sus incondicionales disfrutaron. El escenario principal se iluminaba de azul para recibir a unos WITCH con Mario Rubalcaba en los tambores. El batería de EARTHLESS suplía a J Macis en la gira europea con total solvencia. A WITCH también los había visto el fin de semana anterior, y su actuación me había dejado un poco decepcionado. Aquí comenzaron un poco lineales y sin chispa, pero según avanzaba su show, fueron a más. WITCH son una banda que he visto tres veces en directo, y con la que siempre he esperado más de lo que finalmente me han ofrecido. Aun así, tras un comienzo algo monótono, su actuación fue de menos a más, para brillar en su parte final. Son unos magníficos músicos, pero considero que les falta un punto de no sé muy bien que, para terminar de explotar y convencerme en directo, como lo hacen en disco. Era el momento de otra banda esperada. MOURA se han erigido como una de las bandas españolas más cambiantes y apetecibles, y el Sonicblast era el lugar perfecto para reivindicarse. Estos druidas del siglo XXI volvieron a ofrecer una magnífica actuación con la versatilidad de estilos que manejan, y todos brillantemente. Fueron una banda que maravillaron y dejaron indiferente a partes iguales. Hay que entender que el gusto mayoritario del público está algo alejado de su propuesta sonora, pero, de todas formas, se marcaron una actuación realmente mágica, que se vio ligeramente empañada en su conclusión, ya que tuvieron que cortar la misma al haberse excedido del horario, ya que las estrellas del festival tenían que comenzar su actuación a las 12:00 de la noche.
Con un recinto abarrotado ELECTRIC WIZARD salían a un escenario presidido por el rojo como suele ser habitual en sus conciertos. Sus pesados y densos sonidos ocultistas, conectaban con un público que mayoritariamente les añoraba. El cuarteto comandado por Jan Orberg y custodiado por Liz Buckingham, el ex-bajista de HawkwindHaz Wheaton, y Simon Poole a la batería, les dieron a sus acólitos, la pócima mágica que todos esperaban. Golpes de pesado y denso rock ocultista, adornado con proyecciones psicotrópicas para confirmar porque eran la banda que se había llevado un pellizco importante del presupuesto del festival (cuando conocí la cifra que habían cobrado por su presencia en el festival, realmente me asusté). Con ellos, tanto la organización como la mayoría de los habituales del festival se habían redimido, ya que la banda dio lo que se esperaba de ellos, corroborando por qué eran los cabezas del cartel del festival.
No era fácil salir al escenario después de que las leyendas hubieran terminado su actuación, pero unos irreverentes KALEIDOBOLT lo hicieron sin ningún tipo de complejo. Ya solo el mono negro que lucía su bajista Marco, con la silueta de un esqueleto, dejaba claro que no son nada retraídos. Venía de verlos en dos ocasiones en los últimos meses, y tenía claro cuál iba a ser el camino que tomaría su actuación. La mezcla de sonidos proto-metal 70’s con los embriagadores momentos de psicodelia en pura vena Hawkwind, conquistaban a un público mas escaso a esas horas de la noche. Los que resistieron a la fatiga, lo celebraron sin duda. Con ellos, concluía para mí una jornada intensa, que nos había deparado grandes momentos.
Día 3: SÁBADO
El festival llegaba a su último día, y a pesar de los grandes momentos vividos en los días previos, la jornada nos iba a deparar grandes sorpresas. El cansancio acumulado se notaba en la falta de público a primeras horas de la jornada. El trio berlinés SAMAVAYO actuaba ante una audiencia escasa, pero aun así, dejaban un magnífico sabor de boca entre los más madrugadores, cerrando los conciertos en la carpa. Sin demora, el escenario principal recibía a THE BLACK WIZARDS, otra de las bandas que había visto en un par de ocasiones en los últimos meses. En formato trio, con Jose Roberto al bajo, Helena a la batería y Joana a la guitarra, desplegaban todas sus artes en el blues de inspiración west-coast, enriquecido con momentos de mayor intensidad. Los portugueses son una banda que sigue creciendo y que son garantía de calidad, como así lo corroboraron una vez más en su tercera visita al festival.
La ausencia del cartel de los noruegos MYTHIC SUNSHIP a última hora por problemas de salud, me brindaba la oportunidad de ver a DEATCHANT, una banda que había actuado la jornada anterior a altas horas de la noche, y que repetía en horario de tarde. Había escuchado muchas alabanzas a su actuación, pero no conseguí conectar con su apuesta de heavy-metal algo trasnochado (soy consciente que me lloverán críticas por esto), pero me parecieron una banda corriente, que realizaron una actuación enérgica, pero sin mucho más. Tras ellos, los británicos PSYCHLONA tomaban el escenario principal para dar un show correcto, pero algo falto de chispa, siendo demasiado planos en su sonido desértico.
Ya con el recinto mucho más nutrido de público, el dúo gallego BALA, ponía la chispa que les había faltado a los británicos. Ardientes, desenfadas y con mucha garra, BALA se metieron al público en el bolsillo con su aguerrido sonido alternativo. La jornada había tomado un camino ascendente, y llegaba el gran momento de todo el fin de semana. Ver a unos tipos con túnicas de llamativos colores y turbantes puede resultar algo pintoresco, pero cuando el sonido de la guitarra chirría como si del mismísimo Hendrix se tratara, y los ritmos tribales del desierto se expanden sobre los presentes, ‘LA MAGIA’ se produce. Era estremecedor ver como todo el auditorio al unísono, bailaba y cantaba mientras sus caras dibujaban amplias sonrisas. MDOU MOCTAR no es una banda acostumbrada a este tipo de festivales, pero en Sonicblast supieron entender como meterse al público en el bolsillo. Si en disco pueden parecer algo difíciles de digerir, en su actuación, optaron por imprimir la pesadez sin renunciar a su esencia. Su psicodelia exótica impregnaba de felicidad los corazones de todo el personal, llevándose la mayor ovación de todo el festival. Todavía me estremezco cada vez que recuerdo esos momentos en los que miles de almas disfrutaban y se divertían con un músico talentoso y entrañable que supo conectar con un auditorio que, a priori, no era el suyo. Con una actuación sobresaliente, MDOU MOCTAR conquistaba Sonicblast Fest con un concierto, que, para muchos, entre los que me incluyo, fue lo mejor de todo el fin de semana.
Después de una actuación así, las ganas de fiesta seguían y el chute de dopamina que había inyectado el nigeriano en los presentes, tuvo su continuidad con otra banda veterana en el festival. ATOMIC BITCHWAX estuvieron a la altura, con una actuación notable que hizo las delicias de sus incondicionales, demostrando que están en plena forma. Pero el festival no daba tregua, y llegaba la hora de PENTAGRAM, otra de las bandas más deseadas. La reputación de su cantante y líder BOBBY LIEBENG siempre es un punto de preocupación, pero en su segunda visita a Sonicblast, volvieron a ejecutar un concierto notable, en el que Bobby exprimía sus artes, ataviado con camisa de seda blanca y pantalones negros de campana, como la estrella del rock que es (o más bien que fue). En su repertorio algunos de sus clásicos hicieron las delicias del público entregado. Pero Bobby, siguiendo todo un personaje, y según me cuentan, después de su actuación visitó la zona de la acampada en busca de droga. Hay cosas que con el tiempo, no cambian.
Con el altísimo nivel de actuaciones de la jornada, los griegos 1000 MODS, no se quedaron atrás, ofreciendo uno de los mejores conciertos que los he visto en mi vida, sino el mejor. Impecables haciendo lo que hacen, fueron aupados por las hordas de seguidores stoners que tiene por estos lares. Uno de los destacados de la jornada. Mucha adrenalina esparcida por el recinto del festival lleno de gente, cuando llegaba la hora de la mística hipnótica de MY SLEEPING KARMA. Una banda entrañable y muy querida, que jamás desentona, y que cada una de sus actuaciones son impecables. Así, poniendo la pausa con su combinación de psicodelia trascendental y post-rock, pusieron la nota mística. Pero esto no quiere decir que no ofrecieran también su pesadez, que la tienen, y la usan siempre en el momento preciso. Solo era necesario ver la complicidad de sus miembros con gestos sonrisas y abrazos, para descubrir que se lo estaban pasando bien. Y cuando unos músicos disfrutan con lo que hacen, transmiten a su público todas esas buenas vibraciones, algo, que nuevamente, volvió a suceder.
Pero la fiesta no acababa y si hay una banda para que todo se vuelva caótico, esos son ORANGE GOBLIN. Como he repetido numerosas veces, nunca me pondré un disco en casa de ORANGE GOBLIN, pero me parecen una banda fundamental en cualquier festival. Ellos son garantía de fiesta, de pogos de mosh, y un torrente de trabajo para el personal de seguridad cercano al escenario. Un personal que cumplió con su misión de manera impecable, recibiendo en el foso a los múltiples ‘surferos’ que llegaban durante la actuación de los británicos, siendo correctos en su misión de repartir heavy metal. Ya solo quedaba ver a los grasientos WEEDEATER, otra banda con la que no consigo conectar, pero que tiene a múltiples fieles. Con su sucio sonido de alcantarilla, el sludge más hediondo, se apoderaba del cierre del Sonicblast. Con su cantante Dave «Dixie» Collins dando cuenta de una botella de bourbon, deambulando sobre el escenario, poniendo muecas, haciendo obscenidades, y golpeando con el sonido aterrador de su bajo. Sus incondicionales disfrutarían con su show, yo no conseguí conectar.
Aquí terminaba mi periplo en el festival con la satisfacción de haber vivido, la que a buen seguro ha sido la mejor edición del festival en su décimo aniversario, ya que todos los malos augurios quedaron disipados con el buen ambiente siempre presente, y con unas bandas que estuvieron a un altísimo nivel. ¿Se puede pedir más?, SI, que los próximos doce meses pasen rápido y llegué ya la 11º edición del que posiblemente sea el mejor festival de Europa. Un festival que sigue siendo un punto de encuentro de muchos fieles de la escena que van allí como el que va a su casa, porque Sonicblast es nuestra casa. No quisiera terminar sin agradecer a los organizadores Ricardo y Telma su magnífica hospitalidad, así como a todos los que se acercaron a mí para mostrarme todo su reconocimiento, cariño y afecto, algo que agradezco enormemente. GRACIAS A TODOS, ¡Nos vemos en 2023!.
Puede que para algunos MY SLEEPING KARMA sean una banda psicodélica, otros se fijarán mas en su faceta stoner, pero para muchos será un descubrimiento comprobar cómo se desenvuelven en territorios post-rock. Aquí en ‘ATMA,’ la banda brilla con luz propia, haciéndose acreedora de poseer una estrella en la galaxia del post-rock contemporáneo. EL séptimo álbum de los alemanes llega tras un silencio de siete años, en los que los miembros de la banda atravesaron momentos difíciles, pero este nuevo álbum ha servido de liberación. Estamos ante el álbum más personal y sentimental de la banda, como nos explicaban meses atrás en la presentación que hicieron de ‘ATMA’ en Desertfest-Berlín. Allí, y a pesar de mi poco dominio del inglés, pude comprobar cómo nos explicaban cada canción, un acto emotivo como lo es este nuevo álbum. Palabras que reflejaban que estamos ante un álbum nacido de las entrañas de sus miembros, un álbum que refleja el abismo en el que estuvieron y a la vez el efecto liberador. Con los sentimientos a flor de piel, cada canción contiene bellos pasajes y múltiples alicientes, pero todas ellas forman un conjunto. Lleno de texturas y matices, sus canciones consiguen atrapar al oyente en un sueño del que jamás querrá despertar. Un efecto balsámico que la banda enriquece con unos ritmos dinámicos e hipnóticos, entre monumentales pasajes instrumentales, a los que incrustan sus habituales golpes de pesadez. Porque si, ‘ATMA’ contiene todos los elementos para que, una vez acabada su escucha, vuelvas a darle al play una y otra vez. No sé si ‘ATMA’ es el mejor álbum de MY SLEEPING KARMA, pero lo que si tengo claro, es que es su álbum más personal, un álbum que habita en una oscuridad infinita, que refleja desesperación y tristeza, pero que impulsa furiosamente al cuarteto a la vida. Un álbum que nace desde lo más profundo de sus sentimientos, unos sentimientos puestos a prueba por las circunstancias de la vida, y que hacen que la banda resurja como el Ave Fénix con más fuerza que nunca. Hay pocas bandas que sean tan queridas en la escena como ellos; cada uno de sus conciertos es una liturgia en la que su música entra en los corazones de un público que los ama, y que sabe que son una banda honesta; con ello la magia surge, y la conexión banda-público adquiere su mejor versión. Este registro catártico, no solo captura el espíritu de la tormentosa época que estamos viviendo en los últimos años, sino que deja un poco de luz para la esperanza, el amor, la belleza y la fuerza, en medio de todas las feas facetas de nuestras vidas vulnerables. ‘ATMA’ describe el yo (absoluto), la esencia indestructible y eterna del espíritu, y a menudo se traduce como el «alma». La enfermedad, la muerte y el miedo existencial habían llevado a la banda a un punto en la música y la vida en el que estaban cerca de separarse. Pero su voluntad de sobrevivir se grabó en ‘ATMA’ , un disco que la banda ni siquiera estaba seguro de que vería la luz cuando comenzaron a trabajar en él en 2017, y si lo hiciera, nunca habría sido para las ventas de la industria, fama o éxito. ‘ATMA’ cuenta la historia de sus vidas, procesando el trauma de las tragedias personales, el dolor más profundo y el miedo de cuatro mejores amigos, que han estado pasando por sus días más oscuros desde la existencia de su banda. 20 años después de su nacimiento como banda, MY SLEEPING KARMA están ahora más unidos que nunca, y eso es algo de agradecer, porque bandas así, deberían existir por los siglos de los siglos.
MY SLEEPING KARMA son: Matte (bajo), Seppi (guitarra), Steffen (batería) Norman (Soundboard).
‘Maya Shakti’ abre el álbum con el característico e hipnótico sonido habitual de la banda. Bajo un cierto tono de melancolía, los acordes se suceden describiendo un entorno onírico en el que expandir nuestra mente. Los riffs pesados no tardan demasiado en aparecer, siempre ejecutados con mesura. Manteniendo eso halo místico tan particular de la banda, el tema conjuga embestidas de pesadez Stoner con su psicodelia ensoñadora. Gravitando en lejanas galaxias el corte parece llevarnos a un nuevo mundo. Un espacio sensorial con un efecto balsámico para el oyente que acaba por sucumbir a desarrollos más propios del post-rock. El flujo constante de su hace que la canción nos lleve en volandas al espacio que la banda quiere. Esta, es la mejor forma de trasmitir todos los sentimientos ocultos en sus maravillosos surcos. Un peregrinar que pasa por numerosos momentos de calma, pero sin denostar la pesadez y la fuerza de sus poderosos riffs. Atravesada esa barrera sensorial todo sucede con una mayor intensidad dentro de ese espacio etéreo e ingravitatorio.
Manteniendo el magnetismo en cada acorde, ‘Prema’ fluye sin prisas como un manantial que poco a poco va esparciendo bellas melodías dotadas de un misticismo casi devocional. Abarcando un amplio espectro sonoro, el tema crea un espacio ambiental en el que el post-rock de majestuosas texturas habita entre ritmos que se acelerar y momentos de una mayor contundencia. Su melodía consigue rápidamente atrapar al oyente y sumirlo en un gratificante trance. Una vez aquí, los sonido graves y pesados se apoderan por momentos de la canción, dotándola de una fuerza que contrasta con los suaves pasajes de tonos espaciales. Otra bella canción no exenta de pesadez.
‘Mukti’ es la expresión del significado de la propia palabra. ‘Muti’ significa liberación, dejar ir, experimentar la paz más elevada. Así el propio Steffan, batería de la banda comenta: ‘En momentos en que la mayoría de las noticias parecen ser negativas, todos pueden decidir dónde centrar la atención. Una ley universal dice que la energía siempre sigue a la atención. Dirigiendo nuestra atención hacia cosas positivas, podemos quita la energía de lo negativo. Esta es la forma en que cada individuo puede hacer una pequeña contribución a la curación.’. Con esta premisa solo queda disfrutar de las reconfortantes y liberadoras melodías que contienen unos surcos llenos de belleza. En ese espacio de relajación, MY SLEEPING KARMA crean un corte en el que la belleza se conjuga con un espíritu que explora lejanas galaxias, siempre sin perder su tono místico ye incluso trascendental. Pero sus notas sirven para la introspección, es de esas canciones que puedes sentir en profundidad dejando que cada acorde te empape de la magia que contiene su música, o puedes dejar que el tema fluya libremente, nunca te molestará en su travesía. Aquí los sintetizadores juegan un papel más protagonista, siempre en conjunción con sus dinámicos ritmos y bellos momentos de guitarra.
Naciendo de una estructura atmosférica en la que el post-rock brilla con luz propia, ‘Avatara’ es una salida a luz. El significado del nombre de la canción es el descenso de seres sobrenaturales a la tierra con sus formas cambiadas. Así, el tema rezuma espiritualidad y una cierta liberación. Su sonido expansivo hace que nuevamente caigamos en un trance sensorial. Un espacio en el que el relato de los alemanes va cambiando sus formas y su sonido. Hipnótico y un carácter netamente atmosférico, consigue transmite al oyente un relato espiritual llena de sentimiento. Rebosante de magnetismo, la guitarra de Sepp, nos lleva en volandas a un mundo mágico, un espacio que se cubre de una monumentalidad grandilocuente, pero a su vez produciendo un efecto balsámico para el oyente. Los sintetizadores creando la atmósfera y todo el hipnotismo de la banda reflejado en la canción.
‘Pralaya’ continúa con esa exploración de insondables espacios en los que la mente pude expandirse en la inmensidad del cosmos. Un mundo paralelo que conjuga la fuerza con la delicadeza. Estratificado un sonido pesado con la delicadeza de unos acordes que se sumergen en un entorno post-rock, el corte avanza con la mirada al frente encontrándose tortuosos pasajes que acaban dejando paso a la calma. Alternando un rito cadente y cautivador con arrebatos de intensidad, el corte fluye con dinamismo con aires exóticos rebosantes de misticismo. 6. Ananda
Cerrando el álbum, ‘Ananda’ nace de la mas absoluta calma. Delicados y hermosos acordes nos van sumiendo en otro gratificante sueño del que jamás querríamos despertar. Belleza superlativa y una sensación de que la música de esta sirviendo de terapia. De alguna forma sus bellos pasajes instrumentales hacen que tu mente se eleve a un espacio celestial en el que nada malo puedo suceder. Incisivos pasajes post-rock, vuelven a convivir con ese tono psicodélico impregnado en misticismo hipnótico. Un tema que contiene todos los elementos que definen a la banda. Los juegos de subir y bajar la intensidad es algo en lo que los alemanes son maestros, pero aquí, alcanzan una nueva dimensión. Suaves pasajes nos sumen en otro gratificante sueño hasta llevarnos a un estado de placidez mental. Su efecto balsámico debiera de usarse en algunos centros de terapia. Es difícil descubrir con palabras el universo en el que vive esa fantástica canción, por lo creo que mis palabras aquí, sobran. Disfruta y déjate llevar por esta maravilla sonora.
Dos años de sequía producidos por el ‘puto COVID’ habían conseguido que todos estuviéramos ansiosos por la celebración de la fiesta del 10 aniversario del festival. En su edición mas ambiciosa el festiva, en su décimo aniversario, ofrecía algunos cambios respecto a la última edición celebrada en el año 2019. En esta ocasión el barco varado en el rio junto al recinto del Berlin Arena, serviría para las fiestas nocturnas tras los conciertos, mientras, en el interior se había ubicado el segundo escenario. Desertfest Berlin ofrece algo que no se encuentra en otros festivales de sus características, aquí no debes lamentarte porque tus bandas favoritas actúen a la misma hora, no hay coincidencias de bandas en el mismo horario, lo que es un alivio para todos. Esto tiene un pequeño inconveniente, y es que la gran mayoría de las bandas salen al escenario sin haber probado sonido, algo que se notó en algunas actuaciones, ya que las bandas iban corrigiendo los parámetros de su sonido, según iban interpretando sus canciones. La infraestructura del festival está diseñada para que todos nos sintamos cómodos. Los puestos para canjear las entradas por la pertinente pulsera funcionaban con agilidad y también la compra de tokens para consumir bebida y comida. Existiendo éstos, tanto fuera del recinto como dentro, lo que hacía que todo fuera rápido y las colas no hicieran que nos eternizáramos en la espera. La explanada exterior repleta de bancos para descansar, comer y beber, hacen que todos podamos tener un momento de descanso, ofreciéndonos un deseado espacio de reposo ya que un festival de cuatro días, suele ser algo agotador. El line-up de este año era impresionante, con alguna leyenda en lo alto del cartel y algunas de las bandas emergentes más destacadas, hacían, que el espectro estilístico de las mismas abarcara prácticamente todos los géneros, siendo un cartel completamente equilibrado. La zona chil-out, ubicada en la parte alta de la explanada también es punto a su favor, ya que las vistas que puedes disfrutar desde allí son sumamente sugerentes. También la gran oferta de puestos de diverso tipo, hace que el festival pueda ofrecerte una experiencia gratificante en el tema de compras de los mas variados productos y no solo de merchan de las bandas. Una zona de juegos con maquinas recreativas es otro punto a favor de un festival que cuida los detalles para que el público se siente cómodo, algo muy de agradecer. En cuanto al escenario, en esta ocasión me pareció mucho más majestuoso que la última edición (no se si será solo una percepción mía, o realmente era mas grande). La iluminación y las proyecciones durante el festival eran bastante buenas también, algo que siempre da un mayor brillo a las actuaciones de las bandas. La circunstancia de que no coincida ningún concierto, tuvo un pequeño inconveniente, y es que la mayoría de las bandas (salvo los cabezas de cartel que habían probado sonido en la mañana) tuvieran que ajustar su sonido durante la actuación, ya que solo transcurrían entre diez minutos y un cuarto de hora entre cada actuación. El publico y el ambiente, como siempre excepcional. En un evento en el que se congregan 4.000 personas, no es difícil que pueda existir algún incidente, pero en Desertfest, éstos brillaron por su ausencia, ya que el festival es un punto de encuentro de numerosos asiduos de la escena y la camaradería y buen rollo siempre están presentes. Desertfest-Berlín es un lugar de encuentro de muchos viejos amigos, pero también es genera el nacimiento de nuevas amistades, este es el poder la música que nos une. El desarrollo del festival se realizó sin ningún contratiempo que fuera percibido por los asistentes, pero detrás, hay un importante ejercito de personas trabajando para que todo funcione sin errores, y en esta ocasión, la organización tuvo que solventar diferentes cuestiones que iban surgiendo. Vuelos cancelados a las bandas, teniendo que, sobre la marcha, proveerles de nuevos medios de transporte, etc… , así como costes adicionales debidos a las circunstancias que la convulsa situación mundial, que sufrimos en los últimos tiempos, hace que el festival también se vea afectado. Con todo eso, la edición 2022 de Desertfest-Berlin, es posible que haya sido la más grandiosa de sus 10 años de existencia. Un festival de 10, en el que muchos otros debieran fijarse, porque haciendo así las cosas, todo irá bien. Desde aquí me permito dar la enohorabuena a toda la organización y en especial a Mona, siempre dispuesta a ayudar y a ofrecer todas las facilidades para cubrir el evento con garantías, y también a Matt, por su trabajo y buena disposición. ¡¡¡Sois muy grandes!!!
Día 1: VUG, POLYMOON, SAMAVAYO, LOS BITCHOS, MY SLEEPING KARMA, MAIDAVALE, WITCHCRAFT y KADAVAR
VUG
VUG se incorporaban al line-up del festival a última hora y eran los encargados de abrir el mismo con su propuesta retro-rock en la que el heavy y el hard rock clásicos están muy presentes. Así la banda ofrecía un show que servía para poner en situación al personal ansioso de disfrutar del festival. Como siempre los berlineses ofrecían una actuación correcta ante una audiencia que se iba incorporando al recinto poco a poco.
(video LiveManiacs)
POLYMOON
POLYMOON era una de las bandas marcadas en mi agenda. Su último trabajo había despertado mi curiosidad con su particular apuesta por una psicodelia con muchos alicientes. La banda ofrecía su actuación con una puesta en escena vintage. Sus miembros con ropas retro y sus rostros maquillados ponían la oscuridad bajo una tenue iluminación muy acorde con su propuesta sideral. Toda una sorpresa para la mayoría de los presentes y para mí la confirmación de que estamos ante una gran banda con mucho futuro por delante. Los finlandeses se las apañaban para alternan sus momentos progresivos con los pasajes psicodélicos. Un show divertido y con mucha calidad en su interpretación y puesta en escena. Sin duda una banda fresca que sabe bien a lo que juega.
SAMAVAYO
SAMAVAYO era una banda que se me había resistido y que nunca había tenido la ocasión de ver en directo. Por fin podía comprobar en vivo como se desenvuelven sobre el escenario. Teniendo en cuenta que era la banda que rompía el hielo en el escenario principal, el trio descargaba sus riffs stoner entre pasajes psicodélicos aromas exóticos conectando de maravilla con el público. Su show estuvo acompaña con un buen montaje de luminotecnia que nos auguraba.
LOS BITCHOS
LOS BITCHOS eran unos desconocidos prácticamente para mí hasta su inclusión en el line-up del Desertfest Berlin. Pocos minutos fueron necesarios para entender que estamos ante una banda llena de frescura. Su actuación se basó en sonidos surf, garaje con un toque psicodélico con los que conseguían poner a bailar al público que estuvo presente durante su actuación. La banda británica fue una de las mayores sorpresas de la jornada. Solventes, divertidas y con mucho gancho, las percusiones, los teclados y una actitud encomiable, ponían el broche a una actuación redonda, divertida y gratificante.
(video Live Maniacs)
MY SLEEPING KARMA
MY SLEEPING KARMA siempre han sido una banda que garantiza con sus actuaciones una hora mágica. Siendo una de las bandas más queridas por el público, especialmente el alemán, su presencia en el escenario principal fue un reclamo para que la sala se llenara. Desde el habitual abrazo inicial de sus miembros al comienzo de su actuación, los alemanes se metían al público en el bolsillo. De todos es sabido de lo que son capaces, y una vez más dejaron patente que son una banda indispensable en cualquier gran evento que se precie. Con un nuevo disco en ciernes (será publicado el próximo mes) la banda repasaba alguno de sus temas clásicos, así como alguna pincelada de lo que nos espera con su nuevo y esperado álbum. La banda ofrecía en la jornada del viernes una rueda de prensa en la que presentaba a los medios su nuevo álbum al completo. Un acto lleno de emotividad en el que se percibía que esta nueva entrega será su álbum más personal y profundo. Siempre mágicos.
(video gentileza de nuestro compañero Mister Virus)
MAIDA VALE
MAIDAVALE siempre son un plato apetecible en cualquier festival, y en Berlín, volvieron una vez más a dejar patente que son una banda sólida, y que sabe perfectamente a lo que juegan. Cada día más maduras el cuarteto sueco nos brindó una actuación que brilló a un altísimo nivel. Su vuelta de tuerca a su propuesta psicodélica, con una experimentación más modernista y con inclinación a un territorio cercano al kraut así lo atestiguaba. La gran ovación con la que fueron despedidas era el reflejo de que la gente se había divertido con una actuación. Un show sin fisuras con el que se siguen consolidando como una banda certera y solvente. El juego de luces colorista ayudó a que su show fuera más atractivo y acorde a su propuesta lisérgica.
(video gentileza de nuestro compañero Mister Virus)
WITCHCRAFT
WITCHCRAFT: La mítica banda sueca regresaba semanas atrás a los escenarios guiados por su líder Magnus Pelander. Unas semanas antes tuve la oportunidad de verlos en Madrid en el festival Kristonfest. Como una de las bandas destacadas de numerosos festivales este año, había mucha expectación por ver su directo. La decepcionante sensación que dejaron en Madrid, tristemente se repetía en Berlín. De una banda con el prestigio de WITCHCRAFT, lo normal es esperar de su actuación solvente. Así lo corroboraban los comentarios de la gente que veía como la banda que estaba sobre el escenario no era lo que ellos esperaban. En esta ocasión con un batería diferente, y en formato trio, con Ellin al bajo ofrecían un repertorio en el que se echaba de menos algo de chispa. La cara de estupefacción del promotor de un prestigioso festival europeo con el que compartí su actuación desde las bambalinas del escenario, lo decía todo. Su rostro decía algo así como… pero ¿qué es esto? Estos no son los WITCHCRAFT que esperaba.
(Video gentileza de nuestro compañero Mister Virus)
KADAVAR
KADAVAR son otros veteranos curtidos en mil batallas, y su presencia sobre el escenario es garantía de calidad. Con una imagen algo remodelada(quizás obra del paso de los años) el trio berlinés se presentaba ante el público con las alforjas repletas de riffs contundentes. La profesionalidad con la que la banda afronta cada concierto es un dato a resaltar. En los momentos previos a salir al escenario podías ver detrás del escenario a tres tipos tranquilos, pero completamente concentrados. Ellos saben lo que el público espera de ellos, y KADAVAR sabe muy bien como dárselo. Si en sus últimos trabajos se nota una cierta evolución de su sonido a un escenario más progresivo, en directo siguen siendo puro fuego, puro rock and roll. Los solos de Lupus, los temibles golpes de Tiger a la batería y la pose desafiante de Simon encendían a un público que disfrutaba una vez más de su actuación. Su show contó con la colaboración en la parte final de un segundo guitarra (que en estos momentos no llego a identificar) y que aportaba algún pasaje de sintetizadores. NOTABLES como siempre, cerraban su actuación con una versión de ‘Helter Skelter’.
(video gentileza de nuestro compañero Mister Virus)
Por segunda vez en menos de una semana me dirigí a Alemania para a asistir a uno de los pocos Festivales que mantienen su edición. Aguantando sin sucumbir a las cancelaciones masivas y con medidas preventivas adecuadas para evitar los temidos contagios del Covid, en la pequeña localidad de Marienthal se llevaba a cabo los pasados días 13 y 14 de agosto un modesto pero magnífico festival. Enclavado en entorno privilegiado cercano al lugar en el que se celebra el mítico FREAK VALLEY, HOFLÄRM BACKYARD SESSION 2021 nos devolvía la ilusión por la música en directo con un fantástico line-up y un ambiente exquisito. La belleza del lugar me recuerdaba a la orografía del norte de España, con prados verdes y colinas custodiadas por bosques que me hacían augurar un gran fin de semana en un entorno idílico. Su ubicación se situaba en una granja perfectamente acondicionada con troncos a modo de bancos, una confortable zona de acampada y distintos servicios para que la gente se sienta lo mas cómoda posible. La cercanía al lugar en el que se celebra el FREAK VALLEY hace que mayoritariamente la concurrencia fuera de habituales de dicho festival, nombrándolo como si de su su hermano pequeño se tratara. Con unos medios rústicos, la organización consigue que el lugar se muestre acogedor y se convierta en un oasis de paz, de camaradería, algo que se palpa con los múltiples encuentros de gente ávida de música en vivo. Con estos elementos la fiesta estaba asegurada. Unas horas antes del comienzo del mismo iban llegando los habituales de estos eventos a una colorista zona de acampada en la que las camper y las grandes tiendas con tenderetes y mesas iban ocupando el espacio destinado para acampar. La cerveza corría de mano en mano, y cada vez que me acercaba a saludar a alguien, recibía una invitación de bienvenida, lo cual siempre es de agradecer. Si bien la primera jornada sufrió un importante retraso en su comienzo, cuando todas las adversidades técnicas y logísticas fueron solventadas ,aquello comenzó a ser lo que me esperaba, un gran fin de semana de fiesta con buena gente y buenas bandas. La organización había dispuesto distintos puestos de comida y bebida, así como unos servicios junto a la zona de acampada. La zona no contaba con duchas, pero esto había sido resuelto por la organización habilitando las duchas de un monasterio situado en el pueblo cercano, para la comodidad de los asistentes que por solo dos euros podían refrescarse y asearse. Estábamos en un medio rural y los elementos de labranza servían para que aquello se convirtiera en un sorprendente recinto en el que disfrutar. Con un público curtido en mil batallas, la calma y la ausencia de incidentes, hacía que la estancia fuera agradable y gratificante para cualquiera de los asistentes. Un público que se comportó con civismo y que cuidaba de sus desechos para mantener el entorno impoluto, algo que siempre es de agradecer y que no siempre sucede en otros lugares. Con un aforo limitado por las restricciones de la pandemia y con la obligatoriedad de acreditar vacunación o prueba negativa de Covid, el festival había colgado el cartel de sold-out hacia varias fechas. Sin duda, teniendo en cuenta lo visto en ediciones anteriores, HOFLARM es un festival con potencial para crecer y hacerse un hueco en la escena en vivo alemana, tanto por la calidad de las bandas que presenta, como por el respaldo que tiene del público. Un público mayoritariamente local, ya que no eran muchos los foráneos que allí estábamos, pero aún así, la hospitalidad hacía que nos sintiéramos como en casa. Tras muchos reencuentros con amigos alemanes, y con estos condicionantes, solo quedaba disfrutar de un fin de semana que a la postre resultaría mágico y muy gratificante. La hospitalidad y facilidades de Casper, el promotor del evento, hizo que me sintiera como en casa, para poder relataros lo acontecido. El recinto se encontraba rodeado de carteles de pasadas ediciones del Freak Valley, así como distintos elementos como un curioso vehículo accidentado junto a unas cruces que marcaban la seña de identidad del festival. Un escenario modesto, pero suficiente para albergar un evento de estas características y unos juegos de luces efectivos entre efectos de humo presidían la mayoría de las actuaciones. Probablemente, desde el aforo no podía comprobarse que en realidad el escenario era un remolque reconvertido, lo que hace todavía más peculiar el mismo. Sin duda, un lugar en el cualquiera se puede sentir cómodo. Si en un principio, el recinto estaba diseñado para estar sentado, la amplitud del mismo hacía que junto al escenario la gente pudiera estar de pie, bailando y disfrutando de la música, algo que sucedió en la mayoría de las actuaciones. Acostumbrado en el ultimo año y medio a ver conciertos sentado, guardando distancia de seguridad, en aforos reducidos y con la máscara puesta, la asistencia a Hoflarm, tal y como me había pasado una semana antes en Aquamaria, era como una vuelta a una cierta ‘normalidad’, ya que poder disfrutar de un festival sin estas limitaciones, es como una forma de recuperar la libertad. Lo cierto es que no es posible poner ningún reparo a un festival acogedor, cómodo y amigable en el que se puede disfrutar en armonía con la naturaleza en unas condiciones agradables y de camaradería mutua, algo que define la escena psicodélica y pesada en la que nos movemos. Desde aquí felicito a la organización por el arduo y duro trabajo, una tarea que se vio recompensada con la mejor edición del festival hasta el momento, (según me comentabas asistentes de pasadas ediciones), un festival que seguramente veremos tener una mayor visibilidad en ediciones futuras, y al que espero regresar de nuevo. Desde aquí gracias a la organización a todos los hicieron que mi estancia allí fuera tan placentera.
BONGBONGBEERWIZARS, el trio de Dortmund abría una intensa jornada en Hoflärm Backyard Session 2021 – Sold Out con su doom atmosférico y sus lentos pero atronadores riffs. Tras un considerable retraso en el comienzo de su actuación la banda nos golpeaba con un sonido grave, plomizo, y lento que hacia que el escenario atronara con un sonido poderoso y denso que solo atrajo a una parte de la audiencia mientras la gente poco a poco se iba poniendo en situación.
SMOKEMASTER, el quinteto de Colonia eran los elegidos para sustituir a Circus Electric y sin duda aprovecharon la oportunidad para dejar patente toda su calidad en el desarrollo de los sonidos psicodélicos vintage con hipnóticos ritmos de vocación kraut. Atmosféricos, incisivos y ácidos, dejaron una grata sensación entre el personal con un increíble show confirmando que lo mostrado en su Lp no era por obra de la casualidad. La banda se convirtió para muchos en una de las sorpresas agradables del fin de semana.
Desde Manhein THVNDERKVLT invadían de enérgicos sonidos heavy-rock de vocación 80’s el recinto del festival. Llenos de fuerza, el quinteto ofrecía un show a la vieja usanza, en el que las poses convivían con riffs hilarantes con sabor añejo y una actitud a prueba de bombas. Mientras su cantante trataba de mantener la melodía, sus dos guitarras interactuaban constantemente entre ellos y con el público haciendo que la temperatura subiera.
EARTH SHIP, era una de las bandas que despertaba especialmente mi curiosidad. El trío nos ponía en órbita con su doom de tintes cósmicos sin renunciar al sludge de alcantarilla. Por momentos emulando a Hawkwind, la banda con su penetrante intensidad, activaba al personal en la noche con un sonido potente, poderoso, pero también chamánico y lisérgico. Gruesos, pesados y psicotrópicos EARTH SHIP acabaron encandilando al público con una actuación notable, convirtiéndose para muchos en los triunfadores de la jornada, lo que se corroboraba con la estruendosa ovación con la que fueron despedidos.
Los suizos MONKEY3 eran los encargados de cerrar la noche llenándola de color y humo, en una actuación sensacional en la que ponían música al silencio con sus pasajes psicodélicos más delicados. En contraste con momentos de verdadera intensidad en los que sus riffs golpeaban con fuerza a una audiencia entregada, la banda conjugaba a la perfección su doble faceta psicodélica y pesada. MONKEY3 son una banda fantástica y en Hoflärm lo dejaron meridianamente patente una vez mas, coronándose unos de los triunfadores de una jornada intensa. Cuidando los detalles en toda su actuación, el cuarteto ofrecía el mejor show de luces y puesta en escena de la jornada, lo que daba un mayor brillo a su hechizante actuación.
La jordana del sábado comenzaba sin los retrasos que habíamos sufridos el día anterior. Abrir una jornada de festival a las 3 de la tarde, con un sol de justicia, no es tarea fácil, pero sin duda, STEW hicieron que el calor ambiental se codeara con el calor meteorológico en un show que hizo vibrar a una audiencia que en gran parte se vio sorprendida por la calidad del trio de Örebro. Dejando patente todo su buen hacer en esto del hard-rock clásico, con sus dosis de blues, la banda ofreció un repertorio en el que interpretaron varias de las nuevas canciones que conformarán su segundo Lp, álbum que verá la luz en pocos meses y que a buen seguro corroborará las buenas sensaciones que nos dejó su álbum debut. Solos asesinos, con un fantástico groovy, hacían que cada canción activara las articulaciones de un público que, pertrechado a la sombra, al comienzo de su actuación, fue viéndose atraído hacia un escenario del que salía fuego en forma de rock and roll honesto y sin complejos. STEW es una magnífica banda y en el marco de Hoflärm, lo dejó patente. ¡¡Grandiosos!!
La cálida tarde alemana continuaba con la mezcla entre el heavy-rock y los riffs stoner de PHIASCO. Con algunos problemas con el sonido que obligaban a una breve pausa, el cuarteto se las apañaba para seguir calentando una tarde que había empezado fuerte. Con un show solvente y sencillo, la banda mantenía la energía en una jornada en la que todavía teníamos platos fuertes por degustar.
SPLINTER, el curioso cuarteto, desconocido para mí hasta esta ocasión, ejecutaba otro show ardiente en el que los sonidos heavy-rock más ortodoxos se mestizaban con el hard-retro gracias al sonido de un vetusto órgano hammond. Una curiosa banda formada por el cantante Douwe y el guitarrista Sander, ambos ex DEATH ALLEY, y con Gertjan, teclista de BIRTH OF JOY, a los que acompañaba a la batería Barry, ex-Vanderbuyst. Veteranos de la escena, con una actitud a prueba de bombas, Douwe, como suele hacer en sus conciertos no dejaba de danzar sobre el escenario interpelando constantemente a un público que cada vez estaba más predispuesto a la fiesta. Con la curiosidad de ser una banda carente de bajo, el sonido de las cuatro cuerdas era suplido por ese peculiar timbre que su teclista conseguía dar a sus notas. Entre esas vibraciones vintage, los riffs de puro heavy-rock aullaban entre los atronadores tambores de banda manteniendo una pose más propia de una banda punk. Cumpliendo su misión de banda que debe elevar al personal los holandeses cumplieron su tarea la perfección haciendo que los pogos se sucedieran en las filas cercanas al escenario.
Los italianos GIÖBIA volvían a los escenarios tras un largo periodo sin actividad en vivo con una formación renovada. Habiendo cambiado su batería y ocupando el lugar en unos teclados en los que su cuervo se había quedado en el esqueleto, Melissa, (La Morte Viene Dallo Spazio), nos seducía con sus sonidos cósmicos. La banda despertaba la curiosidad de parte de la audiencia al verse confundidos por estas renovaciones. Lo cierto es que, GIÖBIA dejaron toda su esencia psico-espacial sobre el escenario de Hoflärm. Completando un show de algo más de una hora en la que los sonidos siderales hipnotizaban a un público ávido de recibir cualquier tipo de estímulo en forma de música. Por momentos emulando a Hawkwind, los milaneses hacían que la etérea atmósfera del festival levitara ante su ‘viajes’ interestelares. Contundentes y con riffs hirientes, la conjunción de elementos con las que la banda juega estuvo al nivel al que nos tiene acostumbrados. Prueba de ello fue la gran ovación con la que fueron despedidos por un público que disfrutó de sus excursiones psicodélicas a través de los confines de su particular universo sonoro. Sin duda, la gran calidad del sonido que vivimos a lo largo de las dos jornadas hizo que el cuarteto brillase en todo su esplendor. Para ellos, las largas horas de coche habían merecido la pena.
Creciendo como banda cada día más, THE VINTAGE CARAVAN no dejan indiferente a nadie. Su fuerza y su magnífica puesta en directo hacen de los islandeses una banda importante en cualquier festival en el que participen. Así lo demostraban en el Festival HOFLÄRM BACKYARD SESSION en el que su combinación de stoner y hard rock clásico ponían el recinto patas arriba. Siempre ofreciendo su lado más amable, son todo un aliciente para cualquiera. Melodía, buenas canciones en forma de himnos, riffs rabiosos, y una actitud que todas las bandas deberían tener Estos chicos tienen claro de que va esto de la música en directo y en cada actuación se dejan la piel para que el público disfrute de la fiesta. Su show así lo dejaba patente con gran parte de la audiencia cantante y bailando sus canciones de modo desenfrenado.
MY SLEEPING KARMA eran los encargados de cerrar el festival. La banda era recibida por sus incondicionales con una gran ovación Si durante todo el festival las presentaciones de las bandas habían corrido a cargo de Kath y Carsten (Galactic Superlords), en esta ocasión el querido speaker de FREAK VALLEY FESTIVALVolker Fröhmer era el encargado de presentarlos a la audiencia. Seguramente nadie como él podría darles la bienvenida al escenario con más cariño. Durante una hora y media la banda desplegaba todo su arsenal de riffs así como de desarrollos llenos de hipnotismo, haciendo que el misticismo y la magia de sonido se fusionara con una fuerza inusitada. Había pasado más de 4 años desde la última vez que los había visto en directo, y tras su actuación puedo decir sin temor a equivocarme que la banda se encuentra en plenitud de facultades. Una actuación sobresaliente ponía el b roche de oro a un fin de semana mágico en el que muchos volvían a sentir lo que es la música en vivo tras meses de abstinencia de conciertos. MY SLEEPING KARMA se retiraban del escenario recibiendo todo el calor de un público entregado, un público que tenía claro que la banda regresaría al escenario para regalarnos algún bis, algo que inevitablemente sucedió. Como siempre, ¡¡¡MÁGICOS!!!