Casi un año después de su épica actuación en el mítico Dunajam, ve la luz el álbum que recoge la esencia de aquel salvaje concierto que ECSTATIC VISION ofrecieron en el mágico evento. En esta ocasión, me pareció más importante, narrar lo sucedido como si de una crónica se tratara, en lugar de reseñar como tal el álbum, ya que es mucha la curiosidad que despierta en la mayoría del público de la escena un evento como el Dunajam, y poca la información y certeza que sobre él se tiene. Esperemos que estas palabras sirvan para poner luz a tanto mito. Pero comencemos desde el principio. Hace casi cinco años, la banda de Filadelfia aterrizaba por primera vez en el Dunajam, donde ejecutaban el primer show de su gira europea de aquel año. Aquel concierto sobre la arena de la playa fue definido por la propia banda como ‘El show mas loco que hemos dado en nuestra vida’. Para los afortunados que pudimos presenciar aquel concierto, esas palabras tenían toda credibilidad, ya que, efectivamente fue un concierto loco, loco, loco, y absolutamente memorable. La banda venía con las energías intactas y no se dejó nada guardado, dándolo absolutamente todo. Varias ediciones después, ECSTATIC VISION repetían visita en el idílico evento. La ubicación era diferente, en esta ocasión el lugar en el que se desarrolló su actuación se encontraba al pie de un hermoso acantilado. Lo suficientemente alejado de cualquier núcleo urbano para que la soledad del entorno nos brindara un espacio acogedor, donde poder vivir esta sensacional fiesta. En una tarde calurosa y con algo de viento, el personal iba llegando sin prisa al lugar, algo frecuente en este evento. Tras recorrer una distancia a pie desde el sitio en el que se podían dejar los coches, los presentes íbamos aprovisionados de comida y sobre todo bebida, para vivir otro momento inolvidable. La propia banda trasladaba su equipo en sus manos durante varios cientos de metros hasta llegar al lugar señalado para su actuación. Allí, tres pallets de madera en el suelo, y unos altavoces a los laterales, era el escenario en el que desarrollarían su actuación. Teniendo en cuenta que la hora del evento estaba diseñada como cada día, para poder disfrutar del ocaso del sol, y contemplar como se escondía en el horizonte, regalándonos un cielo lleno de colores, el mejor juego de luces con el que una banda podría soñar. El espíritu del festival es el de disfrutar de grandes bandas en entornos paradisiacos en un ambiente de armonía y camarería total. La banda llegaba con la lección aprendida, y sabía a la perfección como enfocar su actuación. Por otro lado, los que ya habíamos estado presentes en su anterior visita, teníamos la certeza de que algo grande iba a suceder, como a la postre así pasó. ECSTATIC VISION lo habían vuelto a hacer.

En el Dunajam todo sucede sin prisa, con la calma suficiente para que la fiesta sea sumamente gratificante, y los preparativos previos a la actuación que ahora ve la luz en disco, sucedían con calma. El lugar requería una logística mayor, ya que, en cada actuación, los cables que van desde la mesa de sonido al astero escenario, eran enterrados bajo la arena de playa, siendo marcada su presencia con algún elemento visible, para que nadie sufra ningún percance. Junto al acantilado, no hay arena, sino tierra y rocas, lo que hacía mas laborioso dejar es espacio preparado para el comienzo del show. También como en cada actuación, las bolsas para la basura que generan los asistentes son colocadas con un palo largo completamente visible desde cualquier sitio. De esta manera, cuando dejamos el lugar, este queda en el mismo estado en el que se encontraba antes de que llegáramos los asistentes a él.

Con todos estos preámbulos, el cuarteto de Filadelfia, se colocaba sus instrumentos y tras una breve presentación, arremetía con la fuerza sideral de ‘You got it or you don’t’. El tema del año 2017 incluido en su álbum ‘RAW ROCK‘ FURY’ se convertía en una bacanal sónica, con el saxo diabólico y solos de guitarra ácidas completamente salvajes. Así la banda iba directa a la yugular de los presentes, con una canción asesina que marcaría el camino de su actuación.
Sin mucha pausa, era el turno de los sintetizadores chirriantes en la apertura de ‘Times up’, una canción de su álbum ‘ELUSIVE ‘MOJO’ que conjuga el espíritu de Hawkwind y la rabia de The Stooges, en la particular visión intergaláctica de la banda. Con su cantante y guitarra Doug, alentando al personal, y dejándose la garganta en cada estrofa. El vendaval se desataba con Doug y Kevin revolcándose sobre el suelo con sus instrumentos sin dejar de tocar. metiéndose entre el público, ya en esos momentos, todo el mundo rodeaba el escenario, porque ECSTATIC VISION hacen que sus actuaciones sean interactivas, haciendo que la gente participe junto a ellos. Con el micrófono sujeto sobre su mano y caminando de espaldas, Doug recorría las inmediaciones del escenario seguido por Kevin tocando el saxo. Esto ya no tenía vuelta atrás. En esos momentos las apuestas se centraban en cuanto tiempo iba a pasar hasta que se encaramara a lo alto del altavoz, porque aquello, no habría duda que sucedería como sucedió cinco años atrás.

La locura estaba desatada y ‘The electric step`’ comenzaba a sonar con un turbador sonido de sintetizadores. Los ritmos krauts aparecían por si se necesitaba mayor poder hipnótico. Una intensa versión del corte con su cantante vomitando cada estrofa, y una intensidad completamente esquizoide.

La fiesta continuaba con ‘Deathwise’, un nuevo corte salvaje y trepidante con el que no bajan el pistón. La tarde iba llegando a su final y tras el escenario, la vista había cambiado. El cielo se tornaba más rojo con la llegada del ocaso, lo le daba otro tono al entorno, y por ende, a la actuación. En esos momentos ya nadie se mantenía quieto, los bailes desenfrenados y las interacciones con la banda se sucedían en una audiencia enfervorecida. Encarado a lo alto del altavoz, se repetía la estampa icónica que habíamos vivido hace cinco años y que documenta la foto de portada del álbum.
‘Tv eye’ daba paso a una bacanal en la que ya nadie tenía el poder sobre lo racional, A partir de aquí, cualquier cosa podía pasar. El caos se adueñaba del Dunajam para gozo de los presentes. Porque una actuación tan desenfrenada no es fácil vivirla, y mucho menos en ese entorno escenario con las olas rompiendo a poca distancia de nosotros.

Para cerrar el álbum ‘Come together’ documenta otro de los momentos más locos. Con absolutamente todo el mundo dejándose llevar por las distorsiones y los ritmos de la banda, estos, ofrecían sus instrumentos a los presentes, todo valía ya. Algunos grababan con su móvil este momento histórico y el propio Doug cogía estos teléfonos para enfocar hacia el público y que se comprobara el descontrol y la fiesta por todo lo alto que estaba sucediendo. Ya no había músicos y público, todos estábamos unidos por la misma misión, hacer que aquella tarde, fuera absolutamente inolvidable.
‘LIVE AT DUNAJAM’ recoge toda la esencia de una actuación que, si bien fue mas larga de lo que se ha registrado en el disco, fue absolutamente irrepetible y sensacional como reflejan estos surcos que ahora ven la luz vía Heavy Psych Sounds. Personalmente es un placer para mí haber tenido la oportunidad de estar allí, viviéndolo desde dentro, y también de haber colaborado con la banda con parte de mi material gráfico grabado aquel día, para que este álbum y dvd puedan ser posibles.
