‘ELLE, DE LA MER’ es el capítulo intermedio de la trilogía de rock oculto, que profundiza en el concepto de thriller lovecraftiano que comenzó el otoño pasado con el EP ‘ANDIANO NEL DESERTO’. Fenómenos paranormales y paisajes fantásticos salpican la historia, mientras que la suave y conmovedora vibración rock de los años 50-60 del EP te llevará a una vibra intemporal del cine negro todo el tiempo. Cuatro temas que se desarrollan entre aromas vintage en los que el blues y el hard-rock atemporal llenan de color unos surcos con fragancias psicodélicas. Con una impecable producción y una sólida base rítmica, las canciones fluyen entre la voz ruda y cálida con la que rápidamente logran conquistar al oyente. El trio de Alburquerque sabe como jugar sus cartas, algo que demostraron con la primera entrega de la trilogía, y que aquí corroboran con destreza. En esta ocasión, el sonido general del EP se muestra más asequible a un público amplio, no centrándose exclusivamente en los ecos del desert-rock, sino aportando un toque de soft-rock a sus canciones. La trilogía sónica compuesta por los tres EP: ‘ANDIANO NEL DESERTO’ (reseña aquí) ‘ELLE, DE LA MER’ y ‘VODA ATEBO OHEN’. Estos siguen las aventuras de los detectives ocultistas Nico L’oscuro, Quello Bello y Sentire, quienes utilizan prácticas sobrenaturales y mágicas para descubrir el misterio detrás de la desaparición de una mujer de Nuevo México. Los tres EP llevan al protagonista a través de las etapas de dolor, negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Los tres registros juntos forman el marco de una lúgubre investigación de un crimen oculto ilustrada por una obra de arte especial y diseños que revelan algunas pistas faltantes. En esta segunda entrega ‘Ella no está muerta, es de Innsmouth, una ciudad ficticia en Massachusetts creada por el autor estadounidense HP Lovecraft, y debe regresar a esa ciudad y, finalmente, al mar. «El look de Innsmouth» es el resultado del uso repetido de drogas y alcohol, la progresión con la edad de los Profundos es la progresión de la circunstancia de adicción. Antes de que sea demasiado tarde, siempre existe la esperanza de que nosotros/ellos/ella podamos obtener ayuda de AA, Consejería, tratamiento o todo lo anterior. «. ‘ELLE, DE LA MER’ está disponible vía Desert Records.
L’UOMO NERO son: Dominic Cagliostro (Domenico L’obscure) (Voz y guitarra , Robson Guy (The Handsome One) (bajo) y Luke Seelau (Hear) (batería).

‘De la Mer’, el tema que abre este nuevo EP, sabe jugar con melodías más propias de The Beatles en una versión desértica. Rebosante de frescura, el tema combina distintas voces y estribillos con un resultado completamente atractivo. Con un trasfondo sólido, la canción evoca soleados paisajes sonoros con unos ritmos divertidos. Manteniendo una esencia vintage, el tema evoluciona a un escenario propio del rock clásico de los 70’s, con una densa instrumentación.
Sobre delicadas armonías ‘I know’ toma elementos blues para revestirlos de pasajes más propios de la west-coast. El aroma vintage vuelve a palparse en un tema que refleja sentimientos bajo un aura casi blues. Nuevamente los juegos y registros vocales son un gran aliciente para que la canción se muestra radiante y luminosa. Una correcta y solvente base rítmica completa un tema en el que encontramos momentos más intensos y contemporáneos. La guitarra apareciendo en el momento justo pone otra nota de color a un tema tranquilo pero lleno de garra.
‘Elle’ se muestra como una canción más fornida. Su gruesa base rítmica y con el blues en sus venas hacen que la banda nuevamente consiga otro tema que funciona para el oyente. Sin mucha sofisticación, pero sabiendo encajar las piezas, las voces y coros se erigen como principales actores de este relato evocador de las tierras cálidas. La guitarra estilizada y elegante complementa un tema que conjuga distintos elementos estilísticos para aparecer ante el oyente como ‘un todo’.
Cerrando el EP, ‘Too late too long’ incide en los ritmos coloristas con sabor a blues añejo y a hard rock clásico. La cálida y susurrante voz envuelve toda su fuerza. Con estribillos sutiles y divertidos la canción navega bien entre sus vibrantes ritmos. Una estructura sencilla pero efectiva invita al oyente a una fiesta de rock sin pretensiones. Como en el resto del trabajo encontramos una buena producción lo que hace que su sonido sea impoluto. El tema se acelera en la parte final dejando espacio a corrosivas guitarras entre su insistente ritmo.