Reseña: ELECTRIC VALLEY.- ‘Tapes From The Galactic Tavern’

Dicen que el tercer álbum de una banda es el verdadero termómetro de su capacidad musical. Aquí, con su tercera entrega los madrileños ELECTRIC VALLEY nos ofrecen un sonido más compacto y trabajado sin renunciar a sus raíces arenosas lo que confirma la evolución del trío. Estamos ante un álbum de rock desértico que sabe explorar los designios de la psicodelia como no nos habían mostrado antes. Prescindiendo de alguna manera de la crudeza de sus primeros dos álbumes, pero sin renunciar a sus habituales y ásperos riffs stoner, la banda nos invita a un viaje a través de las arenas del desierto con un marcado carácter cósmico. Incorporando elementos psico-progresivos crean fascinantes atmósferas en busca de nuevas formas de expresión de su sonido. Los ecos grunge en las voces, se conjugan con una pesadez llena de crudeza, contrastando con una apuesta que, en esta ocasión, incide más en paisajes de psicodelia pesada. Seguramente estamos ante el álbum más elaborado de la banda, lo que no hace que esta pierda su frescura y su crudeza, pero sí que nos brinde nuevos alicientes a su narrativa.  ELECTRIC VALLEY es una banda stoner, y eso queda patente nuevamente en sus canciones. ‘TAPES FROM THE GALACTIC TAVERN’ nos habla de lo efímero de la existencia, de la lucha estéril y desesperada por permanecer en ella, y eso queda reflejado en unas canciones con mucha carga de profundidad. El álbum es un homenaje al dibujante Josep Maria Beá y su cómic ‘Historias de la Taberna Galactica, historias de otros planetas, de viajes espaciales, de lo desconocido. Es un retrato de la inmensidad del cosmos, solitario, insondable, algo que queda patente en el álbum. Sabiendo jugar con la improvisación, el trio crea canciones honestas, sin artificios, pero en la que se percibe un trabajo compositivo más maduro y sobrio. Este es su álbum más psicodélico hasta el momento, algo que puede ser un nuevo punto de partida en una banda que a pesar de ello sigue fiel a sus genes desert-rock.

ELECTRIC VALLEY son Mario Garcia (guitarra), Miky Simón (bajo y voz) y Charlie Sánchez (batería) y en el álbum han contado con la colaboración en el saxo y sintetizadores de Alex Cid.

TAPES FROM THE GALACTIC TAVERN’ está disponible vía Nooirax Producciones, Discos Macarras, Quebranta Records y Violence in The Veins.

El álbum abre con los gruesos riffs de ‘Odyssey’. Un tema poderoso que inmediatamente decae en un espacio chamánico en el que las voces grunge gravitan en pasajes psicodélicos con aroma desértico. Un ritmo cadente hace ondular el tema entre los designios del desierto y suaves y envolventes pasajes psicodélicos. A pesar de un aparente caos en su desarrollo, el tema se cohesiona mostrándonos los distintos tonos de la banda.

En ‘Dark star’ el trio madrileño hace aflorar su faceta más psicodélica, algo que en este nuevo álbum toma un mayor protagonismo en su sonido. Magnéticos y suaves, los acordes de la guitarra nos invitan a un espacio de relajación en el que expandir nuestra mente bajo las envolventes atmósferas psicotrópicas. Con una ambientación cósmica el tema nos susurra bajo una armonía pausada y hechizante ofreciéndonos grandes momentos heavy-psych más propios de bandas como Colour Haze.  Casi ocho minutos en los que los ecos del desierto adquieren una dimensión monumental y épica. Si bien el tema se desarrolla en un escenario apacible, en él no faltan laos ásperos riffs habituales en su propuesta.

Instalados en ese entorno reflexivo, ‘Uranus’ way’ vuelve a ofrecernos bellas melodías con susurrantes acordes. El tema explota en momentos de mayor intensidad con ecos grunge en una combinación que funciona entre coros sosegados. Elevando su sonido la banda nos hace viajar por insondables espacios arenosos manteniendo el groovy pegadizo presente en todo el álbum.

Three Phasing (Interlude)’ abre con un bajo crujiente e hipnótico en una introducción que precede a reflexivos y apacibles pasajes psicotrópicos. Tonos cósmicos entre insondables pasajes de psicodelia atractiva sirven para crear una especie de interludio que evoluciona a un entorno puramente heavy-psych en el que la banda prescinde de las voces.

Ecos de hard-rock y vibraciones Stoner de manual nos invitan a una plácida exploración de las dunas en ‘Four phasing’. Sus tonos blues y esa quebrada voz sirven de gancho para un tema con sabor añejo que conjuga los cánones de desert-rock la psicodelia y el hard-rock de los 70’s. Siempre contenidos las melodías oscilan gráciles con un cadente ritmo en este paseo por desérticos entornos.

Seducidos por los sonidos de los 90’s, ‘Roswell’ ofrece un sonido áspero que coquetea con el metal y el grunge sin resultar explosivo. Manteniendo un nivel de intensidad alto el tema nos envuelve en una espiral de riffs Stoner de alto nivel que golpean una y otra vez entre los desagarrados pasajes vocales. Con una estructura ondulante, la canción oscila balanceándose entre esas vibraciones que tan bien saben interpretar estos chicos. Aquí la banda se siente cómoda.

Cerrando el álbum, ‘Montaña’ con sus quince minutos, rompe la estructura de los temas anteriores con una entrada de blues psicodélico en una canción que ofrece momentos calmados y en la que encontramos elementos progresivos. Sin tardar demasiado la introducción lis´sergica se va viendo seducida por las vibraciones del desierto. Elevando la intensidad el tema se muestra como una montaña rusa de emociones, pero sin duda, los momentos heavy-psych brillan con luz propia. Belleza introspectiva para mirar el ocaso entre cactus y bochornosos ambientes. Con buenos solos de guitarra el tema contiene su pesadez dejando paso a fascinantes desarrollos de psicodelia pesada de la que emanan narcóticos efluvios psicotrópicos. ELECTRIC VALLEY se deja llevar como si de una jam se tratara con virtuosos solos entre ritmos llenos de magnetismo que hacen que entremos en trance. Ua vez aturdidos con el sonido, el trio golpea con impactantes riffs antes de llevarnos en volandas por un nuevo paseo psicodélico. Aquí desatan toda su fuerza en un tema cocido a fuego lento para sacar toda su esencia. En la parte final utilizan el silencio para ofrecernos un epílogo cósmico a su relato con efectos y distorsiones que se pierden en la inmensidad del espacio sideral, punto final de su travesía.

Violence In The Veins

Nooirax Producciones

Discos Macarras

Quebranta Records

Álbum premiere y reseña: THE GREAT RED DRAGON.- ‘The great red dragon’

Presentamos en primicia el debut de THE GREAT RED DRAGON, el proyecto personal de Rolo Riemer, cantante y guitarra de la banda mexicana de Stoner doom RIVERS OF GORE. Un álbum acústico e intimista que se aleja del sonido pesado mostrado por el trio de Ciudad de Mexico. En modo loner-folk, construye sus intimistas canciones con su guitarra acústica, ruidos y reverberaciones, creando un álbum oscuro, sosegado y muy reflexivo. THE GREAT RED DRAGON supone un espacio para la creación, para la fantasía y las historias épicas. La Historia de la Humanidad a través de la mirada de los artistas y del público que colabora en esta aventura crea el nuevo criterio, la nueva visión de quienes somos en este punto de la eternidad. El proyecto está inspirado en la novela de Thomas Harris y la película Dragón Rojo de Brett Ratner que a su vez hace alusión a la obra de William Blake, The Great Red Dragon… Una mirada a los laberintos de la mente, detrás de las acciones y emociones siempre hay una historia que lo explica todo… Encontrar culpables es fácil, encontrar la verdad es un poco más complejo y, por tanto, más valioso… ´´Transformation is the Key… Man-Dragon… He´s his uglyness transformed by power´´. En él, encontramos vibraciones psicodélicas, exóticos aromas orientales en los temas más místicos, el legado de los sonidos del desierto, pero sobre todo unos ecos rurales en los que los sonidos sureños aparecen sobre unas canciones que podríamos denominar como folk. Sin duda es un álbum particular y nadie debería esperar encontrar riffs pesados ni ritmos Stoner.  Este trabajo supone una experimentación basada en otro tipo de resonancias e inquietudes en las que cada tema tiene su propio significado.   Construyendo los temas con sencillos acordes, en todos aparecen reverberaciones y ruidos en un segundo plano creando una atmósfera aturdidora, algo que no impide mostrar la calma y la delicadeza en alguno de ellos. Por otro lado, sutilmente podemos encontrar ecos west-coast, blues y distintos elementos que con sutileza son incorporados a cada canción. Se trata de unas grabaciones caseras, y por tanto su sonido no es el mejor, pero sin duda, es el fiel reflejo de las inquietudes introspectivas de un músico en su búsqueda interior. El álbum estará disponible en descarga digital y en formato Cd en la página de bandcamp del artista.

El álbum abre con ‘Sunset’ un tema inspirado en los cálidos colores del atardecer como premio de la dura jornada, anunciando el descanso. Nada como un atardecer en la carretera o en el mar o en el campo en que todo se mueve tan despacio y te invita a respirar a ese ritmo. Sutiles acordes con tonos orientales son el resultado de las vibraciones que Rolo percibe de esa bucólica estampa. La guitarra acústica se impregna de extrañas reverberaciones con tonos bucólicos e intimistas con el ocaso como testigo.

‘Slide’ incide en esa búsqueda interior sobre aromas campestres con cierto aire sureño en el que la soledad del desierto impregna las cuerdas de su guitarra. Dice el poema del viejo indecente: Abraza la oscuridad, deslízate. Una invitación al Nihilismo, al Zen, al Vacío, al Nirvana. Con un sonido en el que el sonido slide tiene todo el protagonismo, consigue crear un atmósfera etérea y reflexiva.

Evocando a los ancestros, ‘Native Voices’ supone una mirada al canto de los espíritus del pasado y todas esas almas que en este planeta nos han legado un aprendizaje al que hay que rendir homenaje, es un tributo a los muertos. Aprende de tus antepasados, una mente abierta te abrirá las puertas al Palacio de la Sabiduría. La oscuridad de la noche cubre los acordes sobre una atmósfera más psicodélica y melancólica. Un constante zumbido arropa un susurrante corte.

‘Annihilation’ con su escaso un minuto de duración se muestra como una especie de interludio en una ruptura con el pasado para poder avanzar con esperanza. Su carácter más optimista no reniega de la atmósfera turbia presente en todo el álbum. ‘No está destruyendo, está creando algo nuevo´´ Es así que todo final es un nuevo comienzo, nada es permanente, todo cambia’

Los ecos de oriente se reflejan en ‘Arabic’. Un paseo a través de las dunas de Sahara, tormentas de Arena, espejismos y oasis, la danza de los 7 velos, el mar negro, el mar muerto, las mil y una noches, los profetas. El misticismo y el invaluable legado de la cultura árabe bajo ritmos más dinámicos que contagian la esencia de ese mundo exótico. El tema aprovecha reverberaciones superpuestas sobre una armonía que se repite entre sus bellas melodías. El tema no pierde el tono perturbador que cada lleva canción lleva en su interior.

En un espacio netamente psicodélico, ‘Cosmic Mantra’ se rodea de efectos cubriendo las vibraciones nebulosas de la guitarra principal. Un Mantra es un canto repetitivo que nos hace llegar al trance, al nirvana, al estado de conciencia de la inacción, la vida en la muerte, el efecto psicodélico. Un tributo al Budismo. Somos parte de un universo perfecto, todo es como debe ser, antes de querer cambiarlo debemos saber por qué es como es y quizá podamos desistir de la idea de cambiarlo, la perfección matemática de los planetas y las estrellas, la eternidad de los tiempos cósmicos, los años luz y los millones de años que nos han traído hasta aquí, quizá ene se momento nos adoremos como somos, seres perfectos. Es tiempo de estar en paz. Incorporando un sonido que bebe de la esencia oriental, el tema prescinde de las armonías sencillas de los cortes anteriores mostrándose como una nebulosa narcótica bajo una atmósfera lisérgica de gran misticismo. Es el segundo tema mas largo del álbum, lo que rompe la estructura de la corta duración de la mayoría de las canciones.

‘Birds’ Es un canto a la libertad y a la paz de ser libre.Las aves representan la libertad, la magia de volar, de no pertenecer a ningún lado y de llegar a donde sea. Aquí la calma se refleja en suaves acordes con un aspecto extraño que refleja al músico en modo introspectivo. Un tema calmado, oscuro, susurrante y a la vez algo triste a pesar de la vocación liberadora del mismo.

Con un nombre suficiente revelador de su contenido, ‘Southern of Nowhere’ es un tributo a la música sureña, Johnny Cash y todos los precursores del Rock and Roll, y del Blues, a los bohemios pendencieros de todas las épocas cuya vagancia y libertad han sido motivo de granes envidias y grandes aventuras. a los pioneros soñadores que exploraron el salvaje oeste y murieron llenos de plomo o triunfaron y se forraron de oro. Mama said: Quítate las polvorosas botas y no dejes que la fiebre del oro te consuma. Seguramente una de las canciones más luminosas de este reflexivo álbum experimental. El blues y los ecos southern copan un tema sencillo pero atractivo.

Rompiendo la estructura de las canciones, ‘Thelma’ con sus ocho minutos se inspira en la película del mismo nombre. La magia de la juventud fluye por tus venas, disfruta tu momento y todo llegará a su debido tiempo, lo ilógico cobrará sentido y se desenvolverá ante tus ojos cuando estén listo, mientras tanto ama y absorbe todo lo que te suceda. Es un canto a la juventud que representa la esperanza de la humanidad. Con un sonido propio del desierto, evocando la soledad con acordes y slide, la canción se envuelve en una nebulosa psicodélica. El tema evoluciona lentamente sin cambiar demasiado su fisonomía sonora.

‘Sacred Riddle’ se inspira en el acertijo sagrado de Mefistófeles, la tentación, aquel que si respondes bien te librará de todo sufrimiento, cuya respuesta correcta nadie sabe hasta que toca fondo. Nos vemos en el ahí, cuando recuerdes y te lamentes de todos tus pecados. Cuando veas tus sucios triunfos como vanas obsesiones que te llevaron hasta ahi. Todo crimen tiene su precio, nuestro castigo es el destino, míralo a los ojos y ponle la soga en el cuello a lo que tenga que morir, si no se volverá una carga que te impedirá volar. es ese Mefistófeles que siempre se nos presentará a todos, la tentación de rebasar la barrera de lo permitido en nombre de la libertad, en nombre de no ser al miedo, en nombre de expandir las fronteras de la conciencia y nos hará gozar y al final cobrará un alto precio. No tengas miedo de quedarte solo o de sufrir por buscar lo que quieres. Nadie se salva de sufrir, somos seres humanos y tenemos que vivirlo, es nuestro destino sufrir y gozar. El sonido del tema se circunscribe a los ecos west-coast, con un ritmo más dinámico y colorista. Seguramente el tema menos intimista y colorista. Una combinación de sonidos flower-power, con un aspecto Dylan y un trasfondo grunge. El tema cambia su sonido en la segunda mitad del mismo, retomando la línea sonora del resto del álbum bajo un aura psicodélica.

70’s‘ es un homenaje a la juventud de los años 70´s, el pelo largo y pantalones acampanados, los grandes autos. Un tema con sabor añejo en el que el blues aparece entre hirientes acordes de guitarra y la turbia atmósfera que aparece en la mayoría de los temas en un plano inferior. La libertad no es aburrida ni tampoco cara, nada es mas valioso que la felicidad y esa es tan fácil como cantar, como salir a caminar.

Cerrando este debut, encontramos ‘Falling. Un tema de tonos sureños que evoca la motivación para no tener miedo a perderlo todo por hacer lo correcto. Hacer lo correcto no es fácil, tu honor es lo único que te vas a llevar a la tumba, imagina que como te comportes hoy te comportarás toda tu vida, si no te comportas valor hoy quizá nunca lo harás. Más vale perder todo que vivir de rodillas. Toda una declaración de intenciones bajo unos acordes evocadores del sonido de los 70’s.

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Reseña: HYPERNAUT.- ‘Ozymandas’

La saturación de álbumes que recibo cada semana ha hecho que este artefacto sonoro a caballo entre el heavy-rock y el stoner más desértico quedara en la bandeja de entrada hasta ahora. Por fín nos adentramos en ‘OZYMANDAS, el álbum debut del quinteto peruano HYPERNAUT. . Nueve temas directos que golpean sin contemplaciones para gozo de los amantes de las vibraciones más rugosas. Pero no solo encontramos un derroche de fuzz en ‘OZYMANDAS’, en el álbum parecen estar muy presentes los ecos grunge de los 90’s (un pilar fundamental), así como la psicodelia. Siempre sin bajar demasiado el listón del alboroto sonoro en el que se desarrolla cada tema, cada uno de ellos se envuelve en un embalaje alternativo.  Lo cierto es que los temas funcionan, ofreciendo verdaderos ganchos que nos invitan al desenfreno entre arenosos riffs y una constante estela de fuzz. Pero esto no quiere decir que estemos ante otra banda stoner más, aquí todo se muestra atractivo, y con un poder contagioso inquebrantable. Sin salirse de su apuesta alternativa, enriquecen esta, con voces que a veces parecen salir del rock más crudo y primitivo de los 70’s y en otras ocasiones se instalan en el legado del grunge innato en el quinteto limeño. Aún así, posiblemente estemos ante una banda que no quiere renunciar a su espíritu heavy-rock, pero que se siente atraída por el sonido de los desiertos más arenosos y cegadores. Si a eso unes ese espíritu alternativo que flirtea hasta con el punk, estamos ante un debut, que no te dejará exhausto, sin un momento de respiro. Un álbum ruidoso pero a su vez con su punto psicodélico, y en el que los ecos de los pioneros del desert-rock, se reflejan en cada una de sus canciones. Unas canciones ásperas en su instrumentación pero mucho más suaves en algunas de sus melodías.

HYPERNAUT son: Santiago Echecopar (voz), Gary Saavedra (batería y coros), Giancarlo Yepez (guitarra rítmica), Mike Yugra (bajo) y Martín Cardich (guitarra solista). ‘OZYMANDAS‘ fue mezclado y masterizado por Eduardo Albareda, habiendo sido producido por propio Eduardo e HYPERNAUT.

‘Panic attack’ conjuga elementos hard-rock con el Stoner tradicional. Con una batería atronadora todo se desarrolla a la velocidad del rayo. Juegos vocales que serpentean en constantes giros y momentos heavy-rock, hacen que el tema nos enganche sin remisión. Fuzz y heavy-rock unidos por una causa común.

Como si de una fusión de Truckfighters y Fu Manchú, ‘Bad Hombres’ coquetea con voces grunge entre continuos riffs turbios para aturdirnos entre una cortina de fuzz.

Recuperando los ecos de los 70’s, ‘Atomic breath’, nos contagia su ritmo entre una estética desértica. Toda una invitación al baile con esos tonos clásicos y rudos sin renunciar a pasajes arenosos. La fórmula, sin duda, funciona.

Ya con la careta quitada, ‘(This Is Where I) Draw The Line’ con una actitud punk, nos invita a un nuevo frenesí. Un tema divertido y pegadizo ideal para hacer pogos. Un tema cambiante en el que aparecen buenas voces y que supone una huida hacia adelante. La perfecta banda sonora para conducir a toda velocidad por largas rectas desérticas.

Con una inconmensurable línea de bajo, ‘Multiverse​.​.​. Battleworld’ tiende un puente entre el desierto californiano y el Seattle de los 90’s. Como si no quisieran renunciar a su legado, el tema serpentean en mil requiebros, Acelerones y parones, siempre con un denominador común, el fuzz intoxicante que nos ciega con toda su fuerza, entre distintos estados de ánimo y pasajes aparentemente cambiantes.

Con buenos ganchos ‘Worlogog’, nos muestra el hard rock stonerizado más crudo de los peruanos. Voces trascendentales afloran de la espesa cortina de fuzz salida de unos riffs diabólicos. Elementos heavy-rock se incrustan en los sonidos desérticos de la banda andina en una montaña rusa de sonidos ondulantes. Un tema lleno de garra que no baja el pistón ni un instante.

‘Swamp thing’ se desarrolla en un ambiente psicodélico con herencia de los ecos del Seattle de los 90’s. Una combinación que resulta de lo más efectiva. Un turbio y difuso sonido en un segundo plano custodia melodías vocales más reconfortantes. El humeante ambiente cenagoso al que alude su nombre aparece más evidente en la parte final del tema.

Como una apisonadora de Stoner-metal con actitud casi punk, ‘Cynicism is Self-Harmofrece una visión más alternativa. El tema parece tener dos partes diferenciadas, una primera parte arrolladora y una segunda en la que los peruanos se dejan llevar por un escenario más psicodélico en detrimento de la fuerza. Aquí las guitarras esparcen psicotrópicos par narcotizarnos tras la embestida inicial. Ésta se retoma en la pare final, devolviéndonos al origen.

Con un carácter Incisivo y mostrando su sonido alternativo, ‘Ozymandas’ la canción que da nombre a este debut, se sustenta en un diabólico ritmo de batería en rasgueos de guitarras sucias. Con un tono más macarra golpean una y otra vez con riffs difusos entre armonías más cercanas al hard-rock. Buenas dosis de fuzz y constantes cambios de ritmos, hacen que el tema acabe por dejarnos exhaustos. Otro ejemplo mas de la vitalidad con la que estos chicos construyen su música.

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Reseña: FUZZ FORWARD.- ‘Revolve’

Alejados de riffs stoner y recuperando el popular formato unplugged de los años 90’s, los barceloneses retoman unos temas que tenían aparcados para darles forma en este EP acústico. Un punto de inflexión en la banda tras la salida de la misma de Edko y de Jordi previamente, y que sirven de aclimatación para arrancar una nueva etapa. Evidentemente la adolescencia es la época en la que nos desarrollamos como personas y por supuesto la banda sonora de esa etapa nos marca de por vida. Esta afirmación cobra sentido cuando escuchamos a FUZZ FORWARD. Crecieron bajo los auspicios del grunge y eso, está impreso a fuego en sus genes musicales como demuestra ‘REVOLVE’. Cuatro temas y un interludio en los que las melodías tienen todo el protagonismo entre sencillos acordes de guitarra arropados por una sutil batería y un cálido bajo. Poniendo el énfasis en transmitir a través de la voz y los delicados coros, los barceloneses nos arrullan en una atmósfera gris, que parece reflejar desdichas pasadas. Inspirados en Alice in Chains, Soundgarden, Pearl Jam o Nirvana, crean en el siglo XXI un EP más propio de finales de los 90’s, lo que reafirma su propuesta sonora basada en aquellas vibraciones grunge que tanta gloria tuvieron hace más de dos décadas. En tonos de melancolía, los temas del álbum van oscilando entre sosegados pasajes llenos de sentimiento. Aquí los riffs salvajes no existen, y por ello el trabajo no pierde fuerza, lo que corrobora que los decibelios no son lo mas importante para poder transmitir sensaciones.

FUZZ FORWARD en ‘REVOLVE’ son: Juan (voces), Marc Rockenberg, batería, guitarra, percusión y coros) Alexander Romero (bajo).


‘Searches’ refleja el amor de los barceloneses por los ecos que llegaban del Seattle de los 90’s. Sosegado y con un cierto tono de melancolía, van haciendo que el corte salga de ese estado de ánimo afligido para elevarse entre voces y coros. En línea con los múltiples directos desenchufados que se hicieron en aquellos años, el tema susurra con estructura armónica que se repite. Creando una apacible atmósfera.
Instalados en ese estilo, ‘Need some love’ camina bajo un ritmo cadente y coros que acarician al oyente creando un tema que parece reflejar el desamor. En un ambiente de cierta oscuridad el tema transite sentimientos bajo un aura de tristeza y un sonido nítido y limpio. Los juegos de guitarra ondulan entre una neblina con adornos psicodélicos arrullándonos con su faceta más suave, lo que no impide que los sentimientos salgan a flor de piel.
Tambores casi rituales y un bajo que parece querer su cota de protagonismo, ‘Dead Friends’ incide en la misma fórmula. Otro tema acústico construido desde el más absoluto sosiego, para liberar los demonios en arrancadas de rabia transmitidas por la melodía vocal. Una especie de lucha entre lo reconfortante y el desasosiego.
‘Mirage’ es un interludio de guitarra con poco más de un minuto con acordes acústicos.
 ‘REVOLVE’ cierra sin perder la esencia del trabajo con ‘Here we pot’. Las delicadas melodías se tornan melancolía en unos acordes y un registro vocal que mantiene esa dualidad entre cierta tristeza, incluso nostalgia, y una desgarradora liberación de sentimientos. Construido sobre una armonía sencilla, la instrumentación austera y el tono de la voz hace que el tema siga reflejando una añoranza de tiempos pasados

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Reseña: DAILY THOMPSON.- «Oumuamua»

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En activo desde 2.012 el trío de  Dortmund publica su cuarto álbum «OUMUAMUA«, posiblemente el mejor de toda su discografía. Un trabajo en el que la banda explora algunos sonidos que no habían sido tan habituales en sus álbumes anteriores y en el que podemos encontrar desde los difusos riffs stoner llenos de fuzz hasta pasajes de psicodelia pesada en línea RotorColour Haze, pero en el que también encontramos una mayor presencia de sonidos llegados de los setenta. Si la influencia en el sonido de la banda del grunge de los noventa está presente con ecos  Sonic Youth, lo cierto es que en este trabajo si hay algo que predomina, es el blues. Un blues chamánico que por momentos coquetea con el sonido The Doors, y que no duda en explorar entornos de rock clásico con aroma sureño y vibraciones más propias de All Them Witches. Sus temas están perfectamente ensamblados y cuentan con la dualidad de voces DannyMephi, lo que hace que el álbum adquiera un color especial. Otro de los factores que despierta mi atención es la exploración psicodélica que aparece en alguno de los temas. Canciones de mayor duración en las que encuentran un espacio perfecto para desarrollos más elaborados y hechizantes lo que supone un plus en el haber de la banda. Sin duda «OUMUAMUA» suena diferente a sus entregas anteriores, pero esos cambios, solo enriquecen a la banda. Esa mayor presencia del blues y de la psicodelia más ensoñadora no hace que la banda pierda su carácter alternativo, lo que a la postre es un elemento más que hace que DAILY THOMPSON se muestre como una banda más compacta y más creativa.

DAILY THOMPSON son Danny Zaremba (voz y guitarras) Mephi Lalakakis (bajo y voces) y Matthias Glass (batería). OUMUAMUA está disponible vía Noisesolution.

“She’s so cold” con sus once minutos nos da una clara muestra de el tipo de álbum que nos presentan los alemanes. Un entorno en el que la psicodelia se colorea con la voz de Mephi con registros a caballo entre Patti Smith y Sonic Youth, algo que veremos repetidamente en alguno de los temas. Con una buena cadencia rítmica los ecos alternativos se incrustan con precisión sobre esos ensoñadores pasajes heavy-psych impregnados en hongos mágicos. En ese entorno psicotrópico el corte funciona a las mil maravillas gracias a su cadente y magnético ritmo. En su segunda mitad, la canción se precipita por un torrente de fuzz desértico con difusos riffs bajo la voz de Danny en esta ocasión. En su parte final, la banda se inclina por los sonido stoner sin perder ese carácter alternativo que les lleva a recordar los ecos de los 90’s sin desdeñar la psicodelia presente en todo el tema.

Con una cadencia blues, “Sad Frank” el single que nos adelantaron hace semanas, toma la herencia The Doors Jugando con las voces, Mephi y Danny hacen que el tema evolucione engrosando su sonido con riffs  que serpentean seductores entre pinceladas lisérgicas. Instalados en un entorno más propio de garito de blues humeante y olor a bourbon, de la intoxicante neblina emergen solos ácidos que se retuercen en cada nota. El tema cuenta con una nota de color vintage gracias a la incorporación del sonido del órgano, lo que supone una novedad en el sonido de la banda.

Por la encrucijada entre el proto-metal el blues y el retro rock, “Oh my mind” se muestra como un corte divertido y pegadizo que te atrapa sin remisión. Invitandonos al baile, el blues ácido y los riffs stoner sacan lo mejor una banda que no tiene reparos en jugar cada vez a más cosas. En la parte final aparece ese dueto de voces  que tan buenos resultados ofrece, en esta ocasión en un apoteosis final que tras coquetear sin reparos con el blues, se ve aderezado con esos ecos alternativos.  

Sin perder la esencia americana que rezuma del álbum, “Slow me down” nos traslada a las vastas praderas del medio oeste. Un espacio sureño en el que con los cactus como testigos, nos invitan a transitar por largas rectas atravesando el desierto. Stoner, boogie, garage al servicio de un tema que se inclina por el sonido de All Them Witches en una constante oscilación que no les hace perder particular sonido.

“Half Thompson” es un blues rock con sabor a 70’s. Salvaje y primitivo su aire macarra le dota de mucho gancho sobre esos sonidos clásicos. En una línea bastante ortodoxa, el corte contiene magnéticos pasajes ácidos que no hacen sino enriquecerlo. En sus notas se percibe un cierto aroma a Zeppelin.

Con sus doce minutos, “Cosmic cigar (Oumuamua)”, nace de borboteantes pasajes heavy-psych entre efectos que revolotean sobre nosotros creando un entorno chamánico en el que dejar volar nuestra mente. Todo un hechizo sonoro que nos lleva a la noche desértica entre las plegarias del chamán. Un conjuro de riffs difusos que se agigantan entre intoxicantes brebajes creando un escenario para el desarrollo de la psicodelia pesada que da lugar a distintas escenas relatadas bajo una mágica y lisérgica atmósfera. La voz casi recitando de Mephi con una peculiar ecualización añade un toque de misterio que por sí mismo, sabe cómo narrar la trama. Incorporando ese toque grunge en algunos momentos vocales consiguen una perfecta conjunción de elementos sin perder la vocación psicodélica. Seguramente estamos ante el tema más impactante del álbum, un corte que se va cociendo a fuego lento y que supone una innovación respecto a los temas que habían compuesto hasta el momento. Todo un espacio para flotar y dejarse llevar. 

En modo acústico, casi como un loner-folk, “River of a ghost” reposa en tonos folk con la voz áspera y cálida de Danny sobre hipnóticos acordes. Un híbrido entre esas vibraciones y las que nos ofrecían en los noventa las bandas de Seattle con sus conciertos unplugged. 

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