Reseña: COSMIC MARAUDER.- ‘Mercury Haze’

A veces te encuentras con álbumes en los que es difícil describir su contenido sin confundir al lector. ‘MERCURY HAZE’, el nuevo álbum de la banda alemana COSMIC MARAUDER, es uno de ellos. Tras una primera escucha encontré ciertos detalles que me parecían interesantes. Entre momentos de stoner-doom y aparecía un espíritu indómito mas propio del hard-rock y el proto-metal 70’s, pero también verdaderas simas en las que la psicodelia pesada es interpretada con gran acierto. Sus crudas canciones contiene elementos de stoner rudo y ortodoxo, golpes de doom monolítico, pero también blues. Un blues escondidos entre unos surcos que destilan un sonido turbio, áspero, pero que también contiene melodías de ensueño y un carácter indómito. Lo sorprendente del caso es que esto sucede en cada una de las canciones. Sin artificios y creando su música con total honestidad COSMIC MARAUDER consiguen despertar la atención del oyente con canciones que siempre contiene elementos diferenciadores que las hacen atractivas. Sin destacar especialmente en ningún género, su familiar sonido se plasma en las pistas haciendo que estas cambien su fisonomía y su intensidad arrastrando al oyente al mundo particular de la banda. Pero en su conjunto, se trata de un trabajo que se dirige bien y que te ofrece momentos de intensidad gracias a unas desgarradoras canciones que a pesar de su ortodoxia , funcionan. Seguramente cualquiera de vosotros sacará sus propias conclusiones, pero lo innegable es que ‘MERCURY HAZE’ es un álbum interesante, in álbum que en cada escucha te a brindar una oportunidad para descubrir detalles que te pasaron inadvertidos en la escucha inicial.

Tras una ‘intro’ inicial,’Consume me’ despega entre furiosos riffs heavy-rock tratando de hacerse hueco en su densa y arenosa atmósfera. Su cadencioso ritmo y sus estribillos pegadizos y vacilones parecen invitarnos al desenfreno. Fuzz intoxicante y su asaz atractivo como para no resistirse a ser atrapado por el magnetismo y fuerza de sus momentos doom impregnado en sustancias psicotrópicas.

‘Midjoint Experience’ nos trae el rock crudo no acto para débiles. Con el blues corriendo por sus venas, la borrosa pista transita por un espacio de rock áspero con aroma del pasado y unas dosis de Stoner contemporáneo. Potente y con el suficiente gancho como para activar tus cervicales con sus riffs pero también es capaz de narcotizarnos con sus enigmáticos pasajes lisérgicos de la parte final. Una fusión con el doom que funciona con acierto.

En un ambiente más relajado y psicotrópico, los efluvios de los bellos acordes de ‘One in a kind’ nos invitan a un viaje introspectivo en el que expandir la mente gracias a cautivadores y lentos acordes de psicodelia pesada, asediada por las embestidas puntuales de golpes de doom tenebroso. En ese denso escenario, el blues aparece para poner algo de suavidad a la densidad de su sonido narcótico. Sus ahogados pasajes vocales se alternan con voces etéreas aportando su luz y sentimiento a otra desgarradora canción pesada. Finalmente y sucumbiendo al sosiego de la psicodelia extasiante, nos sumen en un gratificante sueño.

Por la senda mas ortodoxa ‘Out of this world’ eleva las revoluciones a ritmo de hard-rock festivo entre golpes de Stoner-doom. Canción rompe-cuellos más propia de un garito de carretera visitado por rudos melenudos con chupas de cuero y melenas al viento.

‘The depth’ nos sitúa en otro escenario diferente. La chamánica canción contiene magnéticos pasajes vocales en una atmósfera inquietante. Un nuevo ejemplo de la conjunción de elementos heavy-psych con golpes de doom amenazante y narcóticos susurros con alma de blues lisérgico.

Destilando Rock en estado puro ‘Midjoint Experience’ es un crisol de hard-rock, blues y psicodélica contemplativa. Una mas bien ligada con un resultado absolutamente apetitoso. Entre riffs desérticos y momentos psicodélicos los alemanes resuelven bien la partida.

La magia parece en ‘No way back’. Una hermosa balada llena de sensibilidad ejecutada desde el sosiego logrando transmitir un sinfín de sentimientos. Sus tonos hendrixianos se complementan con una pausada y penetrante instrumentación psicodélica. Con una parte central en la que la intensidad sube, la pista retoma la senda lisérgica con colchados pasajes llenos de magia y sosiego en nueve cautivadores minutos.

El álbum cierra el círculo con ‘Outro’. Un extraño epílogo de medio minuto sin demasiada trascendencia.

Cosmic Marauder

Reseña: ZOARH.- ‘Mosaic’

Hay bandas que obtienen gran notoriedad con trabajos que a veces son de dudosa calidad repitiendo una fórmula a veces obsoleta, y otras que sin embargo, se mantienen en un cierto ostracismo pese a su inspiradora calidad. Ese es el caso de ZOARH, el trio alemán en activo desde 2018 que ahora presenta su estimulante e impactante álbum tercer álbum ‘MOSAIC’. Con la capacidad para sorprender a fans de diferentes estilos musicales, ZOARH presentan un ´álbum impresionante que no te dejará indiferente. Con canciones construidas sobre los cimientos del rock de la vieja escuela estos chicos saben como cautivar al oyente a base de heavy-blues y Stoner psicodélico en un particular agujero de gusano. Porque en ‘MOSAIC’ todas las piezas encajan para brindar al oyente una hora divertida, emocional e intensa de buen rock. Sin grandes artificios estos chicos componen sus canciones para que resulten brillantes y atractivas abstrayéndose de estilos y etiquetas. Solo con su inspiración y devoción por el blues, la psicodelia y el rock vintage. Sus canciones a veces nos recuerdas a bandas como GRAVEYARD, pero sobre todo beben del manantial del rock ácido setentero. Ese rock crudo es impulsado por el blues y la psicodelia incorporando unas sensacionales melodías vocales que reflejan la delicadeza con la crean sus difusas canciones. Toda una bacanal de turbios sonidos empapados en un envoltorio psicodélico que ha opaca su amor con el desgarrador relato del blues de antes. ZOAHR, recuerda este nombre, porque el destino les tiene preparado un lugar de privilegio en la escena underground que todos compartimos. No lo dudes un momento, y déjate seducir por este sobresaliente trabajo de rock vintage pesado en el que hallarás un sinfín de detalles que te harán caer rendido a ZOAHR., una banda que me encantaría ver en directo y no pierdo la esperanza de encontrarme en su camino próximamente.

ZOAHR son:  Jessie (guitarra y voces), Thorsten (bajo) y Philipp (batería) 

Entre ritmos de inclinación kraut, la hipnótica ‘Endurance Race’ se desarrolla en una atmósfera psicotrópica de tonos espaciales impulsada por intenso motorik bañado en sustancias psicodélicas que va engrosando su sonido en un viaje al corazón de los 70’s. Sumamente estimulante, la propuesta de los alemanes acaba sucumbiendo al hard-rock más auténtico sin perder su halo cósmico.

‘Zephyr’ juguetea hábilmente con el wah-wah bajo un groovy del que es difícil abstraerse. Rock con aroma a 70’s en el que las dosis psicodélicas se insertan en unas armonías eufóricas y un tono divertido. Rock cambiante que la banda modula abstrayéndose de estilos y etiquetas. Bebiendo del rock acido de finales de los 60’s la canción índice en una fórmula rockera divertida y contagiosa.

Tiñendo el ambiente de melancolía ‘Garden Of Grief’ se toma las cosas con más calma. Una canción desgarradora llena de sentimiento camina a ritmo lento pero firme por un espacio en el que el blues se fusiona entre armonías rock a medio tiempo y un sutil aroma psicodélico.

‘Prisma’ nos sitúa en un entorno vintage con ritmos más acelerados y la misma magia vocal que los cortes anteriores. El sonido de la banda persiste entre fantásticos solos de guitarra que nos llevan mas allá en un ejercicio de rock de siempre sumamente gratificante.

A golpe de heavy-blues y Stoner ‘Cornered’ se encabrita con gran dinamismo en una huida arrolladora.

La desgarradora ‘Erosive’ pone los pelos de punta con su fusión de melodías cautivadoras y una satisfactoria composición que hace que la pista mute sin perder su esencia. El sonido difuso de la banda se refleja en humeantes pasajes llenos de magia. Un entorno borroso con el se compenetra a la perfección la cautivadora voz creando remansos de paz en contraste con los momentos más intensos.

A caballo entre el hard y el heavy rock ‘Idols & Statues’ mantiene el tipo con su tono de rock setentero pesado. La misma alma rockera con aroma vintage se entremezcla con pasajes instrumentales más elaborados y un ritmo que nunca mira hacia atrás.  

‘Red Tide’ ruge por una senda que me recuerda nuevamente a algunos momentos de GRAVEYARD con un sonido crudo, difuso, al que se añaden pinceladas melódicas y algunos ganchos de la vieja escuela.

Pero la guinda del pastel la dejan para el final., ‘Wayward Blues’ se erige perezosa por un camino que ya recorrieron bandas como GRAVEYARD. Ese emotivo blues psicodélico rebosante de sentimientos que se contonea dejándonos aterciopelados pasajes antes de eclosionar en un festín de riffs pesados, envueltos en una humeante atmósfera. Canciones como esta son uno de mis manjares predilectos, ya que desde la pausa logran transmitir toda la fuerza que tienen en sus entrañas.

ZOAHR

Reseña. HEAVY TRIP.- ‘Liquid planet’

Acercándonos a la recta final de año y pensando ya en las listas de los álbumes más destacados del 2024, llega ‘LIQUID PLANET’ para rompernos los esquemas y ponerlo todo patas arriba. Si con su impactante debut homónimo ‘HEAVY TRIP’ (reseña aquí) consiguieron enamorarme, en esta nueva entrega el power trio canadiense vuelve con sus intricados desarrollos psicodélicos en forma de cuatro jams ácidas de altísimo nivel para confirmar que aquello no fue obra de la casualidad. Esta nueva orgía psicotrópica hará que todo salte por los aires en tu cabeza, ya que la fuerza y exuberancia de sus composiciones, consigue atrapar al oyente en un auténtico agujero negro rebosante de impactantes vibraciones lisérgicas. Dejando fluir su creatividad de una forma absolutamente libre, estos tres tipos consiguen ofrecer al oyente un álbum excesivo que alterará tus neuronas para llevarte a un singular mundo en el que los sonidos más expansivos te atraparán en un desenfreno más propio de bandas como EARTHLESS o TIA CARRERA. Todo un torrente de sensaciones comandados por una guitarra extenuante y virtuosa y una base rítmica salida de una fabrica de vibraciones pesadas e impactantes que golpean con fuerza demostrando que la improvisación no conoce de esquemas preconcebidos. ‘LIQUID PLANET’ es un álbum de esos que te deja exhausto gracias a sus bacanales sonoras en forma de cuatro largas pistas con un nexo común, pero con una identidad propia. Reverenciando el legado de Hendrix, la velocidad con la que se toca cada nota, hace que este impetuoso trabajo consiga su objetivo, descolocar al oyente con una tormenta sónica de infinitas proporciones. Con pasajes arremolinados, los canadienses afilan sus garras en busca de algo musicalmente monstruoso, consiguiendo su propósito con una solvencia casi insultante. Puede que no todos estén preparados para la grandilocuencia e ímpetu de estos chicos, pero qué duda cabe de que el viaje que nos proponen merece la pena. En esta odisea sónica los tres músicos mantienen el nivel haciendo que cada instrumento brille con luz propia mostrándose solventes e impactantes.  Si cuando hace cuatro años describí su debut como un álbum adictivo, en esta ocasión dicha afirmación tiene absoluta vigencia, porque de nuevo HEAVY TRIP lo han vuelto a hacer en un trabajo sobresaliente de pura psicodelia pesada.

Sin contemplaciones los pesados riffs de ‘Liquid planet’ se precipitan como si de un torrente descontrolado nos invadiera. La fornida línea de bajo, esos tambores eufóricos y los solos de la guitarra consiguen sumirnos en un espacio sonoro alocado. Manteniendo algunos elementos tradicionales del Stoner, su psicodelia pesada se contonea entre cambios de ritmos y giros constantes. Su frenesí arrollador crea un descontrolado y alocado corte que fluye a lo largo de casi catorce minutos de rock ácido del máximo nivel. Impactante, pesado y sobre todo, absolutamente psicodélico.

‘Silversun’ con un tono heredero del rock pesado de los 70’s, índice en es exploración de las vibraciones más aturdidoras y ácidas. Tras su poderos apertura, la pista desciende a un escenario sonoro más oscuro y pesado en el que las cosas suceden con más pausa. Esto no significa que la banda ceda en su ímpetu, sino que se toma una pausa en su exploración abriendo vías paralelas que acaban por confluir en el mismo centro creativo. Estirando y encogiendo la goma, y con una estructura mutante que se repite van hilvanando otra pista arrolladora y vehemente.

En un espacio en el que el misterio se palpa, ‘Astronopnaut’ eclosiona en una estampida de ritmos poderosos impulsados por una guitarra que se vacía en solos infinitos e intricados desarrollos al alcance de pocos guitarristas. Ese virtuosismo es arropado por un ejercito de tambores atronadores y un bajo hipnótico y pulsante que golpea una y otra vez creando una sensación placenteramente aturdidora. La maraña sónica creada por la guitarra no parece tener fin en una de las pistas más frenéticas y doomies de este magnífico álbum.

Poco cambian las cosas en ‘Mudd red moon’. Otra canción nacida de la improvisación que se presenta como una nueva orgia sonora que muta constantemente en un endiablado transitar por los territorios más agrestes de la psicodelia pesada. Un frenesí de vibraciones ácidas teñidas de una pesadez aturdidora que no escatiman esfuerzos en su propósito. Si bien se percibe una mayor experimentación los genes de la banda siguen intactos en otra pista endiablada.

Heavy Trip

Reseña: BLACK ELEPHANT.- ‘The Fall of the Gods’

THE FALL OF THE GODS’, el nuevo álbum de la banda italiana BLACK ELEPHANT continúa su exploración de la psicodelia pesada del siglo XXII corroborando (si todavía no estaba claro) que son una banda a considerar. Si en sus 14 años de existencia la banda se había manejado entre el Stoner nebulosos y el blues subyacentes en esta ocasión, sin renunciar a sus orígenes nos presentan un álbum contundente, pero sobre todo muy psicodélico.  Manteniendo su groove pesado y sus elementos stoner, la dinámica del álbum sin alejarse de la oscuridad sabbathica incide mas en un territorio de bandas como EARTHLESS, COLOUR HAZE, NAXATRAS o incluso ALL THEM WITCHES en una visión cósmico arenosa adornada con unas gotas de blues y un espíritu floydiano. Con canciones repletas de giros en su camino, ‘THE FALL OF THE GODS’ es un álbum corrosivo, pesado, meditativo, y hermoso a partes iguales. Sus monolíticos riffs y junto a su pulsante y contundente base rítmica noquean al oyente para sumirle en un placentero sueño cósmico impulsado por el fuzz y canciones perfectamente arregladas que se desarrollan con el legado de los 70’s siempre presente. Crudo y con riffs que te derretirán la cara, sus surcos contienen hermosos momentos heavy-psych principalmente instrumentales que consiguen convertirlo en un lanzamiento fuerte que gana con cada nueva escucha. Todo un regalo para los amantes de los sonidos psicodélicos que se olvidad de una pesadez inusitada.

El guitarrista, vocalista y líder de la banda Alessio Caravelli comenta: “El tema esta vez es la caída, de la decadencia al renacimiento… Después de los últimos años muy duros para todas las sociedades, entendimos que muchos principios y colosos han caído, exactamente como lo hicieron los dioses y las culturas antiguas como las civilizaciones maya y azteca. Esta ha sido también la inspiración para nuestro diseñador gráfico Farfante, quien dibujó a mano la portada y el arte del nuevo álbum con estos conceptos en mente”.

»THE FALL OF THE GODS’ está disponible vía Smallstone Records

BLACK ELEPHANT son: Alessio Caravelli (voz y guitarra), Massimiliano Giacosa (guitarra), Francesco Glielmi (bajo) y Simone Brunzu (batería).

Palpitando lentamente ‘Mother of the sun’ va tomando forma entre suaves y sugerentes pasajes psicodélicos hasta eclosionar en un territorio propiamente heavy-psych. Con una base sólida la pista va tornándose virulenta gracias a unos gruesos riffs y voces trascendentales que tratan de hacerse hueco entre la densidad sonora. Una epopeya de psicodelia pesada usada como introducción a un gran álbum.

‘Go’ con sus menos de dos minutos es una bacanal ácida impulsada por ritmos feroces y guitarras diabólicas. Toda una orgía sonora con una fuerza inquebrantable que te sumirá en una enorme espiral psicotrópica con la que no hacen concesiones.

Demostrando su versatilidad, ‘The fall of the Gods’ nos invita a viajar por espacios expandidos de cautivadora psicodelia. Un auténtico bálsamo sonoro que palpita en un génesis cósmico llevándonos a un viaje con destino incierto. Hipnótico y pausado el corte va mutando su intensidad para convertirse en una pista pesada y contundente a la vez que lisérgica. Fluyendo con solvencia y mostrando distintos grados de intensidad consiguen un cóctel de música pesada cósmica cósmico aderezado con pesados riffs Stoner y unos genes nacidos de un laboratorio de sustancias psicotrópicas.

Saliéndose levemente del guión la ecléctica y monumental ‘Vedova nera’ con un aspecto más intrigante y oscuro, no tarda en mostrar sus cartas. Golpes de post-metal, corrosivos pasajes heavy-psych y un cierto tono alternativo tejen otra descomunal canción. Giros constantes y inquebrantables paradas y arrancadas, forman el soporte para una pista nebulosa a la vez que pesada en la que se insertan coros y voces efectivos dejando patente la versatilidad y habilidad de estos chicos para crean fascinantes canciones. 

En poco más de un minuto ‘Se chiudo gli occhi’ se postula como una gigantesca y extraña pista Stoner-doom gracias construida con amenazantes y monumentales riffs.

‘Dissociale’ es otro ejercicio sonoro en el que rabiosas voces habitan en un turbulento y difuso espacio en el que los ecos punk aparecen entre monolíticos riffs Stoner-doom y tambores atronadores.

Tras la licencia tomada en las dos canciones anteriores ‘Cuore selvaggi’ nos sume en un intrigante espacio sonoro en el que los tonos floydianos van trayendo una luz cósmica. Con una atmósfera nebulosa y elementos más propios del rock de los 70’s la pista se desarrolla por un entorno psicodélico en el que encuentro bastantes elementos de la banda del fluido rosa mezclados con tonos bluseros. Siempre ofreciendo una narrativa cambiante BLACK ELEPHANT encienden la espita, para descargar su fuzz intoxicante creando un espacio difuso en el que el rock más crudo conviven con la siempre atractiva psicodelia de la banda. Con estos chicos nada es lo que parece, ¿o si?

‘Shadow’ se desarrolla entre enigmáticos bosques cubiertos de dietilamida provocando un efecto narcótico sumamente efectivo. Puras vibraciones heavy-psych de manual con oleadas de fuzz aletargante y múltiples efectos. El turbio sonido sirve como base para hacer que el oyente se suma en un sueño en el que liberar su mente dejándose llevar por los efluvios psicotrópicos de la canción.

Emulando a bandas punteras como COLOUR HAZE, ‘Jupiter’ es una pista suave que acaricia la sensibilidad del oyente proporcionando un gratificante efecto balsámico. Lenta, y silenciosa, sus acordes se envuelven nuevamente entre efectos volátiles creando un espacio de psicodelia cósmica. Aquí los ecos blues se insertan con sutileza entre sus hipnóticos y cautivadores pasajes. Ese carácter meditativo hace que la intensidad se mantenga en un nivel muy bajo. Relajante, hermosa oscura y liberadora a partes iguales. 

Como si se tratara de bandas como NAXATRAS ‘Mother of the sun pt. 2’ es otra magnífica oportunidad para disfrutar de la mejor psicodelia pesada de los italianos. Comandado por la guitarra y custodiado por una pulsante e hipnótica base rítmica, la pista vuelve a contener en su interior genes blues. Pero como en la gran parte de canciones del álbum, los elementos pesados tienen también un enorme protagonismo. La contundente línea de bajo va minando la capacidad sensorial del oyente hasta atraparle entre sus fauces y golpearle como solos de guitarra corrosivos y completamente psicodélicos.

Black Elephant.

Small Stone Records

Reseña: BLUE HERON.- ‘Everything fades’

El año pasado los pilares del stoner rock de Alburquerque BLUE HERON nos mostraban sus cartas en el Split junto a HIGH DESERT QUEEN, ahora con su nuevo ‘EVERYTHING FADES nos muestran que su jugada era definitivamente ganadora. Con un sonido crudo, turbio y pesado, impulsado por el fuzz arenoso del desierto alternado con relajados pasajes meditativos envueltos en humo narcótico, BLUE HERON logran canciones monumentales.  Esa voz que a veces vomita las canciones en desgarradores pasajes, sus tambores explosivos y sus deflagraciones masivas, encuentran un espacio para la luz en melancólicos y meditativos pasajes. La fórmula de dotar sus canciones de crudo stoner-doom con apacibles melodías más propias de la psicodelia de los 70’s, atrapándolas entre riffs crujientes y poderosos, funciona a la perfección en el álbum. Sin perder el tono desértico en ningún momento, el blues de garito de dudosa reputación aparece en unos surcos rugosos, pesados, pero que saben encontrar el espacio para la calma. Un equilibrio que no siempre es fácil de conseguir, pero que estos chicos lo logran con pasmosa facilidad. El volumen masivo, saturando su pedazo de desierto con riffs rodantes y atronadores, tambores que golpean y se balancean, tonos profundos y vibrantes así voces que desgarran y rugen son ingredientes a los que es muy difícil escapar. Por eso, cuando escuches este álbum, algo activará tu circuito neuronal, ya que una losa de propulsión y pesadez de riffs quemados por el sol y lastimados por la arena, caerán sin remisión sobre ti. Este vasto espectro estilístico aplicado con destreza consigue crear canciones inventivas y llenas de emoción entre eclosiones voluptuosas y una voz que se desgarra en cada estrofa, así logran un álbum con mucho gancho.

‘EVERYTHING FADES’ está disponible vía Blues Funeral Recordings.

BLUE HERON son: Mike Chavez (Guitarras), Ricardo Sanchez (Batería), Steve Schmidlapp (Bajo) y Jadd Shickler (Voz)

‘Null Geodesic’ aflora de un humeante espacio invadido por lo chamánico. Una voz que parece vomitar las estrofas es custodiada por monolíticos riffs de vocación doom. Así crean una atmósfera terrorífica para desarrollar esta inquietante pista antes de su abrupto final.

Lentos tambores preceden los primeros acordes de ‘Everything Fades’. Un lento despertar que eclosiona voluptuoso en un espacio Stoner-doom en el que el blues más rudo se vislumbra entre sus surcos. Largos desarrollos de guitarra y un sonido grave son el sustento de esa voz aguardentosa que directamente nos traslada a algún garito de mala muerte en su Alburquerque natal en una noche de sábado. Con oscilaciones en su intensidad esas vibraciones Stoner se combinan con pasajes lisérgicos en los que la calma solo es el preludio de una nueva tempestad.

Desde un oscuro escenario ‘Swansong’ incide en desarrollarse en esa oscuridad de inclinación doom. Lentos riffs caminan tediosos en un lento peregrinar hacia un espacio en el que el rock, el blues lisérgico de los 70’s aparecen para sorprendernos. Esta combinación resulta de lo más estimulante. Si a eso unimos un estribillo que te atrapa, tenemos la tormenta perfecta. Una pista que contiene todos los ingredientes para el triunfo. Los pasajes vocales tiene la suficiente profundidad y fuerza, como para llevarte al ojo del huracán del sonido de la banda. Si bien estamos ante una canción Stoner-doom, los vestigios de los mas crudos ecos de los 70’s están muy presentes en sus surcos.

Palpitante en su apertura, ‘We Breathe Darkness’, nos sume en otro sueño narcótico entre pasajes melódicos embutidos en la melancolía y una base rítmica lenta y atronadora. Una desgarradora canción que respira entre tinieblas para ofrecernos su nostálgico y desgarrador relato. Con ciertos elementos más propios del metal sinfónico añadidos con sutileza, la pista vuelve a combinar su fuerza con calmados pasajes nacidos desde el dolor. A destacar el enorme trabajo de su batería creando el clima idóneo para el desarrollo de su historia.

En una línea completamente ortodoxa, ‘Dinosaur’ se retroalimenta de fuzz narcótico y ritmo poderoso. Una pista no apta para los débiles en la que sus sinuosos ritmos y ese zumbido continuo nos lleva a un espacio rockero mas propio de un club de moteros embutidos en trajes de cuero.

‘Trepidation’ flota entre tonos psicodélicos en una liviana atmósfera absolutamente expansiva.  Como un caleidoscopio sonoro cada nota para expandir esencias psicotrópicas sobre sus surcos. Meditativa y con buenos momentos de guitarra la pista se mantiene susurrante haciendo que nuestra mente viaje mas allá. Con sus casi tres minutos la canción me deja con ganas de más.

Con riffs que provocan estampidas, ‘Clearmountain’ es otra pista arenosa con melodías narcóticas y un sonido turbio. Sus reminiscencias del hard rock de los 70’s se sienten entre sus rocosos riffs. BLUE HERON sabe a la perfección como equilibrar su contundencia Stoner con buenas y cuidadas melodías. En esta ocasión el registro vocal adquiere un tono más amable, lo que hace que el ímpetu de la canción sea amortiguado para evitar desgracias personales. Otra canción en la que se aúnan elementos para conseguir un apetitoso bocado tan del gusto de los Stoner mas rudos, como de los rockeros de siempre y también de los amantes de la psicodelia.

Y si la fórmula te funciona, ¿porque no mantenerla? Así la susurrante apertura psicodélica de ‘Bellwether’ es solo el preludio de una nueva explosión de riffs monolíticos. Un vendaval sonoro que nos arrolla con la fuerza de una manada de búfalos. Pero ahí aparece las melodías vocales para poner el contrapunto y hacer el producto mucho mas apetecible y sugerente. Tambores tribales, zumbidos humeantes, ritmos endemoniados, y toda la fuerza que le podrías pedir a una banda Stoner, aparecen aquí para crear otra monumental y desgarradora canción.

El álbum cierra con la turbia y contundente ‘Flight of the Heron’ Una pista instrumental de algo menos de dos minutos en la que BLUE HERON parece soltar toda su rabia bajo un increíble trabajo de su batería. Un broche final sorprendente par aun álbum grandioso.

Blue Heron

Blues Funeral Recordings