La primera vez que me topé con la música del trio australiano hace dos años, me que fascinado. Su álbum debut ‘SILVER BUDDHA DREAMING’ (reseña aquí) me voló la cabeza, y ahora, nuevamente, con su segundo álbum ‘WORLDS COLLIDE’, han vuelto a volverme loco. Porque si, estos chicos saben como estimularme. Su fascinante combinación de psicodelia pesada de fuerte inspiración floydiana, sus potentes riffs Stoner y la acidez de sus desarrollos con elementos de blues, sin duda es algo que no te puedes perder. Si en su anterior EP ‘VALLEY OF PRIMORDIA’ (reseña aquí), optaban por dejarse llevar por dos jams instrumentales, ahora logran conjugar el sonido de sus trabajos previos, con una madurez que no duda en incorporar elementos blues, pasajes progresivos e incursiones en el territorio psycho-doom. ‘WORLDS COLLIDE’ nos invita a pasar al otro lado del espejo y disfrutar de cuatro largas canciones, con identidad propia, y con un arco iris de matices sonoros. Nebulosas cósmicas que nos narcotizan, pero que también saben cómo hacernos despertar de ese gratificante letargo con un sonido pesado, difuso por momentos, pero absolutamente maravilloso y adictivo. Si en el álbum aparecen elementos de los 70’s, su sonido se circunscribe a un espacio mucho más contemporáneo. Cada canción tiene un elemento predominante y que marca su sonido. Desde la psicodelia onírica y ácida, los difusos sonidos desérticos, el Stoner-doom y el blues humeante. Sin duda un menú para degustar cada nota saboreando todos sus matices. Rock con un sonido a la vieja usanza rebosante de frescura y una producción contemporánea que hace, que a pesar de la larga duración de cada tema, nos quedemos con hambre de más. ‘WORLDS COLLIDE’ no es un álbum mas heavy-psych, sino que es un álbum que destaca, porque en él, se refleja el talento de estos tres grandes músicos de las antípodas. Su atractiva mezcla de vibraciones PINK FLOYD, HENDRIX, SABBATH con los ecos de bandas contemporáneas como EARTHLESS o ELDER, le postula como firme candidato a ocupar uno de los puestos de honor del género a final de año.
ROBOT GOD son: Tim Prichard a la batería y Matt Allen al bajo, sintetizadores, y Raff Lacurto a la guitarra. ‘WORLDS COLLIDE’ está disponible vía Kozmik Artifactz

La impactante y maravillosa ‘Sleepwalking’ nos invita a pasar al otro lado del espejo entre ecos de Pink Floyd. Un mundo mágico parece mostrarse ante nosotros a través de suaves acordes psicodélicos y una voz cálida y aterciopelada. Un espacio en el que los solos ácidos se estiran hasta la extenuación acompañados por una base rítmica ciertamente pesada. El corte se va enmarañando poco a poco con voces que parecen replicarse con momentos de intensidad. Heavy-psych fascinante que golpea con fuerza al oyente. Sin las influencias floydianas son palpables, también las vibraciones pesadas más contemporáneas están presentes en una dualidad que ciertamente funciona. Once minutos mágicos e intenso que concluyen con riffs Stoner de vocación retro para que el círculo se cierre. Me atrevería a decir que solo por esta canción, el álbum ya merece la pena. Brillantes y psicotrópicos, los australianos muestran sus armas.
Sin salir de ese espacio onírico ‘Ready To Launch’ con una apertura de tientes cósmicos parece despeñarse por un torrente de riffs de vocación retro. Pesado y psicotrópico a la vez, el corte ondula dejando paso a solos lisérgicos sin perder esa esencia floydiana que escuchábamos en el corte de apertura. Golpes de Stoner y psicodelia pesada en un tono más agresivo y contundente crean una canción con un sonido más difuso y turbio, pero igualmente fascinante. Aquí podemos encontrar también algún elemento progresivo.
Una cadente línea de bajo nos introduce a ‘Boogie Man’. Una canción en la que la guitarra ruge y los tambores atruenan. en esta ocasión con reminiscencias blues, ROBOT GOD, mantienen el nivel en ese particular espacio psicodélico. Con dos partes diferenciadas, el tema transita por un espacio mas propio de los 70’s en su comienzo, para luego dejarse seducir por elementos psycho-doom gracias a una crujiente y poderosa línea de bajo. No faltan los efectos envolventes aportando las dosis de psilocibina. Sumidos en un espacio más oscuro, el trio construye un tema poderoso y pesado a la vez que psicodélico. La banda sabe crear una auténtica cortina sónica compuestas por distintas capas que se complementan. Si bien el bajo parece erguirse como protagonista, los solos de guitarra asesinos no faltan a su cita.
El heavy-blues lisérgico de ‘World’s colide’ cierra el álbum explorando sonidos más propios de los primeros 70’s. Humeante, pesado, y con un ritmo fluido, el corte nos aturde con un magnético poder psicotrópico. Nuevamente explayándose en el tiempo con más de diez minutos, ROBOT GOD nos vuelve a ofrecer un corte lleno de matices y estados de ánimo. Sin darnos cuenta, las revoluciones bajan para llevarnos a territorios pantanosos en los que el blues exhuma sustancias narcóticas para sumir al oyente en un gratificante trance. Por momentos, esto es blues ácido en su más pura expresión, pero también psicodelia magistral. Que duda cabe que cuando la creatividad de unos grandes músicos fluye, la tormenta perfecta esta servida, y ‘World’s colide’ es otra brillante muestra de la psicodelia pesada contemporánea en su más pura expresión. En la parte final los australianos optan por volver a retomar los elementos Stoner-doom para poner el tono épico a otra canción llena de belleza y versatilidad.
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