Reseña: REZN.- ‘Solace’

En su cuarto álbum ‘SOLACE’REZN una vez más, desdibuja los límites de sus etiquetas psicodélicas y doom, al explorar emociones más delicadas e introspectivas en las letras y la instrumentación, utilizando la sensación de espacio vacío para construir momentos imponentes de densidad maximalista. Como ya hemos visto en los últimos años, algunas de las bandas nacidas al calor de los dictados del doom más ácido, toman elementos progresivos para desarrollar sus canciones y así, extender las fronteras de un género en constante expansión. ‘SOLACE’ es un álbum embriagador que habita en la oscuridad aportando un tono ceremonial a sus sólidas pistas. Creando siempre un entorno atmosférico sus seis bellas e inquietantes canciones gravitan en una órbita en la que la psicodelia pesada se fusiona con elementos progresivos y un firme carácter doom, haciendo que las hermosas y seductoras melodías vocales nos cautiven transmitiendo un estado de relajación. Con elemento drone, la banda crea una neblina lisérgica que nos invita a la introspección. Evidentemente ‘SOLACE’ no es un álbum para ponerte por las mañanas y revitalizar tu día, sino que es un álbum para degustar desde la calma y así apreciar los múltiples matices que sus surcos contienen. Una base rítmica poderosa y contenida creando verdaderos muros de sonido, unas guitarras brillantes y ácidas, saxo, flauta y teclados, son elementos que la banda sabe usar en el momento adecuado para enriquecer unas canciones profundas y repletas de emociones. Posiblemente un álbum como éste sea un nuevo ejemplo de que algunas bandas no se duermen en los laureles y no tienen complejos en expandir su sonido a nuevos territorios, sin que esto signifique renunciar a su esencia. ¿Evolución’ ¿Madurez?’. Decide tú mismo, pero, en cualquier caso, hay que valorar este gran trabajo del cuarteto de Chicago, un álbum excepcional que no te dejará indiferente, y con el que consiguen vincular su música a un paisaje visual en el que lo plomizo contrasta con la hipnótica calma de sus meditativas composiciones.  

REZN son: Rob McWilliams (guitarra, voz), Phil Cangelosi (bajo, palo de lluvia), Patrick Dunn (batría, percusión), Spencer Ouellette (saxo, sintetizador, piano, flauta). Marie Davidson aporta voces y pasajes recitados.

‘SOLACE’ fue grabado en julio de 2021 en Earth Analog en Tolono, Illinois, diseñado, mezclado, producido y reducido por Matt Russell, y masterizado por Zach Weeks en God City Studio en Salem, Massachusetts.

Con un lento génesis atmosférico ‘Allured by feverish visions’ nos introduce en un espacio de oscuridad en el que la psicodelia de la banda adquiere un tono meditativo. Ejecutado con lentitud, cada nota va transmitiendo el espíritu lisérgico de la banda en un ambiente presidido por el misterio. Con sutiles pasajes de flauta van creando un escenario hipnótico que trasmite un estado de relajación. Los pasajes instrumentales se tornan algo psico-progresivos, lo que va a ser una constante en gran parte de las canciones del álbum. Con momentos drone, la banda parece amenazar con un estallido de riff monolíticos que finalmente se producen levemente en la parte final del corte. El tono contenido hace que el tema mantenga su esencia meditativa y psicodélica a pesar de los inquietantes guiños doom.  

Crujiendo suavemente ‘Possession’ mantiene la tensión en ese oscuro entorno en el que la psicodelia pesada de la banda de chicago se desarrolla. Aquí la sensual voz de Marie Davison aporta un tono dulce a elaborados desarrollos psico-progresivos que son ejecutados con suavidad. Así crean un espacio psycho-doom con cantos ceremoniales. Una conmovedora canción guiada con una poderosa línea de bajo y bellas melodías que revolotean cual espectros entre la espesa neblina psicodélica. Manteniendo siempre un trasfondo pesado el corte avanza con un dinamismo controlado y algún coqueteo post-rock. Son necesarios más de cuatro minutos para que los riffs monolíticos nos acechen entre efectos y sintetizadores creando un sonido denso y aturdidor sin renunciar a su esencia lisérgica.  

En un espacio más monumental la densidad de ‘Revelsal’ se refleja en un corte grandilocuente que habita en ese entorno lúgubre en el que se desarrolla ‘SOLACE’. Creando un insondable espacio en el que los efectos cósmicos aportados por los sintetizadores custodian las melodías vocales celestiales. Un ritual tenebroso que camina parsimonioso con brillantes pasajes de guitarra entre los vapores psicotrópicos. Grandilocuente por momentos, el corte golpea con la potencia de su faceta doom los hermosos pasajes ceremoniales de una melodía ensoñadora.  Así crean un corte dual, netamente psicodélico que nos acaricia suavemente con la cautivadora voz, algo que supone un plus de calidad en una banda que tiene las cosas claras, y sabe cuál es su objetivo.  

Retomando los momentos más crudos de la banda ‘Stasis’, se muestra grandioso con sus riffs imponentemente pesados. Impulsado por una atmósfera turbia los dictados del psycho-doom más ortodoxo afloran entre la dulce voz ceremonial. Una melodía cautivadora se hace su hueco entre la densidad de un corte eminentemente psicodélico que se adorna con numerosos efectos creando un espacio denso y sumamente pesado. Las voces etéreas toman el protagonismo para dar brillo a una canción con muchos elementos en sus entrañas. Engrosando el sonido de su base rítmica, REZN crean una pista monumental y grandilocuente en su primera parte, antes de descender a un espacio más suave en el que os instrumentos se complementan y la melodía brilla con luz propia. Con giros constantes, el corte se frena para crear un espacio oscilante que muta constantemente pero que acaba por sucumbir a momentos sinfónicos bajo un ritmo calmado y pausado son el que transmiten sosiego al oyente.  Los teclados llevan la pista a un ocaso lento que acaba por desembocar en el silencio entre sutiles acordes de guitarra y un persistente zumbido en la lejanía.

Está claro que algo ha cambiado de alguna manera en el trabajo compositivo de la banda, y ‘Faded and fleeting’ lo refleja con nitidez. En la canción los elementos psico-progresivos son el principal argumento. Un testimonio que se ratifica con voces celestiales transmitiendo una sensación de sosiego entre su ritmo pausado. Para rizar el rizo, el mágico sonido del saxo aparece para aportar elegancia a una canción suave y cálida de gran belleza. A diferencia del resto de canciones, en esta ocasión poco más de tres minutos son suficientes para mostrar todo su potencial.

Poniendo el cierre, ‘Webbeb roots’ nos presenta casi ocho minutos de psicodelia pesada contenida y oscura. Marcado por los seductores registros vocales, el corte camina lentamente en un escenario en el que la luz se echa en falta. Manteniendo la atmosfera sumida en la penumbra, la canción contiene melancólicos pasajes que se engrosan con arranques de pesadez sin que esto haga que pierda su espíritu ceremonial y redentor. Pocas dudas ahí de que esta fórmula funciona y REZN sabe cómo sacar partido a su lado doomy para enriquecer sus lisérgicas canciones. Como un elemento innovador, los pasajes recitados hacen acto de presencia en la parte central de la canción aportando un tono trascendental a sus devaneos psico-progresivos de alto nivel. El tema se empapa de fragancias exóticas nacidas de la guitarra que contrastan con su aterradora base rítmica impulsada por riff monolíticos y un ritmo que se acelera según avanza el corte.  

REZN

Reseña: POLYMOON.- ‘Chrysalis’

‘CHRYSALIS’, el segundo álbum de la banda finlandesa POLYMOON, continúa con la metamorfosis iniciada en su brillante álbum debut ‘CATERPILLARS OF CREATION’. Abrazando la segunda fase de la mutación, la crisálida se abre y sus alas se despliegan lentamente desmoronando las convenciones y rompiendo su caparazón para brillar con mayor intensidad. Con un sonido más elaborado y repleto de matices, POLYMOON se recrea en un escenario singular en el que los pasajes progresivos adquieren un mayor protagonismo. Todo un viaje astral a una nueva dimensión en la que la psicodelia evoluciona de una forma innovadora.  Alejados de cualquier convencionalismo, consiguen componer un álbum presidido por la melancolía a través de unas voces empapadas en miel, complejos desarrollos instrumentales de evidente carácter progresivo, y pinceladas de psicodelia del nuevo milenio. A pesar de contener algunos elementos ya conocidos, la banda no se acompleja en explorar nuevas rutas para desarrollar sus canciones.  Exuberante por momentos, onírico en otros, y aturdidor en algunos instantes, ‘CHRYSALIS’ atraviesa una barrera sensorial. Sus canciones fluyen con un flujo constante entre envolventes efectos y sintetizadores mientras su base rítmica coquetea con momentos de metal. Esto hace que cada canción transmita diferentes estados de ánimo al oyente con facilidad. ‘CRYSALIS’ no es un álbum de escucha fácil, no es un álbum que te enamore a las primeras de cambio, pero sin duda, es un álbum que contiene una gran riqueza compositiva, y los suficientes alicientes como para navegar en él una y otra vez. POLYMOON consiguen el objetivo transmitir esa sensación de euforia y melancolía presente en unas canciones que se balancean grácilmente en un espacio sensorial alejado de convencionalismos. Si el rock psicodélico siempre ha sido, por encima de todo, un recipiente para liberar el espíritu y hacer vagar el alma. El rock progresivo, por otro lado, siempre tiene como objetivo nutrir el intelecto y ampliar la definición de lo que llamamos música. En el cosmos sonoro de POLYMOON, estas dos galaxias chocan con resultados formidables, dando a luz a una nueva estrella de la psicodelia progresiva.

POLYMOON son: Kalle-Erik Kosonen (voz y sintetizadores), Jesse Jaksola (guitarra),  Otto Kontio (guitarra), Juuso Valli (bajo) y Tuomas Heikura (batería).

‘CHRYSALIS’ está disponible a través de Roboton Records.

‘Crown of the Universe’ nace en un espacio invadido por la melancolía en el que los elementos shoegaze aparecen en un escenario de oscura psicodelia. Tras la leve introducción, la pista despega a un entorno cósmico. Allí, el corte se impulsa por dinámicos ritmos para pasar por una fase oscilante en la que la intensidad sube y baja entre voces aterciopeladas y una sucesión de efectos. Pero estos chicos saben cómo imprimir la fuerza a sus canciones sin que éstas pierdan su esencia. Las cuidadas melodías se adornan como elementos dispares de psicodelia y tonos espaciales mientras su sonido se engrosa.  

En ese entorno cósmico ‘Wave Back to Confusion’ se nutre de pasajes progresivos enriquecidos con una magnífica producción. Sus melodías aterciopeladas desprenden u sabor a miel en este particular entorno sonoro. Suave en su presencia, la canción flota en una atmósfera ensoñadora para elevarse en busca de un insondable entorno a través de una tupida instrumentación. La fusión de elementos psicodélicos con las acarameladas voces nos sume en una dualidad en la que la melancolía parece abrirse a la luz. Las elevaciones de intensidad contrastan con oníricos espacios que nos acarician con delicadeza. En su interior, una fuerte y compleja instrumentación es adornada con pasajes de sintetizador y efectos envolventes que nos sitúan en ese espacio cósmico en el que construyen sus canciones. El corte abada de manera turbulenta con momentos de gran intensidad.

‘Instar’ gravita en un espacio sideral que es atravesado por los finlandeses. Neo-psicodelia futurista que se torna más terrenal bajo una atmósfera en la que la melancolía aparece en cada acorde. Con una fuerte inclinación progresiva la canción contiene variados elementos y un flujo que hace que se eleve majestuosa. Una constante oscilación parece insuflar la energía necesaria para continuar con otra nueva exploración del cosmos. Efectos, sintetizadores y un ritmo dinámico, son la base de esta cuidad canción.  Si bien podemos ubicar la pista en un espacio psico-progresivo, la cadencia shoegaze de la susurrante voz, y unos ornamentos más propios del post-rock hacen que su propuesta pseudo-espacial resulta sumamente cautivadora.

Manteniendo esa atmósfera envolvente ‘Set the Sun’ nace con un lento génesis ambiental abriéndose a un nuevo mundo sonoro. Sin perder el tono cósmico, los fuertes tambores y una inquietante instrumentación la melodía vocal parece adoptar un tono alternativo. Sin salirse de su particular plano astral la canción se nutre de pasajes progresivos con una exuberante armonía. Continuando con esa fórmula presente en el resto del álbum, las oscilaciones de intensidad se producen entre oleadas de riffs pesados y un espíritu contenido. Así logran un punto medio en el que todo parece tener sentido. El desafiante corte muestra al mundo el camino que la banda ha tomado en esta nueva entrega. ‘Set the sun’ se erige en unos de los cortes mas pesados y en él encontramos elementos de metal progresivo, haciendo que la canción se muestre más sólida.

Con un vendaval de riffs progresivos de inclinación metal en su apertura ‘A Day in the Air’, borbotea entre sintetizadores y un entorno de oscuridad. Ejecutado velozmente, la voz mantiene ese espíritu pausado. Golpes de post-metal se incrustan con sutileza en una canción de innegable ánimo progresivo. Seguramente el oyente podrá identificar algunos pasajes más propios del rock progresivo de los 70’s, enriquecido por unos tambores ruidosos y unos cegadores momentos en los que la maquinaria de la banda aumenta sus revoluciones para aterrizar en un escenario ensoñador en cualquier punto de esta nueva dimensión.  La parte final cambia la fisonomía del corte para mostrar un espacio más acogedor en el que no faltan tenebrosos riffs que miran al precipicio del doom.

‘Viper at the Gates of Dawn’ es un corte progresivo enriquecido con momentos de psicodelia celestial, voces aterciopeladas y embestidas de poderosos riffs. Aunque la canción mantiene un tono suave, el constante tira y afloja del que tanto gusta la banda, hace que su escucha resulte emocionante. Su fluida narrativa se debate entre la belleza de sus pasajes más calmados y la monumentalidad y potencia de sus arranques de fuerza. Extraños paisajes de ensueño se muestran ante nosotros manteniendo el espíritu de los 70’s, pero con una revitalización más acorde con el nuevo milenio. Cuidando siempre el aspecto melódico, la banda no tiene reparos en superponer sus instrumentos para crear un monumental corte.  

POLYMOON

Robotor Records

Reseña: SUPER PINK MOON.- ‘Iron rain’

A lo largo de la historia de la música las situaciones más duras han sido un germen para potenciar la creatividad de los músicos y la actual situación bélica en Ucrania con la invasión por parte de las tropas rusas hace que, Ihor Pryshliak el guitarra y cantante de SOMALI YACTH CLUB, refleje toda su desesperación en ‘IRON RAIN’, el nuevo álbum de su proyecto SUPER PINK MOON. El álbum describe la angustia y la confusión emocional de tener que pasar el día entre la incertidumbre y el caos. En estas diez melancólicas canciones transmite la desesperanza de un pueblo a través de susurrantes pasajes en los que el post-rock y las melodías shoegaze copan el protagonismo de un relato triste y lleno de sentimiento. Buenos desarrollos de guitarra van construyendo exuberantes canciones que se desarrollan en un tono contenido y sumamente emocional. Evidentemente este no es un álbum para escuchar por la mañana intentando que te insufle la energía suficiente para afrontar con optimismo el día, sino que se trata de un trabajo introspectivo creado para la reflexión. El dolor y la desesperación como argumento emocional en una combinación apasionante de riffs pesado y hermosas voces en un entorno embriagador.

La reflexión del propio Ihor define a la perfección el espíritu del álbum:  «La mitad del álbum se grabó antes del 24 de febrero, el día de la invasión rusa en Ucrania, y la segunda mitad después. Para los ucranianos, esta fecha ha dejado una herida profunda que aún sangra masivamente. Para escapar de la realidad, tuve que cambiar mi enfoque a otra cosa, de lo contrario, me volvería loco. Musicalmente, mi idea era confundir a los oyentes tanto como fuera posible. Hay muchos trucos ocultos. Traté de crear melodías y ritmos complejos con múltiples capas mientras los mantenía lo más «escuchables» posible. El LP se grabó íntegramente en casa”. “Todas las letras giran en torno a la auto-reflexión sobre la guerra. Todavía es difícil describir la extraña mezcla de sentimientos. A veces estás extremadamente orgulloso e incluso feliz, pero por lo general, todo lo que sientes es tristeza, dolor y desesperación. Uno podría decir, ‘amigo, estás viviendo en la parte occidental de Ucrania’, que es un lugar relativamente seguro. Pero el sentimiento de culpa de supervivencia te persigue constantemente y no hay lugar donde esconderse. Además, no puedes esconderte de los misiles, lo que al menos es inquietante. Entonces, tuve que evolucionar. Ahora me siento mucho mejor, y este disco es una especie de instantánea del proceso de «autocuración». Después de nuestra victoria, no creo que vuelva a escuchar este disco, demasiadas emociones”.

SUPER PINK MOON se creó en 2019 como un proyecto paralelo del guitarrista y vocalista del Somali Yacht Club, Ihor Pryshliak, en Lviv, Ucrania. Después de algunos meses de experimentos caseros, el mini álbum «Nude» se lanzó en noviembre de 2020 bajo el nombre de Slow Noise. En los próximos meses, trabajó en su álbum debut «SUPER LP». Toda su música está grabada en el estudio de su casa y mezclada por Jaro Sound.

 ‘Nothing is real’ se desarrolla entre bellas atmósferas post-rock de manual. Una voz invadida por la melancolía parece describir la oscuridad de unos tiempos convulsos. Pausado en sus desarrollos, el corte ofrece un ritmo algo hipnótico y algunos pasajes de guitarra notables. Su parte central desciende a tenues abismos en los que los acordes se suceden con completa pausa.

En ‘Everything’ el músico mantiene la esencia con melodías shoegaze y una tupida instrumentación. Los elementos post-rock se combinan con versátiles armonías que acaban por dar brillo a una canción con unas entrañas sólidas y pesadas, que se presenta ante el oyente como un reconfortante bálsamo. La tristeza vuelve a presidir una canción que refleja el desasosiego.

Con sutiles pasajes atmosféricos en su apertura ‘Doomscrolling’ se nutre de brillantes momentos shoegaze con unos firmes tambores y delicados acordes de guitarra. Las voces etéreas ponen el sentimiento en otra oscura canción que denota la tristeza más absoluta. Con hermosos pasajes melódicos parece ayuntar las malas vibraciones creando una sensación de vacío emocional. Algunos de los clichés del género son ejecutados con suma maestría.

Incidiendo en esa propuesta post-rock, ‘Collision’ se inclina a un espacio más alternativo e incluso indie, sin renunciar a una composición elaborada que refleja la vocación por los pasajes sinfónicos de una forma una tanto personal.  El tema parece aportar algo de luz en esos tristes momentos.

‘Mirror’ reproduce la desolación con desarrollos psicodélicosen un escenario nebulosoy experimental. Entre efectos y sintetizadores, la canción flota livianamente prescindiendo de las voces bajo un tono atormentado y desolador.

Todo se alborota en la instrumental ‘Forward break fordward’. Unos fuertes tambores y finos pasajes de sintetizadores custodiados por un incisivo bajo, van tejiendo una tupida tela de araña para atrapar al oyente en este embriagador y turbador relato.  El tema se enriquece con pasajes progresivos en línea de los trabajos de bandas como ELDER.

‘Calmness’ palpita lentamente experimentando con la repetición en busca de transmitir al oyente un estado expectante en el que no sabemos que puede suceder. Una particular apuesta en la que podemos vislumbrar suaves melodías que no acaban de hacerse ver con nitidez.

En un tono más transcendental e inquietante, ‘Per aspera ad astra’ nos devuelve a ese estado deprimente en el que la melancolía nos invade. Cálidos pasajes vocales y una instrumentación contenida, camina por la frontera del post-rock y el post-metal, entrelazándose con una apuesta en la que los guiños shoegaze están muy presentes. Una hermosura de canción nacida de la desesperación, invitándonos a la reflexión.  

‘Hollowness’ es un breve interludio instrumental sin mucho que aportar.

Cerrando el álbum ‘ウクライナにñëàâàあれ’es el epílogo a la desolación de unos tiempos convulsos para cualquier habitante de Ucrania y su situación bélica.

Super Pink Moon

KING BUFFALO.- ‘Acheron’

KING BUFFALO se ha ganado su reputación haciendo reconocible un sonido completamente personal, pero también nos está demostrando en cada nuevo álbum, que la evolución de ese sonido no tiene fin. Aquí, de nuevo, nos lo vuelven a demostrar con un álbum mágico y rebosante de gratificantes canciones con elementos innovadores. Cuatro largos temas de diez minutos cada uno, que tienen identidad propia y que nos muestran el crisol de vibraciones en las que desenvuelven con soltura el trio de Rochester. Ritmos implacables que siempre consiguen el golpe justo en el momento justo, guitarras capaces de llevarte al cielo o sumirte en las profundidades más abyectas, y un bajo excelso, hipnótico y lleno de magnetismo. Esos ingredientes junto a la hechizante y cautivadora voz de Sean, hacen de KING BUFFALO una maquinaria perfecta de la psicodelia moderna. Como ya nos mostraron en su anterior álbum ‘THE BURDEN OF RESTLESSNESS’ (reseña aquí) en 2021 KING BUFFALO son más psicodélicos, más shoegaze, más kraut, más espaciales, y más pesados que nunca. ‘ACHERON’ con el paso del tiempo será conocido como el disco de la cueva., como el álbum con el sonido más expansivo psicotrópico y pesado del trio de Rochester. Otro retoño más que la pandemia nos ha traído en estos tiempos convulsos. Su nombre ‘Acheron’ proviene de la mitología griega, y viene a ser algo así como ‘Rio de la aflicción’, y trae la tensión y la inquietud de la ofrenda anterior a un nuevo concepto. Un álbum con aristas, que no son redondeadas, sino que son enriquecidas con desarrollos de mayor complejidad compositiva mestizando su sonido con el ambiente cavernario, húmedo y oscuro de la cueva en la que se grabó.  Ya estoy acostumbrado a que ante un nuevo trabajo de KING BUFFALO me asalte la misma pregunta ¿Con qué nos van a sorprender ahora? La respuesta aparece tras la escucha del álbum. Son KING BUFFALO, suenan a KING BUFFALO, pero hay muchas cosas nuevas, sonidos, ritmos, riffs, melodías, que hacen que cada canción contenga mil sensaciones que transmitir al oyente. En España decimos: ‘Quién tiene magia, no necesita trucos’, y el trío tiene magia, y esa magia la convierte en trucos sonoros que descolocan al oyente, llevándolo donde quieren. Desde momentos floydianos que parecen mestizarse con KIKAGAKU MOJO, hard-progresivo espacial de los 70’s, metal del siglo XXI en línea TOOL, psicodelia ensoñadora; todo un mundo por descubrir preparado para regalarte gratificantes sensaciones con sus magnéticas y bellas canciones. Doctorándose una vez más como una de las bandas que mejor sabe crear la atmósfera idónea para hacer que el oyente sucumba a sus encantos, KING BUFFALO vuelven a ser firme candidato para llevarse el puesto de honor como creadora del álbum del año. Y no nos olvidemos, en 2.021 han publicado dos, mientras que la tercera entrega llegará la próxima primavera. Atentos, porque la historia aún no ha terminado.

Para grabar las cuatro canciones extendidas de ‘ACHERON’, la banda viajó tres horas al este desde Rochester hasta Howe Caverns en Nueva York, grabando con el ingeniero de confianza Grant Husselman y el camarógrafo Adam Antalek, quienes trabajaron en sus sesiones de cuarentena a principios de 2020, para documentar un día. Larga sesión en vivo en una cueva. En la cueva. “Underground” en el sentido más literal. Es apropiado que Acheron se haya registrado cerca del agua. Una corriente que fluye es audible en varios puntos a lo largo del álbum, incluso al comienzo de la pista del título de apertura.

KING BUFFALO son: Sean McVay (guitarrista y vocalista), Dan Reynolds (bajista) y Scott Donaldson (baterista). ‘ACHERON’ está disponible vía Stickman Records.

Entre borboteos de agua del interior de la cueva y magnéticos acordes, ‘Acheron’ fluye lentamente para mostrarse como una canción bella y maravillosa. La cálida y gratificante voz de Sean comienza su ronroneo seductor entre una plácida e hipnótica armonía. Repitiendo hasta la saciedad el mismo acorde sin que resulte aburrido, KING BUFFALO nos va introduciendo en su particular campo magnético. Sabiendo como sacar al oyente del trance, salpican de riffs cambiantes el tema cada cierto tiempo. Una estructura lineal, bien perfilada que eclosiona retumbando en la cavidad de la cueva como un torrente imponente de sonido. KING BUFFALO consigue tener enganchado al oyente con los mismos acordes durante diez reconfortantes minutos. Sin la sensación de monotonía, el trío sabe como usar sus cartas, mostrándose difuso y pesado a la vez que psicotrópico. Los sintetizadores acompañan los momentos más lisérgicos del tema.  Una prueba mas de que estamos ante la banda que mejor sabe crear atmósferas del momento.

Los milimétricos tambores de Scott, abren ‘Zephyr’. Aquí las artes de seducción shoegaze de Sean y un groovy kraut van dando forma a la canción. Hechizantes, sus dulces acordes van describiendo un florido entorno lleno de magia. Imprimiendo lentamente intensidad al tema, éste, va adquiriendo tintes de monumentalidad con nebulosos pasajes psico-progresivo. envolviéndolo en una atmósfera espacial, las melodías flotantes nos llevan a un territorio más pesado y turbulento. Aturdidores riffs retumban aquí, mostrando que KING BUFFALO también sabe ser una banda pesada. No quiero imaginarme como pudo sonar esto en esa mágica cueva cuando efectuaron la grabación. Desblocando el sonido de la guitarra consiguen un sonido que envuelve al oyente en un mar de sustancias psicotrópicas sin renunciar al fuerte ritmo.  Los sintetizadores se encargan de rebajar la energía para devolvernos a ese espacio cósmico en el que los sonidos gravitan plácidamente. Una sensación que vuelven a transmitir al oyente con gran maestría.

Una introducción más experimental a base de percusión, hace cambiar la fisonomía de ‘Shadows’. En algún lugar entre Pink Floyd y Kikagaku Mojo depositan una canción con innegables genes KING BUFFALO. Porque si KING BUFFALO se ha ganado su reputación haciendo reconocible un sonido, también nos está demostrando en cada nuevo álbum que su evolución no tiene fin. Ritmos implacables que siempre consiguen el golpe justo en el momento justo, guitarras capaces de llevarte al cielo o sumirte en las profundidades mas abyectas, y un bajo excelso, hipnótico y lleno de magnetismo. Esos ingredientes y la hechizante y cautivadora voz de Sean, hacen de KING BUFFALO una maquinaria perfecta de la psicodelia moderna. En esta ocasión se decantan por los sonidos más letárgicos para dejarse llevar por una jam en la que su psicodelia cósmica se muestra majestuosa. Llevando al oyente a un trance catártico y narcótico, hacen que este despierte de ese estado, golpeando con toda su fuerza de riffs. Un zarandeo que acaba por devolvernos a ese placentero estado hipnótico en el tan bien saber introducirnos.  

‘Cerverus’ nace de efectos inquietantes y misteriosos situándonos mas allá del umbral de la oscuridad. Un mundo paralelo que rápidamente muestra sus cartas. narcóticos pasajes en un magnético espacio de gratificantes sensaciones. Melodías shoegaze sobre una estructura floydiana, y una cadencia casi kosmiche. La dualidad de guitarra cristalina y nebulosos sintetizadores consigue sumirte en un nuevo trance hipnótico. ¡¡Joder!! ¡Que fácil me conquistan estos chicos! Nuevamente me viene a la cabeza la imagen del trio haciendo retumbar la cueva con este chamánico sonido. Rugoso, áspero, pero a la vez narcótico y gratificante. De nuevo, la evolución más metálica de la banda hace acto de presencia. Poderos, cambiante y lleno de fuerza, el tema nos ofrece distintas fases en un relato cautivador y poderoso. La parte final del tema es un búfalo desbocado por un precipicio rocoso lleno de aristas. Estos crujientes riffs harían palidecer a alguna banda de metal. Sin darnos cuenta, lo que comenzó como un gratificante paseo por un jardín del Edén, se convierte en una tortuosa travesía por territorios hostiles.  Si el tema tiene momentos de metal, también ofrece momentos progresivos en los que Sean saca a relucir todas sus artes en esto de las seis cuerdas. ¡¡¡apoteósico y grandilocuente!!!!

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Reseña: THE SLOW VOYAGE.- ‘Soul’s whisper’

No debería sorprendernos a estas horas que vea la luz un excepcional álbum de psicodelia pesada de una banda del cono sur americano. Es toda una evidencia que se trata de un territorio fértil para este tipo de propuestas, como demostraban días atrás los argentinos IAH. Ahora los chilenos THE SLOW VOYAGE vuelven a confirmarlo con su nuevo álbum ‘SOUL’S WHISPER’. Un canto sereno y pausado, elegante y completamente magnético. Ofreciendo al oyente diferentes viajes sonoros con elementos de la psicodelia moderna de los 90’s, pero también del Stoner, de las melodías shoegaze, e incluso con calientes momentos reggae envueltos en una esfera de space-dub. Ciertamente sofisticado, hipnótico, sus canciones llevan al oyente a gratificantes estados sensoriales impulsados por una nave espacial cargada de psicotrópicos. Todo un mundo paralelo en el que dejan patente que su madurez y exquisitez a la hora de componer sus canciones, lo que no supone un obstáculo para dejar noqueado al oyente. Todo un trance multicolor salpicado por coloristas caleidoscopios sonoros insertados en cada surco. Siete canciones sin desperdicio, en las que las aterciopeladas y casi empalagosas melodías vocales contrastan con la fuerza de sus tambores o de unos riffs que tienen reparo en golpear con toda su fuerza. Una dualidad con muchos más matices que enriquecen su psicodelia pesada. Un tono trascendental, consigue que cada canción seduzca al oyente, sumiéndole en un narcótico trance entre bellas, magnéticas y logradas atmósferas lisérgicas. Todo un ritual liberador de gratificantes sensaciones, que acaba por absorberte como si de un susurro en el alma se tratara.  

THE SLOW VOYAGE son: Milila Muñoz en el Bajo, Rodrigo Salamanca en Guitarra, Demian Soto en Batería y Freddy Lepe en Guitarra y Voz. El disco fue editado en formato físico por SurPop Records .

Abrir un álbum con un tema tan impactante como ‘Expansión’, es apostar fuerte y poner las cartas encima de la mesa a las primeras de cambio. Hipnóticos y frenéticos ritmos kraut, una diabólica ambientación espacial asediada por tormentas de psicotrópicos, aromas orientales y pincelas de neo-psicodelia, uffff. ¡Tremendo!! Todo un frenesí sonoro que te deja noqueado con su fuerza narcótica y su espíritu kosmiche.

Tras dejarnos exhaustos con el corte de apertura, ‘The conquest’ baja las revoluciones y nos sumerge en un escenario lisérgico. Emanaciones de dietilamida en forma de desarrollos de guitarra y pelades sirven de efecto balsámico. Melodías shoegaze, arropadas por un cadente ritmo nos invitan a la relajación a la liberación sensorial. Todo un mantra narcótico entre algodonados pasajes psicodélicos.

Si con los dos primeros temas los chilenos nos han mostrado dos facetas distintas, con ‘Recover’ dan otra vuelta de tuerca a su sonido. Vibraciones alternativas se mestizan con melodías neo-psicodélicas con un aroma a 90’s. Pero no nos engañemos, los pasajes ácidos aparecen en una espiral de psicodelia abrasiva en su parte final.

‘Primavera de octubre’ incide en las vibraciones psicodélicas. Con afilados solos de guitarra yun protector bajo, SLOW VOYAGE’ prosigue con su odisea psicodélica. Un nuevo trance redentor con reverberaciones constante y un sonido completamente lisérgico. Una gran jam para el lucimiento de sus guitarristas.

Si este álbum tiene de todo, ‘Sunset’ nos deja todavía más claro. Con momentos en los que los ritmos reggae se enlazan con psicodelia caramelizada más propia de los 90’s. Un hibrido, con mucho wah wah y ritmos luminosos. Un corte fresco que no pierde su poder alucinógeno, algo presente en todas sus canciones.

Las fragancias orientales nos acarician en ‘Exotic mirror’, otro tema en el que los sonidos exóticos colorean oscuras atmósferas introspectivas. Lleno de magnetismo, el corte es un nuevo mantra sonoro que nos hace flotar entre placenteros pasajes de psicodelia envolvente. Lleno de efectos y distorsiones, los chilenos crean una narrativa misteriosa pero llena de magia a lo largo de 8 minutos.

‘Slow down’ pone el cierre a este brillante trabajo, con ambientales pasajes que coquetean con distintas influencias sonoras. Ritmos calientes habitan en una atmósfera tenue. Aquí los ecos de los 90’s regresan en este crisol de sonidos de dispares procedencias. Pausado pero atractivo, el tema vuelve a proporcionarnos relajados momentos de introspección mental.

The Slow Voyage

SurPop Records