Reseña: PIA ISA.- ‘Distorted Chants’

PIA ISA, la cantante de la banda noruega SUPERLYNX, nos ofrece en este, su primer trabajo como solista, un álbum intimista en el que los drones y los elementos doom-gaze se fusionan con una oscura psicodelia desarrollada en atmósferas tenebrosas. Todo un ritual espiritual que parece invocar a misteriosas deidades y cuyos cantos nos sumen en un hechizo. Una catarsis sonora y personal en la que PIA ISA, se libera de sus demonios a través de diez maravillosas canciones llenas de sentimiento. Con su voz como principal herramienta, sobrevolando densas y humantes atmósferas, ejerce como Suma Sacerdotisa de este aquelarre psych-doom. Una instrumentación exótica, lenta, turbia y pesada, acompaña esta mágica ceremonia meditativa. Con artistas como Chelsea Wolf, o como su propia banda SUPERLYNX, como elementos inspiradores, ‘DISTORTED CHANT’ se erige como un álbum conmovedor, sombrío, pero rebosante de espiritualidad. Cabe señalar la colaboración del guitarra de Yawning Man, Gary Arce, en tres canciones del álbum, en ellas, aporta su granito de arena para que todo gravite en una atmosfera que suaviza las embestidas de su atormentado sonido. Si algo diferencia el álbum de su trabajo en SUPERLYNX, es el carácter contenido de sus ritmos y riffs, nunca sobrepasando el umbral. Aquí todo sucede a cámara lenta, y sin estridencias, con un espíritu minimalista, ambientado en la frialdad del círculo polar capaz de provocar escalofríos. Un prometedor debut, en el que la cantante noruega, canaliza su energía para enriquecer con ella, cada una de las canciones, empapándolas de sentimiento. Un álbum que me deja con ganas de más.

DISTORTED CHANT’ está disponible vía Argonauta Records.

‘Follow the sun’, con su monolítico sonido inicial, se ve enriquecido con la guitarra de Gary Arce (Yawning man), mientras PIA nos ofrece su lado cautivador. La dulzura de las melodías vocales equilibra la densidad de sus plomizos drones. En un segundo plano, la guitarra, por momentos imperceptible, acompaña los cantos y coros dotados de una espiritualidad superlativa. Ejerciendo como suma sacerdotisa, la cantante da muestras de la enorme sensualidad que posee su voz. 

‘Statistics’ nace del zumbido de drones y de unos elementos doom, que rápidamente nos sitúan en la trama ocultista de la cantante noruega. Una espesa neblina cubre este ritual ocultista. Frágil y cautivadora, PIA canta sus plegarias desde una calma inquietante pero llena de belleza. Sin prisas, el corte transita parsimonioso mostrando una extraña pesadez que contrasta con la delicadeza de su narrativa. 

Haciendo que el sonido se vuelva más turbio ‘Quiet Beach’ mantiene la línea del corte de apertura. Con un tono más sensual, la psicodelia nebulosa se apodera de una canción en la que los elementos doom crean una espesa cortina bajo cadentes y parsimoniosos ritmos rituales. A lomos del psycho-doom el corte transita por una senda tenebrosa con alguna guitarra afilada y balsámica. Aquí las plegarias contrarrestan las turbias vibraciones pesadas.

En ‘Trauma’, no parece que nada cambie. Elementos doom, lúgubres atmósferas, y la delicada voz ejerciendo su papel redentor. La distorsión y la pesadez puestas al servicio de una canción con aterciopeladas melodías vocales, que nos sume en un relato lúgubre y lleno de misterio. Aquí, nuevamente Gary Arce pone su guitarra al servicio de la cantante noruega. En esta ocasión los nebulosos elementos lisérgicos aportan balsámicos pasajes que contrarrestan la pesadez de su armonía. Con un tono más desgarrador, la voz se eleva celestial en sus incesantes cantos rituales.

El persistente sonido turbulento y de ‘Sleepless’ reaparece en una bella canción rebosante de melancolía. La dulzura asediada por ráfagas de tenebrosa psicodelia sirve para amortiguar un sonido estratificado en dos niveles. Los efectos envuelven al tema en un espacio humeante mientras PIA nos seduce con cautivadores momentos lisérgicos. 

‘A Hopeful Reminder’ camina por grutas psycho-doom impregnadas en efluvios psicodélicos. Un insondable espacio en el que la cantante se siente cómoda y en el cual mantiene ese espíritu ritual con su seductora voz. La canción muestra una más riqueza compositiva en su combinación de guitarras y drones.

De nuevo con la presencia de Gary Arce, ‘No Straight Line’ índice en una fórmula que funciona. Ofreciendo otra canción oscura, los susurrantes pasajes se adornan con vibraciones insertadas con sutileza, sin que esto haga que se pierda el espíritu devocional de este hechizante álbum. Repitiendo la armonía, el tema es enriquecida con unos desarrollos instrumentales que apunta a una salida a la luz, algo, que finalmente no se produce.

‘Mantra’, es un nuevo capítulo de esta tormentosa historia. Mas melódico si cabe, el omnipresente zumbido que envuelve todas canciones se va modulando con una lentitud casi desesperante. Como si no terminara de arrancar, la canción, como su propio nombre indica, es todo un mantra sonoro que atrapa al oyente con sus hipnóticos y repetitivos pasajes. Su aturdidor sonido, consigue sumirnos en un balsámico trance sonoro a través de narcóticos pasajes.

El suntuoso mundo de las tinieblas no parece tener secretos para la noruega. Así lo corrobra ‘Every tree’ con su lento y plomizo transitar. Un sonido monstruoso aderezado de psicodelia y de drones, en contraste con la melodía dark-folk de PIA. Otra canción ideal para la introspección y esa búsqueda espiritual en su propio interior.

El álbum cierra con acordes acústicos con ‘Velvet dreams’. Sin renunciar a los drones, el tema mantiene la narrativa del resto de canciones. Bellos pasajes de guitarra aparecen entre la densidad de su persistente zumbido. Aquí la voz desaparece dejando todo el protagonismo a un magnético sonido difuso de este fantástico álbum de rock ocultista.

PIA ISA

Argonauta Records

Reseña: GREY MOUSE.- ‘A Moment of Weakness’

Ya hace tiempo que me topé con los rusos GREY MOUSE, y desde entonces, cada nuevo álbum suyo es un motivo para mi gozo. Su último álbum ‘A MOMENT OF WEAKNESS’ no me ha defraudado sino todo lo contrario. Embutidos en un cuerpo de loner-folk sus oscuros temas se desarrollan en tórridas y chamánicas atmósferas más propias del dark-folk. El ambiente del medio oeste se refleja en unos chamánicos temas llenos de sentimiento en los que el blues y el dark-country conviven con misteriosas atmósferas psicodélicas. Sustentado en el gran trabajo de la cálida línea del bajo, el plácido y romántico sonido del violonchelo y la hechizante y profunda voz de Mikkhail Kudrey, el álbum nos arrulla con una narrativa romántica con canciones atormentadas en las que GREY MOUSE dejan patente su calidad. La combinación de esos elementos hace que canción nos aporte un estado de ánimo, a menudo depresivo, pero sin duda impactante. Sus lentos temas nos acarician con delicadeza sacando los demonios al exterior en un ejercicio catártico en el que el blues y la psicodelia en su faceta más sosegada, están omnipresentes. Estamos ante un álbum intimista, y como todos los álbumes de estas características los sentimientos están a flor de piel. Su narrativa pausada no reniega de sonidos más pesados con guiños doom, en un acercamiento a las vibraciones más oscuras. El espíritu country nos traslada a solitarios y tórridos paisajes del medio oeste donde el silencio crea un espacio reflexivo en el que poder transmitir unas canciones que salen de las entrañas de GREY MOUSE. Sin estridencias, cada tema hace que nos sintamos participes de su relato, algo que no muchas bandas consiguen. Ese gran aval, y una cuidada composición, hace de ‘A MOMENT OF WEAKNEES’, un álbum ideal para introspección. Disponible vía Addicted Label.

GREY MOUSE son: Mikhail Kudrey – voz, Alex Chunikhin – guitarra/bajo, Kirill Chunikhin – batería (‘Dark Road’, ‘Rat Race, Survival Song’, ‘Here Comes the Storm’), Denis Bayukansky – batería (‘Better than Me’, ‘On The Run’, ‘Suicide Song‘), Uliana Volkova – violonchelo.

El ruido de la tormenta abre el álbum en ‘Backwater’. Suaves acordes nos trasladan a un mundo mágico en el que la psicodelia nos susurra con dulzura. Con una atmósfera melancólica el tema fluye dócilmente. Las dualidades de sonidos graves, con los acordes más afilados crean un tema plácido y reconfortante con la ausencia de voces.

Nuevamente la calma preside la apertura de ‘Dark road’. En una atmósfera oscura y con violines entre los acordes evocadores del medio oeste, los rusos se trasladan al corazón de la América profunda. La cálida voz parece acariciarnos en un halo de romanticismo con el blues en el horizonte.  Susurrante y acogedor, el tema se toma la pausa para ofrecer al oyente una cálida brisa en una atmósfera gris. Pinceladas psicodélicas asoman la mirada a una canción más propia del dark-folk. En un ambiente intimista, la voz nos tararea melodías oscuras pero gratificantes.

Instalados en la suavidad ‘Better than me’ borbotea con la grave voz entre cadentes y cálidos acordes. Arropado por el sonido del violín el sentimiento blues preside otro tema aterciopelado y susurrante.  Blues oscuro y misterioso con una magnífica voz que logra transmitir todos sus sentimientos en cada estrofa bajo una atmósfera nebulosa de psicodelia reconfortante.

Siempre misteriosos, nuevamente el violonchelo se une al grueso bajo para introducirnos en ‘On the run’. Con el dark-folk en el horizonte el tema cuenta con una narrativa más dinámica. Sin salirse de los dictados del blues, la canción está marcada por el sonido de un bajo penetrante y unas voces se superponen mostrando todo su desasosiego en un ejercicio coral que resulta muy efectivo.

Los vientos románticos regresan en ‘Rat race’. Otra canción intimista con el cello arrullándonos en una atmósfera oscura. Preparando la canción con platillos y ritmos que van elevándose, el bajo portentoso crea un espacio inquietante en un espacio más propio del medio oeste. Con medios tiempos y un susurro constante el tema nos introduce en un espacio de oscuridad inquietante en el que la psicodelia y el blues se unen en un peculiar ejercicio de romanticismo en el que los pasajes narrados crean una cierta inquietud al oyente.

Nuevamente la calidad del country y los sonidos del medio oeste se muestran esplendorosos en ‘Survival song’. Sus suaves acordes describen un entorno intimista en el que la banda rusa crea otro magnífico tema con aroma a música americana. Bellas y penetrantes melodías vuelven a acariciarnos con delicadeza entre acordes de ese violonchelo hechizante. Siempre atmosféricos, consiguen dotar de garra al tema a través de las bellas y cálidas melodías vocales. Subidamente el tema se retuerce mostrando todo su desasosiego en una explosión de garra y sentimientos atormentados.

’Here comes the storm’ mantiene la atmósfera sombría persistente en todo el álbum. Nuevamente la dualidad de bajo y violonchelo van dando forma a otro tema oscuro e intrigante. Los ecos dark-country y alguna pincela blues habitan en ese entorno enigmático en el que la psicodelia está presente con sutileza. Luchando con sus fantasmas la profunda voz desarrolla su turbio relato con un sonido limpio que contrasta con la nebulosa atmósfera en la que se desarrolla la canción. Con el bochorno del ambiente palpándose en cada acorde el tema se deja llevar por los pausados ecos blues en esta encrucijada lisérgica.

Los inquietantes acordes y una narración más propia del Rey Lagarto abren la misteriosa ‘Suicide song’. En tonos chamánicos los pausados pero profundos acordes nos hacen partícipes de un mantra sonoro lleno de poder narcótico. Trascendentales pasajes en la persistente atmósfera de oscuridad y soledad presente en todo el álbum nos ofrecen otro corte mágico e inquietante.

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Addicted Label

Reseña: JACK HARLON & THE DEAD CROWS.- ‘The Magnetic Ridge’

Los primeros adelantos de ‘THE MAGNETIC RIDGE’ eran solo el botón de muestra de la calidad de los temas contenidos en el segundo álbum de los australianos JACK HARLON & THE DEAD CROWS. Un trabajo llamado a estar en las listas de los mejores álbumes del año. La fórmula que ofrecieron en su alabados debut ‘HYMS’ en el año 2028, se ve ahora reforzada para crear uno de esos álbumes que rozan la perfección. Con un sonido que inevitablemente recuerda a ALL THEM WITCHES en su faceta más pesada, la banda sabe jugar con los elementos blues, las incursiones en territorios que se acercan a los dictados del doom, pero sobre todo, con la psicodelia pesada y los riffs desérticos, pero que también nos ofrece momentos de dark-folk. Este nuevo álbum es la banda sonora perfecta para un viaje por el desierto tras una generosa ingesta de peyote. Su sonido expansivo y pesado a la vez, nos ofrece momentos atmosféricos más propios de Colour Haze, pero también innumerables riffs llenos de la crudeza del stoner más ortodoxo. Haciendo que cada canción vaya explorando distintas intensidades, la montaña rusa de sus armonías nos lleva en volandas a un entorno en el que la pesadez se conjuga con lo psicotrópico. Guiños al Rey Lagarto crean canciones chamánicas con las que JACK HARLON & THE DEAD CROWS han encontrado la fórmula perfecta. Pocos álbumes pueden resultar tan fascinantes a la vez para los amantes del desert-rock y de la psicodelia como este. Sin alargarse en desarrollos estériles y carentes de alicientes, optan por crean canciones cortas, que van directamente al grano, buscando su objetivo sin atajos. A pesar de esto, cada tema ofrece giros en su narrativa llevándonos a distintos niveles de intensidad, con lo que logran un equilibrio que funciona y engancha al oyente a la primera escucha. ‘THE MAGNETIC RIDGE’ es un álbum ruidoso, pesado, pero también es un álbum que sabe acariciar al oyente para hacerle flotar en su atractiva psicodelia, con desarrollos que por momentos se inclinan hacia los dictados de Earthless. Sin duda un álbum que no deberías dejar pasar sin escucharlo, y del que se va hablar mucho a lo largo del año.

El álbum cuenta con una inquietante portada obra de Adam Burke, fue grabado, mezclado y masterizado por la propia banda y se encuentra disponible vía Psychedelic Salad Records y Forbidden Place Records.

‘The tale of’ abre el álbum con suaves acordes acústicos y coros más propio del sonido del medio-oeste. Con un sonido más propio de ALL THEM WITCHES, la cálida voz comienza a susurrarnos. Dulces melodías dark-folk nos van llevando a un oscuro paisaje de psicodelia pesada. La dualidad de guitarra acústica y eléctrica y los envolventes efectos crean el clima propicio para la reflexión. Una canción oscura pero rebosante de belleza y sentimiento que nos acaricia con delicadeza antes de explotar con un sonido de bajo grueso que golpea narcotizándonos, convirtiendo el corte en una canción heavy-psych de gran solidez.  Sin duda una apertura impactante.

Los riffs arenosos descargan sus hostilidades en ‘The Magnetic Ridge’. El tema se desarrolla en una nebulosa atmósfera con chamánicas voces y buenas dosis de psicodelia pesada.  Con el sonido que hizo popular ATW, los australianos construyen un tema pesado y lleno de magnetismo en el que la guitarra rezuma fuzz. El trabajo del bajo con su difuso sonido dota al tema de gran fuerza mientras los efectos y guitarras aportan la ambientación lisérgica con sus atractivos pasajes heavy-psych.

‘De la luna’ es una especie de interludio de menos de minuto y medio en el que la psicodelia se presenta con magnéticos acordes narcotizantes.

La crudeza y una pesadez casi doom aparecen en la poderosa ‘Rat poisoning’. Sin prescindir de los omnipresentes efectos envolventes, el tema juega con elementos de psicodelia ensoñadora creando una atmósfera llena de magnetismo más propia de Colour Haze. Sus voces ecualizadas convierten el tema en un trance chamánico para el oyente. Con desarrollos de psicodelia expansiva el tema se convierte en uno de los cortes más destacados del álbum y donde los australianos brillan con luz propia entre sus sombríos pasajes lisérgicos. La combinación de la pesadez de sus riffs y el aura psicotrópica de sus pasajes ofrece una perfecta combinación de su estilo.

‘Dream secuence 1’ es un breve interludio con extrañas locuciones que deja paso a un tema crudo como ‘Langolier’. Aquí la psicodelia pesada toma elementos de los 60’s en los registros vocales, mientras, sus riffs Stoner golpean con fuerza. El sonido difuso de la banda toma diferentes caminos de escape para ofrecer un tema plomizo en el que el fuzz cegador nos envuelve en una tormenta arenosa.

Dando un giro a su sonido ‘Stray’ nos ofrece guitarras asesinas, tambores turbulentos y una espiral de efectos que decae en una fosa psicodélica, algo con lo que la banda saber jugar con gran efectividad. Lleno de rabia, el corte se atreve a usa elementos proto-punk mas propio del sonido Detroit. Sus constantes giros argumentales lo convierten un corte un poco loco, ya que, sin perder su esencia Stoner, la contundencia y adrenalina de sus surcos ofrece una montaña rusa con subidas y bajadas a los infiernos psicotrópicos de bandas como Earthless.

Tras dejarnos exhaustos, aparece un nuevo interludio con locuciones, ‘Dream sequence2’.

‘The painter in the woods’ nos devuelve a paisajes ambientales en los que la bruma psicodélica va creando una atmósfera misteriosa. Pausado, y evolucionando lentamente, su sonido va adquiriendo consistencia. La vuelta a los dictados del medio oeste en línea All Them Witches, reaparecen en escena. Los efluvios del peyote parecen enturbia la canción para convertirla en un trance místico en medio del desierto. Ecos Doorsianos en las voces y sus cadentes tambores crean un clima extasiante. La psicodelia más chamánica reaparece para narcotizarnos con un sonido penetrante no exento de arrancadas de fuerza. La guitarra y los múltiples efectos juegan un papel importante.  

Retomando la ortodoxia stoner ‘Absolved’, un tema dividido en dos partes nos arrolla con sus poderosos riffs sobre una atmósfera de blues desértico y psicodélico. Un tira y afloja entre la pesadez y las nebulosas de un sonido heavy-psych que nos atrapa en su magnético atractivo lisérgico. Volviéndose más oscuro, el tema acaba siendo seducido por sus pasajes psicodélicos sin perder un ápice de fuerza en su primer parte, Mientras que, en la segunda, el relato continúa con la exploración de espacios más psicodélico hasta una explosión final en la que una locura de riffs nos golpea intoxicando nuestros sentidos y provocando esguinces cervicales.

Jack Harlon & The Dead Crows

Psychedelic Salad Records

Forbidden Place Records

Reseña: PALE PREACHER.- ‘Sadness Makes Me Less Unkind’

Salimos de la zona de confort de la psicodelia y los sonidos pesados para adentrarnos en una apuesta diferente, pero no por ello exenta de calidad. A modo de paréntesis entre los numerosos álbumes stoner, doom, y sobre todo psiodélicos, os presentamos ‘SADNESS MAKES ME LESS UNKIND’. Es el primer álbum de PALE PREACHER, nombre artístico de Francisco Galacho, cantante y  guitarrista de los malagueños THE BLACKBERRY CLOUDS. Con este trabajo en solitario, el autor profundiza como compositor e intérprete en las influencias ya patentes en la segunda etapa de su banda madre, iniciada con en 2021 con ‘Dry Wind‘ , primer LP en el que asumió el rol de cantante y compositor principal, y continuada con ‘Blood on her Boots’ en 2016 y ‘Farewell Songs‘ (2018), estos dos últimos publicados por Clifford Records.
Por un lado, es música inspirada  en las roots americanas, con predilección por el country y el folk, y con artistas como Townes Van Zandt o el Johnny Cash de las American Recordings como referencias; por otro, en el rock alternativo de bandas como The Sadies o Hugo Race & the True Spirit, que parten de esas “raíces” para abrir nuevas vías musicales. Siendo el compositor y ejerciendo de multi-instrumentista, Francisco ha podido dar rienda suelta a su creatividad, mostrando una mayor querencia por la experimentación e interés por explorar distintos registros y estilos. Su eclecticismo nos traslada a parajes del medio-oeste con las raices de la música americana, el blues, el country, alguna pincelada psicodélica e incluso algún tema en el que el gospel aporta la luz a álbum que nace de la oscuridad. Un ejercicio auto-reflexivo en el que el dark-folk contemporáneo se traslada desde las praderas y humerales del sur de Estados unidos hasta el sur de España creando un álbum ecléctico pero completamente cautivador.
Se inicia con el rock psicodélico en su tema ‘Dungeon’, que nos recuerda a Gene Clark o incluso Julian Cope. Un tema en el que deja patente la potencia de su cálida y susurrante voz acompañado de coros femeninos aportados por la cantane de los también malagueños EVILDOG, aportando la dulzura en un corte luminoso pero deja espacio a una atmósfera algo psicodélica con ecos West-Coast.

Instalado en su apuesta folk rock de “Sorrow, Thanks”, tal vez el tema más cercano a la faceta compositiva de Francisco en THE BLACKBERRY CLOUDS y en el que incluso colabora la banda. Trasladandonos a las praderas del medio oeste, el corte se desarrolla entre suaves acordes de raíces americana y alguna pincelada country. El tema ofrece pasajes más intensos y elaborados.

‘Are You Gone?’ es un tema acústico y consolida el lado más crooner del cantante. Con un registro vocal entre Johnny Cash y Leonard Cohen, la canción se sustenta en esos pasajes cantados con gran sentimiento en una oscura atmósfera más propia de un loner-folk de comienzos de los setenta.

Daddy Walked in Darkness’ original de Hoyt Axton, un corte desgarrado y casi industrial que navega entre brumas pantanosas con el blues presente en sus acordes. El sonido de la armónica nos traslada a los humerales sureños. Lleno de fuerza el tema, con una minimalista instrumentación usa distintas referencias estilísticas con un brillante resultado.

Explorando un escenario entre el dark-folk y el country, ‘Train is a-Running’ se viste de oscuridad con arrancadas de fuerza en las que la épica hace acto de presencia. Otro tema profundo en el que los acordes de guitarra se envuelven en un manto que impide la entrada de la luz.

Auto reflexivo e intimista, ‘Preacher on the Bench of Blows’ es el espacio perfecto para que la voz de Francisco brille bajo una sutil instrumentación acústica aportada por la guitarra y acordes de piano.

‘(Aaaaaah) Jesus is no Longer’ es góspel acústico en el que contrasta la dulzura de la melodía con el nihilismo de la letra. Casi en un escenario christian-rock, la espiritualidad se adorna con el sonido slide que nos acerca al country-blues. Los coros eclesiásticos aportan cuerpo a una redentora canción que transmite esperanza. Aquí el country más acaramelado aflora entre sonidos de violín y una cadencia que evoca las raíces del norte del viejo continente. Un tema se transforma, sonando como si estuviera compuesto a finales de los sesenta en alguna cuneta de una larga recta de la ruta 66.

Por último el disco se cierra con la cautivadora y atmosférica ‘Ballad of Will Hurt’. Un oscuro corte de dark-folk al uso de los nuevos tiempos con unos genes country en su interior. Sentimiento en estado puro con leves pinceladas de guitarra y piano y un claro sentimiento de melancolía que se palpa en cada estrofa.

Mención especial merecen las cuidadas letras de las canciones, algo no muy habitual en un disco español de rock cantando en inglés y que nos hablan con sinceridad de culpa y redención, de huida y soledad pero también de amor y hedonismo. Francisco Galacho se ha hecho cargo de la mayoría de los instrumentos, grabando voces, guitarras acústicas y eléctricas, bajo, banjo, piano, órgano y programando y tocando percusiones. En el disco han colaborado Francis Barba (guitarra eléctrica), Frank Mora (bajo y contrabajo) y Juan Illo (batería) compañeros en THE BLACKBERRY CLOUDS y que aportan la calidad habitual en sus interpretaciones. Son más novedosas la colaboraciones del productor Máximo Ruiz tocando guitarra, órgano y armónica, de Luz Prado con el violín y muy especialmente la de Victoria Villa (cantante de Evildog) que aporta un valioso contrapunto a la voz de Francisco en la mitad de los temas. El disco ha sido producido durante el otoño de 2020 por Francisco Galacho Máximo Ruiz, quien también se ha hecho cargo de la grabación, mezcla y masterización en su Hollers Analog Studio, como viene siendo habitual desde el primer encuentro con ‘Dry Wind‘. Tal vez sea la colaboración entre ambos más satisfactoria hasta la fecha, con una producción más madura e imaginativa. La fotografía ha corrido a cargo de Rocío Moreno y el diseño y maquetación por Manolo Luque. ‘SADNESS MAKES ME LESS UNKIND’ está disponible vía Clifford Records.

Pale Preacher

Clifford Records