Crónica: KRISTONFEST 2025

En su regreso a Bilbao, la ciudad que lo vio nacer hace catorce años, el festival KRISTONFEST organizado por la promotora Noise on Tour, se presentaba como una cita ineludible gracias a su sugerente line-up. Solo un día a diferencia de otras ocasiones con tres bandas del nivel de COLOUR HAZE MOTORPSYHO y STONED JESUS, era suficiente reclamo como para desplazarme al País Vasco para ver primer concierto allí. Si bien había visto unos meses atrás a las tres bandas, el buen ambiente que siempre se genera en el festival y la ausencia de éste en la ciudad de Madrid como en ocasiones precedentes, me empujaban a madrugar para coger un tren y presentarme en ‘el Botxo’ para ser absorbido por los sonidos psicodélicos de estas tres formaciones punteras de la escena.

Esta vuelta a origen del Festival se llevaba a cabo en la Sala Santana 27, un espacio situado en un polígono a las afueras de Bilbao con unas magníficas instalaciones para un evento de estas características.

Mi temprana llegada a Bilbao me permitió visitar el casco viejo y su sensacional ambiente con unas calles repletas de gente abarrotando los bares de la zona y su exquisita gastronomía. A continuación, me dirigí a hotel donde estaban alojadas bandas ya que estaba situado a unos metros de mi alojamiento. Allí me había emplazado con Ingvald, el batería de MOTORPSYCHO con quien había estado un par de días antes en Madrid donde pude hacer de guía turístico de la ciudad para él y su pareja. Al llegar al hotel me encontré con Steffan, el líder COLOUR HAZE que habían llegado desde Alemania por carretera tras pasar una noche en Francia. Charlando con él me comunicaba que MOTORPSYCHO ya se habían desplazado a la Sala para hacer su sound-check. Así las cosas, me dirigí camino de la ésta, pero algo nubló mi cabeza y por error me presenté en la Sala Kafé Antzokia, donde tras un rato de espera un empleado me comunicaba que el concierto no se celebraba allí. A veces la cabeza que juega malas pasadas, y todavía no se cómo ocurrió, pero sucedió. A mi llegada a la Sala Santana la banda había finalizado su prueba de sonido por lo que tuve que esperar un rato hasta encontrarme con ellos. Durante la prueba de sonido de STONED JESUS comprobé al instante el buen sonido del recinto lo que un rato después pudo ser corroborado por todos los asistentes. Un recinto amplio, con buena iluminación, amplia barra de bar y espacio suficiente para que todo fuera de maravilla.

Un rato antes del comienzo del festival iba llegando distintos conocidos y amigos desde los mas dispersos lugares de la geografía española para ver a esta triada irresistible de bandas pesadas y psicodélicas.

Los ucranianos STONED JESUS saltaban al escenario de una sala en la que alrededor de medio millar de personas esperaban para disfrutar de lo que prometía ser una jornada memorable. Solo hacía un par de meses que había visto en concierto a la banda en directo e intuía como iban a ser las cosas. El viernes había salido publicado su nuevo disco, el cual había escuchado unos días antes y el que se palpa un giro musical a un escenario más progresivo. La duda en cuanto a cómo enfocarían su set-list quedaba resulta con una alternancia de canciones nuevas junto a alguno de sus clásicos más pesados.

Los potentes riffs del trio junto al buen sonido de la Sala lograron que la tormenta ucraniana se mostrara en toda su intensidad. Ante un público diverso cada banda parecía tener sus propios seguidores, ya que había gente que se había desplazado con cada una de ellas marcadas en su agenda. Todos tenemos nuestros favoritos y verlos junto a bandas diferentes siempre es una oportunidad para nuevos descubrimientos, algo que sucedía con la banda de Kiev, dejando muy buenas sensaciones entre el público que no los conocía mientras sus más fieles seguidores disfrutaban de sus poderosos y familiares riffs. La comodidad del lugar permitía que STONED JESUS sorprendieran con su fuerza a un público que mayoritariamente había venido a ver a Colour Haze o Motorpsycho, siendo bien recibidos por la audiencia en una actuación en la que su Stoner-doom golpeaba con fuerza para bajar las revoluciones con canciones más progresivas procedentes de su nuevo trabajo.   

La banda ofrecía la versión mas melódica de sus nuevas canciones entre sus rugosos riffs. Como ya es habitual en sus conciertos una bandera de su Ucrania los acompañaba en el escenario al igual que su particular bote para ayudar a unos ciudadanos cuyo país está siendo masacrado por el imperialismo de Putin. Quizás me esperaba más canciones del último álbum por esa senda más suave y compleja, pero la fuerza presidió una actuación notable que fue bien recibida por una audiencia que ponía a prueba sus cervicales bajo su atronador sonido.

MOTORPSYCHO, posiblemente la banda más esperada de la tarde, abrían su actuación con ‘The Transmutation Of Cosmoctopus’, diez minutos de jam que me hacían presagiar un show más experimental que en las dos últimas ocasiones en la que los había visto este verano en Alemania y Croacia. Era mi tercer concierto con la banda en pocos meses y cada uno de ellos había sido diferente, con cambios en la batería y ahora acompañados por el otrora guitarra de DUNGEN.  Pero como he repetido muchas veces MOTORPSYCHO juegan en otra liga. Son una banda capaz de ofrecer mil versiones de sí mismos, y en esta ocasión con la presencia de Reiner en los teclados y segunda guitarra, hacía que la banda sacara sus instintos más profundos. El bajo de Bent retumbaba como una tormenta, mientras la batería de Ingvald acompañaba a la perfección los devaneos de la guitarra de Hans.  Esa primera parte de su show se centraba en canciones de su primera época como ‘Sinful, Wind-Borne , Upstairs-Downstairs o Mountain. Durante su brillante actuación los noruegos nos metían en sus particulares laberintos psico-progresivos presididos por la experimentación, un lugar musicalmente no apto para todo el mundo, del que nos sacaban por el camino menos esperado. Canciones variantes con mil matices que van y vienen entre la complejidad, lo divertido y lo pesado. Unos maestros del escapismo que siempre logran su objetivo consiguiendo que el público no se disipe entre su grandilocuencia. En la parte central de su show las melodías y la alternancia de voces eran la nota principal con cortes como la desgarradora ‘Mountain, ‘Hyena’ y Stanley, dejando patente que el rock no tiene secretos para ellos.

La apoteosis llegaba con un clásico de sus actuaciones; Rock Bottom, la canción de U.F.O. adoptada por la banda y con la desataron la locura. Todo el recinto bailando con caras de satisfacción era una inequívoca señal de que estaban disfrutando con una actuación de muchísimo nivel, y es que estos chicos son muy buenos y son capaces de tocar todos los palos de la baraja, y además lo hacen con gran maestría. Su actuación concluía con los ritmos refrescantes de ‘All My Life (I Love You)’ poniendo el colofón a mas de una hora inolvidable. Hay que señalar que la banda no pudo poner en funcionamiento sus fantásticos visuales ya que un problema con el Mac que traía su técnico impedía que los mismos fueron reflejados sobre el escenario, aunque después de lo visto, no habían sido necesarios ya que estos chicos por sí mismos se las apañan para hacer que su música sea la protagonista. Joder, son muy buenos, y en KRISTONFEST volvieron a demostrarlo.

Con tiempo suficiente entre banda y banda para poder relajarnos y comentar la jugada, COLOUR HAZE aparecían en el escenario para poner el colofón a lo que estaba siendo una gran noche. Los de Munich son una de mis bandas favoritas, y suelo coincidir con ellos varias veces cada año. En la fiesta del 20 cumpleaños de la promotora Sound of Liberation en la ciudad alemana de Colonia, había sido la última vez que los había visto. Su actuación allí fue acompañada de unos magníficos efectos de luces psicodélicas, algo que no podríamos ver en KRISTONFEST debido a la ausencia de su técnico. Él había tenido un grave accidente en un dedo de su mano días antes, y la banda se presentaba sin ese soporte tan apetecible. Pero si bien las actuaciones de la banda son apoteósicas con las proyecciones acompañando sus canciones, una vez que los primeros acordes de guitarra de Steffan comenzaron a sonar nadie los echó en falta. L banda nos sumia en su particular mundo lisérgico sin renunciar a la fuerza Stoner que sus temas contienen. Clásicos de l banda invitando a un viaje mesiánico que fue estupendamente recibido por un público que se divertí durante su show. Después del vendaval de los noruegos COLOUR HAZE nos envolvía en sus atmósferas lisérgicas como solo ellos saben hacer. Brillando con luz propia su batería Mani, dejaba patente lo bueno que es en los tambores con sus ritmos endiablados que elevaban los largos desarrollos de guitarra y los sutiles pasajes de los teclados.  Canciones largas que flotaban sobre las cabezas de un público disfrutón corroboraban que la elección del cartel que KRISTONFEST había brindado a su público en su vuelta a Bilbao había completamente acertada.

La noche avanzaba y el sueño psicotrópico de la banda incrementaba su intensidad con un argumento lineal pero sumamente solvente. Grandes COLOUR HAZE, nunca dan un concierto malo. Pocas bandas como ellos saben solventar las adversidades brindando a sus fans conciertos memorables como el del pasado sábado.

Son unas cuantas las ediciones que he visitado del festival, pero esta fue especial para mí, pero también para todos aquellos que habían viajado a Bilbao. KRISTONFEST una vez más mereció la pena, por el nivel de las bandas que lo visitan, por el espacio elegido para su celebración y por una organización que siempre trata de ofrecer lo mejor a su público. No quisiera terminar esta crónica sin agradecer la hospitalidad recibida tanto por la organización como por la sala para contaros todo lo acontecido el pasado fin de semana. Ahor queda contar los días para la próxima edición de un festival que se ha convertido en un clásico de la escena española: ¡¡¡Larga vida a KRISTONFEST!!!

Crónica: KRISTONFEST 2024

Con un cartel de alto nivel la edición 2024 del festival organizado por NOISE ON TOUR llegaba de nuevo a Madrid con alicientes suficientes como tener una velada memorable. Bandas míticas como MONSTER MAGNET, PENTAGRAM y UNIDA iban a proporcionar buenas vibraciones. Con un gran ambiente en las horas previas al comienzo del evento los alrededores de la madrileña Sala But se llenaban de personal en un horario que no era el habitual. El hecho de que la Sala abriría sus puertas para su sesión de discoteca hacía que las puertas se abrieran a las 6 de la tarde. Aquí no estamos acostumbrados a esos horarios tempranos, pero la cita merecía la pena. En esta ocasión la Sala solo tenía habilitada para el público la zona baja, estando cerrada la parte de arriba. Esto, unido a la situación de las barras hacía que el sudor presidía el espacio frente al escenario.  Así poco a poco la sala se iba llenando de gente ya que, con gran puntualidad UNIDA salían al escenario para calentar motores y lo hacían como ellos saben..

En un concierto en el que los riffs estaban asegurados, los californianos se decantaban por ofrecer un sudoroso concierto de hard and heavy rock a la vieja usanza. Para muchos la ausencia de John Garcia en la banda era un pequeño hándicap pero en cuanto su actual y fantástico cantante Mark Sunshine vocalizaba las primeras estrofas de las canciones ese detalle iba a ser olvidado. Ya había visto a la banda en la pasada edición del Tabernas Desert-Rock Fest y en aquella ocasión consiguieron sorprenderme gratamente. Marcados por los tambores de Mike Cancino y por los riffs de Arthur Seay la banda se iba metiendo poco a poco al público en el bolsillo. Con constantes interacciones con la audiencia su descarga de rock rudo a la vieja usanza acabó por convencer a todos, incluso a los reticentes que admiran a John García. Cuando las expectativas no las tienes muy altas, una banda te puede sorprender, y eso con una banda solvente en sus directos como es UNIDA, es sinónimo de éxito. Así lo corroboraba la despedida que el público brindó a estos cuatro tipos rudos fornidos ya en mil batallas. Puro rock and roll.

Sin duda la tarde había comenzado bien, pero ahora llegaba el momento era el momento de ver a PENTAGRAM sobre el escenario. La banda había ocupado el lugar de los inicialmente anunciados MASTERS OF REALITY, un buen acierto de la organización que no hacía bajar el nivel del line-up del festival. Es una realidad que un tipo como Bobby Liebing despierta conta admiración como rechazo, y esto se notaba en el ambiente. Desde los que esperaban ver a esa banda legendaria precursora del proto-metal en los 70’s, como los que no daban un duro por la actuación de BOBBIE. He de decir que antes de la actuación pude estar en la zona del backstage con él y su aspecto desaliñado y su actitud no me hacían augurar nada bueno. Pero al igual que digo esto, he decir que la mayoría de las veces que he visto a PENTAGRAM en directo, no he sido demasiado optimista de lo que podían ofrecer, pero también es justo decir, que en todas ellas he visto a una banda que cumplía su papel con decoro e incluso alguna vez, con brillantez. Los mitos tienen esas cosas, las expectativas siempre están altas, y luego a veces, la realidad resulta ser diferente.  

Había visto a PENTAGRAM el pasado mes de mayo en el marco del Desertfest Berlin, y su actuación fue correcta. Ahora, con la presencia del exbatería de SAINT VITUS Henry Vásquez y la presencia a la guitarra del mítico Tony Reed, Bobby tenía un soporte suficiente para que todo saliera bien. Esta claro que se pueden achacar muchas cosas a Mr. Liebing, pero el sabe que cuando tiene que salir al escenario, sus fans tienen que ver a una estrella del rock. Algo como esto hace que siempre aparezca en el escenario ataviado como tal. Para esta ocasión un pantalón negro de campaña y una camisa blanca de raso acompañaban a sus botas de tacón. Que diferente estampa a la que yo había visto un rato antes en calcetines, con los crocs tirados y una sudadera de su propia banda. ‘Bloodlust’ abría una actuación en la que la oscuridad y los riffs proto-metal golpeaban a una audiencia que disfrutaba de cada canción, de cada mueca de su enjuto cantante y de cada riff asesino que salían desde el escenario. Un sonido potente que iba alternando una mayor parte de canciones de los últimos años, con otras legendarias, más reconocibles por sus fans. Precisamente estas eran las que encandilaban a un público satisfecho por el show que PENTAGRAM ofreció en la tarde madrileña. Una actuación descrita por algunos como ‘brutal’, en contraste con alguno (los menos) que decían ‘No ha estado muy mal’. En fin, supongo que las cosas tiene un aspecto dependiendo desde el punto de vista desde que se miren, pero, lo cierto es que PENTAGRAM, a pesar de dejar a sus incondicionales con la amargura de no haber escuchado alguna de sus canciones más significativas, solventaron su actuación con una profesionalidad y acierto que bien merece el respeto de todos. Al final del festival Bobby departía con sus fans haciéndose fotos con todos aquellos que se lo solicitaban como una auténtica estrella del rock. todo un personaje.

Con MONSTER MAGNET las expectativas estaban muy altas. Nunca había visto a la banda en directo y mi curiosidad era mucha por ver como se desenvolvían sobre un escenario. Lo cierto es que el antecedente del día anterior en Bilbao en el que su líder y cantante Dave Wyndorf había ofrecido el concierto sentado me hacía tener ciertas dudas. Cumpliendo el horario a rajatabla, y con una audiencia de alrededor de 800 personas que abarrotaba la Sala But la audiencia recibía con una gran ovación a la banda seguramente más esperada del día. Con ‘Dopes To Infinity’ el quinteto abría una actuación con luces y sombras. Con su líder sentado en una silla durante todo el concierto y con la guitarra sobre sus piernas a modo casi testimonial MONSTER MAGNET comenzaban una actuación en la que algún problema de sonido impedía oír bien la voz (especialmente en las primeras filas.  Un show en el que los sonidos cósmicos coparon un gran protagonismo aún siendo alternados con canciones más rugosas. Sin duda una puesta en escena bastante spciodélica acompñada por proyecciones de visuales tras los músicos. Un concierto sobrio y falto de algo de chispa en el que por los halagos que me habían transmitido de la banda en directo, MONSTER MAGNET no ofreció su mejor versión. Aún así los bailes del publico y el headbanging daban muestra de que el público se estaba divirtiendo. Mucha distorsión, sintetizadores, y riffs contundentes eran los ingredientes con los que los estadounidenses trataban de conquistar a una audiencia que se divertía, pero que no estaba viendo todo lo que esperaba. El concierto tuvo su punto álgido con su última canción ‘Space Lord’, en la que el estribillo era repetido con energía por toda la sala al unísono. Un final apoteósico para una actuación que no había sido tan entusiasta como hubiera podido esperarse. Correctos y alejados de sus mejores tiempos, su profesionalidad y solvencia hizo que no fuera una decepción.

En cualquier caso, entre luces y sombras, fueron los tapados, UNIDA, los que congregaron mayores halagos por la mayoría. A veces no son los nombres los vencedores, pero aún así, la edición 2024 de KRISTONFEST brilló a un gran nivel con tres reputadas bandas que cumplieron su misión a la perfección para que la tarde fuera fantástica, a pesar de los pequeños lamentos de algunos de los presentes.  

Todas las fotos: 

DenpaFuzz

Crónica: KRISTONFEST 2023

Todavía con la resaca de lo vivido en DesertFest Berlín, y sin darnos un respiro, llegaba una de las citas mas importantes del año en Madrid. El pasado sábado se celebraba la 10ª edición del festival Kristonfest, organizado por la promotora Noise on Tour. A diferencia de la última edición, dividida en dos jornadas, en esta ocasión el festival de celebró un único día en la madrileña Sala La Paqui (antigua Sala But, para los nostálgicos). Con un apetecible line-up en el que cabían diferentes estilos, todo auguraba que sería una gran noche, y, ¡vaya si lo fue!.

La presencia de una de las bandas nacionales mas en forma como son los alicantinos ROSY FINCH, la presencia de la psicodelia espacial de vocación doom de los franceses MARS RED SKY, las leyendas del doom THE OBSESSED por fin tocando en España, con el legendario Wino a la cabeza, y los puntales escandinavos del blues psicodélico de inspiración vintage GRAVEYARD, era una apuesta ganadora.

La maratoniana jornada comenzaba para mí alrededor de las cinco de la tarde. A esa hora puede asistir a la prueba de sonido de mis queridos ROSY FINCH, y me bastaron unos segundos para comprobar que el trio venía cargado con todo arsenal. Pasadas las seis de la tarde ya se podía comprobar como los aledaños de Tribunal se iban llenando de melenudos tatuados ávidos de una buena descarga de rock pesado.

Con la Sala recibiendo los primeros grupos de gente, ROSY FINCH salían al escenario. Ya sabemos lo remolones que somos en estas ocasiones, ya que mucha gente no llega a tiempo a ver a la primera banda, pero desde luego los que madrugaron se llevaron una gran sorpresa. El trio tenía clara su apuesta. Así lo corroboraba la loma que custodiaba la espalda de la batería de Juanjo. Con el tenebroso logo de banda, y el escenario envuelto en las tinieblas del infierno con un rojo penetrante, creaban la atmósfera perfecta para su ritual pagano. Un ritmo ceremonial de tambores, daba el pistoletazo de salida al salvaje aqueelarre que nos esperaba.  ‘Oxblood’ era la canción elegida para desatar una tormenta de crujientes y rudos sonidos sludge, con un claro espíritu alternativo de inspiración 90’s.  

La banda sonaba sucia, cruda lo que ensalzaba su aguerrida apuesta sonora. Estaba claro que tras la numerosa presencia de la banda en afamados festivales europeos, su madurez y saber hacer, son innegables.  Si la fuerza y el desasosiego del tema de su álbum ‘SCARLET’ había revolucionado la Sala, sin salir de la oscuridad, la banda interpretaba ‘Inferno’ una canción de su último EP ‘Seconda Morte’. En un tono más atmosférico, seguían su particular sortilegio entre tinieblas y terroríficas vos salidas de la garganta de Mireia. La banda sorteaba algunos problemas de sonido que no les permitían sentirse cómodos sobre el escenario, pero, aun así, se metían al público en el bolsillo con su crudo y pesado sonido desbordante de rabia. Dos nuevas canciones de ‘Scarlet’ hacían avanzar su actuación, ‘Amaranto’ y ‘Lava’ activaban la palanca del headbanging entre los presentes. En una fusión de sorpresa y de satisfacción, las caras del personal reflejaban que estaban muy satisfechos con lo que estaban viendo sobre el escenario. Los ecos grunge hacían mutar el sonido a un escenario más alternativo, pero la atención del público no cedía, sino todo lo contrario. La descarga de energía y rabia culminaba con ‘Alizarina’, con la que ponían fin a una actuación impactante y con la que la banda sigue poniendo muescas en su revolver. ¡Grandes! Sin duda, la organización no habrá echado en falta a INTER ARMA, banda en principio programada para tocar en Kristonfest.

Con la Sala recibiendo mas gente, el breve descanso entre bandas servía para reponer fuerzas e intercambiar saludos e impresiones con muchos conocidos. Mientras, MARS RED SKY preparaban sus instrumentos antes de invitarnos a uno de sus particulares viajes cósmicos.

Si gran parte de la audiencia se había sorprendido con el buen hacer de ROSY FINCH, con los franceses la cosa estaba algo más complicada. Sus voces armoniosas y sus paisajes sonoros ensoñadores pueden resultar algo aburridos para una parte de la audiencia, y a lo largo de su actuación, así me lo corroboraba algún conocido. Sustentando el sonido de la banda en la múltiple variedad de resonancias que salen del arsenal de pedales que habitualmente utiliza Julien (probablemente sea el guitarrista de la escena que más pedales usa) la banda iba desgranando un repertorio que recoría gran parte de su discografía con canciones como ‘Apex III’,  con la que abrían una actuación empapada en psicodelia sideral empaquetada entre gruesos riffs doom. Canciones como ‘Collector’ o ‘Crazy Heart’, mostraban el lado más sosegado de la banda con la anémica voz de Julien susurrando nuestros corazones. ‘Maps Of Inferno’ ‘Marble Sky’ y ‘Strong Reflection’ completaban una actuación que tampoco había estado exenta de algún problema de sonido, que martirizaba al inquieto Julien. Desde luego, es lo que se puede esperar de una banda así, solidez, y psicodelia pesada, empapada de polvo cósmico y melodías celestiales. Aun así, habiendo ofrecido un show solvente, los franceses no convencieron a todos.

Llegaba uno de los momentos esperados por todos. Ya con una sala luciendo una entrada cercana al lleno, el escenario se preparaba para recibir al legendario Wino y sus THE OBSESSED. La banda de Maryland era un sueño para muchos, pero también una cierta incógnita.  A veces cuando ves a una banda dos veces en la misma semana, tratas comparar las dos actuaciones, pero con THE OBSESSED yo sabía que la apuesta era segura. Sin ser una gran fan de la banda, y habiéndoles visto por primera vez en el Desertfest Berlin, allí me dejaron claro que son una banda que sabe de esto.

Dejando patente que no son unos principiantes, y sin demasiados alardes THE OBSESSED van al grano y a lo importante. Seguramente Wino ya no sea tan irreverente como lo fue años atrás, que ahora sea un tío más maduro, pero nadie puede discutir que su carisma y buen hacer, siempre van a ser su mejor aval. Acompañado a la batería por Brian Constantino y con Chris Angleberger al bajo y Jason Taylor en la segunda guitarra, THE OBSESSED hicieron cumplir la frase de ‘menos es mas’. Sin alardes de puesta en escena y ataviados como se puede esperar de unos viejos rockeros, el cuarteto dejaba patente porque son considerados unos de los pioneros del doom metal. Canciones crudas, pesadas, ejecutadas lentamente se iban sucediendo mientras la temperatura en el recinto iba subiendo cada vez más. Con repertorio que miraba al pasado, pero que también lo hacía al presente canciones como ‘Sodden Jackal’, ‘Sacred’, ’Punk crussed’,‘Brother Blue Steel’,‘Streetside’, o ‘Tombstone Highway’ hacían que los presentes cayéramos rendidos ante una actuación solvente y de puro rock and roll a la vieja usanza, sin artificios. La banda fue despedida con una sonora ovación que reconocía el buen trabajo que habían hecho. Porque, aunque en Berlín habían sonado más potentes, (ya decía antes que era difícil no hacer comparaciones), la esencia de su actuación había sido similar, un show de alto voltaje.

La noche iba llegando a su fin, pero todavía quedaba la actuación de la banda probablemente mas deseada, y a la vez cuestionada. GRAVEYARD visitaban de nuevo a Madrid, y la mayor incógnita era saber si su actuación iba a ser como siempre, o íbamos a ver a los suecos destapando su tarro de las esencias. Siempre que he visto en directo a GRAVEYARD, me he quedado con un sabor de boca agridulce. En todas las ocasiones, aún habiendo realizado buenas actuaciones, me he quedado con la sensación de que su potencial es mucho mayor del que suelen ofrecer. Bien sea por los problemas vocales de Joakim o no sé porque o por la frialdad sueca, pero cada vez que vuelvo a concierto suyo me digo ¿Será este?

Esta sensación coincide con la que me transmiten numerosos amigos y conocidos, ellos también se han quedado en ocasiones con un mal sabor de boca. Pero, en la pasada edición de KRISTONFEST, los suecos brillaron como nunca, y dejaron patente lo magnífica banda que son, y no solo en disco, sino con un impresionante directo. Dando un repaso a numerosos de sus clásicos como ‘Hisigen blues’ o ‘Pease don’t , el cuarteto destilaba su blues psicodélico entre riffs profundos y una sensación de que la banda lo estaba dando todo. En una actuación para enmarcar, bajaban las revoluciones con temas como ‘Uncomfortably Numb’, para retomar ritmos mas rockeros y hacer que el público tarareara gran parte de sus canciones. En la Sala almas con cara de satisfacción, otros entregados al baile, y todas las cabezas balanceándose al son de los suecos. Algo mas de una hora que se pasó a la velocidad de la luz, porque GRAVEYARD nos hicieron olvidar todos aquellos conciertos en los que no habían estado a este nivel. La espiral concluía con ‘The siren’. Un clásico que era coreado por todo el público y que siempre aparece en sus actuaciones. Con él, ponían el punto y final a una actuación soberbia y emotiva, con la que conquistaron los corazones de los presentes.

La fiel legión de seguidores españoles pudo quedarse congraciada por haber visto a una de sus bandas favoritas derrochando todo su potencial, que es mucho. Pero estaba claro que la noche no podía terminar así, y aunque la banda se retiraba recibiendo una sonora ovación, nadie se movía de allí. Todos esperábamos que salieran de nuevo al escenario para poner el broche de oro a una jornada fantástica. Así tras unos minutos haciéndose los remolones, regresaban al escenario siendo recibidos con una enorme algarabía, y a su vez, agradeciendo el cariño recibido y ofreciéndonos dos canciones mas, ‘Walk on’ y ‘Aoin’t fit t olive here’, Y ya sí, definitivamente se despedían de Madrid, y usando un término taurino, ‘saliendo por la Puerta Grande’. Sin duda habíamos vivido un momento de esos que quedan para siempre en el lado mas dulce de nuestra memoria.

Si durante mas de cuatro horas habíamos vividos un ritual diabólico, las fuerzas de la naturaleza parece que quisieron unirse a la fiesta, descargando un aguacero de grandes dimensiones. Una tormenta primaveral en toda regla que impidió que las conversaciones post concierto se pudieran producir ya que el personal se refugiaba bajo las marquesinas para no ser engullido por el diluvio que inundaba la noche madrileña.

Sin duda, la organización, a pesar de todas las adversidades, había conseguido casi colgar el sold-out en lo que fue una jornada perfecta, una, en la que todo había salido de la mejor manera posible, y que solo se vio empañado por esos pequeños problemas de sonido que afloraron en algunos instantes de cada banda. Desde aquí mando mis felicitaciones a NOISE ON TOUR por el buen trabajo hecho y por todas las facilidades que me dieron para poder contaros de la mejor forma posible todo lo sucedido. Ya solo nos queda esperar a la próxima edición de un festival que aguanta como los galos defendiendo su aldea, en estos tiempos convulsos para la organización de eventos. Ya queda menos para KRISTONFEST 2023.

Kristonfest

Rosy Finch

Mars Red Sky

The Obsessed

Graveyard

Crónica: KRISTONFEST (día 2), con SLOMOSA, STÖNER, MAIDAVALE y EARTHLESS

Habiendo pasado una semana desde la primera jornada del festival, en este segundo día se notaba que una parte importante del público era diferente al que había asistido en el primer día. Las preferencias del personal se diferenciaban en cuanto a preferencias por algunas bandas, algo, que dice mucho de un festival como KRISTONFEST, que abarca un amplio espectro de gustos, dentro del mismo estilo. Si en la primera jornada encontrábamos a numeroso personal llegado de fuera de Madrid, en esta ocasión sucedía exactamente lo mismo, con gente llegada incluso mas allá de nuestras fronteras. Los momentos previos servían para ir calentando motores en los bares aledaños a la sal, y de rencuentros con amigos de distintos lugares de la geografía. En los aledaños de la sala me encontraba con numerosos músicos de bandas nacionales que habían venido a ver a alguno de sus referentes. Tras comentar las novedades de cada banda respecto a proyectos y y demás, me dirigí nuevamente a la entrada donde seguían sucediéndose los encuentros y saludos con el personal. El orden de actuación de las bandas me pareció algo extraño en un principio, pero a la postre resultó de lo mas acertado. Teniendo a una banda que gusta del Stoner como son los noruegos SLOMOSA, era lo ideal para ir calentando motores, tras ellos las leyendas Brant Bjork y Nick Oliveri (mitad de KYUSS) para seguir la fiesta, y después una transición psicodélica a cargo de MAIDAVALE, hasta la llegada del plato fuerte con EARTHLESS. Esta distribución resultó ser perfecta para ir hilvanando una banda con otra sin demasiados cambios estilísticos. Desde el nervio y el desparpajo de SLOMOSA y la fuerza y solidez de STÖNER y sus legendas hasta pasar por el trance hipnótico de la psicodelia de las suecas MAIDAVALE, que nos ponían en la pista de despegue para el gratificante viaje final con EARTHLESS.

Los noruegos SLOMOSA eran los encargados de abrir la tardea una hora poco habitual por estos lares. El hecho de que la Sala Mon, tuviera sesión de discoteca pasada la medianoche hacía que los horarios fueran adelantados. Esto hacía que al comienzo de la actuación del cuarteto de Bergen hubiera todavía mucha gente en el exterior de la sala en el calentamiento previo que todo concierto tiene en los bares aledaños.  Con ese aforo exiguo SLOMOSA descargaba toda su fuerza desértica sin ningún tipo de complejos. A los noruegos tuve la ocasión de verlo en su primer show fuera de Noruega en el marco del Deserfest Amberes, el pasado octubre, allí fueron una de las bandas mas aclamadas, pero en España no son todavía lo suficiente conocidos como para que la sala se llenara durante su show. Pero SLOMOSA son una banda solvente, que a pesar de tener un sonido cercano a la ortodoxia del Stoner-rock, saben como manejarse con las melodías retro cercanas al proto-metal, para que su música resulte atractiva y alejada de estereotipos. La joven banda ejecutaba sus canciones con soltura ante la sorpresa de alguno de los fans más escrupulosos del género.

La presencia de STÖNER, con dos miembros de KYUSS en sus filas, era todo un reclamo para que el público congregado en la Sala Mon fueran más ‘stoneros’ de lo que habían vivido en la jornada inaugural. Éstos, sin duda quedaron muy gratificados con una banda que ponía la temperatura desde primera hora, calentando a un personal con ganas de fiesta y diversión. SLOMOSA, sin duda, cumplieron su papel, y consiguieron que la temperatura subiera rápidamente a pesar de la corta duración de su actuación, lo que hizo que parte de la concurrencia se quedara con ganas de más. La banda basó su show en los temas contenidos en su Lp debut, con alguna canción nueva. Riffs difusos y actitud inquebrantable eran los argumentos de la banda que se veía arropada con un sonido notable y un juego de luces discreto en una actuación notable que recibió la aprobación de la concurrencia.

Tras SLOMOSA, unos minutos de descanso para reponer fuerzas mientras se preparaba una banda esperada por todos, STÖNER.

Comandados al alimón por los dos ex – KYUSS, BRANT BJORK y NICK OLIVERI, era uno de los objetivos de la gran mayoría de los presentes, el otro objetivo, sin duda los queridos EARTHLESS. La presencia de STÖNER despertaba una cierta inquietud entre algunos de los presentes, ya que su álbum ‘Totally’ recientemente estrenado, no había cubierto totalmente las expectativas de algunos de sus fans. Una banda en la que están dos miembros de los míticos KYUSS, es una banda de la que se puede esperar mucho. Así las cosas, el trio salía con ganas a tocar y ofrecer una buena fiesta a todos los presentes. Tras su salida al escenario, el trio tardó poco tiempo en poner las pilas a un personal hambriento de riffs arenosos. La banda se repartía los roles a la perfección. Con un intercambio de voces y coros entre el bueno Brant y Nick, este último ponía la garra y la pesadez con su voz y con su bajo, mientras Brant ponía el groovy. Ese espíritu indomable de los primeros tiempos en el desierto llegaba a Madrid con las fuerzas intactas.

Sonando como un cañón, la banda conseguía que el público diera rienda a sus instintos con pogos y episodios de crowsurfin, que se sucedían en las primeras filas. Un sonido impecable en el que solo le faltaba algo más de volumen a las voces, ayudaba a la banda a conquistar a la audiencia. El ‘flow desértico invadía una Sala Mon, que ya se encontraba en ‘modo fiesta’ total. STÖNER iban desgranando los temas de su álbum debut, llegando a momentos álgidos con temas como ‘Party March’, coreada por un público que levantaba sus brazos como signo de aprobación al espectáculo que las leyendas del desierto estaban ofreciendo. Cabe señalar que la labor de Ryan a la batería no desmerecía en absoluto sobre sus compañeros de andanzas. Su doble bombo golpeaba con contundencia en el pecho el público más cercano al escenario, mostrando que es un batería solvente que sabe estar a la altura que dos leyendas del género stoner. Sin un momento de pausa durante su actuación, la traca final estaba todavía por llegar. Evidentemente la mayoría de la gente esperaba que nos regalaran alguna versión de KYUSS, y si STÖNER cumplieron y en la parte final de su actuación, pudimos disfrutar de dos temas de KYUSS con un apoteósico final al ritmo del clásico ‘Green Machine’. La actuación de los californianos se había pasado volando, pero la satisfacción por el superlativo concierto ofrecido por STÖNER, quedará en el corazón de aquellos que vieron el pasado sábado una reencarnación de las leyendas del desert-rock. En esta noche de leyendas del desierto, no faltó la guinda. La presencia de Mario Lalli, confundía por momentos a la gente, que no llegaba a adivinar el motivo de su presencia en Madrid. Pero el bueno de Lalli había cambiado las cuatro cuerdas de su bajo, por las cajas de merch, ya que era el tour mánager de la banda y él hacía las veces de ‘chico de merch’ así como de conductor durante el tour. Todo un ejemplo de modestia y naturalidad que algunos músicos que van de ‘divos’ deberían seguir. Como resumen podríamos decir que STÖNER se graduaron con una nota alta en su visita a Madrid, como así lo corroboraba l cara de satisfacción y los comentarios del personal. Unos fans que no dudaban en solicitar una foto a sus ídolos, algo que tanto Brant, como Nick, les concedían con suma simpatía.

STÖNER no habían dejado nada fácil la tarde para la siguiente banda, ya que su actuación fue ardiente y con ella la temperatura y las ganas del personal estaban en todo lo alto, pero las chicas de MAIDAVALE, supieron perfectamente como lidiar con eso.

Cambiando la propuesta desértica por los hipnóticos ritmos kraut de corte psicodélico, MAIDAVALE fueron desarrollando una actuación notable. Con un pequeño giro argumental, Matilda y sus compañeras no tardaron mucho en hacer que el público se enganchara a su actuación. Desconocidas hasta ahora para parte del público presente, las suecas consiguieron metérselos en el bolsillo que su fascinante y psicotrópica propuesta. Ellas no son una banda que interactúe mucho con el público, pero la frialdad nórdica contrastaba con los constantes bailes de su cantante. MAIDAVALE son cuatro músicos solventes y que saben manejarse perfectamente sobre un escenario, transmitiendo una garra que quizás en disco, muestran en menor medida. Los guiños blues de tinte retro de sus inicios han ido evolucionando en los últimos tiempos, y especialmente con su último álbum hacia un escenario evolutivo, más magnético y experimental. Con un sonido que bebe de la fuente kraut, las suecas ofrecieron sus vibraciones neo-psicodelicas con total soltura y destreza. Su actuación incitaba a un constante baile de un público predispuesto a la fiesta. Ha sido demasiado tiempo sin conciertos y festivales, y aunque la temporada ha arrancado con toda su fuerza, en la sala se encontraba mucha gente que estaba en la primera fase de su vuelta a la música en vivo. Todos estos condicionantes hacían que el nivel mostrado por Slomosa y especialmente por STÖNER no bajara las revoluciones de la jornada.

A MaidaVale las había visto unas semanas atrás en el marco del Barcelona Psych Fest, y su actuación en la tarde del pasado sábado siguió la misma senda, por lo que no me sorprendieron en exceso, pero sin un borrón en su vibrante actuación. De alguna manera ofrecieron el show esperado, con menos aditamentos retro, y con un sonido más experimental. Meses atrás sí me habían sorprendido en Amberes en el marco del Desertfest, donde me parecieron una banda que había cambiado algo su propuesta sonora, y eso quedó ratificado una vez mas en la Sala Mon. Ellas son ya una banda asentada y cada una de sus actuaciones se convierten en un éxito, ya que consiguen transmitir la frescura de su sonido con acierto a la audiencia, por muy heterodoxa que esta sea. En su visita a Madrid consiguieron con su brillante show, reclutar para su causa a un público que no las conocía en exceso, pero también se graduaron ante sus mas fervientes seguidores.

Tras la actuación del cuarteto sueco, el festival llegaba a su recta final, pero todavía nos quedaba el plato fuerte, EARTHLESS

Llegados desde Burdeos donde habían actuado la noche anterior, y el trio llegaba al mediodía a la Sala Mon. Después de hacer su prueba de sonido se encontraban con caras de agotamiento, descansando tras el largo viaje. Pero estos chicos están curtidos en mil batallas, así que no había porque alarmarse. Me resultó gracioso ver a Mario Rubalcava en el backstage visionando videos de skaters en su teléfono móvil, algo que me vino a la cabeza mas tarde, durante su actuación, ya que con sus baquetas, parecía estar sorteando obstáculos y rampas en un frenesí endiablado de golpes sobre sus parches. EARTHLESS arrancaba su show con una combinación de luces blancas y rojas, y sólo fueron necesarios unos minutos para entender lo que nos esperaba.  Con su habitual ubicación en el escenario, con Isaiah en la parte izquierda del mismo Mike, a la derecha en un segundo plano y Mario ocupando la parte central, los californianos comenzaban su actuación con la maquinaria al ralentí. Sus largos pasajes instrumentales se desarrollaban con una intensidad contenida. Dejando espacio para narcotizar a la audiencia, con sus habituales ‘viajes’ lisérgicos, calaban hondo en las neuronas de un público enganchado desde el inicio con su actuación. Las caras de éxtasis comenzaban a aflorar entre un público que prestaba atención a su actuación. Hay bandas que tocan psicodelia pesada que consiguen hacen volar alto al público con sus actuaciones, pero EARTHLESS están en un estrato superior, juegan en otra liga, y ellos, son los propietarios de las llaves de las puertas del cielo, así que, una vez más, en KRISTONFEST, abrieron esas puertas celestiales de par en par, para que todos entráramos en su particular ‘nirvana’ y flotáramos en ese espacio celestial, impulsados por sus jams instrumentales. Su actuación se compuso de cinco largos temas con los que consiguieron meterse al público en el bolsillo. Isaiah tocaba su guitarra poniendo el alma, como en él es habitual, mientras Mario enloquecía con vibrantes ritmos endiablados. Hay pocos baterías en la escena como él, y su frenesí rítmico parece estar al alcance de pocos. Con completa naturalidad y como si estuviera surfeando con su tabla de skate, el californiano conseguí imprimir un ritmo frenético a cada una de sus canciones. Mientras, Mike, se mantenía en un segundo plano, pero siempre proporcionando la cobertura necesaria a sus compañeros.

EARTHLESS son una banda compenetrada, una banda que sabe sacar partido al aparente caos con el que ejecutan sus canciones, algo que quedó probado cuando Isaiah tuvo algún problema con su guitarra y sus compañeros continuaron sin que nada parase. Este es uno de sus avales, ya que sus improvisaciones se desarrollan con un control total de cada uno de sus miembros. Su actuación me resultó posiblemente la mas pesada de todas las veces en los que los he visto en vivo, y son unas cuantas. Con una parte inicial en la que los largos desarrollos psicodélicos parecían mostrar el camino al público, para pasar a una etapa hipnótica hasta llegar a explorar territorios que habitualmente no visitan con frecuencia. Porque EARTHLESS pasaron por varias fases durante su actuación. Desde la calma balsámica, las orgías ácidas los momentos de rencarnación hendrixiana, la oscuridad Sabbathica, e incluso con momentos mas propios de una banda de Stoner-doom en alguna fase de su actuación. Sus riffs pesados, lentos y monolíticos contrastaban con los momentos más ácidos en los que los solos de ISAIAH se estiraban hasta el infinito. Con unos finales apoteósicos alargaban varios minutos la conclusión de cada tema, haciendo que nunca supiéramos cuando llegaba el final. Si la mayor parte de actuación consistió en largas jamás instrumentales, en la parte final, nos ofrecieron dos canciones cantadas. En esta fase final, la banda ampliaba su espectro sonoro explorando los sonidos hard-rock y blues de los 70’s, aplicados a su propia y personal receta. EARTHLESS certificaron que son los reyes del Olimpo heavy-psych de nuestros tiempos y poder disfrutar de una actuación así, es todo un regalo para cualquiera de sus seguidores.

La jornada había acabado y con ella la edición 2022 del festival KRISTONFEST, y los operarios de la Sala se apresuraban para desalojar al personal. Esto es algo habitual cuando se celebran conciertos de estas características en una sala que funciona como discoteca, por lo que la gente se mantenía en la calle, junto a los alrededores de la entrada de la Sala Mon, donde los músicos tenían aparcadas sus respectivas furgonetas, y donde podían interactuar con sus fans. Así cerraba la edición 2022 de KRISTONFEST, con dos jornadas memorables, que, sin duda, podrían haber sido épica de haber colgado el cartel de sold-out, algo que incomprensiblemente, no sucedió, a pesar de lo apetecible del line-up que la organización de NOISE ON TOUR había preparado. Nuevamente, quizás deberíamos hacérnoslo mirar, ya que es habitual que nos quejemos de que muchas bandas foráneas no incluyen España en sus giras, pero sin una respuesta mas contundente por parte del público, es difícil la tarea para las promotoras y para las mismas bandas. Reflexionemos tras la resaca de otro fin de semana apoteósico en KRISTONFEST.

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Crónica: KRISTONFEST (día 1), con ATAVISMO, SLIFT y WITCHCRAFT

Por fin llegaba una de las citas importantes de la primavera. La edición 2022 del KRISTONFEST celebraba su primera jornada el pasado sábado en la Sala Mon de Madrid, con una tripleta de bandas.  ATAVISMO en representación del rock patrio, como una apuesta segura, SLIFT, la expectación, y WITCHCRAFT, la deseada leyenda.

Con este apetecible cartel, esta primera jornada nos reservaba emociones fuertes. La banda de Algeciras ATAVISMO eran los encargados en dar el pistoletazo de salida a la jornada. Presentándose como trio, por la ausencia a última por Covid de su teclista Koe, la banda tenía un reto por delante. ¿Cómo suplir la ausencia de teclados? Los gaditanos no son unos recién llegados a esto, así que la banda lo tenía claro. Habiendo cambiado alguna canción de su set-list debido a esta ausencia, ATAVISMO elegía alguna canción de sus comienzos ausente de teclas para incluirla en su actuación. Tras unos problemas previos en la prueba de sonido, la banda asaltaba el escenario alrededor de las 7:30 de la tarde con el propósito de hacer vibrar a su público. En la sala se encontraba con distintos seguidores de la banda llegados de diferentes puntos de la geografía. Gente que sabe perfectamente de lo que son capaces Poti, Sandri y Mateo. Los gaditanos arrancaban su actuación sin hacer prisioneros. Sus viajes psicodélicos se complementaban con una versión más pesada y contundente. Solo fueron necesarios unos instantes para hacer que el público cayera rendido ante su buen hacer sobre el escenario. La temprana hora, no era obstáculo para que la Sala fuera llenándose desde el comienzo de su show. Sin haberse colgado el cartel de sold-out, la Sala Mon lucía con su aforo bastante poblado de gente. Durante su show, en las caras del personal se dibujaba una sonrisa de satisfacción por los mágicos vientos en forma de canciones que salían desde el escenario.

Con la capacidad de llevar de ‘viaje’ con algunos de sus clásicos, ATAVISMO volvían a deleitar a sus fieles seguidores, pero también conseguían alistar a mas fieles para su causa. Entre el público había numerosas personas que venían principalmente a ver a WITCHCRAFT, otros habían oído hablar de SLIFT, pero nunca se habían enfrentado a show de ATAVISMO. Tras lo sucedido en la Sala Mon, podemos asegurar, que los de Algeciras se vuelven al Sur con más aceptos a su causa. Actuaciones así, hacen empequeñecer a algunas de las bandas que llegan de fuera de nuestras fronteras con mucho más nombre, y es que dentro de nuestras fronteras tenemos bandas solventes capaces de poner patas arriba cualquier auditorio. Podríamos decir, que ATAVISMO se graduaron una vez con una alta nota en una actuación en la que supieron meterse al público en el bolsillo con su psicodelia con aroma andaluz, y con momentos en los que su sonido se volvía pesado y contundente. La banda fue despedida con una merecida ovación.

La jornada no había podido comenzar de mejor manera, y tras una pequeña pausa el público se preparaba para recibir a SLIFT. Algunos de los presentes ya habíamos podido comprobar in situ como se las gastan en directo el trio francés, el resto, en esos momentos no tenía ni idea del vendaval que se nos venía encima.

Si durante la actuación de ATAVISMO no había proyecciones sobre el escenario, SLIFT se presentaba con el mismo juego luminotécnico que lleva usando en los últimos meses.  Algo que realmente enriquece sus actuaciones, aunque lo verdaderamente importante está en su actitud y en sus instrumentos. Estos tres tipos retraídos y de trato amable, se transforman cuando suben al escenario. Desde los primeros instantes, sus distorsiones y efectos golpean a un público que comienza a sentir el tornado sónico desde la primera canción, comprobando de lo que son capaces los franceses. La locura sideral de psicodelia pesada y pesadez Stoner -doom arrasaba la Sala Mon de la mano de SLIFT. Diabólicos en su puesta en escena, los tres miembros se mimetizan con sus instrumentos en cada una de sus actuaciones, y el sábado lo volvieron a a hacer durante una hora que paso para todos a la velocidad de la luz. Seguramente si hubiera guardia de tráfico en los escenarios, SLIFT siempre saldrían multados, ya que vomitan sus canciones a una velocidad de vértigo. Creando una tela de araña sobre la audiencia, consiguen hipnotizar al personal. Un público que se dejaba querer y se embarcaba en los constantes ‘viajes’ que nos ofrecía la banda.

Con un set-list incidiendo sobre su alabado álbum ‘UMMON’, SLIFT combinaban momentos mágicos de psicodelia narcótica con torrentes de riffs que ponían a prueba la cervicales de los presentes. Tras su actuación el veredicto de los presentes era unánime, ¡¡¡¡estos chicos son la bomba!!!, ¡¡¡Qué pasada!!!. Si con ATAVISMO el personal había quedado sumamente gratificado, con la actuación de SLIFT, habían tocado el cielo. Sin duda, los grandes triunfadores de la jornada.

Ya eran alrededor de las 10 de la noche y todavía nos quedaba, lo que en principio iba a ser el plazo fuerte de la jornada. La leyenda WITCHCRAFT se presentaba por fin en Madrid. Para la gran mayoría de los presentes, incluido un servidor, era la primera oportunidad de ver en directo a la banda sueca. Aunque realmente, poco queda ya de ella tal, y como conquistó en su día a la parroquia pesada.

Únicamente con su líder MAGNUS PELANDER manteniendo el nombre, tenía ciertos recelos que lo que podíamos vivir. Ya con su último álbum había decepcionado a parte de sus seguidores, un álbum acústico con el nombre de ‘Black metal’ puede parecer un poco desconcertante, y ahora quedaba como se manejaría en directo. Acompañado en la sección rítmica con un veterano como Jussi Kalla ala batería, y al bajo, la novia de este, el trio salía al escenario ante un público expectante. Magnus con en zapatillas, vaquero y chaqueta de chándal no dejó pasar tiempo para hacernos entender que lo que cualquier fan que se precie podía esperar de WITCHCRAFT, no iba a suceder en esta ocasión. Una actuación con luces y sombras que no contento a la mayor parte de la audiencia. Un comienzo desalentador, en el Magnus se mostraba deficiente a la hora de cantar sus canciones con la magia con la que todos le hemos conocido. Limitado a la hora de llegar a su registro optimo, y con algunos gallos en el comienzo, hacía que su show cayera como una jarra de agua fría sobre muchos de los que llevábamos años esperando poder ver a WITCHCRAFT en directo. Lo cierto es que el show vino marcado con ciertos problemas de sonido en el micro de Magnus, aunque su actuación tuvo momentos álgidos en los que encontramos a los WITCHCRAFT que todos esperábamos.

Alternando las primeras canciones extraidas de su álbum ‘Nucleus’, los suecos continuaban con algún tema de su álbum homónimo, dejando la traca final para temas de su álbum ’Legend’ y cerrando su show con dos canciones de ‘Firewood’, los suecos ofrecieron un show irregular que defraudó a gran parte de los presentes. De hecho, había menos público durante su actuación que de la que había durante el explosivo show de SLIFT, algo, que reflejaba a la perfección la sensación generalizada de la noche.

En cualquier caso, el final de la noche del festival no empañaba lo vivido con las dos primeras bandas, que conquistaron a la audiencia con dos actuaciones de altísimo nivel. Por lo demás, la jornada transcurrió con normalidad, con gente que retomaba la música en directo y se sentía gratificada por ello y por lo vivido en la Sala Mon.

Pero esto no acaba aquí, el próximo sábado, se celebrará la segunda jornada de KRISTONFEST 202, con la presencia de EARTHLESS, STÖNER, MAIDAVALE y SLOMOSA, en una jornada que promete emociones fuertes. ¡¡Hasta el sábado!!!