Por segunda vez en menos de una semana me dirigí a Alemania para a asistir a uno de los pocos Festivales que mantienen su edición. Aguantando sin sucumbir a las cancelaciones masivas y con medidas preventivas adecuadas para evitar los temidos contagios del Covid, en la pequeña localidad de Marienthal se llevaba a cabo los pasados días 13 y 14 de agosto un modesto pero magnífico festival. Enclavado en entorno privilegiado cercano al lugar en el que se celebra el mítico FREAK VALLEY, HOFLÄRM BACKYARD SESSION 2021 nos devolvía la ilusión por la música en directo con un fantástico line-up y un ambiente exquisito. La belleza del lugar me recuerdaba a la orografía del norte de España, con prados verdes y colinas custodiadas por bosques que me hacían augurar un gran fin de semana en un entorno idílico. Su ubicación se situaba en una granja perfectamente acondicionada con troncos a modo de bancos, una confortable zona de acampada y distintos servicios para que la gente se sienta lo mas cómoda posible. La cercanía al lugar en el que se celebra el FREAK VALLEY hace que mayoritariamente la concurrencia fuera de habituales de dicho festival, nombrándolo como si de su su hermano pequeño se tratara. Con unos medios rústicos, la organización consigue que el lugar se muestre acogedor y se convierta en un oasis de paz, de camaradería, algo que se palpa con los múltiples encuentros de gente ávida de música en vivo. Con estos elementos la fiesta estaba asegurada. Unas horas antes del comienzo del mismo iban llegando los habituales de estos eventos a una colorista zona de acampada en la que las camper y las grandes tiendas con tenderetes y mesas iban ocupando el espacio destinado para acampar. La cerveza corría de mano en mano, y cada vez que me acercaba a saludar a alguien, recibía una invitación de bienvenida, lo cual siempre es de agradecer. Si bien la primera jornada sufrió un importante retraso en su comienzo, cuando todas las adversidades técnicas y logísticas fueron solventadas ,aquello comenzó a ser lo que me esperaba, un gran fin de semana de fiesta con buena gente y buenas bandas. La organización había dispuesto distintos puestos de comida y bebida, así como unos servicios junto a la zona de acampada. La zona no contaba con duchas, pero esto había sido resuelto por la organización habilitando las duchas de un monasterio situado en el pueblo cercano, para la comodidad de los asistentes que por solo dos euros podían refrescarse y asearse. Estábamos en un medio rural y los elementos de labranza servían para que aquello se convirtiera en un sorprendente recinto en el que disfrutar. Con un público curtido en mil batallas, la calma y la ausencia de incidentes, hacía que la estancia fuera agradable y gratificante para cualquiera de los asistentes. Un público que se comportó con civismo y que cuidaba de sus desechos para mantener el entorno impoluto, algo que siempre es de agradecer y que no siempre sucede en otros lugares. Con un aforo limitado por las restricciones de la pandemia y con la obligatoriedad de acreditar vacunación o prueba negativa de Covid, el festival había colgado el cartel de sold-out hacia varias fechas. Sin duda, teniendo en cuenta lo visto en ediciones anteriores, HOFLARM es un festival con potencial para crecer y hacerse un hueco en la escena en vivo alemana, tanto por la calidad de las bandas que presenta, como por el respaldo que tiene del público. Un público mayoritariamente local, ya que no eran muchos los foráneos que allí estábamos, pero aún así, la hospitalidad hacía que nos sintiéramos como en casa. Tras muchos reencuentros con amigos alemanes, y con estos condicionantes, solo quedaba disfrutar de un fin de semana que a la postre resultaría mágico y muy gratificante. La hospitalidad y facilidades de Casper, el promotor del evento, hizo que me sintiera como en casa, para poder relataros lo acontecido. El recinto se encontraba rodeado de carteles de pasadas ediciones del Freak Valley, así como distintos elementos como un curioso vehículo accidentado junto a unas cruces que marcaban la seña de identidad del festival. Un escenario modesto, pero suficiente para albergar un evento de estas características y unos juegos de luces efectivos entre efectos de humo presidían la mayoría de las actuaciones. Probablemente, desde el aforo no podía comprobarse que en realidad el escenario era un remolque reconvertido, lo que hace todavía más peculiar el mismo. Sin duda, un lugar en el cualquiera se puede sentir cómodo. Si en un principio, el recinto estaba diseñado para estar sentado, la amplitud del mismo hacía que junto al escenario la gente pudiera estar de pie, bailando y disfrutando de la música, algo que sucedió en la mayoría de las actuaciones. Acostumbrado en el ultimo año y medio a ver conciertos sentado, guardando distancia de seguridad, en aforos reducidos y con la máscara puesta, la asistencia a Hoflarm, tal y como me había pasado una semana antes en Aquamaria, era como una vuelta a una cierta ‘normalidad’, ya que poder disfrutar de un festival sin estas limitaciones, es como una forma de recuperar la libertad. Lo cierto es que no es posible poner ningún reparo a un festival acogedor, cómodo y amigable en el que se puede disfrutar en armonía con la naturaleza en unas condiciones agradables y de camaradería mutua, algo que define la escena psicodélica y pesada en la que nos movemos. Desde aquí felicito a la organización por el arduo y duro trabajo, una tarea que se vio recompensada con la mejor edición del festival hasta el momento, (según me comentabas asistentes de pasadas ediciones), un festival que seguramente veremos tener una mayor visibilidad en ediciones futuras, y al que espero regresar de nuevo. Desde aquí gracias a la organización a todos los hicieron que mi estancia allí fuera tan placentera.
BONGBONGBEERWIZARS, el trio de Dortmund abría una intensa jornada en Hoflärm Backyard Session 2021 – Sold Out con su doom atmosférico y sus lentos pero atronadores riffs. Tras un considerable retraso en el comienzo de su actuación la banda nos golpeaba con un sonido grave, plomizo, y lento que hacia que el escenario atronara con un sonido poderoso y denso que solo atrajo a una parte de la audiencia mientras la gente poco a poco se iba poniendo en situación.
SMOKEMASTER, el quinteto de Colonia eran los elegidos para sustituir a Circus Electric y sin duda aprovecharon la oportunidad para dejar patente toda su calidad en el desarrollo de los sonidos psicodélicos vintage con hipnóticos ritmos de vocación kraut. Atmosféricos, incisivos y ácidos, dejaron una grata sensación entre el personal con un increíble show confirmando que lo mostrado en su Lp no era por obra de la casualidad. La banda se convirtió para muchos en una de las sorpresas agradables del fin de semana.
Desde Manhein THVNDERKVLT invadían de enérgicos sonidos heavy-rock de vocación 80’s el recinto del festival. Llenos de fuerza, el quinteto ofrecía un show a la vieja usanza, en el que las poses convivían con riffs hilarantes con sabor añejo y una actitud a prueba de bombas. Mientras su cantante trataba de mantener la melodía, sus dos guitarras interactuaban constantemente entre ellos y con el público haciendo que la temperatura subiera.
EARTH SHIP, era una de las bandas que despertaba especialmente mi curiosidad. El trío nos ponía en órbita con su doom de tintes cósmicos sin renunciar al sludge de alcantarilla. Por momentos emulando a Hawkwind, la banda con su penetrante intensidad, activaba al personal en la noche con un sonido potente, poderoso, pero también chamánico y lisérgico. Gruesos, pesados y psicotrópicos EARTH SHIP acabaron encandilando al público con una actuación notable, convirtiéndose para muchos en los triunfadores de la jornada, lo que se corroboraba con la estruendosa ovación con la que fueron despedidos.
Los suizos MONKEY3 eran los encargados de cerrar la noche llenándola de color y humo, en una actuación sensacional en la que ponían música al silencio con sus pasajes psicodélicos más delicados. En contraste con momentos de verdadera intensidad en los que sus riffs golpeaban con fuerza a una audiencia entregada, la banda conjugaba a la perfección su doble faceta psicodélica y pesada. MONKEY3 son una banda fantástica y en Hoflärm lo dejaron meridianamente patente una vez mas, coronándose unos de los triunfadores de una jornada intensa. Cuidando los detalles en toda su actuación, el cuarteto ofrecía el mejor show de luces y puesta en escena de la jornada, lo que daba un mayor brillo a su hechizante actuación.
La jordana del sábado comenzaba sin los retrasos que habíamos sufridos el día anterior. Abrir una jornada de festival a las 3 de la tarde, con un sol de justicia, no es tarea fácil, pero sin duda, STEW hicieron que el calor ambiental se codeara con el calor meteorológico en un show que hizo vibrar a una audiencia que en gran parte se vio sorprendida por la calidad del trio de Örebro. Dejando patente todo su buen hacer en esto del hard-rock clásico, con sus dosis de blues, la banda ofreció un repertorio en el que interpretaron varias de las nuevas canciones que conformarán su segundo Lp, álbum que verá la luz en pocos meses y que a buen seguro corroborará las buenas sensaciones que nos dejó su álbum debut. Solos asesinos, con un fantástico groovy, hacían que cada canción activara las articulaciones de un público que, pertrechado a la sombra, al comienzo de su actuación, fue viéndose atraído hacia un escenario del que salía fuego en forma de rock and roll honesto y sin complejos. STEW es una magnífica banda y en el marco de Hoflärm, lo dejó patente. ¡¡Grandiosos!!
La cálida tarde alemana continuaba con la mezcla entre el heavy-rock y los riffs stoner de PHIASCO. Con algunos problemas con el sonido que obligaban a una breve pausa, el cuarteto se las apañaba para seguir calentando una tarde que había empezado fuerte. Con un show solvente y sencillo, la banda mantenía la energía en una jornada en la que todavía teníamos platos fuertes por degustar.
SPLINTER, el curioso cuarteto, desconocido para mí hasta esta ocasión, ejecutaba otro show ardiente en el que los sonidos heavy-rock más ortodoxos se mestizaban con el hard-retro gracias al sonido de un vetusto órgano hammond. Una curiosa banda formada por el cantante Douwe y el guitarrista Sander, ambos ex DEATH ALLEY, y con Gertjan, teclista de BIRTH OF JOY, a los que acompañaba a la batería Barry, ex-Vanderbuyst. Veteranos de la escena, con una actitud a prueba de bombas, Douwe, como suele hacer en sus conciertos no dejaba de danzar sobre el escenario interpelando constantemente a un público que cada vez estaba más predispuesto a la fiesta. Con la curiosidad de ser una banda carente de bajo, el sonido de las cuatro cuerdas era suplido por ese peculiar timbre que su teclista conseguía dar a sus notas. Entre esas vibraciones vintage, los riffs de puro heavy-rock aullaban entre los atronadores tambores de banda manteniendo una pose más propia de una banda punk. Cumpliendo su misión de banda que debe elevar al personal los holandeses cumplieron su tarea la perfección haciendo que los pogos se sucedieran en las filas cercanas al escenario.
Los italianos GIÖBIA volvían a los escenarios tras un largo periodo sin actividad en vivo con una formación renovada. Habiendo cambiado su batería y ocupando el lugar en unos teclados en los que su cuervo se había quedado en el esqueleto, Melissa, (La Morte Viene Dallo Spazio), nos seducía con sus sonidos cósmicos. La banda despertaba la curiosidad de parte de la audiencia al verse confundidos por estas renovaciones. Lo cierto es que, GIÖBIA dejaron toda su esencia psico-espacial sobre el escenario de Hoflärm. Completando un show de algo más de una hora en la que los sonidos siderales hipnotizaban a un público ávido de recibir cualquier tipo de estímulo en forma de música. Por momentos emulando a Hawkwind, los milaneses hacían que la etérea atmósfera del festival levitara ante su ‘viajes’ interestelares. Contundentes y con riffs hirientes, la conjunción de elementos con las que la banda juega estuvo al nivel al que nos tiene acostumbrados. Prueba de ello fue la gran ovación con la que fueron despedidos por un público que disfrutó de sus excursiones psicodélicas a través de los confines de su particular universo sonoro. Sin duda, la gran calidad del sonido que vivimos a lo largo de las dos jornadas hizo que el cuarteto brillase en todo su esplendor. Para ellos, las largas horas de coche habían merecido la pena.
Creciendo como banda cada día más, THE VINTAGE CARAVAN no dejan indiferente a nadie. Su fuerza y su magnífica puesta en directo hacen de los islandeses una banda importante en cualquier festival en el que participen. Así lo demostraban en el Festival HOFLÄRM BACKYARD SESSION en el que su combinación de stoner y hard rock clásico ponían el recinto patas arriba. Siempre ofreciendo su lado más amable, son todo un aliciente para cualquiera. Melodía, buenas canciones en forma de himnos, riffs rabiosos, y una actitud que todas las bandas deberían tener Estos chicos tienen claro de que va esto de la música en directo y en cada actuación se dejan la piel para que el público disfrute de la fiesta. Su show así lo dejaba patente con gran parte de la audiencia cantante y bailando sus canciones de modo desenfrenado.
MY SLEEPING KARMA eran los encargados de cerrar el festival. La banda era recibida por sus incondicionales con una gran ovación Si durante todo el festival las presentaciones de las bandas habían corrido a cargo de Kath y Carsten (Galactic Superlords), en esta ocasión el querido speaker de FREAK VALLEY FESTIVAL Volker Fröhmer era el encargado de presentarlos a la audiencia. Seguramente nadie como él podría darles la bienvenida al escenario con más cariño. Durante una hora y media la banda desplegaba todo su arsenal de riffs así como de desarrollos llenos de hipnotismo, haciendo que el misticismo y la magia de sonido se fusionara con una fuerza inusitada. Había pasado más de 4 años desde la última vez que los había visto en directo, y tras su actuación puedo decir sin temor a equivocarme que la banda se encuentra en plenitud de facultades. Una actuación sobresaliente ponía el b roche de oro a un fin de semana mágico en el que muchos volvían a sentir lo que es la música en vivo tras meses de abstinencia de conciertos. MY SLEEPING KARMA se retiraban del escenario recibiendo todo el calor de un público entregado, un público que tenía claro que la banda regresaría al escenario para regalarnos algún bis, algo que inevitablemente sucedió. Como siempre, ¡¡¡MÁGICOS!!!
Aftermovie pronto…..
Todas las fotos aquí: