Continuando con las historias ocultas de Cancervo (montaña local en el corazón del valle en el que reside la banda) sobre sus tierras, CANCERVO continúan encantados por los cuentos populares, las leyendas y las ricas tradiciones locales en su nuevo álbum ‘II’. En busca de sus raíces doom, el álbum toma cada vez más fuerzas motivadoras de principios de los 70’s y abandona ligeramente los momentos psicodélicos de su debut. A diferencia del su primer álbum que fue completamente instrumental, esta nueva entrega incorpora voces en la mayoría de las pistas. En este fascinante recorrido explorando los mitos locales y las bellezas escénicas, la banda sigue un guión perfectamente concebido para desarrollar canciones doom por la ladera más ortodoxa del género. Sin artificios, y mostrándose como una banda sumamente pesada, la umbría de sus canciones parece llevarnos a un espacio mágico reinado por fuerzas misteriosas. Todo un ritual tenebroso y ocultista en el que la psicodelia nos aturde con profundos pasajes de guitarra que hacen de contrapeso a la severidad de sus lentos riffs. Una voz grave parece invocar a las fuerzas del mal, en un sortilegio desarrollado en la profundidad de bosques humeantes y lóbregos.
CANCERVO son: Luka (Bajo y voz), Francesco (guitarras) y Sam (Batería).
‘II’ está disponible vía Electric Valley Records.

‘Arera’ cruje con unos riffs turbios y difusos. Golpes de doom ejecutados lentamente, pero golpeando con contundencia. Voces fantasmales en un entorno de oscuridad nos acechan creando una inquietante atmosfera misteriosa. Como si estuviéramos en alguna sima tenebrosa, los ecos del proto-doom son usados para crear una canción pesada como un paquidermo que se muestra perezoso en su caminar. Su excelso y grueso bajo es contrarrestado con unos solos de guitarra que aporta la nebulosa perfecta para un tema que se debate en esa sima psycho-doom.
El poder de la distorsión es usado en ‘Herdsman od grem’ como punto de partida de un relato en el que el doom más ortodoxo se ejecuta sin rubor. Parsimonioso y con un aura ocultista, la canción parece caminar por bosques brumosos con olor a azufre. Un ritual tenebroso en inquietante en el que todo sucede lentamente. Narcótico y con las dosis suficientes de psicodelia, la canción se despereza sin prisas con ese deambular pausado y cansino. Algo que hemos visto muchas veces, pero que sigue resultando interesante para cualquier fan del género.
‘’The cult of Armentarga’ repite la fórmula, con un tempo lento y plomizo. En esta ocasión dando un mayor protagonismo a la voz con verdadera sustentadora del estandarte de estas fuerzas inquietantes y tenebrosas. Psycho-doom en estado puro, sin añadidos.
En una atmósfera más hipnótica, ‘Devil’s coffin’ baja las revoluciones desarrollándose en un espacio más psicodélico. Desde la sencillez, la canción se sustenta en una cálida línea de bajo sobre la que reparten sus efluvios lisérgicos con acordes de guitarra contenidos. El tema hace las veces de bálsamo entre la contundencia del resto de los cortes del álbum. No es hasta la parte final cuando los golpes de los riffs doom afloran.
‘Zambla’ expande sus riffs en una deflagración controlada. Los espacios psicodélicos presiden una canción que habita en las tinieblas mostrando un tono más sosegado. El tema avanza parsimonioso con su turbio sonido enriquecido con algún efecto envolvente con el que consiguen crean una nebulosa intoxicante para el oyente. Estirando cada acorde, la canción mantiene la tensión en un relato que parece no tener un final claro.
Con una introducción atmosférica ‘Zambel’s goat’ y sus tambores rituales, nos van introduciendo en una nueva travesía por oscuros espacios en los que la psicodelia se corona como protagonista. Lento en su desarrollo, el corte nos ofrece unas cálidas y pausadas voces que nos susurran mientras la canción va tomando forma. Así la banda crea un magnético entorno en el que desarrollar su particular brebaje lisérgico. Manteniendo un tono ceremonial, se alejan de ofrecernos riffs monolíticos, para crear un espacio devocional sin salirse de la oscuridad presente en todo el álbum.