Desconocidos hasta el momento para mí, los alemanes RULAMAN, con su nuevo álbum ‘DEATH WHISTLE’ (incluido en nuestras recomendaciones semanales), consiguen llegar a mi corazón con unas canciones emocionantes y hermosas en las que la psicodelia meditativa es enriquecida con riffs poderosos y ritmos atronadores que contrastan con el tono suave y mágico de sus hermosas melodías. Sorprendido y gratificado a partes iguales, siempre es un regalo toparse con un álbum como este, un álbum que sin duda te dejará extasiado. Representando paisajes sonoros flotantes y psicodélicos, creados a partir de un sonido terroso y analógico RULAMAN son un soplo de aire fresco con su jugada psicodélica acompañada de elementos que gravitan en un espacio Stoner-doom. Riffs potentes y agradables al oído, bajos brutales seguidos de percusiones danzantes y una capacidad admirable para sorprender al oyente con canciones psicodélicas suaves, pero con las entrañas poderosas y solidas. Desde los susurros terapéuticos que emanan de sus hermosas melodías y coros, hasta la épica de un sonido que se leva por momentos, cada una de ellas ofrece al oyente una escucha plácida y envolvente. Compuestas sobre una base heavy-psych, la banda de Stuttgart tiene el talento suficiente para llegar a una amplia audiencia y convertirse en tu banda favorita. ‘DEATH WHISTLE’ explora las profundidades de la existencia humana y la tentación de las falsas promesas. En la búsqueda de la felicidad y la pertenencia, las promesas de sectas y cultos sin escrúpulos resultan demasiado tentadoras. Todo lo que crees verdadero se cuestiona. ¿Me conozco a mí mismo? ¿Conozco realmente a quienes me rodean? ¿No es más fácil sacrificarse por completo por el bien común y renunciar a uno mismo? Hasta que la mente y todo lo que la rodea se seca. Mi instinto me lleva pensar que RULAMAN es una banda que no olvidarás tras escuchar este maravilloso álbum, porque sus canciones son un regalo sonoro lleno de emociones difícil de rechazar para cualquier amante de la psicodelia. Una apuesta segura.
RULAMAN son:
Felix Berns – Voz, Guitarra
Nils Kunze – Batería, Percusión
Joel Büttner – Bajo, Teclados
Músicos adicionales:
Annika Wolf – Saxofón (3)
Mareike Riegert – Voz de acompañamiento (6)
‘DEATH WHISTLE’ está disponible vía Tonzonen Records.
Desde los primeros acordes meditativos ‘Death Whistle’ se postula como una canción que te atrapa. La pesada, pero comedida base rítmica soporta con acierto los devaneos psicodélicos de una pista que nos traslada a un mundo onírico, un espacio en el que la magia surge a través de una cautivadora y suave apuesta vocal. Todo un susurro terapéutico salpicado de elementos diferenciadores al que añaden ciertos golpes de pesadez logrando el equilibrio entre la épica y lo balsámico. Una pista llena de fuerza que me implora las ganas de seguir explorando un álbum sorprendente y sofisticado. Ocho minutos sin desperdicio ejecutados con el acierto de una banda veterana que sabe cual es su propósito.
‘Simple Offerings’ índice en el sonido contemplativo entre efluvios de una psicodelia suave y penetrante que no nos descubre el lugar hacia nos llevará. La pausa inicial se desbarata con un aumento de la intensidad con el que los alemanes nos demuestran su buen manejo de los ecos heavy-psych a través de buenos pasajes de guitarra, ligeras embestidas Stoner y un tono sosegado que se contonea mostrando su mejor versión.
Elevando su apuesta e incorporando un órgano progresivo ‘Valley Pt. II’ colorea un paisaje sonoro en el que su psicodelia se nutre de elementos progresivos con un resultado sumamente satisfactorio. La suavidad del envoltorio esconde una pista elegante en l que los momentos jazzeros crean un entorno para la relajación e introspección con la incorporación del sonido del saxo de Annika Wolf. Un ejemplo de que RULAMAN no se ponen límites a su creatividad consiguiendo otra canción versátil pero resultona.
Sacando a la luz su faceta más contundente, los riffs de vocación doom de ‘Goblin Liver King’ nos recuerdan los orígenes de estos talentosos jóvenes. Su oscura e inquietante atmósferaes el reflejo de la versatilidad de la banda, así como la capacidad para componer canciones pesadas que beben de la inagotable fuente de los 70’s pero también de los pioneros del rock desértico. Una maquinaria pesada con los engranajes bien lubricados para golpear al oyente con fuertes riffs antes de bajar la intensidad y llevarnos al territorio lisérgico en el que se sienten absolutamente cómodos.
Si con las canciones anteriores RULAMAN deja claro que se sabe mover a la perfección en distintos escenarios, ‘We Can’t Be’ lo corrobora. Un blues pausado y lento que se ejecuta sin prisa haciendo que la pista se vaya retroalimentando de si misma en un espacio de atractiva psicodelia empapada de blues que va dejándose llevar por caminos más experimentales con complejos y acertados desarrollos instrumentales en los que la guitarra se erige en protagonista de otra pista de agradable escucha.
‘Run Your River Dry’ nos sitúa en un oscuro espacio en el que la melancolía es venerada con una pausa convincente. Lentos pero seguros, la pista evoluciona entre melodías vocales que se superponen en un ritual rítmico que se precipita por rugosas sendas Stoner y golpes de doom en su avance. Pero que esto no nos lleve a ningún engaño ya que la banda sabe como hacer balancearse sus canciones entre distintos estratos que modulan su carácter con unos arreglos soberbios y sin estridencias. El lado más plomizo se muestra esplendoroso nuevamente en otr canción que no se limita a caminar por un solo género sonoro.