Reseña: RUBY THE HATCHET.- ‘Fear is a cruel master’

Cinco años después de la publicación de su alabado álbum ‘PLANETARY SPACE CHILD’, la banda de New Jersey está de vuelta con ‘FEAR IS A CRUEL MASTER’. Un thriller desgarrador con el que la banda muestra al mundo toda su crudeza, pero también toda su maestría en el trabajo melódico, con canciones pegadizas y llenas de energía. Sus cuidadas melodías vocales contrarrestan la fuerza de sus ritmos y riffs pesados. Un magnífico compendio de sonido vintage con la suficiente fuerza como contentar a los paladares más exigentes.  Impulsados tanto por guitarras exuberantes y nítdas, que serpentean por el heavy-rock de los 80’s, como por un órgano que emana cuidados pasajes melódicos más propios del rock progresivo. Las canciones parecen diseñadas para el lucimiento de ese portento vocal que es su cantante Jillian Taylor, capaz de arrullarnos con su dulzura, o de zarandearnos con toda virulencia. Un álbum pesado y sinfónico a partes iguales, en el que el rock de siempre adquiere una nueva dimensión. Con un sonido impecable, cada canción nos ofrece un estado de ánimo diferente, algo que enriquece sumamente este nuevo álbum de la banda de Filadelfia. Instalados en vibraciones vintage, RUBY THE HATCHET saben como sacar el máximo partido a cada canción. Sus conmovedoras melodías siempre encuentran la forma perfecta para seducir al oyente en este aquelarre de sonidos de rock clásico, con brillantes momentos psicodélicos y progresivos. ‘FEAR IS A CRUEL MASTER’ personifica el estado de ánimo del período de encierro en el que fue escrito, y como resultado tenemos un álbum ardiente, sensual, emotivo, a la vez que espontáneo y sumamente divertido, que te proporcionará una agradable escucha.  

RUBY THE HATCHET son:

Jillian Taylor – voz
Johnny Scarps – guitarra
Lake Muir – bajo
Owen Stewart – batería, voz
Sean Kahn Hur – teclados, órgano

‘FEAR IS A CRUEL MASTER’ está disponible vía Magnetic Eye Records.

‘The change’ escarba en el legado del heavy-rock de los 80’s entre atractivas y seductoras melodías vocales. El tema se colorea con sutiles pinceladas progresivas enriqueciendo su sonido y dotándole de una gran luminosidad.  Un corte sobrio en el que encontramos algunos momentos de brillante retro rock que transitan por una senda de suavidad. La voz de Jillian se muestra esplendorosa como perfecto contrapunto a la pesadez de un sonido que coquetea con el rock clásico entre estribillos pegadizos. La canción captura esos sentimientos de cambiar de este estilo de vida joven, despreocupado y roquero a envejecer y tratar de ser fiel a ti mismo y a lo que amas desde el lado salvaje… mientras te das cuenta de que no todo te sigue sirviendo. Las cosas que suceden en gira, para bien o para mal, viajar a otros países y la gente está cantando tus canciones, ese crecimiento y camaradería que obtienes en el camino, no hay nada como eso.

Con una aparente mayor contundencia, ‘Deceiver’ sigue la estela del corte anterior. Una poderosa instrumentación y todo el poder melódico de la voz tejen un corte de hard-rock vigoroso y de fácil escucha. Oscilando entre los melódico y la pesadez.

Sin salirse del guion ‘Primitive’ se muestra con más garra, tanto vocal como en sus entrañas. Su dinámico ritmo se balancea entre golpes de rock clásico y hard-rock con un sonido difuso, aclarado por la portentosa voz de su cantante, que en esta ocasión parece dejar de lado su sensualidad para sacar a relucir todo su poderío. Vibrante y enérgico el corte nos regla algunos buenos solos de guitarra amortiguados con una envolvente instrumentación y un hipnótico y poderoso bajo.  

Sucumbiendo a un sonido más sinfónico, ‘1000 years’ explora suaves paisajes sonoros llenos de dulzura. La hermosura de las melodías vocales se adorna con delicados pasajes dotados de una gran belleza. Balsámico y sumamente reconfortante, el corte refleja a una banda rebosante de sensibilidad.

‘Shootsayer’ eclosiona en una atmósfera psico-progresiva de tintes retro mostrando todo el potencial de la banda. Una sutil línea de bajo nos pone en situación antes de desplegar los encantos de una pegadiza armonía adornada con enriquecedores elementos que nos sitúan en un espacio sonoro más propio del hard-rock de los 70’s. Sus suaves y delicadas melodías contrastan con las embestidas de fuerzas auspiciadas por incisivos solos de guitarra y el envolvente sonido del mágico órgano vintage.

Sin salirse de su particular estilo ‘Lasta saga’ explora espacio hard-progresivos desde una mirada amable y suave. Las atractivas melodías de rock clásico son un argumento suficiente para caer rendido a los pies de esta hermosa canción. Combinando voces con gran acierto, RUBY THE HATCHET se muestran como una banda solvente en la ejecución de sonidos más propios del pasado. Casi en ‘modo balada‘ consiguen crear un corte lleno de belleza aportando una especial luminosidad a su sonido. Pero no nos engañemos, porque entre sus delicados pasajes melódicos afloran contundentes solos de guitarra entre unos ritmos sólido como rocas.

Envueltos en la oscuridad, ‘Thruster’ se desarrolla entre riffs inquietantes y melodías ensoñadoras. Nuevamente desplegando todo su arsenal seductor, Jillian muestra su lado más sombrío en un ritual de rock ocultista más propio de otros tiempos. Un equilibrado corte en el que la banda reparte el protagonismo entre el sonido penetrante del órgano con sus riffs melodiosos.

 ‘Amor gravis’ pone el punto final al álbum con golpes de heavy-rock oscuro y pesado. Dinámico y oscilante, el tema cuenta con influencia Sabbathicas en una nueva ceremonia ritual en la que la sensualidad aflora en cada estrofa. Un contraste que resulta prometedor y cautivador a partes iguales.

RUBY THE HATCHET:
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MAGNETIC EYE RECORDS:
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Reseña: SONIC FLOWER.- ‘Me and my bellbottom blues’

SONIC FLOWER, el proyecto paralelo de la legendaria unidad psicodélica japonesa CHURCH OF MISERY, nos presentan ’ME AND MY BELLBOTTOM BLUES’, su álbum más pesado y ácido hasta la fecha. Instalados en los sonidos heavy-blues de los 70’s, cada canción se muestra cruda e impactante. Guitarras que se enzarzan en solos interminables en los que la psicodelia aflora en cada riff, ritmos estruendosos y una línea de bajo realmente poderosa, hacen que las canciones se muestren llenas de rabia. Un gratificante viaje a los albores de la música pesada con el blues como protagonista. Todo un regalo para los amantes de bandas como CACTUS, SIR LORD BALTIMORE, BLUE CHEER o el mismísimo HENDRIX, pero también manteniendo intacta una parte de la esencia de su banda matriz, CHURCH OF MISERY. Un álbum impactante lleno de buenas canciones con las que conquistar a los que todavía no los conocen. Estamos ante una bacanal psicotrópica sustentada en blues más primitivo, pero que cuenta también con sonidos difusos más propios de los nuevos tiempos. Rock vintage, rock retro, sí; pero tan sumamente fresco, pesado y diabólico, como para caer rendido a sus pies. Estos hijos bastardos de bandas como FLOWER TRAVELING BAND saben perfectamente cómo manejar los hilos para trasladar al oyente al corazón de los 70’s con una música ácida y corrosiva, pero sumamente fascinante. Capaces de hacer que se levanten de sus tumbas esos viejos rockeros con largas melenas y chupas de cuero que se quedaron en el camino. Un verdadero homenaje al rock más lisérgico y salvaje.

SONIC FLOWER  se formó como un proyecto paralelo de Church of Misery en 2001. Tatsu Mikami (bajista de Church Of Misery) y Takenori Hoshi (guitarrista del segundo álbum de Church of Misery, «The Second Coming») se unieron para tocar más blues y rock pesado instrumental. influenciado por actos de los 70 como Cactus, Grand Funk Railroad, Groundhogs o Savoy Brown. La guitarrista Arisa y el baterista Keisuke Fukawa se unieron rápidamente a ellos. En 2003, lanzaron su álbum debut homónimo de rock pesado y blues ‘Sonic Flower’ en el sello japonés Leafhound Records. Este disco instrumental improvisado con doble guitarra fue aclamado internacionalmente, y tuvieron la oportunidad de apoyar a Electric Wizard, Bluebird o Acid King en sus shows en Japón.
En 2005,  SONIC FLOWER fue al estudio a grabar material nuevo, pero como Arisa estaba embarazada y prevalecían los trabajos diurnos, pusieron a la banda en pausa después de la sesión de grabación. Estas grabaciones han estado durmiendo en la bóveda durante quince años hasta que Tatsu decidió reformar la banda en 2018. Esta vez se asoció con el ex cantante de Church Of Misery: el resultado fue su nuevo álbum ‘Rides Again‘, 2021 a través de Heavy Psych Records. Su nuevo álbum ‘ME AND MY BELLBOTTOM BLUES’ tiene al guitarrista Fumiya Hattori uniéndose a la guitarra, para un lanzamiento a fines de septiembre en el sello italiano. Grabado en Tokio a principios de 2022 y mezclado por el gurú del doom japonés Yukito Okazaki de Eternal Elysium , ‘ME AND MY BELLBOTTOM BLUES’ es «su mayor trabajo hasta la fecha», según Mikami.

SONIC FLOWER son:
Tatsu Mikami – Bajo
Kazuhiro Asaeda – Voz
Fumiya Hattori — Guitarra
Toshiaki Umemura – Batería


‘Swineherd’, aúlla con olor a heavy-blues entre riffs ácidos y ritmos Stoner. Como si de repente nos hubiéramos hecho un viaje en el tiempo los ecos de los primeros Whitesnake aparecen en un corrosivo corte con olor a cannabis. Un sonido sucio más propio de otros tiempos, pero robustecido con distorsiones. Sus fuertes tambores, ese bajo tosco y los solos ácidos, unidos a la gritona voz, hacen al tema imprescindible para conocer a esta banda. Sin duda esto es echar un órdago a las primeras de cambio.

Con nuestros sentidos todavía aturdidos por el corte anterior, ‘Love Like Rubber’, con su fantástico groovy destilla blues psicodélico de alto octanaje. Con una cadencia Sabbath, los ecos del proto-metal se embadurnan de blues viscoso en otro corte de gran pesadez. Tosco en su presentación, su orgánico sonido hace que en tu cabeza retumben esos ritmos monolíticos y corrosivos.

‘Black Sheep’ eclosiona entre gruesos riffs por una senda retro en la que el blues ácido es el protagonista. Voces rabiosas aportan el tono de crudeza necesario para una propuesta como esta. Heavy-blues asesino con un groovy que de inmediato conecta al oyente a su particular espiral lisérgica. Su incuestionable espíritu retro hace que el tema se construya a semejanza de los temas primitivos de comienzos de los 70’s. Más de seis minutos en los que los japoneses dejan espacio para impactantes solos de guitarra bajo una instrumentación, en esta ocasión, más contenida.

 Entre distorsiones y gruesos golpes stoner, ‘Captain Frost’ mantiene el nivel con elementos más contemporáneos sobre una base heavy-blues completamente atronadora. Construido sobre un riff que se repite, las melodías vocales y su sucio sonido se complementan con acierto para mostrarse como un corte lleno de autenticidad. El tema cuenta con los habituales guiños a los sonidos más psicotrópicos y una dualidad de guitarras bien ensambladas.  

En una atmósfera más pantanosa, la humeante ‘Quicksand’ nos sitúa en un entorno sureño propio del swamp rock. Otro corte intoxicante y pesado que combina el blues rural con vibraciones más plomizas. Rítmico y con gancho, el corte se desarrolla en una espiral que repite su armonía manteniendo su espíritu 70’s. Algo más psicodélico que el resto de canciones, su sencilla estructura resulta de fácil digestión para el oyente.

Con más duración que los temas precedentes, ‘Poor Girl’ no se sale del guionEn esa frontera entre el hard-rock más primitivo, el blues pesado y humeante es el leit motiv de otra canción ácida y cruda. El tema cuenta con brillantes pasajes de psicodelia ácida en los que la banda deja fluir su creatividad por esa senda marcada por el blues, mostrando un aspecto más psicotrópico e hipnótico. Contenidos por momentos, SONIC FLOWER parecen divertirse con lo que hacen.

Con casi diez minutos, el tema de cierre del álbum ‘Sonic Flower’, retoma ese espíritu de jam en una bacanal de sonidos lisérgicos, hard-rock y por supuesto blues. En esta canción la rabia y la fuerza parece por momentos, ceder su ímpeto para ofrecer un entorno melodioso que contrasta con la crudeza del interior de sus canciones. Un gratificante viaje chamánico a las raíces de una psicodelia más propia de otros tiempos.

Sonic Flower official

HEAVY PSYCH SOUNDS

Reseña: MUTAUTU.- ‘Graveyard of giants’

‘GRAVEYARD OF GIANTS’, el segundo álbum de los retro-rockers finlandeses MUTAUTU presenta una mezcla de sonidos retro enraizados en las vibraciones de bandas como GRAVEYARD o THIN LIZZY con ciertos guiños a Neil Young en modo casi progresivo. Un verdadero plato gourmet, aderezado con sutileza con especias stoner, que consigue fusionar el hard-rock, el proto-doom de los 70’s en un auténtico manjar sonoro que hará las delicias de los paladares más exigentes. Una brillante mezcla que funciona auspiciado por una voz profunda y cautivadora. Sin inventar nada nuevo, MUTAUTU consiguen revitalizar unos sonidos añejos, con unas magníficas canciones creadas sobre sabrosas armonías de guitarra y una imprescindible atmósfera vintage. Usando con mesura elementos progresivos y con pinceladas de blues, el trio finlandés crea un álbum épico con una narrativa fantástica. Un bajo difuso, unas guitarras que chirrían entre riffs hard & heavy y una estructura armónica oscilante, son argumentos suficientes para sumergirse en unos surcos llenos de vida. Si a eso añades una magnífica voz y unas cautivadoras melodías, el éxito está garantizado. Su rock atemporal sirve para recordar que todavía se puede seguir escarbando en el infinito vergel de sonidos del siglo pasado, y hacerlo con solvencia y honestidad. Porque eso es precisamente lo transmite ‘GRAVEYARD OF GIANTS’, sonidos familiares, recreados con la personalidad de una banda nacía décadas después de que aquellos sonidos pesados conquistaran el mundo. Estamos ante un magnífico álbum que evoca los momentos en los que la música se tornó más oscura y densa, pero lo hace , desde la frescura y la serenidad. ‘GRAVEYARD OF GIANTS’ es un álbum que ningún fan del rock clásico de los 70’s debería perderse, porque si lo hace, se perderá un gran tesoro.

MUTUATU son:
Ismo – Guitarra y voces
Jyri – Bajo
Sampo – Batería

‘Ruins’ abre el álbum con un sonido a caballo entre Graveyard y Thin Lizzy. Un aroma retro se respira en una melodía juega con el hard-rock y el blues de los 70’s. Suave en su desarrollo, el tema nos ofrece una visión de vibraciones vintage en las que se aprecia la herencia de los sonidos nórdicos de los 70’s. Con algún elemento progresivo, la canción contiene buenos solos de guitarra que de inmediato fascinaran al oyente en un ambiente que a buen seguro te resultará familiar.

En un entorno más sosegado, ‘Lost shoes blues’ contiene humeantes pasajes psicodélicos sobre su estructura blues. Suave en su desarrollo, las cuidadas melodías parecen acariciar al oyente en un escenario presidido por la melancolía. Con algún riff difuso y una cálida línea de bajo consiguen que la canción resulte como un agradable bálsamo sonoro. Otra canción con un sonido atemporal que conjuga los ecos del rock clásico con algunos momentos stoner. Resulta muy atractivo el equilibrio entre el grosor del bajo con el wah wah de la guitarra en este oscuro corte.

‘Hear them coming’ se muestra más luminoso en un relato con nítidos elementos de hard-progresivo y buenas melodías que parecen mirar de reojo al legado de Neil Young. Una pincelada sutil, pero sumamente enriquecedora de un tema que explorar sin rubor los sonidos vintage desde la calma. Una banda sonora de relatos de cuentos y leyendas en el que las melodías vuelven a tratarse con esmero. Su dinámico ritmo oscila balanceándose entre esas vibraciones más propias del siglo pasado.

La oscuridad de los sonidos proto-doom de su apertura, aparece ejecutada con pausa en ‘Graveyard of giants’. Un contraste fascinante en un corte que nos susurra con una instrumentación fornida pero que nunca sobrepasa el límite. Si bien la canción se envuelve en un turbio sonido, con el trabajo melódico consiguen el equilibrio. Un apacible paseo por espacios de calma en el que aparecen figuras más dinámicas que no eclipse su verdadero espíritu. De nuevo, el buen trabajo melódico da un brillo especial a otra canción que en sus entrañas tiene algo de Thin Lizzy, aunque serían muchas las referencias que podríamos usar para definir este sonido tan familiar.

‘Home’ recoge una épica legendaria más propia de otros tiempos. En tonos progresivos, MUTAUTU parecen escribir un relato heroico que rememora grandes batallas de armeros y caballeros. Un cuento mágico ejecutado con maestría y un ritmo pausado, en una canción que parece mirar con añoranza a un pasado glorioso.

Cabalgando en melodías de rock clásico ‘Lonely boy’ avanza entre golpes de hard-rock contenido y efectivo. En un tono optimista, la canción parece soportarse en elementos del medio oeste en una combinación sumamente atractiva. Un riff principal que se repite una y otra vez acaba por convencer al oyente.

Cerrando el álbum ‘Queen of rats’, con una vibración Neil Young, nos ofrece fantásticas y pegadizas melodías que se mestizan con momentos mas propios de Rory Gallagher. Suave y con una belleza cautivadora, sus melodías seducen al oyente entre pasajes psicodélicos y guitarras brillantes. Uno de los temas más elaborados y experimentales, con una superposición de guitarras que crean un aturdidor espacio. Un magnifica forma de concluir un álbum mágico y lleno de belleza.

Mutautu

Reseña: SULA BASSANA.- ‘Nostalgia’

Con veinte años de carrera, el ex guitarra de ELECTRIC MOON, Sula Bassana, publica un álbum con canciones que fueron compuestas y grabadas entre 2013 y 2018, y que parecen reflejar su lado más introspectivo. Con una notable influencia de los sonidos kraut, y psico-progresivos de los 70’s, la mirada espacial se muestra más rockera que trabajos anteriores. Evolucionando en su sonido, las canciones se presentan con elementos que las hacen mutar a un escenario más futurista y espacial. Sinfonismo, golpes de pesadez y elementos exóticos, conforman un trabajo introspectivo presidido por una extraña oscuridad. Porque los suaves pasajes de sus canciones, nos invitan a mirar hacia nuestro interior en este gratificante viaje sonoro. Mas melódico pero los suficientes elementos psicodélicos y espaciales, Sula no tiene rubor en mirar al jazz para dar brillo a alguno de los temas, como también tiene reparos en aportar riffs más contundentes y ácidos en algunos pasajes. Pero sobre todo, el flujo constante de suave rock espacial, preside el conjunto de las canciones.  Con alguna voces chamánicas, las canciones cobran un gratificante poder narcótico para sumir al oyente en un mágico sueño lleno de alicientes.  ‘NOSTALGIA’ no es de esos álbumes que te pones por las mañanas para despertarte, pero si de los que te ayudar a la relajación y a la expansión de la mente, porque en eso, Sula es un maestro.

Después de algunos álbumes más orientados a la electrónica, este nuevo disco está enfocado más al estilo de los álbumes orientados al rock como Dreamer, The Night, Dark Days o Live At Roadburn 2014.

Sula Bassana es el pseudónimo de  Dave Schmidt, el multi-instrumentista, que toca en Zone Six e Interkosmos (y ha tocado en Electric Moon, Psychedelic Monsterjam, Krautzone, Weltraumstaunen, Liquid Visions, Growing Seeds, etc.).

Toda la música compuesta, interpretada, grabada, producida y mezclada por Sula Bassana (Dave Schmidt) en su Amöbenklangraum. Música grabada entre 2013 y 2018. Últimas sobre-grabaciones y voces grabadas entre 2019 y 2021.

Sula toca guitarras, bajos, batería, sintetizadores, órgano, Mellotron y sitar eléctrico e incorpora algunas voces en las pistas 1 y 2. ‘NOSTALGIA’ está disponible vía Sulatron Records.

‘Real Life‘ nos sumerge a las primeras de cambio en una atmósfera meditativa. Un entorno psicodélico ejecutado desde la calma y enriquecido con calidad y chamánicas voces, algo que supone una novedad en las composiciones de Dave. Su pausado tempo, hace que el corte se tome su tiempo para eclosionar, pero cuando sucede, lo hace de una manera esplendorosa. Melodías envolventes con un cierto tono floydiano, se conjugan con una pesadez intrínseca pero comedida. Sus exóticas melodías salidas de las cuerdas del sitar flotan en ese apacible espacio sonoro para gratificar nuestros sentidos proporcionando al oyente una grata sensación de bienestar y relajación. Prescindiendo de los elementos electrónicos que habían marcado sus álbumes previos, la canción es todo un bálsamo sensorial impregnado en sustancias psicotrópicas. La parte final nos ofrece un espacio monumental espacio psico-progresivo de gran belleza.

En un tono más experimental ‘We Will Make It’ explora calmados espacios psicodélicos. Un suave susurro adornado con bellas melodías de guitarra va evolucionando a un entorno de oscuridad de gran magnetismo.  Una mirada a los orígenes del kraut rock de los 70’s con los suficientes elementos psicodélicos como para seducir a los amantes de los sonidos más ‘viajeros’ Estamos ante una canción que hace gravitar livianamente sus elementos con un resultado balsámico para el oyente. Hipnótico y misterioso, el corte se adorna con un tono espacial que es como un gratificante viaje a los confines del cosmos. A pesar de los numeroso sintetizadores, la canción mantiene ese espíritu rockero predominante en todo el álbum.

Cuando pones a una canción el nombre de ‘Nostalgia’ no parece difícil adivinar cual puede ser su contenido. La dulzura en tonos grises aparece en cada nota proporcionando una atmósfera melancólica con ciertos elementos jazz. Su elegante sinfonismo le aporta un aroma vintage muy apetecible. Aquí los elementos progresivos predominan entre suaves ritos que no terminan de explorar, sino que mantiene la calma y la tristeza a lo largo de toda la canción.

‘Wurmloch’ nace entre efectos creando una sensación de misterio desde algún lugar del cosmos infinito. Un reducto para los sonidos espaciales auspiciado por los sintetizadores en una nueva experimentación sónica.  Sus tonos futuristas se envuelven en una neblina narcótica que rebaja la tensión. Explotando con dinamismo, sus tonos kraut aparecen sin complejos, mientras los efectos revolotean en el ambiente creando un espacio en el que la psicodelia espacial se desarrolla en su hábitat natural. Usando todos los ingredientes característicos del género, consigue crear otra banda sonora de película de ciencia ficción. El tema mas espacial e hipnótico del álbum. En la parte final, la canción se dota de profundos solos de guitarra rebosantes de psicodelia y una mayor intensidad rítmica. Un tránsito evolutivo que funciona a la perfección.

El álbum cierra con la oscura ‘Mellotraum’. Sin salir de ese escenario futurista, l canción parece incidir más en la exploración progresiva con un persistente tono sinfónico. Completamente instrumental, los sonidos de un nuevo mundo se presentan ante el oyente ofreciendo un espacio innovador. Suave y balsámico, el corte no desdeña algunos momentos kraut en su sinfonismo empírico.

 Sula Bassana 

Sulatron Records

Reseña: HEAD.- ‘Satisfaction’

Canciones sencillas, pero con mucho groovy que van explorando desde el blues, la psicodelia y el puro hard-rock nacido en los 70’s. Rock en estado puro en todas sus versiones, ejecutado por la vía directa. Sin ornamentos superfluos, las nueve canciones respiran rock sin complejos. Sin andarse con rodeos, los canadienses HEAD, toman la vía rápida para llegar al oyente con su particular fiesta de rock and roll como en los viejos tiempos. Riffs, ardientes ritmos, y voces que evocan los momentos mas brillantes el hard-rock, son los ingredientes usados para seducir al oyente con toda su crudeza. Con cada instrumento cumpliendo a la perfección su rol, HEAD no se complican, y lleva a la máxima expresión aquello de ‘menos es más’. Un groovy que te engancha y que recuerda la banda sonora de los clubs nocturnos de los 70’s cada canción tiene su propia personalidad. Ganchos de guitarra irresistibles y la dualidad vocal ‘chico-chica’ son argumentos suficientes para caer en las fauces de ‘SATISFACTION’. Un álbum de alto octanaje que te lleva a empujones a la pista de baile evocando tus mejores momentos de juventud, cuando te rebelabas al mundo. Pero como no solo de rock vibrante vive HEAD, también nos ofrecen canciones aterciopeladas envueltas en un manto psicodélico con aroma cannabico. La dulzura y sensibilidad de la voz de Elyse nos traslada por momentos al verano del amor en las canciones más suaves y psicodélicas del álbum, lo que aporta alicientes a una buena escucha. En definitiva, ‘SATISFACTION’ es un álbum hecho en pleno siglo XXI, pero es un álbum en el que los sonidos vintage de los 70’s cobran una nueva dimensión. Bandas como HEAD, vuelven a corroborar que el rock de siempre sigue todavía muy vivo, por mucho que haya quien siga diciendo eso de…’ya no se hace música como la de antes’.

HEAD son: Hunter Raymond (batería y voces), Elyse Besler (bajo y voz) Michael Starnino (guitarra). ‘SATISFACTION’ está disponible vía Fuzzed and Buzzed.

‘Shudder’ nos traslada al corazón de los 70’s con su heavy-blues crudo y ácido. Con una buena combinación de voces, el sonido de la canción evoca momentos más propios de bandas como Graveyard o Witchcraft adornados con tonos soul. Una nueva revisión de los sonidos vintage del siglo pasado ejecutado con una mirada mucho más contemporánea.  Un tema directo que nos da la medida de lo que nos podemos encontrar en el resto del álbum.

Bajando la intensidad ‘Spell’ reposa en suaves pasajes psicodélicos auspiciados por una voz femenina llena de sentimiento. En un perfil bajo, el tema habita en una envolvente atmósfera adornada con algún buen solo de guitarra, sin perder su alma blues-soul entre una neblina de fuzz.

Runaway’ se precipita en un torrente de rock and roll con estribillos y coros pegadizos. Una vuelta a los 70’s en todo su esplendor. Guitarras chirriantes y voces con mucho gancho componen un tema dinámico que mantiene la esencia vintage.

En un tono más hendrixiano, el uso del wah wah en ‘Queen’ nos devuelve a mediados de los 70’s. Un sonido retro que bebe del blues y en el que encontramos elementos psicodélicos. Las cuidadas melodías vocales y un ritmo lo suficientemente dinámico hacen de ‘Queen’ otro corte ganador. Con un ritmo contundente, las guitarras ponen la nota de color con solos que se superponen haciendo cambiar la fisonomía de la canción para convertirla en luminosa y fresca.

Instalados en los sonidos del rock clásico, el blues aflora en cada nota con golpes de rabia en ‘Shake’. Otra canción con una estructura sencilla que se engrandece con la alternancia de voces de y coros, entre difusos riffs. Rock en estado puro en una invitación una fiesta vintage.

 
En un tono más toco y alternativo, ‘Strychine’, con fuerte ritmo y riffs ásperos soporta las veleidades blues y de puro rock and roll. Ondulante pero siempre ofreciendo momentos divertidos, los solos de guitarra se combinan con una narrativa de blues crudo y vitalista.

‘Out for blood’ golpea con toda su fuerza hard-rock combinando voces y coros e incorporando la acidez de una guitarra que se desangra en sus solos. El ritmo, más difuso en esta ocasión, no da tregua en otra canción rebosante de fuerza.

En contraste con el corte anterior, ‘Your money’ se desarrolla entre nebulosas lisérgicas y golpes de rock clásico. Con su sonido amortiguado, la canción presenta elevaciones de intensidad entre coros y estribillos manteniendo un perfil más bajo en su desarrollo.  En cualquier caso, la banda sigue fiel a su fórmula.

‘Hound dog’ desciende definitivamente hacia un sonido más pausado en el que el blues toma el protagonismo. Con un groovy pausado, la canción ofrece buenos solos de guitarra entre los habituales juegos vocales que encontramos en el resto de las canciones. La senda clásica del blues narcótico se transita para mostrar el lado más psicodélico y chamánico.

Head

Fuzzedandbuzzed