Crónica: KRISTONFEST 2023

Todavía con la resaca de lo vivido en DesertFest Berlín, y sin darnos un respiro, llegaba una de las citas mas importantes del año en Madrid. El pasado sábado se celebraba la 10ª edición del festival Kristonfest, organizado por la promotora Noise on Tour. A diferencia de la última edición, dividida en dos jornadas, en esta ocasión el festival de celebró un único día en la madrileña Sala La Paqui (antigua Sala But, para los nostálgicos). Con un apetecible line-up en el que cabían diferentes estilos, todo auguraba que sería una gran noche, y, ¡vaya si lo fue!.

La presencia de una de las bandas nacionales mas en forma como son los alicantinos ROSY FINCH, la presencia de la psicodelia espacial de vocación doom de los franceses MARS RED SKY, las leyendas del doom THE OBSESSED por fin tocando en España, con el legendario Wino a la cabeza, y los puntales escandinavos del blues psicodélico de inspiración vintage GRAVEYARD, era una apuesta ganadora.

La maratoniana jornada comenzaba para mí alrededor de las cinco de la tarde. A esa hora puede asistir a la prueba de sonido de mis queridos ROSY FINCH, y me bastaron unos segundos para comprobar que el trio venía cargado con todo arsenal. Pasadas las seis de la tarde ya se podía comprobar como los aledaños de Tribunal se iban llenando de melenudos tatuados ávidos de una buena descarga de rock pesado.

Con la Sala recibiendo los primeros grupos de gente, ROSY FINCH salían al escenario. Ya sabemos lo remolones que somos en estas ocasiones, ya que mucha gente no llega a tiempo a ver a la primera banda, pero desde luego los que madrugaron se llevaron una gran sorpresa. El trio tenía clara su apuesta. Así lo corroboraba la loma que custodiaba la espalda de la batería de Juanjo. Con el tenebroso logo de banda, y el escenario envuelto en las tinieblas del infierno con un rojo penetrante, creaban la atmósfera perfecta para su ritual pagano. Un ritmo ceremonial de tambores, daba el pistoletazo de salida al salvaje aqueelarre que nos esperaba.  ‘Oxblood’ era la canción elegida para desatar una tormenta de crujientes y rudos sonidos sludge, con un claro espíritu alternativo de inspiración 90’s.  

La banda sonaba sucia, cruda lo que ensalzaba su aguerrida apuesta sonora. Estaba claro que tras la numerosa presencia de la banda en afamados festivales europeos, su madurez y saber hacer, son innegables.  Si la fuerza y el desasosiego del tema de su álbum ‘SCARLET’ había revolucionado la Sala, sin salir de la oscuridad, la banda interpretaba ‘Inferno’ una canción de su último EP ‘Seconda Morte’. En un tono más atmosférico, seguían su particular sortilegio entre tinieblas y terroríficas vos salidas de la garganta de Mireia. La banda sorteaba algunos problemas de sonido que no les permitían sentirse cómodos sobre el escenario, pero, aun así, se metían al público en el bolsillo con su crudo y pesado sonido desbordante de rabia. Dos nuevas canciones de ‘Scarlet’ hacían avanzar su actuación, ‘Amaranto’ y ‘Lava’ activaban la palanca del headbanging entre los presentes. En una fusión de sorpresa y de satisfacción, las caras del personal reflejaban que estaban muy satisfechos con lo que estaban viendo sobre el escenario. Los ecos grunge hacían mutar el sonido a un escenario más alternativo, pero la atención del público no cedía, sino todo lo contrario. La descarga de energía y rabia culminaba con ‘Alizarina’, con la que ponían fin a una actuación impactante y con la que la banda sigue poniendo muescas en su revolver. ¡Grandes! Sin duda, la organización no habrá echado en falta a INTER ARMA, banda en principio programada para tocar en Kristonfest.

Con la Sala recibiendo mas gente, el breve descanso entre bandas servía para reponer fuerzas e intercambiar saludos e impresiones con muchos conocidos. Mientras, MARS RED SKY preparaban sus instrumentos antes de invitarnos a uno de sus particulares viajes cósmicos.

Si gran parte de la audiencia se había sorprendido con el buen hacer de ROSY FINCH, con los franceses la cosa estaba algo más complicada. Sus voces armoniosas y sus paisajes sonoros ensoñadores pueden resultar algo aburridos para una parte de la audiencia, y a lo largo de su actuación, así me lo corroboraba algún conocido. Sustentando el sonido de la banda en la múltiple variedad de resonancias que salen del arsenal de pedales que habitualmente utiliza Julien (probablemente sea el guitarrista de la escena que más pedales usa) la banda iba desgranando un repertorio que recoría gran parte de su discografía con canciones como ‘Apex III’,  con la que abrían una actuación empapada en psicodelia sideral empaquetada entre gruesos riffs doom. Canciones como ‘Collector’ o ‘Crazy Heart’, mostraban el lado más sosegado de la banda con la anémica voz de Julien susurrando nuestros corazones. ‘Maps Of Inferno’ ‘Marble Sky’ y ‘Strong Reflection’ completaban una actuación que tampoco había estado exenta de algún problema de sonido, que martirizaba al inquieto Julien. Desde luego, es lo que se puede esperar de una banda así, solidez, y psicodelia pesada, empapada de polvo cósmico y melodías celestiales. Aun así, habiendo ofrecido un show solvente, los franceses no convencieron a todos.

Llegaba uno de los momentos esperados por todos. Ya con una sala luciendo una entrada cercana al lleno, el escenario se preparaba para recibir al legendario Wino y sus THE OBSESSED. La banda de Maryland era un sueño para muchos, pero también una cierta incógnita.  A veces cuando ves a una banda dos veces en la misma semana, tratas comparar las dos actuaciones, pero con THE OBSESSED yo sabía que la apuesta era segura. Sin ser una gran fan de la banda, y habiéndoles visto por primera vez en el Desertfest Berlin, allí me dejaron claro que son una banda que sabe de esto.

Dejando patente que no son unos principiantes, y sin demasiados alardes THE OBSESSED van al grano y a lo importante. Seguramente Wino ya no sea tan irreverente como lo fue años atrás, que ahora sea un tío más maduro, pero nadie puede discutir que su carisma y buen hacer, siempre van a ser su mejor aval. Acompañado a la batería por Brian Constantino y con Chris Angleberger al bajo y Jason Taylor en la segunda guitarra, THE OBSESSED hicieron cumplir la frase de ‘menos es mas’. Sin alardes de puesta en escena y ataviados como se puede esperar de unos viejos rockeros, el cuarteto dejaba patente porque son considerados unos de los pioneros del doom metal. Canciones crudas, pesadas, ejecutadas lentamente se iban sucediendo mientras la temperatura en el recinto iba subiendo cada vez más. Con repertorio que miraba al pasado, pero que también lo hacía al presente canciones como ‘Sodden Jackal’, ‘Sacred’, ’Punk crussed’,‘Brother Blue Steel’,‘Streetside’, o ‘Tombstone Highway’ hacían que los presentes cayéramos rendidos ante una actuación solvente y de puro rock and roll a la vieja usanza, sin artificios. La banda fue despedida con una sonora ovación que reconocía el buen trabajo que habían hecho. Porque, aunque en Berlín habían sonado más potentes, (ya decía antes que era difícil no hacer comparaciones), la esencia de su actuación había sido similar, un show de alto voltaje.

La noche iba llegando a su fin, pero todavía quedaba la actuación de la banda probablemente mas deseada, y a la vez cuestionada. GRAVEYARD visitaban de nuevo a Madrid, y la mayor incógnita era saber si su actuación iba a ser como siempre, o íbamos a ver a los suecos destapando su tarro de las esencias. Siempre que he visto en directo a GRAVEYARD, me he quedado con un sabor de boca agridulce. En todas las ocasiones, aún habiendo realizado buenas actuaciones, me he quedado con la sensación de que su potencial es mucho mayor del que suelen ofrecer. Bien sea por los problemas vocales de Joakim o no sé porque o por la frialdad sueca, pero cada vez que vuelvo a concierto suyo me digo ¿Será este?

Esta sensación coincide con la que me transmiten numerosos amigos y conocidos, ellos también se han quedado en ocasiones con un mal sabor de boca. Pero, en la pasada edición de KRISTONFEST, los suecos brillaron como nunca, y dejaron patente lo magnífica banda que son, y no solo en disco, sino con un impresionante directo. Dando un repaso a numerosos de sus clásicos como ‘Hisigen blues’ o ‘Pease don’t , el cuarteto destilaba su blues psicodélico entre riffs profundos y una sensación de que la banda lo estaba dando todo. En una actuación para enmarcar, bajaban las revoluciones con temas como ‘Uncomfortably Numb’, para retomar ritmos mas rockeros y hacer que el público tarareara gran parte de sus canciones. En la Sala almas con cara de satisfacción, otros entregados al baile, y todas las cabezas balanceándose al son de los suecos. Algo mas de una hora que se pasó a la velocidad de la luz, porque GRAVEYARD nos hicieron olvidar todos aquellos conciertos en los que no habían estado a este nivel. La espiral concluía con ‘The siren’. Un clásico que era coreado por todo el público y que siempre aparece en sus actuaciones. Con él, ponían el punto y final a una actuación soberbia y emotiva, con la que conquistaron los corazones de los presentes.

La fiel legión de seguidores españoles pudo quedarse congraciada por haber visto a una de sus bandas favoritas derrochando todo su potencial, que es mucho. Pero estaba claro que la noche no podía terminar así, y aunque la banda se retiraba recibiendo una sonora ovación, nadie se movía de allí. Todos esperábamos que salieran de nuevo al escenario para poner el broche de oro a una jornada fantástica. Así tras unos minutos haciéndose los remolones, regresaban al escenario siendo recibidos con una enorme algarabía, y a su vez, agradeciendo el cariño recibido y ofreciéndonos dos canciones mas, ‘Walk on’ y ‘Aoin’t fit t olive here’, Y ya sí, definitivamente se despedían de Madrid, y usando un término taurino, ‘saliendo por la Puerta Grande’. Sin duda habíamos vivido un momento de esos que quedan para siempre en el lado mas dulce de nuestra memoria.

Si durante mas de cuatro horas habíamos vividos un ritual diabólico, las fuerzas de la naturaleza parece que quisieron unirse a la fiesta, descargando un aguacero de grandes dimensiones. Una tormenta primaveral en toda regla que impidió que las conversaciones post concierto se pudieran producir ya que el personal se refugiaba bajo las marquesinas para no ser engullido por el diluvio que inundaba la noche madrileña.

Sin duda, la organización, a pesar de todas las adversidades, había conseguido casi colgar el sold-out en lo que fue una jornada perfecta, una, en la que todo había salido de la mejor manera posible, y que solo se vio empañado por esos pequeños problemas de sonido que afloraron en algunos instantes de cada banda. Desde aquí mando mis felicitaciones a NOISE ON TOUR por el buen trabajo hecho y por todas las facilidades que me dieron para poder contaros de la mejor forma posible todo lo sucedido. Ya solo nos queda esperar a la próxima edición de un festival que aguanta como los galos defendiendo su aldea, en estos tiempos convulsos para la organización de eventos. Ya queda menos para KRISTONFEST 2023.

Kristonfest

Rosy Finch

Mars Red Sky

The Obsessed

Graveyard

Video premiere: LE SCIMMIE.- ‘Adriatic Desert’

Os presentamos el nuevo video de los italianos LE SCIMMIE, ‘Adriatic desert’. Canción que da nombre a su último álbum ‘ADRIATIC DESERT‘, publicado el pasado 23 de abril vía ‘Frekete! Records‘.

Una canción instrumental empapada de fuzz y un ritmo vibrante que se hace paso entre riffs cegadores y que pondrá a prueba tus cervicales.

Adriatic Desert‘ es la canción principal de nuestro nuevo álbum. ¡La canción perfecta para adentrarse en nuestro mundo musical hecho de guitarras «sandy», distorsiones y batería! ‘Adriatic Desert‘ nace durante intensos paseos por el litoral de la costa adriática de Abruzzo (Italia) y toma forma en largas jam sessions en la sala de ensayo con amplificadores llevados al límite. Fue una de las primeras canciones escritas para este nuevo disco. El video describe la génesis de la canción‘, nos comenta la banda.

LE SCIMMIE nació en 2007 en Vasto, en la provincia de Chieti (Abruzzo), del guitarrista  Angelo ‘Xunah’ Mirolli; en diciembre del mismo año publican su primer EP de producción propia, ‘L’origine’, con el que empiezan a tocar en directo. En 2008 y 2010, el dúo llegó a las etapas finales de las selecciones de Abruzzo del festival nacionalmente conocido ‘Italia Wave‘, llegando primero a las semifinales y dos años después a la final. En 2010, el dúo lanzó su primer álbum oficial, ‘ Dromomania ‘ (Autoedición). En septiembre de 2012 parten para su primera gira europea, tocando junto a bandas del calibre de Stoned Jesus y Samsara Blues Experiment, culminando con la cita en el ‘Robust Fest‘ de Kiev.; en el mismo año participan en el ‘Tube Cult Fest‘ en Pescara compartiendo escenario, entre otros, con Karma to Burn. También en 2012 la banda lanzó el sencillo digital ‘Habanero‘. Después de un largo paréntesis en 2016, Mirolli retomó las riendas del proyecto y, con una nueva formación y un tercer miembro en los sintetizadores, lanzó el álbum ‘ Colostrum ‘ (Red Sound Records). En 2017 la banda fue invitada por el sello ucraniano  Robust Fellow  para representar a Italia en el recopilatorio ‘ Electric Funeral Café ; el tema inédito se titula ‘Sic Transit Gloria Mundi’ . 2023 es el año del tercer álbum ‘ Adriatic Desert ‘ ( Frekete! Records )

Le Scimmie

Frekete Records

RECOMENDACIONES DE LA SEMANA (WEEKLY RECOMENDATIONS)

THE MACHINE.- ‘WAVE CANNON‘ (Holanda) fuzz, heavy-psych, psychedelic-rock, stoner, space, neo-psychedelic (reseña aquí)

DUSKWOOD.- ‘THE LAST VOYAGE’ (UK) desert-rock, Stoner, heavy-psych, fuzz, psychedelic-rock

I CAPTAIN.- ‘KEMISK VÄLFÄRD’ (Finlandia) heavy-psych, space, Stoner, psychedelic-rock, doom

HEX A. D.-  ‘DELIGHTFUL SHARP EDGES’ (Noruega) heavy-rock, hard-rock, doom, stoner, psychedelic-rock, 70’s

ASTRODEATH.- ‘VOL.2’ (Australia) Stoner, sludge, metal, doom

DEMON & ELEVEN CHILDREN.- ‘DEMON DEMO’ (China) hard-rock, acid-rock, 70’s, rock, psychedelic-rock, proto-doom, heavy-psych

ASHINOA.- ‘L’OREE’  (Francia) psychedelic, experimental, progressive, kraut, electronic

DE FORBANDEDE.- ‘MENNESKE’ (Dinamarca) psychedelic-rock, hard-rock, stoner

THE SHATTERED MIND MACHINE.- ‘TECHNOKRAT’ (Suiza) psychedelic-rock, rock, heavy-rock

INHALE.- ‘EASY WAY OUT’ (Rusia) Stoner-doom, doom,

THEY WATCH US FROM THE MOON.- ‘COSMIC CHRONICLES, ACT I: THE ASCENSION’ (US) Stoner, hard-rock, psychedelic-rock

THE BIG RIP.- ‘THE BIG RIP EP’ (Noruega) stoner, fuzz, rock, heavy-rock

LAKES OF WADA.- ‘THREE’ (Alemania) heavy-psych, instrumental, post-rock, Stoner, psychedelic-rock

PSYCHIC MASS.- ‘ARRIVAL OF THE CHURCH OF PSYCHIC MASS’ (Australia) psychedelic-rock, ocult-rock, 70’s, hard-rock

LEAFBLOWER.- ‘LEAFBLOWER’ (US) doom, sludge, metal

THE MOONDIG.- ‘VANADIUM’ (Belgica) psychedelic-rock, kraut, experimental , jam, jazz

OLYMPUS MONS.- ‘SOUTHERN ROCK‘ (US) psychedelic-rock, stoner, garage, punk, doom

BRING THE HOAX.- ‘SINGLE COIL CANDY‘ (Suecia) alternative, rock, fuzz, Stoner, indie

RUSTY BONEZ.- ‘BRAINWORM’ (Grecia) heavy-rock, Stoner, fuzz, hard-rock

LAST RIZZLA.- ‘NOISE WITHOUT DECAY’ (Grecia) sludge, noise, punk metal

PLANESTRIDER.- ‘THREE DAYS’ TIME‘ (US) psychedelic-rock, Stoner, alternative, rock

CERVUS.- ‘SHITING SANDS’ (Holanda) psychedelic-rock, rock, 70’s, hard-rock

DEATH OF GIANTS.- ‘VENTESORG’ (Finlandia) doom, doom-metal, sludge

UPLAND BAND.- ‘LIVING IN PARADISE’ (Canada) alternative, rock, progressive, psychedelic

ALCONAUT.-‘ ENDLESS SKIES’ (Francia) stoner, psychedelic-rock, progressive, hard-rock, metal, heavy-rock

SLEEP OF MONSTERS.- ‘III’ (Finlandia) psychedelic-rock, alternative, ocult-rock, ghotic-rock

Reseña: THE MACHINE.- ‘Wave cannon’

Alejándose de la influencia centrada en el rock ruidoso de su álbum ‘FACESHIFT’ de 2018, THE MACHINE exploran los lados más pesados ​​​​del shoegaze, el rock  progresivo y la psicodelia en su nuevo y lisérgico nuevo álbum ‘WAVE CANNON’. En su séptimo registro, regresan a la forma de sus inicios con un enfoque mas moderno. Con canciones ambientadas en un entorno mas suave, exploran sus fuertes raíces psicodélicas en una hora intensa dividida en seis canciones inmersivas que, con su eclecticismo, indicen en un sonido completamente difuso. El trio consigue el equilibrio alternado pistas más pesadas, con otras muchos más volátiles en las que las vibraciones espaciales y las melodías shoegaze copan el protagonismo. Tras los cambios en su formación, (el álbum está grabado con su anterior batería Davy Boogaard), THE MACHINE renuevan sus propósitos en el séptimo álbum de su carrera. Un álbum empapado en reverberaciones, fuzz y sonidos atmosféricos, en el que THE MACHINE se reivindican con una apuesta versátil con la que conquistar nuevos fans, pero también con la que se congracian con algunos de sus viejos seguidores. Cuidando la melodía, el trio crea canciones cautivadoras que esconden una vocación pop, ocultada sobre las descargas de distorsiones. De esta manera, sin renunciar a su esencia, ofrecen una versión renovada de si mismos, con una retroalimentación que les hace mas fuertes. Si bien no estamos ante un álbum que te conquiste a la primera escucha, cada nueva audición, resulta mucho más enriquecedora para el oyente. La duración de sus canciones (la mayoría de ellas de 15 minutos), permiten a los holandeses dejarse llevar por sus instintos. Explorando diferentes vibraciones nos meten en un agujero de gusano, que transita por el cosmos impulsado por riffs pesados y melodías neo-psicodélicas, algo que a mi me atrapa, pero que no estoy seguro de que toda la audiencia entenderá.  Lo mejor, es que cada uno de vosotros saque sus conlusiones.

‘WAVE CANNON’ fue grabado por: David Eering – guitarra/voz, Chris Both – bajo y Davy Boogaard – batería, habiendo sido reemplazo  en la actualidad en los tambores por Klaas Dijkstra, y está disponible vía Majestic Mountain Records.

Sonicblast Fest

Con un sonido grueso y plomizo ‘Reversion’ nos recuerda que los holandeses son una banda Stoner que gusta de impregnar sus canciones con altas dosis de fuzz, pero que también les gusta viajar por escenarios psicodélicos. Con un tono shoegaze, la pista gravita en una atmósfera lisérgica enriquecida con golpes de pesadez. Por momentos coqueteando con una atmósfera espacial, crean un espacio inmersivo bajo un aura neo-psicodélica.

Una extraña introducción abre ‘Genau or Never’. Aquí el hipnotismo del trio se manifiesta en un ritmo kraut y una instrumentación atmosférica que recuerda a la cara más sosegada de la banda. Impulsada por una fuerza sideral, la canción avanza en una exploración cósmica con intensos momentos de psicodelia expansiva y un sonido denso, difuso e incluso minimalista.

Los rugidos de ‘Glider’ nos recuerdan quienes son estos chicos. Unos magos del Stoner que ha pesar de experimentar mantienen esa esencia indemne.  Extremadamente lisérgico, el corte se impulsa por un sonido denso y plomizo que se contrarresta con las voces lánguidas y un espíritu cósmico. La banda se retroalimenta dejando patente que siguen mirando al futuro a través de su particular agujero de gusano. Un camino de ida y vuelta desde el desierto a algún insondable espacio sideral. El trio pone la maquinara a máximas revoluciones para surcar los confines de la galaxia entre efectos y distorsiones acompañados de un ritmo pesado que suavizan con melodías que se inclinan al pop por momentos.

Estamos ante un álbum algo ecléctico y el descaro alternativo de ‘Ride on Crash Kick’ así lo corrobora. Una atmosfera difusa nos intoxica con sustancias psicotrópicas y un desenfado que bebe del shoegaze pero sobre todo del Stoner rock. Algo que puede desconcertar a algunos, pero que otros, seguramente lo agradecerán.

La joya de la corona del álbum la encontramos en ‘Return to Sphere (Kneiter II)’. Sus veintidós minutos son un espacio suficiente amplio como para desarrollar todas sus inquietudes creativas sin complejos. Sumiéndonos en pozo heavy-psych, THE MACHINE recrea un sonido lisérgico sumamente penetrante. Su atmósfera volátil se complementa con una poderosa base rítmica y una espesa neblina que hace que todo sea turbio y difuso. Tras cinco intensos minutos de despegue, poco a poco las cosas cambian. Las vibraciones siderales fluyen entre efectos y distorsiones creando un espacio aturdidor. Con algunos ganchos ortodoxos en forma de riffs arenosos, pasamos a un entorno cósmico. En este espacio los sonidos repetitivos e hipnótico asoman a un mundo oscuro e inquietante, pero a la vez sumamente balsámico y lisérgico.

‘Wave Cannon’ nos empapa de melodías shoegaze y elementos neo-psicodélicos. Impulsando por si mismos, el corte atraviesa un espacio en el que todo se muestra borroso, algo que se repite en la mayoría de las canciones. Fuertes tambores, efectos y pedales, y un ritmo tosco e inquebrantable van armando las piezas de este turbio corte. En la parte central la pista coquetea con pasajes noise creando una atmosfera aturdidora que parece agotarse disipándose como un cortocircuito que deja sin energía la maquinaria. Un extraño parón central nos devuelve a un escenario de pesadez y fuzz en el que las melodías almibaradas aparecen para poner el contrapunto a la contundencia y aspereza anterior. En la parte final, la pista se vuelve más espacial, impulsada por un sonido cósmico y cegador a partes iguales.

The Machine

Majestic Mountain Records

Reseña: SMOKEY MIRROR.- ‘Smokey Mirror’

WOW!! ¡Esto es pura dinamita! La pandemia impidió que pudiéramos degustar antes el álbum debut del cuarteto tejano SMOKEY MIRROR, pero ahora ya no hay escusas. ¿Estas preparado para una auténtica orgía de heavy-blues, psicodelia ácida y hard-rock rugoso al estilo de Texas? Sube el volumen y dale al play, porque este puto álbum lo merece. Estos ‘hijos bastardos’ de bandas como SEOMPI, JOSEFUS, WILDFIRE, MARIANI o JPT SCARE BAND, conjugan la crudeza de los pioneros texanos de los 70’s, con el psicotrópico sonido de bandas contemporáneas como EARTHLESS, TIA CARRERA o especialmente RADIO MOSCOW Asícrean una erupción volcánica de explosivas vibraciones acidas impregnadas en blues y boogie. Crudo, ruidoso, enérgico y espontaneo, este debut hace que los amplificadores chirríen, los platillos resuenen y los cuerpos se dejen llevar por sus ritmos provocadores. Una banda sonora perfecta para un local humeante con cerveza derramada, vidrios rotos y gente enardecida dejándose llevar por sus instintos mas primarios. Todo un caleidoscopio ácido con un sonido y corrosivo que te dejará indiferente. Originalmente programado para ser grabado a principios de 2020, el debut de SMOKEY MIRROR se enfrentó a los mismos retrasos que arruinaron los mejores planes de todos en ese maldito año, junto con más obstáculos imprevistos con los que lidiar. No obstante, el rock ‘n’ roll simplemente se niega a ser detenido y ahora está aquí para poner la escena ‘patas arriba’. Los texanos difunden un evangelio de adoración de riffs de tierra quemada y abandono, con canciones salvajes y psicotrópicas con un espíritu indomable y un sonido orgánico del que no querrás escapar. Estamos ante un trabajo impactante, caótico y adictivo, uno de esos álbumes que te hacen seguir creyendo en el poder de la música, y que cautivará al rudo amante de los sonidos pesados de los 70’s pero también a las nuevas generaciones amantes de las vibraciones heavy-psych.

SMOKEY MIRROR son: Mario Rodríguez (voz y guitarra), Tyler Davis (bajo), Caleb Hollowed (guitarra) y Cam Martin (batería).

‘SMOKEY MIRROR’ está disponible vía Rise Above Records.

Sin contemplaciones, ‘Invisible Hand’ nos da muestra del salvaje contenido del álbum. Sin ningún tipo de miramiento, los tejanos crean una bacanal ácida de proporciones descomunales. Solos asesinos, tambores estruendosos y un frenesí inagotable son los argumentos de esta primera pista. Mostrando toda la crudeza del proto-metal de antaño, el corte se despeña por una senda tortuosa en la que el heavy-blues, la psicodelia ácida y el hard-rock se mestizan en una auténtica orgía sónica en línea RADIO MOSCOW.

‘Pathless Forest’ incide en la fórmula con un sonido sucio y pesado al que incorporan momentos de blues desgarrador. Con los ecos del proto-metal muy presentes, estos chicos crean otra pista arrolladora que no deja títere con cabeza. Su innegable aroma a 70’s aflora entre un espeso humo cannabico a semejanza de algún garito de mala reputación de aquellos años. Los solos interminables de guitarra recuerdan a momentos mas propios de TIA CARRERA en otro frenesí sónico.

En una atmósfera vintage, ‘Magick Circle’ con un sonido turbio, se despeña por un torrente heavy-psych con un flujo constante de riffs corrosivos. El corte se retroalimenta en una atmosfera vintage mas propia de los 70’s pero en él encontramos desarrollos mas propios de bandas como EARTHLESS. Sin duda estos chicos dejaron caer sus instrumentos en el pozo de los psicotrópicos, ya que cada nota, cada acorde rezuma una acidez corrosiva que solo se frena a base de golpes de blues sutilmente integrados.

Dando un pequeños giro ‘Alpha-State Dissociative Trance’ se impulsa por pasajes psico-progresivos mas propios de una jam . Los texanos en esta ocasión amortiguan su embestida con unas voces ecualizadas que tratan de hacerse paso entre la espesa y caótica neblina lisérgica. Un corte anárquico y caótico que índice en una psicodelia más expansiva.

En una vuelta de tuerca más, ‘Fried Vanilla Spider Trapeze’ es un blues rural con guitarra acústica y armónica ejecutado a la vieja usanza. Un respiro en este enardecido álbum.

Abriendo de forma monumental ‘Sacrificial Altar’, con sus mas de siete minutos, ofrece un sonido más apaciguado con el blues y la psicodelia como argumentos. Usando un sonido más acolchado en su apertura, el hard rock crudo de antaño aparece en una turbia estancia. La pista desciende a una exploración de sonidos psicodélicos con elementos que coquetean incluso con el jazz. Largos desarrollos de guitarras y un ritmo contenido impulsan la pista a un espacio atmosférico en gran parte de la canción hasta la orgía final en la que todo se vuelve alocado. En todo caso el corte no pierde la esencia vintage que contiene sus corrosivos surcos.  

‘A Thousand Days in the Desert’ vuelve a poner la pausa a ritmo de blues y boogie ácido. Marcando mas los tiempos la banda consigue crear otra canción a semejanza de RADIO MOSCOW. De nuevo, demuestran que les gusta hacer las cosas sencillas, y a pesar de su controlada estructura la pista tiene mil matices que enriquecen su sonido base. Con una mayor presencia del bajo, el corte avanza firmemente en su serpenteante camino psicotrópico. Otro corte lleno de garra y solos imposibles, con un innegable poder para absorber al oyente. La pista se complementa con coros y estribillos no vistos hasta ahora.

Instalados en el blues psicodélico, ‘Who’s To Say’ nos ofrece hermosos pasajes instrumentales con un ritmo acolchado. Pero ya sabemos cómo se las gastan estos chicos, la canción no tarda en elevar su intensidad con solos profundos. Un continuo transitar entre constantes ondulaciones que acompañan las notas de blues. Marcando el tempo con destreza, el bajo comanda la pista entre solos que van y vienen haciendo que el tema suba y baje constantemente. En la parte final aparecen melodías llenas de fuerza con un sonido más asequible y reconocible para cualquier amante del rock mas crudo de los 70’s.

‘Recurring Nightmare’ pone el cierre a modo epílogo acústico con acordes de guitarra que miran al clasicismo.

Smokey Mirror

Rise Above Records