Probablemente el nombre de EDENA GARDENS no te resulte familiar, pero si escuchas el nombre de El Paraiso Records, Papir o Causa Sui, podrás intuir cual es el contenido de este nuevo proyecto. Niklas Sorensen, guitarra de PAPIR, Jakob Scott, batería de CAUSA SUI y Martin Rude, colaborador habitual de Jakob en diferentes proyectos, son los artífices de este gratificante viaje que atraviesa las fronteras de la psicodelia moderna. Los daneses continúan con distintos proyectos su exploración de nuevas vías en la que desarrollar su creatividad, a través de canciones atmosféricas en las que la psicodelia balsámica nos sume en un gratificante sueño. Posiblemente estemos ante un álbum que no sea para todos los públicos, pero yo invito a los seguidores de los sonidos más pesados que hagan un paréntesis de riffs contundentes y monolíticos, para dejarse llevar por estas fascinantes canciones. Una experiencia sensorial que nos lleva en volandas de una guitarra mágica, unos ritmos cadentes, contenidos e hipnóticos. Sonidos expansivos y ambientales que lentamente van sumiéndonos en un ‘Paraiso’ sonoro sumamente gratificante. La música como elemento de terapia en una mirada hacia ese interior que muchas veces tenemos olvidado. En los convulsos tiempos que vivimos, a veces debemos a hacer una pausa, y este primer álbum de EDENA GARDENS, es una gran oportunidad para ello. Puede que esto sea una reunión puntual o puede que no, que tenga continuidad o que no, solo el tiempo tendrá la respuesta, pero mientras tanto, relájate y disfruta de uno de los álbumes psicodélicos más hermosos que ha traído el presente año.
EDENA GARDENS son: Niklas Sorensen (guitarra), Jakob Scott (batería) y Martin Rude (bajo, guitarra, sintetizadores). ‘EDENA GARDENS’ Está disponible vía El Paraiso Records.
‘Aether’ nos señala desde el inicio el camino por el que va a transitar el álbum. Una atmosférica introducción con pinceladas floydianas va mutan a un escenario de relajación con elementos ambient y guitarras flotantes. Una cálida línea de bajo y contenidos tambores van abriéndonos camino hacia un verdadero Jardín del Edén sonoro. Delicados pasajes de guitarra en contraste con esa gruesa línea de bajo nos guían lentamente a un espacio hipnótico de un incuestionable magnetismo. Un gratificante paseo por un entorno sonoro apacible y delicado que se va cociendo a fuego lento para que podamos apreciar todos sus matices. Balsámico y sumamente gratificante, la canción un sume en un profundo trance de una belleza grandiosa. El trio logra crear una atmósfera relajante a través de pasajes de suave psicodelia en la que los tres dejan patente toda su calidad. Si bien el protagonismo puede ser de las melodías que Niklas saca de su guitarra, estas, son complementadas y enriquecidas por una base rítmica pausada y envolvente.
‘Sliding under’ nos enseña la luz de un cálido y reconfortante paraíso ambiental con momentos de slide, con guitarras tejidas con delicadeza. El tema va elevando su intensidad sin perder un ápice de belleza. En la canción se aprecia un ritmo más dinámico y ciertos momentos improvisados que acaban por dar brillo a un corte en el que los efectos aportan una atmósfera etérea de suma belleza. Ondulando lentamente, la intensidad del corte oscila según avanza este, ofreciendo momentos de intensidad variable.
Sin perder ese espíritu ambiental, ‘The canopy’, sigue explorando apacibles atmósferas instrumentales con largos desarrollos de guitarra que van siendo enriquecidos con diferentes elementos. Un insondable caminar que no deja pista de donde va a estar la siguiente curva del camino.
‘Hidebound’ refleja a la perfección el espíritu de estos músicos psicodélicos. Haciendo fluir lentamente la canción, la guitarra y sus hermosas melodías, los sintetizadores, y el cadente ritmo de la batería van haciendo evolucionar el sonido parsimoniosamente. Un lento transitar que vuelve a llevarnos a un espacio hermoso y gratificante. Un avance cíclico que vuelve una y otra vez al punto de partida, pero siempre por un camino paralelo.
Impulsado por los sintetizadores los cósmicos pasajes psicodélicos de ‘Now here nowhere’ toman otra fisonomía sin salirse del guión. Un corte con un espíritu algo más rockero y espacial, en el que la psicodelia ácida aflora entre un oscilante ritmo y un bajo penetrante y seductor. E nuevo Niklas deja patente su buen manejo de cualquier registro en su guitarra. Sin perder su poder balsámico, la canción se envuelve en psicotrópicos para sumirnos en otro gratificante sueño psicodélico. Esta claro que no existen fronteras para estos talentosos músicos de creatividad infinita. Nuevamente la canción me evoca momentos floydianos sumamente elegantes y fastuosos. Complejo en sus armonías, el corte parece dejar espacio a cada músico para un lucimiento personal en pos de una causa común.
En contraste con los largos temas anteriores, ‘Iod’, se muestra como una especie de susurrante interludio ambiental. La puerta de entrada a un nuevo mundo parece mostrarse ante nosotros.
El álbum cierra con los exóticos pasajes de ‘An T-Eilean Dubh’. Otra bella canción con vibrantes tabores y un manto difuso envolviendo las suaves melodías de Niklas y su guitarra. Con una vibración del desierto, el tema transita por un espacio heavy-psych más cercano al sonido de los propios Causa Sui. Con un ritmo dinámico el psicodélico corte camina esta vez un sendero que puede resultarnos más familiar. Una especie de vuelta a los origines llena de belleza y suficientes elementos psicodélicos como para fascinar a cualquier amante del género.