Poniendo fin a trilogía pandémica iniciada con ‘THE BURDEN OF RETLESSNESS’ (reseña aquí), y continuada con ‘ACHERON’ (reseña aquí), ‘REGENERATOR‘, sirve de nexo de unión entre ambos. Continuando con en esa exploración de la modernidad de la psicodelia pesada, sus canciones que te atrapan en auténticas espirales ´sónicas de tintes siderales, pero que sin renunciar a sus bellas y acolchadas melodías. Una formula que le sigue funcionan al trio. Todo un crisol de sonidos psicodélicos, progresivos, espaciales, crean un álbum conmovedor a la vez que impactante, sorprendente y magistral a partes iguales. El álbum nos muestra las sombras, pero también es capaz de encontrar la luz con sus serpenteantes e hipnóticas canciones, que abarcan un crisol de estilos e influencias para ensamblarlos perfectamente. Una maquinaria rítmica acoplada con exquisitez, hace que las canciones vayan mutando entre diferentes atmósferas, creando un gratificante campo magnético para el oyente. Sin renunciar a la psicodelia pesada, los elementos progresivos son mas numerosos que en anteriores entregas. Ese tono futurista y sideral hace que la banda no ceje en su exploración sónica sin que puede vislumbrarse donde está su final. Me pregunto….. ¿Estos chicos no van a dejar de evolucionar en su sonido sin renunciar a su esencia? De momento la respuesta la tenemos en ‘REGENERATOR’, un álbum que fluye impulsado por unos tambores inquebrantables, un bajo que parece no estar, pero que se siente, y una guitarra junto a una voz, que saben cuándo cambiar el registro y la intensidad para seducir al oyente. KING BUFFALO conoce a la perfección como hacer progresar sus canciones, pero también son maestros en sacar provecho a la repetición ,sin caer en la monotonía y el hastío. ¿Cuántas bandas son capaces de componer tres obras maestras en un año como KING BUFFALO?. Esta reflexión es la que dimensiona verdaderamente el trabajo que KING BUFFALO lleva ofreciéndonos desde hace años. Una banda que no deja de crecer y captar más adeptos a su causa, como pude comprobar este verano en sus actuaciones en Krach am Bach y Sonicblast-Fest, donde conquistaron a la audiencia con su magnética psicodelia pesada del nuevo milenio. Para aquellos que piensan que en el rock todo está inventado, les invitaría a escuchar a KING BUFFALO, seguramente cambiarán de opinión. Porque los de Rochester hacen que el rock siga regalándonos albúmenes llenos de frescura y originalidad en su conjunto y desarrollo, sin caer en convencionalismos y consiguiendo que cada nuevo álbum suyo, lleve su sello de identidad y resulte plenamente reconocible.
KING BUFFALO son:
Sean McVay: guitarra, voz y sintetizador
Dan Reynolds: bajo y sintetizador
Scott Donaldson: batería
‘REGENERATOR’ fue producido, diseñado y mezclado por Sean McVay, y masterizado por Bernie Matthews. La obra de arte fue creada por Mike Del Rosario, con el diseño del álbum de Scott Donaldson y está disponible como autoedición en Norteamérica y en Europa a través de Stickman Records.

Dando nombre al álbum, ‘Regenerator’ nos sume en un trance psicodélico en el que los ritmos hipnóticos van minando la capacidad neuronal del oyente. Con frescas melodías, el corte aporta luminosidad a su propuesta pseudo-espacial. Desarrollándose con gran agilidad el brillante trabajo de guitarra se conjuga con una base rítmica implacable. KING BUFFALO se deja llevar por una atmósfera heavy-psych con solos interminables que van contoneándose con suma destreza. Todo un gratificante mundo sensorial que nos hace escapar de cualquier espacio terrenal. Sin duda un sonido que mira hacia el futuro formando de la constante exploración sónica del trio. Si la guitarra brilla con luz propia, tanto batería como bajo parecen diseñados para golpear al unísono como si te un ‘todo’ se tratara. Un tema mágico y brillante a la vez.
‘Mercury’ susurra con aterciopeladas melodías salidas de voz de Sean. Los hipnóticos ritmos se muestras contenidos en un tema que explota con riffs pesados sin que esto haga cambiar su vocación sideral. Leves momentos de intensidad que se aplacan en una armonía dominada por una pulsante y poderosa línea de bajo. Aquí está el principal argumento sobre el que la canción se desarrolla. Pero KING BUFFALO sabe cómo conquistar al oyente y la luminosidad de su melodía unido a la intensidad nos rescata de este nuevo trance.
La poderosa apertura de ‘Hours nos sumerge en un estado hipnótico en el que el kraut rock más futurista hace acto de presencia con todo su esplendor. Veloz, punzante, pero sin renunciar a su poder magnético, el tema cruje entre gruesas líneas de bajo y unos tambores ejecutados milimétricamente. Sobre esos mimbres, las embestidas de la guitarra aportan brillantes momentos heavy-psych. Dejando que la instrumentación fluya, el hilo conductor del tema nos lanza a una espiral sónica. En ese insondable espacio los sintetizadores nos describen un insondable entorno sideral con matices electrónicos. Un sonido metálico lleno de fuerza que hace gravitar la nave nodriza de los de Rochester por el cosmos infinito.
En ‘Interlude’ retoman el efecto balsámico para ofrecernos una estampa bucólica a través de sencillos acordes envueltos en sintetizadores y la cálida voz de Sean. Un espacio relajante y psicodélico como solo ellos saber hacer.
Después del trance anterior ‘Mammoth’ retoma los espacios progresivos ofreciéndonos pausados momentos que van serpenteando entre ritmos repetitivos. La melodía vuelve a tomar el protagonismo de una trama que parece mirar de reojo a los 70’s en su argumento. Una vibración Pink Floyd ocupa la parte final de un tema sólido, perfectamente estructurado y con muchos alicientes en sus magnéticos surcos. Seguramente el culmen melódico de un álbum que no se ciñe a un único estilo, sino que sabe evolucionar con unas transiciones realmente logradas.
‘Avalon’ regresa a los espacios oníricos con un mayor protagonismo de los teclados arropando su aterciopelada melodía mas propia de los dinosaurios progresivos de los 70’s. Suave en su envolvente desarrollo, el tema ofrece medidos arranques de fuerza que lo hacen elevarse majestuoso. Riffs que crujen y se elevan entre una voz que se intensifica subiendo la intensidad. Con estas embestidas consiguen que cada pieza del puzzle, por muy dispar que sea, encaje a la perfección.
El álbum cierra con ‘Firmament’. Embutidos en un espacio de melancolía, los acordes se suceden con pausa creando una atmósfera envolvente y acogedora presidida en su parte inicial por la oscuridad. Lentamente la canción va en busca de la luz. De nuevo en un segundo plano, pero con un protagonismo estelar, el bajo va susurrándonos con sus notas con lo hace la voz con sus frases. elevándose con gruesos riffs, el pausado tempo sirve de contrapeso a una armonía que se decanta por el rock más punzante. Nuevamente KING BUFFALO consigue su objetivo de transportar al oyente a diferentes espacios sonoros sin que ese transito resulte traumático, sino todo lo contrario. Muchas veces he dicho que los de Rochester son la banda del momento que mejor saber crear la atmósfera justa para atrapar al oyente. En su desarrollo pasamos por bucólicos espacios progresivos, psicodelia ensoñadora y ácida por momentos, pero también por el hipnotismo de unos ritmos que te atrapan en una espiral de la que es imposible salir. La epopeya de nueve minutos concluye con una explosión de intensidad que nos lleva algún espacio en lo más recóndito del cosmos.
2 opiniones en “Reseña: KING BUFFALO.- ‘Regenerator’”