Embutidos en los sonidos del medio oeste los texanos LORD BUFFALO presentan un trabajo íntimo, cálido, oscuro. Marcados por la magnética y chamánica voz de Daniel Jesse Pruitt, el dramatismo envuelve unos temas en los que los oscuros tonos folk nos trasladan a algún lugar imaginario en el medio oeste americano. «TOHU WA BOHU» es toda una catarsis sonora en la que podemos encontrar influencias de ALL THEM WITCHES, CHELSEA WOLF, SWANS, WOVENHAND, NICK CAVE, TOM WAITS o MARK LANEGAN. Psicodelia expansiva en línea DEAD MEADOW, shoegaze, y dark folk conjugado con vibraciones de música»americana». Un trabajo cautivador que vive en la melancolía y en el que el desasosiego esta presente. Sinfonismo impulsado por ese violín mágico y aterrador a su vez, entre tambores rituales y lánguidas pero cuidadas melodías. Un trabajo que habita sombrías y lúgubres atmósferas con momentos de caos controlado, pero que resulta emotivo y estimulante. Ofreciéndonos una experiencia inmersiva, sus desgarradores e inquietantes momentos contrastan con susurrantes y densos pasajes llenos de belleza. Turbio y nebuloso, describe de una forma cautivadora la añoranza del medio oeste con una brillantez digna de elogio. No se si será un álbum que que llame la atención de mucha gente, pero sin duda, aquel que se se atreva a experimentar en sus surcos, se verá atrapado por ellos. La habilidad para que cada tema tenga vida propia, es otra de las características a destacar en un álbum en el todo encaja y fluye, de una forma dramántica e inquietante, pero a su vez mágica.
TOHU WA BOHU» está disponible vía Blues Funeral Recordings, habiendo sido grabado en Lockhart, TX con el productor Danny Reisch (Chelsea Wolfe, Okkervil River) y masterizado por Dave Shirk (Mastodon, Sun Ra).
«Razie» se muestra atmosférico y sinfónico describiendo grises estancias en línea Chelsea Wolf. Evolucionando pausado entre efectos la mesiánica y cálida voz de Daniel Jesse Pruitt surge de la neblina. Tonos teatrales que combinan la calma con el desasosiego. Entre distintas capas sonoras el corte goza de una pesadez en sus entrañas a pesar del aspecto liviano con el que se muestra. Atormentado y con momento casi nosie con ondulaciones en los que se engrandece elevándose majestuoso para decantarse por senderos ya transitados por bandas como All Them Witches. Siempre bajo una penumbra sugerente e inquietante a la vez. El uso de los violines le dota de un cierto tono de romanticismo sobre sus pesados pasajes.
Entre tonos tétricos los teclados son golpeados de forma hipnótica en «Wild hunt». Reminiscencias de Traffic en los momentos iniciales, que acaban transformándose en un tema a caballo entre los estándares de música «americana» y espacios más propios de los citados All Them Witches. Habitando en la oscuridad intrínseca de todo el álbum, LORD BUFFALO se dejan seducir por chamánicos espacios de psicodelia expansiva entre espectrales espíritus que siempre mantienen ese punto de tensión. Los atormentados violines aportan ese tono atormentado tan característico. El tema toma mil formas dentro de su verdadera vocación melancólica.
«Halle Berry» aporta momentos en los que la banda se deja llevar por el ritmo. La voz heredera del Nick Cave más tétrico deja espacio a un mayor protagonismo de la guitarra. Mientras, el inquietante ritmo se va inclinando hacia el blues tímidamente, sin abandonar las sombras el corte parece ofrecernos una faceta algo diferente a los temas precedentes.
La calidad vocal de «Dog head», aparece entre melancólicas estampas del medio oeste. Húmeda y romántica, con el toque del piano y el violín en segundo plano, habitan entre pausas abruptas y embestidas de una melancolía atormentada. La banda consigue crean ese clima de calidez entre la densa atmósfera.
Con ritmos casi ceremoniales, «Tohu Wa Bohu» los tambores sirven de yugo a la guitarra antes de su liberación junto a los violines. Usando las melodías con habilidad consiguen crear el tema mas pegadizo de todo el álbum. Sin salir del todo de los ambientes oscuros el marcado y profundo ritmo deja espacio a un estribillo contagioso entre la nebulosa sonora. Siempre en tonos grises y acompañados de efectos recurrentes el corte parece transmitir mas esperanza que los tristes y pesimistas temas anteriores.
«Kenosis» con su delicada ambientación nos arrulla entre suaves pasajes. Unos teclados mas acogedores y el impertérrito ritmo de la batería, la murmurante voz se vislumbra entre narcóticos vapores con finas pieza armónicas. Con una sencilla instrumentación consiguen transmitir sentimientos de romanticismo gracias al gran trabajo sinfónico. el la parte final el corte se vuelve mas anarquico, rompiendo sus cadenas.
Embutidos en un sonido más propio de los noventa «Heart of the snake», con su hipnótico bajo y su oscura melodía nos ofrece un paseo por lúgubres paisajes, incorporando alguna buena guitarra entre la sencillez instrumental.
El álbum cierra con un extraño corte como es «LLano etacado nº 2». Turbio y envuelto en efectos, su ritmo hipnótico nos narcotiza con embriagadores pasajes llenos de fuerza con su disonancias instrumentales prescindiendo de la chamánica voz.