Reseña: THE THIRD MIND.- ‘Live mind’

Desde que recibí la promo del álbum estoy enganchado escuchando en bucle esta maravilla sonora inspirada en la psicodelia de finales de los 60’s y especialmente de los sonidos de la West Coast. En DenpaFuzz ya disfrutamos con su álbum ‘THE THIRD MIND’ (reseña aquí) publicado en 2020 pero ahora el gozo llega a extremos insospechados con este registro en vivo de la banda en su plenitud. Se trata de un álbum con versiones de canciones de blues psicodélico de artistas de los 60’s como Grateful Dead, Electric Flag, Jaynettes, Bonnie Dobson o Butterfield Blues Band. En un show de una hora de duración en el que no hay un solo minuto para desperdiciar, este supergrupo con reputados músicos, sabe como darle una vuelta a canciones que algunos hemos escuchado durante años formando parte de la banda sonora de nuestra vida y lo hacen con la elegancia y carisma de unos auténticos veteranos. No en vano el grupo nace de la mano de dos reputados músicos como Dave Alvin (ganador de un Grammy) y Victor Krummenacher (Camper Van Beethoven, Monks of Doom, Eyelids), acompañados de talentos de la talla de la vocalista Jesse Sykes (Jesse Sykes & The Sweet Hereaf), todo un portento vocal que consigue transmitir su magia a los oyentes con sensuales melodías vocales que aumentan la calidad de unas canciones ya de por sí maravillosas. Estas versiones se desarrollan en directo con un espíritu de jam haciendo que las mismas emprendan diferentes caminos en su improvisación, unas rutas sonoras en las que la elegancia y el sentimiento están siempre presentes para gozo de este tipo de música nacida hace ya cinco décadas, pero que mantiene su vigencia en los tiempos que vivimos. Probablemente algunos pensaran que estamos ante la música de siempre, pero cuando esa música se interpreta con maestría con la que la hacen estos chicos el resultado es impresionante. ¿Tienes alguna duda? compruébalo por ti mismo, dale al play y disfrutando de esta pequeña obra maestra del siglo XXI comparable a álbumes como ‘THE LIVE ADVENTURES DE MIKE BLOOMFIELD & AL KOOPER’, uno de los mejores álbumes en directo de la historia, y no, la comparación no es exagerada, créeme. Si te gusta el blues psicodélico y la improvisación, este es tu álbum.

‘Sally Go Round The Roses’ es una joya del blues psicodélico de nuestros tiempos. Imagínate a Jullie Driscol liderando una banda de blues ácido y sabrás de que te hablo. La canción se erige como un gancho para profundizar en el resto del álbum. Sensuales pasajes vocales, un suave grooovy contagioso y sugerentes melodías se adornan con unas buenas dosis de guitarras psicodélicas componiendo este elegante y sugerente coctel sonoro a la altura de los Dioses. En esta versión de la canción de los 60’s de Jaynettes, la magia escapa de la chistera para inundar nuestros corazones de sensibilidad a lo largo de trece minutos difíciles de superar. En su parte final aparecen elementos rítmicos más propios de músicos como Santana en una orgía final realmente increíble.

El listón quedaba alto con el tema de apertura pero ‘Doralee’ , la canción de su vocalista bajo el nombre de Jesse Sykes & The Sweet Hereafter corrobora el nivel del álbum. Folk oscuro rebosante de sensualidad envuelto en una atmósfera melancólica y sutiles matices, hacen que la pista adquiera una nueva dimensión en esta cautivadora versión.

La siguiente canción es una versión del clásico de los 60’s de ELECTRIC FLAG. ‘Groovin Is Easy’ evoca el Verano del Amor a través de sensuales y cautivadoras melodías que nos acarician con dulzura entre guitarras incisivas un cálido órgano vintage y un ritmo que penetra en el oyente. Partiendo desde la clama mas absoluta la pista eleva su tono tornándose más lisérgica y corrosiva. Es la magia de la improvisación en vivo, plasmada con absoluto acierto en esta ocasión.

Los reconocibles acordes acústicos de ‘Morning dew’ nos asaltan de inmediato. En un tono mas contenido a la versión que Jeff Beck hizo del tema de Bonnie Dobso, consiguen reconvertir este clásico intemporal en otra pieza de coleccionista. Una voz que no tiene nada que envidiar a grandes del folk como Joni Mitchel, o la misma Bonnie Dobson nos masajea con delicadeza entre brillantes solos de guitarra que vuelven a certificar el buen hacer de su guitarra. Elegante, susurrante y emanando sensibilidad, Jesse se las maneja a la perfección para adaptar la pista a su registro. tomándose las cosas con calma, y armando la canción con paciencia, nos regalan trece minutos para el recuerdo. Otra interpretación mágica que brilla a un alto nivel en una de las canciones más versionadas de la historia.  La banda mantiene la misma estructura de partir de la suavidad y lo delicado, para ir añadiendo cuerpo a sus canciones con esa guitarra asesina y sus palpitantes ritos de tonos vintage. Destables son los momentos de la parte central en el que la voz se queda sola ante el silencio mostrándose apacible y balsámica. ‘Morning dew’ es una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, y sin duda, puedo decir que después de haberla escuchado en mil formas distintas, THE THIRD MIND han sabido captar por completo su esencia.

Nuevamente lo vuelve a hacer con otro clásico del blues de la Costa Oeste.  ‘East west’ la canción de THE BUTTERFIELD BLUES BAND de 1968 sufre una vuelta de tuerca en esta jam tan honrosa. Blues en estado puro en una atmósfera humeante con sabor a garito de luz tenue con una fuerza notable y una ejecución más incisiva. En ella encontramos los momentos mas alocados del álbum con una orgía de instrumentos y una contundencia que no habían mostrado en el resto de canciones. Arrolladora y purista.  Dieciséis minutos en los que el blues se une a la fórmula psicotrópica que con tanto acierto ejecutan. Tomando el formato de una jam ácida la improvisación hace acto de presencia sobre cadenciosos y efusivos ritmos. La larga duración del tema deja espacio al desarrollo de una bacanal de alucinógenos en la que los lisérgicos pasajes se adornan con el sonido de la armónica. Evidentemente estamos ante un tema de blues, y ese elemento no podía faltar aquí al ser una de las señas de identidad que dio gloria a Paul Butterfield en aquella aventura junto a Mike Bloomfield. Este pequeño giro no es un obstáculo para que mantengan el listón en una ejecución rítmica implacable a la que nada le frena. Manteniendo esa vocación west-coast, el corte fluye entre las aguas del blues que su funden con corrientes psicodélicas muy en la línea de Grateful Dead.

A continuación, es Karen Dalton la cantautora del Greenwich Villaga de los albores de los 60’s es la homenajeada con su canción ‘A Little bit of rain’. Folk y blues caminando de la mano entre bucólicos prados y el sol en el horizonte. Otro placentero viaje al Verano del Amor y a sus momentos más dulces adornado con unos brillantes arreglos de guitarra.

Enlazada desde la pista anterior, ‘Dark star’ la mítica canción de GRATEFUL DEAD, es la encargada de poner el broche de oro a este pequeño tesoro que es ‘LIVE MIND’. Durante todo el álbum he venido sintiendo ese espíritu indómito y lisérgico de GRATEFUL DEAD, una banda que en sus tiempos no tenía horarios en sus actuaciones en vivo, alargando estas hasta que su espontaneidad se resentía. Pues ese espíritu es capturado inmaculadamente en esta canción, así como en el resto del disco. Otro regalo para todos aquellos seguidores de la música psicodélica impulsada por el LSD en la California de los finales de los 60’s

The Third Mind

Reseña: SPACE SHEPHERDS.- ‘Washed Up On A Shore Of stars’

Desde que apareciera su primer álbum en octubre de 2022, los psycho-jammers irlandeses SPACE SHEPHERDS han estado el radar de DenpaFuzz. Estos chicos nos han obsequiado con cinco trabajos en los que la psicodelia cósmica se desarrolla sin ataduras ni convencionalismos, lo que hace que sus jams te atrapen en un mundo sensorial alejado de cualquier vestigio terrenal. Ahora un año después su sexto álbum ‘WASHED UP ON A SHORE OF STARS’ ve la luz invitándonos a explorar dos largas jamás al estilo de las que nos tienen acostumbrados. Sus ritmos serpenteantes, su sonido estratificado en capas, y sus hermosos paisajes sonoros son un aliciente suficiente como pasar tres cuartos de hora dejándonos llevar por sus cautivadores efluvios lisérgicos. Sus enérgicas improvisaciones enfatizan secciones que rompen huesos junto con ritmos serpenteantes y paisajes sonoros espaciados. El grupo es una mezcla de muchas cosas con el objetivo principal de ofrecer una música cerebral y psicodélica para explorar los reinos externos. Un entorno meditativo altamente volátil con el que transmiten una balsámica sensación de bienestar al oyente. Son muchos los proyectos instrumentales de estas características que podemos encontrarnos en bandcamp, un lugar donde siempre es bueno explorar diferentes propuestas que nos saquen de nuestra zona de confort, y la de SPACE SHEPERDS, es una apuesta sumamente interesante.  

Wading Through The Infinite Sea’ es una jam de casi veintiocho minutos. Su larga duración permite a los irlandeses desarrollar todas sus inquietudes sin ceñirse a ningún convencionalismo, lo que resulta perfeto para degustar a fondo su propuesta sonora. Con insondables acordes psicodélicos van creando lentamente una cautivadora atmósfera lisérgica construida desde la calma. Un espacio sensorial en el que los múltiples pedales y efectos son sumen en un trance rebosante de magnetismo. Una de esas pistas para dejarse llevar por innumerables efluvios psicodélicos que se acoplan con destreza. Si en principio una pista de esta duración puede resultar tediosa para los oídos no acostumbrados a este tipo de propuesta, si consigues dejarte llevar, encontrarás un entorno ideal para la relajación y la expansión mental. Acertados pasajes de guitarra se van enriqueciendo con algunos elementos propios del Stoner rock, siempre bajo un aura cósmica que les da un tono misterioso a sus desarrollos instrumentales. Golpes de fuzz, multitud de efectos y pasajes que flirtean con el post-rock , construyen una pista que fluye sin pausa por un insondable escenario en el que la psicodelia es la protagonista. La pista poco a poco va adquiriendo un tono espacial que hace que su sonido se torne más expansivo y experimental. Evidentemente, casi media hora para una canción, puede parecer excesivo, pero lo cierto es que sin darnos cuenta, completamos su escucha alejados del aburrimiento.

El segundo corte ‘Void Hurler’, con sus dieciocho minutos parece tomar otro aspecto en su apertura. Oscuro y susurrante, pero con unas extrañas rugosas, el corte incide en la exploración psicotrópica con una inquietante atmósfera. Naciendo de un espacio recóndito, su implacable ritmo va impulsando el corte haciendo que su intensidad se incremente. Eso no significa que los delicados acordes de guitarra ensoñadora no estén presentes, sino que los mimos, se conjugan con una base rítmica más rugosa y experimental. En la parte central el corte desciende a espacio hipnótico en el que los acordes se repiten una y otra vez impulsándonos a una exploración de los sentidos. La pista cuenta con varias partes en la que hacen que su sonido se estire por distintos estados e intensidades sin perder nunca el rumbo. Un viaje infinito con un final incierto tras el gratificante éxodo en busca de nuevo entornos en algún del infinito espacio sideral.

Space Shepherds

Reseña: RAINBOW BRIDGE.- ‘Drive’

DRIVE’, el nuevo y más ambicioso álbum de los italianos RAINBOW BRIDGE, llega casi tres años después del último álbum ‘UNLOCK’ para mostrarnos a una banda sólida que sabe a lo que juega. En él, se refleja todo el talento de unos músicos que siguen explorando las vibraciones psicodélicas y el blues nacido en la década de los 70’s. Es evidente la inspiración en HendrixGallagher, pero también en los mismísimos Zeppelin en alguna de sus canciones. Con esos moldes consiguen canciones seductoras en las que los desarrollos lisérgicos se nutren de ganchos hard-rock empapados en blues humeante. Aromas sureños acarician cautivadoras canciones que fluyen con soltura en un mar de sustancias estimulantes haciendo que cada una de ellas, sea una oportunidad para la diversión y el disfrute. Sin duda en este, su quinto álbum, es su trabajo mas completo hasta la fecha. ‘DRIVE’ está idealmente dividido en tres partes. Una primera parte está dedicada a las canciones, con buenas melodías vocales y una vibración vintage, una segunda parte a las piezas instrumentales en las que la banda se deja llevar por su creatividad, y finalmente una larga suite ‘concept’ que contiene todas las almas de la banda.

RAINBOW BRIDGE son:
Giuseppe JimiRay Piazzolla – voz, guitarras acústicas y eléctricas, letras
Fabio Chiarazzo – bajo, letras, coros
Paolo Ormas – batería, platillos, coros, letras

‘DRIVE’ fue arreglado y producido por RAINBOW BRIDGE, grabado, mezclado y masterizado por Cosimo Cirillo en el estudio New Born Records; y cuenta con una imagen de JimRay sobre una obra de arte de Nesia_Earth


‘Until My Wings Will Be Stronger’ nos seduce con profundos y pausados acordes de guitarra evocando un entorno más propio del desierto. Estribillos pegadizos y golpes de pesadez, asedian este corte de blues rural más propio de las grandes praderas.  

Los medios tiempos de ‘Years of Beer’ mantienen la esencia de la banda sobre el blues y el hard rock de los 70’s. una vibra Zeppelin subyace una pista que se muestra más pesada. Una atmosfera humeante permite el desarrollo de buenos pasajes de guitarras. Con elementos stoner los italianos engrosan un sonido que conjuga el legado de los 70’s con vibraciones pesadas más contemporáneas.

 En ‘Black Monday’ las revoluciones bajan hasta llevarnos a un espacio psicodélico sustentado por una poderosa y magnética línea de bajo. Las notas de blues afloran con sutileza bajo los designios de desarrollos heavy-psych con cautivadoras melodías. Hipnótico y sumamente lisérgico, el corte borbotea en forma de jam creando un caleidoscopio colorista de gran atractivo.

‘I Saw My Dad Play Air Guitar’ es un nombre ocurrente para una canción vibrante de rock clásico a semejanza de los álbumes de los 70’s. Un ritmo contagioso y melodías bien diseñadas van impulsando la canción a un espacio de rock divertido de fácil digestión. Todo un viaje en el tiempo a una época dorada que siempre es fuente de inspiración para numerosas bandas. Ecos sureños se conjugan co0n ritmos que se aceleran creando una auténtica fiesta de sonidos vintage más propia de la California de los albores de los 70’s. guitarras afiladas tambores diabólicos y una pujante línea de bajo sustentan unas melodías con aroma sureño.

‘Make Peace’ arranca con una incisiva línea de bajo que nos induce a entrar en un espacio psicodélico que nos atrapa con facilidad. Siguiendo con esos desarrollos heavy-psych la pista va evolucionando a un entorno más agreste en el que las vibraciones stoner hacen acto de presencia en una jam en la que todo puede suceder. Aquí la banda refleja su faceta más pesada dejándose llevar por sus instintos y creatividad en una estampida de riff plomizos con guitarras que revolotean en solos envolventes de gran acidez.  

Inspirándose en Stephen Stills y en su particular estilo de guitarra, ‘Stills drives’ con sus pausados acordes acústicos sirve de contrapunto a la pista anterior. Un reflejo de que RAINBOW BRIDGE se inspiran en el pasado manteniendo intacto su carácter de banda psicodélica y pesada a la vez. Con un bajo que machaca nuestras neuronas la canción prescinde de las voces en una nueva jam que fluye libremente como una estampida de búfalos por la pradera.  La canción cierra el círculo volviendo al punto de partida tras pasar por momentos tormentosos.

La suave ‘Tears Never Here’ parece susurrar al oyente con sus acordes acústicos antes de sucumbir al rock clásico de nuevo. Una melodía luminosa se enriquece con golpes de pesadez con un sólido amortiguado y versátil. Puro hard-rock de siempre con melodías llenas de gancho en una invitación a la fiesta. Un corte vintage de altos vuelos con catorce minutos en los que expandirse un rico tapiz sonoro. solos hirientes que se llevan hasta la extenuación, acompañados por una dinámica base rítmica que se balancea sobre vibraciones del pasado como gran acierto y gancho. El corte pasa por diferentes fases, desde su fuerza inicial a desarrollos expansivos en los que la psicodelia y las voces aterciopeladas más propias de finales de los 60’s parecen evocar momentos propios del verano del amor. Con un nuevo giro argumental la canción parece atascarse en un espacio psicotrópico con un flujo constante que la lleva a recorrer un amplio espectro estilístico. Un collage sonoro que resume el instinto e influencias de una banda solvente que sabe cómo componer largas canciones en las que plasmar su creatividad y talento. La parte final ralentiza la intensidad para desarrollar cautivadoras melodías florales con una colorista ‘vibra’ Beatles.

Cerrando el álbum, ‘Coming Out’ recoge el legado de Hendrix con una espiral de solos ácidos y un ritmo intenso y trepidante. Una nueva jam que tiende un puente al pasado para traernos pasajes psicotrópicos en una bacanal sónica presidida por un caos sonoro que volará tu cabeza.  

Rainbow Bridge

Reseña: FROZEN PLANET… 1969.- ‘Hydroculture’

Hace unos días el batería Frank Attard me anunciaba el lanzamiento vía bandacmp de su sello Pepper Shaker Records del nuevo álbum de los australianos FROZEN PLANET…1969, ‘HYDROCULTURE‘. Al igual que sus álbumes anteriores, el trio nos presenta tres jams psicodélicas instrumentales que corresponden a las mismas sesiones en las que grabaron su álbum ‘MELTDOWN ON THE HORIZON’, lo que nos da una perspectiva más completa de la locura psicotrópica que pudo ser aquel momento. Tres temas que ven la luz por primera vez y que complementan aquel trabajo. Una toma alternativa de ‘Rollback’ de corta duración y lo que realmente fue la continuación de ‘Time-lapse explorations’, con media hora mas desarrollos instrumentales. Ya sabemos que FROZEN PLANET…1969 es la banda que utilizan para su diversión, tocando libremente y sin las ataduras que suponen componer una canción al uso. Estamos ante más de 50 minutos de psicodelia pesada de tres músicos que saben tocar sus instrumentos con maestría y que consiguen transmitir sensaciones con sus interminables desarrollos instrumentales. Los poderosos tambores de Frank marcan la ruta por la que transita el excelso bajo de Lachlan Paine con sus hipnóticos desarrollos a las cuatro cuerdas. Sobre ellos el protagonismo de los solos imposibles de Paul Attard llevándonos a un espacio de embriaguez sonora con sus efectos e infinitos recorridos a lo largo de las seis cuerdas.

HYDROCULTURE’ esta disponible para descarga gratuita (name your price) desde la página de bandcamp de su sello Pepper Shaker Records.

‘Rollback’ es una versión alternativa de la contenida en ‘MELTDOWN ON THE HORIZON’. Solo tres minutos en contraste de la larga jam original de 22 minutos. Guitarra hendrixiana con derroche de wah wah para crear un tema que se amolda mas al concepto de canción sin perder ese espíritu de jam que aporta la improvisación. El trio vuelve a mostrarse poderoso con sus instrumentos. Hipnótico bajo con un cadente ritmo de batería y solos infinitos que serpentean en mil meandros con un groovy Funky de lo ms contagioso. La parte final se moldea hacia vibraciones más psicodélicas de gran elegancia.

Con esta excepción el álbum retoma la estructura de jam con ‘Hedera Helix’ un largo tema de quince minutos divididos en dos partes. comandados por la batería de Frank, la guitarra se deleita en juegos de acordes que van y vienen mientras el bajo se muestra grueso y envolvente. Incrementando el ritmo para dejarse llevar por los sonidos psicotrópicos a los que nos tienen acostumbrados. Una verdadera orgía que parece no tener final serpentea entre gruesos y pesados ritmos.  Con algunos tonos 70’s la guitarra se desangra en desarrollos sin pausa. En la parte central el tema se vuelve más turbio. Fuertes ritmos de tambores y efectos dejan espacio a un solo de bajo portentoso que toma el protagonismo mientras la guitarra toma un papel secundario, algo poco habitual. Lo cierto es que todo fluye luminoso en ese caleidoscopio lisérgico que construyen los australianos. Llenando el espectro de colores el tema sigue lanzando su pócima psicotrópica con un final en el que la guitarra adquiere su cuota de protagonismo.

Si en ‘MELTDOWN ON THE HORIZON’, el temaSunset variations’ se desarrollaba sobre 17 minutos, en la sesión en la que fue grabada ella jam se extendía durante 33 minutos más; ahora ve la luz ese registro Una segunda parte más experimental que parte con extraños sonidos y efectos. En un escenario más vanguardista y difícil de asimilar. Borboteos constantes en acordes inconexos crean un esquizofrénico marco con tintes espaciales. Así transcurre un tercio de la jam, si has llegado hasta aquí, los australianos te llevarán en volandas el resto del trayecto. Un camino de improvisación total en el que cada músico se reencuentra con su instrumento con momentos de anarquía que acaban acoplando en busca de una causa común. Hipnóticos pasajes de bajo entre tambores dinámicos y solos hechizantes que juegan con los pedales constantemente. Grandes e interminables desarrollos de guitarra que se estiran hasta la extenuación se apoderan de nuestras neuronas en un trance atronador que socaba cualquier signo de razón. Esto es FROZEN PLANET … 1969, una banda para el divertimento, sin pretensiones, pero la calidad de sus integrantes hace que todos podamos disfrutar de sus juegos malabares con cada uno de sus trabajos.  

https://www.facebook.com/Frozenplanet1969

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Reseña: ELLIS/MUNK ENSEMBLE.- «San Diego Sessions»

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Si unes a dos talentos llenos de virtuosismo como Jonas Munk (CAUSA SUI) a la guitarra y Brian Ellis (BRIAN ELLIS GROUP, ASTRA, PSICOMAGIA) a los teclados, y  les acompañas de una corte de músicos de lo más granado de la escena de San Diego como Dominic Denholm (bajo) (MONARCH) Thomas DiBenedetto (Batería / guitarra) (SACRI MONTI, MONARCH, ex-JOY) Anthony Meier (bajo, teclados) RADIO MOSCOW, SACRI MONTI), Dylan Donovan (guitarra) (SACRI MONTI, PHARLEE), Paul Marrone (batería) (RADIO MOSCOW, ASTRA, PSICOMAGIA, COSMIC WHEELS, BIRTH, BRIAN ELLIS GROUP) Andrew Ware (batería) (MONARCH), Trevor Mast (bajo)  (BIRTH, PSICOMAGIA, BRIAN ELLIS GROUP, ex-JOY), Conor Riley (teclados) (ASTRA, SILVER SUNSHINE, BIRTH), Andrew Velasco (percusión) (LOVE, THE CITY  & SPACE), Evan Wenskay (SACRI MONTI) y Kyre Wilcox (bajo) (TRUTH ON EARTH) dejándoles tocar con libertad en unas sesiones en la soleada California, la tormenta perfecta está servida. Una bacanal de ritmos con unos tambores atronadores entre una sangría psicotrópica de la guitarra y unas teclas vintage multicolor con elementos jazz y una cierta vocación espacial acompañan la orgía lisérgica que crean en cada tema. Temas que son como auténticos agujeros negros que acaban por atraparte en su interior y que son como un brebaje intoxicante que hace que durante cerca de una hora, nos olvidemos del mundo terrenal para embarcarnos en un viaje cósmico del que no querrás salir. Cortes exuberantes llenos de matices y sonidos  fluyendo libremente, sin ataduras, pero que acaban por conseguir que todo tenga sentido, y ahí está su mérito. 

Podríamos decir que estamos ante ese segundo álbum de PSICOMAGIA que tanto llevamos esperando. Al menos su contenido es el que yo me hubiera imaginado de esa segunda entrega que por ahora no ha llegado. La fé es lo último que se pierde.   

Si hay trabajos experimentales de estas características que su digestión no es del gusto de todos los públicos, en este álbum, ya seas fan de estos sonidos, o no, si lo pruebas,  acabarás completamente atrapado. Puede ser que teniendo en cuenta los antecedentes, cosas así solo pueden suceder en San Diego.  Con los roles bien definidos, Jonas nos ofrece una orgía psicodélica que es amortiguada por los teclados de Ellis, ofreciendo distintos aspectos, a veces espacial, otras progresivo, en muchas ocasiones jazz. Todo es válido y más si se hace de la forma en la que lo hacen estos talentosos músicos. Todo un brebaje embriagador de proporciones monumentales que nadie debería dejar pasar sin disfrutarlo.  

«SAN DIEGO SESSIONS» está disponible vía El Paraiso Records.

«The wedge» abre el álbum con los rebosantes tambores como preludio de una jam ácida en la que encontramos numerosos elementos progresivos. La libre creación en un tema psicodélico con un ritmo arrollador. Solos interminables entre teclados envolventes y efectos incesantes. Una bacanal de sonido que nos atrapa sin remisión en mundo en el que los psicotrópicos son el plato principal. Con una vocación avant-garde los teclados confluyen con los solos de Jonas en un viaje a los confines de la psicodelia más abrumadora. Con momentos casi espaciales, la travesía se convierte en tortuosa mientras los músicos lograr combinar pasajes mágicos con perturbadores momentos instrumentales. Toda una experimentación en la que los músicos parecen sentirse cómodos en esa orgía de instrumentos que por momentos parece anárquica pero que finalmente logra unir todas las piezas del puzzle con maestría. Un exuberante tema que fluye con brío pero cuidando los detalles.

En un escenario aparentemente más calmado, «Pauly’s Pentacles», también con once minutos supone un nuevo paseo por atmósferas psicodélicas. En esta ocasión más cercanos a postulados espaciales, la sangría de la guitarra de Jonas produce una hemorragia de pasajes de mágica psicodelia con un trasfondo más sosegado. Pura acidez si, pero a la vez amortiguada con las dosis vintage de las teclas de Brian.  Un espacio cósmico en el que los músicos se mueven con facilidad tomándose un respiro del frenesí del corte anterior.  Mucho más narcótico y hechizante, el tema deja espacio para el lucimiento de esa dupla maravillosa que componen Jonas y Brian. Inspìrados en momentos hendrixianos, van creando una serie de capas superpuestas que elevan la intensidad del tema. Una evolución que vuelve a sumergirse en esa poción mágica llena de alucinógenos para ofrecernos un tema lleno de una intensidad no reñida con la belleza. Si el tema anterior conseguía atraparnos entre sus fauces, aquí el efecto narcótico nos lleva a un estado flotante en el que nuestros sentidos son estimulados en cada acorde, en cada nota. sin dejar espacio para la pausa el tema fluye y evoluciona por esos insondables entornos nebulosos ubicados en un lugar indeterminado de la galaxia en el que la magia surge espontáneamente.  

«Munk’s dream», un título a priori muy evidente, nos hace presagiar un nuevo paseo por el lado más acolchado de la psicodelia. Con una cadencia rítmica algo más contenida, la guitarra de Jonas desprende belleza y magnetismo en cada nota, mientras Brian toma un papel secundario aunque fundamental para poner la guinda a ese ambiente de ensueño en el que se desarrolla el tema.

En «Electric saloon» se vislumbra un mayor peso de Ellis en la composición, aportando ese toque funk a la psicodelia florida. Con ornamentos jazz, el corte conjuga distintos estilos manteniendo sus genes psicotrópicos.   Aquí se percibe la influencia del sonido que lleva caracterizando a San Diego desde hace años. No en vano en el disco participa la flor y nata de la escena local, y eso, sin duda se hace sentir. Con la guitarra instalada en la psicodelia más vanguardista, y las teclas oscilando entre distintas vibraciones van tejiendo otro tema impactante y atrayente que nos sitúa en su parte final en los confines del universo entre una nueva bacanal de ritmos.   

Cada canción parece ser como un agujero negro que te atrapa para transmitirnos variadas sensaciones que lo alejan de la monotonía. 

«Bucket Drips» se sumerge más en una espacio jazz con complementos psicodélicos. susurrante y cauteloso, el tema va describiendo una atmósfera oscura e intrigante. Casi desde el silencio, despliegan sus virtudes en un escenario distinto al de los cortes anteriores. Jugando siempre con los sonidos en distintos estratos, aportan un tono vintage a los hechizantes acordes. Masajeando con cada nota, logran crear el sosiego y un estado sensorial de lo más gratificante. 

Alejándose aparentemente de la bacanal perturbadora, «Larry’s Jungle Juice» emerge con sosiego para ir convirtiendo su forma a una especie de free-jazz lisérgico que acaba por precipitarse en una nueva jam. La improvisación en estado va construyendo un hipnótico tema que va volviéndose más tormentoso a diferencia del sonido que le vió nacer. Por momentos, decantándose por el exotismo, extraños coros parecen presentarse como espectros momentáneos. Revolviéndose entre una nueva orgía de ritmos y solos en un ejercicio experimental de proporciones monumentales. 

«Stone Steps» cierra el álbum por un prado acolchado de psicodelia aromática con vocación cósmica. Sutiles pinceladas jazz se pintan en es cuadro caleidoscópico que van creando en esta nueva jam. elegantes momentos que contrastan con la virulencia de los tambores o la ambientación espacial. Por el lado más narcótico se van dejando llevar por ese viaje lisérgico con destino indeterminado. Dicen algunos que lo importante no es la meta, sino el camino. Pues aquí parece que siguen esa premisa, dedicándose a que cada nota, cada acorde, cada riff, sea único e irremplazable.  El final del tema me da razón, ya que acaba diluyéndose sin ningún final. ¿Será esto una puerta abierta a una nueva entrega?

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