Reseña: KRYPTOGRAF.- ‘Kryptonomicon’

Si en una primera escucha el álbum de la banda de Bergen me dejo un poco frio, pero lo cierto es que después de repetidas audiciones, solo tengo que reconocer la valía de los noruegos y su capacidad para hacer evolucionar un sonido muy tradicional, pero siempre efectivo. Una banda que en sus dos álbumes previos (‘KRYPTOGRAF’ de 2020 (reseña aquí)  y ‘THE ELDORADO SPELL’ de 2022 (reseña aquí) ya dieron muestras de su talento, y que ahora regresan manteniendo intacto el sonido que les vio nacer, en una apuesta mas pesada y compleja, pero igual de atractiva. Centrándose en un enfoque más profundo de las melodías KRYPTOGRAF nos sumerge en un pozo de vibraciones pesadas con un evidente aroma vintage. Tomando elementos progresivos para dar brillo a sus contundentes canciones, el cuarteto corrobora que no son una banda efímera, sino una formación que profundiza en sus canciones para que estas tengas un aspecto contemporáneo alejándose así de ciertos convencionalismos que puedan sugerir sus clásicas canciones de hard-rock setentero. Sus dinámicas canciones son dotadas de una apetecible complejidad que hace que se abstraigan de propuestas lineales y sin gancho. Pasionales y sin demasiadas estridencias KRYPTOGRAF presentan otro álbum notable en el que plasmar su magia y creatividad, un perfecto bocado para los devoradores de ecos hard & heavy rock de innegable inclinación psico-progresiva. A semejanza de los clásicos del género, la brevedad del álbum hace que su escucha se convierta en fluida y emocionante, proporcionando nuevas sensaciones y matices con cada nueva escucha, ¿Se puede pedir más de este recomendable álbum? Disfruta de su escucha empapándote del poder de su criptonita y saca tus propias conclusiones.

‘KRYPTONOMICON’ está disponible vía Apollon Records.

KRYPTOGRAF son: Vegard Strand (guitarra y voces), Odd Erlend Mikkelsen (guitarra y voces), Eirik Arntsen (batería y voces) y Eivind Standal Moen (bajo).

Sin ningún tipo de preámbulo, ‘Beyond The Horizon ‘nos arrolla con sus sonidos retro con sabor a 70’s. En algún espacio entre el sonido de los dinosaurios de los 70’s y el sonido de bandas contemporáneas como Graveyard, las melodías de los noruegos nos conquistan a las primeras de cambio. La banda combina a la perfección su rock más crudo con apacibles y ensoñadoras melodías psico-progresivas llenas de encanto. Dejando patente la capacidad para hacer mutar sus canciones la pista nos brinda la oportunidad de de escuchar a KRYPTOGRAF en toda su esencia.

‘The Blade’ rebosa energía proto-metal coloreada con complejos pasajes progresivos con un sonido pesado que mantiene la esencia de los pioneros del género. Con mucho fuzz y sus habituales melodías rebosantes de gancho, la pista nos aturde con un sonido psicotrópico y denso entre constantes giros argumentales.

La canción que da nombre al álbum ‘Kryptonomicon’ resume a la perfección la propuesta sonora de los noruegos. Hard y heavy-rock ejecutados a la vieja usanza. Sin rubor las variaciones de intensidad van y vienen como una goma que se contrae y estira por la senda del hard rock clásico enriquecido esos elementos progresivos tan habituales en muchas bandas noruegas. Poco a poco la canción se enreda en una espiral heavy-psych sin perder nada de su pesadez innata.

La vibrante y enérgica You and I’ destila impactantes vibraciones de los 90’s con una honestidad a prueba de cualquier duda. Con ese tono de rock crudo, la banda nos invita a una fiesta de ritmos oscilantes y riffs rugosos entre sus habituales descargas vocales.

El proto-doom más tenebroso hace acto de presencia en la oscura y pesada ‘From Below’. Riffs monolíticos con reminiscencias de bandas como MASTODON son ejecutados a cámara lenta viéndose atraídos por una tormenta de sonidos pesados con aroma viejas glorias. La pista refleja el camino emprendido por la banda en esta tercera entrega expandiendo su sonido a territorios casi desconocidos hasta ahora. La complejidad y los acertados arreglos hacen que la canción no se centre en un solo sonido sino, que entre sus surcos aparecen ornamentos que abarcan un amplio espectro estilístico con un resultado brillante.  

‘Lost at Sea’ nos lleva a un escenario sonoro en el que los paisajes hard-progresivos de inclinación retro nos seducen sin remisión en otra pista épica llena de encantos.

La estética retro de ‘The Gales’ índice en el uso de las cuidadas melodías de los noruegos insertadas en una instrumentación densa en la que la melancolía preside la tenue instrumentación. Una epopeya con todos los genes de la banda luciendo entre tonos comedidos de vibraciones más propias de los 70’s, el espacio en el que mejor se mueven KYPTROGRAF.

Kryptograf

Apollon Records

Reseña: RED EYE.- ‘III’

La banda malagueña RED EYE da un puñetazo en la mesa con su tercer álbum ‘III’. Un soberbio álbum repleto de riffs megalíticos en el que exploran los designios del doom para enriquecerlo con un amplio espectro estilístico. Sus pesadas canciones ofrecen al oyente una espiral de riffs aplastantes con notables elementos psicodélicos y un aroma al rock más crudo de los 70’s. Venerando el doom tradicional, el sonido de la banda ha sufrido una mutación en su dinamismo, consiguiendo que este, sea más profundo y intenso. Sin renunciar a sus genes, RED EYE exploran amplios territorios sonoros para componer canciones que no te van a dejar indiferente. Estos chicos son el ejemplo de que en España también se puede hacer buenos álbumes de doom sin caer en convencionalismos, pero siendo fieles a un género que va en su ADN. El trio canaliza ese espíritu psicodélico y enigmático, utilizando la música como una fiel compañera que nos transporta a paisajes sonoros profundos y desconocidos. Su sonido evocador consigue cautívanos con una invitación a explorar los rincones más oscuros de la mente, sumergiéndose en un viaje transformador y que altera nuestros sentidos. Hábiles en manejarse en diferentes territorios sonoros, estos chicos dan un paso adelante en su carrera culminando un álbum soberbio en el que plasman todo su potencial.

‘III’ está disponible vía Discos Macarras.

RED EYE son: Pablo Terol Rosado (batería, percusión, sintetizadores, voces), Antonio Pérez Muriel (bajo, sintetizador) y Antonio Campos del Pino (guitarra, voces).

‘Ad infinitum’ es una breve e inquietante introducción atmosférica de algo menos de dos minutos para ponernos en órbita.

El lanzamiento se concreta con la tenebrosa ‘Sagittarius A’. Doom de manual con riffs monolíticos ejecutado a cámara lenta del que asoman atormentadas voces creando una atmósfera inquietante y lúgubre. Una sima con olor a azufre en la que la banda se cobija para desatar todo su poder.

‘See yourself’ persiste en ofrecer un entorno inquietante en el que desplegar todo su arsenal de riffs megalíticos. En esta ocasión adornando la canción con melodías mucho más amigables, los malagueños dulcifican su poderosa apuesta sonora, dotándola de un brillo especial a través de sus evocadoras sinfonías vocales.

Con una locución inicial la caótica ‘No morning after’ nos envuelve en una maraña de distorsiones y ruidos inconexos que van tomando forma gracias a un bajo que cruje hasta quebrarse. A partir de ahí el headbanging aturde nuestra cabeza con una fuerza sobrenatural. Con momentos de proto-metal 70’s RED EYE crean una canción dual que no renuncia a sus genes doom, pero que también a los sonidos más underground del pasado. Una fusión que resulta ser todo un acierto. 

‘Beyond’ mantiene el tipo con su crudo sonido y su dinámico ritmo. De nuevo, los sonidos primitivos son adoptados por el trio en una pista que rezuma rock auténtico. Ese rock honesto y salvaje que es acompañado de una buena dosis de humo cannabico para crear el ambiente perfecto. La pista cuenta con embestidas de rabia en su mutante deambular por la ruta de los sonidos más pesados. Una senda que bebe de una atmósfera presidida por la psicodelia fuliginosa.

Envuelta en una nebulosa psicotrópica ‘Stardust’ parece bajar las revoluciones para dejarse llevar por caminos más lisérgicos. Sin perder un ápice de fuerza RED EYE incorpora variados elementos que enriquecen su pesada apuesta. Entre tonos grunge su Stoner doom y un manto psicodélico nos sumen en un trance hipnótico con final incierto. Magnética y aturdidora, la pista socaba las neuronas del oyente con un ritmo implacable entre sus desvaríos de rabia con un cierto aroma vintage. Con su amplio abanico estilístico la canción destaca en un álbum con grandes temas.

‘Nebula’ palpita en un nuevo ataque de riffs abrumadores ejecutados con parsimonia. La crudeza del rock más primitivo se asoma en otra canción con sabor a rock salvaje. Los tonos Sabbathicos también están presentes en este nuevo aquelarre sonoro. Conjugando la rabia de los pioneros los malagueños consiguen otra canción aguerrida con la que derretir tu cara en una espiral que se torna cada vez más psicotrópica. Otro ejemplo de que estos chicos no se quedan anclados en el doom más tradicional.

Sin darnos cuenta llegamos a la última canción del álbum. ‘The nine billion names of God’ ofrece la versión más chamánica de RED EYE. Delicados acordes y dulces melodías vocales son acompañados de una instrumentación heavy-psych que acaba por susurrar al oyente sumiéndolo en un placentero sueño. Con pasajes progresivos RED EYE nos sorprende una vez más. Hábiles en manejarse en diferentes territorios sonoros, estos chicos dan un paso adelante en su carrera culminando un álbum soberbio en el que plasman todo su potencial, con una suave y hermosa canción psicodélica que contrasta con la bravura de gran parte de las pistas del álbum.  

RED EYE

Discos Macarras Records

Reseña: REDWOOD.- ‘Sky offering’

Pisándole los talones al explosivo EP ‘DRY RIVERS’ del pasado mes de junio, el equipo unipersonal de doom psicodélico de la era espacial se niega a salir de la velocidad de la luz. Su tercer EP, «SKY OFFERING». toma el puente de ida y vuelta a los 70’s para regresar al presente con los sonidos más primitivos y narcóticos de aquella gloriosa época. Cumpliendo todos los detalles que se le puede pedir a una banda pesada de vocación desértica, REDWOOD, crea canciones narcóticas en las que los crujientes y difuminados riffs nos ciegan con su aletargante poder. Manteniendo intacta la vocación doom, sus salvajes y arcaicos ritmos evocan un espíritu vintage completamente indómito. Rock sin sutilezas, con el espíritu de antaño en unas canciones pesadas con mimbres contemporáneos. Rock en estado puro que te derretirá la cara con la densidad de unas pistas aguerridas y sobre todo psicodélicas. REDWOOD extiende sus raíces en un territorio propicio en el que se siente cómodo para expresar toda su rabia en poderosas canciones que harán que tu cabeza explote. Con la libertad de crear paisajes sonoros que giran en torno a historias fantásticas sobre extraterrestres que vienen a la Tierra, antiguos sacrificios a los dioses desde el espacio, caídas de las nubes o cualquier otra locura REDWOOD da en el centro de la diana con su nuevo EP ‘SKY OFFERING’

‘ Sky offering’ despega entre atmósferas psicodélicas antes de emprender una huida hacia adelante. Turbio y pesado el tema gravita en la órbita del rock más aguerrido. Un rock no apto para débiles. Con golpes de proto-doom, la pista mantiene el tono arenoso y un espíritu de psicodelia vintage. Impactante apertura.

Humeante, densa y narcótica, ‘The green’ camina parsimoniosa por un escenario sonoro en el que la psicodelia arenosa se nutre de potentes riffs y proto-metal ancestral. Tomando ese puente de ida i vuelta al corazón de los 70’s, REDWOOD crean otra pista con mucho gancho sin prescindir de su particular elixir narcótico.

‘Hills’ explota de nuevo esas balsámicas atmosferas de psicodelia humeante ejecutada a paso lento. Creando un acogedor y narcótico entorno, sus acordes parecen palpitar livianos en un particular espacio meditativo. Estas colinas nacidas de la acumulación de psicotrópicos parecen sufrir una metamorfosis, sintiéndose atraídas por un espacio más pesado. La ahogada voz parece intentar hacerse un hueco entre la espesura de la base rítmica de la canción. Consiguiendo en un desgarrador intento. A su alrededor una maraña de solos de guitarras enturbiando un entorno inquietante por momentos.

‘Friend or foe’ evoca un ritual chamánico con sus envolventes pasajes lisérgicos y su densa instrumentación. Rock crudo y primitivo alterado por la ingesta de sustancias estimulantes. Otra rugosa y pesada canción salpicada con buenas de psicodelia.

SKY OFFERING’ concluye con otra canción que evoca la ingesta de sustancias, ‘Hollow’. Su potente y dinámico ritmo golpea el cerebro del oyente produciendo una catarsis en su interior. Abduciendo nuestros sentidos su carga de riffs difusos y su potente ritmo, lograr noquearnos sin remisión.

Redwood.band

Reseña: ROBOT GOD.- ‘Subconscious Awakening’

Los australianos ROBOT GOD son una banda que siempre ha estado en el radar de Denpafuzz desde sus inicios. Sus álbumes previos (SILVER BUDDHA DREAMING (reseña aquí), VALLEY OF PRIMORDIA (reseña aquí) o WORLDS COLLIDE (reseña aquí) hicieron que nuestras neuronas se estimularan con sus vibrantes vibraciones heavy-psych y ahora el trio nos presenta otra nueva odisea sónica. Su nuevo álbum ‘SUBCONSCIOUS AWAKENING es un viaje sensorial que transporta al oyente a una dimensión de sonido completamente nueva que llega a los rincones mas profundos de la mente, en ese espacio en el que la realidad se difumina con los sueños y en el que cada acorde resuena con el pulso del subconsciente. Solo con cuatro largas canciones ROBOT GOD nos noquean con su impactante sonido heavy-psych dotando a las mismas de la pesadez suficiente como para reactivas tus terminaciones nerviosas. Toda una aventura sonora que te invita a cerrar los ojos, abrir la mente y dejar que la música te guíe a lugares en los que nunca has estado antes. Cada pista está meticulosamente elaborada para evocar un paisaje mental vívido, con capas de sonido que fluyen y refluyen como las corrientes de la mente misma. Las pistas están entrelazadas con una calidad casi cinematográfica, lo que hace de ‘SUBCONSCIOUS AWAKENING‘ una experiencia que trasciende la música tradicional, desafía las percepciones y despierta el alma. Estos tres músicos experimentados tienen una conexión cósmica y juntos han creado un set en vivo gigantesco que ofrece una monstruosa pared de sonido y una experiencia espiritual, todo al mismo tiempo. El trío combina sin esfuerzo jams espaciales experimentales con elementos del stoner rock tradicional y el doom para crear un viaje musical que es a la vez poderoso y cautivador. ROBOT GOD lleva la composición de canciones al siguiente nivel con muchos giros inesperados, un exuberante paisaje sonoro lleno de distorsión saluda los sentidos de los oyentes para una experiencia extracorporal que querrás revivir una y otra vez. Estamos ante un álbum que hará aumentar su legión de fieles creyentes a su particular religión de las vibraciones psicodélicas más pesadas en una combinación de elementos del rock ácido de siempre fusionadas con los sonidos pesados más contemporáneos. Disfruta de este gratificante ‘viaje’, la experiencia merece realmente la pena.

‘SUBCONSCIOUS AWAKWNING’ está disponible vía  Kozmik Artifactz.  

ROBOT GOD son: Matt Allen – voces, bajo, sintetizador, Raff Iacurto (guitarra voces y sintetizadores) y Tim Pritchard (batería y sintetizadores). 

‘Blind Serpent’ nace lentamente entre efectos lisérgicos de sintetizadores y sutiles acordes de guitarra. Sus chamánicas voces crean un espacio perfecto para la expansión mental a base de sus vibraciones psicotrópicas. Suave en su apertura, la pista  va tomando cuerpo con riffs monolíticos creando una atractiva dualidad entre lo liviano y lo pesado. Una pista meditativa que aglutina todas las inquietudes de una banda que mantiene su esencia en lo creativo pero que siempre avanza en busca de nuevas rutas para su sonido. A lo largo de sus trece minutos la canción mantiene el tono meditativo creando un particular mundo sensorial en el que los efluvios sintetizados se fusionan con las reverberaciones de la guitarra. Sus cálidas y cautivadoras voces hacen el resto en una pista monumental que hará las delicias de cualquier amante de la psicodelia pesada.

Las cosas se ponen más virulentas y tormentosas en la poderosa ‘Mandatory Remedy’ . Partiendo de atmosféricos pasajes, la pista se deja llevar por una guitarra que se desmelena en una bacanal de solos custodiados por una base rítmica que se inclina hacia postulados doomies. Una pista ácida y pesada en la se vislumbran elementos cósmicos y ecos de los sonidos alternativos más contundentes de los 90’s.

‘Subconscious Awakening’ nos impulsa a esa dimensión cósmica en la que la mente se expande en busca de nuevas sensaciones. Su atronador base rítmica y la orgía de sonidos de guitarra crean un escenario sonoro abrumador. Nebulosa en su aspecto los elementos chamánicos afloran en forma de cautivadoras voces que ponen el contrapunto a su hipnótico y pesado ritmo. Este es el entorno en el que mejor se manejan los australianos y eso queda patente en el resultado, una canción de psicodelia pesada de manual que no escatima esfuerzos en llevar al oyente más allá. A pesar de sus once minutos, la pista fluye con dinamismo recorriendo entornos lisérgicos de gran nivel musical hasta conseguir un resultado brillante y seductor en el que no faltan ganchos Stoner de lo mas ortodoxos.

Sin darnos cuanta, el fluido desarrollo de las canciones anterior nos lleva a la última canción del álbum, ‘Sonic Crucifixion’. Cerca de 8 minutos en los que el proto´-doom nacido en los 70’s adquiere una nueva dimensión a través de la creatividad de los australianos. Pesada, lisérgica, rítmica e hipnótica, la pista se muestra rugosa y sólida con un sonido pesado y psicodélico a partes iguales. Pero no nos llevemos a engaño, los elementos cósmicos logran crean un espacio nebulosos en el que nuestros sentidos se verán alterados por su poder magnético.

Robot God

Kozmik Artifactz

Reseña: BLACK PYRAMID.- The paths of time are vast’

Tras una década de silencio, los gigantes psicodélicos estadounidenses BLACK PYRAMID regresan con ‘THE PATHS OF TIME ARE VAST’. Una pequeña obra maestra de pesadez cósmica en la que los elementos stoner-doom habitan en un espeluznante y maravilloso escenario lisérgico. Sin duda los fans más acérrimos de la psicodelia pesada están de enhorabuena, pero también aquellos que gustan de esos riffs contundentes en los que el género adquiere una nueva dimensión. Su sonido masivo generado por una tormenta de riffs se mitiga con cuidados arreglos que reflejan el poder alquímico de esos hechiceros de las vibraciones heavy-psych. A diferencia de sus trabajos anteriores, esta nueva entrega relata una historia épica de pérdida y redención, muerte y renacimiento, fuego y escarcha que se presenta casi como un álbum conceptual. Enlazando las historias de cada canción, el trio logra su propósito. Huyendo de los convencionalismos del doom tradicional, pero sin apartarse de ellos, BLACK PYRAMID saben cómo conquistar al oyente con canciones gloriosas. En esa ruta que venimos viendo en los últimos tiempos en otras formaciones pesadas, la banda busca nuevas ruitas sonoras usando la psicodelia pesada y los elementos progresivos para enriquecer un sonido ya de por sí majestuoso. Porque a pesar de transitar por sendas acolchadas, sus riffs siguen teniendo todos los ingredientes para conquistar al más exigente de sus seguidores. Usando un ritmo lento pero plomizo, BLACK PYRAMID saben cómo insertar esa guitarra mágica para hacernos caer rendidos a su magnífica propuesta sonora. La banda estará en un mes en Desertfest Berlin y allí estaremos para contaros como suenan estas hechizantes y fornidas canciones.

Trabajando con Justin Pizzoferrato (Dinosaur Jr., Witch, Elder) en Sonelab, el trío capturó impecablemente su magia visceral y su hechicería sónica mientras la magnificaba en la decadencia psicodélica de la experimentación en el estudio.  El resultado es igualmente inmenso y etéreo, masivo y de otro mundo, elemental e insustancial, tanto un terremoto como una proyección astral.  Cada canción encarna la energía cruda, el poder atávico y la interpretación apasionada del trío, yuxtaponiendo elaborados arreglos con una ardiente improvisación de forma libre.  Una obra imprescindible para todos los fans del stoner, el doom y la psicodelia pesada.

El líder Andy Beresky dice: «Este álbum es tu boleto dorado para viajar más allá de los reinos del nacimiento y de la muerte, para emprender el viaje a través de las muchas puertas de la realidad radiante y la dimensión oscura, para recorrer los senderos celestiales tallados en los cadáveres de las estrellas,  y finalmente saborear la inmensidad del tiempo y el espacio.»

«THE PATHS OF TIME ARE VAST’ está disponible vía Totem Cat Records.

BLACK PYRAMID son:
 Andy Beresky – guitarra y voz
 Eric Beaudry – bajo
 Andy Kivela – batería

Bajo todos meditativos ‘Bile, Blame And Blasphemy’ va armándose lentamente sobre una atmósfera psicodélica sobre la que caen los potentes riffs stoner creando una pista poderosa y lisérgica. Doce minutos en los que la banda conjuga todos los elementos con los que se dieron a conocer hace años. Las crudas y rugosas voces se entrelazan con un ritmo lento pero pesado y una vocación que navega en aguas psicodélicas en las que puntualmente aparecen corrientes progresivas. Su vigoroso ritmo mira al pasado en una canción en la que todos los tiempos parecen perfectamente predefinidos. La pista se envuelve en una neblina difusa con buenas dosis de fuzz narcótico haciendo que la pista se torne por momentos más alocada. Estos elementos no interfieren en el verdadero espíritu de esta monumental canción de tintes de epopeya y en la que no faltan ganchos deliciosos con los que atrapar al oyente. Brillante forma de abrir este fantástico álbum.

‘The Crypt On The Borderlands’ golpea con virulencia con riffs stoner-doom de manual en otro corte épico en el que los pasajes psico-progresivos adornan la monumentalidad y crudeza de su sonido. Está claro que estos chicos no se andan con tonterías, siendo capaces de modular un sonido pesado para que resulte atractivo gracias a la multitud de ornamentos melódicos que afloran entre las grietas de su rocoso sonido. De esta forma colorean una canción que cumple con los estándares del género, pero en la que también encontramos pasajes vintage rebosantes de épica.

Los meditativos efluvios psicotrópicos afloran en ‘Astral suicide’. Una canción que reposa en narcóticos pasajes con una instrumentación cautivadora que sirve como interludio antes de someternos a una nueva batalla sónica.

‘Take Us To The Threshold’ se eleva resplandeciente con juegos melódicos de gran belleza que enaltecen su grandilocuente relato sonoro. La destreza para usar elementos psico-progresivos no desmerece de los genes pesados de la banda. Aquí las voces juegan un importante papel entre andanadas de un torrente de riff y una batería poderosa. Esa tendencia a inclinarse a un escenario más progresivo es todo un acierto de una banda que muestra su solvencia y versatilidad para no caer en los convencionalismos del doom tradicional. En sus casi diez minutos, la banda explora territorios desconocidos (o no tanto), enarbolando la bandera del stoner doom con descaro. Al igual que alguna otra de las canciones, el carácter progresivo que imprimen a su psicodelia se traduce en otra pista grandilocuente y pesada. La pista ondula constantemente pasando de la pesadez extrema a la calma más gratificante. Acertada elección.

Dividida en tres partes, ‘The Paths Of Time Are Vast’ parece erigirse en la columna vertebral de un trabajo soberbio. Así ‘The paths of time are vast, part I’ sirve de introducción con sus escuetos dos minutos de calma expansiva para ponernos en la ruta con hermosos pasajes melódicos antes de entrar de lleno en faena.

La segunda parte, ‘The Paths Of Time Are Vast, Part II’ describe un espacio rugoso en el que la magia aparece sin rubor en una combinación verdaderamente cautivadora. La dualidad de su grueso sonido con la delicadeza de su melodía hace que sintamos en centro de una historia con tintes de epopeya. Usando esa lentitud en la ejecución de sus armonías, la fuerza no se disipa en ningún momento. Porque a pesar de transitar por sendas acolchadas, sus riffs siguen teniendo todos los ingredientes para conquistar al más exigente de sus seguidores. Una oda psico-progresiva en la que el stoner-doom adquiere una dimensión descomunal. Esos solos virtuosos más propios del heavy-progresivo de los 80’s encajan a la perfección en este particular puzzle sonoro. ¡Impresionante!

La tercera parte, ‘The paths of time are vast, part III’ se deja llevar por los tonos cósmicos de la psicodelia de los americanos. El epilogo perfecto de este capítulo en el que la banda se deja llevar por sus instintos más lisérgico-cósmicos apartándose de alguna manera de su pesadez innata. La pista prescinde de las voces y nos sumerge en un espacio sideral en el que los efectos nos envuelven en una bacanal psico-espacial con altas dosis de improvisación. La faceta más experimental de BLACK PYRAMID se manifiesta aquí para dejar patente que son una banda imprevisible.

El cierre llega con los superlativos quince minutos de ‘The Quantum Phoenix ‘. Entre intrigantes tonos cósmicos, la pista se toma su tiempo para elevarse y ponernos en la ruta. Un hipnótico y excelso bajo va marcando el camino mientras la guitarra exhuma efluvios lisérgicos. Lentamente los momentos doom aparecen con sutileza en una canción pausada con momentos en el que su crujiente sonido nos arrolla en un vendaval de riffs. La voz vuelve a poner el tono épico en otra poderosa canción pesada. Todo un paquidermo sonoro que avanza con paso firme sin volver la mirada atrás. Con resquicios del heavy-rock y el proto-doom de los 70’s el sonido se balancea entre ecos contemporáneos y vibraciones más propias del siglo pasado. Erigiéndose como la pista de mayor metraje del álbum, su contenido es todo un manifiesto de música pesada y psicodélica con un final más progresivo, algo que ya han mostrado en las pistas anteriores.  

Black Pyramid 

Totem Cat Records