Reseña: MOON GOOSE.- «Source code»

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Aunque los álbumes conceptuales se declararon extintos en algún momento durante 1977, el código fuente que dio al álbum su título literalmente flotó a través de las Grandes Pirámides de Giza una tarde calurosa a finales de 2018. Ese día en El Cairo, el 20% de la banda se desplomó, agotada, en el jardín del Hotel Marriott que domina esas finas estructuras alienígenas. En algún momento durante esa tarde de jet-lag en esos momentos y con una atmósfera tensa, se gestó «SOURCE CODE»

El código fuente ha sido traducido a una muestra representativa de los 7000 idiomas del mundo, pero MOON GOOSE dan la bienvenida a otras interpretaciones, preferiblemente en las lenguas más amenazadas del mundo El código fuente también ayudó a descubrir un poema de Charles Causley, llamado «I am the song», en cuya belleza y espíritu se puede encontrar claramente el aleteo del cisne. 

Fuertemente influenciados por CAN, pero a su vez tomando elementos Pink Floyd y elaborándolos con la electrónica, nos ofrecen un viaje lisérgico de total intensidad. Magneticos, atrayentes, robóticos, llegan a ser aturdidores en algunos momentos.  y según su propia definición: «Como si Iron Butterfly chocaran con Hawkwind en un Café de Marte Motorway»

Estamos ante un álbum conceptual publicado por  Fruits de Mer Records que supone un paseo a través de la psicodelia kraut experimental de tintes espaciales. Hipnoticos ritmos ejecutados a toda velocidad en «Second life» que se transforma en pura psicodelia espacial en vena Hawkwind en «Knifeless Skinning» en la que encontramos algún momento «noise». 

Experimentaciones instrumentales en las que la batería tiene un papel fundamental, como en «Le conte». guitarras que irrumpen a base de wah-wah, sobre esa caja de ritmos consiguendo elevar la intensidad y mostrarse de la forma más ácida,

Largos pasajes instrumentales en vena kraut-kosmiche acercándose a Mythic Sunship. o cualquier otra banda del sello Paraiso Records, «The Mysterious Coffins of Arthur’s Seat» envuelto en sonido de sintetizadores van protagonizando una escena completamente robótica. Un sintonismo mecánico y autómata  con poco que envidiar a Kraftwerk. Un paseo interestelar sobre insondables universos.

En la misma línea kraut cósmica y partiendo de poderosos riffs de guitarra, «Goldfish In A Bag» nos aturde en otra nueva entrega de kraut electrónico.

Una constante repetida durante muchos de los temas. los elemento rock acaban sucumbiendo a los ritmos y programaciones de las que tanto gustan MOON GOOSE.

Ni la psicodelia espacial más ortodoxa de «Trains» puede escapar de la influencia de los ecos kraut. Siempre manteniendo ese magnetismo entre los ritmos programados y sus sintetizadores.

En «Joey Gets A Candle (Swayze Meld)» tras una apertura de teclado sintetizadores y densos ritmos nos sorprenden introduciendo exóticos sonidos procedentes de un sitar. Otro más más allá, en el que la banda explora y combina la electrónica con ornamentos exóticos. Una conjunción letal que culmina en un auténtico big-bang creado por las guitarras distorsionadas. Un final explosivo antes de acabar extinguiéndose con lentitud y parsimonia.

«Carnage» supone un regreso a los espacios ingravitatorios tripulando su nave espacial. Aquí quedan fielmente retratados Hawkwind. Mil efectos y distorsiones van gravitando por ritmos, cada vez más pesados.

Pudieran parecer monótonos, pero siempre hay algún momento en el que nos sorprenden con un giro inesperado. «Dark Shit», bajo inquietantes acordes y efectos , una locución en español va creando el clima de misterio en el que se va a desarrollar el tema. 

«Garway Witch Trial» retoma la senda psico-espacial de tintes hipnóticos. Siete largos minutos de tortuosa travesía por entornos desconocidos.

Las guitarras más pesadas las encontramos en «Parameter 5». Densos y difusos, como si una banda stoner se tratara, van introduciendo sus elementos electrónicos a través de los sintetizadores.

La locura espacial , llega nuevamente de la mano en «Fist Fight At The Bingo», en el que tras intensidad inicial, desciende a estados de ingravidez.  

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Reseña: THE DRY MOUTHS.- «Memories From Pines Bridge»

Portada - The Dry Mouths - Memories From Pines Bridge

Una bucólica estampa en la portada del sexto trabajo de los almerienses THE DRY MOUTHS nos da pistas del contenido de un álbum marcado por la tragedia y lleno de simbolismo para el trío andaluz. Coincidiendo con el que sería 34 cumpleaños de su bajista Andrés, tristemente fallecido hace pocas fechas, ven la luz unas grabaciones en las que el propio Andrés participó y que se encontraban en fase de preparación para su salida cuando nos dejó. La banda ha querido que esto sea un homenaje a su compañero y amigo y que su legado no quede en el olvido cerrando un ciclo en lo profesional y en lo personal. Un disco que recoge improvisaciones y pasajes instrumentales en tonos psico-hipnóticos. Siempre desde una poética mirada interior. Un trabajo hecho para los adentros, ideal para la reflexión en soledad. Melancolía y reflexión desde la tristeza de unos introvertidos y espontáneos temas que seguramente reflejan uno de los estados en los que el músico más goza, improvisando, sin ataduras. Esas sensaciones quedan plasmadas en un trabajo con muchos tonos grises y que fue realizado en el estudio con la premisa de hacer canciones emotivas que recordaran a algo, según me cuenta su guitarrista Chris. Lo cierto que tras esta afirmación, THE DRY MOUTHS obtiene su objetivo, porque si algo tiene (entre otras muchas cosas) «MEMORIES FROM PINES BRIDGE», es emotividad.

«La Chaussure» abre este emotivo trabajo con elegantes desarrollos aterciopelados de resonancias post-rock. Sin prisas, el tema fluye con una acompasada sección rítmica, y atractivos acordes que salen de la guitarra de Christ O. con ensoñadores espacios poéticos en los que el sosiego es el rey de un reino sin súbditos. Evocando la soledad alejados del mundanal ruino en algún paraje remoto.

Una hipnótica entrada da paso a fornidos riffs que cabalgan al galope a lomos de resonancias stoner para pasar a caminar al trote en campos de psicodelia pesada al más puro estilo ROTOR en «Low savvia». Densos ritmos entremezclados con  seductores momentos de guitarras. Terapéuticos solos que son custodiados por fornidos riffs. Destacando la nitidez con la que se pueden apreciar cada uno de los instrumentos haciendo su labor y poniendo su propio granito de arena en la construcción de una majestuosa montaña. Un hipnótico y anestesiante viaje a través de los sentidos, poniendo a prueba tanto nuestra resistencia como nuestra sensibilidad. Suaves brisas que se ven violentadas por arenosos tornados que una vez han pasado, devuelven el sosiego. ¡¡¡Enorme!!!; y sobre todo, teniendo en cuenta que es un tema que nace de una jam.

«Mangai maroke», nos presenta un colorido caleidoscopio de reverberaciones lisergicas, entre estructuras post-rock. Entre ambos estilos la guitarra nos adormece con sus melodías mientras el sonido del bajo de Andrés arropa la aparente fragilidad de los acordes. Describiendo un bucólico cuadro donde todo sucede con pausa. Los efectos aparecen enseñándonos el lado más psicodelico de THE DRY MOUTHS. en realidad estamos ante una estructura simple que se repite con naturalidad con un brillante resultado. Relajante corte que decae a espacios más grises según se van apagando sus acordes.

A lo largo de un minuto se suceden los efectos y distorsiones en un esquizoide tema como es «L’enfer»

El bajo de Andrés aparece de forma sublime antes de que la la guitarra de Christ O comience a describir bellos entornos paradisíacos. «El Cairo ’78» La sutileza ornamental del post-rock ejecutada de una forma serena.  Un ejercicio de técnica en la que el trío parece ejecutar su música como una mirada interior formando parte de sí mismos. Una estampa gris y melancólica  para degustar desde la calma y que consigue hacerte partícipe de las sensaciones que pudieran tener los músicos mientras la ejecutaban.

El tema más largo de «MEMORIES FROM PINES BRIDGE» con algo mas de nueve minutos. «Impromental VII,, moustachette», en una fina línea entre la psicodelia y el post-rock mas oscuro, sus acordes están llenos de intrigantes momentos. Partiendo de calmados pasajes el corte va evolucionando robusteciéndose. Magnetizantes e hipnóticos, la cadencia de las cuatro cuerdas nos va elevando a insondables espacios psico-espaciales.  Los almeriense ejecutan los temas improvisando,  de hecho, estamos ante autenticas jams que cobran sentido en sí mismas. La oscuridad y los entornos en blanco y negro suelen ser una constante en todos los cortes. Siempre con ese hipnotismo que puede proceder de algunas de las propuestas new-kraut, dentro de los parámetros psicodelicos en los que se mueven. Completamente hechizantes no estamos ante uno de esos disco que nos alegren las mañanas con su frescura. Este es un trabajo para degustar y empaparte de todos sus matices con la calma de la soledad como si fuera un elemento más para alcanzar el propio bienestar interior. Seguramente sea el corte más experimental de todo el disco, pero es brillante.

«Promenade» no se separa de la ruta marcada en el resto de los temas. Ahora con ciertas influencias jazz en sus acordes la psicodelia sigue presente, susurrante bajo los efectos de la guitarra y el hipnótico bajo que lleva el peso del tema, creando la atmósfera precisa. La cadencia de la batería de John toma prestados esos ritmos de alguna de las esquinas jazzeras más elegantes.

Sueños flotantes en «Bootha», más centrado en el post-rock minimalista, con armonías calmadas, que son ejecutadas con sosiego y mesura. La prisa y el estrés no existen con la terapia curativa que supone un tema ausente de ritmos y compuesto solo por los acordes y efectos de la guitarra.

«La siesta (sleep paralysis)» es un tema atormentado. Una narrativa pseudo-espacial de tintes futuristas generada por los envolventes efectos que revolotean sobre sus ritmos. La parte mas histrionica de THE DRY MOUTHS hace acto de presencia, inquietantes y enigmáticos. Una desazón que poco a poco va desapareciendo llevándonos hasta los brazos de morfeo.

Grabado en Sonobalance Studio por Víctor Ortíz, Alberto Chamorro y Daniel Ruíz

Mezclado en Desert City Studio por Christ O. Rodrigues, Andy Reyes y Josh Morales. 

Masterizado en Kadifornia Mastering por Mario G. Alberni.

«MEMORIES FROM PINES BRIDGE» será publicado en formato CD por Aneurisma Records
Y la edición del vinilo correrá a cargo de  Spinda Records, Aneurisma Records, Zona Rock Productions, Surnia Records, Monasterio de Cultura y Odio Sonoro.

 

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Reseña: MOTE.- «Samsala LP»s

a2364022447_10Los australianos MOTE acaban de presentar su debut “SAMSALAS LP”, en el que el cuarteto compuesto por Ben Blakeney. Leigh Barker, Scotty Wilson y Luke Millar nos invitan a un viaje sideral en el que los drones y la psicodelia más profunda sustituyen a las resonancias pesadas. A través guitarras, pedales y sintetizadores la banda consigue crear temas llenos de magnetismos en los que los apacibles espacios sonoros trasladan al oyente a dimensiones desconocidas en las que la calma domina su surcos. Notas y acordes que flotan creando espacios de ingravidez para la relajación y la meditación. Uno de esos discos terapéuticos para sentarte en el sofá y dejarte llevar por su sonido. Toda una obra maestra del psycho-trance más relajante y curativo. Estamos ante un disco que transmite paz, y que supone todo un antídoto contra el estrés de estos tiempos frenéticos y convulsos que vivimos y que supone una oportunidad para tomarnos un respiro. Un viaje para el que no son necesario los psicotrópicos, pero que seguramente si lo acompañas de ellos, será mucho más intenso y placentero. De una u otra forma, sus pasajes están llenos de belleza.

Creando una atmósfera envolvente a base de drones “Awesome Wells» nos envuelve en un cálido manto de sonidos hipnóticos de entre los que salen notas de una atractiva guitarra.  Ensoñadores espacios que se van creando desde la quietud a lo largo de los nueve minutos de “Jolo”. Bellos acordes de guitarra en el marco un espacio de psicodelia atractiva y cautivadora cuyo hipnotismo con tinos orientales nos atrapa en su regazo. Guitarras superpuestas acompañadas con ritmos luminosos y gran hipnotismo espiritual.

Apacibles resonancias en las que los efectos de los pedales llenas de formas cambiantes los surcos del tema. Belleza extrema en un auténtico mantra sonoro.

Encontramos temas en los que la espiritualidad está presente como “Requiem for al” El hipnotismo drone susurrando y metiéndose en nuestra alma para generarnos el bienestar y la paz mientras un halo de efectos suaves y aterciopelados nos masajea dócilmente. Un corte en el que los australianos se dejan llevar por sus instintos. Dulce, tenue, espiritual, es uno de esos temas que te hacen sentir bien.

Bajo ritmos kraut “Adventure call” es un espacio en el que las guitarras y sus efectos se desarrollan con gran maestría. Oscilando cual pluma en un suave descenso mecida por una brisa hechizante. MOTE consigue crean un cuadro relajante lleno matices en sus formas.

Siguiendo la misma estela, pero ahora sobre espacios siderales, el viaje continúa en “Samalas”. El tema más largo del álbum con catorce minutos en los que la nave australiana aluniza lentamente con una estela de efectos tras de sí. Una lenta batería va ejerciendo de freno en ese descenso a tierra firme desde la inmensidad galáctica. Bajo tonos exóticos las guitarras transitan siguiendo la estela de bandas como Causa Sui alejándonos de lo terrenal trasladándonos a una nueva dimensión desconocida donde lo espiritual domina sus sonidos. Un gran trabajo de guitarra llena de efectos relajantes e hipnóticos a su vez. Retorciendo sus acordes encontramos los momentos más intensos en los que la pesadez de la psicodelia pesada hace acto de presencia de una forma espontánea, pero a su vez premeditada. Efectos y más efectos que nos envuelven en un manto que se vuelve momentáneamente inquietante para recuperar su verdadera vocación. Una lenta metamorfosis entre lo terrenal y lo espiritual en ese tránsito magnetizante.

Este tipo de sonidos ya lo hemos visto antes en otras bandas comprobando que no hacen falta las voces para lograr transmitir sensaciones. La música como terapia en espacios futuristas. El tema es todo un abanico de sensaciones con una ejecución sobresaliente con total libertad creativa.  

“Magnetis space” hace honor a su nombre. Un tema hipnótico y espacial dominado por ritmos kraut a los que se incorporan unas voces pseudo-doorsianas. Entre espacios indie y de neo-psicodelia, los sintetizadores y los efectos son ahora mucho más robóticos e intensos. En la parte final esta vocación se transmuta a momentos en los que las guitarras recuperan los dictado Causa Sui apagándose poco a poco.

El tema que cierra el álbum, “Hollow”, se mueve entre espacios psico-progresivos de vocación espacial con voces robóticas. Usando mucho más la electrónica y los drones para crear momentos mucho más industriales en una experimentación vanguardista que se aleja del sosiego del resto de temas. Las guitarras siguen apareciendo majestuosas entre la matemática vorágine rítmica.

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Reseña: THE SPACIOUS MIND.- «The No. 4 Or 5 Gravy Band»

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En activo desde principios de los noventa y con más de una decena de discos a sus espaldas la veterana formación psico-espacial del norte de Suecia,  THE SPACIOUS MIND publica via Essence Music su nuevo trabajo «THE Nº 4 Or 5 GRAVY BAND». Siguiendo su tradición heredada del San Francisco de finales de los sesenta y con su particular apuesta por la psicodelia intimista llegada del auroras boreales ejecutan un álbum complejo. Tres largos temas que se desarrollan con la libertad de una jam. Interminables desarrollos de una guitarra magnetizante que parte desde la calma para transmitir ese relax. Pertubados a veces, no dudan en experimentar con sonidos más propios de postulados kraut, e incluso noise. Psicodelia que por momentos va unida a la esquizofrenia, para acabar en tranquilas atmósferas leberadoras de la mente. Todo un ejercicio de como se debe crear un espacio lisérgico sin ataduras de ningún tipo para expandir la creatividad y los sentidos.

«The cinamon tree» inicia su periplo con momentos practicamente minimalistas. Como si llegaran de universos alejados de los humanos, los suecos nos van describiendo con detalle su particular exploración de los espacios psicodélicos con un ejecución a cámara lenta. Una silencios batería y los efectos de una guitarras que miman cada uno de sus acordes van explorando, van explorando todo un mantra sonoro.Chamánicas acarician con magnetismo la sutil y lisérgica instrumentación. Con elementos kraut, construyen un tema volatil y profundo incidiendo en la creación de reparadores espacios intergalácticos, adormeciendo los sentidos, o más bien reactivándolos con un gratificante e hipnótico envoltorio lisérgico.

Acercandose más en su experimentación a resonancias noise, «You don’t it but you are»  con sus extrañas percusiones van creando eningmáticos entornos que poco a poco se van concretando en atmósferas espaciales en las que la banda crea inquietantes espacios que son presididos por narcóticos y aturdidores momentos que se escaban de la razón humana.

No estamos ante un trabajo de fácil digestión, pero si ante la libre creación de múscios sin complejos que no reniegan de su intención creativa. 

La paranoica apaertura de «Creekin’ at the goose», nos corrobora que estos chicos no tienen complejos ni límites en su música. Una paranoia de efectos y distorisones genera la esquizofrenia del oyente en la larga introducción que poco a poco se va asentando en un nuevo trance hipnótico. Pasando de lo psicótico a lo psicodélico, los enigmáticos entornos que generan con su tema, trascienden en una espiritualidad mesiánica. Desde las calmados pasajes siderales que nos transmiten una calma meditativa, dan pávulo a lo psicótico a los largo de los casi veinte minutos que dura el corte. Una sobredosis de somníferos para calmar la enajenación producida por sus momentos mas experimentales. Las guitarras se transforman regresando de su locura para ensalblaar un tema aparentemente anárquico que poco a poco se va convirtiendo en un «todo» a pesar de sus multiples matices y estados de ánimo.

Seguramente estemos ante un trabajo solo apto para los fanáticos de la psicodelia más profunda y experimental.    

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Reseña: DER BLUTHARSCH AND THE INFINITE CHURCH OF THE LEADING HAND.- «Wish I weren´t here»

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Con su ecléctica propuesta, los austriacos  DER BLUTTHARSCH AND THE INFINITE CHURCH OF THE LEADING HAND llevan años hipnotizandonos con sus creaciones experimentales en las que la psicodelia, el kraut-rock, el math-rock, los sonidos espaciales se tiñen de resonancias industriales llenas de un hipnotismo robótico.Si, es cierto, el nombre de la banda es dificil de pronunciar para nosotros, pero su música si quedará en nuestro cerebro sin que podamos escapar a su alinenante propuesta sonora.

Su nuevo ábum «WISH I WEREN’T HERE» sale a la luz desde oscuras catacumbas de hormigón. Como si estuvieramos en una era post-nuclear y el refugio atómico de la banda hubiera servido para componer mientras en el exterior solo existía desolación. Un trabajo que no sonará en ninguna emisora de FM pero que sus temas están llenos de calidad. Aquí el termino «post», podría valernos para todo, pero los austriacos son una banda dificilmente clasificable y a veces, las etiqueitas sobran. Lo cierto que el magnetismo que nos ofrece este trabajo merece una buena escucha si te gusta la experimentación psicodelica más hetereodoxa. 

La grandilociencia sonora de «Evil» es contrastada con la sutileza de la voz femenina que aparece dentro una épica post-apocaliptica que reune pesados ritmos envueltos por hipnóticos efectos dentro de una oscuridad tenbrosa e inquietante.

Espaciales y futuristas, en «Wish I weren`t here», con sus dosis de psicodelia enigmática e inquietante, construyen su personal odisea. A través de magnetizantes ritmos, van introduciendo voces que por algún momento me recuerdan a la Patti Smith más oscura y underground. Es solo una sensanción porque estamos ante un tema de corte industrial, en el que los efectos se suceden. Su vocación robótica no evita que aparezcan buenas guitarras y sintetizadores que lo hacen más asequible. Un bajo que te machaca como un martillo robótico, te lleva a al espacio exterior en su experimentación, pero a pesar de sus extraños sonidos , resulta un tema atractivo y versatil.

El camino que toman los austriacos en su música está claro, pero vislumbramos alguna influencia floydiana en un corto tema como la «All one», en el que los ritmos kraut espaciles se van difuminando en el infinito.

Sin perder la vocación kraut de sus ritmos, la voz sugerente, es combinada en  «Just because I can» con ácidos solos de guitarra. Psicodelía sonidos kraut, y ritmos pesados son combinados con maestría. Un corte más terrenal que no pierde la vocación experimental de la banda, pero en el que las afiladas guitarras lo acercan a sonidos más ortodoxos de psicodelia pesada. Eclecticos, pero atractivos y atrayentes, en este tema se muestran más asequibles a los oidos no acostumbrados a estas resonancias.

El grueso ritmo de bajo y batería de «Just because I can» es coloreado por sugestivos efectos y distorsiones. No es una música de fácil digestión, pero lo cierto es que es «acojonante».

Sonidos industriales, noise, doom, space, y psicodelia se unen en el mismo barco en «My soul rests free». Con una voz cautivadora, estamos ante un corte aparentemente inconexo, pero con grandes melodías en su surcos.

«Forgotten» desvela el lado más kraut y espacial de una banda que opta por una electrónica que es combinada con alguna herencia floydiana de una forma muy particular en un tema de noise industrial de tintes espaciales, que nos hace gravitar por espacios intergalácticos.

También encontramos algunos riffs hard-rock en «WISH I WEREN’T HERE». Fuzz y un implacable y pesado bajo hacen de «He is here» un tema algo más convencional sin salirse de su propio camino.

Los austriacos son una banda cuya musica se alja de muchos estándares, pero que es capaz de construir temas como «O lord». Mas cercanos a la oscuridad doom tan al uso en los últimos tiempos, Lsu sacerdotisa entra en un trance ritual de corte ocultista. Envuelta por difusos efectos ofrece varios intermedios en los que la musica de disipa como si estuvieramos ante una intro. Tras un rato de silencio el tema te sorprende con un descenso a oscuras cavernas enigmáticas y extrañas. Una incursión de poco mas de un minuto tras la cual el corte vuelve a disiparse.

Peculiares pero grandilocuentes, DER BLUTTHARSCH AND THE INFINITE CHURCH OF THE LEADING HAND obtienen un notable trabajo.

http://www.derblutharschandtheinfinitechurchoftheleadinghand.com/

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