Reseña: BLUE HERON.- ‘Everything fades’

El año pasado los pilares del stoner rock de Alburquerque BLUE HERON nos mostraban sus cartas en el Split junto a HIGH DESERT QUEEN, ahora con su nuevo ‘EVERYTHING FADES nos muestran que su jugada era definitivamente ganadora. Con un sonido crudo, turbio y pesado, impulsado por el fuzz arenoso del desierto alternado con relajados pasajes meditativos envueltos en humo narcótico, BLUE HERON logran canciones monumentales.  Esa voz que a veces vomita las canciones en desgarradores pasajes, sus tambores explosivos y sus deflagraciones masivas, encuentran un espacio para la luz en melancólicos y meditativos pasajes. La fórmula de dotar sus canciones de crudo stoner-doom con apacibles melodías más propias de la psicodelia de los 70’s, atrapándolas entre riffs crujientes y poderosos, funciona a la perfección en el álbum. Sin perder el tono desértico en ningún momento, el blues de garito de dudosa reputación aparece en unos surcos rugosos, pesados, pero que saben encontrar el espacio para la calma. Un equilibrio que no siempre es fácil de conseguir, pero que estos chicos lo logran con pasmosa facilidad. El volumen masivo, saturando su pedazo de desierto con riffs rodantes y atronadores, tambores que golpean y se balancean, tonos profundos y vibrantes así voces que desgarran y rugen son ingredientes a los que es muy difícil escapar. Por eso, cuando escuches este álbum, algo activará tu circuito neuronal, ya que una losa de propulsión y pesadez de riffs quemados por el sol y lastimados por la arena, caerán sin remisión sobre ti. Este vasto espectro estilístico aplicado con destreza consigue crear canciones inventivas y llenas de emoción entre eclosiones voluptuosas y una voz que se desgarra en cada estrofa, así logran un álbum con mucho gancho.

‘EVERYTHING FADES’ está disponible vía Blues Funeral Recordings.

BLUE HERON son: Mike Chavez (Guitarras), Ricardo Sanchez (Batería), Steve Schmidlapp (Bajo) y Jadd Shickler (Voz)

‘Null Geodesic’ aflora de un humeante espacio invadido por lo chamánico. Una voz que parece vomitar las estrofas es custodiada por monolíticos riffs de vocación doom. Así crean una atmósfera terrorífica para desarrollar esta inquietante pista antes de su abrupto final.

Lentos tambores preceden los primeros acordes de ‘Everything Fades’. Un lento despertar que eclosiona voluptuoso en un espacio Stoner-doom en el que el blues más rudo se vislumbra entre sus surcos. Largos desarrollos de guitarra y un sonido grave son el sustento de esa voz aguardentosa que directamente nos traslada a algún garito de mala muerte en su Alburquerque natal en una noche de sábado. Con oscilaciones en su intensidad esas vibraciones Stoner se combinan con pasajes lisérgicos en los que la calma solo es el preludio de una nueva tempestad.

Desde un oscuro escenario ‘Swansong’ incide en desarrollarse en esa oscuridad de inclinación doom. Lentos riffs caminan tediosos en un lento peregrinar hacia un espacio en el que el rock, el blues lisérgico de los 70’s aparecen para sorprendernos. Esta combinación resulta de lo más estimulante. Si a eso unimos un estribillo que te atrapa, tenemos la tormenta perfecta. Una pista que contiene todos los ingredientes para el triunfo. Los pasajes vocales tiene la suficiente profundidad y fuerza, como para llevarte al ojo del huracán del sonido de la banda. Si bien estamos ante una canción Stoner-doom, los vestigios de los mas crudos ecos de los 70’s están muy presentes en sus surcos.

Palpitante en su apertura, ‘We Breathe Darkness’, nos sume en otro sueño narcótico entre pasajes melódicos embutidos en la melancolía y una base rítmica lenta y atronadora. Una desgarradora canción que respira entre tinieblas para ofrecernos su nostálgico y desgarrador relato. Con ciertos elementos más propios del metal sinfónico añadidos con sutileza, la pista vuelve a combinar su fuerza con calmados pasajes nacidos desde el dolor. A destacar el enorme trabajo de su batería creando el clima idóneo para el desarrollo de su historia.

En una línea completamente ortodoxa, ‘Dinosaur’ se retroalimenta de fuzz narcótico y ritmo poderoso. Una pista no apta para los débiles en la que sus sinuosos ritmos y ese zumbido continuo nos lleva a un espacio rockero mas propio de un club de moteros embutidos en trajes de cuero.

‘Trepidation’ flota entre tonos psicodélicos en una liviana atmósfera absolutamente expansiva.  Como un caleidoscopio sonoro cada nota para expandir esencias psicotrópicas sobre sus surcos. Meditativa y con buenos momentos de guitarra la pista se mantiene susurrante haciendo que nuestra mente viaje mas allá. Con sus casi tres minutos la canción me deja con ganas de más.

Con riffs que provocan estampidas, ‘Clearmountain’ es otra pista arenosa con melodías narcóticas y un sonido turbio. Sus reminiscencias del hard rock de los 70’s se sienten entre sus rocosos riffs. BLUE HERON sabe a la perfección como equilibrar su contundencia Stoner con buenas y cuidadas melodías. En esta ocasión el registro vocal adquiere un tono más amable, lo que hace que el ímpetu de la canción sea amortiguado para evitar desgracias personales. Otra canción en la que se aúnan elementos para conseguir un apetitoso bocado tan del gusto de los Stoner mas rudos, como de los rockeros de siempre y también de los amantes de la psicodelia.

Y si la fórmula te funciona, ¿porque no mantenerla? Así la susurrante apertura psicodélica de ‘Bellwether’ es solo el preludio de una nueva explosión de riffs monolíticos. Un vendaval sonoro que nos arrolla con la fuerza de una manada de búfalos. Pero ahí aparece las melodías vocales para poner el contrapunto y hacer el producto mucho mas apetecible y sugerente. Tambores tribales, zumbidos humeantes, ritmos endemoniados, y toda la fuerza que le podrías pedir a una banda Stoner, aparecen aquí para crear otra monumental y desgarradora canción.

El álbum cierra con la turbia y contundente ‘Flight of the Heron’ Una pista instrumental de algo menos de dos minutos en la que BLUE HERON parece soltar toda su rabia bajo un increíble trabajo de su batería. Un broche final sorprendente par aun álbum grandioso.

Blue Heron

Blues Funeral Recordings

Reseña: JUKE COVE.- ‘Tempest’

Si su álbum de 2021 ‘REMEDY’ (reseña aquí), supuso la confirmación de que los alemanes no son una banda cualquiera, ahora, con su nuevo álbum ‘TEMPEST’ desatan la tormenta perfecta confirmando su evolución. Porque sus ocho canciones son un tornado de fuzz, Stoner y psicodelia pesada como no habías visto antes. Sin renunciar a los elementos psicodélicos, presentes en todas y cada una de las canciones, en esta nueva entrega el trio de Leipzig desata toda su furia con canciones indómitas que hablan del destino, de la falta de él, así como de la acción/inacción con la que nos enfrentamos al mismo. Seguramente es el álbum más pesado de una banda ecléctica que siempre tiene guardado un as en la manga para dejar boquiabierto al oyente. Porque con estos chicos no sirven los estereotipos ya que en cada canción desatan una tormenta de emociones fusionando distintos estilos y elementos pesados. Desde el doom melódico a a canciones en las que el espíritu punk está muy presente, ‘TEMPEST’ es un catalogo perfecto de las inquietudes musicales de una banda peculiar que no se pone límites a su sonido. El resultado es un álbum pesado, lleno de fuerza y en el que la psicodelia continúa jugando un papel importante.

El álbum fue grabado y coproducido por Arvid Sifter (OAT, Lingua Nada, War) en su estudio de Leipzig entre febrero y abril de 2023. Haldor Grunberg (Satanic Audio) mezclado y masterizado. La fantástica obra de arte de la portada fue realizada por Doomed Creations (Friederike Gröpler & Hanns von Rein).

JUKE COVE son:

Mateusz Pietrzela – Guitarra/Voces
Dima Ogorodnov – Bajo/Voces
Maxim Balobin – Batería

“TEMPEST”, está disponible vía Interstellar Smoke Records

‘The path’ se desarrolla entre gruesos riffs de vocación doom y una oscura atmósfera psicodélica. Con altas dosis de fuzz la pista se desarrolla en un ambiente misterioso e inquietante que es enriquecido con una carismática voz. Sus bacanales lisérgicas son custodiadas por un sonido poderoso como no habíamos visto antes a los alemanes.

‘Sin salir del espacio stoner-doom’ ‘Hypnosis’ minora la intensidad para presentarnos una canción más calmada en la que las voces amortiguan su poderoso sonido. En una explosión sónica la pista se eleva por momentos en una montaña rusa de emociones en la que la banda refleja su fuerza y su talante psicodélico plasmado en inquietantes desarrollos desarrollados en una neblina heavy-psych que salta ocasionalmente la barrera del territorio stoner más áspero. Esta combinación de elementos es usada con acierto por la banda y el resultado es sumamente interesante a la vez que hipnótico.

‘Wait’ de alguna manera, cambia el rumbo del álbum respecto de las pistas anteriores. Aquí los alemanes se recrean en pasajes psico-progresivos con una armonía repetitiva de inspiración kraut sobre la cual van insertando diferentes elementos sonoros que nos llevan a un escenario más calmado y expansivo.  A lo largo de sus casi siete minutos los pasajes desérticos son enriquecidos con sutiles momentos hard-rock sin perder su carácter stoner, gracias a un sonido difuso comandado por numerosos pasajes de fuzz intoxicante. La canción no pierde el espíritu del álbum ofreciéndonos un viaje emocional

En ‘Confined’ los elementos alternativos aparecen aportando un tono más dinámico a otra canción con altas dosis de fuzz. Con una estructura sencilla el corte contiene ese sonido turbio y dinámico presente en todo el álbum, pero en esta ocasión un giro inesperado nos sitúa en un espacio completamente psicodélico. Allí, unos brillantes desarrollos de guitarra nos sumen en un trance psicotrópico del que salen con golpes de riff rugosos aportando un dinamismo fascinante. La pista captura la diversidad y los sentimientos de vivir y trabajar en la era digital

Una pulsante e hipnótica línea de bajo nos sitúa en el camino en ‘Tempest’.  Pasajes heavy-psych se superponen en una mutación a un espacio más propio de los dictados stoner-doom. Fresco y colorista, el corte contiene en sus surcos algunos golpes de rabia que aportan un tono diferente que no impide a la banda seguir su guion.

‘Glow’ viene acompañado de una embestida de fuzz así como ecos del heavy-rock del siglo pasado. Un pista turbia y difusa que sacude con fuerza en su primera parte para dar un giro mayúsculo sumiéndonos en un nebuloso espacio psicodélico en la parte central. Bajando el ritmo, pero no la fuerza, sus pasajes heavy-psych amortiguan el ímpetu inicial haciendo que la canción parezca otra.

Los sonidos más crudos y primitivos aparecen en los surcos de ‘Burst’. Un corte de proto-metal rebosante de fuerza y rabia en el que el fuzz no falta su cita. Vibrante, áspero y lo suficientemente psicodélico como para no poder resistirse a sus encantos y a su espíritu punk.  

La pesadez persiste en ‘Xanadú’, otra pieza de Stoner turbio y virulento amortiguada exiguamente por sus pasajes psicotrópicos antes de eclosionar en una fiesta punk rock. Sorprendente y salvaje a partes iguales esta fusión aparentemente imposible obtiene sus buenos resultados.  

Juke Cove

Interstellar Smoke Records

Reseña: BLACK PYRAMID.- The paths of time are vast’

Tras una década de silencio, los gigantes psicodélicos estadounidenses BLACK PYRAMID regresan con ‘THE PATHS OF TIME ARE VAST’. Una pequeña obra maestra de pesadez cósmica en la que los elementos stoner-doom habitan en un espeluznante y maravilloso escenario lisérgico. Sin duda los fans más acérrimos de la psicodelia pesada están de enhorabuena, pero también aquellos que gustan de esos riffs contundentes en los que el género adquiere una nueva dimensión. Su sonido masivo generado por una tormenta de riffs se mitiga con cuidados arreglos que reflejan el poder alquímico de esos hechiceros de las vibraciones heavy-psych. A diferencia de sus trabajos anteriores, esta nueva entrega relata una historia épica de pérdida y redención, muerte y renacimiento, fuego y escarcha que se presenta casi como un álbum conceptual. Enlazando las historias de cada canción, el trio logra su propósito. Huyendo de los convencionalismos del doom tradicional, pero sin apartarse de ellos, BLACK PYRAMID saben cómo conquistar al oyente con canciones gloriosas. En esa ruta que venimos viendo en los últimos tiempos en otras formaciones pesadas, la banda busca nuevas ruitas sonoras usando la psicodelia pesada y los elementos progresivos para enriquecer un sonido ya de por sí majestuoso. Porque a pesar de transitar por sendas acolchadas, sus riffs siguen teniendo todos los ingredientes para conquistar al más exigente de sus seguidores. Usando un ritmo lento pero plomizo, BLACK PYRAMID saben cómo insertar esa guitarra mágica para hacernos caer rendidos a su magnífica propuesta sonora. La banda estará en un mes en Desertfest Berlin y allí estaremos para contaros como suenan estas hechizantes y fornidas canciones.

Trabajando con Justin Pizzoferrato (Dinosaur Jr., Witch, Elder) en Sonelab, el trío capturó impecablemente su magia visceral y su hechicería sónica mientras la magnificaba en la decadencia psicodélica de la experimentación en el estudio.  El resultado es igualmente inmenso y etéreo, masivo y de otro mundo, elemental e insustancial, tanto un terremoto como una proyección astral.  Cada canción encarna la energía cruda, el poder atávico y la interpretación apasionada del trío, yuxtaponiendo elaborados arreglos con una ardiente improvisación de forma libre.  Una obra imprescindible para todos los fans del stoner, el doom y la psicodelia pesada.

El líder Andy Beresky dice: «Este álbum es tu boleto dorado para viajar más allá de los reinos del nacimiento y de la muerte, para emprender el viaje a través de las muchas puertas de la realidad radiante y la dimensión oscura, para recorrer los senderos celestiales tallados en los cadáveres de las estrellas,  y finalmente saborear la inmensidad del tiempo y el espacio.»

«THE PATHS OF TIME ARE VAST’ está disponible vía Totem Cat Records.

BLACK PYRAMID son:
 Andy Beresky – guitarra y voz
 Eric Beaudry – bajo
 Andy Kivela – batería

Bajo todos meditativos ‘Bile, Blame And Blasphemy’ va armándose lentamente sobre una atmósfera psicodélica sobre la que caen los potentes riffs stoner creando una pista poderosa y lisérgica. Doce minutos en los que la banda conjuga todos los elementos con los que se dieron a conocer hace años. Las crudas y rugosas voces se entrelazan con un ritmo lento pero pesado y una vocación que navega en aguas psicodélicas en las que puntualmente aparecen corrientes progresivas. Su vigoroso ritmo mira al pasado en una canción en la que todos los tiempos parecen perfectamente predefinidos. La pista se envuelve en una neblina difusa con buenas dosis de fuzz narcótico haciendo que la pista se torne por momentos más alocada. Estos elementos no interfieren en el verdadero espíritu de esta monumental canción de tintes de epopeya y en la que no faltan ganchos deliciosos con los que atrapar al oyente. Brillante forma de abrir este fantástico álbum.

‘The Crypt On The Borderlands’ golpea con virulencia con riffs stoner-doom de manual en otro corte épico en el que los pasajes psico-progresivos adornan la monumentalidad y crudeza de su sonido. Está claro que estos chicos no se andan con tonterías, siendo capaces de modular un sonido pesado para que resulte atractivo gracias a la multitud de ornamentos melódicos que afloran entre las grietas de su rocoso sonido. De esta forma colorean una canción que cumple con los estándares del género, pero en la que también encontramos pasajes vintage rebosantes de épica.

Los meditativos efluvios psicotrópicos afloran en ‘Astral suicide’. Una canción que reposa en narcóticos pasajes con una instrumentación cautivadora que sirve como interludio antes de someternos a una nueva batalla sónica.

‘Take Us To The Threshold’ se eleva resplandeciente con juegos melódicos de gran belleza que enaltecen su grandilocuente relato sonoro. La destreza para usar elementos psico-progresivos no desmerece de los genes pesados de la banda. Aquí las voces juegan un importante papel entre andanadas de un torrente de riff y una batería poderosa. Esa tendencia a inclinarse a un escenario más progresivo es todo un acierto de una banda que muestra su solvencia y versatilidad para no caer en los convencionalismos del doom tradicional. En sus casi diez minutos, la banda explora territorios desconocidos (o no tanto), enarbolando la bandera del stoner doom con descaro. Al igual que alguna otra de las canciones, el carácter progresivo que imprimen a su psicodelia se traduce en otra pista grandilocuente y pesada. La pista ondula constantemente pasando de la pesadez extrema a la calma más gratificante. Acertada elección.

Dividida en tres partes, ‘The Paths Of Time Are Vast’ parece erigirse en la columna vertebral de un trabajo soberbio. Así ‘The paths of time are vast, part I’ sirve de introducción con sus escuetos dos minutos de calma expansiva para ponernos en la ruta con hermosos pasajes melódicos antes de entrar de lleno en faena.

La segunda parte, ‘The Paths Of Time Are Vast, Part II’ describe un espacio rugoso en el que la magia aparece sin rubor en una combinación verdaderamente cautivadora. La dualidad de su grueso sonido con la delicadeza de su melodía hace que sintamos en centro de una historia con tintes de epopeya. Usando esa lentitud en la ejecución de sus armonías, la fuerza no se disipa en ningún momento. Porque a pesar de transitar por sendas acolchadas, sus riffs siguen teniendo todos los ingredientes para conquistar al más exigente de sus seguidores. Una oda psico-progresiva en la que el stoner-doom adquiere una dimensión descomunal. Esos solos virtuosos más propios del heavy-progresivo de los 80’s encajan a la perfección en este particular puzzle sonoro. ¡Impresionante!

La tercera parte, ‘The paths of time are vast, part III’ se deja llevar por los tonos cósmicos de la psicodelia de los americanos. El epilogo perfecto de este capítulo en el que la banda se deja llevar por sus instintos más lisérgico-cósmicos apartándose de alguna manera de su pesadez innata. La pista prescinde de las voces y nos sumerge en un espacio sideral en el que los efectos nos envuelven en una bacanal psico-espacial con altas dosis de improvisación. La faceta más experimental de BLACK PYRAMID se manifiesta aquí para dejar patente que son una banda imprevisible.

El cierre llega con los superlativos quince minutos de ‘The Quantum Phoenix ‘. Entre intrigantes tonos cósmicos, la pista se toma su tiempo para elevarse y ponernos en la ruta. Un hipnótico y excelso bajo va marcando el camino mientras la guitarra exhuma efluvios lisérgicos. Lentamente los momentos doom aparecen con sutileza en una canción pausada con momentos en el que su crujiente sonido nos arrolla en un vendaval de riffs. La voz vuelve a poner el tono épico en otra poderosa canción pesada. Todo un paquidermo sonoro que avanza con paso firme sin volver la mirada atrás. Con resquicios del heavy-rock y el proto-doom de los 70’s el sonido se balancea entre ecos contemporáneos y vibraciones más propias del siglo pasado. Erigiéndose como la pista de mayor metraje del álbum, su contenido es todo un manifiesto de música pesada y psicodélica con un final más progresivo, algo que ya han mostrado en las pistas anteriores.  

Black Pyramid 

Totem Cat Records

Reseña: SCORCHED OAK.- ‘Perception’

Los Stoner alemanes publicaban hace unos días su nuevo álbum ‘PERCEPTION’. El segundo álbum de una banda que parece alejarse del blues que ofrecieron en sus entregas anteriores, para emprender un peregrinar a territorios más ásperos y pesados. Con un sonido contundente el Stoner-doom toman las riendas de unas canciones que no reniegan de la psicodelia, pero que sucumben a la pesadez. Poniendo el contrapunto en las voces, y alternado la gravedad casi gutural con la dulzura más cautivadora de su bajista y cantante Linda Klockmann, los riffs poderosos toman se adueñan de la música de SCORCHED OAK. Una curiosa evolución que parece andar el camino al revés que muchas bandas, haciendo que su sonido se muestre más contundente y poderoso. Pero no todo es diferente aquí, porque los momentos chamánicos mantienen su cota de protagonismo. Su crudo sonido se inclina hacía el doom, el metal e incluso el sludge, pero la banda mantiene su esencia psico-desértica. SCORCHED OAK suenan ahora mas contundentes pero la magia sigue existiendo gracias la sensual voz de tonos ocultistas de su vocalista, sirviendo de amortiguador a la contundencia de sus ásperos y pesados riffs. En cualquier caso, aún con el cambio de registro evidente, SCORCHED OAK, siguen apostando por ortodoxia en un álbum poderoso que te arrollará con todo su fuerza.

Los exóticos acordes de la introducción de ‘Delusion’ son como un mágico espejismo ante de enfrentarnos a la realidad. Su tono inquietante nos guía a través de la psicodelia pesada de los alemanes a un espacio tormentoso en el que la alternancia de una voz terrorífica contrasta con la dulzura hechizante de las melodías de su cantante. Una pista chamánica en la encontramos momentos de tensa calma en contraposición con embestidas de Stoner-metal virulento.  

‘Mirrors’ nos arrolla con sus riffs Stoner-doom envueltos en nebulosas cannabicas. Un sonido de manual amortiguado con una voz melódica pero agresiva a partes iguales. El lirismo ocultista en desfiladeros Stoner. Alternando pasajes psicodélicos acolchados con tortuosos momentos de doom de manual, la cegadora canción se encabrita hasta dejarnos exhaustos.

Tirando nuevamente de manual ‘Relief’ cruje acompañado de una terrorífica e inquietante voz, en una pista pegajosa y grasienta a la vez que plomiza.

‘Echoes’ contiene brillantes momentos heavy-rock envueltos en fuzz y golpes de Stoner ortodoxo. Otra pista en la que la tensión se palpa y que toma elementos del hard & heavy rock del siglo pasado. Una canción que pondrá a prueba tus cervicales bajo la densa neblina lisérgica en la que se envuelve.

Las hostilidades doom con inclinación sludge hacen acto de presencia en ‘Reflection’. Con una armonía pegadiza la pista ofrece el lado más terrorífico y oscuro de la banda. Lento, plomizo y turbio, pero con el suficiente gancho como par atraparte entre sus fauces.

Tras la tempestad y las tinieblas lleva la hora del ‘viaje’ con ‘Oracle’. Una canción de ocho minutos a caballo entre la psicodelia pesada y el Stoner doom. Cantos ceremoniales ponen la nota ocultista entre riffs monumentales y ritmos atronadores. En un misterioso y magnético entorno bajan a los infiernos atravesando humeantes cavernas antes de salir a la luz con un carácter más alternativo y contagioso. Un collage sonoro que no renuncia a nada ofreciendo mil caras en un peregrinar por arenosos territorios.

Como bonus track ‘Wizard’ es otra canción de crudo Stoner con un carácter divertido y vacilón a la vez que rudo y malhumorado. Pasando por momentos psicodélicos y con cantos devocionales en segundo plano, el contundente ritmo se adorna con exóticos momentos empapados de fuzz. Un coqueteo con el metal alternativo acompañado de cantos de sirena aportando la magia. Una pista extraña que acaba por funcionar a la perfección.

Scorched Oak 

Reseña: DAEVAR.- ‘Amber eyes’

Cuidando sobresalientemente las melodías, el trio de Colonia refleja una evolución y madurez en su sonido más propio de una banda veterana. Si en su debut había apuntado maneras, aquí, las canciones psycho-doom se adornan con un mayor protagonismo de la cautivadora voz de su bajista y cantante Pardis Latifi , algo que marca este fascinante y solvente álbum. Porque los hechizos de esta sublime sacerdotisa del doom, y la destreza de Caspar a las seis cuerda,s junto a la fuerza de los tambores de Moritz , convierten a DAEVAR en una banda a tener muy en cuenta, porque el trio ha llegado para quedarse. Una banda tocada por la varita mágica de alguna divinidad de las tinieblas y que siguiendo el guion de su álbum debut, introducen elementos innovadores que con los que hacen brillar con luz propia unas canciones con una impecable producción. Esto hace que las voces se perciban limpias en este mar de densa oscuridad en la inmensidad de sus ritmos. Una penumbra que se cubre la inquietante y relajante sensualidad de unas cuidadas y cautivadoras melodías que acaban por sumirnos en sueño devocional en el que lo ocultista domina la escena. A veces vistiéndose casi de dark-folk, el álbum continúe suficientes pasajes psicodélicos como cautivar a los amantes del género tanto como a los doomers mas exigentes. Porque ‘AMBER EYES’ no solo gravita en la órbita del doom más tradicional, sino que en sus surcos afloran elementos grunge y una lírica tan impactante como sus lentos y monolíticos riffs. La mano de DAEVAR vuelve a apoderarte del alma de sus oyentes en un trabajo monumental que no te dejará indiferente a pesar de que en él encuentres elementos familiares. Una fantasmal propuesta sonora en línea de bandas como KATATONIA o PARADISE LOST, pero sobre todo de WINDHAND, con unos brillantes arreglos nacida de la sencillez, pero también del buen gusto. ‘AMBER EYES’ es uno de esos álbumes capaz de hechizar al oyente hasta sumirle en un plácido sueño en el que la psicodelia pesada y el doom  más oscuro y tenebroso unen fuerzas en busca  de un objetivo común, fascinar al oyente Así lo convierten a su causa con un álbum llamado a perdurar en el legado del psycho-doom.   

DAEVAR son: Pardis Latifi (bajo y voz), Moritz Ermen Bausch (batería) y Caspar Orfgen ( Guitarras).

‘AMBER EYES’ fue grabado en el estudio de Jan Oberg (EARTH SHIP, SLOWSHINE y GRIN) usando viejos altavoces de la Oanikorchester de UDO Lindenberg , cuenta con portada de Caspar Orfgen y está disponible a través de The Lasting Dose Records.

‘Lilith’s lullaby’ abre el álbum con una lenta y misteriosa introducción en la que la seductora voz nos invita al oscuro ritual de los alemanes. Una piedra de toque del contenido que nos encontraremos en las siguientes canciones. Psycho-doom ocultista bañado de sensualidad y misterio en pura línea Windhand. La pista contiene riffs monolíticos y suaves melodías en un contrapunto que funciona a la perfección. Con los tres miembros ejercicendo su rol a la perfección, la pista nos ofrece increíbles solos lisérgicos entre su brumosa y tenebrosa pesadez.

Embutidos en ese tradicional doom, lento y parsimonioso, ‘Pay to pray’ se desarrolla en una neblina psicodélica asentada en un misterioso entorno sonoro en el que algunos tópicos del género se unen. Con un relato fluido y una impecable producción, la fuerza vocal y la fuerza de sus riffs, llevan en volantas este paquidermo sonoro en forma de canción. Siguiendo la fórmula de la pista anterior, en su parte final la acidez de la guitarra se manifiesta en solos virtuosos que aportan luz a una canción que jamás desfallece.

‘Caliban and the witch’ dobla la apuesta con sus atmosféricos pasajes ceremoniales en un susurrante ritual sonoro. En un inquietante entorno mas propio del dark folk, los silenciosos pasajes dominan la primera parte de la pista para romper el ritmo con unos tambores tribales que hacen eclosionar esta monumental canción de mas de ocho cautivadores minutos. Su lentitud acaba por traducirse en un fluido relato en el que la épica hace acto de presencia.

En un tono ortodoxo, su grunge-doom alcanza el éxtasis en ‘Amber eyes’, la canción que da nombre al álbum. Mas intenso y dinámico que el resto de las canciones del álbum el corte cuenta con melodías vocales capaces de seducir al más frio de los mortales. Un ejemplo de que estos chicos tienen una inspiración en los ecos de los 90’s, pero también saben como convertir estas vibraciones a su propia semejanza y propósito. Sin duda sus pegadizos estribillos y la contundencia de sus riffs, hacen de la canción una pista fundamental que levantará a sus seguidores en sus conciertos.

‘Lizards’ se envuelve en ese manto melancólico custodiado por voces altísimas y unos riffs que derretirán tu cara con su contundencia y lentitud. La canción se dorna con atmosféricos pasajes impregnados en una oda lisérgica que narcotiza al oyente. La crudeza y la placidez arropados por una armonía cautivadora y una voz que vuelve a brillar con luz propia. La pista oscila a lo largo de su desarrollo con lentos y silenciosos momentos atmosféricos y con la crudeza y rugosidad de unos riffs abominables a la vez que colosales.

El sortilegio sónico de los alemanes culmina con una pista de mas de diez minutos. ‘Grey in grey’ mantiene la esencia con la contundencia y la lentitud entre seductoras melodías. Golpeando una y otra vez con la misma nota, la banda estira la goma para dejar que aflore la excelencia de la voz de una cantante tocada por la varita mágica de alguna divinidad de las tinieblas.

Daevar

The Lasting Dose Records