Reseña: KAL-EL.- ‘Dark Majesty’

El quinto álbum de los noruegos KAL-EL nos lleva a un desolado desierto cósmico en el que ejecutan el stoner-doom más contundente de su carrera. Publicado por el sello Majestic Mountain Records, ‘DARK MAJESTY’ es uno de esos discos llamados a aparecer en las listas de los álbumes más destacados del año. Haciendo que sus canciones den mil giros, consiguen atrapar al oyente con una apuesta sonora llena de atractivos. El glorioso universo sónico de la banda se compone de ritmos con graves pesados, guitarras distorsionadas y letras alucinantes. Los fuzzers noruegos dan rienda suelta a su disco más pesado y complejo hasta la fecha. Partiendo del legado Sabbath, construyen sus canciones haciéndolas transitar por hipnóticos espacios psico-progresivos; lo que no impide que sigan descargando sus monolíticos e intoxicantes riffs por la senda stoner-doom más contundente. El tono melódico de sus voces hace que las canciones muestren una dualidad fascinante, dando con la tecla correcta para acabar fascinando al oyente. He de reconocer que en una primera escucha el álbum no me sorprendió, pero cada nueva audición me ha seducido haciéndome degustar compulsivamente unos surcos llenos de magnetismo. El equilibrio logrado usando los vestigios proto-doom, con la psicodelia pesada contemporánea, hace que estemos ante una nueva vuelta de tuerca a un género que se resiste a quedar anquilosado, como así demuestra ‘DARK MAJESTY’.



«Ha sido un gran viaje llegar a este punto», explica Kal, el vocalista, Captain. “Hemos escuchado el disco, completamente masterizado; Hemos visto la obra de arte juntarse, ahora todo lo que queremos es que los fans le hundan el diente. Estamos orgullosos de este álbum, Esto es algo que hemos forjado a partir de la brujería interestelar y está listo para recolectar sus almas «.

‘Temple’ nos invita a través de sus más de once minutos a explorar la faceta más psicodélica de los noruegos. Una canción que evoluciona a un escenario más progresivo, en el que el fuzz intoxicante batalla con estándares doom, entre voces etéreas que le dotan de un tono épico. Una canción grandilocuente con una gran riqueza compositiva que por si misma hace que el álbum sea un bocado muy apetecible.

Tomando un camino más directo ‘Spiral’ bebe del heavy-rock y el proto-metal de los 70’s para arrollarnos con estruendosos tambores y un frenesí de riffs pesados. Su aura 70’s se manifiesta especialmente en sus estribillos y voces en un entorno de gran dinamismo.

‘Mica’ se construye entre riffs Stoner-doom, que dejan al descubierto el lado mas rugoso de los noruegos. Aún así, las voces siguen teniendo un papel importante en un tema que decae en espacios más lisérgicos sin perder su espíritu doomy.

Siguiendo con temas de largo minutaje, ‘Hyperion’ con una inquietante y misteriosa apertura muestra a la banda experimentando en un entorno psicodélico. Aquí l banda sabe moverse bien, pero enseguida retoman la pesadez proto-doom en una canción oscura. El legado Sabbath se siente en unas melodías y riffs que golpean con fuerza manteniendo el equilibrio. El tema siempre mira hacia adelante en su búsqueda de nuevas rutas sonoras a pesar de que el vehículo se sustenta en el legado de grandes nombres del desert-rock.

‘Dark majesty’ mantiene la formula. Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Gruesos riffs Stoner-doom con sabor al siglo pasado construyen un corte monumental que es adornado con sus características voces entre una estructura clásica que moldean a su propia semejanza. Como muchas de las canciones del álbum, el tema no se queda anclado en un único estilo. Sin perder su espíritu pesado, desciende a bosques psico-progresivos en los que las melodías vocales juegan un papel fundamental. Un escenario más cósmico, en el que banda se siente como en casa. Toda una invitación a presenciar las aventuras de cinco cohetes que reúnen las ideas y los ecos sonoros de toda una carrera en una misión estelar. Una misión para poner la banda sonora a la colisión de mundos que pasan.

Devolviéndonos a la crudeza, ‘Comêta’ se sustenta en una estructura heavy-rock, aderezada con elementos desérticos. Aquí, los estribillos y el fuzz dan un paso al frente, para comandar el corte. Todo se torna más nebulosa según avanza la canción.

Una crujiente línea de bajo nos introduce en ‘Kala Mishaa’. Un tema que brota en tonos chamánicos. Diez minutos en los que la narcótica psicodelia pesada va tornándose más borboteante para acabar transitando un paisaje más pesado.  Entre riffs psycho-doom y solos lisérgicos el tema nos engulle en sus desarrollos con gran poder hipnótico.

Para cerrar, otro tema de larga duración como ‘Vimana’ nos muestra el poder Stoner-doom de los noruegos. Turbio, lento y pesado, el corte se toma su tiempo para eclosionar con sus hordas de fuzz polvoriento. Sus contagiosos ritmos no dudan en coger el legado de Sabbath para crear otro tema monumental. Todo un paquidermo que nos aplasta con una pesadez no vista hasta ahora en la banda. Melodioso, plomizo, pero también psicodélico, el tema nos hace atravesar una barrera sensorial, llevándonos al particular universo de KAL-EL.

Kal-El 

Majestic Mountain Records

Reseña: CAVERN DEEP.-‘Cavern deep’

Desde Suecia, CAVERN DEEP publican su álbum debut. Un álbum conceptual en el que ponen banda sonora la epopeya de 50 aventureros que encuentran la entrada a una civilización subterránea perdida a la que entran con la esperanza de un tesoro. Solo necesitas ver la portada y el nombre de la banda y el álbum para intuir que sus surcos contienen temas oscuros, narcóticos, pesados y lúgubres. Unas canciones, que son tratadas con gran destreza, logrando transmitir al oyente el relato con todo lujo de detalles. Con la capacidad suficiente para transmitir los angustiosos episodios de la travesía, la banda sueca juega sus cartas con gran solvencia, ofreciéndonos un álbum épico en el que el doom, lento e inquietante, nos hace partícipes de desgarradores episodios. No, no es un álbum para irte de fiesta, CAVERN DEEP es para degustar desde la calma, preferiblemente en soledad, y dejar que las sensaciones activen tus neuronas produciéndote escalofríos. Con una primera parte más psicodélica, el álbum va evolucionando a atmósferas más tenebrosas en las que el doom es el verdadero protagonista.  Con unas voces cristalinas que van mutando su registro para transmitir el relato de la odisea, mientras las guitarras aportan elementos más luminosos a unas canciones que viven en la penumbra de grutas siniestras y misteriosas. Tétricos y desgarradores pasajes que nos sitúan justo en el centro de la trama, haciéndonos partícipes de una narración trágica. En este emocionante debut, CAVERN DEEP consiguen construir sus canciones con un dominio del tempo impresionante, sabiendo siempre como llamar la atención del oyente a pesar de la lentitud con la que todo sucede. Posiblemente, si no consigues entrar en el cuento, no podrás disfrutar de todos los matices que este prometedor debut contiene, pero si lo logras, el viaje habrá merecido la pena. Un magnífico comienzo para una banda que lleva en activo desde 2.019 y que cuenta con miembros de Zonaria y los riffers retro suecos Gudars Skymning.

‘CAVERN DEEP’ está disponible vía Interstellar Smoke Records.

CAVERN DEEP son:

Kenny-Oswald Duvfenberg – Guitarras y voces
Max Malmer – bajo y voces
Dennis Sjödin – batería, coros y teclados

‘Staring down’ abre el álbum con una inquietante atmósfera oscura y tonos psicodélicos. Lento, cadente y lisérgico, el tema nos va introduciendo en la historia que nos cuentan los suecos. Voces lánguidas van narrando el sentimiento ominoso mientras miras hacia las escaleras. El comienzo de la expedición ya nos muestra que la tragedia está ahí. Mas psicodélico que doom, el tema camina parsimonioso en su misterioso peregrinar por un escenario tétrico e inquietante. Con algunos elementos del psycho-doom clásico, el tema crea la atmosfera perfecta para lo que nos vamos a encontrar en las siguientes canciones. Algunas melodías vocales más propias de los 70’s ponen el tono trágico a una historia espeluznante, mientras las guitarras se recrean en solos penetrantes tonos ácidos. Símbolos desconocidos de un pasado de inteligencia llenan las paredes de la escalera que nunca parece terminar

Con hechizantes pasajes atmosféricos ‘Abandoned quarters’ se desarrolla en la oscura persistente en todo el álbum. Símbolos desconocidos de un pasado de inteligencia llenan las paredes de la escalera que nunca parece terminar, algo que se refleja en inquietantes y misteriosos pasajes que parecen poner sonido al silencio sepulcral. El desasosiego se refleja en una voz ahogada que parece susurrar mas que cantar, mostrando toda su ansiedad. El trio dota al corte de un tono épico muy acorde con su narrativa. En esta canción, el grupo encuentra los restos de una ciudad perdida con torres y pasillos abandonados. Las ruinas están llenas de huevos eclosionados y signos de lucha. Pero no hay cadáveres … Al otro lado de la ciudad, las escaleras continúan hacia las profundidades.

Después de salir de la ciudad, el grupo se topa con un enorme jardín abandonado. Abandonado por el alcaide, este jardín subterráneo está lleno de una fauna mortal. Muchos de los miembros del grupo mueren cuando la jungla pasa factura.  ‘Omninous gardens’ refleja estos momentos con un sonido silencioso que solo se ve alterado por algunos riffs pesados que violentan el inquietante mutismo.

Con una voz que parece salida de las cavernas más tenebrosas, ‘Waterways’ mantiene la tensión con su lento desarrollo. Envueltos en efluvios psicodélicos, el tema refleja la tensión del avance de la expedición al interior de los abismos. Debajo de la jungla se encuentran los acueductos que proporcionaron toda el agua necesaria para la una vez próspera civilización. Pronto se hace evidente que ya no están solos. La fiesta pronto se pierde en este laberinto, la esperanza parece perdida. Inquietante, el tema toma prestados algunos elementos progresivos entre sus riffs de vocación heavy metal. El tema es un punto de inflexión en un álbum que parte de la psicodelia para volverse cada vez más inquietante y doom.

‘Lead of fatih’ se muestra mas pesado sin perder su atmósfera psicodélica y su oscuridad. Atormentado y turbador, la canción muestra a la banda en un paisaje psycho-doom de manual. Después de que muchos hombres murieron en los cursos de agua, finalmente encuentran la puerta que conduce a una cornisa. Ante ellos hay una enorme brecha, el abismo es tan profundo que lo único que ven es una oscuridad sin fin en las profundidades. La oscuridad parece tener vida propia …

La odisea hacia los abismos continúa con ‘Deeper Grounds’. En el tema los suecos prosiguen con los lentos y atmosféricos riffs doom embutidos en un ambiente desgarrador. Lamentos vocales afloran entre los fuertes golpes que golpean una y otra vez en un tema de transición.

El escenario Stoner-doom más ortodoxo regresa en ‘The Fungal Realm’.  Con tintes apocalípticos, se produce la metamorfosis entre hongos que aniquilan la razón con inquietantes registros vocales y una ambientación completamente tétrica. En este lugar las melodías y las guitarras aparecen para dar brillo a un corte impactante en el que los elementos progresivos aparecen. Finalmente, el grupo llega a una gran caverna oscura y húmeda. Está lleno de un hongo que tiene una mente colmena que intenta consumir las mentes de los aventureros. Lentamente, todos menos el líder de la expedición se convierte en parte del hongo, algo que se refleja en un sonido etéreo e inquietante.

The dark place’ cierra este álbum conceptual mostrando un sonido apocalíptico y ceremonial. Este viejo dios de un tiempo olvidado ha esperado a que alguien ocupe su lugar. Mientras el aventurero perdido intenta gritar, el dios lo consume para ocupar su lugar, finalmente liberado. La oscura lírica adorna otro tema lúgubre y tenebroso entre solos de guitarra bien construidos poniendo color a otro tema triste y abominable en el que se refleja el tormento.

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Interstellar Smoke Records

Reseña: THE AGE OF TRUTH.- ‘Resolute’

Si hace cuatro años nos sorprendieron con su fascinante debut ‘THRESHOLD’, ahora, THE AGE OF TRUTH con su nuevo álbum ‘RESOLUTE’ van más allá para presentarnos un álbum impresionante. He de reconocer que en una primera escucha del álbum me quedé un poco frio, pero…… ¿En que estaría yo pensando? Tras retomarlo en nuevas escuchas solo puedo decir que este álbum es fantástico, un trabajo que podríamos decir que tiene de todo. Si bien encontramos ecos de Monster Magnet, ganchos en tonos Clutch o incluso guiños a Soundgarden, el trio de Filadelfia se mueve a la perfección en diversas aguas, y en todas nada con destreza. Un álbum que comienza con temas rudos y pesados y que va evolucionan a un escenario en el que el blues, el hard-rock y la psicodelia conviven en armonía en penetrantes canciones llenas de fuerza y atractivo. Con una primera parte del álbum en la que el heavy-rock de siempre y los riffs de metal golpean nuestro cerebro con contundencia, según avanza el álbum la banda saca todo su arsenal para navegar en aguas en las que el heavy blues humeante y crudo nos impregna de humeantes efluvios. Pero estos chicos no se quedan ahí, si seguimos explorando el álbum, encontramos temas cristalinos que recuperan el proto-doom de los 70’s para remodelarlo y crear fascinantes temas en los que la psicodelia pesada hace acto de presencia. Envolviéndonos con sus hechizantes y narcóticas atmósferas, THE AGE OF TRUTH sabe como despertarnos de ese placentero clímax. Elevando los decibelios el monolítico bajo y la inquebrantable base rítmica nos sacan del letargo a base de hard-rock primitivo con un pegadizo groovy retro. ¿Cómo pude equivocarme tanto en mi primera percepción del álbum?, tras cada nueva escucha continúo preguntándomelo, porque ‘RESOLUTE’ es un álbum descomunal, un álbum en el que cada tema nos ofrece algo, y todo sugestivo. THE AGE OF TRUTH bebe del sonido más primitivo de los 70’s pero tiene la capacidad para que esas vibraciones suenen renovadas sin perder un ápice de autenticidad y fuerza. El cuarteto de Filadelfia ha reconstruido todo su sonido sobre una base inquebrantable y ha producido un disco que es más grande y audaz que cualquier cosa que hayan intentado antes. La banda ha renovado su arsenal de tonos mortales, fuzz impulsado por diesel y blues psicodélico-pesado. Sin ninguna duda, un álbum para no dejar por alto.

‘Juntos hemos tratado constantemente de hacer evolucionar la composición de nuestras canciones, la instrumentación y el sonido que queríamos capturar’, explica el bajista William Miller‘Este álbum ha sido un verdadero viaje para nosotros y casi tres años en la fabricación. Nos hemos mantenido en los estándares más exigentes en cada paso del camino’.

RESOLUTE’ fue escrito por THE AGE OF TRUTH, producido por THE AGE OF TRUTH, Dave Klyman y Joseph Boldizar. Diseñado por Joseph Boldizar y Dave Klyman en Retro City Studios Filadelfia (Pensilvania); mezclado por Andrew Schneider en Acre Audio, Brooklyn (New York). ‘Seven Words’ mezclado por Joseph Boldizar en Retro City Studios, Filadelfia (Pensilvania). Masterizado por Ryan Smith en Sterling Sound, Nashville (Tennessee); con un arte de portada obra de Mikko Raima, Mänttä-Vilppula (Finlandia), fotografía y diseño obra de Shane K. Gardner Rock N Roll Socialite, Baltimore (Maryland) estando disponible a través de Contessa Music

THE AGE OF TRUTH son: Kevin McNamara (voces) Michael DiDonato (guitarras) Scott Frassetto (batería y percusión) y William Miller (bajo).

El álbum abre sin contemplaciones con los poderosos riffs de ‘Palace of rain’. Conjugando elementos heavy-rock con riffs stoner y unas fantásticas melodías en línea Elder, el tema se presenta rebosante de fuerza. Una contundencia que se ve amortiguada por el buen uso de las melodías vocales. Ondulante y golpeando una y otra vez, el corte hace una parada para reposar en ensoñadoras atmósferas psico-progresivas. Oscuro y nebuloso por momentos, la esencia del heavy-rock de los 80’s adquiere múltiples formas para completar siete minutos estelares en los que la banda brilla enormemente. Alejados de convencionalismos, pero sin renunciar a diversas propuestas estilísticas, la canción se completa con cadenciosos ritmos entre una espiral de efectos que enturbia la atmósfera. Pesado, progresivo y psicodelia, el tema es un crisol de vibraciones con un resultado fascinante.

‘Horsewhip’ mantiene el pistón con pesados riffs y estribillos de puro heavy-rock. Tomando elementos de la época gloriosa del género ensanchan su sonido haciéndolo más contundente y plomizo. Todo un martillo que golpea con insistencia con unos riffs sólidos y sin fisuras. Crudo, pero con la sensación de que todo está controlado, el tema evoluciona a un espacio de metal auspiciado por tambores atronadores. En esta ocasión los de Filadelfia van directos, sin distraerse.  

En ‘A promise of nothing’ encontramos una cabalgada de Stoner-metal y heavy-rock contundente. Provocando esguinces cervicales la canción es como una ametralladora de riffs que no cesan. La desgarradora voz pone el tono épico antes de ofrecernos pasajes de psicodelia pesada en los que la guitarra aflora mostrando todo su poder psicotrópico con relajados desarrollos que sirven de bálsamo a la embestida inicial del tema. 

Dando un giro respecto a los temas anteriores ‘Seven words’ se sustenta en acordes acústicos y melodías de blues humeante que nos susurran proporcionándonos un estado de relax necesario para reposar la descarga de los cortes anteriores. Guitarras y voz son suficientes para construir un tema delicado en el que los aromas sureños aparecen en un escenario con tonos melancólicos a modo casi de balada. La belleza en detrimento de la fuerza, lo que refleja que estamos ante una banda de gran calidad.

El blues lisérgico es el protagonista de ‘Eye one’. El cadente y pausado ritmo de apertura nos va introduciendo en un escenario en el que el blues y el hard-rock unen fuerzas para crear un tema grueso y psicotrópico. EL monolítico bajo y el parsimonioso ritmo de los tambores custodian unos riffs que se estiran creando una atmósfera envolvente. Pegadizo y rompe cuellos, el desgarrador corte evoca los momentos del proto-doom entre su armonía de blues pantanoso y viscoso. Todo un desgarrador relato guiado por una voz aguardentosa y llena de fuerza. Sus constantes giros hacen que el corte se encabrite por momentos en contraste de sus pasajes más chamánicos. Humeante y denso, la canción nos empapa con un sonido poderoso y penetrante a través de sus ásperos y rudos riffs. La perfecta banda sonora para un ritual chamánico en la profundidad de la espesura de un bosque impregnado de la humedad del pantano.

‘Salome’ mantiene los genes blues, sin perder el espíritu heavy-rock aderezado con riffs stoner de los de Filadelfia. Con melodías vocales entre Clutch y los clásicos del heavy-rock de décadas pasadas, entran en un mestizaje en el que los elementos desérticos y psicodélicos consiguen crean una atmósfera llena de magia y fuerza. Embistiendo en su apertura el tema evoluciona a un escenario más psicodélico entre riffs que golpean una y otra vez con aulladoras armonías vocales que parecen van a quebrar las cuerdas vocales de su cantante manteniendo un groovy blusero que rápidamente se contagia.  

Para el cierre, una canción de mas de nueve minutos. ‘Return to the ships’ pone el broche de oro a un álbum impactante, versátil y lleno de ganchos para el oyente. recreándose en su faceta más psicodélica, una suave apertura va adentrándonos en un espacio en el que los hongos mágicos emanan sus dosis de dietilamida para narcotizarnos. Suaves pasajes vocales afloran tenuemente en un caleidoscopio sonoro lleno de magia. Hechizante y anestesiarte cada nota es como un bálsamo reconfortante para nuestros oídos en el primer tercio de la canción. En la parte central, pegadizos riffs de talante retro golpean entre desgarradores pasajes vocales elevando la pesadez de la canción. Una embestida que rápidamente se deshace para regresar a paisajes de psicodelia pesada en un entorno oscuro. Retazos de heavy-rock no faltan a su cita para recordarnos de donde viene estos chicos. En este ir y venir el tema regresa a sus plácidos pasajes psicodélicos ofreciendo parte de los momentos mas bellos de un álbum soberbio.

The Age Of Truth



Reseña SPELLJAMMER.- ‘Abyssal Trip’

Cinco años hemos tenido que esperar para recibir un nuevo álbum de los suecos SPELLJAMMER. Ahora, el sello Riding Easy Records publica ‘ABYSSAL TRIP’ dando por finalizado el hiato del trio. El álbum es toda una exploración de sonidos expansivos con multitud de distorsiones así como lentos y plomizos riffs doom que llevan en volandas ahogadas voces con un cierto tono progresivo. Un espacio sombrío y lúgubre con guitarras que retumban en nuestros oídos y dramáticos interludios melódicos que ponen la pausa a sus monolíticos riffs pesados. SPELLJAMMER se toma su tiempo para desplegar unos temas que exploran desoladores abismos en un viaje épico y lleno de oscuridad. Letras contemplativas, y un reino misterio con lúgubres atmosferas en busca de un mundo mejor. Así lo define su bajista y cantante Olsson: “Los temas líricos que abordamos, como la condenación definitiva del hombre y la búsqueda y el anhelo de mundos nuevos y mejores, todavía están ahí”, «El concepto de algo que no se ha descubierto en el vasto vacío está casi siempre presente». Lo cierto es que nos encontramos con una reflexión pesimista del mundo en el que vivimos, algo que queda patente en unos temas casi depresivos, pero en los que encontramos algún atisbo de esperanza. Con toneladas de fuzz, el álbum nos sumerge en un abismo en el que todo sucede lentamente, de una forma casi enfermiza, pero que finalmente funciona. Hecho en falta un mejor tratamiento de unas voces que quedan en la penumbra, algo que bien puede ser premeditado, pero que empaña su lado lírico y melódico.  

“La inmensidad de todo es algo en lo que pienso mucho”, dice el bajista/ vocalista de SPELLJAMMER, Niklas Olsson. Y ciertamente se nota tanto en los sonidos expansivos y fangosos como en las letras contemplativas del trío con sede en Estocolmo. Después de una pausa de 5 años entre su álbum anterior, ‘ANCIENT OF DAYS’, tal vez dedicado a reflexionar sobre dicha inmensidad, SPELLJAMMER está de regreso con un álbum que une perfectamente las inclinaciones anteriores del rock del desierto de la banda y sus riffs masivos y lentos posteriores. 

El proceso de grabación de ‘ABYSSAL TRIP’, se diferencia de los lanzamientos anteriores en que la banda con el guitarrista Robert Sörling, el baterista Jonatan Rimsbo y Olsson optaron por capturar las actuaciones mientras se escondía en la batisfera mental de una casa en el campo cerca de Estocolmo. «Las canciones se beneficiaron del ambiente relajado de estar lejos de todo», explica Olsson. De hecho, el álbum suena seguro y meticulosamente arreglado, gracias al aislamiento de la banda. Sörling mezcló el álbum y fue masterizado por el batería de MONOLORD, Esben Willems en Berserk Audio.


El tema de apertura del álbum «Bellwether» comienza dramáticamente con un fade in muy lento, de casi un minuto de duración, de una distorsión retumbante que prepara el escenario para un bajo y una guitarra muy distorsionados que retumban el riff lúgubre durante otro minuto y medio antes de que comience la batería, y de la misma manera que mucho antes de que las voces salgan a la superficie. Sus monstruosos y turbios riffs golpean con toda su fuerza doom creando una atmósfera intoxicante llena de épica. Sus ahogadas voces tratan de aflorar en la parte final mostrando todo su tormento.

Lake” cambia abruptamente de marcha, abriéndose con un galope inusualmente rápido antes de romperse en pasajes Stoner doom atronadores que pronto cae en una ruptura melódica de tono limpio del Medio Oriente. Dando mayor protagonismo a la instrumentación las voces tratan de hacerse su hueco con dificultad en la oscura sima en la que parece desarrollarse el tema. Nebulosas narcóticas cubren sus monolíticos riffs. Por momentos el corte parece reposar su ímpetu en estancias heavy-psych sin perder su monumentalidad. 

Sin renunciar a la épica, los riffs monstruosos de ‘Among the holy’ mantienen la viscosidad. Desde su locución inicial, el tema evoluciona hacia un relato glorioso de tonos ocultistas. Aquí los riffs Sabbath hace acto de presencia entre una bacanal nebulosa de gran calado.  Proto-doom con pinceladas lisérgicas en un relato de misterio que por momento deja la pesadez para sumergirnos en profundidades más psicodélicas hasta evaporarse.

‘Abyssal Tripse’, la canción que principal sirve como pieza central del álbum, comenzando con un siniestro diálogo cinematográfico sobre el sacrificio de sangre que se lanza en guitarras desafinadas y contundentes que retumban sobre tambores que golpean las tripas y voces aullando que escuchan el proto-sludge de ‘The Nile Song’ de Pink Floyd. ”La dinámica cede brevemente por una melodía de guitarra limpia y de construcción lenta antes de que todos los instrumentos se bloqueen en un riff sacudido coronado por un solo en línea Iommi.  El trío aquí se deja llevar a lo largo de 10 minutos explotando todo su potencial.

A modo casi de interludio, teniendo en cuenta la duración de los cortes anteriores, ‘Peregrine’, reposa en calmados acordes con ausencia de voces, creando un espacio para el sosiego que contrasta con la pesadez del resto de canciones.

Tras el reposo del corte anterior, al álbum cierra recuperando toda su fuerza en ‘Silent riff’. Aquí las distorsiones y los gruesos y monolíticos riffs de corte ocultista regresan a escena mostrado todo su poderío. Voces casi espectrales en modo progresivo acompasa los parsimoniosos y pesados acordes. La épica de la narrativa oscura de los suecos se tiñe de psicodelia pesada con hirientes solos de guitarra que tratan de hacerse un hueco entre la densa instrumentación. Un sonido expansivo de proporciones monumentales que no pierde su tono turbio, pero que incorpora más elementos lisérgicos creando una atmósfera narcótica e intoxicante. El tema, en su parte central explora con misteriosos pasajes un entorno enigmático en el que si intuye que algo puede suceder. Un letargo que se rompe como es habitual en este tipo de propuestas con riffs colosales que golpean una y otra vez mientras las voces se vuelven más atormentadas, algo que arrastra al tema a un escenario más aturdidor.

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Reseña: ROSY FINCH.- «Scarlet»

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Con una serie de cambios en la banda, «SCARLET» el nuevo álbum de ROSY FINCH, trata de aspirar a ser más y hacer más. Se trata de la idea de que nada eliminará el dolor, pero nada puede detenerlo. Seguramente es su álbum más crudo y directo, un trabajo en el que se dejan llevar por sus instintos más primarios y salvajes. Su álbum más pesado y lodoso con una brutal combinación de voces melódicas y verdaderos desgarros que habitan entre sucias líneas de bajo en oscuras y tenebrosas cavernas sludge. Jugando con los ecos de los noventa y el metal más áspero, nos ofrecen un álbum perturbador e inquietante. La sangre está presente en temas que se desangran en una hemorragia de rugosos riffs y ritmos plomizos. Un álbum conceptual con el rojo como protagonista; ese color que siempre ha representado peligro, lujuria, pecado, culpa, sangre … «, tal y como dice su vocalista y guitarra  Mireia: «Cada canción en Scarlet tiene un color rojo en el título y representa diferentes historias de diferentes personas (desde la fantasía hasta la vida real) que siempre van desde el amor hasta la violencia». Un álbum equilibrado en su parte vocal, con sensuales melodías en contraposición con desgarradores aullidos. Una conjunción muy efectiva que acaba convirtiéndose en uno de los activos del álbum. 

«SCARLET» fue grabado por Lluís Más (batería), Elena García (bajos) Mireia Porto (voces, guitarras y bajos) y Oscar Soler (voces). La nueva formación de ROSY FINCH está compuesta en la actualidad por Mireia Porto (Voces y Guitarras), Oscar soler (Domo/Pyramidal) (Voces y Bajos) y Juanjo Ufarte ( Dry Mouths/Bäläte/Grajo) (Batería).
«SCARLET» ve la luz a través de Lay Bare Recordings, en disco compacto a través de La Rubia Producciones y en cassette vía Spinda Records

Sobre en bajo grueso y crujiente «Oxblood» el fuzz coquetea con el metal. Una voz desgarrada y chillona con coros más melódicos crean un contraste entre la aspereza intrínseca del tema Por un lado los sonidos huecos y chisposos y por otro las sugerentes melodías vocales. Rabia y fuerza pseudo-ocultista entre los rugosos riffs sludge y el stoner-metal en una ambientación tenebrosa y oscura. 

«Lava», el tema que anticipó la banda, transcurre por una autopista de heavy-rock y stoner-metal. Sus turbios riffs crean el camino sobre el que la ahogada y desgarrada voz de Mireia se retuerce entre el asfalto de los noventa y las vibraciones contemporáneas más pesadas. El metal más alternativo y el sludge fusionados bajo terroríficas voces y momentos de fuzz. 

Cambiando de alguna el registro, «Vermillion» con esas melodías vocales casi indie, tratan de seducirnos entre una estampida borrosa de stoner.-metal. en esta ocasión los de alicante dejan un mayor protagonismo a pasajes más lisérgicos siempre ambientados en oscuras y tenebrosas simas. 

Con vertiginoso ritmo de vibraciones stoner-metal, «Amaranto» incide en la dualidad entre lo sensual y la rabia. Pesado, plomizo la dualidad de los tonos ocultistas y la rabia hace que ROSY FINCH se sientan cómodos explotando desgarradores alaridos sludge en un corte que nos regala numerosos momentos terroríficos e inquietantes. Pocos sutilezas y un ritmo oscilante y borroso construyen la zona de confort de los alicantinos con sus plegarias al viento sobre tétricos pasajes.

Una inquietante introducción abre «Gin fizz», todo un paseo psicodélico en intoxicantes atmósferas que hacen aflorar la sensualidad entre los descarnados momentos en los que el terror nos acecha. A modo de ritual las plegarias y las desgarrada y atormentada voz van describiendo todo un ceremonial dedicado a las fuerzas salidas de las tinieblas. 

Los ecos del metal regresan con fuerza en «Ruby». Pesados y monolíticos riffs entre mugrientos tonos sludge del que emergen hechizantes coros que tratan de seducirnos con adormecedores y sensuales pasajes.  Envolviéndonos en una tela de araña, traspasamos el umbral para encontrar inquietantes y oscuras estancias pych recorridas con sigilo. El corte se deja llevar por el fuzz más intoxicante. 

«Alizarina» es un frenético torbellino de heavy-rock stonerizado con voces y coros celestiales. Un canto eclesiástico entre vibrantes y pesados riffs metálicos. Fuerza y pesadez salpicadas de un cierto aura ocultista. 

Con un torbellino de fuzz y rápidos ritmos, «Scarlet», el tema que da nombre al álbum juega con las melodías más propias del grunge alejándose de los momentos de oscuridad. 

El álbum cierra con «Dark cherry» a golpe de bajo poderoso y huecos sonidos post-metal que van tornándose más sludge,  Melodías pegadizas aplacando la furia de unos riffs mas contenidos. Cantos de sirena flotando entre las olas con momentos en los que el silencio deja paso al fornido bajo para proteger a la divinidad de las tinieblas.

 

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