Reseña: DAEVAR.- ‘Amber eyes’

Cuidando sobresalientemente las melodías, el trio de Colonia refleja una evolución y madurez en su sonido más propio de una banda veterana. Si en su debut había apuntado maneras, aquí, las canciones psycho-doom se adornan con un mayor protagonismo de la cautivadora voz de su bajista y cantante Pardis Latifi , algo que marca este fascinante y solvente álbum. Porque los hechizos de esta sublime sacerdotisa del doom, y la destreza de Caspar a las seis cuerda,s junto a la fuerza de los tambores de Moritz , convierten a DAEVAR en una banda a tener muy en cuenta, porque el trio ha llegado para quedarse. Una banda tocada por la varita mágica de alguna divinidad de las tinieblas y que siguiendo el guion de su álbum debut, introducen elementos innovadores que con los que hacen brillar con luz propia unas canciones con una impecable producción. Esto hace que las voces se perciban limpias en este mar de densa oscuridad en la inmensidad de sus ritmos. Una penumbra que se cubre la inquietante y relajante sensualidad de unas cuidadas y cautivadoras melodías que acaban por sumirnos en sueño devocional en el que lo ocultista domina la escena. A veces vistiéndose casi de dark-folk, el álbum continúe suficientes pasajes psicodélicos como cautivar a los amantes del género tanto como a los doomers mas exigentes. Porque ‘AMBER EYES’ no solo gravita en la órbita del doom más tradicional, sino que en sus surcos afloran elementos grunge y una lírica tan impactante como sus lentos y monolíticos riffs. La mano de DAEVAR vuelve a apoderarte del alma de sus oyentes en un trabajo monumental que no te dejará indiferente a pesar de que en él encuentres elementos familiares. Una fantasmal propuesta sonora en línea de bandas como KATATONIA o PARADISE LOST, pero sobre todo de WINDHAND, con unos brillantes arreglos nacida de la sencillez, pero también del buen gusto. ‘AMBER EYES’ es uno de esos álbumes capaz de hechizar al oyente hasta sumirle en un plácido sueño en el que la psicodelia pesada y el doom  más oscuro y tenebroso unen fuerzas en busca  de un objetivo común, fascinar al oyente Así lo convierten a su causa con un álbum llamado a perdurar en el legado del psycho-doom.   

DAEVAR son: Pardis Latifi (bajo y voz), Moritz Ermen Bausch (batería) y Caspar Orfgen ( Guitarras).

‘AMBER EYES’ fue grabado en el estudio de Jan Oberg (EARTH SHIP, SLOWSHINE y GRIN) usando viejos altavoces de la Oanikorchester de UDO Lindenberg , cuenta con portada de Caspar Orfgen y está disponible a través de The Lasting Dose Records.

‘Lilith’s lullaby’ abre el álbum con una lenta y misteriosa introducción en la que la seductora voz nos invita al oscuro ritual de los alemanes. Una piedra de toque del contenido que nos encontraremos en las siguientes canciones. Psycho-doom ocultista bañado de sensualidad y misterio en pura línea Windhand. La pista contiene riffs monolíticos y suaves melodías en un contrapunto que funciona a la perfección. Con los tres miembros ejercicendo su rol a la perfección, la pista nos ofrece increíbles solos lisérgicos entre su brumosa y tenebrosa pesadez.

Embutidos en ese tradicional doom, lento y parsimonioso, ‘Pay to pray’ se desarrolla en una neblina psicodélica asentada en un misterioso entorno sonoro en el que algunos tópicos del género se unen. Con un relato fluido y una impecable producción, la fuerza vocal y la fuerza de sus riffs, llevan en volantas este paquidermo sonoro en forma de canción. Siguiendo la fórmula de la pista anterior, en su parte final la acidez de la guitarra se manifiesta en solos virtuosos que aportan luz a una canción que jamás desfallece.

‘Caliban and the witch’ dobla la apuesta con sus atmosféricos pasajes ceremoniales en un susurrante ritual sonoro. En un inquietante entorno mas propio del dark folk, los silenciosos pasajes dominan la primera parte de la pista para romper el ritmo con unos tambores tribales que hacen eclosionar esta monumental canción de mas de ocho cautivadores minutos. Su lentitud acaba por traducirse en un fluido relato en el que la épica hace acto de presencia.

En un tono ortodoxo, su grunge-doom alcanza el éxtasis en ‘Amber eyes’, la canción que da nombre al álbum. Mas intenso y dinámico que el resto de las canciones del álbum el corte cuenta con melodías vocales capaces de seducir al más frio de los mortales. Un ejemplo de que estos chicos tienen una inspiración en los ecos de los 90’s, pero también saben como convertir estas vibraciones a su propia semejanza y propósito. Sin duda sus pegadizos estribillos y la contundencia de sus riffs, hacen de la canción una pista fundamental que levantará a sus seguidores en sus conciertos.

‘Lizards’ se envuelve en ese manto melancólico custodiado por voces altísimas y unos riffs que derretirán tu cara con su contundencia y lentitud. La canción se dorna con atmosféricos pasajes impregnados en una oda lisérgica que narcotiza al oyente. La crudeza y la placidez arropados por una armonía cautivadora y una voz que vuelve a brillar con luz propia. La pista oscila a lo largo de su desarrollo con lentos y silenciosos momentos atmosféricos y con la crudeza y rugosidad de unos riffs abominables a la vez que colosales.

El sortilegio sónico de los alemanes culmina con una pista de mas de diez minutos. ‘Grey in grey’ mantiene la esencia con la contundencia y la lentitud entre seductoras melodías. Golpeando una y otra vez con la misma nota, la banda estira la goma para dejar que aflore la excelencia de la voz de una cantante tocada por la varita mágica de alguna divinidad de las tinieblas.

Daevar

The Lasting Dose Records

Reseña: 1782.- ‘Clamor Luciferi’

El trio italiano de doom ocultista 1782 regresa con su tercer álbum ‘CLAMOR LUCIFERI’, que en latín significa “El grito de Lucifer”, un grito hostil pero también ruido y alboroto. Mientras siguen inyectando folclore y cuentos locales en su doom metal mezquino y lleno de fuzz, 1782 publica sus canciones más pesadas y malvadas hasta la fecha. Un álbum con sonidos depresivos que enajenan las neuronas del oyente con aturdidores riffs ejecutados en un tono monótono con el que consiguen su objetivo. Tocando sus canciones de una forma perezosa, 1782 logran transmitir al oyente tenebrosos relatos en un submundo en el que la oscuridad tiene todo el poder. Con la temática y la vocación definida, sus canciones no se salen del guion, siendo a veces difícil de diferenciar unas de otras. Es posible que, si alteras el orden de las mismas, su escucha no encuentre variaciones. Transmitiendo un sentimiento constante de ansiedad, sufrimiento y melancolía, el trío de Cerdeña te arrastrará a la oscuridad más profunda y ensordecedora con estas ocho oscuras y deprimentes canciones que harán temblar la tierra. Sin duda, ‘CLAMOR LUCIFER’ no es un álbum para levantarte el ánimo, ya que su espíritu es sumamente deprimente, con canciones que parecen creadas en simas tenebrosas, en el reino de las fuerzas del mal. Cavernícola, lúgubre, y deprimente, el álbum muestra a una banda que usa la monotonía y la lentitud en la ejecución de sus canciones, como una seña de identidad. ‘CLAMOR LUCIFER’ definitivamente, no es para los débiles de corazón.

1782 son:

Marco Nieddu – Voz, Guitarra
Gabriele Fancellu – Batería
Francesco Pintore – Bajo

‘CLAMOR LUCIFER’ está disponible vía Heavy Psych Sounds.

‘A Merciful Suffering’ hace las veces de prólogo ambiental a este nuevo relato ocultista con pasajes de órgano que crean un entorno atmosférico en algo menos de 2 minutos.

Un espejismo que rápidamente se diluye para permitir que los plomizos y parsimoniosos riffs de ‘Succubus’ nos muestren la verdadera esencia de los sardos. Sumidos en una sima tenebrosa, los riffs doom toman el mando con voces atormentadas salidas de esta fosa infecta. Un relato oscuro en el que la vocación ocultista de los sardos queda fielmente reflejada.

En ‘Demonds’ la fórmula tiene continuidad con esos parsimoniosos y plomizos riffs que son ejecutados a cámara lenta. La angustia se trasmite con el sonido tétrico y monótono que ya nos presentaron en su anterior trabajo. Turbio y nebuloso, el corte camina lentamente en un tránsito cansino y perezoso por abyectas cavernas doom.

‘Black rites’ sigue el camino sin que el ritmo que el trio imprime a sus canciones se alterado en forma alguna. Un sonido deprimente que se impregna de una psicodelia oscura y narcótica con la que la banda adormece al oyente. Un patrón preconcebido del que los italianos no se salen en ningún momento. Si bien en esta ocasión aparecen más pasajes vocales, la dinámica del corte no cambia demasiado, salvo por algún pasaje más atmosférico y lisérgico. 

Unos tambores ceremoniales y unos riffs crujientes y borrosos crean la atmósfera en la que se va a desarrollar la siguiente canción, ‘Tumultus XIII’. Doom y psicodelia pesada yendo de la mano por un mundo desolado y tétrico. El corte prescinde de las voces creando una misteriosa atmósfera irrespirable.

Mas intenso que los cortes anteriores, pero igual de turbulento y deprimente, River Of Sins’ camina por esas cavidades profundas en las que habitan seres terroríficos que parecen mostrar todo su tormento con desgarradores pasajes vocales. Todo envuelto en una bruma densa y viscosa que completa el relato.

La misteriosa apertura de Devil’s Blood sirven como preludio a otro corte lúgubre y tenebroso que se empapada con dosis de psicodelia. Doomy pero algo más lisérgico, el corte muestra un tono menos monótono y plomizo. Rock ocultista que se manifiesta con la esencia de una banda doom ortodoxa.

‘Death Ceremony’, el corte que cierra el álbum crea un espacio atmosférico en el que los riffs doom y la psicodelia vuelven a ejecutarse con toda la calma del mundo. Perezoso, turbio y amenazador, el tema es otra pieza más de este álbum monocolor en el que los ambientes ocultistas se reflejan en canciones lentas, pesadas y con un tono psicodélico.

1782 :
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HEAVY PSYCH SOUNDS:
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Reseña: DAEVAR.- ‘Delirious rites’

DAEVAR, el floreciente trio alemán, está aquí para sacudir la escena stoner/doom-metal con un amenazante sonido lo-fi y un nuevos ideales establecidos. En algún lugar entre SLEEP, MONOLORD y WINDHAND, este trío misterioso ha encontrado su lugar en la escena psycho-doom. Misteriosas, canciones que se aprovechan a la perfección del estereotipo de cantante femenina ocupando el lugar de gran sacerdotisa, sus fantasmales canciones, tratan de aunar acólitos para su causa. Con cinco lentos himnos impregnados de una densa bruma psicodélica, que caminan parsimoniosos por lúgubres espacios en los que el doom adquiere una condición fantasmal. Un ceremonial de lo oscuro inspirado en lo que sucede en el mundo, en lugar de cantar sobre la dulzura o esparcir la tristeza eterna. Épicos y grandilocuentes en su puesta en escena, las canciones fluyen entre fuzz narcótico e intoxicante, asomando de su pesado y crudo ritmo. Un monstruo que combina con acierto la aspereza de sus texturas con melodías etéreas. Lo cierto es que la banda sabe como sumir al oyente en una narrativa lúgubre e inquietante.  La profundidad de ‘DELIRIOUS RITES’ está lista para desplegarse con canciones inspiradas en la obra del filósofo político Thomas Hobbes y citas de himnos del rock psicodélico iraní de los años 70. Desgarrador y dulce a la vez, el álbum guarda el equilibrio en ese balanceo entre la psicodelia pesada y el psycho-doom, una frontera numerosas veces transitada, que ahora es explorada sorteando simas sinuosas y bosques de ensueño. En algún lugar entre el sueño y el paraíso perdido, este misterioso trio han encontrado un bolsillo que es completamente suyo. Como una transmisión a través de la nieve estática, como un fantasma a través del cable, este álbum debut, ve la misteriosa mano de DAEVAR alcanzarse para apoderarse del alma de quienquiera que esté maduro para ser tomado. ¡¡Ponte en la fila!! Y déjate llevar por su aturdidor y seductor sonido con unas canciones que te hechizarán.

El joven trío de Colonia ha grabado en Hidden Planet Studios (Berlín), con Jan Oberg (Earth Ship / Grin/ Slowshine), quien supervisó la producción y ayudó a la banda a crear un sonido engañosamente complejo. El álbum fue diseñado, mezclado y masterizado por el propio Oberg y cuenta con un arte obra de Caspar Orfgen. ‘DELIRIOUS RITES’ está disponible vía The Lasting Dose Records

DAEVAR son:Pardis Latif – Bajo y voz, Moritz Ermen Bausch – Batería,Caspar Orfgen – Guitarras. Voces invitadas en ‘Leviathan’ de Jan Oberg

‘Slowshine’ se desarrolla en una misteriosa atmósfera de la que afloran plomizos riffs doom. Desde esa sima inquietante, la sensual voz aparece para contrarrestar la pesadez de sus lentos riffs. Con reminiscencias de bandas como WIndhand, el trio alemán crea una canción envolvente y nebulosa presidida por el poder de fuerzas ocultistas. DAEVAR no tiene reparos en usar los sonidos lo-fi para construir sus turbadoras canciones. Seductoras y suaves melodías se desarrollan entre una nebulosa lisérgica con solos profundos de guitarra entre su parsimoniosa base rítmica.

Con crujientes y monolíticos riffs, ‘Bloody fingers’ mantiene esa tensión en un espacio oscuro en el que los terríficos golpes de doom viven en armonía con melodiosos pasajes en un lúgubre y ceremonial. La suave voz de su cantante Pardis se erige en suma sacerdotisa de este aquelarre salido de profundas simas. Un sonido grueso que va calando lentamente en el oyente proporcionando una extraña sensación de paz en ese entorno hostil presidido por las fuerzas del mal.  Su atractiva combinación de guitarra y bajo se complementa con unos tambores ceremoniales creando la atmósfera perfecta para transmitir al oyente todo el poder de esa energía emanada de la más completa oscuridad.

Empapado de fuzz ‘Leila’ contiene todos los elementos del género en otra muestra de la auténtica vocación de la banda. Un ritmo predecible y ya visto en otras ocasiones es ejecutado con la suficiente destreza como para hipnotizar al oyente en este sortilegio redentor. El corte tiene un flujo constante envuelto en solos psicotrópicos y una densa instrumentación con la que consiguen sumir al oyente en un agujero negro en el que el psycho-doom se muestra esplendoroso.

‘Leviathan’ cruje lentamenteen una oscura atmósferaen la que el doom más lisérgico aprieta en cada riff. Parsimonioso y cansino, el tema habita en insondables cavernas lisérgicas custodiada por esos monolíticos riffs ejecutados a desde la pausa. La voz ceremonial pone la dulzura a los ásperos golpes rituales con los que la banda ejecuta sus canciones. Una forma de ver el doom en baja fidelidad enriquecido con seductoras melodías y una ambientación lúgubre, pero a su vez, sumamente sugerente. Una encarnizada lucha de las fuerzas del mal, con la magia y la sensibilidad con un resultado fascinante.

El álbum cierra con otra canción en la misma línea argumental del resto del álbum. Algunos estereotipos del género aparecen ejecutados con solvencia en ‘Yellow queen’. Buenas melodías vocales llenas de sentimiento y belleza tratan de hacerse su espacio entre la densidad de sus pesados y lentos riffs. Con momentos de delicada psicodelia DAEVAR ponen el contrapunto a sus plomizas canciones con pasajes ensoñadores de psicodelia narcótica y gratificante. Una forma magistral de un álbum que si bien, no aporta muchas novedades, sabe conquistar al oyente con una ejecución magistral e impoluta de sus canciones.

 Daevar

The Lasting Dose Records

Reseña: ALUNAH.- ‘Strange machine’

‘STRANGE MACHINE’, el nuevo álbum de los británicos ALUNAH, viene marcado por la dualidad de sonido proto-doom de tonos ocultistas, con la suavidad y sensualidad que su vocalista imprime a cada canción. Con el legado de los 70’s muy presente, en todas sus vertientes, pero también con el sonido pesado del siglo XXI, golpeando en cada corte, el álbum nos ofrece una agradable escucha. Con una producción impecable, el álbum contiene nueve canciones que no se quedan en los estereotipos del rock ocultista, sino que se complementan con vibraciones heavy-rock, pinceladas blues, y fuertes ritmos Stoner, algo muy de agradecer, ya que son demasiadas las propuestas de este tipo que suenan igual. Marcado por el poder seductor de la voz de su cantante Siân Greenaway, las composiciones se muestran con un gran atractivo para el oyente. El álbum funciona entre remolinos psicodélicos que adornan unas melodías que siempre ofrecen al oyente esos tonos ocultistas marca de la banda. Sin duda cualquier amante de los sonidos proto-doom de los 70’s encontrará aquí un aliciente para su gratificante escucha, pero a la vez, los nuevos seguidores también encontrarán su espacio sonoro.

‘STRANGE MACHINE’ está disponible vía Heavy Psych Sounds.

ALUNAH son: Siân Greenaway (voces) Matt Noble (guitarra), Daniel Burchmore (bajo) Jake Mason (batería).

‘Strange Machine’ se desarrolla entre golpes de hard-rock ocultista. Con la voz de Siän amortiguando con su sensualidad las embestidas de sus gruesos riffs, el corte se muestra firme y pesado. Sus coros efectivos ponen el tono colorista a una canción con altas dosis de vibraciones proto-doom. Un buen uso de bajo y guitarra complementa un tema que de inmediato golpea al oyente poniéndole en el camino por el que se va a desarrollar el álbum.

Con un sonido más primitivo ‘Over The Hills’ sigue explorando la fórmula de voces ensoñadoras y riffs contundentes. Las atrayentes melodías se colorean de un ambiente retro con mucho gancho. El clásico sonido pesado de los 70’s toma tintes contemporáneos con la densidad de sus riffs y constantes oscilaciones bien trabajadas. Siempre aportando momentos sugerentes, el tema se contonea mostrando todo su atractivo. Algunos ganchos de guitarras heavy-rock aparecen para dar brillo a una canción que cuida todos los detalles para mostrarse digerible para el oyente.

En un ambiente más psicodélico, ‘Fade Into Fantasy’ baja la intensidad para mostrar el lado más sensual de los británicos. Un tempo lento amortigua la fuerza de la banda, esto hace que el tema se muestre suave y sugerente a pesar de que la banda no se sale de su propuesta. Delicado en su melodía, el tema prescinde de los sonidos pesados para dejarse llevar por un relato en el que la sensualidad toma un mayor protagonismo. Los pasajes líricos se complementan por los siempre poderosos tambores y una guitarra que camina por desarrollos lisérgicos entre falsetes ensoñadores y una nebulosa ambientación.

En ‘Broken Stone’, encontramos una apertura guiada por una poderosa línea de bajo que nos lleva a un escenario Stoner en el que se mantiene el espíritu ocultista. Su sonido difuso se alimenta de turbios riffs mientras la voz aparece con mayor fluidez. En el corte aparecen ciertos ecos blues que enriquecen un tema en el que el sonido de los 70’s se fusiona con vibraciones arenosas más contemporáneas.  La épica heavy-rock del registro vocal, se mantiene en la nebulosa del tema.

‘Psychedelic Expressway’ es un oasis colorista en esta amalgama de vibraciones pesadas. Casi con un espíritu west-coast, la suavidad del corte destaca en un álbum que se inclina por vibraciones pesadas. Aquí las aterciopeladas melodías vocales se complementan con una instrumentación más volátil y calmada. Todo un bálsamo que refleja a una banda versátil y que se maneja bien con las vibraciones vintage herederas del flower-power.

Retomando el espíritu hard-rock stonerizado, ‘The Earth Spins’ se empapa de fuzz y crujientes riffs para mostrar un tono más contundente. Con la colaboración de Shane Wesley (Crowbar) a la guitarra el sonido se torna más plomizo y difuso, con voces y coros que contrarrestan la fuerza de sus riffs. Con una primera parte pesada y rugosa, el tema nos ofrece una segunda parte en la que cambia el sonido para ofrecer pasajes más ensoñadores y líricos. Una fórmula que funciona y con la que ALUNAH se sienten cómodos.

‘Silver’ es un torrente de heavy-rock con adornos Stoner. Un frenético corte lleno de ritmo que no se sale del guion ofreciendo sus ganchos retro-rock. Fuertes tambores, riffs difusos y voces y estribillos pegadizos son el argumento de un a canción vitalista que no se queda en un sonido estereotipado, sino que se adapta a las habilidades de los británicos.

En la misma línea heavy-rock, ‘Teaching Carnal Sins’ continúa con su turbio sonido, así como unos atractivos estribillos y coros superpuestos. Lleno de fuerza, el corte es un derroche de energía y en él, encontramos interesantes solos de guitarra que afloran del torrente de sonidos difusos y voluptuosos, que comanda gran parte de la canción.

‘Dead Woman Walking’ pone el cierre con vigorosos riffs y una gran solidez. Sus poderosos tambores llevan en volandas la canción sin salir del territorio de los sonidos pesados. Heavy-rock vs Stoner en una combinación llena de gancho y en la que los estribillos consiguen que todo transcurra con fluidez.

ALUNAH:
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Reseña. WEEDEVIL.- ‘The return’

THE RETURN refleja a una banda novel que toma vibraciones pesadas para ejecutarlas con cierta ortodoxia. Canciones de larga duración y una aparente monotonía, nos sumergen en una fosa doom, con una atmósfera ocultista y vestigios del heavy rock de los 80’s. Sacándonos de la rutina con vibraciones alternativas de los 90’s, las canciones en su conjunto, están todas diseñadas siguiendo un mismo patrón. Riffs monolíticos ejecutados a ritmo lento y plomizo, y una voz que asoma de la oscuridad para poner algo de luz a sus sombrías canciones.  Fuerza y sonidos difusos con alguna pincelada psicodélica, así como ciertas melodías pegadizas. Los brasileños no se andan con sutilezas y se postulan como una banda pesada mas dentro la prolífica escena sudamericana. Liderados por la fuerte voz de la doom-lady Lorraine Scar y con una sección rítmica sólida y asesina, la banda está lista para sacudir las cosas con sus cinco canciones, serpenteando a través de los fascinantes caminos de la música Stoner conducida por un trabajo conceptual que nos guía a aguas profundas. ‘THE RETURN’ es una bestia de cinco cabezas que basa su sonoridad inmersiva y cautivadora en riffs lacerantes, voces hipnóticas y una sección rítmica afinada y vibrante. 

WEEDEVIL son: Lorraine Scar (voz), Paulo Ueno (guitarra), Bodão (guitarra), Dani Plothow (bajo) y Flávio Cavichioli (batería).

‘Underwater’ se nutre de crujientes riffs de vocación doom y voces más propias del heavy-rock de los 80’s. Con un registro agudo en las melodías vocales, los brasileños equilibran la pesadez de sus difusos riffs. El tema resulta bastante lineal en su ejecución instrumental, solamente alterada por la entrada de la voz. Aún así no contiene altibajos, pero si momentos en los que los solos cegadores aportan unas gotas de psicodelia a su contundente sonido, influenciado por momentos por el heavy-rock.

Sin salir de ese escenario de pesadez, ‘The Void’ contiene elementos heavy-psych, que aplacan la distorsión de sus guitarras. Lento en su ejecución, cada nota se toca con una parsimonia que encaja con su propuesta doom. En tonos más ocultistas, el corte parece querer despeñarse por un barranco psycho-doom, algo que nuevamente las voces amortiguan en su caída. Sus casi diez minutos pueden resultar excesivos y monótonos, pero, por el contrario, los más puritas del género, encontrarán en esto, un aliciente para su escucha. Su carácter ceremonial, especialmente en el registro vocal, lo acerca claramente a una propuesta de ocult-rock, aunque también se vislumbra un espíritu alternativo.

‘The return’ incide en esa propuesta psycho-doom. Desarrollándose en una pegajosa atmósfera humeante, el tema explora la penumbra adecuando su sonido a este entorno sombrío e inquietante. Al igual que el corte anterior, aparecen algunos matices alternativos que dan brillo a su turbio y pesado sonido. El tema se adorna con descargas de fuzz intoxicante que por momentos nos sacan de sus aterradoras resonancias. 

El camino trazado en las canciones anteriores continúa por la misma senda con ‘Isn´t a Love Song’ Ecos heavy-rock, riffs parsimoniosos y plomizos y una cierta luminosidad vocal más cercanas a este género. Sin demasiados alardes, la canción deja un mayor espacio al lucimiento de su vocalista con melodías algo más elaboradas y pegadizas, pero, en cualquier caso, sin salirse del guión.

‘Genocidal’ deja un mayor espacio a los riffs heavy-metal desarrollados en oscuras grutas empapadas de fuzz. Con un ritmo lento, pero con un carácter menos doom, el tema cuenta con los mejores pasajes de guitarra de todo el álbum.

Weedevil 

Abraxas

DHU Records