Cinco años después, los británicos STEAK regresan para derretir el asfalto con una nueva colección de canciones de rock pesado que arde sin llama y que está hecho para tocar bajo y lento. Su particular blues del desierto expansivo penetra en los sentidos del oyente impregnándolo de vibraciones stoner con un tono melancólico, pero lleno de fuerza. STEAK son una banda particular, una banda que, a pesar de tocar un estilo definido, tiene su propia esencia, y eso se refleja en estas ocho fantásticas canciones. Un trabajo con una buena producción y un sonido nítido, lo que le hace ser un álbum versátil, tanto en sus pasajes psicodélicos como en los golpes de pesadez stoner. Lleno de ganchos en forma de estribillos, STEAK atrae a sus fieles a un espacio de intensidad sonora como pocos. Todo un despliegue de stoner-metal que no reniega de sus raíces blues, y que por momentos, se enriquece con pinceladas grunge. Emotivas canciones con magníficos arreglos, riffs poderosos, voces mágicas y una sensación de grandilocuencia en un trabajo con unas canciones en las que todos los detalles parecen perfectamente diseñados para enganchar al oyente. Con la llegada del álbum viene la llegada del cómic de edición limitada «Steak: Mad Lord» que acompañará al vinilo. Escrito por Samuel Smith e ilustrado por Rhys Wooton, el cómic reúne el futuro postapocalíptico establecido hace mucho tiempo de STEAK y el mundo samurái exagerado del Japón feudal del cortometraje «Mad Lord: Samurai of 1000 Deaths», la banda sonora del cual fue grabado íntegramente por la banda.
‘ACUTE MANIA’ está disponible vía Ripple Music.

‘Wolves’ parte de un entorno de rock clásico que evoluciona hacia difusos pasajes stoner. Oscilante con sus subidas y bajadas de intensidad, el corte contiene plácidos desarrollos pintados de psicodelia en contraste con momentos ásperos y pesados. Una melodía bien cuidada hace que el tema brille por igual, tanto en sus pasajes más contundentes, como en los remansos de paz que contiene. El uso del fuzz cegador presente en partes de la canción, está ejecutado con eficacia para que todas las piezas del puzle encajen. También el logrado trabajo en las melodías vocales es uno de los avales de la pista.
Golpeando con virulentos riffs pesados ‘Dead Meat’ se desarrolla en una atmósfera turbia y oscura. Una batería marcial, pinceladas grunge, y unos riffs mastodónticos, son los argumentos de este impactante corte. Si a estos elementos unimos unos coros exóticos, nos encontramos un resultado fascinante en una canción sustentada en los dictados stoner.
En todos acústicos ‘Ancestors’ cambia el registro de STEAK. Delicado y acolchado en su apertura, la canción se eleva majestuosa guiada por fascinantes melodías que arrastran unos riffs, que incrementan su intensidad. Nuevamente serpenteante entre remansos de calma, y tortuosos pasajes, logran otra atractiva canción marcada por un sonido difuso y unas voces cristalinas haciendo de contrapunto.
‘Last Days’ fluye lentamente en un espacio psicodélico evocador de bandas como All Them Witches. Tonos de psicodelia chamánica expanden su poder de seducción con pausados acordes con sabor a medio oeste. En esa atmósfera humeante el corte avanza firme entre embriagadores paisajes bien construidos. El lado más lisergico de los británicos aparece aquí de forma esplendorosa. Completamente cautivador, el corte nos sume en un trance narcótico enriquecido con sutiles coros y golpes de riffs de de psicodelia pesada
En ‘Frequencies’ los britanicos exploran insondables entornos de psicodelia pesada con gran acierto. Reconfortante en su melodía el corte es ornamentado con efectos envolventes. Su instrumentación indaga en un territorio más progresivo en el que los elementos espaciales hacen acto de presencia en su primera mitad. A partir de ese momento la banda desata toda fuerza transformando el carácter del corte con elementos stoner y hard-rock. Las voces alternan momentos desgarrados con melodías apacibles, lo que enriquece profundamente la canción, haciendo que ésta se muestre versátil y rica en matices. Su magnífica producción, hace que su sonido sea esplendoroso.
Los crujientes riffs de ‘System’ nos sitúan en un espacio stoner de gran rugosidad y pesadez. EL grueso sonido del bajo difuso y sus pujantes tambores son aplacados con una voz más amable con la que bajan la intensidad. El carater monolítico de sus riffs logran encajarlo con pasajes de psicodelia pesada de gran atractivo. Nuevamente vuelven a dotar la canción de una variedad de estilos con los que logran un resultado fascinante.
Los ocho minutos de ‘Papas Special Custard’ trascurren en un espacio de psicodelia pesada con un gran atractivo y magnetismo. Con una apertura contenida y lisergica, la banda va haciendo evolucionar su envolvente sonido hacia un entorno más virulento. El hipnotismo de su armonía se contrarresta con golpes de riff difusos en una línea que me recuerda a bandas como Rotor. Estas idas y venidas se suceden aunque el tema tiene un nitido caracter chamánico. Sus cálidas y hechizantes voces nos sumen en un gratificante trance que reconforma nuestros sentidos. Posibleente la canción mas notable de un interesante y atractivo álbum. Aquí se siente a la banda cómoda ejecutando estas magnéticas vibraciones lisérgicas.
En tonos acústicos, ‘Mono’ deja espacio a la espiritualidad. Suaves acordes y unas susurrantes voces corales, nos ponen en el lugar adecuado para percibir todos los sentimientos que el corte logra transmitir. Su carácter psico-progresivo se enriquece con riffs crujientes que datan al corte de una grandiosidad momentánea, ya que la esencia se mantiene en ese entorno psicodélico en el que tan bien se maneja STEAK.
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