‘OVER OPIATED IN A FOREST OF WHISPERING SPEAKERS’, el tercer álbum de los canadienses SEVEN NINES AND TENS mantiene los sonidos con los que la banda se labró su reputación. Hasta ahora desconocidos para mí, y tras indagar en sus dos álbumes previos, el post-hardcore, shoegaze, el rock progresivo y el post-metal, contenido en los mismos, son pulidos ahora con buenos momentos de hard rock de los 70, rock clásico e incluso pinceladas jazz, así como unas gotitas de psicodelia. Sus pasajes minimalistas contrastan con la monumentalidad de unos desarrollos instrumentales imponentes con los que consiguen un sonido grandilocuente. Con unos tambores arrolladores que se inclinan a escenarios del metal, y unas melodías angelicales a la vez que psicodélicas, van tejiendo sus canciones con un resultado fascinantes y sorprendente. Las voces están cuidadas hasta rozar la perfección y unos monumentales desarrollos expansivos, zarandeados por unos tambores explosivos, consiguen elevar el sonido de la banda a un estrato superior. Es complicado definir con exactitud el sonido que contienen sus canciones, ya que las mismas, están llenas de matices y ornamentos que hacen que su escucha sea una experiencia sumamente gratificante. Delicados pasajes que flirtean con el post-rock, contrastan con unos pesados riffs que sienten devoción por las vibraciones metal. Su bosque progresivo, se llena de belleza con aterciopeladas melodías, para ampliar su legión de seguidores a una audiencia a la que probablemente no hayan llegado con sus dos álbumes previos. Estamos ante canciones que rebosan emociones, y ante una banda que, tras un largo proceso de arreglos y producción, ha conseguido un sonido faraónico y fascinante. ‘OVER OPIATED IN A FOREST OF WHISPERING SPEAKERS’ es un álbum sorprendente, misterioso, desconcertante, pero sobre todo es un álbum maravilloso.,
‘OVER OPIATED IN A FOREST OF WHISPERING SPEAKERS’ está disponible vía Willowtip Records. Habiendo sido grabado en Raincity en Vancouver, Columbia Británica (Canadá). El álbum fue escrito por David Cotton (guitarra/voz). Producido por David Cotton, Matt Roach y Adam Vee. Mezclado y masterizado por Adam Vee. La portada del álbum fue diseñada por Ahmed Emad Eldin (autor de la portada del álbum de Pink Floyd ‘Endless River’ de 2016 . El logotipo de SEVEN NINES AND TENS fue diseñado por Conrad Keely.
SEVEN NINES AND TENS son: David Cotton (guitarra / voces), Maximillian Madrus (bajo / voces) y Alexander Glassford (batería / voces)
`Popular delusions’ nos introduce en este maravilloso álbum de la mejor forma posible. Cautivadoras melodías vocales nos susurran entre riffs ácidos y sólidos en línea All Them Witches. La perfecta combinación de pesadez Stoner, con guitarras difusas y un aura chamánico evocador de las dunas del desierto. La canción me enganchó desde el primer instante, ya que contiene todos los alicientes para caer rendido a sus encantos. Con dos partes diferenciadas, el tema parece regresar a un escenario más progresivo en el que los golpes de metal se agolpan entre monumentales pasajes cercanos al post-rock. Con esos mimbres, la banda no decae en el cuidado de las voces. Para poner la guinda el corte acaba con un final épico.
Con cuidadas y bellas melodías, ‘Throwing rocks at Mediocrity’ se deja llevar por dulces pasajes de psicodelia almidonada. Oscilando con momentos de metal progresivo melódico, los elementos psicodélicos afloran con sutileza en constantes idas y venidas. Manteniendo voces shoegaze llenas de hechizo, los pasajes minimalistas contrastas con la monumentalidad de unos desarrollos instrumentales imponentes. El resultado es un tema de belleza suprema en que se nota que se han cuidado todos los detalles.
Por derroteros más propios del hard-progresivo, ‘Midnight marauders’ nos envuelven con su nebuloso y grandilocuente sonido. Pesado, lleno de ritmos poderosos y melodías aterciopeladas constituyen un antagonismo que resulta completamente cautivador. Coqueteos de jazz en los momentos más pausados preceden deflagraciones de monolíticos riffs que crean un a atmósfera pomposa.
‘Let’s enjoy the aimless days while can’ índice en la fórmula de fuerza y sutileza. Con golpes de metal progresivo, el tema crea un escenario monumental con potentes desarrollos en contraposición con los descensos a susurrantes pasajes. Fuertes guitarras y tambores alocados y disonantes se conjugan para crean un tema con altibajos que mantiene su espíritu melódico.
Con embestidas de math-rock, y un carácter progresivo ‘Edutainment’ se nutre de riffs turbios y contundentes que asoman entre sus sosegadas armonías en una atmósfera melancólica que eclosionan en ráfagas de vibraciones expansivas que no olvidan sus raíces como una banda de metal. Posiblemente el corte más experimental de todo el álbum, pero aun así, en él, encontramos bellas melodías.
‘Fight for your right to partial relevance’ recrea el sonido más auténtico de la banda, entre pasajes que coquetean con melodías pop. Ganchos post-rock, y sus embestidas de metal progresivo. Envolvente, sus juegos de cálidas voces contrastan con la turbulencia de unos riffs indómitos que se inclinan a territorios más desérticos.
Poniendo un toque de elegancia, ‘Sunshine’ con sus voces flotantesbaja las revoluciones de un álbum intenso. Con una cierta aura de psicodelia 60’s, su pausada instrumentación reniega de la fuerza en su primera mitad para deleitarse en bellos y susurrantes pasajes. Pero sin duda, SEVEN NINES AND TENS son una banda inquita que no tarda en hacer girar sus canciones. Combinando pausados momentos en los que flirtean con el jazz, suben la intensidad con riffs a caballo entre el post-metal y casi con el doom. A pesar de esto, el tema no pierde su presencia distinguida con cuidados arreglos.