Reseña: UNCLE ACID & THE DEADBEATS ‘Nell’ Ora Blu’

Cuando los británicos anunciaron el lanzamiento de su sexto álbum y dieron los primeros detalles de este, mi curiosidad se despertó enormemente. ¿Una banda sonora para una película imaginaria que rinde tributo al cine italiano de Serie B de los 70’s? Sin duda esta afirmación parecía interesante y arriesgada a partes iguales. Tras varias audiciones de NELL’ ORA BLU’ me queda una gran duda, ¿Estamos ante una obra maestra o ante una ocurrencia? Estoy seguro de que muchos de sus mas fieles seguidores quedarán en shock cuando escuchen las 19 oscuras canciones contenidas en este extraño trabajo. NELL’ ORA BLU’ es una experiencia de audio cinematográfica de proporciones épicas, que presenta apariciones exclusivas de un elenco de leyendas del cine italiano de la fenomenal era Giallo/Poliziotteschi de finales de los 60 y mediados de los 70. Sus actores principales; Edwige Fenech y Franco Nero finalmente están juntos en su primera colaboración. Musicalmente, el álbum va más allá de todo lo que UNCLE ACID & THE DEADBEATS podría haber predicho y es un viaje alucinante de proporciones épicas. Un relato oscuro y sosegado en el que la psicodelia aflora en los pasajes musicales con un tono melancólico y vintage. Lo cierto es que la banda da un salto vacío y lo hace sin red protectora, lo que puede resultar sumamente arriesgado. La gran pregunta es… ¿Cómo recibirán sus fans este arriesgado giro? Estoy seguro de que la controversia está servida entre aquellos que lo verán como algo único y magistral, en contraste con los que se sentirán sumamente defraudados. No es fácil apostar por tu creatividad y tus inquietudes sin pensar en el público, y eso parece ser lo que han hecho aquí. Las numerosas locuciones y diálogos cinematográficos pueden resultar desconcertantes, pero escarbando entre ellas podemos encontrar magistrales canciones que se esconden en estos inusuales surcos.  Esta banda sonora mas propia de los entornos del festival de San Remo, son un reto para salir de la zona de confort de los rockeros más pesados, esos que llegan al éxtasis con las canciones de la banda, pero también una gran oportunidad para adentrarse en mundos desconocidos. Si esperas la contundencia y pesadez de sus álbumes anteriores, deberían buscar en otro lugar, aquí no van a encontrar eso, pero por el contrario, vas a atravesar el espejo para adentrarte en un mundo singular, un mundo gris, relajado, en el que la calidad compositiva continúa estando presente. No resulta fácil escribir sobre un álbum así y conseguir transmitir al lector la esencia de este nuevo trabajo, pero si te tomas tu tiempo, encontraras suficientes elementos para concluir que, a pesar de todos los nuevos ingredientes, el álbum tiene mucha magio en su interior. Una mirada radicalmente diferente (o en el fondo, no tanto) del sonido que la banda viene gestando desde hace años, pero una contemplación serena e intimista que te lleva a un tiempo casi olvidado. He de recocer que en las dos primeras escuchas del álbum me quedé algo aturdido y confuso, pero también es cierto que había detalles muy interesantes, y éstos, me llevaron a tomármelo mucho más en serio y disfrutar plenamente, sin distracciones de sus canciones. Así conseguí finalmente sentirme cautivado por este arriesgado, pero magistral álbum. Sin usar ganchos publicitarios, el relato comienza con canciones oscuras e inquietantes, pero según va avanzando el álbum van aflorando las esencias de sus surcos. Esas canciones hermosas y llenas de sentimiento con las que consiguen calar en los corazones del oyente. NELL’ ORA BLU’ es como ese puesto de mercadillo callejero en el que buscar y rebuscar hasta encontrar ese tesoro escondido, ya que, entre extraños pasajes difíciles de asimilar se encuentra mágicas canciones que no olvidarás.

Canciones como la melancólica, triste y hermosa Nell’ Ora Blu’ consiguen ponerte los pelos de punta con su delicada instrumentación.

La psico-progresiva Solo la Morte to Ammanetta’ rescata la esencia de estos chicos con un sonido psicodélico rebosante de épica y esas voces etéreas que han forjado su leyenda.

Il gato morto’ con su fuerza y garra se va construyendo con una melodía cautivadora y una guitarra sobresaliente que por sí misma hace que la pista merezca la pena.

En una atmósfera vintage marcada por el órgano las celestiales voces de ‘Giustizia Di Strada – Lavora Fino Alla Morte’ aportan la dulzura a otra canción relajada pero interesante.

Mas atmosférica y pesada, Il Sole Sorge Sempre’ es otro ejercicio de psicodelia experimental.

En una álbum tan ecléctico el sinfonismo teñido de jazz vintage hace acto de presencia en Pomeriggio di Novembre Nel Parco – Occhi che Osservano’ una triste canción que no levanta el nivel y nos susurra con suaves pasajes instrumentales.

Hasta Tortura al Telefono’ contiene pinceladas que nos hacen identificar que estamos ante UNCLE ACID .

Uncle Acid and the deadbeats

Rise Above Records

Reseña: THE SONIC DAWN.- ‘Phantom

‘PHANTOM’ es el quinto álbum de los sofisticados abanderados de la psicodelia vintage danesa THE SONIC DAWN. Un caleidoscopio sonoro con canciones que gratifican el alma invitándonos a un viaje a través de diez pistas conmovedoras que absorben las impresiones de un mundo enloquecido. El trio, ahora reconvertido en cuarteto para la ocasión, con la incorporación a los teclados de su antiguo colaborador Erik ‘Errka’ Petersson enriquece su sonido mostrando el que probablemente sea el álbum mas pesado hasta ahora. Unas canciones ricas en texturas en las que la psicodelia vintage se viste con sus mejores galas. Elegantes y sofisticadas pistas que no abandonan las atmósferas psicodélicas, sino que consiguen que estas nos lleven al éxtasis. Fusionando sus influencias de acid rock, blues, rock progresivo y folk logran una hermosa pieza musical de temática oscura pero cautivadora. El exquisito trabajo en el uso de la voces y coros, y un espíritu que siempre transita por acolchados y almibarados pasajes lisérgicos, son suficientes argumentos como no resistirse a este apetecible manjar sonoro. THE SONIC DAWN son una banda particular que desde sus comienzos tenían claro su guion. Esa honesta revisión de los sonidos psicodélicos de los 60’s en los que la tendencia pop estaba muy presente, resulta elocuentemente atractiva al dotarla de buenas dosis de blues, rock y elementos progresivos, siempre transitando por el lado mas amable y elegante de la psicodelia contemporánea. Este híbrido dual en el que lo ‘vintage’ y lo modernista caminan de la noche a la mañana para ir tejiendo un caleidoscópico tapiz sonoro rebosante de belleza. Si, bien podemos decir que THE SONIC DAWN lo han vuelto a hacer, ellos son una fuente inagotable de reverberaciones psicodélicas moduladas con un tono melódico que siempre resulta exitoso.

Reflexionando sobre los temas del álbum, el cantante y guitarrista Emil Bureau señala: “ Cuando cantemos sobre máquinas asesinas en el cielo y el blues del siglo XXI, creo que muchos podrán identificarse. Estamos aquí para decir que la humanidad tiene un futuro en este planeta si así lo queremos. » Él añade, «Cada canción, línea y solo se entrega con intención e intensidad. Espero que la gente lo reciba como lo pretendemos. Es decir, como auténtico rock ácido de una banda con mensaje. » 

THE SONIC DAWN son:
Emil Bureau: Guitarras y voz
Jonas Waaben: Batería
Niels Bird: Bajo

Acompañados por Erik ‘Errka’ Petersson – órgano y teclados.

‘PHANTOM’ está disponible vía Heavy Psych Sounds.

Jugando con el nombre de la famosa canción de King Crimson, ‘21st Century Blues’ no sitúa en una cabaña de madera sobre algún humeral sureño. Psicodelia empapada de blues ejecutada a ritmo suave y con unas entrañas rugosas. Sus almibaradas melodías se cubren de guitarras ácidas y un ritmo cambiante. Así consiguen que su relato nos envuelva en una nube lisérgica tras su sonido dual. Una oda a los pioneros de la psicodelia mas psicotrópica.

En un tono mas briosos ‘Iron Bird’ se desarrolla en una atmosfera caleidoscópica. La cautivadora voz y el órgano penetrante marcan la ruta de otra canción psicodélica. Una de esas pistas coloristas a las que nos tiene acostumbrados los daneses y en la que dejas su parte más pesada haciendo que el sonido orgánico fluya libremente. Así consiguen esa sensación vintage que les viene acompañando desde sus inicios.

‘Think It Over’ es un blues suave con delicadas melodías y sencillos acordes que repiten su armonía. Los daneses rompen con voces y ritmos de tintes soul. Así ponen la garra a las almidonadas melodías. Jugando constantemente con cambios, consiguen que la canción se muestra fresa y divertida., sin perder su esencia blusera.

En un tono más girs y melancólico, la sutil ‘Nothing Can Live Here’ sigue bebiendo de la fuente del blues. Y en eso The Sonic Dawn son unos maestros, hacer de la sencillez virtud en hermosas y relajantes canciones que gratifican el alma. En la parte central la canción se vuelve más alocada y aparentemente desestructurada, mutándose así su carácter a un entorno más bucólico. De nuevo las etéreas notas de los teclados aportan un tono especial a un pista que acaba convirtiéndose en un corte de ácido y mas rockero.

De nuevo los ensoñadores pasajes lisérgicos hacen acto de presencia en ‘Dreams of Change . Una visión líquida entre pasajes melancólicos y un persistente zumbido narcótico. Y lo que comenzó como algo mágico se va tornando más hipnótico. Ideal para dejar que tu mente viaje, la pista transmite un efecto balsámico al oyente en su espiral de reverberaciones psicodélicas.

 Con un ritmo más bailable y modernista, ‘Pan Am’ conjuga la esencia de la psicodelia de los 60’s y sus tonos casi garageros, con la neo-psicodelia del momento. Con una columna vertebral completamente retro, la pista serpentea con guitarras coloristas y la habitual neblina emanada por el órgano.


Vistiéndose de etiqueta, la sofisticada ‘Transatlantique’ luce sus mejores galas con tonos jazz en un ambiente elitista y relajado. Una serena ejecución hace que la cautivadora pista se la perfecta banda sonora para una noche a la luz de las velas. Hermosa. La elegancia convertida en canción.

En ese ambiente sosegado, ‘Scorpio’, nos mece con delicadeza con sus delicadas y colchadas melodías, enriquecidas con unas gotitas de blues. Creando una cálida atmósfera, la pista va despertando del letargo inicial para esparcir sus esencias psicotrópicas sobre el oyente. 

Sumergidos en los sonidos de finales de los 60’s y primeros 70’s ‘Micro Cosmos In A Drp’ borbotea con un ritmo que te invita al baile. La banda sabe cómo poner pimienta a una canción y con está dejan plasmada toda su fuerza y garra. Una canción echa para animar las noches de cualquier garito humeante en una noche de sábado.

Como colofón a este fabuloso y entrañable trabajo ‘Friend’ nos brinda una fusión de elementos Beatles con sofisticados y relajantes pasajes de inclinación jazz. Manteniendo su esencia THE SONIC DAWN tocan la música que les sale del alma, y además esta música es preciosa, como así lo corrobora esta hermosa uy relajada canción.

THE SONIC DAWN:
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HEAVY PSYCH SOUNDS:
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Reseña: MOOCH.- ‘Visions’

El tercer álbum de MOOCH nos invita a visitar un particular universo sonoro lleno de matices y alicientes que absorben la atención del oyente haciéndole partícipe de su cautivador relato sonoro. Blues y psicodelia vintage con elementos más propios de bandas desérticas.  Esta nueva música de la banda canadiense se centra en armonías vocales de tres piezas, sobregrabaciones y secciones de percusión dinámica. ‘VISIONS’ atraviesa los reinos del rock psicodélico, el grunge, el folk y el rock progresivo e incluye influencias mesoamericanas, lo que lo convierte en su álbum más diverso hasta la fecha. El álbum proporciona una experiencia comunitaria en esta odisea musical que resulta a la vez reflexiva y progresista.  Toda una paleta multicolor de sonidos vintage con el blues y la psicodelia como referente y en la que cualquier amante de THE DOORS podrá encontrar un suculento bocado. Pero no solo eso, ya que MOOCH, con su intricada musicalidad, energía y su groovy pegadizo, son capaces que recrear espacios más propios de QUEENS OF THE STONE AGE, sumergirnos en los ritmos tropicales de artistas como Santana, o deleitarnos con bellas melodías acústicas, así como impregnarnos de aromas sureños mas propios de bandas como Alman Brothers. Pero que esto no te confunda, porque los riffs pesados están muy presentes en un álbum soberbio que no te dejará indiferente. El carácter chamánico que aportan a sus cautivadoras canciones evoca el legado del Rey Lagarto como punto culminante y fundamental a su creatividad. Un ejercicio ideal para expandir la mente del oyente llevándole en volandas a un viaje iniciático a la psicodelia meditativa más atrayente. «VISIONS» imagina un futuro mejor impulsado por la búsqueda incesante de la felicidad. Rock y psicodelia vintage ejecutada con elementos contemporáneos pero manteniendo la esencia del rock mas auténtico nacido en la gloriosa década de los 70’s.

El álbum fue grabado por Jordan Barillaro en Tonebender Studio y Jared Matthews en Soundbagger Studio, mezclado por Jared Matthews y masterizado por Richard Addison en Trillium Sound Mastering Studio, asegurando que cada nota resuene con la claridad y profundidad que exige la música.

A ritmo de heavy-blues ‘Hangtime’ nos sitúa de inmediato en los albores de los 70’s con su sonido honesto y primitivo. Profundizando en las ansiedades de la incertidumbre la pista ácida y divertida envuelve al oyente en un auténtico entorno vintage en el que las vibraciones doorsianas afloran sutilmente. Guitarras asesinas, una voz grave y con carisma y un ritmo trepidante son las armas de esta fascinante canción. ¡Qué forma de empezar!

Tras el frenesí retro de la canción de apertura, el blues psicodélico de ‘Morning prayer’ nos sume en un trance narcótico con sus suaves pasajes empapados en humo cannabico. Su lento ritmo y sus magnéticos pasajes ácidos se elevan majestuosos con golpes de hard-rock crudo. Una montaña rusa con el wah wah aportando el groovy. Su pulsante y cautivadora línea de bajo marca gran parte de una pista oscilante. Otra pista vintage en la que no faltan sofisticados pasajes mas propios de Allman Brothers en una conversión progresiva. La canción a pesar de su sencillez cuenta con unos magníficos arreglos que elevan su poder.

En modo acústico y desarrollándose en un escenario folk, ‘Intention’ sube la apuesta con momentos oscuros acompañados de voces femeninas dando un giro al guion. Los bellos acordes y un groovy suave pero incisivo hacen de la canción todo un bálsamo para el oyente. La canción  advierte sobre los peligros del poder desenfrenado

‘New door’ nos saca del trance con gruesos y difusos riffs. Dotando la canción de pesadez, la banda combina elementos de los 70’s con golpes de Stoner contemporáneo en una nueva revisión doorsiana llena de alicientes. Ritmos oscilantes y un flujo constante van impulsando la canción a contrapuestos estados. Rockera en su apertura, chamánica en su parte central con una nueva emulación del Rey Lagarto, y en un nuevo giro argumental la psicodelia se empapa de ritmos latinos en pura línea Santana. ¿Se puede pedir mas en una sola canción? Impresionante.

En este caleidoscopio sonoro que es ‘VISIONS’, ‘Together’ sube la puesta con un sonido heavy-psych y un nítido aroma a 70’s. Un claro ejemplo que los canadienses saben como cambiar el registro sin ofender a ninguna de sus referencias musicales. Pesada y nebulosa, la canción cuenta con vibrantes ritmos y melodías que serpentean constantemente ofreciendo al oyente una visión diferente de su creatividad. Estos chicos saben como mantener al oyente atento siempre, y así en su parte central retoman esos paisajes psicodélicos en los que la calma magnética aparece para darnos un respiro. En esta ocasión con coros más propios de la generación beat, y vientos lisérgicos.

‘Vision’ es otra canción oscura marcada por el registro vocal grave con inclinaciones Morrisianas. Su tempo pausado, los coros y la magnética línea de bajo van poco a poco golpeando nuestras neuronas hasta situarnos en esos entornos psicodélicos que tan bien saben recrear estos chicos.

Entre nebulosas cannabicas ‘You wouldn’t know’ se desarrolla en una espacio oscuro y enigmático que se eleva lentamente con poderosos riffs difusos. Con el blues en sus genes, la pista vuelve a recurrir a acordes acústicos para colorear su espacio psicodélico. Con esa facilidad creativa, la parsimoniosa pista, se colorea de solos ácidos en sus momentos mas pausados, en contraste con ese ritmo más grueso y turbio, en un segundo plano.

En álbum cierra con la meditativa ‘Reflections’. Un nombre apropiado que pone banda sonora a la reflexión final sobre el resto de canciones con un tono casi eclesiástico prescindiendo de las voces. 

MOOCH

Black Throne Productions

Reseña: DATCHA MANDALA.- ‘Koda’

Con si fuera el comienzo de un nuevo capítulo en el sonido de la banda francesa, su nuevo y tercer álbum con su álbum ‘KODA’, DATCHA MANDALA emprende nuevas rutas sonoras que se alejan de alguna manera de lo que nos habían mostrado en capítulos anteriores. Esas vibraciones vintage en las que el blues, la psicodelia y los elementos orientales mutan a un espacio más versátil en el que tiene cobijo los pesados ritmos Stoner, el pop británico, los vibrantes sonidos alternativos e incluso las incursiones progresivas y el soft-rock. Sustentando sus canciones en unas estructuras sencillas, las mismas, se enriquecen con un sobresaliente trabajo en las voces. Siempre con alternancia y coros subyacentes, las melodías marcan el devenir de cada pista. Impregnando sus composiciones de una cierta modernidad en contraste con el espíritu retro de su anterior álbum, ‘KODA’ se postula como un giro hacia una nueva etapa. DÁTCHA MANDALA nos ofrecen un álbum profundo, robusto, maduro y poderoso, con una consistencia inigualable hasta el momento. Puede este nuevo punto de partida haga que algunos de sus fieles no sean capaz de asimilar este viraje musical, pero también es la oportunidad de encontrar nuevos adeptos a su causa. Por esto, ‘KODA’ se convierte en un reto sobre el público dictará su veredicto, lo que no significa que sus canciones no sean completamente disfrutables, que lo son, ya que ellas la contundencia, las guitarras chirriantes y los ritmos pesados, existen y siempre consiguen sorprender a un oyente. Este sorprendente y ecléctico trabajo incide en la consolidación de la banda y en su propósito. Porque sus riffs siguen inspirándose en la efervescencia musical de los años setenta, pero sobre todo en el dinamismo de las escenas actuales del rock y el metal. ¿Puede esto significar que debemos eliminar la etiqueta de ‘banda vintage’?. Solo el tiempo nos dará la respuesta.

DÄTCHA MANDALA son: Nicolas Sauvey – voz y bajo | Jérémy Saigne – guitarra y coros | Jean-Baptiste Mallet – batería y coros.

‘KODA’ está disponible vía Discos Macarras, DM Prod y Take It Easy,

Con un sonido turbio y poderoso ‘She Said’ gravita entre ecos de hard-rock y un enfoque heavy-progresivo. La dulce voz dulce a la vez que firme. Su sencilla estructura se complementa con variados elementos que van desde el pop-rock al Stoner más rugoso.

Con un sonido noventero y con coros y melodías cautivadoras, ‘Koda’ aúna momentos de dulzura con un espíritu pesado. Su potente sonido y unos cuidados arreglos hacen de la canción una candidata a convertirse en un himno. Una pista fresca y dinámica que refleja en cambio de rumbo de los franceses.

Con un giro inesperado, ‘The Wanderer’ mira al pop-rock de finales de siglo entre voces y coros pegadizos. La pista va evolucionando a un sonido mas pesado sin perder su aura volátil y almidonada.

Es evidente que este álbum no hay momentos para la monotonía. Así Om Namah Shivaya’ es coloreado con pinceladas de blues, de soul y de hard rock contundente y áspero.

A modo de vibrante interludio ‘Syndrome of Laborious Optimism’ con algo menos de un minuto, es un verso suelto dentro del álbum y sirve de lucimiento para su batería.  

‘Wild Fire’ se sustenta en un sonido vintage, y una cortina nublosa bajo un ritmo implacable. Los coros y voces amortiguan una pista suave en la que las melodías vocales juegan un papel protagonista. Pero también en la canción encontramos acertados solos de guitarra incorporando un sonido más pesado.

Enfundados en un entorno a caballo entre el soft-rock y un universo más alternativo, ‘Love Myself’ controla sus tiempos e intensidad para mostrarse como una pista luminosa y fresca.

La agresividad de la banda aflora en ‘Thousand Pieces’. Una pista pesada y con un espíritu indómito ejecutado con una actitud punk. Otro giro de guion de una banda que no se amedrenta ante ningún estilo y que aquí parece seguir los paso de RATM.

Haciendo un guiño a los Stones en el título, ‘It’s not only rock’n’roll (and we don’t like it)’, gravita en un entorno en el que el stoner se nutre de ecos alternativos bañados con pequeñas dosis de metal. Otra curiosa canción que acaba por funcionar.  

En ‘KODA’ también hay espacio para la ternura. Muestra de ello ‘ Julietta’. Una balada semiacuática con un derroche vocal que transmite un torrente de sentimientos aderezado con unas gotas de soul. Una pista hermosa y dulce.  

Si en el resto de canciones hemos encontrado momentos de pesadez. ‘Homeland’ para erigirse en tema con fuerza y garra. Su lento pero pesado ritmo y el buen dominio de las melodías vocales la convierten en un torpedo a la línea de flotación del oyente. No te resistirás.

Dätcha Mandala

Discos Macarras Records

Take It Easy Agency

Reseña: NO MAN’S VALLEY.- ‘Chrononaut Cocktailbar’

El nuevo álbum de la banda holandesa Psych Rock / Alternative Rock viene con doble título y doble arte en una sola portada. De esta forma, NO MAN’S VALLEY dejan patente el contraste entre su espíritu post-punk mas propio de bandas como NICK CAVE & THE SEED y la psicodelia de formaciones como THE DOORS. Dividido en dos caras completamente distintas, y con canciones escritas por separado en la época pandémica, la banda nos presenta en la primera mitad del álbum canciones más propias del rock gótico de los ochenta en un ambiente oscuro y melancólico en el que se siente la tristeza. Canciones cortas guiadas por una cálida y cautivadora voz con la que logran transmitir el desasosiego. Mientras, la otra cara del álbum viene ocupada por una pista monumental de dieciocho minutos que se sumerge en un espacio completamente psicodélico en el que los ecos chamánicos se manifiestan con brillantez. Así, NO MAN’S VALLEY encuentran la paz consigo mismos en un álbum dual sin estridencias. Como la propia banda comenta, aquí se reflejan los dos lobos que hay en la banda: a un lobo le gusta escribir canciones con estructura y melodía sólidas, mientras que al otro lobo le gusta volverse completamente loco cuando se trata de creatividad psico-progresiva.

‘CHRONONAUT COCKTAILBAR / FLIGHT OF THE SLOTHS’ está disponible vía Tonzonen.

A modo de breve introducción ‘Chrononaut Cocktailbar’  se desarrolla entre ecos post-punk en una atmósfera oscura y melancólica.

Love’ combina ese espíritu gótico del post-punk con momentos de neo-psicodelia guiado por una cálida voz y un predominio de los teclados bajo un ritmo sencillo. Enturbiando su atmósfera la pista baja las revoluciones antes de retomar el punto donde nació. La melodía de los teclados resulta hipnotizante.

Con una mirada a los sonidos del siglo pasado Creepoid Blues’ es un blues suave empapado de chamánica psicodelia. Una especie de vodevil doorsiano que se desarrolla en un entorno sombrío presidido por la calma. Me viene a la cabeza el recuerdo del glorioso álbum debut de PHAMTON DIVINE COMEDY al escuchar su sonido y su vibra blusera.

‘Seeing Things’ no sale de ese entorno oscuro y melancólico. Pausado y con cálidos pasajes envueltos en ligeras nebulosas psicodélicas continúa en el punto donde lo dejo la pista anterior. El carisma de la voz recitando sus desgarradores versos junto a sutil instrumentación lo hace un corte relajante e introspectivo. Con sosegadas melodías salidas de la guitarra la pista adquiere unos tonos vintage en ese marco triste.

En un tono algo más progresivo en ‘Shapeshifter’ las cosas no cambian demasiado. Incorporando coros y voces oscilantes, su instrumentación transita por un espacio suave y psicodélico que enriquece su alma post-punk.

En un viaje a finales de los 80’s ‘Orange Juice’ mantiene la atmósfera lúgubre acompañada de un ritmo contenido y melodías cautivadoras. Su sencilla estructura es suficiente para mostrarse atractiva para el oyente.

El plato fuerte del álbum llega en la cara B. En los dieciocho minutos de ‘Flight of the Sloths’ encontramos a la banda en un ambiente completamente psicodélico en contraste con las pistas anteriores. Aquí el otro lado de la banda aparece para ofrecernos la psicodelia más compleja de los holandeses. Una suave apertura acústica con un aroma vintage nos pone en el camino de un pista compleja y llena de alicientes. Tomándose su tiempo la combinación de susurrantes pasajes nos va llevando un espacio sonoro en el que la psicodelia se manifiesta con un espíritu misterioso. Sin darnos pistas de la dirección que tomará, cultivadores acordes de guitarra acolchado registros vocales ejercen de bálsamo hasta llevarnos a un letárgico entorno en el que relajar nuestros sentidos. Ese espíritu chamánico impulsa el corte a un mundo lisérgico lleno de belleza. La desesperanza se nutre de pasajes ácidos en los que la psicodelia de NO MAN’S VALLEY adopta formas cambiantes con momentos intensos que contrastan con la calma generalizada del corte. Hermosa y oscura la canción acaba por cautivarnos con sus pausados y hermosos pasajes. Un lamento constante preside una pista sólida y absorbente que te llevará al otro lado.

No Man’s Valley

Tonzonen