‘SLUMBER WOOD’, el nuevo álbum del cuarteto sueco MOON COVEN es el álbum perfecto para iniciarte en rituales paganos entre narcóticas atmósferas en las que el humo del bong golpea y paraliza nuestras neuronas. La banda sonora perfecta para una noche de Walpurgis. Cinco años después de su anterior álbum, la banda regresa con una verdadera horda de riffs difusos descendiendo sobre nuestros tímpanos. Un relato aturdidor de doom de manual, desarrollado en lisérgicas atmosferas heavy-psych en las que las lánguidas y limpias voces llenas de magia, y la contundencia de sus plomizos riffs, se cuidan con esmero. Gracias a esto, los elementos progresivos se asoman para sacarnos de la monotonía de un álbum bastante lineal. La repetición del riff principal en cada canción es algo completamente pretendido, pero a la vez, logran aportar atractivos pasajes que nos sacan del hastío, especialmente en la parte final de las canciones. Ocho temas que funcionan como apisonadoras confiadas que se infiltran en la mente en un viaje espectacular, lleno de lápidas, lleno de movimientos y emociones, que atraerá a los fanáticos de Acid King, Monolord Mars Red Sky o incluso de Uncle Acid & the Deadbeats, pero que también tiene guiños a The Black Angels. ‘SLUMBER WOOD’ es un álbum lleno de épica en el que la lánguida voz en tonos ceremoniales se repite en cada canción para apoderarse de nuestros cerebros. Si pretendes encontrar algo que nunca hubieras oído, seguramente, no te entusiasmarás con este álbum, pero sin amas el doom, quedarás extasiado. Si algo tiene de particular MOON COVEN, es que sus temas están cuidados y bien interpretados, y eso es todo un aval que les eleva a un lugar de honor en la escena psycho-doom. Aquí todas las canciones mantienen el nivel, algo que puede ser bueno o malo. Si no eres amante de este tipo de sonidos, seguramente puede parecerte un álbum monótono, pero si te dejas llevar por los efluvios psicotrópico sus riffs reventarán tus neuronas. En definitiva, eso es lo que busca cualquier amante del doom, que las canciones te taladren y te narcoticen con su exasperante lentitud y pesadez.
‘SLUMBER WOOD’ está disponible vía Ripple Music.

‘Further’ el tema que abre el álbum describe a la perfección el contenido del resto de canciones. Un riff que se repite, lento, parsimonioso, oscuro y que taladra las neuronas. La voz ceremonial en una atmosfera de completa oscuridad ocultista. Tonos épicos de relato de cuentos y leyendas del pasado.
Mas contundente y aportando más elementos Stoner ‘Ceremony’ con desarrollos de guitarra que se inclinan a laderas progresivas mantiene el legado Sabbath. Con una voz cadente el tema se eleva en su desgarrador relato, sin perder la esencia de la banda. Incorporando solos de guitarra equilibran la pesadez doom para aportar algo de luz con un carácter más melódico entre sus monumentales golpes difusos. Esparciendo una neblina psicotrópica el tema refleja misteriosos y tenebrosos entornos habituales en la banda.
Sin salirse de los entornos de oscuridad, la banda repite la fórmula.’ Potbelly Hill’ Doom en estado puro sobre desgarradoras voces que reflejan el tormento de lo enigmático. Su línea de bajo comanda la canción con crujidos insistentes. En la parte final el tema se silencia con suaves acordes hasta diluirse.
‘Eye of the Night’ juega con los elementos retro con un riff pegadizo. La ceremonia persiste en otro corte denso, hipnótico y plomizo que se desarrolla a cámara lenta. En la parte central los pasajes psico-progresivos tratan de compensar la monotonía de sus persistentes riffs. Esto hace que el tema se vuelva más dócil para el oyente.
Con solo dos minutos, y siendo la canción más corta del álbum, ‘A Tower of Silence’ parece ser uno de esos interludios que a muchas bandas les gusta incorporar a sus álbumes. Efectos atmosféricos con inclinación drone sin mucha más historia.
‘Bahgsu Nag’ abre con un carácter diferente al resto de las canciones. Mucho más psicodélico y prescindiendo de la pesadez de los cortes anteriores. melodías bien cuidadas con olor a 70’s nos llevan por un entorno lisérgico con pinceladas progresivas y ciertos guiños espaciales. Esta faceta en la que la banda se aleja de los estándares del doom, es con la que mas engancho y en la que la banda se muestra más creativa. Heavy-psych de alto voltaje en un corte prieto pero completamente psicotrópico.
Los densos y oscuros riffs Sabbath regresan a escena en ‘Seagull’. Ejecutando cada riff con una parsimonia casi desesperante, la ceremonia ritual regresa con las voces protocolarias. En la segunda parte el tema vuelve a explorar espacios más psicodélicos entre los lamentos vocales. Aquí vuelven a desarrollar su plata de colores ofreciendo pasajes de guitarra de gran magnetismo entre sus hipnóticos y lánguidos ritmos.
Para cerrar el álbum ‘My Melting Mind’ se reitera en una fórmula que a la banda le funciona bien. Desesperación a ritmo lento entre andanadas de psycho-doom de manual. Siempre intentando aportar pasajes más elaborados el tema serpentea lentamente como una anaconda en busca de su presa. Sigiloso y midiendo cada acorde, el tema explota en nuestro cerebro.