Reseña: THE GOLDEN GRASS.- ‘Life Is Much Stranger’

LIFE IS MUCH STRANGE’, el esperado nuevo álbum de los neoyorquinos THE GOLDEN GRASS, es una excitante aventura sonora vintage llena de riffs en una amalgama creativa de hard rock, boogie, con sutiles exploraciones psicodélicas y golpes de proto-metal incendiario. Todo repleto de conmovedoras voces las armonías en capas y una técnica instrumental envidiable. Edificante, deliciosamente retro y sin duda un álbum absolutamente recomendable para los amantes del rock de siempre. Ese rock que elevaron al cielo bandas como Grand Funk Railroad, Captain Beyond, y tantas otras. Porque, alejándose de cualquier moda, el trio compone y toca la música que sienten, la que han mamado desde su infancia, y eso se refleja en un trabajo sólido, sin demasiadas pretensiones, pero fresco y vital. Con un sonido espectacular, estribillos y ritmos contagiosos, THE GOLDEN GRASS mantienen la esencia que nos habían ofrecido en sus álbumes previos, para presentarnos otra fiesta de rock atemporal, con canciones que navegan en aguas de rock crudo, de funk, de psicodelia, de rock sureño, con guiños progresivos y alguna excursión jazzística. Toda una aventura sonora en un collage moderno que mira sin rubor a la década de los 70’s,  para traernos aquellas maravillosas vibraciones del pasado,  a un presente en el que no necesitan fingir su verdadera vocación. THE GOLDEN GRASS son rock en estado puro, rock versátil y sin ataduras; un legado que transforman en un brebaje mágico de ricos sabores, con un alto poder de seducción. “LIFE IS MUCH STRANGE’ es un álbum concebido antes de la pandemia, y sus siete canciones, nunca han sido interpretadas en vivo.

THE GOLDEN GRASS son:
Adam Kriney – Batería y voz principal
Michael Rafalowich – Guitarra y voz principal
Frank Caira – Bajo y coros

LIFE IS MUCH STRANGE’ está disponible vía Heavy Psych Sounds.

‘Howlin’ nos empapa con coloristas vibraciones de rock sureño de vocación 70’s. una pausada melodía con seductores pasjaes se soporta entre guitarras rabiosas y ritmos oscilantes con sabor vintage. Rock añejo revitalizado con componentes del siglo XXI, manteniendo la autenticidad. Una canción vibrante y luminosa con guitarras rabiosas y una base rítmica gruesa y poderosa que se contonea seductora ante nosotros proporcionadnos una sensación de vitalidad y optimismo. En sus seis minutos de duración la banda se recrea en pasajes retro con un gran dinamismo alargando el chicle y mostrando que estos chicos viven en el pasado sin ningún rubor.

Mostrando un sonido más turbio y grueso, el rock and roll de ‘Springtime’ se muestra contenido sobre una armonía sencilla, pero efectiva. Los devaneos de las guitarras ponen la garra sobre una melodía mucho más pausada. Jugando con las voces y coros consiguen dar brillo a un corte que se balancea sobre la cuerda del rock clásico, incorporando pausados pasajes psicodélicos con ritmos que coquetean con momentos de jazz. El magnético bajo y el fuerte ritmo persistente coexisten con efectos y solos más ácidos en un corte pausado pero vibrante.  

A caballo entre el hard-rock y el heavy-rock, los riffs de ‘Islan in’ muestran el lado más fornido de una banda que toca rock and roll con acento sureño pero que no se queda ahí. Con un sonido contundente THE GOLDEN GRASS escarban en las vibraciones pesadas de los 70’s adornándolas con aromas campestres a través de melodías aterciopeladas. La fuerte línea de bajo contrasta con esos solos de guitarra afilados tan presentes en todo el álbum.

 ‘100 Arrows’ cabalga brioso a lomos de una montura de boogie rock conteniendo todos los elementos que se le pude pedir a un corte de estas características. Estribillos y melodías contagiosas se insertan entre pasajes que se inclinan a un espacio más psicodélico. Los buenos solos de guitarra no faltan a su cita haciendo que la canción se emplace en un escenario de rock clásico.

Cambiando el dinamismo por pasajes más moderados ‘Not without’ incide en una fórmula que a estos chicos les funciona. Psicodelia, rock sureño y un cálido ritmo ponen una aparente pausa al frenesí sonoro de la banda.

Explorando un espacio más progresivo ‘The answer’ se nutre de un sonido denso que se adorna con voces más propias de Grand funk Railroad. otra canción luminosa que inspira optimismo entre sus cuidadas melodías vocales. Rock de los 70s en estado puro con coqueteos con diferentes referencias estilísticas.

De nuevo el boogie nos introduce en ‘A peculiar’. A pesar su aparente carácter contenido, el corte consigue contagiar su ritmo en tono más complaciente. Insertando elementos psicodélicos el corte se balancea entre ritmos cambiantes en una senda en la que el rock clásico se muestra en todo su esplendor.

THE GOLDEN GRASS:
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HEAVY PSYCH SOUNDS:
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Reseña: WESTING.- ‘Future’

SLOW SEASON pulsaban el botón de reinicio a finales de 2021 para dar un nuevo comienzo a la banda. Así tras el cambio de nombre a WESTING, e incorporando a la banda al guitarra de ALL THEM WITCHES, Ben McLeod publican su primer álbum ‘FUTURE’. Un álbum inspirado en la imprudencia de la raza humana en el mundo distópico en el que vivimos, y con canciones que suenan a la música que a la banda le gustaría escuchar.  Si hace unos años SLOW SEASON nos sorprendían con un sonido inspirado en LED ZEPPELIN, ahora, sin renunciar a ese estilo nacido a comienzos de los 70’s, encontramos a la banda mucho mas madura. Sus ocho emocionantes canciones rezuman rock clásico, boogie-rock, blues ácido y hard-rock atemporal. Siempre con una calidez reconfortante, sus canciones se construyen sobre tonos cálidos dulces melodías y un groovy infeccioso con el que de inmediato logran atrapar al oyente. Impregnado esas vibraciones del rock clásico de los 70’s con buenas dosis de fuzz, hacen que sus canciones proporcionen al oyente una escucha divertida. Porque a veces nos olvidamos que el rock es algo lúdico, y en este álbum eso resulta evidente. Las canciones del álbum nos ofrecen un amplio repertorio de brillantes guitarra, cuidadas melodías y un sinfín de matices con el que consiguen que las mismas resulten cautivadoras y llenas de ritmo. Ese groovy se complementa con pinceladas de rock progresivo, psicodelia y por supuesto el blues y el boogie para que la fiesta sea monumental. Con un agradable aroma sureño, cada pista se presenta como un regalo para cualquier amante del rock de siempre, un rock que con bandas como WESTING, sigue vivo y con un ‘futuro’ esperanzador. La escena necesita más bandas así, porque estos chicos son el hard-rock en estado puro.

WESTING son: Daniel Story Rice (voz, guitarra, teclados), Ben McLeod (guitarra) Hayden Doyel  (bajo) Cody Tarbell (batería).

‘FUTURE’ esta disponible Riding Easy Records.

‘Back in the twenties’ es un claro ejemplo del sonido que SLOW SEASON nos presentaron hace años. Teniendo muy presente el legado de LED ZEPPELIN, la canción gravita entre vibraciones de la banda británica, momentos sureños y psicodelia. Guitarras que llenan de luz la atmósfera se van sucediendo en una dualidad sumamente atractiva. Con parones y arrancadas, la canción adquiere un cierto tono doorsiano en su faceta más cálida y sugerente. Un claro ejemplo de la evolución de una banda que no se ciñe al legado de Robert Plant y sus huestes exclusivamente, sino que muestra sus cartas sin rubor. Y la jugada es ganadora sin ningún género de dudas.

A golpe de blues ácido y hard-rock crudo ‘Nothing new’ parece embarcarnos en un viaje con destino a los primeros años de la década de los 70’s. Melodías seductoras, guitarras empapadas de fuzz y un tono colorista, van ensamblando las piezas de una canción brillante y repleta de matices.  Si en el corte de apertura pudimos intuirlo, en esta ocasión queda mucho más palpable que las guitarras son uno de los mejores argumentos de la banda, pero también el uso de los registros vocales le sacan de cualquier encasillamiento. Los momentos de ortodoxia blusera contrastan con unos riffs que se vuelven turbios y difusos en un juego instrumental ciertamente fascinante.

En tonos atmosféricos ‘Lost riders intro’ es un interludio psicodélico instrumental que sirve de introducción al siguiente tema.

‘Lost riders’ palpita en un espacio de rock clásico con una cierta inclinación progresiva. Aquí la banda se muestra más contenida en una canción con las aristas pulidas y un sonido suave. Sustentado en atractivas melodías vocales las guitarras aparecen con cautela mostrando su lado más seductor. En un tono más cercano al ‘arena-rock’, WESTING optan por alejarse de estridencias en una canción colorista y una composición bien cuidada.

Los ecos Zeppelin aparecen en los primeros riffs de ‘Big trouble (in the city of love)’. Una nueva canción que recupera el registro vocal que popularizó Robert Plant en los 70’s. Un perfecto ejemplo del sonido de una banda que no tiene complejos en seguir la estela de su referente sonoro. Combinando estribillos y coros, el corte se muestra con un gancho efectivo para atrapar al oyente. Un claro ejemplo de rock atemporal que reivindica un sonido sin complejos ni florituras excesivas. Desde la sencillez, componen otra buena canción.  

Empapada por el bucolismo, la suavidad de la melodía de ‘Artemisa coming down’ nos ofrece un gratificante espacio sonoro en el que la dulzura aflora entre luminosas estrofas y delicados pasajes electro-acústicos. En ese ambiente campestre el corte se muestra como un gratificante bálsamo sonoro ideal para poder la pausa en un álbum que no se ciñe a un único estilo. Una hermosa canción en la que no faltan a la cita los brillantes desarrollos de guitarra

Instados en ese calmado escenario, ‘’Silent shout’ mantiene su tono acústico para empaparlo con embriagadoras pinceladas psicodélicas. En esta ocasión la banda incorpora un tono sinfónico en detrimento de riffs más ruidosos.

Sacando nuevamente del cajón el legado de Zeppelin ‘Stanley wu’ se empapa de blues y rock clásico en una atmósfera más propia de los 70’s. El tema se desarrolla en un escenario en el que los aromas del sur aparecen para llenar de luz una canción equilibrada y de fácil digestión.

‘Coming back to me’ cierra el álbum a ritmo de rock and roll, boogie-rock y blues. Sin estridencias, y con una armonía sencilla WESTING muestran que el rock de siempre sigue estando vivo y coleando. 

Westing

RidingEasy Records

Reseña: SIENA ROOT.- ‘Revelation’

A estas alturas ya nadie podrá dudar de lo que nos pueden ofrecer los puntales del retro-rock sueco SIENA ROOT. Una banda en constante evolución y en la que los fundadores Sam Riffer y Love Forsberg, recuperan la dulzura de sus composiciones (si es que en algún momento la había perdido) con la sensibilidad de su cantante Zubaida Solid, para erigirla en una parte muy importante de este, su octavo álbum. Un trabajo con canciones que trasmiten buenas vibraciones susurrándonos y acariciándonos con delicadeza. Esto no quiere decir que no haya momentos intensos en los que los suecos rebosan garra y fuerza, Gravitando en una atmósfera retro, los ecos del Verano del Amor’ aparecen en unas composiciones llenas de sensibilidad y magia. Sus esplendorosas y bellas melodías se nutren del mejor rock creado en los 70’s, para convertirlas en canciones atemporales que nos invitan a un gratificante viaje lleno de alicientes y versatilidad. El blues, los ecos de la West-Coast, el hard-rock, los pasajes progresivos y acertadas dosis de psicodelia, se fusionan en hermosas y aterciopeladas canciones rebosantes de color. Un aroma de melancolía y guiños jazz complementan unas pistas brillantes con las que consiguen que el denominado ‘rock vintage’ adquiera unas altísimas cotas de calidad. Esta claro que los suecos no son una banda anquilosada, pero si son una banda fiel a un estilo, que siempre saben como reactualizar para que se muestre cautivador ante sus múltiples fans. En ‘REVELATION’ también aparecen esos sonidos exóticos que les caracterizaron en sus comienzos y a los que nunca han renunciado, pero que ahora se sienten con una mayor presencia. Los hechizantes sonidos del sitar nos envuelven en una atmósfera mística y reconfortante en alguna de sus canciones, en contraste con otras en las que el sonido de su penetrante órgano vintage nos seduce con sus atractivas melodías. El álbum rezuma frescura y ratifica a SIENA ROOT como auténticos abanderados del rock atemporal en estado puro, algo que no todas las bandas pueden conseguir, sin que parezcan una copia, porque los suecos se mantienen fieles a su esencia, una particularidad que sigue regalándonos fantásticos álbumes como este casi tres décadas después de su nacimiento como banda. ¡¡Larga vida a SIENA ROOT!!. 

SIENA ROOT son:
Zubaida Solid – voz, teclados
Johan Borgström – guitarras
Sam Riffer – bajo
Love Forsberg – batería

Músicos invitados: Erik “Errka” Petersson (Clavinete), Stian Grimstad (Sitar) y
Lisa Isaksson (Flauta).

Las once canciones de ‘REVELATION’ fueron grabadas de manera analógica en Silence Studio en Koppom, Suecia y Root Rock Studios en Estocolmo, Suecia, donde también se mezcló. La masterización se llevó a cabo en el Cutting Room de Estocolmo.
‘REVELATION’ está disponible vía Atomic Fire Records.

Como si de un viaje en el tiempo se tratara ‘Coincidence and fate’ nos traslada al corazón de los 70’s. Marcado por esa magnética línea de bajo con brillantes guitarra y un aroma vintage, la canción parece nacer de los tiempos del Verano de Amor para enriquecerse con elementos progresivos aportados por un órgano comedido pero presente. Las melodías vocales se muestran esplendorosas aportando un brillo especial a una canción de rock atemporal que acaba por recostarse en bellos pasajes psico-progresivos en su parte final.

 La colorista ‘’Profesional procrastinator’ contiene tanto pasajes de blues ácido, como momentos de hard-rock clásico. Dinámico y con un ritmo vivaz, el corte mantiene la esencia del combo sueco. Ondulante y con numerosos efectos, la intensidad aumenta por momentos en un ir y venir hacia un espacio hard-prog lleno de fuerza. Cualquier cosa menos aburrida, aquí se pone de manifiesto el portento vocal que posee su cantante Zubailda.

Contundente y rebosante de fuerza ‘No peace’ con sus solos afilados y ese carácter blusero, índice en un escenario sonoro en el que SIENA ROOT saca a relucir todo su potencial y en el que la banda se siente cómoda. Jugando con los momentos de protagonismo cada instrumento tiene su momento de gloria. Un corte directo en el que el blues desgarrador acaba por sentirse seducido por vibraciones más acolchadas.

Algo más psicodélica ‘Fighting gravity’ se llena de color sobre tapizadas melodías en un tono suave. Buenos pasajes de guitarra aportan brillo a un tempo pausado y contenido, en otro nuevo balanceo de vibraciones vintage, más propias del pasado siglo.

En un tono más bucólico, ‘Dusty roads’ se nutre de acordes acústicos y un ambiente campestre. Sacando su registro más sensual, Zubaida nos enamora con cada estrofa, con cada verso, mientras los delicados acordes de una guitarra mágica afloran entre pausados ritmos. Sumidos en la melancolía y con unas gotas de psicodelia aromática, SIENNA ROOT consiguen una hermosa canción. Un manto de terciopelo que nos acaricia suavemente entre el olor de las flores. La parte final nos ofrece una mayor intensidad con riffs retro y una voz más atormentada.

En un tono más progresivo ‘Winter solstice’ coquetea con elementos de jazz mientras la flauta mágica esparce su aroma. Por el lado más folk, la banda completa una canción con múltiples estilos fusionados en algo menos de tres minutos.

Con un dulce sonido de flauta en su apertura, ‘Gaanglateen’ se envuelve en un manto vintage manejado por el cálido y penetrante órgano, para transitar por una senda psico-progresiva con tonos ancestrales. Su cadente rtimo hace que todo suceda con calma, desde los pasajes cercanos al jazz y el blues hasta los momentos más cálidos y progresivos. Bajo esa atmósfera retro, consiguen una canción instrumental, que lleva los genes de la banda.

Una de las características de SIENA ROOT es la capacidad para incorporar instrumentos y sonidos exóticos, En ‘Leaving the city’ el sitar nos invita a paseo meditativo entre bellas armonías y calmados ritmos llenos de magia. Un reflejo del verano del amor en su vertiente mística y espiritual. No solo de riffs pesados vive la escena, y la prueba es la capacidad de algunas bandas como los suecos, para conseguirlo, con la misma brillantez. Enciende el incienso y relájate en este hermoso mantra espiritual.

‘Little burden’ refleja apacibles espacios sonoros sobre su base acústica. Un corte delicado y en el que los ecos de la West Coast afloran con una ejecución certera y gratificante. Con un cierto tono soul la canción se eleva lentamente sin abandonar su esencia acústica. Un corte reflexivo e intimista con el que renuncian a la electricidad para sumergirse en un espacio folk.

Recuperando el sonido del sitar, ‘Madhukauns’ recrea su composición en una atmósfera mística mediante la cual parecen buscar una cierta experimentación.  Sustentado en esos acordes exóticos la canción refleja un carácter devocional al que la banda añade diferentes ornamentos. De nuevo en esta canción prescinden de las voces, creando un curioso corte instrumental con distintos capítulos en su desarrollo.

‘Keeper of the flames’ pone el broche de oro a otro gran álbum de SIENA ROOT sacando de la chistera toda la sensibilidad de una banda que ama las vibraciones del rock clásico de los 70’s. Desde la pausa la voz de Zubailda se erige nuevamente como protagonista de una canción en la que la instrumentación contenida soporta con maestría una canción suave y hermosa en la que el blues aparece en sus genes.  En la parte final el corte explota en un derroche de color reflejando ese amor por el rock de siempre, sin aditivos.

Siena Root

Atomic Fire Records

Reseña: DEWOLFF.- ‘Love, Death & In Between’

Con canciones aparentemente sencillas, DEWOLFF vuelve a conquistarnos dejándonos claro porque son una de las mejores bandas retro del momento. Labrándose su carrera desde hace casi 15 años, el trio se encuentra en un periodo de lúcida madurez; aún así, la banda no ha perdido un ápice de frescura. Las doce canciones de este nuevo álbum han sido grabadas en vivo en una cinta analógica, sin sobregrabaciones, algo habitual en el trio; y en cada una de ellas encontramos giros inesperados con los que consiguen mantener al oyente enganchado. Con el legado de los grandes del rythm & blues muy presentes, el álbum contiene canciones de fácil digestión, que bien podrían haber sido compuestas hace 5 décadas, y que se muestran, como si no hubiera pasado el tiempo por estas vibraciones vintage. Su penetrante órgano, sus solos de inclinación blues y unos fantásticos coros y estribillos negroides, completan un álbum que es toda una fiesta de sonidos vintage de alto nivel.  El álbum nace de la experiencia del cantante y guitarrista Pablo van de Poel asistiendo a un sermón en la iglesia de Al Green en Memphis, Tennessee. Conmovido por esa experiencia musical quiso crear nuevas canciones que encajaran con esa vibra, casi como una experiencia religiosa, y sin duda lo ha conseguido. Tras el periodo en el que publicaron sus dos últimos álbumes, uno grabado en la carretera y el otro grabado desde la distancia en el periodo pandémico, DEWOLFF vuelven por sus fueros,  con las pilas cargadas, trayéndonos canciones en las que el soul y el blues están más presentes que nunca. Cabe destacar el buen trabajo de las melodías vocales con conmovedores coros negroides y estribillos pegadizos, así como una impactante sección de viento. En esta ocasión la banda se mira en el espejo de los grandes del soul de los 70’s y especialmente en músicos como Leon Russel, Edgar Winter o el mismismo Joe Cocker de sus comienzos. Pocas dudas quedan del lugar que DEWOLFF ocupa en la escena retro contemporánea, y el alegre y colorista ‘LOVE, DEATH & IN BETWEEN’ es la prueba de ello. Dentro del álbum destaca especialmente su canción ‘Rosita’, en la que a lo largo de quince minutos el trio nos presenta un auténtico catálogo de vibraciones vintage a las que nos tienen acostumbrados.

DEWOLFF son: Pablo van de Poel (voces, guitarras, Luka van de Poel (batería) y Robin Piso (órgano hammond, Wurlitzer piano).

LOVE, DEATH & IN BETWEEN’ está disponible vía Mascot Records.

Sin contemplaciones ‘Night Train’ nos invita al baile con sus ritmos vintage. A caballo entre el soul y el blues, el corte se desarrolla con un fantástico groovy. Las voces negroides y los golpes de las teclas hacen el resto. Los 70’s están aquí, y estos saben cómo recordárnoslo. El tema cuenta con buenos solos de guitarra, un ritmo trepidante y un juego de voces y coros sensacionales.

‘Heart Stopping Kinda Show’ se desarrolla entre vientos sureños a caballo entre el sonido de  GRATEFUL DEAD y el de los grandes del rythm & blues de la década dorada. Con un tempo medio y algunas pinceladas boogie-rock,  la canción cuenta con un tono más contenido y una atmosfera de color sepia, lo que no impide que encontremos ritmos calientes en ella.

En modo balada soul Will o’ the Wisp’ nos susurra con suaves melodías y coros entre la humareda vintage de su órgano. Blues y psicodelia se dan de la mano en un corte balsámico y colorista a la vez.

inclinándose hacia un territorio más propio del jazz fusión, ‘Jackie Go To Sleep’ es una aterciopelada canción que rebosa sentimiento en cada estrofa. Los holandeses se visten de gala para componer una canción elegante y sofisticada. Su atmosfera soft-rock progresiva, se enriquece con cuidados ornamentos para dotarla de una hermosura suprema.

‘Rosita’ retoma las atmósferas sureñas entre sonidos de vientos y guitarras afiladas. El soul, el blues, la psicodelia, el boogie… Todos los ritmos y estilos tienen su espacio en esta epopeya de 16 minutos en la que consiguen crear un auténtico collage de vibraciones vintage. Delicada, psicodélica, con alma de soul, la canción va serpenteando en subidas y bajadas de intensidad y voces que vienen y coros que van y vienen. EL soul-rock de los 70’s ejecutado en el siglo XXI, sin perder un ápice de autenticidad hace acto de presencia en la parte central. Desde allí ritmos calientes nos llevan a la pista de baile, con un sonido mas propio de LEON RUSSELL o DELANEY & BONNIE. Toda una cabalgada de órgano y unos tambores vibrantes nos hacen sudorar con toda la energía que el corte transmite. No faltan los desgarradores pasajes a caballo entre JAMES GANG y los citados DELANEY & BONNIE más divertidos y fiesteros. La parte final se siente seducida por el blues en su faceta más psicodélica, evocando momentos más propios de JOE COCKER en el legendario festival de Woodstock, para concluir en un tono mucho mas rockero y contundente. ¡¡¡Brutal!!!!, solo por esta canción, el álbum ya merece la pena.

Siguiendo la vertiente más ortodoxa del blues ‘Mr. Garbage Man’, se erige como una pseudo-balada llena de sentimiento. perfumándose con unas gotitas de psicodelia, el corte se desarrolla entre pausados acordes con un mayor protagonismo de la guitarra. Todo un bálsamo sumamente gratificante.

‘Counterfeit Love’ se sustenta en un órgano más propio de Ray Manzarek para eclosionar en golpes de rock retro de alto nivel. En esta ocasión el legado de THE DOORS se fusiona con momentos boogie bajo una atmósfera densa en la que no faltan pasajes de rock sureño y de soul-rock rebosante de garra.

La apertura hendrixiana de ‘Message For My Baby’ se fusiona con ritmos funk en otro episodio de rock vintage en un híbrido entre Leon Russell y Edgar Winter. Una canción que se convierte en una bacanal de ritmos con un órgano endiablado y una guitarra asesina que parecen competir en intensidad con unos tambores desbocados. Todo un frenesí sonoro que contrasta con otras canciones más aterciopeladas.  

‘Gilded (Ruin of Love)’ es una canción suave y aterciopelada ejecutada a ritmo lento. Al escuchar sus delicadas melodías no puedo evitar recordar a Buddy Miles en su vertiente soul. Coros de ensueño y una calidad vocal hacen del corte un bálsamo reconfortante en el que no faltan los vientos y ese tono vintage aportado por el fantástico órgano. 

Y metidos en faena, ‘Pure Love’ es una balada con alma de soul que nos susurra con mimo provocando una sensación de relax y bienestar. Bello y pausado, el corte evoca el lado más romántico del soul de hace 6 décadas. 

‘Wontcha Wontcha’ es otra canción que activa las articulaciones con su ritmo contagioso. Soul y rock emparejados en una canción ideal para bailar hasta el amanecer. Su alma negroide gravita a la perfección entre ritmos funk estribillos pegadizos y unos coros divertidos.  

Poniendo el cierre a este fascinante álbum, ‘Queen of Space & Time’ se nutre de pasajes psicodélicos para desarrollar sus acordes de blues y delicado rock con un cierto aroma sureño. Una canción suave y susurrante llena de magia.

DeWolff 

Mascot Records

Reseña: MOLTEN GOLD.- ‘Futures past’

Forjados en las brasas del rock progresivo clásico, los noruegos MOLTEN GOLD presentan un álbum que es, como el propio nombre de la banda, oro fundido. Una joya tallada con esmero para ofrecer al oyente su mejor versión. Ideal para cualquier amante de los sonidos vintage, el álbum contiene todos los elementos para obtener un plato gourmet, digno de los mejores paladares. Desde ecos del rock progresivo más clásico, hasta atmósferas sureñas, blues y rock clásico, este álbum conquistará corazones. ¿Estás preparado para dejarte seducir? El álbum está repleto de hermosas melodías campestres y de golpes de hard-rock progresivo vintage de alto nivel, lo que hace que cada canción brille con luz propia en este universo sonoro tantas veces transitado. Pero estos chicos tienen algo especial, y saben como meterse al oyente en el bolsillo. ¡Joder!, esto es muy bueno, y con cada nueva escucha me conquista más. Un manjar que apreciarán todos los fans del rock de siempre pero que sorprenderá a los no iniciados, porque aquí hay mucha calidad. MOLTEN GOLD consiguen que todo fluya y la escucha resulta sumamente gratificante, ya que cada canción contiene numerosos ornamentos que hace que se muestren espectaculares. Como si hubieran parado la máquina del tiempo, MOLTEN GOLD consiguen un álbum sobresaliente que parece compuesto en mitad de la década de los 70’s, pero que suena fresco y radiante. Delicadas melodías, riffs potentes, un ritmo trepidante y matices constantes hacen que las canciones serpenteen para dar al oyente un aliciente para seguir explorando unos surcos que son ‘oro puro’. Una joya del siglo XXI que evoca los momentos mas brillantes del rock. Discípulos jurados del prog y proto-metal, Molten Gold se mueven en un paisaje definido por actos como Captain Beyond o Uriah Heep, aunque también exploran momentos más propios del rock sureño. . El sonido del grupo es una mezcla de potencia y complejidad, alimentado por riffs de órgano, fuzz y buenas voces, lo  que hace de MOLTEN GOLD s una banda que suena genuina, y este álbum es su mejor prueba de autenticidad.

MOLTEN GOLD son:  Anders Pedersen (teclados) Jørn Helge Dahl (guitarras), Abraxas d’Ruckus (voces), Tron Ingar Morstad (bajo) y Matteo Fiore (batería).

MOLTEN GOLD está disponible vía Kozmik Artifactz , en vinilo plegable de peso pesado de Kozmik Artifactz , así como en Bandcamp y en las principales plataformas de transmisión digital. 

Abriendo con una locura de vibraciones hard-progresivas ‘Rebirth’ nos noquea con una fuerza inusitada. Con nítidos elementos del género los noruegos parecen embarcarnos a un viaje al corazón de los 70’s. Buenas melodías, y una fuerte y sólida instrumentación fluyen con facilidad para mostrar a la banda en todo su esplendor. Lo suficientemente pesado, lo suficientemente atractivo y con un gancho que te atrapa desde la primera escuchar, la canción nos arrolla sin remisión a ese agujero negro de sonidos vintage tan apetecible. Teclados, vientos y un ritmo sólido son los pilares de una canción contundente y fascinante a partes iguales.

Bajando las revoluciones, ‘Silverback’ se soporta en una melodía bucólica que evoca espacios campestres llenos de color. Fuerte en su ritmo y con el órgano poniéndonos en situación, la canción explora vibraciones de los 70’s con gran acierto. Una cabalgada que se intensifica por momentos, pero nunca pasa la línea. Con bellos desarrollos psico-progresivos, los ecos de TRAFFIC parecen en una comunión con momentos más propios de MARSHALL TUCKER BAND. Los más de ocho minutos de la canción permiten que la banda desarrolle todo su potencial en una canción repleta de matices. Sin duda, estos chicos no tienen complejos y se ponen barraras para crear bellas canciones rebosantes de bucolismo como esta.

Siguiendo por la senda del rock atemporal ‘Sons of the Morning Star’ nos regla hermosas melodías vocales que se apoyan en una siempre contundente base rítmica. Allí las guitarras revolotean en un baile con ese órgano profundo y envolvente. Hard-rock retro construido con unos moldes sólidos que resisten el paso del tiempo. Tras un comienzo más suave, el tema se despeña en un torrente de riffs impulsados por unos tambores diabólicos y un ritmo trepidante.

MOLTEN GOLD no se olvidan de los clásicos, y así lo demuestra ‘Bleeding Over’. El wah wah en línea Hendrix nos introduce en una odisea hard-rock de altísimo nivel. Este tema suena a 70’s como si la máquina del tiempo se hubiera parado. El buen trabajo con las voces tiene mucho que ver para que una canción notable, se convierta en una canción sobresaliente. No faltan a su cita buenos solos, un ritmo vivo y ese órgano mágico para poner la guinda a otra canción con elementos progresivos y un aroma floral.

A golpe de rock clásico ‘Soccoro’ nos envuelve en una neblina de la que escapan riff rugosos y pesados en una revisión del hard-progresivo de los 70’s llena de fuerza. Ondulando constantemente la canción sube y baja en una montaña rusa de emociones e intensidad que nos atrapa sin remisión. Las cuidadas melodías surfean entre una vorágine de olas de distinta procedencia hasta llegar a remansos de paz en una orilla tranquilla.

‘Kneel and Pray’ se desarrolla en una estructura de rock clásico con subidas y bajadas de intensidad en las que el rock sureño aparece altivo y esplendoroso. Sin olvidar el carácter progresivo intrínseco en todo el álbum, crean una combinación que funciona. Si bien no es la canción más emocionante del álbum, los noruegos no bajan el nivel.

El álbum cierra con ‘Moonstone’, una canción que pone algo de calma en este frenesí de vibraciones vintage. La delicada melodía vocal es envuelta en una atmósfera en la que la melancolía aparece mostrando un tono optimista y colorista. La canción es una especie de balada rebosante de belleza de una guitarra luminosa y una cálida línea de bajo. Otro ejemplo de que el rock clásico tiene todavía mucha vida.

Molten Gold

Kozmik Artifactz