Reseña. APEX TEN.- ‘Aashray’

Basando sus composiciones y actuaciones en la improvisación, ofreciendo un lado efímero y único, el trio belga APEX TEN publican su álbum ‘AASHRAY’ (palabra traducida del hindi como ‘refugio’). Quizás no sea algo escogido al azar, porque sus siete hipnóticas canciones parecen ser su particular ‘refugio’ en el que dejar fluir libremente su creatividad. Con un estilo reconocible para cualquier amante de la psicodelia pesada, los belgas refuerzan sus jams con capas de sonidos cósmicos impregnados en sustancias narcóticas. Bajo tonos meditativos de una inequívoca vocación cósmica, nos invitan a un viaje a lo mas profundo de nuestra mente a través de cautivadoras y magnéticas canciones instrumentales, construidas sobre unos pilares sólidos y pesados. Ya sabemos que la línea que separa los territorios Stoner y los territorios de la psicodelia pesada no tiene aduana, pero estos chicos sortean esa frontera con suma destreza. Un sonido estratificado en capas, reforzado por sintetizadores y theremín, nos sume en un trance ideal para expandir nuestra mente. Con fantásticos pasajes de guitarra, un bajo contundente y unos ritmos dinámicos, APEX TEN nos llevan de viaje por remotas galaxias impulsados por meditativos momentos mas propios de MY SLEEPING KARMA. Explorando territorios COLOUR HAZE, nos embriagan con hermosas fragancias sonoras para transportarnos a continuación a un mundo más propio de Pink Floyd en ‘modo espacial’. AASHRAY es uno de esos álbumes ideales para bajar la luz, ponerse cómodo, subir el volumen, y disfrutar de un gratificante viaje sonoro acompañado de sustancias narcóticas que seguramente abrirán aún más nuestra mente. Porque estos surcos son un mundo, lleno de gratificantes sensaciones. ¡¡¡Disfruta del viaje!!!

APEX TEN son:

Benoît Velez : Guitarra – Lap Steel – Theremin, …
Brad Masaya : Bajo – Sintetizador – Theremin – Guitarra – Voces, …
Alexis Radelet : Batería, – Güiro – Pandereta, …

Mezcla y Masterización por Simon Lambert
Instrumentos adicionales:
Simon Lambert: Moog, Chime, FX, …
Brad Masaya: Voces, Pandereta,…
Thomas Mouton: Cuenco Tibetano,…
Alexis Radelet: Güiro, Pandereta,…
Benoît Velez: Campanilla, Pandereta,…

Los efectos atmosféricos nos introducen en ‘Awakening’. Desde el primer momento se siente esa vibra psycho-espacial. Suaves y pausados acordes de guitarra junto a un bajo denso van abriendo las puertas de una nueva dimensión sensorial. Hipnótico, pero contenido, el corte va destilando sus sustancias narcóticas para sumir al oyente en un trance en el que expandir su mente. Los elementos cósmicos no tardan en apoderarse de la pista. Lentos tambores y pedales y efectos se fusionan con un sonido crudo y turbio en esta travesía sideral.

Impulsado por una imponente batería ‘Unlock’ explora los confines del cosmos en una tortuosa travesía sideral- Con un sonido algo más metálico la psicodelia pesada de vocación espacial se refleja en un corte dinámico y potente. Un flujo constante hace que la pista siempre tenga la mirada al frente en su avance infinito. Rítmica e hipnótica, nos ofrece algunos momentos más propios de My Sleeping Karma vestidos de cosmonautas. Por si faltar algo, las voces aparecen en la parte final haciendo que el corte eleve su calidad y atractivos.

Demostrando que estos chicos saben manejarse en territorios heavy-psych, ‘Dazed’ nos envuelve en una nube lisérgica con reminiscencias COLOUR HAZE. El portentoso bajo va minando nuestras neuronas mientras la guitarra expande sus sustancias narcóticas sobre nuestros oídos. Sin renunciar a los tonos siderales, los efectos nos sitúan en un indeterminado lugar del cosmos. En su parte central, la pista gravita en un escenario floydiano expandiendo toda su magia espacial. El circulo se cierra en el mismo punto de partida. Una brillante y magnética canción que define a una banda como los belgas.

Gravitando en un insondable lugar en el cosmos, ‘Naga’ reafirma la vocación espacial del trio. Una jam sideral con tonos meditativos en la que el theremín arrebata por momentos el protagonismo a la guitarra. Todo un mantra devocional en el que el persistente zumbido, nos lleva a un estado narcótico y sumamente alucinógeno. Seguramente el corte mas experimental del álbum.

Engrosando su sonido ‘Deaf snake’ nace de crujientes y parsimoniosos riffs Stoner-doom envueltos en una atmósfera lisérgica. Aquí cada golpe de batería hace retumbar los cimientos del planeta. Sin darnos cuenta nos vemos sumidos en un misterioso entorno sonoro en el que riffs amenazantes crean una tensión palpable. El corte sube y baja su intensidad pasando de la psicodelia narcótica a un aterrador e inquietante espacio en las entrañas de la tierra. La pist transita por esa fina línea entre la psicodelia pesada y el Stoner doom. Una frontera sin lindes definidas y que a menudo son un imán para muchas bandas. Un corte denso y psicotrópico a partes iguales.

Con solo 3 minutos, ‘Brahma’ sigue la estela espacial en una trayecto más corto y concreto. Efectos y tonos espaciales impulsa la canción bajo un ritmo contagiosos que acaba por penetrar en nuestras terminaciones nerviosas. Breve, pero intenso.

A veces el mejor plato de una comida es el postre, y ‘Godavari’, sin duda es una buena forma de cerrar este magnético álbum. Como si fluyera de un manantial, la pista evoluciona lentamente en un largo génesis con hechizantes acordes de guitarra. Con la sensación de algo va a ocurrir, los primeros golpes de los tambores y la subida de intensidad se produce con la calma suficiente como para degustar cada nota. Heavy-psych reconfortante que poco a poco va impregnándonos de su embriagadora fragancia. Con espíritu de jam, la canción va creciendo lentamente en un entorno misterioso con ácidos pasajes de guitarra y una base rítmica poderosa y cálida. Una de esas canciones para cerrar los ojos y dejarte llevar. Cada vez más intensa y pesada, Godavari’, nos propone un interesante ‘viaje’ por espacios siderales. El hipnótico bajo incide una y otra vez entre cambios de intensidad. Desde cautivadores desarrollos psicodélicos a golpes de pesadez stoner. Aquí la banda se retroalimenta hasta caer en un caos controlado de magnífica psicodelia pesada. Seguramente la canción que mejor define el sonido de los belgas. Unos tipos que saben también como zarandear al oyente con riffs rompe-cuellos. Una barbaridad psicodélica ideal para paladares gourmet.

Apex Ten

Reseña: KANAAN.- ‘Downpour’

Retomando el camino dejado por su álbum ‘EARTHBOUND’ y continuando con la progresión de los últimos años, KANAAN presenta su nuevo álbum ‘DOWNPOUR’. Un trabajo lleno de riff pesados como el plomo, empapados en fuzz difuso, estruendoso por momentos, aturdidor, pero manteniendo la esencia de improvisación de la banda y los pasajes lisérgicos. Un álbum policromado en el que el trio noruego expande su sonido a caballo entre el legado de KYUSS y la experimentación de bandas como DUNGEN o HAWKWIND. El pasado año tuve la oportunidad de ver al trio en directo, y su potencial en concierto es infinito, algo que de alguna manera, se refleja también en este álbum. Sin duda uno de los conciertos más emocionantes del año, y que tendrá su segunda parte en unas semanas en Desertfest Berlín. Pero siendo consciente de que muchos de los seguidores de DenpaFuzz son habituales del Sonicblast Fest, les emplazo a que este verano no se pierdan a estos chicos, la experiencia merecerá la pena. Retomando el contenido del álbum, destaca ese torrente de fuzz que habita en cada una de sus canciones. Unas pistas fornidas que te abofetearán la cara, pero que también te sumirán en un caos sonoro de proporciones descomunales. Si eso no es suficiente, los devaneos improvisados siguen estando presentes. Y es aquí donde KANAAN son impredecibles, ya que son capaces de llevarte a un espacio más propio de Carlos Santana a través de logrados momentos de fusión, surcar el cosmos como lo hicieron HAWKWIND décadas atrás, o mostrar el lado más rugoso del desierto a semejanza de los pioneros KYUSS. No obstante KANAAN son una banda que nada con soltura en las aguas de la psicodelia pesada, y los guiños a bandas como COLOUR HAZE, también aparecen en este descomunal álbum. Porque ‘DOWNPOUR’ te va a obligar a garrarte fuerte, porque si no, quedarás a merced de sus zarandeos y giros constantes. Un viaje a la deriva con emocionantes momentos que corroboran que los noruegos,  son una banda a tener muy en cuenta.

KANAAN  son:  Ask Vatn Strøm – guitarras, percusión, oscilaciones, Ingvald André Vassbø – batería, percusión, velocidad Farfisa y Eskild Myrvoll – bajo, sintetizadores, Mellotron, guitarra

‘DOWNPOUR’ está disponible vía Jansen Records.

Golpeando con los riffs más pesados y ásperos que los hemos oído hasta ahora, ‘Black Time Fuzz’ nos noquea como un crochet en el hígado. Una pista que refleja el sonido más monolítico de los noruegos sin que por ello el trio renuncie a su esencia psicodélica. Ensoñadores pasajes de guitarra conviven entre estruendosos riffs y atronadores tambores en un corte que mantiene el espíritu de improvisación de KANAAN. Sin duda una forma contundente de abrir un álbum. Todo un puñetazo en la mesa que desemboca en un caos monumental en el que los instrumentos se encabritan creando un sonido aturdidor.  

Después de la deflagración anterior, los hipnóticos ritmos kraut de ‘Amazon’ nos sitúan en el interior de un caleidoscopio empapado en sustancias psicotrópicas. Seis minutos de canción con la colaboración de Hedvig Mollestad en otra nueva orgía sónica.

La canción que da nombre al álbum fluye lentamente impulsada por una hipnótica línea de bajo. ‘Downpour’ palpita lentamente entre acordes y distorsiones de blues y psicodelia ácida. El ritmo colorista de los tambores hace que esta jam se muestre luminosa ante el oyente. En esta ocasión se percibe más notablemente que estos chicos improvisan e improvisan hasta que sus caminos se encuentran en algún lugar. La destreza técnica y la conexión hace que los devaneos acaben desembocando en una bella canción que bien habría podido firmar el propio Carlos Santana. Si en los dos cortes previos, no había rastro de las inclinaciones jazz del trio, aquí las pincelas estilísticas en esa gratificante fusión de elementos obtiene su recompensa. Pero obviamente, estos chicos son imprevisibles, y el corte acaba en una nueva y controlada orgía sónica.  

‘Psunspot’ pone la pausa a modo de colorista interludio atmosférico.

La breve pausa nos sitúa en un escenario más psicodélico con ‘Orbit’. Si bien la pista contiene en sus entrañas fornidos riffs, su aura parece mirar sin rubor al pasado. Con un sonido que muta constantemente en su espíritu, la canción bebe del rock de los 70’s con elementos progresivos, pero también del Stoner más contemporáneo. Una dualidad que se ve diferenciada por unos teclados vintage que se hacen paso entre su densa armonía. La banda sigue sin bajar el pistón en su nivel de pesadez, conjugando este elemento con fantásticas melodías que siempre acaban por atraparte.

El álbum cierra con una pista dividida en dos partes. ‘Solaris Pt. 1’ crea una atmósfera psicodélica a través de suaves acordes y efectos envolventes. Lentamente la pista nos va sumergiendo en un fascinante mundo sensorial. Sus balsámicos acordes de guitarra ahora son custodiados por los sintetizadores mientras la base rítmica baja las revoluciones a la mínima expresión. Mas cohesionado que las canciones anteriores, aquí los noruegos toman el camino llano en lugar de las tortuosas embestidas de los cortes anteriores. Solo en la parte final nos recuerdan que son una banda crossover, y saben manejarse con la psicodelia, el rock espacial y los rugosos riffs Stoner.

En la segunda parte ‘Solaris Pt. 2’ la psicodelia pesada de bandas como Colour Haze parece que es parte de su inspiración. Bailando sobre ese fino alambre que separa el Stoner de las vibraciones heavy-psych, la pista ofrece dos de las facetas mas brillantes de la banda. Una guitarra virtuosa y un ritmo pesado impulsan la pista a un torrente de solos ácidos, que mueren en una mar de sustancias narcóticas. De nuevo dando muestra de su poderío, el sonido de banda golpea con fuerza entre pasajes atmosféricos. Una dualidad sumamente efectiva con la que consiguen que cada canción se muestre poderosa y pesada sin renunciar a una pizca de su mágica psicodelia instrumental

Kanaan – Band

Jansen Records

Reseña: BLACK MOON CIRCLE.- Leave the ghost behind’

Han pasado cinco años desde su último álbum ‘PSYCHEDELIC SPARCELORD’, demasiado tiempo sin poder disfrutar de nueva música de estos magos de la psicodelia espacial y la improvisación. Ahora, la banda noruega nos compensa con 80 minutos de ‘viaje psicodélico’ sin ataduras, a través de siete impactantes canciones. En su décimo álbum (quinto de estudio), la banda parece explorar nuevos territorios con los que enriquecer su creación compositiva para empujar los límites del sonido que nos habían presentado hasta el momento. La incorporación a la batería del miembro de MOTORPSYCHO Tomas Järmyr, aporta una solidez palpable a unas canciones que no se rigen por ninguna regla. Ese espíritu libre a la hora de componer sus canciones hace que las mismas resulten fluidas, a pesar de su larga duración, algo que no está al alcance de todos. Es posible que sea el álbum más pesado y versátil de la banda hasta ahora. Evidentemente la improvisación es una fuente de creatividad para la banda de Trondheim, pero dentro de esas jamás espaciales en esta ocasión encontramos riffs rugosos melodías bien arregladas, y elementos progresivos. Todo esto hace que el sonido de BLACK MOON CIRCLE se muestre más sólido e incluso pesado. Pero no se asusten, los devaneos de efectos y los sintetizadores de Dr. Space, siguen ahí, surcando el cosmos entre efluvios psicotrópicos. Sus conmovedoras y largas canciones (una de ellas de mas de veinte minutos), no dejan espacio para la monotonía, ya que su fluida narrativa, hace que cada una de ellas siempre ofrezca un aliciente al oyente. Ya sea por los golpes de rock pesado de inspiración 70’s, como en los múltiples momentos en los que se dejan llevar por la exploración mas alocada. En ‘LEAVE THE GHOST BEHIND’ todo parece diseñado para el disfrute del oyente ya que el álbum es un constante tira y afloja entre lo impredecible y lo que las fuerzas caóticas de la improvisación libre espaciada decidan. Todo unido en el lado más arraigado de la estructura proporcionada por medio de la una composición exquisita de sus canciones.

BLACK MOON CIRCLE son: Vemund Engan, Tomas Järmyr, Øyvin Engan y Scott Heller

El bajo, la guitarra y la batería se grabaron fuerte, salvaje y en vivo en Nautilus Studio en dos partes separadas. sesiones en diciembre de 2020 y marzo de 2021. Luego, Scott lanzó su sonido de sintetizador en la ubicación en Penalva da Alva, mientras que las voces se hicieron de vez en cuando en Trondheim.

Finalmente se registraron gaviotas en vivo en el lugar junto al muelle de la bahía contigua a Dora. El álbum fue mezclado en Nautilus por Øyvin Engan y masterizado por Magnus Kofoed en Estudio Brygga, Trondheim, Noruega. Las esculturas de la portada del álbum fueron talladas en madera por el artista Erlend Leirdal. El diseñador Steffen Telstad junto con el fotógrafo Endre Forbord prepararon el escenario y ejecutaron la sesión de fotos La portada fue diseñada por Håvard Gjelseth. El álbum fue grabado con el apoyo de Trondheim Kommune.

‘LEAVE THE GHOST BEHIND’ está disponible vía Glover Records / Stickman Records (Soulfood Music)

Con una duración de once minutos y una presencia doom en su apertura, ‘Snake Oil’ se erige como una pista pesada y psicodélica a la vez. Los incesantes sonidos espaciales salidos de los sintetizadores de Scott, una contundente batería y la lentitud de la ejecución de sus riffs me confunden en su inicio. No tardan mucho en situar al oyente en el punto en el que mejor se manejan, Una espiral de psicodelia espacial con ritmos pesados y una voz rebosante de sentimiento. Con una vibración vintage, la canción transita por el particular cosmos de la banda de Trodheim con melodías vocales cautivadoras. Jugando a la perfección con los elementos crean una composición superlativa que mantiene su espíritu de improvisación con sólidos y pesados pasajes de hard-rock, psicodelia y atmósferas espaciales. Mostrándose por momentos como una canción pesada compuesta el los 70’s, BMC, no renuncian a esos efectos y espirales que nos sumen en un trance psicotrópico, manteniendo su espíritu intacto. La larga duración del corte permite pasar por distintos estados de ánimo. Desde las bacanales lisérgicas, la pesadez de su sonido, y las cuidadas melodías rockeras. Todo ejecutado de una forma fluida y atractiva, y si, psicodélica por supuesto.

‘Serpent’ se muestra mas experimental. Con un sonido grueso, el corte se desarrolla en una atmósfera cósmica de la que salen sus cautivadoras melodías. La dualidad de su difuso sonido, y las vibraciones de los 90’s se conjugan con gran acierto. El tema camina a trompicones con una sucesión de vibraciones agolpadas de una forma aparentemente caótica, pero en cuanto llegan los estribillos, la canción se convierte en un plato apetecible. Es posible que el sonido de la banda haya variado respecto a anteriores entregas, pero el espíritu de los noruegos está presente.

La cosa cambia con ‘Psychedelic Spacelord (Lighter than Air)’, una canción cercana a los veinte minutos en la que BMC reflejan su esencia psicodélica con un sonido áspero en su parte inicial. Golpes de riffs rugosos, y un registro vocal que mira inexorablemente al pasado, hacen que la pista consiga el objetivo de sumir al oyente en una narrativa fluida. Con una pesadez caustica, la banda golpea entre constantes cambios de ritmos y sintetizadores envolventes que aportan el espíritu sideral característico de la banda. Al igual que hemos visto en los álbumes de MOTORPSYCHO, una legión de bandas noruegas parece mirarse en ellos para ofrecer un sonido versátil y atrayente a partes iguales. La pista no da respiro en ningún momento, teniendo el punto de mira en un avance constante. El trabajo de la línea de bajo destaca entre los poderosos tambores y los pasajes de guitarras. Con aspecto de haber nacido de una improvisación, la canción va explorando diferentes estados sin que nada resulte anodino. El corte se pierde en una espiral psicodélica en la que banda ejecuta sus instrumentos de una forma anárquica que acaba por dejarnos en un insondable entorno cósmico. Una vez allí la guitarra destila pasajes lisérgicos de alto octanaje, demostrando que estos chicos se manejan bien en estos escenarios lisérgicos.

Cambiando el registro ‘Bubbles in the air’ es una suave canción ejecutada con pausados acordes acústicos y una voz cálida a la vez que cautivadora. Todo un bálsamo para los sentidos con reminiscencias psico-progresivas adornado con algún efecto de sintetizador en la expresión mas minimalista de los noruegos.

‘Cohiba’ nos devuelve a los riffs gruesos con su espíritu 70’s. Con una impactante guitarra, la pista gravita en una atmósfera vintage y psicodélica con algún devaneo blues.  El corte mantiene su carácter contenido con un ritmo cadente pero firme. En su segunda mitad, las hostilidades psicotrópicas se desatan con una especie de jam en la que la guitarra copa todo el protagonismo con bucles interminables. Los efectos siderales no faltan a su cita aportando el carácter cósmico de muchas de las canciones de los noruegos.

Con diez minutos de duración, ‘Magellanic Cloud’ explora los confines de la psicodelia espacial. Auspiciado por una introducción de extraños efectos de sintetizador, el corte fluye en un insondable espacio psicodélico. Una magnética línea de bajo va creando el clima de este ceremonial chamánico. Pasajes heavy-psych de alto nivel van surcando ese escenario antes de la entrada de la voz. Con sólidos pasajes la banda alterna los momentos instrumentales (de gran peso en la pista) con otros en los que la canción se muestra más accesible y menos experimental. Con una estructura de jam convertida en canción, los noruegos logran un mágico equilibrio en el que cautivadores pasajes de vocación floydiana se enriquecen con agradables melodías vocales que se inclinan a un espacio más progresivo. Lea exploración psicodélica se vuelve más tormentosa en una parte final en la que la intensidad se incrementa sin que el corte pierda su esencia.

El corte final, ‘Radiant Sun’, se desarrolla durante mas de veinte minutos en los que la banda se siente libre para hacer fluir su creatividad. Un contagioso ritmo rockero inicia a andadura de esta nueva exploración sónica. Con el espíritu de los 70’s inmerso en sus surcos, la sólida pista ofrece multitud de matices y reverberaciones en un exuberante escenario psico-progresivo. Llegado a su mitad, el corte sucumbe sin rubor al caos de la improvisación con una orgía lisérgica de grandes dimensiones. Podría parecer que BLACK MOON CIRCLE han perdido el rumbo, pero su capacidad para lograr que la pista se muestre conexa, evita que el oyente se pierda en exuberancia de su instrumentación. Efectos de guitarra, sintetizadores una línea de bajo completamente hipnótica y unos tambores alocados son los elementos usados para este tormentoso recorrido una jam que se vuelve más espacial en esta parte central. Tras la tempestad siempre llega la calma, y ésta, se representa en la descripción de un espacio en el que el vacío del cosmos es el protagonista. Sorteadas todas las adversidades del camino, la susurrante voz parece para crear el sosiego necesario tras la monumentalidad de los caóticos pasajes previos. Un epílogo perfecto con tintes psico-progresivos que hace que esta canción sea de lo más interesante de este brillante e inusual álbum.

 

Black Moon Circle

Stickman Records

Crispin Glover Records

Reseña: EDENA GARDENS.- ‘Agar’

Con menos de un año de vida, EDENA GARDENS, el nuevo proyecto del guitarra de PAPIR, Niklas Sorensen y el batería de CAUSA SUI, Jakob Scott, junto al bajista y multi-instrumentista Martin Rude, parecen asentarse como una banda con vocación de futuro. Nuevamente bajo los designios del sello El Paraiso Records, publican su segundo y fascinante álbum ‘AGAR’. Continuando con su búsqueda de nuevas rutas en las que plasmar su vasta creatividad, el trio emerge con las fuerzas intactas en un nuevo álbum en el que los sonidos ambientales impulsados por brillantes líneas de guitarra se fusionan con ritmos en capas en una conjunción multifacética. Un vasto pozo de ideas del que rescatan canciones ambientales con solidas líneas de bajo y un sonido relajante. EDENA GARDENS son una banda que se compenetra por sí misma con la calidad de unos músicos que no necesitan ponerse de acuerdo y solo necesitan dejar que su música fluya libremente en busca de un objetivo común. De esta manera componen cautivadoras canciones con las que no solo innovan, sino que muestran el amplio pozo de ideas o sonidos que solo están implícitos o se tocan brevemente, creando una agregación de sonidos fuera de nuestro alcance. ‘AGAR’ es una de esos trabajos que manejan la sensibilidad del oyente proporcionando gratificantes momentos atmosféricos en los que la psicodelia se expande tomando elementos de free-jazz, desert-rock y muestran una insuperable belleza atmosférica. Con canciones que fluyen libremente sobre un amplio espectro estilístico, la superposición del sonido por capas es el principal elemento que las une. De esta manera logran expandir su creatividad para plasmarla en un hechizante álbum para degustar desde la calma. Ya sabemos que la inquietud de estos chicos les lleva a no renunciar a nada, pero con este segundo trabajo, me hacen tener la esperanza de que el proyecto continúe para seguir proporcionándonos nuevos y maravillosos trabajos como este. El futuro es el único que tiene la respuesta sobre la posible continuidad, así que, de momento, degustemos esta joya sonora. Un trabajo que tendrá su continuación con un nuevo álbum en vivo registro durante su primera actuación en directo, y que verá la luz, en un par de semanas bajo el nombre de ‘LIVE MOMENTUM’ que también verá la luz bajo los designios del sello El Paraiso Records.

Ensoñadores pasajes de guitara y un ritmo aparentemente inconexo van haciendo brotar ‘Forst’. Susurrantes y balsámicos pasajes instrumentales acarician al oyente con bellas melodías en una canción con aspecto de jam. Un puzle sonoro que transmite una sensación de relax a pesar de sus múltiples aristas a lo largo de siete minutos de psicodelia ambiental perfumada.

Evocando la puesta de sol en el horizonte, la hermosa ‘Sombra del Mar’ revolotea al son de una suave brisa con pausadas melodías que se superponen. Multiplicando el sonido de las seis cuerdas, el ritmo calmado acompaña una armonía que se diluye entre las olas para rearmarse en cada pasaje hasta la llegada del ocaso.

  ‘Veil’ nos muestra un sonido más sobrio. Lento y engrosando sus armonías, el corte se toma su tiempo para armarse en su vocación cinemática. Evocador de grandes espacios atmosféricos, se pausa transitar hace que una sensación de calma se apodere de nosotros. Con delicadeza la guitarra floydiana va tomando un mayor protagonismo mientras la base rítmica golpea firme, pero con pausa. Usando la repetición como un elemento a favor de obra, van incorporando pasajes silenciosos en una atmosfera que evoluciona hacia un espacio sensorial a través de sonidos expansivos. Vibraciones cósmicas de tierra arrasada toman el protagonismo de una pista sensorial y con elementos arenosos a pesar de su suavidad. Especialmente en la parte final logran que la monotonía se convierta en virtud, y los doce minutos pases volando.    

‘Halcyon days’ es un interludio panorámico de hermosa calidez analógica usado como rampa de salida para el siguiente corte. 

Con el bajo como protagonista en su apertura ‘Dreich’ palpita bajo el cielo abrasador masajeándonos con suaves y cálidas melodías. Otra canción atmosférica que no levanta la voz manteniendo un tono pausado entre diferentes ornamentos sonoros ensamblados con delicadeza.

Con suaves brisas exóticas ‘Ascender’ es otro breve interludio atmosférico de escasos dos minutos.

‘Montezuma’ mantiene en cierto modo el tono desértico que se vislumbra en parte de canciones del álbum. Lenta y suave, la canción es bálsamo reconfortante que nos acaricia con dulzura encada nota. Con un tono más psicodélico, los pasajes de guitarra penetran profundamente en nuestros sentidos ofreciendo un espacio ideal para la relajación. Los sofisticados solos de guitarra contrastan con una base rítmica sobria.

En este fantástico collage sonoro de relajantes vibraciones ‘Crescent helix’ se muestra como un ‘verso suelto’ y explora vibraciones más propias del free jazz. Un sonido vanguardista impregnado desustancias psicodélicas del que asoma una cierta vocación blues. Un estado caótico que de forma natural se convierte en algo cohesionado, reflejando el talento de estos brillantes músicos.   Estamos ante un nuevo hito en la capacidad compositiva de los daneses y su capacidad para amoldarse a distintos entornos sonoros sin renunciar a su verdadera vocación.

 Edena Gardens

El Paraiso Records

Reseña: CARLTON MELTON.- ‘Resemble Ensemble’

Los alquimistas californianos en las artes de la psicodelia de mentes fundidas publican su nuevo álbum ‘RESEMBLE ENSEMBLE’. Un trabajo diferencial en la carrera de CARLTON MELTON, ya que la incorporación de Anthony Tabi (WHITE MANNA), como cuarto miembro de la banda, su sonido se ha vuelto mas bello y poderoso. Haciendo que la música fluya y fluya, estos veteranos hacen que sus canciones se retroalimenten entre ritmos kraut, atmósferas espaciales, y psicodelia narcótica, llevándonos a un narcótico, pero gratificante estado sensorial. Sin renunciar a los elementos rag-rock, los efectos, guitarras y sintetizadores crean unas jams que taladran nuestras neuronas con drones y compases hipnóticos. CARLTON MELTON le dan una vuelta de tuerca  más a su magnífico sonido psicodélico , evolucionando y mostrándose (aunque ya lo eran)como una banda madura y con la ideas muy claras. ‘RESEMBLE ENSEMBLE’ es un álbum con personalidad propia y, a pesar de que sus viajes lisérgicos han sido recorridos por multitud de bandas, estos auténticos comandantes de las naces que surjan la escena psicodélica espacial, consiguen descubrir nuevas y ensoñadoras rutas con las que conquistar a cualquier amante del género. Porque su nuevo álbum es tan brillante que seguro que te deslumbrará. Como se dice en estos casos, ponte cómodo, abróchate el cinturón, y disfruta de este sensacional viaje a los confines más remotos de la psicodelia del siglo XXI, te espera un mundo lleno de sensaciones.  

‘Prescribed Skies’ es una jam psicodélica de once minutos impulsada por hipnóticos ritmos kraut, atmósferas espaciales, guitarras ácidas y un aroma exótico, gracias a los pasajes de raga-rock que contienen sus surcos. Un auténtico agujero negro que te atrapa en un vieja a lo mas profundo de tu mente, proporcionándote gratificantes sensaciones. Aturdidor, y narcótico, el corte no está exento de la pesadez requerida. Sin duda, todo un golpe sensorial que te deja aletargado y consigue expandir la mente del oyente. Impactante y completamente lisérgico.

En un tono mucho más sosegado, Elsewhere (Need to Be)’ se nutre de drones en un narcotizante zumbido constante. La combinación de aromatizados acordes en contraste con lo difuso sonido en segundo plano hace que la canción aparezca mostrando las dos facetas que probablemente mejor sepan hacer los californianos. Con un efecto balsámico, consiguen llenarnos de buenas sensaciones, mientras su poder hipnótico, está presente. Basado en la repetición el corte parece susurrarnos en una baja frecuencia que despierta nuestras neuronas mas aletargadas.

‘So The Story Grows’ parece desarrollarse en insondables espacios cósmicos. Con efectos y sintetizadores consiguen crear una odisea sideral que una vez mas hace que nuestra mente se abra a nuevos mundos sensoriales. Desde la pausa, y ejecutando cada nota con calma, el lento ritmo ceremonial hace que la nave de CARLTON MELTON, explore los confines de la psicodelia. Momentos floydianos se entremezclan con constantes sonidos que se superponen unos a otros, creando un a atmósfera narcótica de gran magnetismo. Por momentos inconexo y algo anárquico, el tema logra sortear los obstáculos del camino en un viaje hacia el infinito que parece no tener final.

Con solo cuatro minutos, ‘High Alert’, es completamente diferente del resto de las canciones con una duración mucho mayor. Aquí los elementos electrónicos se conjugan con riffs rugosos en contraposición con los pasajes sensoriales descritos en los temas anteriores. Aunque su sonido difiera del resto, su estructura siguen sustentada en el hipnotismo de sus ritmos. También aparecen algunos elementos progresivos y una guitarra esplendorosa que nos recuerda de quien estamos hablando. Por momentos bebiendo de la fuente de los 70’s, crean un corte soberbio a la vez que sorprendente y lleno de gancho.

‘Route Thirteen’ cierra este fantástico álbum con un sonido nacido del vergel del rock de los 70’s. Sobre una atmósfera de inclinación sureña, consiguen llenar de color una canción cocida a fuego lento, pero que contiene gratificantes sabores.  Su combinación de vibraciones sureñas unido a sus pasajes psicodélicos, la hacen un plato de fácil degustación. Como en el resto de temas, la repetición vuelve a ser el pilar sobre el que estampan todos sus matices lisérgicos.

Carlton Melton (band page)

AGITATED RECORDS