Reseña: NEPAL DEATH.- ‘Pilgrims and psychonauts’

El nuevo y fantástico álbum del colectivo sueco contiene canciones frescas que a pesar (o gracias a) de sus elementos psicodélicos y sus tonos espaciales nos sacan de la oscuridad predominante en muchas bandas contemporáneas. NEPAL DEATH presenta un álbum que bien podría haber sido creado hace 5 décadas, con canciones luminosas impulsadas por los ecos del verano del amor y el optimismo de unos hippies ilusionados con un mundo mejor plasmando su visión contemporánea a un mundo caótico. Precisamente ahora en estos convulsos tiempos en los que las noticias parecen ser una crónica de sucesos con episodios que ponen en tela de juicio la estabilidad social del planeta, NEPAL DEATH son un soplo de aire fresco con sus alegres canciones melódicas y psicodélicas de completa inspiración vintage. Este grupo de freaks del siglo XXI parecen negarse a vivir en un mundo convulso brindando al oyente una banda sonora fresca, emotiva, reflexiva y esperanzadora. Más de 30 músicos de toda Europa contribuyendo al sonido de la banda con guitarras ácidas, percusión potente, sintetizadores analógicos, sitares, flautas y mantras rituales, todo fusionado en un viaje fluido de la muerte al renacimiento. Presidido por un tono ritualista ‘PILGRIMS AND PSYCHONAUTS‘ es la banda sonora perfecta para un viaje interior en pleno siglo XXI. La banda describe este nuevo trabajo así: ‘Imagina a Charles Manson y a una pandilla de hippies falsos Hare Krishna recorriendo la Ruta Hippie hacia Katmandú en el 72’. Probablemente puedas bailar la mayor parte, pero podrías despertar en algún lugar de la Ruta Hippie. Reencarnado en otra época, NEPAL DEATH envuelve al oyente en una atmósfera extrañamente melódica y ceremonial en lo que parece un álbum conceptual que por momentos puede parece algo caótico, pero que tras varias escuchas se siente como ‘un todo’ narrativo con sentido. Enciende tu barrita de aromática, pone flores en el pelo, tu ropa más colorista y disfruta de este emocionante con estas cautivadoras y luminosas canciones. Tu mente te lo agradecerá.

‘PILGRIMS AND PSYCHONAUTS’ es publicado por Kali Psyche Records, mezclado y masterizado por Mikael Andersson (Soundport Studios) y distribuido por Sound Effect Records

Con una breve introducción de veinte segundos ‘ The Hippie Trail Revisited (Intro)’ da paso a la segunda pista ‘Polychromatic route’ una de las pistas destacadas con su carácter sideral y esa psicodelia hipnótica que tan bien saben colorear estos chicos. Su persistente línea de bajo y los múltiples efectos van dando forma a una odisea cósmica impulsado por letárgicos ritmos de vocación kraut. Una canción completa que sirve de aval al trabajo del colectivo.

 ‘Freak Street Blues’. Con una apertura con acordes de sitar y flauta el combo sueco nos sitúa en un exótico escenario más propio del verano del amor en el que un contagioso ritmo y las melodías vocales nos sitúan en un entorno setentero con un ambiente campestre y un tono cósmico en el que su psicodelia colorista aflora con naturalidad meciendo nuestros cabellos. Sus pinceladas coloristas  apoyan el trabajo del bajo y los sintetizadores entre solos de guitarras de carácter psicodélico. Flower power en estado puro.

Si el álbum abría con una breve introducción, también cuenta con varios interludios como ‘Interlude I – A Word of Warning’ y sus locuciones.

Nuevamente viajando a oriente ‘Divine Destroyer (The Mahakala Mantra)’ define el espíritu hippie de estos chicos. Sabiendo como acoplar sus melodías aunando esfuerzos entre instrumentos tradicionales con sintetizadores y guitarras, los coros florales no faltan en esta colorista pista evocadora de la paz y el amor.

Otra nueva pausa llega con ‘Interlude II – The Tantric Transmission ‘ en la que de nuevo una locución más propia de películas de ciencia ficción de los años 40 o 50’s se cubre de un manto atmosférico.

En las canciones anteriores hemos podido comprobar como gustan de los ritmos hipnóticos, y ‘Ashen Pilgrim’ es la confirmación. Envuelta en efectos y sintetizadores la voz ylos coros gravitan entre su psicodelia espacial con un acertado acople de diferentes estilos. Así consiguen otra canción con buen ritmo y que, a pesar de sus nebulosas lisérgicas, transmite vida y color.

‘The Beacon Speaks (Ashen Pilgrim Pt. II)’ pone la pausa con ensoñadores pasajes atmosféricos y voces almibaradas envueltas en efectos en algo mas de un minuto.

Un nuevo break que precede a ‘Sister Nirvana’. La canción contiene un ritmo colorista en una pausada propuesta sonora en la que se arremolinan la psicodelia y los ritmos hipnóticos y un estribillo que te atrapa en mundo luminoso y optimista que se aleja de la tragedia existencial de nuestros días . La pista contiene instrumentos como el sitar y la flauta rompiendo, o mas bien realzando la tupida instrumentación de teclados, guitarra y sintetizadores.

Shooting Star’ es una puerta abierta a mundo sensorial amable y complaciente. La mística del sonido del sitar en su apertura aporta magia a otra canción expansiva. Siendo la canción más larga del álbum su desarrollo se recrea en un exotismo nebuloso y psicodélico repleto de espiritualidad.

En un tono más experimental y difuso ‘Her Crawling Majesty’. Está repleta de coros angelicales, ritmos kraut y con un innegable espíritu cósmico. Los elementos progresivos se entrelazan con acierto en la canción más tenue del álbum. Una pista empírica en la que los instrumentos se arremolinan.

El combo sueco pone la pausa con un nuevo interludio de escasos 20 segundos. ‘Interlude III – The Mantra Mechanism’ contiene nuevas locuciones y acordes extraños para llevarnos ante ‘She Demon’. Con la suavidad como bandera, la guitarra toma un protagonismo en otra canción emocionante con melodías ensoñadoras y una rica y versátil instrumentación en la que los elementos orientales, la psicodelia y la magia aparecen señalándonos el punto final de este cautivador viaje sonoro.

El epílogo y el final de viaje llega con ‘The Exorcism of Rakshasi (She Demon Pt. II)’. Cinco minutos de efectos locuciones, y una manto ácido en un viaje repleto de efectos y nebulosas lisérgicas poniendo el punto final a esta odisea cósmica introspectiva y colorista.  

Nepal Death 

Reseña: BLACK SNAKE MOAN.- ‘Lost in time’

“LOST IN TIME’, el tercer álbum de BLACK SNAKE MOAN, el proyecto de blues psicodélico folk del cantante, guitarrista y compositor italiano Marco Contestabile, entre reverberaciones lleva al oyente a un viaje interior, puntuado por ecos ancestrales, intensos y evocadores. Proyectando su viaje hacia la inmensidad del desierto, marcado por el día seco y soleado y la noche oscura y fría. Con vibraciones a caballo entre ALL THEM WITCHES y THE DOORS, sus psicodélicas y cálidas canciones nos sitúan en un espacio desértico en el que los ecos dark- folk tienen su espacio de protagonismo.  Sobre la curva vidriosa del reloj de arena que encierra los granos de los sueños, se desliza la serpiente que dicta el ritmo de la percepción del tiempo. La evolución cíclica de las estrellas, entre la luz y la oscuridad, el sol y la luna, crea un contacto fugaz entre la realidad y la imaginación, el flujo de nuevas visiones. La dimensión psicodélica de BLACK SNAKE MOAN, trae de vuelta en la primera parte del álbum una imaginería hipnótica, narradora de visiones nocturnas, dunas del desierto ardiendo en el horizonte, envueltas por el magma sónico resplandeciente, amalgamando blues, folk y rock psicodélico. Los largos paseos folk, incrustados con bordados orientales, son remolinos de ilusiones que nublan la mente, despertando la noche de los sentidos perdidos. La segunda parte, mientras sale el sol, trae luz y serenidad y abre la puerta al desierto indómito de los sueños, donde Todo nace y donde todo muere, reconectando el pasado con el presente. La naturaleza cíclica que dirige el camino de las canciones, la alternancia de la luz de la mañana y el atardecer, el renacimiento y la transformación; todo revela suavemente recuerdos de felicidad y reencuentro, dando gratitud a quienes se han ido antes que nosotros, a la verdad y las respuestas de nuestras vidas. La noche, deja un vínculo, una relación aún no cumplida. Será a la luz del día, cuando las líneas de pensamiento se vuelvan visibles nuevamente, que se sentirá la magia de la unión y la revelación. BLACK SNAKE MOAN funde el eco eterno de su tierra natal, la tierra de los antiguos cañones etruscos tallados en las rocas de toba, laberintos y complejos funerarios impregnados de misterio, el culto a la muerte y las creencias en la vida de otro mundo – a la espiritualidad de los paisajes del suroeste de Estados Unidos, a los desiertos de los nativos americanos, aparentemente estáticos pero flotantes como espejismos. Un viaje en el tiempo y en el espacio, influenciado por el Delta Blues, el Pysch-Rock y el Folk-Western, compuesto por mini mantras, performances rituales que explotan en vivo en su dimensión chamánica.

‘LOST IN TIME’ está disponible vía Area Pirata Records y el sello estadounidense Echodelick Records, con dos ediciones y artworks diferentes.

‘Dirty ground’ palpita por espacios más propios del medio oeste por tonos mas propios de bandas como ALL THEM WITCHES. Blues y ecos retumbantes cabalgas a lomos de ritmo tribal entre cálidas melodías vocales y efluvios psicodélicos revoloteando en el ambiente.

Las vibraciones desérticas se mantienen en ‘Light the incense’. Una canción con un sonido difusos, ritmo cadente y guitarra reverberantes en dosificados pasajes con aroma al oeste americano. Su atractiva melodía vocal y sus sutiles ornamentos son suficiente para rendirse a sus encantos. Un sueño psicodélico que se desvanece en la naturaleza transitoria de las aspiraciones encerradas en una noche. El humo del incienso revela una nueva visión, celebrando la atemporalidad del mundo de los sueños y emanando la esencia de los deseos que se disuelven bajo el signo de la luna creciente.

El órgano vintage nos introduce en ‘Come on down’. Sonando grave sus zumbidos psicodélicos y ese ritmo inquebrantable miran hacia el pasado para encontrarnos con THE DOORS en un viaje de peyote en la noche del desolador desierto. La canción me recuerda a PHAMTOM DIVINE COMEDY, aquella banda misteriosa de la que se decía que su cantante era el mismo Jim Morrison. Aquel espíritu se plasma aquí con gran acierto.

‘Shade of the sun’ y sus tonos acústicos me trasladan a una noche calurosa en un porche de Oklahoma. El lugar en el que podríamos ver tocar su guitarra y cantar sus canciones a J.J. Cale o a Neil Young. Esa mirada atrás de BLACK SNAKE MOAN es algo que gratificará a aquellos viejos fans de los viejos sonidos del medio oeste. Melódica y susurrante su suave tono consigue penetrar en nuestros sentidos con la brisa de sus dulces melodías.

 ‘Sunrise’ rememora el blues y los sonidos campestres con aroma doorsiano y un tono oscuro a la ves que cálido. Sustentada en una sencilla melodía acústica la pista nos arrulla suavemente con su poder narcótico.

Entre los ecos psicodélicos británicos de los 60’ y los coloristas sonidos de la west-coast ‘Goin back’ con una sencilla melodía consigue erigirse como otra interesante canción con aromas campestres. La sencilla pista se recuesta en los tonos acústicos para, a través de los sueños, explora sus propios lugares de memoria de su tierra natal a la luz del sol de un nuevo día, abriendo la puerta al renacimiento de su propio espíritu.

Llevándonos nuevamente a un espacio en el que los desértico se nutre de suave psicodelia, ‘Put your flowers’ gravitan en una turbia atmósfera con su marcado sonido de órgano y un zumbido persistente que hace que los tonos borrosos predominen.

Con un título como ‘West coast song’ no es difícil adivinar el contenido de sus surcos. Una canción acústica que gravita entre acordes folk, y suaves ecos psicodélicos mas propios de la california de finales de los 60’s.

La balada ‘Cross the border’ pone el broche de oro al álbum con su calidez y oscuridad. Casi en modo loner-folk, los acordes acústicos de la guitarra acompañan bellas melodías vocales con una sutil instrumentación en segundo plano. Una hermosa canción que huele a sur y a flores.  

BLACK SNAKE MOAN

Echodelick Records

Area Pirata

Reseña: THE WILD CENTURY.- ‘Organic’

‘ORGANIC’ el cuarto álbum de los holandeses THE WILD CENTURY, viene cargado de vibraciones psicodelias llegadas de los finales de los 60’s. Sin dejar de hacer evolucionar su sonido desde álbumes como ‘RAW’ (reseña aquí) o ‘5’ (reseña aquí), la banda holandesa crea canciones manteniendo una reverberación repetitiva para sustentarlas. Unas canciones que huelen añejas gracias a la sutileza de su órgano hammond y a unas melodías florales que coquetean con la west-coast, pero también con el garage más primitivo de bandas como THE VELVET UNDERGROUND o THE STOOGES. Sin haber perdido ese espíritu doorsiano que nos mostraron en sus anteriores álbumes, la banda construye canciones de psicodelia colorista y vibrante, pero también intimista. Alejándose de estereotipos de las bandas retro, THE WILD CENTURY crea una casi imperceptible cortina nebulosa sobre la que refleja tántricos y susurrantes sonidos. Ahí radica uno de los principales valores de este nuevo álbum, la capacidad para ofrecer un sonido turbio, sucio por momentos, pero sumamente penetrante en el oyente. Sus pasajes meditativos se aromatizan con incienso aportando un tono exótico y espiritual a alguna de sus canciones. Pero no se quedan en ese estado narcótico, sino que a su vez consiguen impregnar al oyente de unas vibraciones luminosas y calidoscópicas rebosantes de buenas energías. Un fascinante viaje a lo largo de dimensiones cósmicas afinadas con sitar, donde los bajos armónicos y los ritmos mántricos, bombean mientras los astrales proyectan sus ritmos etéreos en la lucidez de todos.

THE WILD CENTURY son:
Stan Aarts – voz, guitarras, acústica de doce cuerdas en ‘Carry On’
Joris Verbogt – voz, bajo, guitarra en ‘Lowdown Dog’
Gerton Govers – voz, sitar, guitarras
Butsenzeller – batería /percusión
Paola Pica – voz, órgano hammond

‘ORGANIC’ está disponible vía Tonzonen Records.

‘Lowdown Dog’ nos trae una apetecible fusión de elementos garage con psicodelia 60’s . Con una vibra que me recuerda un híbrido entre THE VELVET UNDERGROUND y THE STOOGES, el tema borbotea en una atmósfera difusa y psicotrópica entre ritmos ardientes. Un sonido sucio y vitalista que invita al baile a lo largo de sus seis minutos.

Con un gorovy más pegadizo, el wah wah de ‘Oh Yeah’ los holandeses se sumergen en un espacio vintage en el que las rugientes guitarras y el órgano retro nos invitan a la fiesta. Su desenfrenado ritmo hará que tus articulaciones no puedan resistirse. Contagioso y vibrante, el corte parece hechizarnos entre pasajes psicotrópicos sin renunciar a su colorista armonía. Si no bailas con esto es que estás muerto.

Poniendo la pausa ‘Carry On’ nos narcotiza entre acordes de sitar aportando una atmósfera meditativa. Suaves acordes de guitarra mas propios de otra época dan paso a una cálida y sugerente voz. Un aterciopelado corte que toma la senda acolchada para transmitir todo su potencial. Una canción floral en la que se pueden sentir los ecos de la west coast. Una bella canción que se eleva en su parte central para sucumbir a delicadas melodías.

‘Beautiful Queen’ con sus mas de nueve minutosretoma los espacios lisérgicos con lentos y susurrantes acordes. Desde la calma, THE WILD CENTURY va tejiendo la canción con lentitud. Un exotismo intrínseco y momentos más propios del Rey Lagarto nos van sumiendo en un trance chamánico. Psicodelia en esta puro con pasajes recitados y un aura meditativa. Sumidos en una neblina narcótica el corte va impregnado nuestros sentidos proporcionando un gratificante y espiritual trance.    

Sin salirse del guion, ‘Grey Blue Eyes’ vuelve a escarbar en el legado psicodélico de finales de los 60’s. su cadente ritmo y el cálido sonido del órgano se adorna con una bella melodía vocal. De nuevo los ecos west-coast se fusionan con pasajes vintage creando un sonido borroso del que la luz aflora gracias a las sugerentes melodías vocales.

Mother’s Grace cierra el cuarto trabajo de la banda holandesa con un sonido pastoral. Emulando The Animals, las vibraciones psicodélicas de los 60’s aparecen entre unos surcos con suaves melodías. Sin llevarse el protagonismo, el sonido del órgano en un segundo plano crea la atmósfera perfecta para el desarrollo de la canción. Una suave brisa que nos mece con delicadeza sacando el lado más sensual de THE WILD CENTURY, una banda del siglo XXI con unos genes creativos, nacidos hace 50 años.

The Wild Century

Tonzonen

Reseña: CHILD OF THE SUN.- ‘Roots’

‘ROOTS’ es un revival de los sonidos vintage de finales de los 60’s con un notable espíritu hippie. El amor y el odio, así como la luz y la oscuridad, crean una dualidad que se refleja en unas canciones que tan pronto transitan por un entorno de sosiego, como explotan mostrando toda su fuerza. Refinados y sensuales, sus temas reflejan el espíritu del verano del amor como pocas bandas son capaces de hacerlo. Creando una atmósfera conmovedora, las armonías vocales copan gran parte del protagonismo de unas canciones que beben del pasado para ser digeridas por el presente. El álbum supone la progresión natural de su álbum debut de 2019 ‘FLOWERS’, en esta ocasión con un sonido más refinado y directo. Instalados en los sonidos ‘retro’ el sexteto crean conmovedoras armonías vocales que ejercen como verdadero timón de la banda, en este retrospectivo viaje al corazón del ‘verano del amor’. Todo un viaje por la vida hacia un encuentro con uno mismo con canciones que hablan del amor, del odio, de la luz y la oscuridad. Ecos de blues, de hard-rock atemporal, en un revival de ecos west-coast, ejecutados con bucólicas y bellas canciones, con las que consiguen tocar la fibra sensible del oyente, a través de una fascinante y sensual ejecución. ‘ROOTS’ es un álbum fresco y colorista que nos recuerda que en siglo XXI siguen vigentes los sonidos que se popularizaron hace 5 décadas.  Sin duda, todo un fascinante regalo para los amantes de los sonidos retro.

‘ROOTS’ está disponible vía The Sign Records.

CHILDREN OF THE SUN son: Josefina Berglund Ekholm (voz) Ottilia Berglund Ekholm (coros) Choir Wilma Ås (teclados, coros) Jacob Hellenrud (guitarra), Ida Wahl (bajo) y Johan Lööf (batería)

‘Reflection’ se contonea entre sensuales vibraciones con el blues en el horizonte. La sutileza de esa voz llena de lírica nos traslada a un bucólico paisaje sonoro entre delicados acordes. Pinceladas blues, coros sutiles evolucionan a un escenario que explota en un arco iris colorista de sonidos vintage. Afilados solos de guitarra complementan un tema plácido y sugerente que se ve arrastrado por los desgarradores pasajes vocales. Ondulante y con subidas y bajadas de intensidad, el tema se contiene para transitar definitivamente por un entorno de calma.

Sin contemplaciones, ‘Leaves’ explota el legado del hard-rock de los 70’s con un dinámico ritmo que se ve amortiguado por la sensual voz de Josefina. Todo un mundo de color se abre ante nosotros entre cuidadas melodías. Su pegadizo estribillo arrastra su armonía a un estado de pesadez, en un logrado y fascinante ejercicio sonoro que conjuga la delicadeza y la fuerza. Lo cierto es que la banda sabe aunar el legado de la west-coast, con el rock clásico y los ecos folk, en una combinación que funciona a la perfección.

En ese espacio de calma ‘Blood Boils Hot’ gravita entre pausados acordes de piano y una voz llena de encanto. Un sonido vintage con muchos alicientes a su alrededor, pero con el total protagonismo de las balsámicas melodías vocales. Seductor, y con unas gotitas de psicodelia, el corte no reniega de emocionantes pasajes que destilan una fuerza inusual. Un corte lleno de sentimiento.

‘Gaslighting’ muestra un crisol colorista de sonidos blues y rock clásico con una indudable vocación west-coast. Un tema luminoso en el que aparecen algunos riffs más potentes entre sus melodías flower-power. Su suave ritmo, las pincelas psicodélicas y la ambientación vintage lo convierten en un tema asequible y de fácil escucha para el oyente. Sus contagiosos estribillos contribuyen a ese atractivo intrínseco.

Instalados en una plácida atmósfera, ‘Eden’ nos susurra con una aterciopelada voz heredera del legado folk de los 70’s. Estamos ante un tema con muchas influencias folk, que la banda sabe modelar bajo unos hechizantes acordes de piano.

‘Willow Tree’ es un breve interludio de algo menos de un minuto a través de cadentes acordes de piano y elementos sinfónicos.

El blues regresa con sutileza en ‘Roots’. Una suave canción sustentada en voces y coros ensoñadores sobre cadentes ritmos que se eleva por un escenario de rock retro. Los elementos clásicos son ejecutados con absoluta maestría. Estamos ante un logrado corte de rock clásico con algunos momentos de mayor intensidad y alguna pincelada psicodélica que concluyen con un final lleno de garra.

‘Man In The Moon’ se recuesta en pausados acordes acústicos evocadores de un entorno campestre con la voz copando el protagonismo. La lírica por encima de la instrumentación en otra nueva canción con carácter balsámico.

Lleno de fuerza ‘The Soul’ nos ofrece coros y estribillos pegadizos por una senda en la que el soul enrique sus sencillas armonías vintage que se elevan en intensidad por la senda del rock clásico.

Ensoñadores pasajes vocales afloran en ‘In Silva’. El misticismo aparece mostrando su lado más sensual en una canción folk, que se impregna de rabia y sentimiento según avanza.

‘Thunder’ explota con sus riffs retro en un vendaval de ritmos poderosos y un espíritu blues-soul. El clasicismo de los 70’s es adornado con un envoltorio más contemporáneo, sin qque el tema pierda su esencia vintage.

Tomando elementos exóticos ‘Reaching For Sun’ cuenta con buenos momentos de guitarra que reflejan la placidez de las composiciones de los suecos. Un gratificante sonido invade una canción contenida y con momentos verdaderamente brillantes de vibraciones más propias del sonido west-coast de la California de los 60’s. Transmitiendo ‘buen rollo’ la canción nos acaricia con sus delicadas melodías, trasmitiendo un optimismo y bienestar muy de agradecer.

El álbum cierra con un ‘Epilogue’ evocador de los sonidos de la naturaleza entre una especie de sonidos celestiales. El broche final a un álbum amigable, atractivo, y de fácil digestión.

Children of the Sün

The Sign Records

Reseña SOUND OF SMOKE.- ‘Tales’

‘TALES’ es un humeante relato de blues, psicodelia, soul y pesadas vibraciones vintage, unidas en un relato onírico en el que el espíritu hippie se reencarna en canciones del siglo XXI. Una mezcla mágica de riffs pesados y borrosos, con bucólicas y suaves melodías. Todo un viaje espiritual marcado por la sensualidad y fuerza de la voz de Isabelle Bapté. Con reminiscencias del sonido west-coast de bandas como Jefferson Airplane (especialmente por una voz querecuerda a Grace Slick), ‘Tales’ te lleva a lo mas profundo de la tierra con pasajes llenos de espiritualidad, pero también con canciones frescas que te enganchan con facilidad. Toda una fiesta de canciones mas propias del pasado siglo con una envolvente ambientación y una ácida guitarra que siempre nos ofrece buenos solos apareciendo en el momento justo. Un sonido distintivo que bebe del soul, en un trance espiritual en el que las sorpresas están garantizadas.Misterioso y embriagador, la intensidad de sus armonías consigue proporcionar al oyente un placentero viaje a los dominios de la psicodelia más profunda. En activo desde 2016 y con un Ep publicado en 2017, SOUND OF SMOKE y su álbum ‘TALES’, es una de esas agradables sorpresas que uno se encuentra de vez en cuando. Su efectiva mezcla de blues, soul, psicodelia, Stoner, kraut y hard rock 70’s consigue que cada canción función, proporcionando una agradable escucha en este, conmovedor, onírico y a su vez tormentoso viaje, a lo más profundo de la psicodelia vintage.  El cuarteto alemán exhala ese humo narcótico que adormece nuestros sentidos en un verdadero trance sensorial sin caer en la monotonía. Un interesante álbum que bien merece una escucha.

SOUND OF SMOKE son: Isabelle Bapté (voz, teclados) Jens Stöver (guitarra) Florian Kiefer  (bajo) Johannes Braunstein (batería).

TALES’ está disponible vía Tonzonen Records.

‘Strange Fruit’ gravitan entre delicados sonidos psicodélicos empapados de blues y un cierto aroma a west-coast. La cálida y sugerente voz de Isabelle Bapté marca el carácter del tema, como lo hace con el resto de las canciones del álbum. Un sonido potente que se amortigua con la sensualidad de su cantante con un resultado ciertamente fascinante. Oscilando entre humeantes atmósferas psicodélicas los acordes de blues toman elementos Stoner en una combinación que funciona a la perfección. 

A ritmo de boogie-blues,’ Witch Boogie’ nos contagia su fantástico groovy. Una cadencia más pausada, nos lleva en volandas por escenarios sureños contoneándose seductor entre una instrumentación sencilla y sugerente.

Indian Summer’ nos susurra con suaves melodías en una cálida atmósferapsicodélica. Ciertos tonos exóticos se perciben entre una voz que se balancea entre lo devocional y el blues.Con retazos del sonido de la west-coast y algunos vestigios de Grace Slick en los registros vocales, la guitarra muestra con sutileza su acidez. Sin terminar de explotar, el tema se mantiene en un nivel que combina la tensión con el relax de su melodía, una melodía que me sugiere momentos de los Stones más caleidoscópicos y psicodélicos.  

La dinámica y fresca Dreamin´ se mueve en un escenario de rock vintage en el que el soul y la psicodelia tienen un papel protagonista. Con riffs difusos, los genes blues de la banda surfean entre vibraciones más pesadas que se mestizar con buenos momentos hard-rock en una fascinante combinación de elementos.Aquí encontramos las guitarras más contundentes de todo el álbum.

‘Soft Soape’r es una cabalgata de rock vintage al uso. Sustentada nuevamente en el blues, la canción mantiene el nivel de psicodelia presenta en el resto del álbum. Con extraños cambios y momentos de rabia, el tema se presenta como fragmentado, no llegando a conseguir la cohesión necesaria de sus distintas vibraciones. Aún así, su escusa es bastante sugerente.

Entre ritmos casi kraut hard-rock, soul y blues, Devils Voice te invita al baile entre borrosas reverberaciones pesadas. Rítmico, y oscilante, el tema mantiene el nivel psicodélico del resto de canciones, mostrando un espacio más oscuro y stonerizado.

Con epilogo a este notable trabajo, Human Salvation con sus diez minutos y convirtiéndose en la canción más larga del álbum nos trae más psicodelia nebulosa. Con una apertura recitado, los tambores kraut nos van guiando a un viaje sensorial en el que la psicodelia se muestra en distintas formas. Borrosos pasajes con riffs difusos y exóticas y bellas melodías en otro estrado sonoro van guiándonos por un bosque lisérgico. Todo un cóctel de estilos que se unen en una locura psicotrópica de grandes dimensiones. Coros devocionales, efectos, fuertes tambores, y constantes giros, hacen que la canción nos sorprenda. Si, el blues y el soul no faltan a su cita, pero el espíritu de la canción es innegablemente psicodélico, algo, que a estas alturas no me sorprende.

Sound of Smoke

Tonzonen