Si eres amante del blues psicodélico, no deberías pasar por alto este fantástico debut. Dicen que quien tiene magia no necesita trucos, y sin ninguna duda estos dos desconocidos la tienen. Uno de mis objetivos cuando comencé mi aventura en DenpaFuzz era el poder descubrir y dar a conocer nuevas bandas y hace unos días me encontré con el primer trabajo de una banda austriaca con el nombre de SAMSARA JOYRIDE, un EP que cumple con esa premisa. Solo fueron necesarios unos minutos para darme cuenta de que estaba ante algo fantástico y lleno de pasión. Este es del tipo de trabajos con los que puedo sentirme más identificado, ya que la música que contienen estos intensos y profundos 37 minutos bien merece ser difundida para el deleite de todo aquel que se atreva darle al play. Seguramente no descubran nada que no se haya hecho antes, pero sus sencillas canciones logran conectar con el oyente, trasladándote a ese entorno imaginario en el que las praderas solitarias del medio oeste parecen ser su fuente de inspiración, y eso, al margen del estilo del que hablemos, es todo un tesoro que cualquiera debería apreciar. Si bien se trata de una grabación casera, la calidad del sonido es sobresaliente, no en vano estos chicos dan prioridad al poder seductor de transmitir sentimientos y sensaciones, prescindiendo de ningún tipo de sobreproducción, aquí todo es pureza. Su contenido son cinco temas de blues psicodélico en los que la dupla de guitarras lleva todo el peso. Si a eso unimos una voz cautivadora, la tormenta perfecta está servida. Sus bellas y suaves melodías toman elementos del medio-oeste, bien sea en momentos acústicos o bien sea en los pasajes eléctricos más ácidos. Una conjunción que bien podría estar a caballo entre J.J. Cale y All Them Witches con los que podemos encontrar numerosas coincidencias estilísticas. Aquí nada resulta impostado, lo que nos lleva apercibir con suma facilidad todos los sentimientos que los austriacos tratan de transmitir. Canciones oscuras y melancólicas en las que no faltan momentos de pesadez gracias a algún aditamento más propio del stoner. Estamos ante una magnifica carta de presentación que espero solo sea el preludio de una exitosa carrera. Buceando por el ciberespacio no he podido encontrar más información al respecto de la banda distinta de la que figura en su página de bandcamp. De allí se deduce que todas las canciones han sido escritas e interpretadas por los austriacos y el álbum grabado en su mismo hogar.

SAMSARA JOYRIDE son: Michael Haumer (guitarra solista, base y coros), Florian Miehe (guitarra rítmica y voz); acompañados a la batería por Jordan Mc Queen y por Laura Fishtenkamm a los coros.
‘16th district’ abre este maravillo debut con unos acordes acústicos predecesores de una experiencia incierta. Sin saber adónde nos van a llevar los alemanes, la duda queda resuelta con la aparición de una cálida voz entre elementos psicodélicos. Sin darnos cuenta aparecemos en un escenario más propio de medio oeste. Una fusión de elementos propios de J.J. Cale con las vibraciones de bandas como All Them Witches nos sitúan en un escenario rural en el que los instrumentos aparecen con elegancia y sutileza. Si bien el tema se soporta en la guitarra acústica, las incursiones eléctricas y un cadente ritmo van construyendo y corte más propio del dark-folk. Cuidadas melodías con un cierto acento blues se superponen. Toda transcurre con suavidad en este susurrante pero cautivador corte. Pasada la mitad del corte la guitarra se muestra esplendorosa con finos y estilistas solos psyco-blues. Una estructura sencilla acaba por crear un tema lleno de belleza que nos acaricia con delicadeza en un ambiente en el que se conjuga la oscuridad la melancolía, pero, por otro lado, también la esperanza. Sus ocho minutos acaban por dejarme relajado y expectante sobre el resto de contenido del trabajo.
Con mucho más vigor, pero sin perder ese aroma a 70’s y medio oeste, los punzantes solos de guitarra de ‘Shadow of a man’ siguen bebiendo del blues recubierto de tonos lisérgicos. Sin la pesadez stoner de algunos momentos de la banda de Nashville, el legado de All Them Witches parece continuar presente. Momentos más contundentes se apropian de la canción golpeando una y otra vez en una estructura perfectamente diseñada. En la parte central el tema se decanta por un escenario mucho más psicodélico usando el slide de la guitarra y creando una eclosión sonora mucho más tupida. La voz continúa derramando sentimientos con registros entre desgarradores sin perder su calidez. Distintos giros hacen que el corte acabe encabritándose en su parte final. Una huida hacia adelante con duros riffs que son rasgueados una y otra vez produciendo un efecto cautivador.
Nuevamente el blues rural regresa en las cuerdas de la guitarra acústica. ‘Why i play the blues’ es un nombre lo suficientemente evidente como para no tener dudas de su contenido. El blues del Delta aparece en los instrumentos de los alemanes. Suave y profundo cada solo se alarga afilado hasta la extenuación mientras el ritmo parece arrullarnos en un canto gratificante lleno de seducción. Sí, es un blues al uso, pero la habilidad de la guitarra y la sugerente voz hacen que toda mi atención se centre en unos acordes más propio de cualquier bluesmen de plantación sureña. Combinando la sencillez de J.J. Cale, con una guitarra más ácida que la del músico de Oklahoma, el corte se desarrolla sobre una armonía que es coloreada por el virtuosismo y técnica de su guitarrista, auténtico baluarte del sonido de la banda.
‘Stranger’ nos ofrece un cierto giro a un espacio más psicodélico sin perder de vista el blues pesado. Cantos solitarios con la mirada puesta en el horizonte entre efluvios lisérgicos salidos del blues omnipresente. El tema se desarrolla, al igual que el resto de este debut, con una pausa envolvente. Todo se desarrolla sin ninguna prisa, pero siempre bajo un hechizante sonido. La grave voz de Florian Miehe se adereza en esta ocasión con los coros replicantes. Esas fantásticas voces habitan entre desarrollos de guitarra que se ven seducidos por el blues más lisérgico en un arrucho atrayente y de lo más reconfortante. Sus nueve minutos son el espacio perfecto para comprobar todo el potencial compositivo que tienen los austriacos. Susurrante, cálido y mágico el tema consigue hacer partícipe al oyente de su narrativa.
En una línea parecida ‘Safe & sound’ incide en el blues narcótico. EL buen uso con el que se combinan las voces, esta vez con una melodía más pegadiza son complementados con esas notas profundas de la guitarra. Un ritmo algo más vivaz no es obstáculo para que el tema genere un clima de relajación y confort como pocos. Puro sentimiento y punteos bien encajados son acompañados de una batería siempre plácida y contenida. Relax y momentos para la introspección sugieren una escucha con luz tenue para percibir todo el sentimiento que contiene la canción.