Reseña: FAMILIARS.- «All In Good Time»

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He de reconocer, que a pesar de haber ido editando varios singles desde 2.014, el trío canadiense FAMILIARS era una banda desconocida para mí hasta el descubrimiento de este álbum debut. «ALL IN A GOOD TIME» exprime una fórmula atractiva en cada uno de sus temas. Los densos y turbios sonidos del desierto con cálidas y susurrantes voces shoegaze en temas que habitan en oscuras atmósferas psicodélicas. Con dos características fundamentales,  el sonido grave, pesado y perturbador, y unas voces completamente hechizantes y susurrantes. Una combinación de la que la banda obtiene un resultando sobresaliente. Bajo unos registros densos, espesos y sobre todo atmosféricos, sus ritmos golpean con fuerza en un equilibrio que se conjuga con esa voz más propia de la bandas shoegaze y que genera un nuevo estilo definido por la propia banda como: «stonergaze». Seguramente ya son demasiadas las etiquetas, pero ciertamente es un término que define a la perfección su apuesta sonora. Con mucha influencia de All them Witches, el trío explota los arenosos vientos del desierto, para golpear con contundentes riffs pesados. Un bajo que cruje y que rezuma fuzz en cada nota, crea un clima denso, espeso y narcótizo. Toda una tormenta creada por sonidos graves y pesados ​​en la que  fuertes tambores giran y se desvanecen con bellas melodías en espacios psicodélicos. 

Jared MacIntyre (bajo y voz), Kevin Vansteenkiste (guitarra, banjo, teclado wurlitzer y voz) y Anton Babych (batería) consiguen crear uno de los debuts más asombrosos del año. 

“Homestead” aflora con lentos acordes y una ambientación atmosférica. Un génesis  que brota lentamente repitiendo sus acordes bajo cadente y sosegados ritmos en la lejanía. Poco a poco el tema se va armando entre riffs que nos golpean. Una susurrante y cálida voz nos arrulla, acariciándonos entre riffs que se tornan mucho mas pesados. Una cruenta y desgarrada voz parece gruñirnos. La banda crea un contraste de fuerza y dulzura con lesa dualidad vocal. Una dualidad que arrastra los pesados riffs entre nebulosas intoxicantes.  La psicodelia pesada se combina con rudos momentos Stoner. Los acordes del wurlitzer en un segundo plano mantiene el manto envolvente con firmeza creando un clima turbio y difuso.

Con crujientes y gruesos riffs Stoner, “Rocky roots», nos asalta sin contemplaciones. Chirriantes platillos acompañan un corte que difiera de lo visto en el tema anterior. Todo un espejismo que se resuelve en unos instantes. Con un descenso brutal de la instrumentación la bruma pantanosa envuelve esa chamánica a cálida voz mientras la guitarra se presente en todo su esplendor por escenarios más propios del shoegaze.  Las cuidadas melodías se desarrollan entre difusos ritmos, una constante que vamos a encontrar en todos los temas. Ellos se definen como loud rock, y lo cierto es que esa definición se ajusta a su sonido a la perfección.

Entre fuzz turbio, las melodías vocales se intensifican, mientras el tema deambula entre espacios Stoner y psicodelia pesada. Magnético y repetitivo, pasa por distintas fases.

Una apertura impactante nos introduce en “The common loon”. Eso sonido grave y turbio se ilumina gracias a bellos desarrollos de guitarra entre crujientes ritmos. Denso y pesado el corte avanza por una senda casi doom con estribillos apagados en un segundo plano. Riffs golpeándonos con fuerza en tonos más heavy con una combinación de voz de lo más estimulante. Una batalla en la que la cruda voz se enzarzan en una batalla que finalmente se resuelve por la senda heavy-psych con buenos solos sobre esos ritmos más pesados.

Enigmático, brumoso y oscuro, “Barn burning” lentamente intenta salir de su oscura caverna en esa misteriosa atmósfera. EL bajo cruje creando un clima hipnótico que trata de socavar nuestras neuronas. Impactante y espesa, es acompañado de usa chamánica voz que surge de la niebla. En un clima narcótico y adormecedor, los susurros   vocales parecen murmurarnos al oído a modo de somnífero. Con sus riffs pegadizos el corte adopta elementos desérticos en una combinación más propia de All Them Witches. Siempre con el fornido bajo acechándonos en contraposición con la cálida y húmeda voz.

En registros más propios del Stoner-doom y el heavy-rock, “The incident” cruje poderoso con sus efectivos y turbios ritmos, oscilando el ecualizador hacia los graves. Voces más propias del shoegaze alternativo y trabajadas melodías moldean el tema dotándolo de bellos y contagiosos estribillos que tratan de aflorar entre la espesura sonoro. Siempre el bajo llevando el timón de un tema que fluye con agilidad y sin renunciar a la pesadez intrínseca de la banda parece susurrarnos con delicadeza.  

“Dirty dog salon” entre ecos All them Witches y melodías grunge Avanza como una apisonadora. Poderosos ritmos cegadores y acarameladas melodías se combinan en ondulantes pasajes. La propia definición que la banda hace de su sonido como “Stonergaze” adquiere aquí una nueva dimensión. Una cegadora y espesa bruma de la que surgen cantos de sirena entre andanadas de fuzz humeante.

Con una melódica introducción, “Avro arrow” se desarrolla en acolchados prados con el wurlitzer en segundo plano. Atmósferas lisérgicas de gran belleza que parecen contener la fuerza de la banda. Todo un espejismo que se desvela tras susurrantes y acaramelados pasajes con poderosos e arenosos riffs que crean una tormenta sonora en la que la voz trata de hacerse su hueco. Una atmósfera grave acompañada por el órgano y en la que la guitarra se retuerce a golpe de tambor y bajo. Un tema que va claramente de menos a mas intensidad.

Con acordes acústicos con aroma a medio oeste nace “Bonanza” Fuzz aturdidor y ritmos graves a caballo entre The Black Angels y cualquier banda desert-rock. Oscuros y atmosféricos se contonean con suavidad, susurrante, cálidos y lisérgicos.  Una lograda combinación de elementos de psicodelia y de pesados sonidos desérticos. -siempre bajo un espeso sonido crean una cortina de la que las dulces melodías vocales acaban surgiendo.   Aquí radica el éxito de los canadienses.

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Reseña: LORD BUFFALO.- «Tohu Wa Bohu»

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Embutidos en los sonidos del medio oeste los texanos LORD BUFFALO presentan un trabajo íntimo, cálido, oscuro. Marcados por la magnética y chamánica voz de Daniel Jesse Pruitt,  el dramatismo envuelve unos temas en los que los oscuros tonos folk nos trasladan a algún lugar imaginario en el medio oeste americano. «TOHU WA BOHU» es toda una catarsis sonora en la que podemos encontrar influencias de ALL THEM WITCHES, CHELSEA WOLF, SWANS, WOVENHAND, NICK CAVE, TOM WAITS o MARK LANEGAN. Psicodelia expansiva en línea DEAD MEADOW, shoegaze, y dark folk conjugado con vibraciones de música»americana». Un trabajo cautivador que vive en la melancolía y en el que el desasosiego esta presente.  Sinfonismo impulsado por ese violín mágico y aterrador a su vez, entre tambores rituales y lánguidas pero cuidadas melodías. Un trabajo que habita sombrías y lúgubres atmósferas con momentos de caos controlado, pero que resulta emotivo y estimulante. Ofreciéndonos una experiencia inmersiva, sus desgarradores  e inquietantes momentos contrastan con susurrantes y densos pasajes llenos de belleza. Turbio y nebuloso, describe de una forma cautivadora la añoranza del medio oeste con una brillantez digna de elogio. No se si será un álbum que que llame la atención de mucha gente, pero sin duda, aquel que se se atreva a experimentar en sus surcos, se verá atrapado por ellos. La habilidad para que cada tema tenga vida propia, es otra de las características a destacar en un álbum en el todo encaja y fluye, de una forma dramántica e inquietante, pero a su vez mágica.

TOHU WA BOHU»  está disponible vía Blues Funeral Recordings, habiendo sido grabado en Lockhart, TX con el productor Danny Reisch (Chelsea Wolfe, Okkervil River) y masterizado por Dave Shirk (Mastodon, Sun Ra). 

«Razie» se muestra atmosférico y sinfónico describiendo grises estancias en línea Chelsea Wolf. Evolucionando pausado entre efectos la mesiánica y cálida voz de Daniel Jesse Pruitt surge de la neblina. Tonos teatrales que combinan la calma con el desasosiego. Entre distintas capas sonoras el corte goza de una pesadez en sus entrañas a pesar del aspecto liviano con el que se muestra. Atormentado y con momento casi nosie con ondulaciones en los que se engrandece elevándose majestuoso para decantarse por senderos ya transitados por bandas como All Them Witches. Siempre bajo una penumbra sugerente e inquietante a la vez.  El uso de los violines le dota de un cierto tono de romanticismo sobre sus pesados pasajes. 

Entre tonos tétricos los teclados son golpeados de forma hipnótica en «Wild hunt». Reminiscencias de Traffic en los momentos iniciales, que acaban transformándose en un tema a caballo entre los estándares de música «americana» y espacios más propios de los citados All Them Witches. Habitando en la oscuridad intrínseca de todo el álbum, LORD BUFFALO se dejan seducir por chamánicos espacios de psicodelia expansiva entre espectrales espíritus que siempre mantienen ese punto de tensión. Los atormentados violines aportan ese tono atormentado tan característico. El tema toma mil formas dentro de su verdadera vocación melancólica. 

«Halle Berry» aporta momentos en los que la banda se deja llevar por el ritmo. La voz heredera del Nick Cave más tétrico deja espacio a un mayor protagonismo de la guitarra. Mientras, el inquietante ritmo se va inclinando hacia el blues tímidamente, sin abandonar las sombras el corte parece ofrecernos una faceta algo diferente a los temas precedentes. 

La calidad vocal de «Dog head»,  aparece entre melancólicas estampas del medio oeste. Húmeda y romántica, con el toque del piano y el violín en segundo plano, habitan entre pausas  abruptas y embestidas de una melancolía atormentada. La banda consigue crean ese clima de calidez entre la densa atmósfera. 

Con ritmos casi ceremoniales, «Tohu Wa Bohu»  los tambores sirven de yugo a la guitarra antes de su liberación junto a los violines. Usando las melodías con habilidad consiguen crear el tema mas pegadizo de todo el álbum. Sin salir del todo de los ambientes oscuros el marcado y profundo ritmo deja espacio a un estribillo contagioso entre la nebulosa sonora. Siempre en tonos grises y acompañados de efectos recurrentes el corte parece transmitir mas esperanza que los tristes y pesimistas temas anteriores. 

«Kenosis» con su delicada ambientación nos arrulla entre suaves pasajes. Unos teclados mas acogedores y el impertérrito ritmo de la batería, la murmurante voz se vislumbra entre narcóticos vapores con finas pieza armónicas. Con una sencilla instrumentación consiguen transmitir sentimientos de romanticismo gracias al gran trabajo sinfónico. el la parte final el corte se vuelve mas anarquico, rompiendo sus cadenas.  

Embutidos en un sonido más propio de los noventa «Heart of the snake», con su hipnótico bajo y su oscura melodía nos ofrece un paseo por lúgubres paisajes, incorporando alguna buena guitarra entre la sencillez instrumental. 

El álbum cierra con un extraño corte como es «LLano etacado nº 2». Turbio y envuelto en efectos, su ritmo hipnótico nos narcotiza con embriagadores pasajes llenos de fuerza con su disonancias instrumentales prescindiendo de la chamánica voz. 

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Reseña: KING BUFFALO.- «Dead star»

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Todavía recuerdo cuando hace casi siete años, su primera «DEMO» me hechizó. En aquel momento pocos eran los que conocían a la banda. El trío practicaba un sonido poco habitual, y seguramente gracias al éxito de bandas como All Them Witches, fueron haciéndose con una cada vez mayor legión de seguidores. Tuvo que pasar un tiempo  hasta que pude verlos en directo, y en las ocasiones que lo hice consiguieron seducirme y hacer que esos shows se mantengan en mi retina. Ahora, ya asentados como una de las bandas puntera del género, publican «DEAD STAR». Treinta y seis minutos llenos de mística que nos hace evadirnos de nuestros problemas cotidianos, para embarcarnos en un hechizante viaje en el que la psicodelia y las melodías shoegaze nos envuelven. Abrazando y arrullando al oyente con cálidas voces y coros, reverberaciones psicotrópicas e hipnóticos ritmos kraut el trío de Rochester se reinventa experimentando con momentos más progresivos en los que encontramos algún eco floydiano. Una mirada interior que hace que nuestros sentidos se vean motivados con sus murmurantes pasajes.  Dejando más protagonismo a los sintetizadores, siempre encontramos una guitarra que emerge de las oscuras y nebulosas atmósferas para seducirnos con sus bellos pasajes.  Grandes momentos épicos que eclosionan con una fuerza e intensidad monumental entre esos desarrollos drone de tonos espaciales que tan bien saben construir.  Con este trabajo KING BUFFALO se arriesgar a explorar nuevos horizontes a través de nuevas texturas que solo hacen que fortalecer su música.   Si todavía no has rendido pleitesía al Rey, esta es una magnífica oportunidad hacerlo. Sin complejos, vuelven a llevarnos a una nueva dimensión sin renunciar a su apuesta psicodélica pesada.  

KING BUFFALO son: Sean McVay (voz, guitarra y sintetizadores) Dan Reynolds (bajo y sintetizadores y Scott Donaldson (batería). «RED STAR» está disponible vía Stickman Records, habiéndose grabado en NY en Main Street Armory en diciembre de 2019 y enero de 2020. Producido y diseñado por Sean McVay, mezcladado por Grant Husselman y masterizado por Bernie Matthews. El arte de la portada fue creado por Ryan T Hancock con fuentes de Mike Turzanski.

Un largo tema de dieciséis minutos como «Red star Pt. 1 & 2» abre este intenso trabajo del trío de Rochester. Con una introducción atmosférica que evoluciona lentamente nos llenan de una neblina de la que surgen místicos coros en la lejanía. Pausados acorces susurrantes  y reverberaciones nos envuelto en un manto mágico del que se eleva la cautivadora voz de Sean adornando aterciopeladas melodías. Un cautivador hechizo que eleva a la categoría de sublime el genero shoegaze. La cadente batería  y los efectos provocados por los sintetizadores acompañan los bellos acordes de la guitarra. Sin perder un ápice su aura mística y ensoñadora, el corte se elevando pausadamente, sin ninguna prisa. Con tonos rituales los tambores resuenan entre exóticos aromas mientras el tiempo no pasa. El tema no parece querer arrancar, acomodándose en sus acolchados y atmosféricos pasajes.   Embutidos en un atuendo psicodélico, los solos de la guitarra se contonean sensuales y profundos. El trío se toma doce minutos de viaje catártico antes de explotar por la senda de ritmos kraut antes de elevarse majestuosos sobre pesados riffs que se compensan con una estructura creada en dos niveles de sonido en forma de capas envolventes. Sencillamente apoteósico. 

«Echo of a Waning Star» retoma la vocación shoegaze con la que nació la banda. Hipnóticos acordes y la voz susurrante y cálida nos arrulla en un enternecedor y gratificante canto. Siempre desde la pausa, consiguen crear ese imperturbable campo magnético en el que nos atrapan sin remisión. Con momentos llenos de épica elevan la intensidad golpeándonos con pesados riffs. Tras la descarga, retoman la senda de la pasua y la belleza de sus magnéticas melodías.

Reverberaciones y sintetizadores van construyendo «Ecliptic». Otro atmosférico tema en el que los sintetizadores toman un mayor protagonismo.  Palpitante e hipnótico el corte prescinde de las voces para desarrollarse sobre una estructura que me recuerda a cierto momentos floydianos antes de disiparse.

«Eta Carinae» fue el primer single que el trío nos presentó. Un tema en el que los ritmos evocan a Pink Floyd entre acordes de psicodelia con esa cautivadora voz shoegaze. Con tonos algo más progresivos, la sombra de «The wall» parece cubrirlos por momentos. Oscuros espacios que se llena de un tono de misterio. Siempre magnéticos, KING BUFFALO, son fieles a sus principios, pero a la vez experimentan mas en su sonido, algo que solo hace enriquecerlos. Dotando a su sonido de una personalidad inquebrantable componer un tema único, que se recuesta en ecos de los setenta cuando los «crecendos» elevan tema. Siempre sacándose de la chistera algún solo impactante, construyen un tema rebosante de tonos hipnóticos más propios del kraut-rock.

«Dead star» el tema que da nombre al Ep, se deja llevar por melodías acústicas, con tonos campestres. Siempre susurrante, sin perder su esencia, volvemos a encontrar algún pasaje floydiano antes de una nueva explosión sonora. Bellas melodías vocales entre una instrumentación que nuevamente se estratifica en dos planos diferentes. Uno lleno de fuerza y el otro, magnético y arrullador. 

El trabajo concluye con un corte de psicodelia espacial . «Red star pt. 2» se camufla entre pasajes mas propios de Hawkwind, en una huida hacia adelante. Fornido y pesado nos ofrece el lado más contundente de la banda.  Entre tonos pseudo-espaciales se dejan llevar por desarrollos heavy-psych llenos de fuerza. Narcóticos y sugestivos, prescinden de acariciarnos,  para golpearnos con fuerza entre supernovas en un viaje hacia desconocidos confines.  Un brillante ejercicio de psicodelia pesada envuelta en meteoritos siderales. 

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Reseña: LEATHER FRANK.- «Dark forest»

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DARK FOREST” es una joya que nos llega de oriente en forma de EP de la mano de los turcos LEATHER FRANK. Un joven quinteto de Izmir, en la costa oeste de Turquía. Una magnífica gema con las aristas psicodélicas bien talladas y enriquecida con ornamentos psycho-blues y ritmos kraut. Explorando distintas vibraciones que van desde los cálidos sonidos shoegaze con unas magníficas voces, hasta elegantes pasajes post-rock, los cuatro temas contenidos en su interior son todo un estimulante para aquellos que estamos siempre intentando descubrir bandas que nos sorprendan y que aporten algo en un mundo en el que casi todo está inventado. Un soplo de aire fresco que es capaz de conjugar momentos con vocación Sabbathica con finos pasajes más propios de All Them Witches, siempre teniendo en su punto mira la composición de temas basados en apacibles y bellos espacios de psicodelia aromatizada. Con la suficiente mesura para no caer en lo empalagoso, sus coqueteos post-rock no hacen sino enriquecer este diamante en bruto que supone una magnífica carta de presentación para la joven banda turca. Me sorprende especialmente la gran naturalidad como la banda ensambla distintas vibraciones estilísticas sin que por ellos se resientan los temas, sino todo lo contrario. Así mismo cabe destacar que a pesar de aparecen esporádicamente las voces son de un atractivo mayúsculo lo que hace que me sienta completamente atrapado por unos temas  bien construidos y ejecutados que son capaces de transmitir reconfortantes estados de ánimo.

LEATHER FRANK nacieron en el año 2.017 y está formado por Bora Şentürk en guitarra y voz, Orkun Demirtay en guitarra, Batu Divrik en bajo y Hakan Saraç en batería.

“Combortably violent” a lo largo de sus nueve minutos y partiendo de calmados pasajes de psicodelia con alma de blues, va introduciéndonos en sombrías atmósferas con sus narcóticos acordes. Un oscuro bosque en el que espectros con el nombre de Sabbath tatuado a fuego, se presentan ante nosotros ante la atenta mirada de hongos junto a los hogares de los duendes. Un bosque apacible y cálido que reconforta los sentidos con la belleza de su interior. Con dulces melodías florales entre bellos desarrollos instrumentales envueltos en un mágico manto de psicodelia aromatizada. Cálidas y reconfortantes voces con una cierta herencia shoegaze nos arrullan con mimo. Fluyendo cada acorde con una naturalidad de una banda veterana van tejiendo un sedoso tapiz con una atrayente belleza.

En su parte final incorporan ritmos stoner entre estructuras más propias del post-rock en una efectiva combinación de pesadez y dulzura.

Cambiando la dinámica, y con un tema de una duración de solo tres minutos, “Celeste” se sustenta en hipnóticos ritmos kraut que sirven de base a ensoñadores atmósferas más propias del post.rock. Un ambiente de tonos grises y melancólicos que poco a poco va abriéndose a la luz con un elegante caminar.

Sin abandonar esa dinámica rítmica “Out of rain” nos da un giro hacía espacios hard-rock stonerizados. Las magnéticas voces se hacen hueco entre densos desarrollos con una vocación mucho más setentera. Algunos efectos en las voces ecualizadas crean una atmósfera de misterio con distintos planos tanto vocales como instrumentales. Un sonido gratificante que nos saca del adormecimiento de los temas anteriores para desarrollar estructuras psicodélicas que poco a poco socavan nuestros sentidos con su gran magnetismo. El tema se rinde a esos sugestivos ritmos golpeando las neuronas con una batería autómata más propia de los reyes del kraut y unos finos y punzantes recorridos por los trastes de la guitarra.   

El EP cierra con el tema que le da nombre, “Dark Forest” evoluciona en la umbría boscosa entre angelicales voces con alguna herencia blues. Una conjunción de psicodelia y shoegaze que se acerca a momentos All Them Wicthes con elegantes y hermosos pasajes que se engrosan en un avance hacia sonidos más pesados en los que los riffs con vocación retro revolotean entre la aterciopelada psicodelia de los turcos. Un gran tema que conjuga todos los elementos necesarios para que una canción llegue al oyente; buenas voces, buenos ritmos y una cuidada composición.  Su psicodelia aromatizada adquiere una cotan de calidad por encima de muchas de las propuestas que nos encontramos cada día. ¡Sensacional tema!

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Reseña.- THE IVORY ELEPHANT.- «Stoneface»

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Profundizando en la psicodelia sin olvidar el blues, THE IVORY ELEPHANT publican su segundo trabajo. «STONEFACE» se presenta como un «todo», no es un conjunto de canciones sin más, sino que cada tema es una nueva evolución en esa exploración psicotrópica de los australianos. Una armoniosa convivencia de elementos capturados de los sesenta, con espacios más propios del siglo XXI. Una cautivadora nebulosa que sirve de ambientación a temas compuestos desde el sosiego y para el sosiego.Un curioso exotismo heavy-psych que nos atrapa con cada nota. Todo un analgésico para los sentidos en que podemos encontrar sonidos que nos recuerden tanto a Tame Impala, como a Pink Floyd, The Doors o incluso Rage Againg The Machine. Diez temas que son todo un festín para los amantes de los sonidos más psicodélicos. Canciones ricas en matices y en las que podemos encontrar una gran variedad de estilos incrustados en sus predominantes sonidos heavy-psych sobre distintas capas de guitarras que dan calidez a las composiciones.  Las letras de los temas varían su inspiración, pero dejando espacio a la imaginación del oyente sin ser explicitas.  

Inquietantes efectos, con teclados y guitarras floydianas creando una susurrante atmósfera que se ve coloreada por alguna guitarra surf en «Storm». El tema que podría resumir el contenido de «STONEFACE». Tanto la psicodelia espacial como vibraciones retro se aúnan con algún momento desértico en un corte que oscila entre los momentos oscuros y la luminosidad. Siempre con el fuzz como bandera, THE IVORY ELEPHANT me ha hechizado a la primera de cambio. ¡¡Increíble tema!!

En esos ambientes lisérgicos los australianos se desenvuelven con soltura. Prueba de ello «Maybe i’m a evil» con sus hipnóticos ritmos, efectos de unas guitarras que desprenden acidez en cada solo. Un tema que nos arrulla, acariciándonos hasta adormecernos con delicadeza. Un orgasmo sonoro lleno de matices que destroza cualquier atisbo de monotonía.  La ecualización de las voces, al igual que el tema anterior hace que el hechizo sea completo.

«Wars» recupera la esencia blues que les vio nacer. Cadente, evolutivo y por supuesto psicotrópico. _Una marmita llena de sustancias capaces de generar coloridos caleidoscopios que se mueven con parsimonia entre tonos retro, blues dentro de ese manto psicodélico. Con una entrada que me recuerda «Riders on the storm», «Roll on», transcurre sobre espacios psico-espaciales y algún tono surf en una guitarras completamente cautivadoras.

Saliéndose un poco de su propuesta «Jazzhead pt. 1» con sus arpegios acústicos se construye sobre lánguidos tonos de melancolía. Un poco fuera del resto, «Stoneface», se deja llevar por los acordes de un piano clásico en el mismo tono de tristeza. Una melancolía que se eleva gracias a las guitarras floydianas que se introducen con mimo. Tristes espacios que contrastan con el resto de los temas.

Uno de los temas más potentes y vigorosos lo encontramos en «Low expectation». Heavy-psych lleno de fuzz y efectos bajo luminosos ritmos. Sobre una base hard-rock, la banda consigue adaptar el tema a su particular sonido.

Cambiando el registro, «Stoneface jambore» es adornado con el exotismo del sonido del sitar. Bellos pasajes psico-folk con un cierto aire medieval flotan entre un sinfonismo turbio y envolvente.

A pesar de que el sonido de THE IVORY ELEPHANT nace de los sesenta, no dudan en ofrecernos temas que suenan actuales.  «Hard case», con sensuales voces pseudo-jazz y un sonido retro aportado por el órgano, las guitarras no faltan a su cita para completar otro versátil y atrayente corte.

A estas alturas, no hay ninguna duda de la calidad de los australianos, pero aún así, «Jazzhead pt.2» es un nuevo coqueteo con momentos jazz. Elegantes pasajes de guitarra se conjugan con esa batería jazzera y una atmósfera en tonos sepia. Oscuros y melancólicos, no pierden su aura psicodélica. A pesar de adornar el tema con breves resplandores, sucumben a la tristeza para concluir con una aturdidora espiral de efectos.

El álbum fue grabado en Soundpark Studio’s en Melbourne, al igual que su último álbum «NUMBER 1 POP HIT. siendo mezclado por Andrew Hehir.

«STONEFACE» está disponible vía Kozmik Artifactz.

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