En activo desde 2018, y absolutamente desconocidos para mí hasta este momento, O’K AND THE NIGHT CREW, han conseguido que mi cabeza estalle con su nuevo álbum ‘ZEN AND THE ART OF ROCK AND ROLL MAINTENANCE’. Un poderoso artefacto sonoro en el que el trio de Connecticut explora con gran acierto las vibraciones heavy-blues y hard rock de los 70’s, con un sonido acido y unas guitarras estelares a las que incorporan rugosos riffs stoner. Sonidos primitivos llenos garra y fuerza, ejecutados como unos auténticos veteranos. Siempre con un aroma añejo, cada canción ofrece al oyente un punto de vista diferente sin renunciar a su esencia vintage. Pero también encontramos momentos más propios de los sonidos desérticos de los 90s en unas canciones poderosas como un trueno. El álbum es un perfecto collage de vibraciones de los 70’s y en sus surcos no hay ninguna canción de relleno. ‘ZEN AND THE ART OF ROCK AND ROLL MAINTENANCE’ es la perfecta banda sonora para una noche de desenfreno, una de esas noches que se largan hasta el amanecer. Este power trio emula a los pioneros, pero sabiendo a le perfección que hacen, y además lo hacen bien, porque este nuevo álbum una colección de éxitos repleta de fuzz, riffs, funk y buen rock a la antigua. Un álbum que no es para los débiles, y que a buen seguro hará que tu cuerpo se estremezca con esas fantásticas vibraciones de antaño. ¿Te atreves a degustar estas nueve salvajes canciones? No te dejes engañar por su portada, el viaje merece la pena.
Advertencia: Este álbum puede resultar adictivo. Desde Denpafuzz no nos hacemos responsables de una escucha prolongada. ¡Avisados estáis!
‘ZEN AND THE ART OF ROCK AND ROLL MAINTENANCE’ está disponible vía Oak Honest Records.
‘The Poor Surgeon’ eclosiona en riffs poderosos con una voz desgarrada que directamente nos traslada a algún sucio garaje usado como local de ensaño en los primeros 70’s. Su primitivo sonido y su cadencioso groovy tienen todos los elementos para atrapar al oyente a las primeras de cambio. Ese sonido difuso y el aura vintage son alicientes suficientes para seguir explorando un álbum que te sorprenderá.
Mas contundente y rugoso, ‘Walk on’ se desarrolla con un aroma más noventero al que los solos de guitarra y las voces aportan su tono rockero más clásico.
Con un groovy que te atrapa ‘Phaedrus the Wolf’ juega con elementos funk y con ritmo colorista bajando algo la intensidad. El ritmo por encima de unos riffs omnipresentes que se balancean por un espacio animado en el que los ganchos Stoner afloran con naturalidad. Un torbellino de fuzz completa otra notable canción construida sobre una estructura sencilla pero efectista.
En ‘100 miles’ la banda nos invita a orgía de ritmos vintage de la que no podrás escapar. Un corte bailongo que te cautivará sin remisión. Por momentos con un tono más propio de bandas como Blue Cheer, el corte contiene solos ácidos acompañando a ese ritmo imparable. Los tonos blues hacen acto de presencia con un ropaje retro de alto nivel.
La bacanal vintage continúa con la trepidante ‘Cosmic Meditations’. Una canción salvaje y arcaica llena de garra en la que el blues y los ritmos retro nos sumen en otra orgía de riffs y ritmos que te volarán la cabeza y harán que tu cuerpo se active sin remisión. Una perfecta banda sonora para una noche de sábado en la que el rock manda. El corte tiene distintos cambios de ritmo que siempre van a más. Retro-rock irreverente y bien tocado.
‘Outsiders of the Mind’ nos noquea con golpes de hard-rock poderoso y estribillos contagiosos. En esta ocasión la banda toma una senda más ortodoxa para mostrar al mundo todo su potencial. Rock directo, sin contemplaciones, con un ritmo trepidante y unos solos de guitarra que nunca faltan a su cita.
El contagioso ritmo de ‘Law of One’ nos devuelve al corazón de los 70’s con una mezcla efectiva de rock crudo y unas gotas de blues. Los estribillos pegadizos aportan color a un corte turbio en el que el rock de siempre se manifiesta mostrando su cara más sucia, pero a su vez divertida. Con alguna dosis de fuzz intoxicante la banda nos envuelve entre humo cannábico para hacer el corte más aturdidor. La banda no hace prisioneros en otra canción aguerrida y de fácil escucha.
Con un tono stonerizado, ‘Voyage to Ecstacy’ incide en el rock primitivo a paso lento. Una mezcla atractiva que combina momentos de blues pesado y una atmósfera vintage. Aquí los golpes de riffs retro acompañan un groovy contagioso y efectivo.
Volviendo al corazón de los 70’s, ‘From Neptune to Mars’ rezuma blues ácido y riff intoxicantes. Estribillos vacilones hacen que la pista adquiera un tono alegre que contrasta con su turbio sonido. Su guitarra asesina nos recuerda que estos chicos beben del manantial del rock ácido de los 70’s, y así lo reflejan está fantástica canción.