Reseña: FREE RIDE.- ‘Ácido y puto’

ACIDO Y PUTO’ el nuevo álbum del trio madrileño FREE RIDE es una exploración sonora de la psique humana y las profundidades de lo desconocido. Este álbum se adentra en los aspectos misteriosos y a menudo inquietantes de la existencia, invitando a los oyentes a enfrentar sus miedos y abrazar la oscuridad interior. En este segundo trabajo esto hijos bastados de las generator-party de los desiertos californianos presentan nueve canciones que no te dejarán indiferente.  He visto a estos chicos crecer musicalmente desde sus inicios, he visto como han ido evolucionando desde aquellos momentos en los que nos íbamos al campo con los generadores y las jams invadían el silencio de la Alcarria con sus ácidos y difusos riffs. Con el fuzz como principal ingrediente, aunque no el único, sus canciones se muestran más sólidas e impactantes cada día que pasa. Una evolución y madurez que queda reflejada en este particular viaje al interior de la mente, o mas bien, en este vehículo sonoro ideal para expandirla.  De aquellas aguas viene estos lodos, y si, la cosecha que llevan cultivando desde sus inicios, lo que llevan trabajando desde hace casi una década, tiene sus frutos ahora en una cosecha excepcional, ‘ÁCIDO y PUTO’, un álbum del que se va a hablar y mucho en los próximos tiempos. ¿Y puede que te preguntes por qué?, pero cuando escuches sus canciones, encontrarás la respuesta. Porque ‘ÁCIDO y PUTO’ conjuga a la perfección el legado de los pioneros del Stoner roc,k con la psicodelia ácida de finales de  los 60’s y primeros 70’s,  en una encrucijada en la que se unen el sonido de EARTHLES, FU MANCHÚ y NEBULA. Sus brumosas canciones, a veces salidas de la psilocibina de los hongos mágicos, y otras de las arenas mas cegadoras del desierto, son todo un regalo tanto para los amantes del Stoner rock más auténtico, como aquellos que prefieren las orgías psicotrópicas en las que expandir la mente. Aquí lo tenemos todo, un brebaje sonoro que aplacará tus sentidos para invitarte a una larga fiesta nocturna en medio del desierto. Atronadoras, melódicas, rítmicas, pesadas, narcóticas, sus canciones conseguirán que sigas creyendo en un género que empieza a estar algo denostado por la monotonía de muchas bandas que repiten una y otra vez la misma fórmula sin mucho que aportar a la misma. En esta ocasión, la frescura, la madurez y sobre todo la autenticidad, quitan la razón a aquellos que afirman que el Stoner o desert-rock actual es aburrido y sin nada que aportar. En este álbum FREE RIDE logran capturar toda esa energía y crudeza que la banda muestra en su local de ensayo y lo hace, teniendo muy presente el legado de los 70’s, el legado de músicos como JIMI HENDRIX en su faceta más ácida y psicodélica, pero también recuperando la crudeza de THE STOOGES y por supuesto todo lo que aportaron bandas como KYUSS, FU MANCHÚ o NEBULA. Armados con nada más que sus instrumentos, algunos micrófonos y un deseo insaciable de crear, se propusieron capturar la esencia de su sonido en su forma más pura. Producido por el propio Borja y mezclado y masterizado por Matt Dougherty en Chicago, el espíritu DIY de la banda impregna cada aspecto del proceso de grabación, desde la ingeniería de sus propias sesiones hasta la experimentación con diferentes ubicaciones de micrófonos y técnicas de grabación. El resultado es un álbum que brilla con una intensidad cruda y energía cósmica, donde cada tema es un testimonio de la inquebrantable dedicación de la banda a su arte en un balanceo controlado que nunca se desmorona.

FREE RIDE son:

Borja Fresno – Guitarras, voces, percusión y sintetizadores
Victor Bedmar – Bajo
Carlos Bedmar – Batería

ÁCIDO Y PUTO’ cuenta con ilustraciones de Borja Fresno Benítez y Carlos Bedmar, y está disponible en CD y formatos digitales a través de Small Stone Recordings y en vinilo azul opaco (limitado a 250) a través de Kozmik Artifactz.

En un álbum que alterna canciones largas con otras mas cortas, su corte de apertura ‘Space Nomad’ con más ocho minutos, transita por espacio invadido por los efluvios de hongos mágicos. Aderezado con un alma de blues la pista me recuerda a los momentos mas psicotrópicos de TEN YEARS AFTER. Su atmósfera vintage empapada de wah-wah y un colorista ritmo Funky va tornando el corte a un espacio más pesado sin terminar de renunciar a la esencia heavy-psych. Lo liviano tornándose plomizo a través de gruesos riffs y una guitarra que en cada acorde irradia psicodelia de alto nivel.  Presidido por la clama, el serpenteante deambular lleva la canción a transitar por otros estilos sin perder su esencia chamánica. Impactante y lisérgica hasta las trancas. Si FREE RIDE combina el legado del desierto con la psicodelia más ácida, es en esta ladera en la que su sonido me resulta más cautivador, como tantas veces les he dicho a ellos. Con temas así podemos entender la primera palabra del título del álbum: ÁCIDO.

Evocando el legado de los pioneros del desierto ‘Outsider’ nos empapa con su groovy desvelando la pasión del trio por el sonido de bandas como NEBULA. Fuzz, y un tono macarra empujan un corte ganador, de esos que rompen cervicales. La fiesta arenosa está aquí mostrando toda la garra de la banda en ese columpio que se eleva desde el rocoso suelo a la psicodelia pesada. La pista viene marcada por la implacable base rítmica y el contundente bajo de Victor, mostrando a Borja en registro diferente en su voz.

Retomamos las canciones de larga duración conlos casi diez minutos de ‘Kosmic Swell’. Otro viaje sensorial impulsado por la psicodelia meditativa prescindiendo de la voz. La pista es una especie de jam en la que las ondas psicotrópicas crean una atmósfera narcótica que sume al oyente en un placentero viaje sensorial. Expande tu mente y déjate llevar por estos mágicos sonidos empapados de la mejor psicodelia pesada que puedes escuchar en el siglo XXI. El ondulante desarrollo del que FREE RIDE dotan a sus canciones queda patente una vez mas en la parte central, en la que todo se vuelve mas turbio y pesado. L parte final combina la fuerza con la acidez en un entorno aturdidor con el que consiguen meter al oyente un auténtico agujero negro de sonidos lisérgicos.

‘Vice’ nos devuelve a la banda a un sonido setentero en el que los efectos cósmicos acompañan los gruesos riffs arenosos. De nuevo el legado de FU MANCHU (uno de los referentes del trio) aflora sin rubor. Con un ritmo dinámico envuelto en una turbia atmósfera, la pista se muestra sólida y contundente sin perder su tono psicodélico.  

La joya de la corona es una canción compuesta en 2020 y que resume otra de las pasiones del trio. ‘Nazaré’ rinde tributo a esas grandes olas que hacen las delicias de los surfistas en la conocida playa portuguesa. Surfeando entre efectos y distorsiones el corte se toma su tiempo para eclosionar en una bacanal de vibraciones más propias de los 70’s. Rítmica pero también narcótica, la pista se erige como el legado más valioso de FREE RIDE hasta el momento.  Impulsada por unos tambores diabólicos la guitarra hace contonearse la armonía en otra orgía sónica de proporciones descomunales. Un pulsante y grueso bajo custodia los devaneos psicotrópicos de una guitarra que se multiplica en su sonido. La encrucijada en la que se encuentran el sonido de EARTHLESS con el de NEBULA y FU MANCHU. Y aunque creas tenerlo controlado, ‘Nazaré’ te llevará por paisajes sonoros que nunca hubieras imaginado en un mismo viaje. Una canción en la que encontraras muchos sonidos que te resultarán familiares pero que a la la vez te hará descubrir nuevos territorios sonoros.

La energía descarada de ‘Steamroller’ llega envuelta en un sonido turbio y difuso sobre el que se ejecutan momentos de Stoner ortodoxo, pero también dejando la huella punk que calzaban aquellos pioneros del desierto.

‘ Joy’ es una canción clásica en los directos de FREE RIDE desde hace un tiempo. Con una composición sencilla y un riff con mucho gancho, solo faltan los pasajes vocales de Borja poniendo la nota indómita a otra canción que se balance entre los 70’s y los 90’s pero que acaba por decantarse por el headbanging. ¿Te puede resistir a su groovy?

Continuando con la exploración Stoner ‘Blackout ‘ golpea con fuerza sirviendo como banda sonora perfecta para conducir por las largas rectas del desierto. Con algunos momentos setenteros y un cierto desorden consiguen que todo se torne más alocado y psicotrópico gracias a una guitarra que se desdoblan en mis sonidos lisérgicos.

Como epílogo ‘Living For Today’ con su colorista apertura acústica nos lleva a evocar nuevamente el legado de los pioneros del desierto. Una pista sencilla en la que el groovy marca su devenir y en la que encontramos giros inesperados con una proyección algo más comercial en sus melodías vocales de inspiración STOOGES. Pero no permitas que los árboles no te dejen ver el bosque, porque FREE RIDE tienen un gran respeto por el legado de las bandas con las que crecieron y otra vez nos brindan una canción que enamorará a los amantes de los sonidos más crudos del desierto.

Free Ride

Small Stone Records

Kozmik Artifactz

Reseña: MUD SPENCER.- ‘Fuzz soup’

MUD SPENCER es el proyecto tras el que se esconce el músico francés Sergio Garcia. Residente en Indonesia desde 2011, inspira sus canciones instrumentales, en el sonido psicodélico pesado de finales de los 60 y principios de los 70. A modo de banda sonora de una película vintage de aquellos años, cada canción contiene esos genes psicodélicos que son capaces de crear un amplio caleidoscopio de sonidos pesados. Siempre con la psicodelia en sus surcos, los temas explotan en un crisol de ritmos coloristas que acaban por llevarnos a un viaje al pasado a través de vibraciones del presente. La extraña combinación de guitarras surf, con golpes de Stoner-doom, ritmos binaurales y riffs con amplio abanico de frecuencias, hacen de ‘FUZZ SOUP’ un álbum ecléctico, a la vez que fascinante.  MUD SPENCER es un acto especial en la discografía de Argonauta Records, un sello siempre dispuesto a apostar por propuestas curiosos y originales. Un solo hombre al mando de la nace que nos traslada a un entorno vintage en el que la psicodelia camaleónica encuentra su lugar para desarrollarse en un arco iris vibraciones pesadas. Muy influenciado por los sonidos de los 70’s, las canciones, todas ellas instrumentales, se empapan de fuzz intoxicante para acaban por absorber al oyente en un trance chamánico. Grabado en la cama y mezclado en la montaña Ciremai. Sin banda, sin presentaciones en vivo, más tiempo para siestas, masajes y relajación, sin estrés. El músico crea MUD SPENCER como concepto para sobrevivir en un entorno donde solo hay café y tabaco como potenciadores del estado de ánimo y NO hay músicos este género. Tocando todas las guitarras, batería, órgano, efectos y otros instrumentos, consigue un exótico álbum lleno de originalidad y con buenos argumentos psicodélicos.

‘Razana’ nos sume en un espacio oscuro con riffs que crean una tensión con una atmósfera que se inclina a lo vintage. Bajo cadente y grueso avanzando lentamente entre tambores disonantes y rasgueos de guitarra en 2 minutos a modo de introducción.

Tras la apertura instrumental ‘Back to the origin’ mantiene a oscura atmósfera con momentos de psycho-doom en los que los efectos y los lentos riffs crean una atmósfera narcótica que no tarda en explotar entre ritmos luminosos y pasajes de psicodelia ácida. Pesado y lisérgico, sus genes proto-doom se combinan con una sucesión de elementos que crean ese estado narcótico que tanto nos gusta.  

Con atractivos y ortodoxos ganchos Stoner, ‘Fuzz shoup’ es precisamente eso, una sopa de fuzz creando un entorno borroso con esos sonidos difusos creados por una sucesión de efectos. Un poco alocado en su instrumentación el tema se compone de múltiples reverberaciones que se agolpan entre riffs Stoner al uso, psicodelia pesada y el legado de los 70’s.

‘Quest on fire’ se precipita por un torrente de riffs pesados que van mutando sin perder un ápice de su fuerza. Crudo y repetitivo, el tema cuenta con un carácter cósmico nacido de esos golpes surf de la guitarra, unos tambores explosivos y esas oscilaciones de carácter retro, que siempre están presentes en sus canciones. Un tema potente y atractivo.

Sumiéndonos en una atmósfera cegadora y espesa, ‘Ride the mammoth’ galopa desbocada a lomos de riffs Stoner de vocación 70’s. un fuerte ritmo es impulsado por fuertes dosis de fuzz narcótico que crean un entorno aturdidor. Guitarras surf y un obvio espíritu 60’s complementan otro corte pesado, y lleno de dinamismo en el que los efectos y la pesadez están muy presentes. Decayendo el ritmo a un espacio psycho-doom, el tema frena su ímpetu para apagarse lentamente.

Crujientes y dinámico, ‘Argapura’ parece nacer de brumosos pantanos con un aire chamánico. Serpenteando constantemente entre meandros de psicodelia envolvente, y una sucesión de efectos, el corte es una bofetada de sustancias aletargantes que acaba por aturdirnos en un sueño lisérgico.   

‘The shelter’ camina lentamente entre efectos acuáticos con un tono de blues. Parsimonioso en su apertura, su ritmo te va atrapando con calma a un nuevo espacio narcótico en el que difusas vibraciones aparecen en una contraposición de niveles. Una especie de entorno psycho-doom nos envuelve en un extraño trance en el que caben resonancias exóticas.

Con un título lo suficiente nítido, ‘Surfin the dune’ se deja llevar por oleadas de desert-rock que son surfeadas con destreza. Un paseo sideral por espacios arenosos llenos de ondulaciones Stoner-doom coloreadas con esa guitarra surf que siempre aparece en algún momento de cada canción. El corte se encabrita en una estampida de puff y ritmos vibrantes.

Con un groovy increíble ‘The cheating mole’ nos lleva de viaje a los albores de los 70’s. Ritmos contagiosos y un sonido menos pesado van tejiendo sin prisas una maraña lisérgica que acaba por apoderarse del tema. Insertando un riffs pesado y difuso aquí y otro allá la guitarra se muestra incisiva y ácida en sus solos impregnados en sustancias psicotrópicas que acaban por aturdirnos en un trance vintage.

‘Tumulus’ vuelve a evocar el sonido del desierto. En esta ocasión acordes acústicos y slide nos introducen a una espiral diabólica de golpes Stoner-doom. Como si estuviéramos en un viaje cósmico tras una ingesta de peyote, las vibraciones psicodélicas nos acompañan en esa travesía a esa dimensión sensorial en la que la mente se evade del cuerpo. Un ritual chamánico que va y viene en su intensidad.

Para cerrar el álbum ‘Narcolepsy’ nos golpea con embestidas psycho-doom a paso lento y pesado. Como un paquidermo aturdido, el corte deambula parsimoniosamente entre nebulosas narcóticas.

Mud Spencer

Argonauta Records

Reseña: BETTY BENEDEADLY.-‘From the Mesa’

FROM THE MESA” es el primero de los EP’s que BETTY BENEDEADLY publicará con el sello Desert Records. Tres canciones grabadas en el estudio Earthship en Taos durante la pandemia de 2020 que reflejan a la perfección la fisonomía del lejano oeste con canciones que invocan el espíritu de la tierra del norte de Nuevo México con ritmos rituales pisando fuerte y motivos de guitarra que se inspiran en el spaghetti western, el surf y el roots rock de Ennio Morricone. Cálidas, llenas de sensibilidad, sus canciones son el resultado de un estado introspectivo que aprovechó para hacer aflorar toda su creatividad desde la introspección y la meditación. La mejor descripción para este apacible EP son las propias palabras de la cantante y guitarrista: “Me estaba adaptando lentamente al estilo de vida en cuarentena, pero después de sentir el aguijón del gas lacrimógeno y presenciar el asombroso nivel de brutalidad policial desatada contra los pacíficos manifestantes Black Lives Matter en Austin, rompí. La violencia inherente de nuestro sistema quedó al descubierto, no podía dejar de verlo, y cada célula de mi cuerpo conspiró para alejarme de la civilización y llevarme al desierto ”, dice Benedeadly. Sin un indicio de un plan de juego, la guitarrista de Austin encontró su camino hacia los amplios espacios abiertos del norte de Nuevo México, donde varios meses de vida en furgoneta y campamentos en la carretera de servicio comenzaron a hacer su magia. ‘Dejé la ciudad sintiéndome como el caparazón de un humano. Volví a la vida en el desierto’.

“La soledad en el desierto era mi medicina. Todas esas noches llenas de aullidos de coyotes bajo la vía láctea calmaron mi mente llena de ansiedad. En lugar de obsesionarme con los horrores del número de muertos de COVID o el régimen fascista actual, me moví lentamente hacia ese espacio más allá de las palabras ”, prosigue Benedeadly. “Estaba aprendiendo a escuchar a los elementos no humanos que me rodeaban, a estar en comunión con la tierra, a recibir su sabiduría más profunda. Eventualmente, el trauma resultante de los eventos del año pasado comenzó a desaparecer y supe que estaba de nuevo en mi camino cuando nuevas canciones comenzaron a fluir a través de mí nuevamente «.

Benedeadly también es cofundadora y guitarrista de SHERVERB, una banda de rock & roll psicodélico dirigida por mujeres y dirigida colectivamente con sede en Austin, TX. Armados con sus instrumentos, esta tribu está dispuesta a desafiar nuestra comprensión del romántico salvaje oeste con su sonido infundido por el surf y alimentado por el desierto. El núcleo de este colectivo está formado por Betty Benedeadly, Xina Ocasio, Lainey Smith, James Mescall y Braden Guess, que unen el tañido de guitarra del spaghetti westerns, los ritmos impulsores del krautrock y la estética panorámica de la gran pantalla. 

‘FROM THE MESA’ está disponible vía Desert Records y el 10% de las ganancias de las ventas del álbum se donará a una organización de administración de tierras en Nuevo México.

Mescaline prayer song’ nos traslada directamente a las praderas del lejano oeste entre acordes de banda sonora de spaggethi-western. Una cálida guitarra repite una contagiosa armonía ante la atenta mirada de los cactus. Incluyendo pasajes con cierto exotismo cada nota refleja el espíritu que ilumina las composiciones de Betty. Como si fuéramos en un corcel al trote, los elementos psicodélicos van uniéndose a este relato de sombreros monturas y botas camperas.

En un ambiente más melancólico ‘Coyote’s fever dream’ incide en esos sonidos del desierto. Ahora con una atmósfera más calmada, cada nota se impregnada de un aroma chamánico entre la cálida brisa de la pradera. Sin duda una forma de ver su propia visión del desierto entre tonos meditativos.  Un apacible tema que conjuga lo acústico con los aderezos eléctricos ofreciendo sus dosis de narcótica psicodelia en este viaje por vastas llanuras bajo el cegador sol. Un tema para ser tocado sentado en el porque con los peroos tumbados a nuestro lado. Un evocador corte lleno de magia.

Algo más nebuloso, ‘Down the George’ mantiene la fórmula del western, esta vez con una instrumentación más versátil y unos impostados coros. Delicados acordes que mantienen un tempo constante y sosegado. Poniendo el énfasis en cada nota, la guitarrista enriquece la canción con esas texturas psicodélicas dándole un aspecto más espiritual. Si bien el tema se soporta en una composición surf, el gran trabajo de guitarra compuesto desde la sencillez, nos ofrece un resultado más que notable.

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LOW HUMS.- «Night Magic Wine»

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El próximo 15 de junio verá la luz en edición limitada de vinilo el último trabajo de la formación de Seattle LOW HUMS. «NIGHT MAGIC WINE» se editará en el sello Kozmik Artifactz.

La frescura del sonido surf entremezclada con una fuerte herencia genética de VELVET UNDERGROUND, sobre una base rock and roll sin complejos. Esto es lo que nos ofrece el cuarteto de Seattle compuesto por Sanoj Sniksah (voz y guitarra), Baja Panto (guitarra), Crystal Powwwers (bajo) y Rolly Fingers (batería y voces), a lo largo de los diez temas que contiene su último trabajo.

Un álbum multicolor en todos sus cortes, con un espectro musical que se abre a efluvios de pop lisérgico con ecos garageros de finales de los sesenta. Un disco que camina por melodías psicodélicas en las que la sombra del Lou Reed más underground es larga. Sencillos temas pegadizos y divertidos que se combinan con oscuros y ácidos pasajes en los que la instrumentación está más elaborada, especialmente en los pasajes de guitarra. LOW HUNT surfea sobre las olas más traviesas a base de ritmos vacilones no exentos de momentánea contundencia. 

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