Reseña: MARGARITA WITCH CULT.- ‘Margarita Witch Cult’

Si hasta ahora no habías oído hablar de ellos, y eres fans del proto-metal de los 70’s, o de bandas como UNCLE ACID & THE DEADBEATS, desde hoy, el trio británico, puede convertirse en una de tus bandas favoritas. Porque MARGARITA WITCH CULT traen la furia con su álbum debut. Nacidos de las turbias profundidades industriales de Birmingham, (también conocida como Sabbath City), el estridente trío logra un tour-de-force fusionando la energía puñetera de NWOBHM y las imágenes ocultas y la pesadez del proto-doom más crudo y psicotrópico. Una bestia atemporal y despiadada, una que te masticará, te degustará y te escupirá. Con canciones directas y estruendosas, estos chicos consiguen derretirte la cara con golpes de heavy-metal más propios de Orange Goblin, sumirte en la oscuridad Sabbathica, cegarte con riffs más propios de Dozer, o hechizarte con el conjuro ocultista de los citados Uncle Acid. Porque este debut es un álbum demoledor, con gachos increíble, estribillos pegadizos y una hechizante atmósfera psicodélica. Una bestia con varias cabezas comandadas por un sonido crudo, pero sumamente magnético, en un derroche de energía y buen hacer. Un brebaje embriagador nacido de una fórmula magistral en la que los sonidos primitivos de las bandas de proto-metal y proto-doom de los 70’s se emulsionan con voces cautivadoras y fuzz narcótico. Como he dicho en otras ocasiones, DenpaFuzz no se hace responsable de una escucha prolongada de estas diabólicas y magnéticas canciones que harán que tu cabeza explote. ¡¡Avisados estáis!!

Sin hacer prisioneros, el álbum abre con el bombazo de canción ‘Diabolical Influence’. Una pista pesada con riffs que te atrapan y claros ecos del proto-metal de los 70’s en una fiesta con sonidos heavy-rock de alto voltaje. Melodías pegadizas habitan en una densa atmósfera nebulosa creada por riffs gruesos con un resultado impresionante. Su poder magnético es una fuerza de la que resulta difícil escapar, ya que, a pesar de su sencilla y repetitiva armonía, la canción tiene todos los ingredientes para absorberte en su particular agujero negro creado a base de fuzz empapado en psicodelia. ¡Brutal!

Subiendo las revoluciones ‘Death Lurks At Every Turn’ es una arrolladora canción con un thrasher espeluznante de redobles de caja vertiginosos y solos de guitarra rebeldes. Manteniendo un buen tono, las melodías vocales acompañan los devaneos de esta pista frenética y arrolladora.

El proto-metal de los 70’s aparece con fuerza en ‘The Witchfinder Comes’. Una pista que pareció en la demo de la banda de 2022 y cuenta una historia macabra de una caza de brujas inminente que culmina con el sujeto corriendo asustado sobre la coda en espiral. El corte es otra nueva losa de sonidos sucios y difusos con voces en línea Uncle Acid y golpes de heavy-rock a la vieja usanza en una estampida final.

Haciendo un breve paréntesis en sus riffs monolíticos, ‘Be My Witch’ se presenta caliente y pesado como una oda sucia a lo prohibido. Cerca del legado de bandas como Dozer, el corte transita por un cegador escenario arenoso de puro desert-rock. Creando una atmósfera de oscuridad, las voces ocultistas salen a la palestra con estribillos pegadizos y momentos más propios de Uncle Acid. Otra pista llena de gancho.

El heavy-metal en línea ORANGE GOBLIN aparece en ‘Annihilation’. Otra canción ejecutada con las revoluciones a toda máquina que transita por los sonidos del heavy rock clásico, empapado con algunas gotitas de psicodelia.

La aventura continúa con los riffs retro de ‘Theme From Cyclops’. Un corte que pone a prueba las cervicales del oyente, ya que su repetitiva armonía te golpea una y otra vez hasta abortar tus sentidos. Un bajo grueso y pesado, unos tambores diabólicos y una guitarra llena de gancho, son los argumentos de este breve corte instrumental.

Embarcándonos en un ambicioso viaje que te derrite la cara ‘Lord of the Flies’ conjuga la oscuridad del proto-doom con momentos de tenebrosa psicodelia. Con una atmósfera espeluznante, la canción se sumerge en bosques con una atmósfera cargada de psicotrópicos mientras camina cadencioso y pesado sin mirar atrás.  Con una narrativa más propia de Sabbath, el corte nos presenta algún guiño progresivo entre sus riffs plomizos y su turbia atmósfera.

‘Aradia’ nos sirve una porción instrumental de pura inmundicia afinada, con arrogancia sórdida y trituración de buen gusto que le dan una procedencia adicional a la profunda bolsa de trucos de la banda. Manteniendo la fórmula de construir la pista sobre un riff que se repite hasta el infinito, los británicos conjugan los elementos Stoner, con el legado de los pioneros de música pesada.

Poniendo el broche de oro final, ‘Sacrifice’ es una pista simplemente salvaje, una exhibición profana de fuerza innegable. Recreándose en un ritmo doom, y aportando voces que te atrapan, el corte toma prestadas vibraciones más propias de Uncle Acid, como gran parte de las canciones de este fascinante y superlativo álbum. La pista te noquea con la contundencia de un sonido grave y sólido, pero también te nubla la razón con sus cautivadores pasajes psicodélicos. En esa parte central, la banda se deja llevar por los efluvios lisérgicos que son capaces de sacar de sus instrumentos. Tras esos pasajes narcóticos, la bestia despierta para despedirse a lo grande mostrando todo su poder.  

MARGARITA WITCH CULT:
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Reseña: MILANA.- ‘Milvus’

La banda de Mallorca nos presenta un álbum sólido y estruendoso en el que canciones de heavy-rock, se cuecen en un recipiente de Stoner, aderezado con unas gotas de psicodelia. Sus voces épicas, los ganchos constantes y una producción impecable, hacen de ‘MILVUS’ un álbum muy apetecible. Todo un viaje lisérgico a través de vibraciones Stoner, empapadas con unas gotas de blues y psicodelia, así como unas entrañas de heavy-rock con genes grunge.  Porque el nuevo álbum de los mallorquines contiene canciones sólidas, con voces épicas, y un control de los tiempos y la intensidad sumamente logrados. Su sonido difuso, se vuelve melódico y pegadizo a partes iguales, lo que hace que su escucha sea verdaderamente gratificante. Sonando contemporáneo, cada canción contiene elementos desérticos mestizados con auténticos bombazos heavy-rock, en una mezcla impactante. Pero en este coctel sonoro también aparecen reminiscencias del grunge de los 90’s empapadas de fuzz arenoso. ¿Se puede pedir mas? Describiendo de una forma particular la melancolía de la soledad del desierto, MILANA crea pistas con unas entrañas macizas, y un envoltorio repleto de emocionantes sensaciones. Sustentando sus canciones en un sonido grueso y pesado, las magníficas voces y sus tonos épicos, las elevan por encima de otras muchas propuestas que encontramos cada día. Posiblemente estemos ante un álbum que ponga a MILANA en la rampa de salida para que su música tenga una mayor visibilidad y reconocimiento en la escena underground, tanto española, como europea.   

MILANA es un cuarteto compuesto por David Oliver, el chico fundador, el fuzzman, el skater, el Jimi Hendrixer y sería un habitante del desierto de California. Luego Pedro Inglés, full Ame mysAc y filósofo, muy afectado debido a la exposición masiva de Led Zeppelin. Guillem, el gruñón Metalero y finalmente Edu, cineasta profesional y patinador con conocimientos enciclopédicos sobre el frente Stoner.

‘MILVUS’ cuenta con letras de Pedro Inglés, teclados de Pedro S.Bonnin, Slide Guitar en “Gray City Lights” de Javi Lopez y preproducción técnica de batería de Jose Ordoñez. Fue grabado y mezclado por Toni Salva en Diorama Sound (Mallorca), producido por David Oliver. Con grabaciones vocales asistidas y coproducidas por Marc Vidal en Marc Vidal Studio (Barcelona) y voces también asistidas por Aina Nadal en la pregrabación. Masterizado por Karl Daniel Liden Estocolmo (Suecia).  Obra de arte por Revelation Studio. Discurso narrativo de “Grey City Lights” de Howling Wolf (1966). Disponible vía Kozmiz Artifactz.

Entre riff retro y golpes de stoner ‘The Last Witch’ borbotea a caballo entre vibraciones 70’s y aromas del desierto. Con fuerza en sus entrañas y unas melodías atractivas, el corte se impregna de gotitas de blues en una conjunción que resulta sumamente atractiva. La excelsa línea de bajo hace cambiar la pista a un escenario más psicodélico, lo que hace que el tema ofrezca varias texturas sonoras.

Impulsado por buenas dosis de fuzz ‘Celestial Bird Spirit’ huele a sonidos arenosos de los 90’s. en un tono comedido la canción avanza oscilante con una combinación de elementos que van desde el grunge hasta el heavy-rock. Cuidadas melodías vocales complementan un corte nebuloso, pero de gran frescura. Manteniendo la estructura del tema de apertura, la pista reposa en atmosferas lisérgicas en su parte central donde aparecen buenos solos de guitarra que crean un ambiente ensoñador.  Stoner ortodoxo con la suficiente fuerza como para aplastarte la cara.

Con mas de once minutos ‘Impermanence’ nos sume en un trance narcótico a través de suaves acordes. Sin prisas para eclosionar la canción transita por un espacio nebulosos en el que la psicodelia apacible nos arrulla. Sin renunciar a momentos grunge, la canción conjuga ambos estilos empapando al oyente de un tono melancólico. Con constantes oscilaciones de intensidad, la psicodelia y el grunge, se unen en una causa común. En una nueva transición, todo parece volverse más difuso gracias a las embestidas de riffs Stoner, pero de nuevo la pista desciende a un mundo chamánico en el que la psicodelia copa el protagonismo. Seguramente estemos ante la canción más elaborada de todo el álbum, ya que en ella la banda consigue aunar las distintas referencias estilísticas que marcan su sonido.

‘Lucid Reality’ nos ilumina con pasajes de psicodelia creando un paisaje onírico con reminiscencia grunge dejando claro que los sonidos de los 90’s son para la banda, una importante fuente de inspiración para componer sus canciones. En ese tono sosegado, MILANA exploran insondables espacios psicodélicos que son coloreados con momentos de una mayor luminosidad en los que los riffs se intensifican elevando el tono de la pista.

Crujiendo lentamente,’ Gray City Lights’ muestra el espíritu stoner de la banda. Sus locuciones y su sonido atmosférico nos sumen en un viaje sensorial con el desierto como testigo. Sin darnos cuenta nos encontramos en un entorno en el que el blues y la psicodelia se intercalan entre los pasajes desérticos con vocación grunge. Para poner la guinda a la pista, algún elemento retro aparece aportando ese espíritu 70’s.

Whispering Wind’ pone el cierre a este interesante álbum con un ritmo Stoner enriquecido con envolventes pasajes psicodélicos. En la canción se refleja la facilidad que tiene MILANA para cambiar de escenario sonoro sin que podamos percibir la transición. Desert-rock, psicodelia y grunge, de nuevo se unen para crear otro corte sólido y con mucho gancho.

https://www.instagram.com/milanaband/

Kozmik Artifactz

Reseña: LORD MOUNTAIN.- ‘The Oath’

Desde la bahía de San Francisco, LORD MOUNTAIN rinde tributo a las grandes leyendas del proto-doom y el heavy-metal más clásico. Todo regalo para los amantes más ortodoxos del género. Enarbolando la bandera del heavy-metal legendario, las ocho canciones construyen un relato épico en el que el rey es el riff. Si, porque estamos ante canciones con una estructura sencilla, pero con un poder de persuasión y autenticidad, que no todos pueden conseguir. Sustentadas en un voz magistral, LORD MOUNTAIN consigue que sus canciones nos eleven al cielo para después descendernos a los infiernos a golpe de espada para liberar el Santo Grial del proto-doom con más alcurnia. Venerando a Sabbath, y con guiños a Pentagram o Pagan Altar, el cuarteto californiano desempolva los viejos estandartes del rock pesado más auténtico. ‘THE OATH’ invocará a las huestes durmientes del heavy-metal para que presten su juramento y se unan a la batalla para reivindicar que el género no está muerto. Desempolva tu chaqueta de cuero, adórnala con las mejores tachuelas, y regresa a la vida con un álbum que contiene todo aquello que amaste. Sus conmovedores solos de guitarra, y sus voces monolíticas, son un argumento suficiente como para explorar unos surcos que rebosan autenticidad. El cuidado tratamiento que LORD MOUNTAIN da a los tesoros más preciados del heavy metal de finales de los 70’s y de los primeros 80’s, hace que sus canciones resulten frescas, sin olor a naftalina. ‘THE OATH’ se postula como candidato a enarbolar el estandarte del doom y el heavy rock moderno, sin perder un ápice de autenticidad. ¡No rompas el juramento!

‘THE OATH’ está disponible vía Kozmik Artifactz y King Volume Records .

Por la senda del heavy-metal más clásico ‘Well of fates’ nos invita a un viaje a finales de los 70’s o los primeros 80’s. Riffs de la vieja escuela, una poderosa voz,  y un ritmo cadencioso, impulsan el corte por un espacio vintage en el que el legado de bandas como PENTAGRAM está muy presente. Proto-doom añejo sobre una estructura sencilla, dejándonos un buen sabor de boca.

Escarbando en la oscuridad, ‘The giant’ viene cargado de guitarras virtuosas que se solapan entre golpes de heavy-metal lento y plomizo. Con ese peculiar registro vocal, el corte se torna más melódico, moldeando de alguna manera sus aristas. Dotando la canción de épica consiguen de cada riff, cada estrofa se convierta en un elemento de veneración. Salpimentado con algún elemento psicodélico nos sumen en una neblina densa y oscura con aroma del pasado. Sin duda, todos elementos de cualquier viejo rockero, se conjugan aquí con sobrada destreza.  

‘Beyond the frozen sea’ pone la pausa a modo de interludio acústico presidido por arpegios en una estancia invadida por la melancolía.

Pero está claro que LORD MOUNTAIN aman el heavy-rock en su pura esencia. Y eso precisamente es lo que demuestran con ‘The last crossing’. Una canción que contiene la esencia de los pioneros del género. Proto-doom ejecutado con unas buenas voces y una guitarra con los suficientes alicientes como para caer rendido a sus pies. Un espiral de riffs que invitan al balanceo cervical. Pero no solo eso ya que una pausa guiada por la línea de bajo cambia la fisonomía de la canción para evocar relatos guerreros llenos de emotividad. Un golpe de nostalgia que muchos agradecerán.  

Con las hostilidades desatadas, la dinámica ‘Chasm of time’ sirve de guía para añadir aceptos a su causa. Otra canción que suena a un pasado glorioso en el que las chupas de cuero y las tachuelas dominaban el mundo del rock. En esa fina línea en la que el hard y el heavy rock se fusionan, las melodías y estribillos contagiosos emergen entre solos que revolotean estirando una y otra vez las cuerdas.

‘The sacrifice’ es otra canción con la que, cumpliendo todos los estereotipos, los californianos salen airosos. Su autenticidad, la aleja de todas esas propuestas en la que se trata de homenajear a los grandes del pasado. Estos chicos tienen su propia identidad y parecen tener claro lo que hacen.

Sumiéndonos en la oscuridad, ‘Serpent temple’ refleja un sonido Sabbath en su mas pura expresión. Con el riff como argumento, las hordas se preparan para la batalla. Una batalla de guitarras pesadas y ritmos poderosos que dejaran sin aliento al más pintado. Sin duda uno de los principales avales de LORD MOUNTAIN queda de manifiesto. No es fácil encontrarse a bandas con buenos cantantes, y en esta ocasión, esa cautivadora y altísima voz, logra brillar como faro en el horizonte, haciendo que la tripulación rítmica lleve la flota puerto.

Cerrando el álbum “The Oath” es una canción sobre la guerra, el sacrificio y la lealtad incondicional: la voluntad de morir por el líder de uno sin ninguna consideración por la política o la razón. Compuesta hace un par de años, la banda utiliza el riff principal para ir enriqueciéndola con distintos elementos que recogen el legado del pasado para construir un nuevo relato lleno de épica.

 

Lord Mountain

Kozmik Artifactz

King Volume Records

Reseña: DRAKEN.- ‘Book of Black’

Formados en Oslo en 2018 por el bajista de Spidergawd/Orango, Hallvard Gaardløs, y su amigo cercano Andre Drage, DRAKEN, el trio mas explosivo del rock progresivo noruego, es una banda con apetito por la reinvención. Operando como un triunvirato de pleno derecho con la incorporación del virtuoso del jazz/progresivo y guitarrista de Bushman’s Revenge, Even Hermansen, el trío profundiza en los Metales y el Hard Rock de antaño, y al hacerlo canaliza la inspiración para descubrir algo verdaderamente único. ‘BOOK OF BLACK’, su segundo álbum, es un cóctel que te sorprende. Denso y aromático, su contenido logra proporcionarte gratificantes y nuevas sensaciones. DRAKEN mete en la coctelera, elementos de metal, de rock progresivo, de heavy-rock, pero también de hard-rock y de stoner, para obtener una pócima mágica, digna de los Dioses. Un manjar que, con cada sorbo, te ofrece un matiz diferente de la banda, y todos ellos, sumamente placenteros. Con una espiral de riffs, DRAKEN dejan patente su evolución hacia una pesadez que no mostraron con tanto descaro en su álbum debut. Un dominio del tempo ejecutado con destreza, deja a la luz toda la calidad que atesora una banda, que avanza en su carrera con pasos de gigante. Lo suficientemente melódicos, lo suficientemente psicodélicos, pero sobre todo, más duros, más pesados y más salvajes, de lo que jamás les habíamos visto. Una grata sorpresa a comienzos de año, que me llena de satisfacción y de esperanza, y ojalá que el nivel de las publicaciones de este año, mantengan este calidad, porque DRAKEN, ponen desde la línea de salida, el listón muy alto.

‘BOOK OF BLACK’ está disponible en vinilo pesado de 180 g de edición limitada (blanco/púrpura combinado con salpicaduras negras) a través de Majestic Mountain Records.  y se puede reservar aquí .’

DRAKEN son: Hallvard Gaardløs, Even Hermansen & Andre Drage.

El tema de apertura, ‘The Book of Black’, nos deja claro las intenciones de los noruegos. Un corte, pesado pero fluido en el que la voz desgarrada y atormentada se combina con coros contagiosos en un torbellino de metal progresivo rebosante de fuerza. Plomizo y dinámico a la vez, la canción se construye con un carácter innovador en el que los ecos del heavy rock primitivo se revitalizan por los efectos de fórmula, que funciona, enganchando de inmediato al oyente. El rock añejo se fusiona con el carácter innovador de los noruegos como preludio de lo que nos espera.

Cambiando el registro y sin salirse del guion, la agresiva ‘Bastards’ es una bofetea en la cara en toda regla. Su carácter punk y la contundencia de su base rítmica se adorna con pegadizas melodías y un bajo tremendo e impactante. Sin perder ese carácter primitivo, el corte índice en usar elementos de metal junto a momentos salvajes y arcaicos. Un frenesí sonoro que se enriquece con buenos golpes de fuzz intoxicante. La canción no hace prisioneros.

Con ‘We Deserve to Suffer’ el ímpetu no cede. En una atmósfera más borrosa, la canción se sustenta en ecos del pasado con algunos elementos progresivos. El trío ya nos había avisado, y nuevamente ese lado indómito y rabioso, aflora sin remisión una vez más.  Tres canciones con genes comunes, pero una presentación completamente diferente. Enturbiando su sonido, la bacanal continúa incorporando elementos de viento, para flirtear con descaro con el jazz más vanguardista. Una evolución realizada con destreza, ya que, sin darnos cuenta, el escenario en el que se mueve el corte a mutado notablemente. Otro de las habilidades de la banda.

Asentado en una atmósfera progresiva, ‘House of horrors’ bebe de los dinosauros de los 70’s, y del heavy rock de los 80’s, en una ecuación con un resultado fácil de predecir. Con el espíritu de Sabbath en su versión más dulcificada, la banda golpea con esa impactante línea de bajo entre armonías reconocibles. Envueltos en tinieblas, DRAKEN parecen rendir pleitesía a las fuerzas ocultistas, con una canción ondulante que nunca mira hacia atrás. Así nos muestran su versión más contenida y tenebrosa. Estos chicos tienen la facilidad de hacer plenamente suyo sonido rico en matices.

‘Symbiote’ se sumerge en aguas progresivas con riffs rugosos y un sonido contundente. La banda amortigua la intensidad haciendo ondular su melodía, mientras la desgarradora voz nos sume en un relato desgarrador que contrasta con angelicales coros en una montaña rusa de emociones y vibraciones del pasado. Solos incisivos, un ritmo trepidante, y una apisonadora en las cuatro cuerdas crean un corte poderoso e impactante a partes iguales, que acaba por arrollarnos. Uno de los temas más brillantes de un álbum repleto de buenas canciones.

Manteniendo las vibraciones progresivas, ‘Devotees of the Faith’ gira su mirada al pasado. Con tonos sinfónicos DRAKEN nos invitan a una ceremonia ritual, en la que el rock pesado del siglo XXI pone la banda a sonora. Son tantos los estilos que se agolpan, que resulta difícil definir un sonido que habla por si mismo. Con constantes cambios, el heavy-rock, el metal, el rock progresivo y el Stoner crean su particular orgía sónica.

La bacanal nos ofrece un nuevo capítulo con ‘Relentless Sinners’. Con una apertura más propia del heavy-rock más rugoso, la canción atraviesa el espejo para caminar por un insondable espacio psicodélico, asediado por golpes de metal progresivo. Otra canción arrolladora e impactante que se sustenta más en un sonido del siglo pasado, retocado con un aspecto más contemporáneo.

Cerrando el álbum con la canción más larga, los casi diez minutos de ‘Bloodguilt‘ son el culmen de la creatividad de la banda que refleja su evolución en cada composición. tomándose su tiempo en su apertura, DRAKEN nos sorprenden con pasajes chamánicos en línea doorsiana, en una mutación Sabática que resulta fascinante. En un escenario más propio del psycho-doom, van haciendo evolucionar la canción a un entorno magnético en el que la oscuridad preside la escena. La mutación constante que DRAKEN hacen a sus canciones, resulta precisa y certera. Nada es aburrido aquí, siempre hay una salida con la que sorprender al oyente. Si en la mayor parte del álbum, la pesadez ha dominado la escena, aquí, los noruegos se zambullen en atmósferas lisérgicas, que van coloreando con distintas tonalidades sonoras.

Draken

Majestic Mountain Records

Reseña: GAUPA.- Myriad’

Saliendo completamente de cualquier encasillamiento y superando incluso en calidad su anterior álbum ‘FEBERDRÖM’, los suecos GAUPA parecen dar un puñetazo en la mesa con su nuevo álbum ‘MYRIAD’. En este nuevo relato épico, la fantasía y la espiritualidad se desarrollan entre poderosos ritmos y unas seductoras melodías celestiales, con las que la banda, te hará despertar de cualquier sueño, invitándote a un maravilloso relato. Comandados por una línea de bajo que taladra la cabeza del oyente, unos tambores que suenan como el trueno en una noche de tempestad, una voz seductora, y rebosante de magnetismo, así como unas guitarras afiladas, GAUPA publica su mejor álbum hasta el momento. Un álbum en el que se percibe la madurez de una gran banda que sabe jugar con los elementos Stoner, el heavy-rock, el folk, lo progresivo, la psicodelia, y un sinfín de géneros, para componer unas magníficas canciones alejadas de cualquier estereotipo. Sin duda, estamos ante un álbum poderoso que pondrá a la banda en el punto de mira de mucha gente, para la que hasta ahora era desconocida. Usando los tiempos con destreza, la contundencia y monumentalidad de sus melancólicas atmósferas, crean unos fascinantes paisajes sonoros a los que no podrás resistirte. El registro lírico de su fascinante cantante  Emma Naslund, destaca en unas canciones que difícilmente se identificarán con un género concreto, porque, en ellas vive la versatilidad. A veces comparada BOJRK, Emma se erige como al alma mater de una banda sólida, que sabe arreglar sus canciones para que se muestren esplendorosas. Una exuberancia impregnada de fragancias lisérgicas y la crudeza de momentos hard & heavy rock, bajo cegadoras tormentas desérticas, son los mimbres de un abanico de estilos que podrías definir en cada canción. Con estos antecedentes, no resulta extraño que hasta el blues o incluso el soul, acudan a la ceremonia de la banda de la ciudad de Falun. No olvidemos el significado de GAUPA, ese misterioso gato salvaje de orejas puntiagudas, garras poderosas, mirada profunda y pelo aterciopelado. Una descripción que bien podría servir para definir las cualidades de la banda. Porque GAUPA son así, y sus canciones contienen elementos compositivos sobre los que podrás recostarte apreciando su ternura, una fuerza desgarradora que te intimidará por momentos, y ese halo de misterio que te lleva a un entorno desconocido. Con ‘MYRIAD’, GAUPA se consagran como una banda a tener muy en cuenta en la escena pesada europea, ya que acaban de publicar un álbum sobresaliente y bastante poco convencional. Solo me queda invitarte a entrar en este cuento de misterio, para que te dejar llevar y descubras un mundo lleno de gratificantes sensaciones.

‘MYRIAD’ está disponible vía Nuclear Blast.


Abriendo de una forma arrolladora, los briosos tambores y los fuertes riffs de ‘Exosekeleton’ nos hacen augurar que estamos ante un monstruo de álbum. Un bajo que te machaca una y otro vez va impulsando un corte pesado como el plomo y que conjuga elementos Stoner, con tonos de heavy rock y una seductora voz lírica. Toda una estampida que nos lleva a un plácido paseo por prados verdes en una atmósfera progresiva que va in crescendo hasta convertirse en un demoledor huracán. Impetuoso y difuso, el sonido de los suecos contiene un sin fin de elementos, que hacen que la canción se enriquezca sin perder sus genes. Una portentosa percusión, unos riffs hilarantes, unido a voz dulce y un bajo monstruoso, completan un corte brutal.

Impulsado por una fornida línea de bajo ‘Diametrical Enchantress’ gravitan entre el blues el soul y el rock de siempre. Su poderoso sonido se alimenta de infecciosos y afilados riffs que contrastan con la seductora voz. Un tempo cadente va ondulando marcado por el sonido de las cuatro cuerdas con elementos progresivos. Un corte vibrante, luminoso y pesado a la vez.

En una espacio suave y relajante ‘Moloken’ nos susurra con una seductora voz y un ritmo pausado. Oscuro y con un aura de misterio, el tema no necesita demasiado en eclosionar entre crujientes riffs elevando el tono vocal. Su lírica desgarradora aflora entre suaves pasajes que acaban por envolvernos en una atmósfera densa y aterradora. Partiendo de una suavidad compositiva, la canción va tornándose más compleja en su armonía en una inclinación psico-progresiva.

‘RA’ se sitúa en un espacio entre el que el Stoner, el rock progresivo y la psicodelia cohabitan en armonía. Una canción poderosa que no renuncia a delicados pasajes auspiciados por la dulce y sentimental voz de su cantante. El tema pasa por distintos estados de ánimo sin perder un ápice de fuerza, desde los pasajes más suaves a los momentos más tortuosos y pesados.

Desde la pausa y dulzura, ‘Elden’ se desarrolla en una tenue atmósfera desde la que una fascinante y susurrante voz llena de encanto nos hipnotiza perturbando nuestros sentidos, haciéndonos partícipe de su hechizo. Aturdidos por la potente línea de bajo, la lírica poética colorea con su sensualidad unos acordes de tintes clásicos en una conjunción melódica con tintes de misterio y oscuridad. Consiguiendo sumergir al oyente en este terrorífico escenario la canción se eleva majestuosa con esa voz lírica más propia de los cantos de sirena. Un sortilegio de vocación ocultista, que parece llamar a alguna divinidad con su melodía. Solos impactantes y la profundidad melódica habitando en un espacio lisérgico y aturdidor. Un corte oscuro, lleno de épica.  

‘My Sister Is A Very Angry Man’ se recrea en contagiosos sonidos hard-rock potente con un aroma añejo. Con un gran frenesí rítmico, la banda nos lleva al foco de la canción. Un vodevil salvaje en el que el blues se asoma a la ventana para impregnar de un groovy retro el auditorio central del corte. Idas y venidas, siempre bajo magnéticos ritmos, hacen que el corte se estira y se afloje con destreza para activar la capacidad sensorial del oyente. Sin darte cuenta estás sumido en una espiral de la que resulta difícilmente salir. Groovy, cambios de ritmos, pesadez y vientos desérticos son en esta ocasión los argumentos para conquistarnos.

Suaves y exóticos acordes una cautivadora voz son el punto de partida de ‘Sömnen’. Un canto ceremonial empapado en sentimiento a través de las estrofas hechizantes de una voz portentosa. Una bella canción que nos susurra entre acordes acústicos de una guitarra que exhuma magia en cada nota. Cuidadas y delicadas melodías son teñidas de sentimientos en una hermosa canción mística.

La psicodelia espacial nos acerca a ‘Mammon’ para demostrar la variedad de registro que nos pueden ofrecer GAUPA. Desarrollándose en un nebuloso espacio arropado por una neblina lisérgica, la sacerdotisa mayor de la mayor expande sus plegarias antes de que la bestia aparezca. Tambores ceremoniales y cantos desgarrados invocan a las fuerzas de este misterioso entorno. Retomando la fórmula de taladran las neuronas del oyente entre polvos narcóticos, la dualidad bajo-batería socava la capacidad del oyente. Un sonido denso y plomizo, que contrarresta lo liviano de su melodía. Un yin yan efectivo que la banda parece tener en sus genes. Encaminando a un territorio más propio del psycho-doom, el corte explora sinuosas cavernas entre vapores psicotrópicos. Una combinación atractiva, construida con unos cuidados arreglos y cambios de ritmo en el momento oportuno. La canción precipita en us parte final en una explosión de aturdidores riffs pesados que estiran la cuerda hasta el infinito.

GAUPA

Nuclear Blast