Reseña: PAPIR.- ‘IX’

El trio danés PAPIR lleva años en la escena sin hacer mucho ruido, pero con el respeto de la audiencia. Su escasa presencia en festivales y el rango limitado de sus conciertos pudieran hacer dudar a alguien del talento que atesoran, pero la realidad es bien diferente. Han pasado quince años desde su primer álbum y su capacidad para sorprendernos sigue estando intacta. Fieles a su sonido y a la libertad para seguir explorando nuevos territorios en su continuo viaje sonoro, con ‘IX’ nos presenta un trabajo sin cadenas, sin ataduras, con largas canciones que gravitan libremente entre los estilos que la banda lleva investigando desde hace años. Su psicodelia instrumental, se colorea de finas texturas post-rock, impulsadas por hipnóticos ritmos kraut en un caleidoscopio de música ambiental exenta de etiquetas. Hemos tenido que esperar tres años desde su anterior álbum ‘7’ (reseña aquí), y ahora con mas de 70 minutos de mágicas canciones parecen compensarnos con ‘IX’. Puede que la ausencia del 8 en la numeración de sus albúmenes no sea ninguna casualidad (deberé de comprobar este dato), y la banda haya querido compensar la espera. Lo cierto es que estas jams contiene todos los elementos que un amante de la psicodelia y los sonidos ambientales más experimentales desearía escuchar. El viaje auditivo de los daneses presenta composiciones fluidas que se alargan en bucles infinitos que siempre vuelven al redil. Esta capacidad para llevar al oyente a donde quieren es uno de los elementos diferenciadores de su sonido. Largas improvisaciones que van tornando su aspecto en una mutación orgánica entre etéreas atmósferas.

‘IX’ está disponible vía Stickman Records.

PAPIR son:

Nicklas Sørensen – Guitarra
Christoffer Brøchmann Christensen – Batería
Christian Becher Clausen – Bajo

‘I’ ofrece más de nueve minutos de placidos sonidos ambientales en los que las reverberaciones lisérgicas aparecen en bubles acompañando a finas texturas post-rock.

‘II’ es una fusión de elementos ambientales, ritmos kraut y momentos drone en su parte inicial, para convertirse en una locura psicotrópica en un aparente caos instrumental que te volará la cabeza. Con algunos teclados la banda hace que la pista vaya y venga alternando la pusa magnética de sus bellas melodías, con un aquelarre psicodélico de un aspecto caótico. Pero PAPIR se sabe mover en el caos y convertirlo en algo plácido.

Con un sonido algo más ortodoxo, la melancolía parece invadir ‘III’. Otra suave canción que gravita entre luces y claros entre delicados y pausados acordes. Con teclados envolventes la banda se inclina a territorios más progresivos con una sobriedad pasmosa. En una evoluciona un escenario post-rock prescindiendo caóticos pasajes.

‘IIII’ contiene una variedad de sonidos vintage evolucionando en una jam en la que todas las piezas parecen encajar. El virtuosismo de Nicklas a las seis cuerdas hace que las espirales se sucedan entre sus implacables ritmos. La repetición como argumento para desarrollar idead sonoras de lo más dispares y atractivas.

Los ensoñadores pasajes de ‘IIIIII’ corrobora la inclinación hacia la música ambiental de PAPIR. Un lento génesis que se convierte en un gratificante bálsamo para el oyente.

Como continuación de la pista anterior ‘IIIIII’ parece recoger el relevo con un tono más colorista sin renunciar a su esencia ambientales. De nuevo en un tono algo melancólico las bellas melodías se suceden en un escenario sonoro minimalista. Música ambiental en su máxima más hermosa expresión.

Si la mayor parte de los cortes anteriores gravitaban entre los 10 minutos, ‘IIIIIII’ es una jam de más de veinte minutos de devaneos instrumentales en los que la elegancia del jazz, convive con la psicodelia en un sofisticado baile sonoro. Armándose con pausa, la canción contiene elementos que la van moldeando entre espirales rockeras, atmósferas progresivas y por supuesto esa psicodelia ensoñadora que llevan en sus genes. Con un flujo constante la pista ofrece los momentos más pesados del álbum con los instrumentos de los tres músicos brillando con luz propia. Una constante evolución que pule sus aristas haciendo que la fisonomía de la jam mute a cada instante hasta llegar a un susurrante y ensoñador ocaso con el que mecen al oyente  

Papir

Stickman Records

Reseña: YAWNING BALCH.- ‘Volume three’

Las prolíficas sesiones en el desierto de Joshua Tree grabadas en la primavera de 2024, siguen dando sus frutos con nuevo álbum divido en dos jams atmosféricas que transmiten el espíritu genuino del desierto. Cinco horas en la que el guitarra de FU MANCHU, BOB BALCH se une a las leyendas del rock instrumental del desierto YAWNING MAN, tocando libremente guiados por sus instintos y por su amor al desierto nos llevan a otro álbum especial. Un álbum ideal para ponerte al final de una dura jornada laboral y dejar que tu mente se expanda gracias a los mágicos sonidos que estos veteranos músicos son capaces de crear.  En consonancia con sus dos propuestas anteriores, «Volume Three» se despliega como otro fascinante viaje instrumental psicodélico y post-rock elaborado con amor por estos músicos experimentados. Dando la bienvenida de nuevo a la leyenda del rock del desierto Mario Lalli en el bajo, el cuarteto se desliza sobre riffs ondulantes y cargados de reverberación, líneas de bajo mágicas y percusión estilizada para una sesión de 35 minutos de ensueño impresionante. Un viaje expansivo y revelador nacido de horas de improvisación que afortunadamente ven la luz para gozo de los que amamos esta música ensoñadora y volátil. Esperemos que estos chicos repitan la jugada y podamos seguir disfrutando de más trabajos como este en el que la libertad cretiva es la protagonista, sin ataduras ni planes preconcebidos.  

YAWNING BALCH son:
Gary Arce – guitarra
Bob Balch – guitarra
Mario Lalli – bajo
Bill Stinson – batería

‘The taos hum’ plasma a la perfección la esencia atmosférica de la mejor banda que ha sabido describir la soledad y la magia del desierto, YAWNING MAN. La pulsante línea de bajo de Mario Lalli, se ve cruzada por los envolventes pasajes de la dupla de guitarras. Entre pedales efectos y reverberaciones, la pista conjuga a la perfección el espíritu de los pioneros en retratar los sonidos de las solitarias dunas. Con melodías entrecruzadas y un cadente ritmo la belleza aflora en cada acorde en este particular espacio sonoro preparado la introspección. A relajación que sus melodías transmiten, es el resultado de la simbiosis que estos experimentados músicos consiguen tocando juntos y dejándose llevar por sus instintos. De esta manera todo fluye con ligereza para crear un hermoso tapiz sonoro logrando transmitir al oyente un sinfín de sensaciones que los propios músicos trasladan a sus instrumentos. Esos maravillosos sonidos atmosféricos bañados en una cierta melancolía consiguen un bello tapiz sonoro con el alma del desierto como protagonista. A lo largo de sus veinte minutos, la pista va oscilando con momentos de caos que de una manera natural retoman la cohesión volviendo al punto de partida. Una licencia que cualquier músico puede permitirse en una jam de estas características.  

La segunda jam, ‘Winter widow’ baja la intensidad en su apertura para lentamente ir construyendo una pieza cohesiva en la que sus paisajes sonoros invitan a la relajación y el disfrute. Ese tono atmosférico se traduce en largos pasajes repetitivos repletos de reverberaciones y sonidos que se superponen con delicadeza. La pista pasa por una competición de pedales que se suceden en una lucha por llegar mas arriba en experimentación. Lo cierto es que los excesos son contrarrestados por los mismos músicos en transiciones pausadas que van haciendo mutar la intensidad sin que en ningún momento se pierda el rumbo trazado, si es que este existe.

YAWNING MAN:
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HEAVY PSYCH SOUNDS:
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Reseña: PEACEBONE.- ‘Blame The Bird’

En su nuevo EP ‘BLAME THE BIRD’, la banda suiza PEACEBONE se adentra en un territorio más oscuro y psicodélico que antes. El quinteto suizo con base en Vevey navega entre la alegría y el dolor, avanzando hacia la curación con su rock psicodélico infundido con blues stoner. Con cinco hermosas y sinuosas canciones la banda conjuga momentos de claridad etérea a través de una seductora voz entre un crisol de influencias estilísticas perfectamente ensambladas. Elegancia post-rock, bucolismo folk, rock clásico, ecos alternativos y una psicodelia contemporánea de exquisitos argumentos son soportados por una base rítmica arenosa que evoca los escenarios del desierto a través de riffs masico. Estamos ante un trabajo sumamente emocional en el que sus canciones nos arrullan en canto celestial de belleza infinita. La composición de sus canciones y unos acertados arreglos hacen de ‘BLAME THE BIRD’ un descubrimiento maravilloso de una banda con mucho talento.  Toda una experimentación que les lleva a obtener un sonido propio rico en matices sonoros que oscila entre la suavidad de canciones con ropajes de baladas empapadas en reverberaciones, y la contundencia de unos riffs pesados y difusos en un espacio colorista. Bordando temas emocionales, PEACEBONE reflejan en sus canciones sus propios demonios en un acto de liberación de las creencias destructivas, y lo hace de una manera impresionante. Otro regalo sonoro sumergiendo en miel que se erige como entre los mejores trabajos de las últimas semanas.

‘Don’t Blame The Broken‘ es un canto seductor que desarrolla en un hermoso Jardín del Edén en el que el blues y la psicodelia mas floreada coquetea con difusos riffs guiada por una voz cautivadora. Una canción terapéutica que invita al optimismo y en la que la banda plasma su fuerza con gruesos riffs, distorsiones y crescendos majestuosos, convirtiéndola en una auténtica bestia sonora. Sensual y poderosa, la pista brilla con luz cegadora entre sutiles guiños folk.

En un acolchado espacio de neo-psicodelia con tintes alternativos, ‘Never run away’ oscila en un espacio sonoro construidos en distintas capas ofreciendo diferencias estancias sonoras al oyente. Bajo una tormenta de verano, la mente se escapa a un mundo onírico donde los peces hablan y deambulamos por una ciudad teñida de rosa. Melódica y dulce, la seductora vez sirve de faro a otra canción que no le falta de nada. Lisérgica y contundente la volatilidad de sus melodías transciende la fiereza de sus riffs arenosos.

‘Whisper of hope’ sirve de interludio instrumental de menos de un minuto antes de la partida de ‘Break new’. En ella, la banda explora la ansiedad de sentirse irremediablemente roto y el costo destructivo que esto puede tener en las relaciones con una apuesta sonora que conjuga elementos post-rock, con momentos de dark-folk y una eufórica y estimulante instrumentación. Oscilando suavemente en cambios constantes de registro, el tema se eleva impulsado por notables solos de guitarra que se hacen hueco en una densa y turbia instrumentación.

La dulce y elegante ‘Hold me now’ cierra el trabajo con bellos pasajes de psicodelia aromatizada y un monumental acompañamiento. Una seductora canción en la que la sensual voz nos arrulla en un gratificante abrazo sonoro.  Ese cálido sonido refleja el potencial de una cantante ciertamente sensacional. Sus oníricos pasajes flotan en atmósferas algodonadas presididas por la belleza.

Peacebone

Sixteentimes Music