Con un cartel de alto nivel la edición 2024 del festival organizado por NOISE ON TOUR llegaba de nuevo a Madrid con alicientes suficientes como tener una velada memorable. Bandas míticas como MONSTER MAGNET, PENTAGRAM y UNIDA iban a proporcionar buenas vibraciones. Con un gran ambiente en las horas previas al comienzo del evento los alrededores de la madrileña Sala But se llenaban de personal en un horario que no era el habitual. El hecho de que la Sala abriría sus puertas para su sesión de discoteca hacía que las puertas se abrieran a las 6 de la tarde. Aquí no estamos acostumbrados a esos horarios tempranos, pero la cita merecía la pena. En esta ocasión la Sala solo tenía habilitada para el público la zona baja, estando cerrada la parte de arriba. Esto, unido a la situación de las barras hacía que el sudor presidía el espacio frente al escenario. Así poco a poco la sala se iba llenando de gente ya que, con gran puntualidad UNIDA salían al escenario para calentar motores y lo hacían como ellos saben..
En un concierto en el que los riffs estaban asegurados, los californianos se decantaban por ofrecer un sudoroso concierto de hard and heavy rock a la vieja usanza. Para muchos la ausencia de John Garcia en la banda era un pequeño hándicap pero en cuanto su actual y fantástico cantante Mark Sunshine vocalizaba las primeras estrofas de las canciones ese detalle iba a ser olvidado. Ya había visto a la banda en la pasada edición del Tabernas Desert-Rock Fest y en aquella ocasión consiguieron sorprenderme gratamente. Marcados por los tambores de Mike Cancino y por los riffs de Arthur Seay la banda se iba metiendo poco a poco al público en el bolsillo. Con constantes interacciones con la audiencia su descarga de rock rudo a la vieja usanza acabó por convencer a todos, incluso a los reticentes que admiran a John García. Cuando las expectativas no las tienes muy altas, una banda te puede sorprender, y eso con una banda solvente en sus directos como es UNIDA, es sinónimo de éxito. Así lo corroboraba la despedida que el público brindó a estos cuatro tipos rudos fornidos ya en mil batallas. Puro rock and roll.
Sin duda la tarde había comenzado bien, pero ahora llegaba el momento era el momento de ver a PENTAGRAM sobre el escenario. La banda había ocupado el lugar de los inicialmente anunciados MASTERS OF REALITY, un buen acierto de la organización que no hacía bajar el nivel del line-up del festival. Es una realidad que un tipo como BobbyLiebing despierta conta admiración como rechazo, y esto se notaba en el ambiente. Desde los que esperaban ver a esa banda legendaria precursora del proto-metal en los 70’s, como los que no daban un duro por la actuación de BOBBIE. He de decir que antes de la actuación pude estar en la zona del backstage con él y su aspecto desaliñado y su actitud no me hacían augurar nada bueno. Pero al igual que digo esto, he decir que la mayoría de las veces que he visto a PENTAGRAM en directo, no he sido demasiado optimista de lo que podían ofrecer, pero también es justo decir, que en todas ellas he visto a una banda que cumplía su papel con decoro e incluso alguna vez, con brillantez. Los mitos tienen esas cosas, las expectativas siempre están altas, y luego a veces, la realidad resulta ser diferente.
Había visto a PENTAGRAM el pasado mes de mayo en el marco del Desertfest Berlin, y su actuación fue correcta. Ahora, con la presencia del exbatería de SAINT VITUSHenry Vásquez y la presencia a la guitarra del mítico Tony Reed, Bobby tenía un soporte suficiente para que todo saliera bien. Esta claro que se pueden achacar muchas cosas a Mr. Liebing, pero el sabe que cuando tiene que salir al escenario, sus fans tienen que ver a una estrella del rock. Algo como esto hace que siempre aparezca en el escenario ataviado como tal. Para esta ocasión un pantalón negro de campaña y una camisa blanca de raso acompañaban a sus botas de tacón. Que diferente estampa a la que yo había visto un rato antes en calcetines, con los crocs tirados y una sudadera de su propia banda. ‘Bloodlust’ abría una actuación en la que la oscuridad y los riffs proto-metal golpeaban a una audiencia que disfrutaba de cada canción, de cada mueca de su enjuto cantante y de cada riff asesino que salían desde el escenario. Un sonido potente que iba alternando una mayor parte de canciones de los últimos años, con otras legendarias, más reconocibles por sus fans. Precisamente estas eran las que encandilaban a un público satisfecho por el show que PENTAGRAM ofreció en la tarde madrileña. Una actuación descrita por algunos como ‘brutal’, en contraste con alguno (los menos) que decían ‘No ha estado muy mal’. En fin, supongo que las cosas tiene un aspecto dependiendo desde el punto de vista desde que se miren, pero, lo cierto es que PENTAGRAM, a pesar de dejar a sus incondicionales con la amargura de no haber escuchado alguna de sus canciones más significativas, solventaron su actuación con una profesionalidad y acierto que bien merece el respeto de todos. Al final del festival Bobby departía con sus fans haciéndose fotos con todos aquellos que se lo solicitaban como una auténtica estrella del rock. todo un personaje.
Con MONSTER MAGNET las expectativas estaban muy altas. Nunca había visto a la banda en directo y mi curiosidad era mucha por ver como se desenvolvían sobre un escenario. Lo cierto es que el antecedente del día anterior en Bilbao en el que su líder y cantante Dave Wyndorf había ofrecido el concierto sentado me hacía tener ciertas dudas. Cumpliendo el horario a rajatabla, y con una audiencia de alrededor de 800 personas que abarrotaba la Sala But la audiencia recibía con una gran ovación a la banda seguramente más esperada del día. Con ‘Dopes To Infinity’ el quinteto abría una actuación con luces y sombras. Con su líder sentado en una silla durante todo el concierto y con la guitarra sobre sus piernas a modo casi testimonial MONSTER MAGNET comenzaban una actuación en la que algún problema de sonido impedía oír bien la voz (especialmente en las primeras filas. Un show en el que los sonidos cósmicos coparon un gran protagonismo aún siendo alternados con canciones más rugosas. Sin duda una puesta en escena bastante spciodélica acompñada por proyecciones de visuales tras los músicos. Un concierto sobrio y falto de algo de chispa en el que por los halagos que me habían transmitido de la banda en directo, MONSTER MAGNET no ofreció su mejor versión. Aún así los bailes del publico y el headbanging daban muestra de que el público se estaba divirtiendo. Mucha distorsión, sintetizadores, y riffs contundentes eran los ingredientes con los que los estadounidenses trataban de conquistar a una audiencia que se divertía, pero que no estaba viendo todo lo que esperaba. El concierto tuvo su punto álgido con su última canción ‘Space Lord’, en la que el estribillo era repetido con energía por toda la sala al unísono. Un final apoteósico para una actuación que no había sido tan entusiasta como hubiera podido esperarse. Correctos y alejados de sus mejores tiempos, su profesionalidad y solvencia hizo que no fuera una decepción.
En cualquier caso, entre luces y sombras, fueron los tapados, UNIDA, los que congregaron mayores halagos por la mayoría. A veces no son los nombres los vencedores, pero aún así, la edición 2024 de KRISTONFEST brilló a un gran nivel con tres reputadas bandas que cumplieron su misión a la perfección para que la tarde fuera fantástica, a pesar de los pequeños lamentos de algunos de los presentes.
Tres años después de su primera y única edición hasta la fecha, el TABERNAS DESERT-ROCK FEST se hacía de nuevo realidad. Un festival que escapa de los convencionalismos para ofrecer a los asistentes una experiencia única y gratificante que a buen seguro todos guardaremos en nuestra memoria. Sin tickets al uso y con poca información sobre el mismo, son numerables las personas han contactado conmigo en los últimos tiempos para informarse de un evento que por sus características levantaba algunas dudas de su veracidad, pero sí, la segunda edición del festival se desarrolló a lo grande para, gozo de las aproximadamente 200 almas presentes. El espíritu de este evento poco convencional radica precisamente en esto, ofrecer una gran fiesta en la que la música que nos une es la protagonista, pero que por sus características crea unos lazos de camaradería y amistad entre la audiencia. La presente edición se desarrollaba con una jornada previa en la que el ilustre NICK OLIVERI ofrecía un show acústico a modo de warm-up, para continuar con tres intensas jornadas de música en directo con magníficas bandas.
A la llegar al recinto de Fort Bravo, ese estudio cinematográfico actualmente casi en desuso en el que se grabaron décadas atrás algunos de los más importantes espagueti-western, me encontré a gente algo despistada que no sabía cómo se desarrollaría el festival. Tras un lento proceso para obtener la pulsera que permitía el pase al recinto, pudimos pasar al recinto con nuestro vehículo. El parking estaba habilitado para acoger a las numerosas personas que llegaban en furgonetas desde el centro de Europa unos y otros desde la geografía nacional, que dormirían allí. El espacio permitía tener unas mínimas condiciones de servicios para que la estancia fuera lo más cómoda posible. Otros, había alquilado casas y hoteles donde alojarse en las tres jornadas siguientes. Al entrar la primera sorpresa era que la plaza principal del poblado se encontraba vacía, sin rastro de escenario alguno. Inmediatamente me dí cuenta que la ubicación del mismo había cambiado respecto a la primera edición, ya que en esta ocasión estaba ubicado junto al Saloon, lo que a la postre hizo que fuera más cómodo para los asistentes, ya que la cercanía del bar junto al escenario y los servicios hacían la estancia más placentera ahorrándonos desplazamientos. Por otro lado, los que ya estuvimos en la anterior edición sabíamos que se podía acceder al recinto con bebidas y comida, lo cual siempre es interesante para la economía doméstica en estos tiempos convulsos. Una vez ubicados, ya solo quedaba disfrutar de unas jornadas llenas de magia. Poco a poco iba llegando gente, muchos de ellos conocidos de eventos similares como el Dunajam, (en el cual se inspira de alguna forma el festival). Llamaba la atención que muchos de los presentes llegaban mimetizados con el inigualable entorno, portando sombreros y complementos mas propios del lejano oeste, lo que daba un tono festivo al evento. Los gratificantes re-encuentros con múltiples amigos llegados del resto de Europa hacían que cuando me di cuenta, NICK OLIVERI empezaba su actuación.
JUEVES
Acompañado únicamente con su guitarra, esta leyenda del desierto ponía la temperatura en el Saloon de Fort-Bravo. Un encantador espacio que, unido a las ganas de fiesta de los presentes resultó sencillamente conmovedor. Nick, alejado de la fama que le precede se mostraba divertido y comunicativo con una audiencia que degustaba su show entre jarras de cerveza. Con alguna versión y una actitud irreprochable conseguía meterse a la mayoría del público en el bolsillo. Su particular registro vocal no apto para todos los gustos no fue un obstáculo para que la jornada se desarrollara satisfactoriamente. Al final de su actuación se retiró del escenario para regresar con fuerza e invitar a la gente a unirse a él en el escenario. Este tipo de cosas son posibles en un evento de estas características, y eso hace a festivales como Tabernas Desert-Rock Fest, como algo único, algo que queda en los corazones de los que tiene la suerte de vivirlo. ¿Y después, que?, prácticamente todos los que allí estábamos el jueves (no todo el público llegó ese día) teníamos ganas de fiesta y la noche continuaba en distintas reuniones y encuentros, en el poblado, en el parking o en los alojamientos cercanos. Pero estábamos en el desierto, y para que no faltara de nada, una tormenta de arena en la noche, hizo que la velada no se alargara en exceso, por lo que regresamos a nuestro alojamiento no demasiado tarde. Por otro lado, el viernes nos esperaba una jornada intensa con grandes bandas programadas.
VIERNES
Así las cosas, la mañana del viernes, con un tiempo muy agradable servía para el relax y dar cuenta de una buena barbacoa que nos permitiría aguantar la larga jornada que teníamos por delante. A eso de las 4 de la tarde llegamos a ese mágico espacio en el que el tiempo parece haberse parado. De inmediato me asaltó una reflexión, el escenario está ubicado en un lugar diferente, pero… ¿Qué más da?, si en este lugar existen mil ubicaciones mágicas, así que, disfrutemos. Con un orden que parece ir contra natura, los platos fuertes en forma de bandas se habían dispuesto de manera contraria a la que se haría en cualquier festival al uso. Habitualmente los head-linners actúan en la noche, pero aquí, COLOUR HAZE eran los encargados de iniciar la jornada. Puede parecer algo desalentador verlos a media tarde con un sol de justicia cayendo sobre el escenario, pero a la postre, resultó sumamente acertado en mi opinión. Las largas jornadas de los festivales hacen que según llega la noche el cansancio se apodere de los presentes, y aquí, todos estamos frescos para poder disfrutar al máximo de los alemanes. La banda comenzaba su actuación con un pequeño retraso, pero en eventos como este, eso no es un problema, ya que todo fluye sin prisas. La banda ofrecía una actuación soberbia, con algunos de sus clásicos en su set-list como ‘Aquamaria’, pero también con alguna canción de su nuevo álbum. Son cerca de una decena de veces las que he visto a la banda en directo y siempre han estado a un altísimo nivel y aquí, volvieron a estarlo. Sin duda, todos los presentes vivimos algo que siempre recordaremos, porque tener el privilegio de ver a los alemanes en estas condiciones está al alcance de pocos. Sus hipnóticos pasajes instrumentales elevaban nuestras almas a un estado catártico y sumamente gratificante. Ver a una banda que gusta de la psicodelia pesada y el Stoner en un enclave así, no tiene precio. Guardando un completo equilibrio entre los momentos mas livianos y lisérgicos, con la fuerza de sus riffs arenosos COLOUR HAZE nos regalaron un magnífico show difícil de superar. Para aquellos que no no los habían visto con Mario, su nuevo bajista, la experiencia fue gratificante, ya que Mario aporta una fuerza inusitada, algo que quedaba patente en alguna de sus canciones, con un sonido pesado y contundente. Hay que poner en valor el esfuerzo de la banda, que llegaba de haber tocado en Madrid la noche anterior, y tras su actuación, tenían que volver de nuevo a recorrer toda la península para un nuevo show. Así me lo comentaba la banda al fin de su actuación cuando les preguntaba sobre como se habían sentido, su respuesta fue que estaban muertos de cansancio y que no habían podido disfrutar como la ocasión merecía. En cualquier caso, sobresalientes.
Tomando el relevo sobre el humilde escenario, era el turno de ROTOR, otra banda que muchos no habían podido ver en vivo, y que siempre son garantía de calidad. Por segunda vez tocando en España (la primera fue en la primera edición del festival), ROTOR era una banda deseada por gran parte de los presentes, y bastaron un par de canciones para dejar patente toda su calidad. Relajados y dejando fluir la creatividad, sus jams retumbaban en la arena del desierto haciendo que los presentes menearan su cabezas al ritmo de sus potentes riffs. Al igual que COLOUR HAZE, son una banda capaz de zarandearte con toda su fuerza, pero también son una banda que sabe como llevar al público a las puertas del cielo. Y es que ROTOR, son muy buenos, unos músicos que disfrutan con lo que hacen y eso se siente en cada uno de sus conciertos. Era la tercera vez que les veía este año, y todas fueron diferentes, pero sumamente gratificantes. La banda se tomaba esta visita a España como un momento de relax , no en vano habían acudido al festival con sus familias y descendencia, por lo que quisieron aprovechar el tiempo al máximo, y disfrutar, algo que transmitieron, haciendo que todos disfrutáramos de su show.
Pudiera parecer que tras COLOUR HAZE y ROTOR todo estaba hecho, pero todavía nos quedaban fuertes emociones por disfrutar. Era la hora de WEDGE, el trio berlinés que gusta de la psicodelia y los sonidos del rock de finales de los 60’s y primeros 70’s. Antes de su show pude tener un emotivo encuentro con su guitarra y cantante Kiryk, tras tres años sin vernos. Ambos dijimos aquellos de ‘por fin’. La última vez que nos habíamos visto había sido durante su visita al Dunajam, y me lo encontré con una gran ilusión por estar en el festival, algo que se traduciría en una descarga de energía durante su actuación. Aún siendo una banda diferente, el público asentía en cada una de sus canciones, ya con la noche sobre nosotros. Ritmos vibrantes, y contagiosos que ponían en danza a un público con mas ganas de fiesta. Divertidos y lisérgicos a partes iguales, WEDGE ejecutaron una actuación notable.
Evidentemente, como dije al principio este festival era un punto de encuentro de amigos, y ahora el turno de DAILY THOMPSON, una banda con la tengo una gran relación. Mephi (su bajista) y Danny su guitarra, son unos tipos fantásticos, y llegaban con ganas de resarcirse del percance que les impidió tocar en la primera edición del festival, cuando su batería sufrió un accidente que impidió que pudieran demostrar su buen manejo de los sonidos de los 90’s. Volvíamos a otra banda que no era demasiado conocida por muchos de los presentes, y el margen para la sorpresa era alto. Contundentes, en su fusión de sonidos en línea SONIC YOUTH con los momentos mas arenosos del desert-rock, los de Dortmund, sorprendían a la concurrencia con su apuesta de sonidos alternativos y con su actitud punk. DAILY THOMPSON son la fiesta, y allí estamos para eso, así que, todo perfecto. Todo un derroche de energía y vitalidad.
THE DRY MOUTHS se habían caído del cartel a última hora y su lugar fue cubierto por los locales PALMERAS NEGRAS. Con el bajista de THE DRY MOUTHS a la batería, tres jovencísimos músicos no tenían complejos en cambiar el chip al personal, algo, que no todos encajaron. Suaves y almidonadas melodías shoegaze se impregnaban de una particular psicodelia que bajaba las revoluciones de la jornada. Era evidente que eran una banda novel y sonido no encajaba con el esperado por el público, por lo que el recinto se veía privado de parte del público.
Con ese condicionante, y con la noche ya avanzada, mis queridos KRAZARK tenían una difícil papeleta por delante. No es fácil cerrar una jornada, y mas con el recinto a medio gas, pero los stoners madrileños, sin ejecutar su mejor actuación, dejaron un magnífico sabor de boca entre los todavía aguantaban. Riffs crujientes, y golpes de Stoner con todos sureños servían para poner al público a tope. Combinando sus chamánicos momentos con las embestidas de rabia de su cantante Esteban, KRAZARK se doctoraban ante un público algo sorprendido por la contundencia de sus riffs y su sonido borroso. Una magnifica forma de concluir la noche.
La jornada había llegado a su fin en cuanto a conciertos, porque la fiesta continuaba en el desierto de Tabernas.
SÁBADO
Tras una mañana de relax en nuestro alojamiento asimilando todo la vivido en la jornada del viernes, y dando buena cuenta de una suculenta comida, llegábamos de nuevo a Fort Bravo para afrontar una nueva jornada de sonidos desérticos. Al llegar al recinto nos encontramos con la noticia del retraso de UNIDA, que eran los encargados de actuar en primer lugar. La banda se encontraba todavía en la carretera y su lugar fue cubierto por los portugueses MISS LAVA, que tenían prevista su actuación mas tarde. Los portugueses ejecutaban un show en el que el desert-rock era el protagonista. Si bien en disco tienen momentos más psicodélicos, en su actuación optaron por la rudeza. Stoner rock sin aditivos, fuzz a toneladas y unas buenas melodías eran sus argumentos para conquistar a un público predispuesto a divertirse. La banda sonaba sólida, ejecutando sus canciones con una ilusión que reflejaba que estaban encantados de poder tocar en un espacio como Fort Bravo. Viviendo la experiencia al máximo transmitían sus buenas vibraciones a un público que calentaba motores con su actuación.
A la espera de la llegada de UNIDA, la siguiente banda en saltar al escenario eran los holandeses TROY TORINO. Uno tipos que se llevan en esto desde hace unos años y que se subían a tocar llenos de una energía que rápidamente contagiaban al público. Hard rock crudo, sin aditivos, de cuatro tipos mimetizados con el entorno con sus sombreros y aspecto de cowboys. Con ellos continuaba la fiesta. Sin grandes alardes la banda ofrecía un buen concierto de rock and roll para la diversión con un momento álgido. Su cantante salta desde el escenario para meterse entre el público al ritmo de una particular versión de ‘You’re The One That I Want’ de la banda sonora de la película Grease. Un momento en el que todos tarareábamos ese mítico estribillo de finales de los 70s. Sin duda momentos así, son necesarios en un festival, ya que si, está bien ver a músicos tocar canciones con calidad, pero también está bien soltarse la melena y divertirse, y TROY TORINO, lo consiguieron.
Ahora si, era el momento de la banda mas esperada de la jornada, UNIDA habían llegado y era su momento. Personalmente no soy un seguidor de la banda, y como yo, todos esperábamos que nos podría ofrecer su cantante ante la ausencia del venerado JOHN GARCÍA. Al verles preparar sus instrumentos y el escenario me encontraba con unos tipos que bien podían haber salido de Easy Rider,. Cual Ángeles del Infierno, estos tipos rudos iban dejarme sumamente sorprendido. La primera incógnita era saber cómo se las manejaría su cantante Mark Sunshine , algo que se resolvió rápidamente. Con numerosos papeles con las letras de las canciones Mark ejercía de perfecto maestro de ceremonias del vendaval que UNIDA desató en el desierto almeriense. En su actuación predominó el Hard rock de siempre impregnado de arenosos sonidos. Constantemente interactuando entre ellos y con el público, UNIDA ofreció una magnífica actuación que disipó cualquier duda de lo que podría dar de sí la banda sin John Garcia. Muchas veces he dicho que a la escena le faltan buenos cantantes, y cuando una banda tiene uno bueno, su calidad sube muchos enteros. Imagina a David Coverdale, Robert Plant o Paul Rodgers junto a unos melenudos barbudos enfundados en sus vaqueros arrasándolo todo. Impagable.
La luz del día se disipaba antes del turno de ROSY FINCH. El trio alicantino salía escenario con el hándicap de una cantante que no se encontraba en perfectas condiciones de salud, algo que supo solventar durante su actuación con suma profesionalidad. Si su actuación no brilló como lo habían hecho en la pasada edición de Sonicblast, ROSY FINCH consiguieron sorprender especialmente al público foráneo que se encontraba en el festival. Sus sonidos alternativos se emborronaban con riffs difusos y la rabia suficiente como para solventar el brete que tenían por delante.
Durante las jornadas previas ya había advertido a la gente de la calidad que el trio holandés BISMUT atesora. En menos de un año les había tenido la oportunidad de verlos 4 veces en directo, dos de ellas este mismo verano, y BISMUT es una banda que, sin hacer mucho ruido, ha ido creciendo y creciendo cada día que pasa. Su particular apuesta por los sonidos post-metal teñidos de una psicodelia atmosférica, son un argumento al que nadie puede resistirse. Con esos mimbres sus largas canciones en forma de jam calaban hondo en todos los presentes dejando al personal estupefacto por su capacidad para ejecutar sus canciones. Son muchos los que hablan de ellos como la gran sorpresa del todo el fin de semana, algo que para mí no es nuevo, pero que ciertamente me congratula. Sus atronadores tambores, su hipnótica línea de bajo y los devaneos de una guitarra que se multiplica en cada nota, son un avala suficiente para todo el mundo hable bien de ellos. Siempre es gratificante ir a un festival y que una banda que no conoces de nada te vuele la cabeza, ese lugar, fue sin duda para BISMUT. Una gran banda que dejó boquiabiertos a los presentes en el Tabernas Desert-Rock Fest.
Después del trance de los holandeses, BALATE cerraba la jornada y para mi el festival, ya que el domingo teníamos que regresar a Madrid sin poder asistir a la última jornada del festival. Una lástima ya que según me han comentado los que estuvieron, la jornada también fue sumamente gratificante. Era tarde y la joven banda almeriense, terminaba el día con su Stoner teñido de tonos blues por momentos y con golpes de sludge. Son una banda joven, y todavía les queda camino por recorrer, pero si comparamos lo visto con su actuación de la primera edición del festival, donde también participaron se noto una evolución. Lo cierto es que el cansancio, las cervezas y el polvo del desierto ya hacían mella en mí y no presté toda la atención que merecía su actuación.
Así terminaba para mi un fin de semana en el que pude encontrarme con numerosos amigos llegados de toda la geografía europea en un ambiente de cordialidad y camaradería como pocas veces sucede. Algo que todos deberíamos valorar, porque no son necesarios grandes escenarios, grandes juegos de luces para que todo sea genial. El festival contó con buenas bandas, con un buen sonido, y con una organización lo suficiente buena como para dejar en nuestras retinas grandes momentos y grandes emociones. Solo queda esperar que el festival siga existiendo durante muchos años, ya que la delicada situación de los Estudios de Fort Bravo, con la escasa afluencia de visitantes y su poca rentabilidad, son una incógnita para futuras ediciones. Confiemos en que dentro de un año pueda estar contados lo sucedido en la 3º Edición del Tabernas Desert-Rock Fest.