La banda polaca no deja de evolucionar día a día y su nuevo EP ‘LEFTOVERS’ es una clara prueba de ello. Si nacieron como una banda pesada más, con el paso del tiempo van forjándose su propia reputación a base de buenos trabajos. Con una propuesta acústica se alejan del sonido más pesado al que nos tienen acostumbrados. Aquí los sintetizadores y elementos acústicos son los protagonistas de un EP grabado durante el confinamiento de forma espontánea experimentando más con la fórmula y los paisajes sonoros que crean un clima atmosférico en tonos grises. En ese periodo la banda ha compuesto algunas canciones eléctricas pesadas con pocas sorpresas de esa sesión que también podrían lanzarse pronto. La ausencia de actuaciones en directo sigue haciendo que las bandas se dejar llevar por otras emociones más introspectivas en estos tiempos de pandemia para crear relajantes trabajos. Resulta sumamente gratificante el comprobar que SPACESLUG no solo sabe golpearnos con pesados riffs, sino que también tiene la capacidad para hacer mutar su sonido ofreciéndonos un trabajo sencillo pero lleno de gancho. Este EP que conjuga el sonido atmosférico de la banda pero pero haciéndolo flotar en algodonados pasajes melancólicos en unos temas que transmiten un sentimiento de cierta tristeza. Un nuevo ejemplo de que los estereotipos de la escena pesada siguen evolucionando, enriqueciendo el género y abriéndose a nuevos horizontes sonoros.
Bartosz Janik (guitarras acústicas y eléctricas y sintetizadores), Jan Rutka (bajo y voz) y Kamil Ziółkowski (batería, guitarra acústica y voz).

‘Wasted illusion’ abre entre sintetizadores que crean una atmósfera ensoñadora de la que aflora la chamánica voz que me recuerda a algunos registros de ALL THEM WITCHES. El tema se va construyendo con pausa entre cadentes tambores y multitud de efectos creando una hechizante atmósfera en la que se aprecian elementos progresivos. Una canción que juega con ritmos hipnóticos que se superponen en un apacible arrullo que nada tiene que ver con la pesadez que la banda nos tiene acostumbrados. Repiento su estructura el tema índice en la misma armonía entre la cálida voz en un ambiente gris.
Jugando con los acordes acústicos y envolviendo éstos entre sutiles pasajes de sintetizadores, ‘From behind the glass’ se desarrolla en una atmósfera oscura y melancólica. El tema avanza en busca de la luz entre zumbidos que generan una neblina lúgubre y triste. Un fiel reflejo de los oscuros días del encierro que parecen aflorar en los acordes de este susurrante tema. Con leves vestigios de All Them Witches la canción nos arrulla protectora disipándose lentamente en el silencio.
En un tono netamente dark-folk, ‘The bird are loudest in May’ deja el protagonismo a las armonías vocales entre una combinación de guitarra y los sempiternos sintetizadores revoloteando en el ambiente. Delicados pasajes eléctricos se superponen sobre la base acústica aportando brillo. A pesar de su sencillez el corte está lleno de elementos que lo enriquecen. Aquí los polacos saben jugar con los instrumentos aportando la dosis suficiente y medida de cada uno de ellos. Si a eso añadimos los pasajes recitados, podemos hablar de que esta canción encuadraría en la producción de algún compositor de dark-folk más ortodoxo.
‘Place to turn’ parece querer sacarnos de la oscuridad con una armonía más vivaz y unos tambores más profundos. En contraste con la voz principal y ciertos coros, el corte ondula sin salirse de la propuesta que en esta ocasión nos ofrece SPACESLUG. Echando el resto en el cuidado de las melodías, estructuras la canción sobre una armonía en la que van ondulando, incorporando leves elementos dotan la canción de un aspecto algo melancólico. A pesar de ser un corte acústico juegan con un bajo que cruje, así como delicados y sutiles pasajes eléctricos que hacen que el corte brille más.
Sin salir de ese espacio acústico ‘Leftovers’ cierra con melancólicos acordes salpimentados con leves efectos de sintetizadores. Susurrantes y dando protagonismo a voces y coros vuelven a arroparnos con una neblina psicodélica manteniendo el tono gris que encontramos en todos los temas de este atípico pero maravilloso trabajo.