En su regreso a Bilbao, la ciudad que lo vio nacer hace catorce años, el festival KRISTONFEST organizado por la promotora Noise on Tour, se presentaba como una cita ineludible gracias a su sugerente line-up. Solo un día a diferencia de otras ocasiones con tres bandas del nivel de COLOUR HAZE MOTORPSYHO y STONED JESUS, era suficiente reclamo como para desplazarme al País Vasco para ver primer concierto allí. Si bien había visto unos meses atrás a las tres bandas, el buen ambiente que siempre se genera en el festival y la ausencia de éste en la ciudad de Madrid como en ocasiones precedentes, me empujaban a madrugar para coger un tren y presentarme en ‘el Botxo’ para ser absorbido por los sonidos psicodélicos de estas tres formaciones punteras de la escena.
Esta vuelta a origen del Festival se llevaba a cabo en la Sala Santana 27, un espacio situado en un polígono a las afueras de Bilbao con unas magníficas instalaciones para un evento de estas características.
Mi temprana llegada a Bilbao me permitió visitar el casco viejo y su sensacional ambiente con unas calles repletas de gente abarrotando los bares de la zona y su exquisita gastronomía. A continuación, me dirigí a hotel donde estaban alojadas bandas ya que estaba situado a unos metros de mi alojamiento. Allí me había emplazado con Ingvald, el batería de MOTORPSYCHO con quien había estado un par de días antes en Madrid donde pude hacer de guía turístico de la ciudad para él y su pareja. Al llegar al hotel me encontré con Steffan, el líder COLOUR HAZE que habían llegado desde Alemania por carretera tras pasar una noche en Francia. Charlando con él me comunicaba que MOTORPSYCHO ya se habían desplazado a la Sala para hacer su sound-check. Así las cosas, me dirigí camino de la ésta, pero algo nubló mi cabeza y por error me presenté en la Sala Kafé Antzokia, donde tras un rato de espera un empleado me comunicaba que el concierto no se celebraba allí. A veces la cabeza que juega malas pasadas, y todavía no se cómo ocurrió, pero sucedió. A mi llegada a la Sala Santana la banda había finalizado su prueba de sonido por lo que tuve que esperar un rato hasta encontrarme con ellos. Durante la prueba de sonido de STONED JESUS comprobé al instante el buen sonido del recinto lo que un rato después pudo ser corroborado por todos los asistentes. Un recinto amplio, con buena iluminación, amplia barra de bar y espacio suficiente para que todo fuera de maravilla.
Un rato antes del comienzo del festival iba llegando distintos conocidos y amigos desde los mas dispersos lugares de la geografía española para ver a esta triada irresistible de bandas pesadas y psicodélicas.
Los ucranianos STONED JESUS saltaban al escenario de una sala en la que alrededor de medio millar de personas esperaban para disfrutar de lo que prometía ser una jornada memorable. Solo hacía un par de meses que había visto en concierto a la banda en directo e intuía como iban a ser las cosas. El viernes había salido publicado su nuevo disco, el cual había escuchado unos días antes y el que se palpa un giro musical a un escenario más progresivo. La duda en cuanto a cómo enfocarían su set-list quedaba resulta con una alternancia de canciones nuevas junto a alguno de sus clásicos más pesados.
Los potentes riffs del trio junto al buen sonido de la Sala lograron que la tormenta ucraniana se mostrara en toda su intensidad. Ante un público diverso cada banda parecía tener sus propios seguidores, ya que había gente que se había desplazado con cada una de ellas marcadas en su agenda. Todos tenemos nuestros favoritos y verlos junto a bandas diferentes siempre es una oportunidad para nuevos descubrimientos, algo que sucedía con la banda de Kiev, dejando muy buenas sensaciones entre el público que no los conocía mientras sus más fieles seguidores disfrutaban de sus poderosos y familiares riffs. La comodidad del lugar permitía que STONED JESUS sorprendieran con su fuerza a un público que mayoritariamente había venido a ver a Colour Haze o Motorpsycho, siendo bien recibidos por la audiencia en una actuación en la que su Stoner-doom golpeaba con fuerza para bajar las revoluciones con canciones más progresivas procedentes de su nuevo trabajo.
La banda ofrecía la versión mas melódica de sus nuevas canciones entre sus rugosos riffs. Como ya es habitual en sus conciertos una bandera de su Ucrania los acompañaba en el escenario al igual que su particular bote para ayudar a unos ciudadanos cuyo país está siendo masacrado por el imperialismo de Putin. Quizás me esperaba más canciones del último álbum por esa senda más suave y compleja, pero la fuerza presidió una actuación notable que fue bien recibida por una audiencia que ponía a prueba sus cervicales bajo su atronador sonido.
MOTORPSYCHO, posiblemente la banda más esperada de la tarde, abrían su actuación con ‘The Transmutation Of Cosmoctopus’, diez minutos de jam que me hacían presagiar un show más experimental que en las dos últimas ocasiones en la que los había visto este verano en Alemania y Croacia. Era mi tercer concierto con la banda en pocos meses y cada uno de ellos había sido diferente, con cambios en la batería y ahora acompañados por el otrora guitarra de DUNGEN. Pero como he repetido muchas veces MOTORPSYCHO juegan en otra liga. Son una banda capaz de ofrecer mil versiones de sí mismos, y en esta ocasión con la presencia de Reiner en los teclados y segunda guitarra, hacía que la banda sacara sus instintos más profundos. El bajo de Bent retumbaba como una tormenta, mientras la batería de Ingvald acompañaba a la perfección los devaneos de la guitarra de Hans. Esa primera parte de su show se centraba en canciones de su primera época como ‘Sinful, Wind-Borne , Upstairs-Downstairs o Mountain. Durante su brillante actuación los noruegos nos metían en sus particulares laberintos psico-progresivos presididos por la experimentación, un lugar musicalmente no apto para todo el mundo, del que nos sacaban por el camino menos esperado. Canciones variantes con mil matices que van y vienen entre la complejidad, lo divertido y lo pesado. Unos maestros del escapismo que siempre logran su objetivo consiguiendo que el público no se disipe entre su grandilocuencia. En la parte central de su show las melodías y la alternancia de voces eran la nota principal con cortes como la desgarradora ‘Mountain, ‘Hyena’ y Stanley, dejando patente que el rock no tiene secretos para ellos.
La apoteosis llegaba con un clásico de sus actuaciones; Rock Bottom, la canción de U.F.O. adoptada por la banda y con la desataron la locura. Todo el recinto bailando con caras de satisfacción era una inequívoca señal de que estaban disfrutando con una actuación de muchísimo nivel, y es que estos chicos son muy buenos y son capaces de tocar todos los palos de la baraja, y además lo hacen con gran maestría. Su actuación concluía con los ritmos refrescantes de ‘All My Life (I Love You)’ poniendo el colofón a mas de una hora inolvidable. Hay que señalar que la banda no pudo poner en funcionamiento sus fantásticos visuales ya que un problema con el Mac que traía su técnico impedía que los mismos fueron reflejados sobre el escenario, aunque después de lo visto, no habían sido necesarios ya que estos chicos por sí mismos se las apañan para hacer que su música sea la protagonista. Joder, son muy buenos, y en KRISTONFEST volvieron a demostrarlo.
Con tiempo suficiente entre banda y banda para poder relajarnos y comentar la jugada, COLOUR HAZE aparecían en el escenario para poner el colofón a lo que estaba siendo una gran noche. Los de Munich son una de mis bandas favoritas, y suelo coincidir con ellos varias veces cada año. En la fiesta del 20 cumpleaños de la promotora Sound of Liberation en la ciudad alemana de Colonia, había sido la última vez que los había visto. Su actuación allí fue acompañada de unos magníficos efectos de luces psicodélicas, algo que no podríamos ver en KRISTONFEST debido a la ausencia de su técnico. Él había tenido un grave accidente en un dedo de su mano días antes, y la banda se presentaba sin ese soporte tan apetecible. Pero si bien las actuaciones de la banda son apoteósicas con las proyecciones acompañando sus canciones, una vez que los primeros acordes de guitarra de Steffan comenzaron a sonar nadie los echó en falta. L banda nos sumia en su particular mundo lisérgico sin renunciar a la fuerza Stoner que sus temas contienen. Clásicos de l banda invitando a un viaje mesiánico que fue estupendamente recibido por un público que se divertí durante su show. Después del vendaval de los noruegos COLOUR HAZE nos envolvía en sus atmósferas lisérgicas como solo ellos saben hacer. Brillando con luz propia su batería Mani, dejaba patente lo bueno que es en los tambores con sus ritmos endiablados que elevaban los largos desarrollos de guitarra y los sutiles pasajes de los teclados. Canciones largas que flotaban sobre las cabezas de un público disfrutón corroboraban que la elección del cartel que KRISTONFEST había brindado a su público en su vuelta a Bilbao había completamente acertada.
La noche avanzaba y el sueño psicotrópico de la banda incrementaba su intensidad con un argumento lineal pero sumamente solvente. Grandes COLOUR HAZE, nunca dan un concierto malo. Pocas bandas como ellos saben solventar las adversidades brindando a sus fans conciertos memorables como el del pasado sábado.
Son unas cuantas las ediciones que he visitado del festival, pero esta fue especial para mí, pero también para todos aquellos que habían viajado a Bilbao. KRISTONFEST una vez más mereció la pena, por el nivel de las bandas que lo visitan, por el espacio elegido para su celebración y por una organización que siempre trata de ofrecer lo mejor a su público. No quisiera terminar esta crónica sin agradecer la hospitalidad recibida tanto por la organización como por la sala para contaros todo lo acontecido el pasado fin de semana. Ahor queda contar los días para la próxima edición de un festival que se ha convertido en un clásico de la escena española: ¡¡¡Larga vida a KRISTONFEST!!!
Llegaba la hora del último festival de este verano para mí, después de haber visitado seis festivales con anterioridad a lo largo de la geografía europea mi ultima cita estaba en Bélgica, y más concretamente en la localidad de Riillar, donde en una pequeña granja ecológica se celebra uno de los festivales más auténticos del verano, DOWN THE HILL. Ese ambiente campestre se refleja en la infraestructura del festival con un escenario principal construido con troncos y múltiples adornos que colorean el prado donde se celebra el evento. Su curioso segundo escenario con una estructura inflable a semejanza de la de los juegos de niños ya me resultó llamativo el pasado año, y sigo sin haber visto un palco así en ningún otro festival. A mí llegada el día previo, me instalé en la zona de acampada donde me tocó cambiar mi tienda de ubicación ya que había un espacio reservado para la gente que llega en coche sin tienda ni caravana, una circunstancia que tras una primera sensación de contrariedad, entendí perfectamente. Las autoridades locales habían exigido esa distribución para editar problemas de incendios. Asimismo, me comunicaban que la tradicional hoguera nocturna que se hace frente al escenario principal, este año no tendría lugar. Una lástima ya que es uno de los datos diferenciadores del festival. Prescindí de asistir al warm-up que se celebraba en una localidad cercana. La organización había habilitado unos buses para el traslado de la gente, pero preferí quedarme en la zona de acampada acompañado con algunos amigos con los que me encontré y con los que pude charlar y tomar unas cervezas hasta la noche. Una perfecta jornada de relax que define de alguna manera el espíritu de confraternización del festival. Lo cierto es que con alguno de ellos había coincidido este verano hasta en cinco festivales, lo que dice de la minoritaria y fiel escena que compartimos. El festival belga se caracteriza por el eclecticismo y variedad de su line-up con multitud de bandas alternativas en combinación con grandes nombres con largas trayectorias musicales. Esto es una de las cosas que me gusta del festival y que lo aleja de otros con carteles más previsibles y tradicionales. ¡Bravo por ellos! En esta su séptima edición contaba con importantes nombres de grandes glorias pasadas como Focus o Gong, algo que me motivaba enormemente al igual que el pasado año sucedió con Arthur Brown. Elecciones así hacen de DOWN THE HILL un festival particular y especial. De igual manera, te ofrece la posibilidad de ver bandas alternativas que tratan de emergen y que sería difícil verlas sin eventos como este. Muchas veces me motiva más eso, que la posibilidad de ver de nuevo a grandes bandas que he visto repetidamente. No encontré demasiados cambios en el recinto, el mas destacable la distribución de la zona de backstage y la cocina que abastecía las necesidades tanto de los voluntarios que colaboran con el evento (imprescindibles en cualquier festival modesto) como de las bandas, al igual que el monolito que sustituía a la maravillosa estatua con luz del pasado año Suficientes puestos de comida y bebida a precios razonables en los que la moneda eran unos tokens, Sin demasiadas variaciones a primera vista solo quedaba esperar a que el evento diera lugar y con él, la legión de rockeros fieles a un festival que lleva celebradas siete ediciones y que cada año se supera.
VIERNES
El viernes el cielo nos recibía encapotado lo que hacía presagiar que la lluvia nos acompañaría en algún momento del día. Me tomé la mañana con calma preparando mis cámaras y equipo para captar todo lo que sucedía en este primer día. La zona de acampada esperaba la llegada del grueso de la audiencia con un aspecto que cambiaría unas horas después cuando ya todos los campamentos estaban instalados, en una perfecta distribución del público que venía con sus caravanas, campers o tienda de campaña, respecto del que solo llegaba en su coche y que no acamparía en dicho recinto.
A las 14,45 APEX TEN eran los encargados de dar el pistoletazo de salida a la edición 2025 del festival con buenas dosis de psicodelia pesada y riffs que ponían a prueba a la audiencia. Poco a poco el recinto iba recibiendo a sus invitados con las canciones del trío en el escenario hinchable. Enfrente del escenario la experiencia cósmica se aromatizaba con unas barras de incienso bajo los músicos. No me defraudaron con un sonido que era el que va esperaba tras escucharlos en disco.
MODDER entraban como un elefante en una cacharrería con un sonido poderoso como un trueno. Alternados pasajes atmosféricos el quinteto inicia su particular viaje sideral. El atronador bombo marcaba un ritmo inquebrantable entre desviaciones Stoner y retazos psicodélicos. Una banda diferente que no me defraudó con su propuesta.
El backstage contaba con una pantalla de televisión en la que que podía ver en directo los conciertos. Algo sumamente útil para no perderme nada en los momentos de repostaje.
La tarde no había comenzado mal, y a continuación tera el turno de otra banda nueva para mí, CAPITAN. La banda nos sumía en un ensoñador espacio en el que las delicadas texturas post-rock se acompañaban de una melodías vocales cautivadoras. Todo ello arropado con un sonido monumental en el que destacaba especialmente la sobriedad y solidez de la linea de bajo. El resultado eran canciones grandilocuente coloreadas por hermosos y sólidos paisajes sonoros.
Los griegos GODSLEEP refrendaban su reputación como una banda con directo explosivo. Entre golpes de Stoner y elementos alternativos la energía estaba servida por su vibrante cantante. Otra banda capaz de llevar al límite tus cervicales.
ASTODAN eran otra banda que cabalgaba entre el post rock y el post metal en concierto con sonidos atmosféricos y paisajes sonoros de ensueño cumpliendo su misión en la tarde belga.
FIVE THE HIPEROPHANT resultaron ser una agradable sorpresa, su puesta en escena ataviados con capuchas negras y un tono de oscuridad más las barras de incienso situadas en el escenario presagiaba un auténtico ritual. El eclecticismo de la banda se convertía en una locura de saxos, guitarras y cambios constantes de intensidad, sin duda una banda diferente pero sumamente atractiva. Una gran sorpresa.
Precedidos de una reputación como banda experimental, NEPTUNIAN MAXIMALISM llevaron su sonido a un territorio excesivo con el que no conecté. Mis sensaciones fueron ratificadas por alguno de mis amigos teniendo mi misma opinión. La banda tiene personalidad, pero su música no es de fácil escucha para cualquiera, aún así sus seguidores tuvieron su dosis de sonidos ajenos para la mayoría de la audiencia.
HEMELBESTORMER repetían esa puesta en escena presidida por la oscuridad vista con anterioridad. Sin casi percibir la silueta de los músicos su denso y atmosférico sonido cubría la noche con un tono inquietante y misterioso. Sus graves y la repetición de armonías cabalgaban un espacio no apto para todos los oídos.
PENDEJ0! llegaban con toda su sección de vientos al completo, lo que hacía que el público volará con sus canciones a caballo entre el Stoner y los ritmos latinos El Pastuso ya ha adquirido su look casi perfecto para sus conciertos. Ataviado como un gentleman con su traje gris, desgranaba sus canciones entre carajos y un público agradecido. Pronto encontrará ese traje blanco del que me hablaba en los momentos previos a su actuación con el que deslumbrar aún más a su público. La energía desbordante de la banda era bien recibida entre la concurrencia.
THE ATOMIC BITCHWAX Bitchwax ponían el cierre a la jornada. Dos semanas antes los había visto en SonicBlast demostrando que son una banda de garantías y el el cierre de su gira europea de verano lo volvieron a corroborar.
SABADO
TANGLED HORNS iniciaban poco después del mediodía lo que iba a ser una larga jornada. Cabalgando entre el Stoner más rudo el sludge y el grunge, su gritón y voluntarioso cantante no paraba de caminar sobre el escenario como poseído, interpelando al público y hasta encaramándose en lo alto del escenario. Aunque ví prácticamente completa su actuación, no acabaron de convencerme, más teniendo en cuenta lo que venía por delante, con un montón de bandas que tenía marcadas en mi agenda, muchas para ver por primera vez.
Con solo el rato de tomarles unas fotos me di cuenta de que RONKER no eran para mi. Su agresivo sonido era menos sugerente que ir a reponer fuerzas por lo que aproveche el momento para comer tranquilamente y reponer las energías para la dura jornada que veníamos por delante.
KAMEEL resulto ser una banda bastante más interesante de lo que me podía esperar. Las dos bandas previas no me habían motivado con sus agresivas apuestas. Pero en esta ocasión sus canciones progresivas adornadas de ornamentos jazz fueron una grata sorpresa para mí. Ya me había avisado mi querido Klaus de la calidad de la banda, y sin duda, tengo que reconocer que la tienen.
SKYJOGGERS & SULA BASANA desataban la locura sideral con una larga jam inicial transitando por esos territorios cósmicos en los que tan bien se desenvuelven. Su vibrante concierto iba incrementando su intensidad según avanzaba con esos hipnóticos ritmos y sus efectos siderales. El calor apretaba pero no era un impedimento para que todos bailáramos con su hipnotismo y su fuerza. Por fin me quitaba la espina de ver en vivo a los finlandeses, y más con la compañía de Sula con el que me encontraba de nuevo en Down The Hill un año después. ¡¡¡Grandes!!!!! Uno de los mejores shows del fin de semana sin ninguna duda.
WHEEELS OF SMOKE me sorprendían gratamente con la frescura intercalada en sus riffs. Surfeando entre la psicodelia pesada con algún elemento progresivo y la crudeza del stoner más polvoriento la banda belga nos brindaba un concierto equilibrado en el que nunca había momento de distracción, ya fuera en sus pasajes más delicados como en los momentos en los que daban rienda suelta a toda su fuerza.
Eran muchas las ganas que tenía de ver a los croatas SEVEN THAT SPELLS en directo y en las primeras horas de la tarde por fin lo conseguí. Con un sabor agridulce ya que su actuación se limitó a largas jams en las que los momentos drone taladraban las cabezas de los presentes. Me pareció demasiado monótono para una banda con una solvencia contrastada. Intensos y repetitivos trataban de sumirnos en su particular agujero negro, algo que consiguieron con una pequeña parte de la audiencia. Una lástima porque son una magnífica banda, pero no me hicieron gozar con sus extensos desarrollos repetitivos más propios de un viaje astral. Sin interactuar con la audiencia se despidieron sin más.
El huracán TRAVO repetía jugada una vez más. El arrollador trio portugués había arrasado en Freak Valley unas semanas antes, y de nuevo repitió la jugada con esa psicodelia cósmica ejecutada a la velocidad de la luz y en la que el wah wah y sus distorsiones retumbaban por toda la campiña belga. Son ya unas cuantas veces las que los he visto en directo, y jamás bajan el listón, siempre exuberantes en sus diabólicos solos de guitarra, sus ritmos garageros con influencias kraut y sus arremetidas de Stoner. Los portugueses tienen una forma de afrontar sus conciertos con la que siempre conquistan a la audiencia.
FOCUS fueron el momento culmen del festival y para mí, así como el momento culmen de mi verano. Hace cuatro décadas pude ver en directo a Thijs Van Leer acompañando a Miguel Rios en España como músico de sesión, pero jamás había visto a FOCUS en concierto; Down The Hill me ofrecía esa oportunidad impensable ya para mí. No sabía el estado de forma de los dos miembros originales que quedan en la banda, su teclista y flautista Thijs Van Leer y el batería Pierre Van der Vinden, de 77 y 81 años respectivamente, pero cuando les vía en el backstage, comprendí que nos iban a alegrar la tarde. Con un caminar lento acorde con alguien de su edad, Thijs se sentaba frente a su hammond colocando los dos micrófonos que tenía sobre él. Desde el primer momento su cara denotaba felicidad y sobre todo ganas de hacer felices a todos los que allí estábamos. Tras presentarse como banda, el ritual nostálgico comenzó. Con algunos clásicos de la banda como House of The King, Silvia, Focus I y Focus III llegaba la apoteosis con su mítico tema ‘Hocus Pocus’, con la voz en perfecta forma para cantar esos estribillos más propios de un campesino tirolés, la locura se desataba entre todo el público con su flauta eln la mano y en pie frente al público. Son muchos los momentos de intensidad que llevaba vistos este verano, pero contemplar desde el foso de fotógrafos elevado sobre la estructura de la vall, a todo el auditorio bailando y cantando con caras de gozo, no tuvo precio. Ese momento supuso un subidón de adrenalina que hizo sentirme afortunado de haber vivido esa experiencia que jamás pensé que podría vivir. No recuerdo los nombres de los acompañantes en la guitarra y bajo, (a pesar de que Thijs los presentara hasta en dos ocasiones) pero su labor fue sencillamente magnífica. Supongo que con Jan Akerman a las seis cuerdas la cosa podría haber épica, pero estos chicos cumplieron su misión a la perfección con solos de guitarra que no desmerecían de los originales de sus viejas canciones. Después de cerca de una hora de actuación se retiraban del escenario para regresar unos momentos después ante la insistencia del público para interpretar tres canciones más. ante la algarabía generalizada de un público que les despidió con la mayor ovación del fin de semana.
Después del éxtasis vivido con FOCUS, HEDVIG MOLLESTAD TRIO no era lo que necesitaba. Mi curiosidad me llevo frente al escenario donde pude sentir la fuerza del trío, pero sus momentos experimentales no casaron bien con mi eufórico estado de ánimo. No obstante, hubo momentos ciertamente interesantes en una actuación que posiblemente requiería más atención por mi parte y que nos llevaba a un particular universo en el que el jazz y la experimentación dominaban la atmósfera.
Hacía tiempo que no veía en directo a los suizos MONKEY3 y siempre es un momento gratificante. La banda sigue manteniendo la forma con sus pasajes espaciales de inspiración floydianas, de igual manera que sabe cuándo apretar el acelerador de sus potentes riffs… Envueltos en humo, con algunas proyecciones y una persistente luz azul, sus nebulosas llegarán a una audiencia que se agolpaba mayoritariamente para ver si actuación., cumpliendo como lo que se espera de ellos, una de las mas destacadas heavy-psych cósmico con propulsión stoner.
Por unas cosas o por otras, nunca había visto en directo a THE BEVIS FROND, por lo que esperaba enormemente verlos por fin en directo, y Down The Hill me ofrecía esa oportunidad, así que me preparé para disfrutar finalmente de ellos. Y… ¡¡¡wow!!!, eran la banda que me imaginaba en directo. Cuatro músicos sólidos que saben a la perfección como hacer su trabajo. Ellos ponían color a la noche con sus canciones empapadas en blues, en boogie en garage, pero sobre todo en una psicodelia pesada capaz de revivir a los muertos. Llenos de magnetismo, la banda media los tiempos con un sonido potente de fácil escucha con un cierto tono vintage y un groovy irresistible. Sensacionales.
El cierre del festival llegaba a cargo de los legendarios GONG, otra banda difícil de ver en otros festivales y que sí es posible disfrutar de ella en DOWN THE HILL. La banda, ya sin la presencia del fallecido Daevid Allen arrancaba su show con un tono festivo y divertido con canciones progresivas de fácil digestión. Eran una incógnita para mí y sin duda, sonaron mejor de lo que podía esperar. Pasajes progresivos más propios de un cuento eran alternados con momentos contundentes durante su fluida actuación. Lo cierto es que goce mucho de una banda que no pensaba que pudiera ver En vivo En su parte final de espectáculo pasaron al otro lado del espejo y nos sumieron en un narcótico estado recuperando su ldo más loco y experimental.
Así acababa otro fin de semana emocionante y a la vez mi tour veraniego de festivales, en el que a mi regreso a Madrid había recorrido 16.426 kilómetros a través de España, Francia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos, Austria, Eslovenia, Croacia Italia y Portugal. Lo hacía con el mejor broche final posible, Down The Hill, un festival que visité por primera vez el pasado año, y si entonces me enamoró, a partir de este año dejará de ser un amor de verano, para convertirse en una relación duradera. Porque sus originales line-up, su recinto, el amor que pone la organización y sus visitantes, son todos como para no resistirse:, maravillosos. ¡Hasta el verano que viene Down The Hill!
Después del paréntesis del año pasado, regresaba de nuevo al festival que mas ediciones he visitado. Siempre querido para mi, SONICBLAST FEST continúa siendo un festival especial, pero su constante crecimiento me suscitaba algunas dudas teniendo en cuenta que físicamente no estaba al 100 %. Desde hacía años no me he alojado en un apartamento que me permitiera prescindir del coche para la vuelta en la noche, y en esta ocasión no necesitaba vehículo ya que, a tan solo veinte minutos de paseo desde la entrada del festival, podría tener el merecido descanso nocturno necesario para resistir a las olas de riffs del festival. Llegando a Villa Ancora el día del warm-up, aproveché la calma previa a la tormenta para chequear las instalaciones del festival. Nada había cambiado, la zona de acampada en el bosque aledaño mantenía sus escuetas duchas junto a unos lavaderos mas algún urinario móvil. En la plaza de la entrada al festival destacaba la enorme pancarta con el nombre de éste sobre una imagen de los cuatro miembros de Black Sabbath, un cuadro icónico ante el que nadie se resistía a hacerse una foto de recuerdo. La pérdida de Ozzy Osbourne hacía escasas fechas, era un acontecimiento que no podía pasarse por alto en un festival que usa tokens con la cara de Tommi Iommi y que venera a la banda de Birmingham. El recinto mantenía los dos escenarios principales juntos, así como la carpa que sirve para albergar a las bandas del final de la noche y del comienzo de cada jornada. Paseando por la playa, por los alrededores del festival y sobre todo por el paseo marítimo, era palpable la presencia de más público foráneo del que visitábamos el festival en sus primeras ediciones. Si en sus inicios el festival recibía mayoritariamente a público de Portugal y de España, ahora Sonicblast se ha convertido en un evento de referencia en el panorama europeo y recibe a visitantes de numerosas nacionalidades como evidente reflejo de su fama y crecimiento. Con el cartel de sold-out colgado y con más de 5.000 visitantes, Sonicblast se postula como uno de los festivales punteros del verano. Esa evolución se refleja también en unas apuestas novedosas en su line-up, con algunas bandas de géneros que hasta ahora habían pasado desapercibidos en ediciones anteriores. Una amplitud de horizontes que no es completamente bien vista por aquellos que vieron nacer al festival y se bañaron en la mítica piscina de la localidad de Moledo. Esto se traduce en que la movilidad en el recinto durante los conciertos se torna más difícil y especialmente para alguien como yo, que tiene que estar completamente pendiente de los horarios para poder acceder al photo-pit. Teniendo en cuenta que llegaba a Sonicblast tras haber visitado cuatro festivales en el último mes. Esta aglomeración de gente me añadía un mayor estrés a la hora de cubrir todos los conciertos y lo que acontecía en el festival como a diferencia de lo vivido en las semanas anteriores. El agobio por la falta de movilidad y lugares para descansar hizo que mi disfrute en esta edición se viera algo empañado. Por otro lado con un line-up en el que a la mayor parte de las bandas las había visto meses o semanas antes y alguna de ellas en múltiples ocasiones, tenía una serie de bandas marcas en mi agenda, y tristemente por la intempestiva hora de sus actuaciones, me fue imposible asistir a sus shows, algo que me frustra, pero que he de asumir. Esta sensación personal era compartida por numerosos amigos y conocidos que se veían en las mismas circunstancias, con horarios demasiado tardíos. Un festival debe de ser un momento de fiesta y diversión, y ésta no es completa cuando no puedes cumplir tus objetivos y ver a tus bandas favoritas en unas condiciones cuando menos aceptables. Así las cosas, la edición 2025 del festival portugués me planteó serias dudas emocionales sobre el esfuerzo para poder hacer un trabajo digno recogiendo lo que allí acontezca y que esa sea una aventura positiva y gratificante para mí. Me queda una reflexión sobre ello que llegará en su momento. En el interior del recinto la zona de comidas contaba con algún elemento más que en las pasadas ediciones, pero seguramente los asistentes agradecerían una mayor oferta que evite largas colas para poder tener la comida. Si noté una mayor agilidad en las barras de bebida, pero siempre hay momentos críticos en los que todos aprovechamos para el avituallamiento y ahí es donde llegan las demoras. Si en el resto de festivales tengo la facilidad para moverme por todo el recinto, la expectación que despierta el festival hace que un numeroso grupo de medios esté acreditado, lo que nos lleva a que la zona de Backstage sea un espacio prohibido, y que solo sea posible hacer fotos las tres primeras canciones. Todo un calvario para mi hacerme hueco entre la multitud para salir de allí, ya que la aglomeración de gente hace que resulte difícil la tarea de salir varias decenas de fotógrafos con sus respectivas bolsas y equipos interrumpiendo la diversión de la gente que está viviendo a sus bandas favoritas. Esta y alguna otra circunstancia impidió que tomara videos de ninguna banda y solo me limitara a tomar pequeños clips para la edición del aftermovie del festival. Lo siento, pero me fue imposible gestionar esa circunstancia para ofrecer a mis lectores y seguidores unos videos con un mínimo de calidad. La intensidad de Sonicblast es superior a la de la gran mayoría de festivales de la escena europea, tanto por la fogosidad y juventud de su público, como por su extensa oferta musical. Teniendo en cuenta que mis médicos me habían prescrito que no hiciera esfuerzos físicos, esto chocaba con mis ganas de vivir intensamente el festival para no perderme detalle y poder transmitir lo acontecido a todos vosotros, sobre todo con un elenco de bandas que exploraban territorios no habituales en el festival y que requerían cuando menos, mi atención. Pero Sonicblast también posee otras cosas que lo hacen especial. Poder relajarte en las mañanas en la playa aledaña (si la resaca te lo permite), disfrutar de la amplia y económica gastronomía local, y sobre todo, poder disfrutar con multitud de gente que conoces y que te es afín; y después de una década viniendo al festival, eso no tiene precio. La gran cantidad de gente que me saluda, unos conocidos, otros no, pero siempre con la mejor actitud hacia mi. Gracias a todos, y siento no haber podido compartir mas momentos con algunos de vosotros.
MIÉRCOLES
Así las cosas, tras una buena cena llegaba al recinto con la actuación de OVERCROOKS ya comenzada. La banda no me motivaba demasiado así que tras mi ausencia en el festival el pasado año, dediqué el tiempo a saludar a los múltiples conocidos y amigos con los que me encontré en el camino.
Mis queridos DAILY THOMPSON por fin podían vivir la experiencia de tocar en Portugal. Tuve un rencuentro con ellos una vez mas. Había compartido el Freak valley y una semana después tocaron en Blackdoor Music Fest y ahora de nuevo nuestros caminos se cruzaban. Con la carpa abarrotada de gente haciendo difícil la movilidad por el recinto, el trio de Dortmunt mostraba su habitual energía. Su bajista Mephi, a pesar del cansancio, mantenía esa sonrisa en su cara celebrando cada headbanging;, ese buen rollo se traducía en el jubilo de los presentes. Un buen comienzo para medir la temperatura de un público con muchas ganas de pasárselo bien.
Los californianos CASTLE RAT ofrecían su primera actuación en el festival , ya que todavía volverían al segundo escenario en la jornada posterior. Su colorista y magnífica puesta en escena con un estandarte presidiendo el escenario y la banda perfectamente maquillada, presagiaban un show tan épico como su música. Su sonido era como me había transmitido su ultimo disco; si bien musicalmente no aportan grandes novedades, estos chicos saben ejecutar a la perfección ese sonido de heavy-rock vintage con tintes teatrales. Hicieron lo que todos esperábamos de ellos calentando la noche portuguesa.
Había llegado mi hora y no me quedé a la pinchada de Mario y Carlos (heavy brothers dj’s y me encaminé por las pasarelas a mi apartamento para un merecido descanso.
JUEVES
El día amanecía con la niebla cubriendo la playa y el paseo marítimo, mientras solo los valientes surfistas se metían en el agua. (¡que valor y que pasión!). La temperatura se mostraba mas baja que el día anterior por lo que un pantalón largo sería mi opción durante el día.
Prescindiendo de las actuaciones de CAPELLA MORTUARIA y BOW, HOOVIERIII fueron mi primera banda de la jornada. Una actuación al comienzo de la tarde en el escenario principal que solventaron con buenas dosis de psicodelia ácida y alternancia de voces cumpliendo mis expectativas. Seguramente en otro horario hubiera podido disfrutar con mayor intensidad de ellos.
SPOON BENDERS eran unos desconocidos para mi, pero desde sus primeros riffs me parecieron una banda interesante. Mi sorpresa llegó cuando al enfocar mi objetivo a su batería, este no era otro de Mike Amster, con el que había estado días antes en Croacia acompañando a Brant Bjork. El batería de Nebula y Mondo Generator (entre otros), ya me brindaba un punto de garantía que se vio refrendado con una actuación solvente en la que la psicodelia se vestía de garage rock entre ecos alternativos. La primera sorpresa del fin de semana.
El escenario principal recibía a los noruegos SLOMOSA, una banda con la que todos los años coincido varias veces y que sé que siempre dan su mejor versión (parece que no tienen otra). Poniendo patas arriba el recinto, el cuarteto descargaba su ‘tundra rock’ con la solvencia de una banda veterana. A pesar de su juventud, estos chicos no dejan de tocar, y eso se nota en cada una de sus ardientes actuaciones. Sus melodías y su Stoner rock de manual, hacen que cada concierto suyo esa una fiesta por todo lo alto, y una vez más en Portugal dieron la cara sin guardarse nada. Sobresalientes en su papel, desataron la locura entre sus mas fieles seguidores y también entre la mayoría de una audiencia que gozaba al ritmos de sus riffs y sus pegadizas y bailongas canciones.
No sabía quienes eran DITZ, pero cuando vi a su cantante salir al escenario con un vestido de flores intuí que íbamos a tener momentos intensos y divertidos. Solo tardó unos segundos en desatar la locura saltando en la primera canción entre el público cantando mientras surfeaba sobre las cabezas de una audiencia excitado. Punk rock británico sin concesiones, pero que no me motiva demasiado, por lo que tras las fotos me alejé del escenario. Ver a su cantante encaramado a la estructura del escenario y los constantes pogos no eran plato de mi gusto y a continuación era el turno de EARTHLESS, por lo que tenía que ponerme en situación.
Durante la prueba de sonido puede saludar a Isaiah, el que como siempre se mostró cariñoso y afectuoso conmigo preguntándome antes que nada por mi estado de salud. Seguramente todos conocerán su talante como músico, pero su calidad como persona es incluso mayor que su talento. El trio de San Diego interpretaba su álbum ‘Sonic Prayer’ en conmemoración del 20 aniversario de su publicación, y lo hacía dejando patente una vez más que son una banda que juega en otra liga. Inmensos y emotivos, con su potente base rítmica, Isaiah se dejaba el alma en cada acorde, en cada nota, en cada solo. Solo tienes que ver la cara de un músico cuando entra en trance y lo único importante es plasmar en cada una de sus canciones lo más profundo de su creatividad. Su hora de actuación acabó siendo épica una vez más. ¡¡¡Larga vida a Earthless!!
La noche caía y KING WOMAN tomaban el segundo escenario. Solo pude ver a la banda de lejos ya que me despisté charlando con amigos y ya no pude acceder al foso para hacerles fotos, por lo que me tomé su actuación como un pequeño break, aún así, desde el escenario me llegaban algunas señales que podían hacerme pensar que hubiera merecido la pena prestarles más atención, pero ciertamente es imposible ver todos los conciertos .
La noche había caído y el escenario principal se preparaba para poner la sintonía a la oscuridad. AMENRA no son una banda de mi estilo preferido, pero en el par de ocasiones que los había visto previamente, me habían sorprendido por su capacidad para crear esas atmósferas desgarradoras y depresivas con su cantante entre tinieblas dando la espalda al público. En esta ocasión venían acompañados por Amy, de YEAR OF COBRA, que no desentonó en el esquema de la banda. Los belgas son una de las bandas destacadas de la escena del post-metal y lo dejaron patente una vez mas. Puedo decir que hubo grandes momentos de disfrute con sus deprimentes canciones.
FU MANCHU eran uno de los platos fuertes de la jornada, y eso se notaba con un poder magnético con el que atrajeron a todo el público frente al escenario. Si bien AMENRA son ídolos para muchos, otra parte de la audiencia no gusta de su oscuridad y de su desgarradora melancolía, pero FU MANCHÚ si jugaban en su terreno y eso se notaba en la excitación de un recinto abarrotado en esos momentos. Seguramente los americanos fueron una de las bandas que mas público concentraron junto a ellos durante su actuación, saliendo ovacionados por una audiencia que había gozado con sus potentes riffs. La banda se mostraba en plena forma ofreciendo un concierto monumental que fue recibido con júbilo por un público exultante. Otros de los triunfadores de la jornada.
Mi cuerpo estaba pasándome factura por lo que decidí que el día había concluido para mi con la enorme tristeza de no poder ver a HEAVY TRIP, la que seguramente era mi banda mas deseada de todo el fin de semana, pero la intempestiva hora de su actuación hacia necesario que prescindiera de de sus concierto reservando mis fuerzas para lo que estaba por llegar en las dos jornadas siguiente. Con sensaciones encontradas de camino a mi apartamento reflexionaba sobre lo estresante que había sido el día para mi, y necesariamente tenía que plantearme las cosas con más calma para que mi cuerpo aguatara el resto del fin de semana. Un festival es una carrera de larga distancia y no puedes gastar tus fuerzas a las primeras de cambio ya que sino, será imposible llegar a la meta.
VIERNES
A los japoneses TOYO les había visto el fin de semana anterior en KRACH AM BACH y no quería perdérmelos, por lo que fui al recinto a primera ahora donde me encontré en el mismo a más gente de la esperada. Desconocidos para la mayoría, los japoneses ofrecían sus melodías almibaradas en esa psicodelia exótica tan complaciente, pero también dejaban claro que se podía poner serios y golpear con sorprendentes riffs con los que acabaron por convencer a los presentes. Su actuación tuvo una mejor actitud y contundencia que la mostrada siete días antes en tierras alemanas.
NAGASAKI SUNRISE salían al escenario con el descaro del metal más rancio y frenético. En una actuación de alto voltaje con demasiadas poses, su speed y thrash metal, hacía las delicias de unos pocos pero al igual que para la mayoría, no eran para mí. Que pena que no hubieran intercambiado su horario con HEAVY TRIP.
Los portugueses SUNFLOWERS desplegaban su frescura garage rock psicodélico poniendo a la concurrencia a bailar. Los recordaba como una banda solvente, pero aquí me sorprendieron con una fuerza inusitada bien recibida por los que no hacían pereza por iniciar la jornada. No se si son una banda para abrir en el escenario principal, pero probablemente eso despertó mas interés entre el público.
El recinto se iba poblando de gente y sobre todo de público ataviado con gorros rojos. Inequívoca señal que los destroyers belgas GNOME iban a comenzar su actuación. En un par de ocasiones había visto su potente directo, y tenía claro que con el público de Sonicblast iban a triunfar, como así fue. La locura se desataba entre pogos y crowdsurfing de un público gozoso con las pegadizas canciones del trio. Me emplacé para verme con Egon, su batería, al cual conozco de sus tiempos en Temple Fang, pero finalmente no pudimos encontrarnos, aunque por sorpresa me lo encontré como asistente a Down The Hill, donde nos resarcimos y pudimos charlar amistosamente. GNOME siguen su carrera ascendente teniendo cada día más protagonismo en la escena como una banda imprescindible para subir la temperatura de la fiesta.
Otra de las apuestas novedosas del festival era EMMA RUTH RUNDLE. La cantautora de dark-folk ofrecía un show intimista que por momentos desconcertaba al personal. Su innegable calidad conseguía que viera algo a lo que no estoy acostumbrado en Sonicblast, y es al público en absoluto silencio escuchando el concierto y mandando callar a los que charlaban. Un hecho insólito que da fe del carisma y talento de una gran artista, que en un territorio que no era el suyo salió airosa con una actuación emotiva en la que no dejaba ver su rostro inclinado hacia las cuerdas de su guitarra. Ese solitario instrumento y su cautivadora voz pusieron la pausa en un festival ruidoso por naturaleza. Nunca vi en diez años visitando el festival una actuación en la que el público guardara tanto respeto a un artista manteniendo su boca en completo silencio. ¡Bravo!, es una señal de que su show caló, al menos en una gran parte del auditorio.
CHALK aparecían en el cartel como ese elemento extraño que te hace pensar, ¿Qué hace esta banda aquí? Una de las apuestas del nuevo rumbo que parece tomar el festival. New wave y electrónica en un lugar y en un horario que no deberían ser el suyo. No entiendo este tipo de banda tocando en un festival como Sonicblast, pero….
MY SLEEPING KARMA ponían la magia y la emotividad en otra actuación sobresaliente. Sus meditativos desarrollos a caballo entre el post-rock y la psicodelia meditativa siempre han sido bien recibidos en las playas del norte de Portugal y una vez mas se repitió la liturgia. Con unas luces más sugerentes que las bandas previas, el inicial abrazo de los miembros de la banda antes de su actuación era el protocolario trance de bienvenida a un nuevo sueño devocional. Era la tercera vez que veía a la banda este año, y como siempre me ha sucedido, fue otro show apoteósico. He de decir, y se lo comentaba a Seppi tras su actuación, que la comunión y magia que tienen con el público en su Alemania natal es algo diferente a cuando el público es otro. Los alemanes presentes saben de lo que hablo, porque MY SLEEPING KARMA seguramente es la banda más querida en su país y cada una de sus actuaciones es una ceremonia mística en la que los riffs rugosos también tienen presencia, y eso los hace especiales. No obstante Matte me transmitía la alegría que siempre le produce tocar en Sonicblast, un lugar que han visitado en numerosas ocasiones, y en el que siempre son fantásticamente recibidos por un público que los adora. Eso se nota en su brillante y emotiva actuación.
Las leyendas suecas WITCHCRAFT se estrenaban en el festival con mucha expectación de un público que por primera vez los podía ver allí. Volvía a ser una incógnita y no tenía muchas esperanzas depositadas en su actuación. Mis dos conciertos anteriores tras su regreso habían sido decepcionantes. No sabía que músicos lo acompañarían, pero cuando ví a Jussi a la batería y a su novia al bajo, me quedé tranquilo, porque son dos músicos solventes que ayudarían a Magnus con sus carencias. Su salida al escenario con una sonrisa me hizo pensar que esta vez sería diferente. Él es un tipo particular, con sus rarezas, y bueno, aparte de abroncar al público por no saberse la letra de una de sus canciones, mantuvo el tipo con una actuación en la que hubo algunas carencias en la voz, si, pero que fue mejor que mis veces previas. El Proto-doom de la vieja escuela, como lo habíamos conocido en sus comienzos inundó de oscuridad y sonidos épicos el recinto de Sonicblast. Mejor de lo que podría prever especialemnte por el talante de su líder sobre el escenario, con mayor entusiasmo y acitutud que en sus anteriores conciertos.
Otra de las bandas que desentonaban en la presente edición del festival eran DAME AREA y su electrónica. Otros de los que prescindí mientras charlaba con los chicos de MY SLEEPING KARMA con los que me une una amistad desde hace años.
Había prometido a mi amigo Caspar, el guitarra de DAEVAR que, a pesar de la tardía hora de su actuación, trataría de estar presente, y si, lo conseguí. Hace años que lo conozco y sabía de la ilusión que le hacía tocar en Sonicblast, y por fin ese momento había llegado, y no quería defraudarle con mi ausencia. DAEVAR, llegaban relajados al festival tras haber tenido unos días de descanso por tierras portuguesas, y venían dispuestos a darlo todo. El trio de Colonia es otra de esas bandas que poco a poco van adquiriendo un mayor protagonismo en la escena doom, y en su actuación con una carpa repleta de gente, corroboraron el porqué. Impulsados por esta impactante combinación de guitarra y bajo y por la ensoñadora voz de Pardis, el trio de Colonianos atrapó entre sus nebulosos y lentos riffs en una liturgia ocultista llena de alicientes. Contundencia, y ese carácter grunge que ya mostraron desde sus inicios invocaron a las tinieblas en la madrugada portuguesa.
SÁBADO
En esta bacanal de horarios y bandas los italianos MESSA abrían la última jornada a las 15,30 bajo un sol importante. Seguramente no era la mejor hora para su doom melódico, pero la banda tuvo gran poder de atracción consiguiendo que un numeroso público desafiara el calor para ver su actuación acercándose al escenario principal. La banda dejó claro que su evolución sigue siendo positiva con un show impecable en el que dejaron muestras de toda calidad que atesoran, dando el pistoletazo de salida a la jornada por todo lo alto. La sensibilidad de su tímida cantante y la guitarra de Albert hacían que los italianos se confirmaran como una banda a respetar gracias a su compacto y a la vez, melódico sonido. Posiblemente alguien echará en falta un poco mas de actitud ya que con algo mas de performance la banda podría romper esquemas, pero ellos son así, interpretan sus canciones sin mucha interacción con el público, pero al menos lo hacen genial.
Sin demoras, THE ATOMIC BITCHWAX, otros de los habituales del festival, hacían lo que mejor saben hacer. Poniendo el recinto patas arriba los californianos eran un perfecto termómetro para medir la temperatura y la intensidad del festival. Siempre bien recibidos, estos chicos nunca defraudan con sus riffs ardientes y su energía desbordante acompañados por un público que coreaba sus canciones entre bailes y headbanging.
Eran la las cinco y media y KING BUFFALO tomaban el relevo en el escenario principal. En su anterior visita ya tocaron en medio de la tarde pero de nuevo el descontrol de horarios le situaba en un lugar que seguramente no merecen. Sean, Scott y Dan no tienen ya nada que demostrar a estas alturas, y así lo dejaron patente en una nueva actuación en la que sus hechizantes melodías shoegaze y esos ritmos hipnóticos se engrosaban con poderosos riffs en un concierto en el que se mostraron quizás algo más pesados de lo habitual, algo que fue bien recibido por la audiencia. Sus trances sonoros se alternaban con canciones en la que el Stoner conquistaba a un público entregado en esta particular odisea cósmica, soberbios como siempre. Sean abría la actuación requiriendo la presencia del personal de seguridad ya que una chica en el público había tenido una lipotimia, ante lo cual el personal de inmediato procedió a su evacuación para que se recuperara. Esto forma parte de Sonicblast, un festival que se vive con intensidad y que en momentos de calor, el agobio de la multitud nos lleva a presenciar estos episodios como éste con una mayor frecuencia que en otros festivales.
Los canadienses DEAD GHOSTS eran otra banda desconocida para mi pero la frescura de su garage rock y su saxofonista pusieron a bailar al personal con canciones sencillas y divertidas. Fueron un perfecto break para la espera de la contundencia doom que llegaba a continuación de manos de MONOLORD.
Desde hace un tiempo, el trio sueco había incorporado para sus conciertos a su formación como segunda guitarra y sintetizadores al reputado Per Wiberg (Katchamka, Spiritual Beggars, Opeth…), y como había podido comprobar unas semanas antes en BEARSTONE su incorporación le daba un plus a la banda. Pocas dudas hay de la solvencia y contundencia de MONOLORD en directo, una banda con la que no termino de caer rendido a su propuesta, esos riffs doom interminables que no parecen de arrancar, afortunadamente se compensan con esos momentos melódicos en los que la voz de Thomas baja un poco las revoluciones de la banda poniendo la magia. Para sus múltiples adeptos. Esto no es un problema, y más al descomunal volumen al que tocó la banda. Como le comentaba unos días después a Mika en Hoflarm donde los vi de nuevo, y donde pude charlar distendidamente con él, la presencia de Per hace que la banda pueda ofrecer otra visión diferente para los que no buscamos solamente riffs lentos y plomizos. Espero que en su próximo disco esto se pueda traducir en canciones más versátiles porque lo cierto es que de calidad y fuerza andan sobrados. Uno de los conciertos más aclamados por la mayoría de un publico que ama a la banda.
La embestida de MONOLORD era seguida en el segundo escenario por el duo PATRIARCHY, una banda de Los Ángeles que llegaba con una cierta reputación entre parte del público pero que me resultó absolutamente prescindible. Mucha energía, mucho sampler, momentos industriales y un sonido que hizo que me alejara del escenario para compartir las últimas charlas con numerosos amigos y conocidos.
Musicalmente el festival había concluido para mi, pero no obstante me quedé a presenciar la actuación de otras dos bandas que no me resultaban nada atractivas, pero que ocupaban un lugar de honor en el cartel del festival, engrosando su ecléctico line-up.
La reputación de CIRCLE JERKS con Joey Castillo (QOTSA, Danzing o Eagles of the Death Metal) y su cantante Keith Morris (Black Flag) hacían que el público esperara ansioso su actuación. El hardcore no un estilo que me guste y las continuas charlas de Keith cortando las canciones, rompían ese ritmo frenético y agresivo que se le espera a la banda. Aún así, muchos gozaron su actuación. A veces los nombres pesan más que la propuesta musical, que con todos mis respetos, en esta ocasión no estuvo al nivel del festival, aunque si de una parte de la audiencia que daba rienda suelta a su violencia con constantes pits, dando un enorme trabajo al personal de seguridad que no daba abasto recibiendo a gente que llegaba surfeando a la valla junto a escenario.
Otra banda con gran reputación en estos momentos, pero irrelevante para mi, eran los bielorrusos MOLCHAT DOMA. Siempre trato de prestar atención a este tipo de bandas que viene precedidas por una gran hipe entre la audiencia y que no están en mi radar musical. El rojo presidia una actuación oscura de post-punk con elementos de rock gótico y exceso de sintetizadores, el único acompañamiento a la calidad de la sugerente voz de su cantante. Si, vale, no suenan mal, pero creo que no son una banda para tocar en un festival como Sonicblast. No siendo un plato que yo pondría en mi mesa, el trio me pareció solvente pero para tocar en otro tipo de eventos, y no en uno en el que el rock pesado, el Stoner, el doom y la psicodelia son los estilos mayoritarios de sus asistentes.
Ya no había tiempo para más, quedaban por tocar DOPETHRONE, otra banda que no me gusta y que he visto en varias ocasiones, CASTLE RAT, a los que había visto en la jornada del viernes, y como punto final mis queridos VINNUN SABBATHI, con un comienzo de actuación previsto para las 3,25 de la mañana. ¿Quién llega a esas horas en condiciones si no es tras la ingesta de drogas estimulantes?, yo no. Ya les había avisado a los miembros de la banda que sería difícil mi presencia durante su performance, pero afortunadamente unos días después, los vería actuar en Hoflarm, donde con un horario más racional podría verles tranquilamente, por lo que di por concluido el festival para mi. Los mexicanos me habían traído una botella de mescal desde Mexico, regalo que degustaré gustoso en cuanto pueda, ¡gracias chicos!!
El enorme esfuerzo que me ha supuesto este año mantener el tipo hace que me plantee como gestionar esto, ya que aparte de cubrir los festivales, necesito divertirme en ellos, y cuando hay tantos elementos que restan mi gozo, la balanza se desequilibra. Esta ha sido para mi la edición más dura del Sonicblast de la decena de ediciones en las que he estado, el festival ha crecido exponencialmente gracias al buen trabajo de Ricardo y Telma, pero con mi salud mermada, no me resulta tan gratificante como lo ha sido durante todos estos años en los que he gozado enormemente de mi obligada visita al norte de Portugal. Si ha eso unimos la disparidad del line-up de las últimas ediciones hace que necesariamente deba plantearme como gestionar esto. Veremos….
En cualquier caso, al margen de mis cuestiones personales, de la masificación, de la disparidad de su line-up SONICBLAST en su 13 edición, fue una fiesta por todo lo alto en la que me pude encontrar con cientos y cientos de amigos y conocidos que siempre gratifican mi alma. Aunque el festival ha crecido y consagrado como un referente absoluto de la escena europea espero que la infraestructura y condiciones mejoren para asumir toda esa demanda de público que cada año puebla masivamente la costa norte portuguesa para vivir una experiencia única y que reclama algo más de comodidad para sobrevivir este intenso pero maravilloso festival.
Con una parada en Colonia para ver el show de Slomosa junto a Mastodon y tras dos maratonianas jornadas conduciendo a través de Francia con una temperatura que llegó hasta los 43 grados (aviso para los negacionistas del cambio climático), llegaba de nuevo a Hoflarm en mi tercera visita al festival. La jornada del miércoles me la tomé de descanso tras haberme instalado en la zona de acampada. Después del intenso fin de semana en Portugal en el SonicBlast y después de haber conducido casi 2000 kilómetros necesitaba bajar la intensidad y tomarme el día con calma. Poco a poco iban llegando multitud de conocidos y amigos con los que cambiaba impresiones. El recinto seguía igual que el pasado año, aunque se notaban algunas pequeñas mejoras en su infraestructura. Una gran carpa instalada en la parte final del recinto proporcionaba una sombra necesaria. El calor del verano golpeaba con fuerza y son muchas las horas que tenemos que estar bajo los rayos solares. La organización había puesto a disposición de los asistentes la posibilidad de adquirir online un ticket para las duchas al precio de 8 euros para todo el fin de semana. La cola para las mismas crecía en las primeras horas del día, pero nadie se alteraba por la espera. Si hay que destacar el amor que Caspar y su equipo ponen para el bienestar de los presentes, estos, como siempre colaboran de buen grado lo que genera un ambiente acogedor. En el recinto las cervezas se consumen en los envases de cristal mientras unos chavales pasan con cajas recogiendo los ocasionales envases vacíos, ya que por lo general todo el mundo recoge sus desperdicios y portan su propio cenicero para que la limpieza predomine. Esto permite poderse sentar en la hierba sin nada que nos moleste, responsabilidad cívica. De igual manera me resulta curioso ver a la gente bebiendo sus copas de aperol para refrescarse y combatir el agobiante calor de la tarde. Es uno de los pocos festivales que conozco en el que los vasos de plástico son excepcionales, lo que dice del civismo de los presentes, porque HOFLARM es un lugar en el que la camaradería y el buen rollo impera sobre todas las cosas.
JUEVES
El caluroso día daba la bienvenida a los australianos KHAN .su show en Krach am Bach un par de semanas antes se había convertido en uno de mis favoritos del verano. En esta ocasión repetían poniendo la pausa en la hora de la siesta con sus hipnóticas canciones empapadas en la mejor de la psicodelia. Este poder magnético hacía que el público saliera de las sombras para acercarse al escenario y disfrutar del viaje. Una sosegada forma de empezar la jornada bajo un sol por momentos, abrasador.
Para despertarnos de ese gratificante letargo que nos habían brindado los australianos, llegaban PIECE derrochando una energía desbordante con sabor a metal. Voces agresivas y canciones ruidosas no era lo que mejor me venía en ese momento en contraste con parte del público en modo ‘fiesta’.
Aprovechando el descanso entre bandas aproveche para hidratarme. El asfixiante calor necesitaba ser apaciguado con la primera cerveza del día. Y la verdad, me sentó genial. El festival está ya en plenitud de ambiente con grupos repartidos entre las sombras sentado en la hierba esperando que el fuego meteorológico amainara.
S.U.G.A.R era una banda desconocida para mí. Hacían una mezcla de garage punk con momentos The Ramones sumamente divertidos como corroboraban los múltiples bailes de una audiencia que se divertía con su actuación.
A continuación, COLTAINE tomarían el escenario. Saludé a la banda en el backstage un rato antes, nos habíamos conocido en Madrid meses atrás y recordamos aquella gran noche. Sin ser una banda que a priori se encuentre entre mis favoritas, lo cierto es que aquella noche me conquistaron. Ahora en un escenario grande la banda volvió a demostrar su calidad. Solventes, relajados por momentos, pero firmes y pesados. Esas voces desalmadas y unos riffs que te atraviesan el alma acabaron por conquistar al público. La banda cada día está más sólida y segura y eso se notaba en una actuación brillante en la que su batería interpretó una canción tocando la guitarra mientras su cantante se retiraba del escenario.
Otra propuesta particular era la SPIRIT MOTHER. Con algún cambio en su formación respecto a las anteriores veces que vales he visto, su sonido sigue siendo mágico. El equilibrio perfecto entre la pesadez y lo onírico con ese violín mágico y pasajes sinfónicos que nos trasladan a un mundo ensoñador donde explota la bestia. Otro buen concierto para jornada muy productiva.
La noche caía y la temperatura nos daba un respiro. El cambio de band me permitía volver a degustar ese maravilloso pan negro con humus llamada ‘alma negra’. Un delicioso manjar artesanal al que no puedo resistirme.
Ya solo quedaba el cierre con DEATHCHANT. Una banda que lo da todo y que presagiaba un fin de jornada por todo lo alto. Poco tardaron tras salir al escenario en ponerlo todo patas arriba. Esos riffs de heavy metal añejo con tintes épicos arrasaba Hoflarm. Si combinación de heavy rock con momentos doomies eclosionaba con un sonido denso y pesado. Metal, unas gotas de Doom y voces agresivas ponían el cierre a la jornada con su frenesí habitual. El público desatado acompañaba a la banda poniendo a prueba sus cervicales. Tras las habituales fotos a la banda Seguí su concierto sentado tranquilamente, algo que Hoflarm me permite, ya que hay tiempo para todo, incluso para la relajación. Aunque está se vio alterada al final del concierto cuando uno de sus guitarras sobrevolaba las cabezas del público surfeando con su guitarra. Un frenesí que precedía a la retirada de la banda del escenario, pero el público quería más y los californianos complacieron a la audiencia con un tema mas ante el jolgorio de los presentes.
La primera jornada había concluido para mi, no sin antes relajarme en la puerta de mi tienda organizando las fotos tomadas.
VIERNES
El viernes amanecía con una temperatura más benevolente. Una ducha, un buen desayuno y editar las fotos del día anterior fue mi ocupación en la mañana. Judith daba su clase de yoga bajo la carpa hinchable. Este ambiente relajado es el que me gusta en un festival y Hoflarm afortunadamente lo tiene.
A las 3,15 las austriacas LURCH abrían la jornada. Ya había tenido la oportunidad de verlas en Freak Valley y si propuesta sonora me resulta gratificantes. Estas jóvenes chicas van cogiendo confianza poco a poco lo que se tradujo en una buena actuación.
Era el turno de los berlineses VUG, con los que había estado antes tras meses sin encontrarnos. Me avisaban de que iban a tener un invitado especial acompañándoles en una canción, como así fue. Su rock vintage con tonos progresivos y guiños sabbathicos se mostraba tan añejo como siempre. Puede que no sea un plato para todos, pero solventaron la tarda con suficiencia ofreciendo su versión más auténtica.
Eran las 6 de la tarde y las chicas de MAIDAVALE eran anunciadas por Kath. Las suecas siguen en esa línea firme sin dar un paso atrás. Psicodelia colorista en su lado más íntimo para amenizar la tarde en los momentos en los que el sol más calentaba. Todo un bálsamo que fue evolucionando hacia esos ritmos contagiosos que tan bien saben crear. El concierto iba aumentando su intensidad mientras el sol iba perdiendo la suya. MAIDAVALE siguen manteniendo el nivel tras años de carrera, haciendo evolucionar su sonido en busca de nuevos horizontes.
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A veces es increíble lo que puede cambiar una banda. THE WARLOCKS, dos semanas antes en Krach am Bach habían ofrecido un concierto discreto para su reputación. Pero en Hoflarm brillaron con un resplandor cegador. Sin renunciar a su psicodelia empapada en miel, el quinteto saca todas sus armas. Desde una actitud diferente, a un poderío sónico impresionante, la banda nos regalaba un concierto sobervio. Ritmos garageros que se tornan pesado como nunca hubiera imaginado y un groovy contagioso ponía el recinto a bailar. Todos comentábamos que es concierto no había tenido nada que ver con el habíamos visto había tan solo dos semanas. Acreedores de su prestigio.
A MANTAR les había visto un par de veces con anterioridad, pero poco más tiempo del suficiente para tirar unas fotos. El dúo alemán no hace música que me emocione, pero en Hoflarm me di la oportunidad de prestar más atención a su actuación. Su cantante interactuaba con la audiencia en la prueba de sonido antes de desatar la locura con ese sonido agresivo y esas voces ásperas con vocación gutural. Lo cierto es que gran parte de la audiencia disfrutaba con un headbanging continuo. Un derroche de energía que definitivamente no está hecho para mí. La locura se había desatado y los pogos tomaban el poder.
Un momento perfecto para reponer energía y tomarme las cosas con calma antes del concierto de GRAVEYARD, que se convirtieron en los ganadores del Día con un show arrollador como nunca antes les había visto. Bailes, guitarras al aire y una energía desbordante. No faltaron sus momentos de blues nebuloso poniendo la pausa a una de sus actuaciones más contundentes. Unas semanas después de Bearstone Festival, los suecos parecen haber tomado criptonota. La banda se despedía de una audiencia que quería más, lo que les hizo salir un instante dedo para golpear con sus armas más diabólicas. el delirio y una bacanal por todo lo alto.
GRIN eran la sorpresa que la organización tenía preparada para la noche. El dúo actuaba en el cobertizo de la casa como invitados especiales. Contundentes y dándole al público lo que quería en ese momento, fueron mi último plato del día.
Falta por actuar ZERRE, una banda que había visto previamente y que no es de mi gusto. Desde mi tienda de campaña pude escuchar sus gritos y el estruendo de sus instrumentos. Si agresividad no era mi mejor opción para terminar el día.
SÁBADO
El último día del festival nos recibía con el cielo cubierto y una notable bajada de temperatura. La gente iba poco a poco despertando y con caras de sueño se dirigían a las duchas. A la salida las caras eran otras. La relajada mañana me permitía ponerme al día con las fotos del viernes. Al terminar los chicos de VINNUM SABBATHI llegaban con rostros de cansancio tras siete horas de viaje según me comentaban. Les puse un poco al día del ambiente del festival antes de salieran al escenario para iniciar la jornada. Así podría quitarme la espina de no haberlos visto en SonicBlast donde tocaron a una hora intempestiva. Las locuciones espaciales precedían sus embestidas de doom cósmico. Si grueso sonido se veía adornado con los sintetizadores ambientales durante sus largas y plomizas canciones. A paso lento pero firme conseguían atrapar a la gente que iba llegando en ese viaje sideral impulsado por su pesadez doom. La banda mostraba su cara más, viajera entre riffs monumentales. Su actuación fue bien recibida por un público expectante que reconoció el trabajo de los mexicanos.
EREMIT tomaban el relevo manteniendo el ambiente en las cavernas del doom atmosférico. Soporíficos por momentos, la desgarradora voz salía de las cavernas como un ser abyecto. Terroríficos y envolventes ofrecían un tétrico trance sonoro en el que la grasa sludge se iba modulando hacia un espacio ecléctico difícil de describir.
Tras la correspondiente pausa Hoflarm se llenaba de bailes con los sonidos alternativos de ANNIE TAYLOR. Un concierto divertido que subió la temperatura del festival poniendo al público en modo fiesta total y a su cantante tocando entre el público ante la algarabía de este.
ELEPHANT TREE aparecían sobre el escenario sin guardarse nada. Desde el inicio y a pesar de un sonido mejorable, la banda descargaba su energía entre sus etéreas melodías. Ellos son una banda divertida en directo, una banda que no parece que se guarde nada, a pesar de ciertos problemas de sonido que tuvieron en su actuación. Peter no encontraba la forma de que su bajo sonara bien, pero aun así sus bailes y sus interacciones con el público no cesaban. Con el sonido de la voz algo apagado la banda no sé rendía ante la adversidad hasta el momento final en qué su guitarrista se bajó al foso para ejercer a la audiencia. Estos chicos son muy buenos y saben cómo solventar las adversidades. Si bien su actuación fue durante a la que habían dado en Krach am Bach un par de semanas antes, fueron despedidos con una estruendosa actuación.
La noche había ensombrecido el festival y REZN aprovecharon su actuación para ponerle una melodía acorde con festival que gusta del doom. Sus atmosféricas canciones brillaban en la oscuridad con un sonido denso adornado por el siempre tonificante sonido del saxo. Partiendo de la senda del doom consiguieron absorberme en su particular penumbra psicodelica. Un onírico viaje a las tinieblas nebulosas empapadas de elementos progresivos. Siempre tuve la duda de cómo sonarían sus canciones en vivo tras escucharlos en disco, y en esta ocasión me transmitieron toda su magia. Así se lo comentaba a su cantante y guitarrista tras su actuación, el cual me comentaba que dos semanas antes en Krach am Bach había sido el primer concierto de la gira y se sentían algo tensos, tensión que desapareció en Hoflarm
El festival avanzaba a su final y MONOLORD estaban dispuestos a que lo hiciera por todo lo alto. Había visto a la banda en dos ocasiones este verano, la última hacia solo una semana en SonicBlast y ambas habían sido espectaculares. Y como decimos en España, no hay dos son tres. Contundentes como siempre, pero tratando con cariño las armonías, MONOLORD gravitan actualmente en otra galaxia. Son abanderados del sonido que practican y eso se nota en sus conciertos, unas actuaciones en las que no se guardan nada. La incorporación de Per con la segunda guitarra y algún sintetizador ocasional Aportan un brillo especial a la banda. Así se lo comentaba a Mikka antes de su show. Para alguien como yo que no soy un especial enamorado del doom, tengo que quitarme una vez más el sombrero antes los suecos cheapeau.
Solo nos quedaba el cierre del festival con los australianos BATTLESNAKE. Una de las bandas que me había sorprendido en Freak Valley por su frescura y que en esta ocasión repetía la judga con una actuación en la que la temperatura y la energía alcanzaban altas cotas en la noche alemana.
Con ellos ponía el punto final a cuatro días de música y buenas vibraciones en un festival que cada día me gusta más, tanto por sus line-up como por ese ambiente familiar que hace que te sientas en una burbuja de felicidad. Gracias a Caspar, Reiner y a todo su equipo por hacer realidad esta fiesta comunitaria. Si no conoces el festival, te invito a que pruebes a vivir la experiencia, merece la pena.
Cuando un festival lleva realizadas 30 ediciones, por algo será. Los que conocemos en profundidad el festival sabemos que el amor y cariño que los chicos de la organización y todo el pueblo de Beelen pone en esto, son el origen del resultado. Pero también del personal que un año tras otro repite su presencia formando parte de esta pequeña familia que es KRACH AM BACH. Esta era una edición especial para la organización, son ya muchos años haciendo felices a mas de tres millares de personas, y una vez lo consiguieron. En esta ocasión me desplacé en avión desde Madrid a Dusseldorff, donde recogí un coche de alquiler y me dirigí a dejar la maleta en el hotel. El avión había despegado con una hora de retraso, y no tuve tiempo ni para comer. Decidí que era mejor llegar a tiempo y comer algo allí en el recinto. La lluvia me acompañaba desde que salí del aeropuerto, y con cerca de dos horas de trayecto por carretera la previsión meteorológica no era muy optimista, tendríamos un fin de semana de lluvia. No me vine abajo, porque sabía que esto no era un impedimento para que la fiesta fuera épica. Ya estoy acostumbrado a la lluvia de los festivales veraniegos alemanes, pocas veces me libro, y ver la forma con la que el público se toma esa circunstancia, me motiva más para seguir visitándolos. En España estamos acostumbrados al calor y a pocas lluvias, sobre todo en verano, y se asume de otra manera diferente. Enfundado en mi chubasquero llegaba al recinto donde me iba encontrando con multitud de amigos y conocidos. El backstage era ya un hervidero de gente lque iba y venía comprobando que todo estuviera perfecto. Normalmente el primer día de festival suelo visitar la zona de acampada para encontrarme con la gente, ver el ambiente y tomar algunas fotos y videos, porque el siguiente día suele ser mas complicado. En esta ocasión la premura de tiempo y la lluvia hicieron que me inclinara a hacer esa visita el sábado en la mañana. En recinto toda estaba como siempre. Las hamacas, las sillas y los palets para que el público pueda descansar, los puestos de comida y merch en su sitio, y la hierba en buenas condiciones teniendo en cuenta el aguacero que caía. Había varias carpas con diferentes actividades y juegos para los numerosos niños que visitan el festival junto a sus padres. Es maravilloso verlos correr por allí entre melenudos bebiendo cerveza y sobre todo el ver a aquellos que acercan a la primera fila con sus grandes protectores de oídos, y que viven y disfrutan de los conciertos, a veces con caras de sorpresa, y otras pasándoselo ciertamente bien. Aquí todo es diversión, y también lo es para esos pequeños encantadores. Todo diversión, con música ruidosa, gente variopinta, barro y charcos donde jugar, el paraíso, me encanta. En cuando a las instalaciones del recinto, me llamó la atención la ausencia del puesto de pizzas, habitual todos los años, pero finalmente no me informé del motivo por el que no estaba en esta ocasión, en la noche lo eché en falta. Las puertas acababan de abrir y la gente enfundada en chubasqueros y capas de plástico de diferentes colores, entraba al recinto con la sonrisa en su cara, sabía que se iban a divertir. La hora del comienzo del festival había llegado.
AFTERMOVIE
VIERNES
La lluviosa jornada se iniciaba con el heavy rock de DEATHCHANT. Sin hacer prisioneros, los californianos derrochaban energía sin permitir la pausa de los que iban llegando al recinto del escenario principal. Por la vía directa, hacían que la temperatura subiera consiguiendo que todos nos pusiéramos en órbita desde el inicio del festival. Durante su actuación la lluvia hacía presagiar que la jornada sería dura.
A continuación, los suecos GAUPA tomaban el relevo en el escenario principal. Con Emma su cantante con indiscutible maestra de ceremonias no dejaba de bailar por el escenario, y demostrando que sobre el se siente como pez en el agua. Una frontman por todo lo alto copando gran parte del protagonismo de una banda que iba desgranando canciones de su último disco, alternadas con alguna anterior. Su particular unirverso sonoro gravitaba entre sonidos alucinantes y alguna inclinación más pesada, tal y como mostraban en su último Ep. La banda recibió una magnífica acogida por parte de los presentes con una actuación que se inclinaba por momentos inclinándose a su lado más delicado, pero sin desdeñar la fuerza que poseen. Dieron la talla demostrando lo buena banda que son lo que debría auparles más entre el público de la escena.
Me trasladaba al segundo escenario para ver a KALAMATA. El trio alemán levantaba el telón en ese cautivador escenario. Ese espacio en que siempre se encuentran interesantes descubrimientos de bandas con propuestas particulares y sobre todo psicodélicas. Combinando a la perfección su psicodelia pesada con gruesos riffs Stoner y una vocación progresiva enriquecida con tonos cósmicos conseguían que sus canciones serpentearan por el lado experimental, enganchan a la audiencia con riffs que te invitaban al head banging, pero sobre todo con desarrollos instrumentales de pura psicodelia pesada. Lo cierto es que lograron conquistarme.
De vuelta al escenario principal para ver a HIGH DESERT QUEEN La banda venía con una formación reformada en la que se mantenían su cantante Ryan y su batería, siendo nuevos tanto su guitarrista como el bajista. Si en las dos ocasiones anteriores en las que los he visto en vivo (la última hacía solo unos meses en el SOL SONIC RIDE en Colonia) habían puesto sus cartas boca arriba, aquí no iba a ser menos. Estos rudos texanos entienden el rock an roll con la crudeza que caracteriza a los músicos del Estado de la Estrella. Podría decir que les ví más contundentes y ensamblados incluso, pero lo que no cambió fue la facilidad que tienen para enganchar al público con su Stoner polvoriento empapado en fuzz. Ryan no dejaba de de danzar y recorrer el escenario envuelto en una capa que no se deshizo de ella hasta bien avanzada su actuación. Al final de su actuación nos sorprendieron con incorporación al escenario de Emma, la cantante de GAUPA que se unía al cuarteto para interpretar una de sus últimas canciones. Fue un momento épico de energía desbordante y un buen rollo que se traducía en las sonrisas que todos tenían en sus caras. Elevando el nivel aún mas si cabe. Si ya con GAUPA, las proyecciones de Sector7G Visuals habían sido excelentes, con los tejanos la cosa no decreció, haciendo que la actuación tuviera un brillo especial.
KAHN, el trio australiano ocupaba el segundo escenario para dejarnos el que probablemente fuera el mejor show de la jornada. Nunca había visto a KHAN y era una de las bandas marcadas en mi agenda, y bufff, mis expectativas quedaron en nada con la solvencia que demostraron en su increíble show. Psicodélicos, suaves, pero sabiendo cómo gestionar sus canciones, para que siempre conectarán con el público. No era yo solo el sorprendido por el poder del trío, sino que las caras de los presentes reflejaban la incredulidad por esta sobresaliente actuación en la que dejaron claro que se saben manejar en los territorios de la psicodelia pesad sin caer en convencionalismos. Mucha calidad y un sonido que me enganchó mucho más en directo que en sus discos, y eso teniendo en cuenta que sus álbumes me enamoran. ¡¡¡Increíbles!!!, y dos semanas después podré encontrarme nuevamente en Hoflarm, ¡¡¡bien!!!. Espero con ansia ese momento.
El escenario principal recibida a la banda mas reputada de todo el fin de semana. GOD IS AN ASTRONAUT desarrollaban su actuación con la imagen de la portada de su último disco ‘ Embers copando el protagonismo en su set-list. Las proyecciones de ese misterio bosque arropaban las emanaciones de hermosas fragancias sonoras evocando un lugar en el que las hadas habitan entre bellas melodías post-rock. Dejando patente su gran talento el trio desagradaba sus canciones ante la audiencia más numerosa del día. Extasiados por momentos por los efluvios sonoros salidos del escenario, pero también sumidos en las intrigantes profundidades de ese bosque. Sus pàuadas canciones tenían un efecto mágico entre los presentes. Caras de felicidad como consecuencia de sus relajadas canciones y sus bellas melodías Un lugar en el que desataban ocasionalmente toda su fuerza haciendo que su sonido fuera más pesado y grandilocuente. Esa monumentalidad marca de la casa, nos sacaba de la melancolía predominante en sus canciones. Brillantes, dejaban claro porque eran los cabezas de cartel del día.
Con la noche ahuyentando levemente la lluvia, THE COSMIC DEAD envolvían a la audiencia en un agujero negro de frenética psicodelia kraut en un show diabólico. Con el público zarandeando sus cabezas bajos sus hipnóticos ritmos, la locura esquizofrénica se apoderaba de la noche. La guinda del pastel la ponían de nuevo los chicos de Sector7 con sus visuales líquidos creando la atmósfera perfecta para los escoceses. Su bajista pedía que apagaran las luces para sumirnos en una pesadilla psicotrópica de grandes dimensiones. Toda una locura sónica.
Ya solo quedaba una banda y el cansancio de tantas horas después del madrugón para coger el vuelo hasta Alemania hacía ya mella en mí. Pero otra de las bandas que veía por primera vez ocupaba el escenario principal. REZN bajaban el telón a la primera jornada con una particular fusión de Stoner, doom, y elementos progresivos. Después del vendaval de los escoceses THE COSMICDEAD, comenzar con dos largas canciones atmosféricas quizás no era la mejor idea, y eso se notó a lo largo de su actuación. Tuve una sensación extraña ya que la banda sonaba firme y poderosa, pero algo lineal y sin conectar del todo con el público. Sin transmitir sensaciones interpretan sus canciones como aquel que está en la soledad de su casa. Sin interactuar con un público que recibía con disparidad su propuesta, me dejaron algo frio. Espero que en unos días en Hoflarm pueda conectar más con ellos. Un show bueno, pero extraño a partes iguales. Antes de que concluyeran su show me dirigí hacia mi hotel en busca de un merecido y necesario descanso para recuperar fuerzas para la intensa jornada que me esperaba el sábado.
SÁBADO
La jornada empezaba con la sorpresa anunciada por la organización. Tras desayunar tranquilamente me dispuse a conducir los ocho kilómetros que separaban mi hotel del festival. Con la lluvia cayendo desde la mañana me dirigí a la zona de acampada para tomar unas fotos y videos de la gente pudiendo comprobar que nada cambia en Krach am Bach año tras año. El mismo ambiente amistoso y divertido de gente que viene a disfrutar del fin de semana en toda su extensión.
A mi llegada vi en el backstage a un numeroso grupo de personas ancianas, y pregunté a Klaus si eran vecinos siendo su respuesta una sonrisa. Estos aparecían sobre el escenario desvelando la incógnita del invitado sorpresa. Se trataba de un coro local compuesto por un par de decenas de personas interpretando canciones tradicionales ante un público que no es el suyo. A la vez el personal llegaba al recinto para escuchar a unos artistas que tampoco son los suyos. Pero esa es la magia de este festival, la hermandad y buenas vibraciones entre la gente. Cantando alguna de las canciones, los presentes disfrutaban de la sorpresa en perfecta comunión con los lugareños. Algo así solo pasa en KRACH AM BACH, bien por ellos.
La lluvia no quería que la fiesta fuera completa, pero como me dicen mis amigos alemanes, ‘tipico verano aleman’. La climatología no es un obstáculo para que un festival como este no se desarrolle con normalidad, como así ocurrió a pesar de los numerosos chubascos que cayeron en la jornada y que afortunadamente el pasto supo recibir sin que se crearan muchos charcos ni zonas completamente embarradas como en alguna edición anterior.
El combo belga MOJO & THE KITCHEN BROTHERS arrancaban la jornada en el escenario principal con su particular mezcla de blues psicodelia y sonidos setenteros. La banda me había sorprendido gratamente el pasado año en Down The Hill Festival, por lo que aquí el efecto sorpresa se había diluido. Durante su actuación tocaban todos los palos posibles, pero lo hacían con canciones ricas en matices y giros constantes. Estos jóvenes merecen más repercusión de la que tienen porque su calidad es capaz de sorprender a cualquiera que se enfrente a ellos por primera vez.
PLANISPHERE, el cuarteto de Colonia son una banda que había despertado mi interés en sus discos, y de nuevo, pude tacharlos de mi lista. Venía advertido de su capacidad para sorprender con es mezcla de post-rock, math-rock y pasajes psico-progresivos con un cierto carácter Stoner. Convincentes y queridos por el público amigo estos chicos brillaron con luz propia como una banda alejada de la fama pero que sabe bien cual es su propósito. Interesante propuesta.
De nuevo una banda que no había visto con anterioridad. THE WARLOCKS no son nuevos en esto, y su sonido psicodélico de inspiración 60’s con tonos de garaje podían ser interesantes. Lo cierto es que me encontré a una banda que no me transmitía demasiado. Sonaron bien, con profesionalidad y saber hacer, incluso por momentos incitaron al baile, pero la frialdad de su actuación no hizo honor a su trayectoria. Puede que no fuera el momento adecuado para mí. De nuevo en unos días los podré ver de nuevo en directo y quizá la cosa sea distinta.
Otra de las bandas marcadas en mi agenda eran los alemanes OAKFARM. Llegaba su hora y me dirigí al segundo escenario para no perderme su actuación. Pude intercambiar unas palabras con ellos instantes antes de que saltarán al escenario donde me dieron pistas de lo que me esperaba. Con una introducción y enlazando dos canciones como si de una Jam se tratará, pasaban a canciones con ese sabor añejo que me había enamorado al escuchar su disco. Rock de siempre empapado en psicodelia, con unas gotas de blues en sus entrañas y un aderezo de riffs pesados revitalizando ese sonido atemporal. Un concierto a la vieja usanza, con un buen cantante, guitarras asesinas y una base rítmica poderosa, ¿se puede pedir más? El joven trio se mostró como una banda veterana con una ejecución impecable en la que combinaban deliciosas melodías con la contundencia del rock más crudo de antaño. Fueron despedidos con la aprobación de la audiencia mostrando enormes muestras de admiración. Estos chicos merecen mas.
TO-YO eran una incógnita para mí. Los japoneses que siguen los pasos de bandas como Kikagaku Moyo o Minami Deutsch tardaban en arrancar con un comienzo frío que poco a poco iban calentando sus efluvios lisérgicos. Entre tonos orientales y psicodelia ensoñadora el cuarteto explotaba un territorio onírico con una dupla de guitarra muy talentosa. Su frialdad explotaba por momentos con una pesadez increíble. Con un sonido poderoso y cristalino volvía a dejarse llevar por oníricas melodías con sabor a almíbar. Sus dos guitarras creando paisajes sonoros volátiles no parecían ser argumento suficiente para parte de la audiencia, que despertaba del letargo cuando la banda subia la intensidad. Aproveché para disfrutarlos sentado junto al escenario mientras me percataba que todo el auditorio estaba pendiente de su actuación. Su poder magnético me acabo de convencer y por lo visto, no fui el único, ya que el final del show estuvo repleto de bailes entre una audiencia disfrutona a pesar de que ya se empezaba a notar el cansancio. El público les despidió con una estruendosa ovación tras su traca final en un show en que cocieron a fuego lento a la audiencia para,omo buenos cocineros, darles el golpe de fuego final.
A los portugueses DESERT SMOKE le había visto en Madrid tres días antes y tenía claro lo que nos esperaba. La banda había emprendido ruta por carretera desde Madrid y habían tenido problemas con una rueda, lo que hizo que casi viaje se alargara. Pero su actitud al ver el ambiente del festival hizo que eso se olvidara. Hice las presentaciones entre ellos y la organización y pude ver con la ilusión con la que salían al escenario. Con esa voluntad de darlo todo ante un público que sabe apreciar bandas como ellos, sus dos guitarras diabólicas alternaban su psicodelia ácida con las arenas del desierto.
Por fin llegaba el momento de ver a ELEPHANT TREE en directo, algo que por unas circunstancias u otras, siempre me había sido imposible. Hacía unas semanas coincidí con su cantante y bajista Peter en Freak Valley, donde le comenté esta circunstancia y por fin había llegado la hora. Esos tipos divertidos con los que había estado tomando cervezas entre risas y partidas de futbolín en el backstage hacía unos momentos, ahora salían al escenario principal como grande ídolos ante una multitud con muchas ganas de ellos. Desde la primera canción los británicos destaparon el tarro de las esencias entre saltos, cabriolas y headbanging. Su enérgica actuación contaba con la alternancia en las voces etéreas y esas melodías melancólicas acertadamente mestizadas con rugosos riffs stoner doom. Divertidos e interactuando con el público la banda se mostraba como yo me la había imaginado, potente y melódica la vez. Con canciones coreadas como himnos, el público disfrutaba de una actuación descomunal en la que no faltaron recuerdos para seres fallecidos y un homenaje final a Ozzy con un cover de Black Sabbath con el que cerraron su actuación. Por fin me quité la espina.
Noqueado y gratificado por la actuación de ELEPHANT TREE, tras tomar una cerveza llegué al segundo escenario para ver a FEEZY. Me habían advertido de la creatividad de los alemanes, pero su locura noise, post-metal y psicodélica no terminó de conectar conmigo. Lo que escuché tenía calidad, pero seguramente no era el momento apropiado para mí para enfrentarme a esta loca propuesta. Su caos era bien recibido por un publico que seguía sin quitarse los chubasqueros. En otra ocasión espero estar mas predispuesto para su difícil apuesta sonora.
El plato fuerte de la noche estaba reservado para OSEES. El huracán impulsado por dos baterías explosivas, una guitarra frenética y unos sintetizadores chirriantes, unidos a esa actitud punk, era previsible era una apuesta segura. El recinto para reventar entre pogos, surfeos y un frenesí hilarante fue el premio a las horas de lluvia que habíamos sufrido. Un huracán sónico desplazó a otro atmosférico. ¡¡Ofrecieron todo lo que de ellos se puede esperar, la locura!!. El concierto más salvaje de todo el fin de semana con un público abarrotando el recinto y la energía desbordada.
El cansancio iba haciendo ya mella en mi cuerpo y decidí descansar un rato mientras FULL EARTH probaban sonido. La jornada había comenzado muy pronto y la noche ya avanzaba. El quinteto noruego había llegado al festival el día anterior y la relajación de la jornada previa ahora se tornaba en responsabilidad y profesionalidad. Tuve varias charlas con ellos las horas previas, especialmente con Ingvald, con el que había estado unas semanas antes en Croacia donde actuó en BearStone Festival como batería de MOTORPSYCHO. Estaba acompañado por sus padres que habían venido a ver su concierto y se notaba ciertamente orgulloso. Cuidando todos los detalles estaban preparados para mostrarse nuevamente ante el público de Krach am Bach. Hace dos años habían tocado en el segundo escenario con Kaanan y ahora repetían con su otro proyecto en el que los teclados y sintetizadores tienen un peso importante. Sabiendo a la audiencia a la que se enfrentaran nos regalaron una actuación que rayó los niveles del firmamento. ¡¡Que buenos!! Con un set corto en el que interpretaron largas canciones en la que repasaban el crisol de estilos que manejan. Psicodélicos, muy progresivos, espaciales, y sobre todo, cuando las cosas se ponían serías, muy pesados y contundentes. No era de extrañar el delirio entre los que allí estábamos porque sonaran increíblemente poderosos en una equilibrada combinación de instrumentos. No sé dónde tiene el techo estos chicos, ya que con la juventud que tienen atesoran un talento desbordado. Seguiré teniendo puesto mi radar en ellos.
El punto final del festival estaba reservado para KYLESA. De nuevo con ausencia de los fantásticas visuales que habíamos tenido todo el fin de semana, la banda actuaba únicamente con su logo tras ellos. Su regreso a los escenarios después de 10 años de parón había despertado mucho entusiasmo entre sus seguidores y para mí era la oportunidad de verlos por primera vez en vivo. Ya agotado y pasada la medianoche, me propuse tratar de aguantar hasta el final, pero la verdad, tras hacer unas cuantas fotos y escuchar unas pocas canciones, decidí que el festival había concluido para mí. No fueron mi bocado favorito, y como tantas veces, me sorprendo de la reputación que algunas bandas tienen para muchos. A lo mejor soy yo el raro, pero no me aportaron nada nuevo. Banda pesada, con un sonido grave y rugoso y poco más. Espero que me perdonen sus fans. Traté de despedirme de todos los que me encontré en mi retirada, fundiéndome con múltiples abrazos de aquellos a los que vi, emplazándonos a vernos pronto, unos en SonicBlast, otros en Hoflarm, algunos de Down The Hill o en Tabernas, y seguro que coincidiré en varios de ellos, con un buen número de viejos rockeros enamorados de esta música psicodélica y pesada que tanto nos gusta y nos une.
No quiero terminar esta crónica sin reiterar mi agradecimiento a todo el staff de KRACH AM BACH por, una vez más recibirme con tanto cariño. Gracias chicos, nos vemos pronto.