Reseña: MANDALA. ‘The echoes of your mind’

El segundo álbum de MANDALA nos trae la crudeza de su sonido analógico contrastando con una pesadez intrínseca entre cuidadas melodías bien construidas. Un fascinante álbum en el que las atmósferas psico-progresivas y la cálida, sensual y hechizante voz, logran crear seductores temas llenos de fuerza y belleza. Cinco años después de la publicación de su debut «MIDNIGHT TWILIGHT», la banda anglo-noruega MANDALA nos sirve su segundo majar. Un álbum gourmet para los amantes de del rock ácido psicodélico cuyo contenido se compone de entrantes lisérgicos, un plazo principal pesado y crudo, todo ello regado con especias y aromas llegados de oriente en monumentales comitivas. Si a eso unimos la profunda y cálida voz aflorando de esas atmósferas progresivas, estamos ante un menú más propio de un Restaurante de la guía Michelin. Unos temas para degustar en atmósferas sosegadas y dejar que los mismos te pongan los pelos de punta. Sensualidad, mística, garra, son muchos los adjetivos que podríamos usar para describir toda la voz de su líder y guitarra Rhys Marsh. Cualquiera que escuche este álbum sin tener ningún detalle previo de la banda, pensaría que está grabado hace 40 o 50 años, pero no, si escarbamos en sus surcos, podemos vislumbrar entre los mágicos bosques psicotrópicos de sus temas, la pesadez Stoner contemporánea. Siempre con sutileza y elegancia, pero a la vez tratando se originales y sonar auténticos, sin artificios ni sobreproducciones. En tiempos en los que muchas cosas son impostadas, aquí encontramos un oasis de pureza entre las atmósferas psico-progresivas que construyen con tanta delicadeza. Trances místicos, momentos bucólicos, blues pantanosos, sinfonismo, algodonadas melodías, bosques ácidos o monumentales desarrollos palaciegos, componen todo un tesoro para los amantes de la psicodelia. Con la influencia del rock ácido californiano de finales de los 60’s, y también la de grandes dinosaurios del rock progresivo de los 70’s como Génesis, incluso Pink FLoyd pero especialmente King Crimson, crean un brebaje sonoro con multitud de sensaciones gustativas, que nos narcotizará por completo ofreciéndonos 40 minutos de puro éxtasis en los que no tienen ningún obstáculo para experimentar. De esa explotación logran crear temas bien elaborados que no dudan en recoger el legado de bandas como Motorpsycho o God is An Astronanaut, aportando el sonido contemporáneo y combinando mágicos pasajes ensoñadores, en contraposición de momentos pesados sin perder su vocación vintage ni sus fragancias exóticas.

MANDALA lo componen, Rhys Marsh (voz, guitarra), Will Spurling (Batería) y su nuevo bajista Markus Wisth EdvardsenTHE ECHO OF YOUR MIND’  abarca siete temas grabadas en vivo en el estudio de grabación propiedad de Rhys Marsh en Autumnsongs, en el centro de Noruega. Una grabación que se extendió a lo largo de diez días del verano noruego y sus luminosas noches. 

‘A soul in the night’ nos seduce desde sus primeros acordes con pasajes exóticos que son golpeados por riffs secos y tambores poderoso. La profunda voz comienza su hechizo en las primeras estrofas. Una épica llena de mística se apodera del oyente cautivándole en un trance de psicodelia con dulces melodías entre el ocasional estruendo de unos pasajes que envuelven el tema en manto psico-progresivo de tintes vintage. Con desgarradores momentos el corte serpentea entre melodías orientales y la rugosidad de su base rítmica. Esos aromas del medio riente que aparecerán en el resto de los temas son una seña de identidad de los anglo-noruegos.

Con pasajes sinfónicos más propios de los 70’s ‘Alive on the Edge’ sigue la estela psico-progresiva del corte anterior con dulcificadas melodías que nos susurran en gratificante tema en el melancólico estribillo principal se desgarra en un derroche de sentimiento adornado con pasajes orientales de cierta épica.  La elegante melodía y la destreza de una voz sobresaliente hace que caiga rendido al conjuro de MANDALA. El tema entre en una espiral psicotrópica en la que las guitarras se retuercen mostrando su acidez entre un bosque borroso de sonidos y efectos que crean un a atmósfera caótica. Toda una bacanal heavy-psych a la altura de los grandes del género. La parte final se relaja gracias al magnético sonido de un bajo que me evoca a momentos KING CRIMSON, referencia que podríamos encontrar en otros pasajes del tema, a pesar de un cierto trasfondo Stoner de algunos de sus riffs.

La percusión es la encargada de abrir ‘Blood is water’, un corte más bucólico que se sustenta en una base acústica entre nubes de psicodelia que parece proteger sus frágiles pasajes. Sobre esa estructura folk la banda toma elementos vintage para adornarlos pasajes más propios del rock progresivo sin que pierdan su sencillez y dulzura.

‘In the midst of a midnght escape’ se desarrolla en una atmósfera más oscura entre acordes de blues y un aura psicodélica chamánica. Haciendo que todo se desarrolle a cámara lenta para subir la intensidad en momentos puntuales. Elevándose por desgarradores pasajes que transitan entre un bosque enigmático e inquietante en una narrativa que logra atrapar al oyente y en la que el legado de King Crimson parece estar presente nuevamente. Siempre de menos a más, el tema se adorna con buenos momentos de guitarra en extenuantes solos que no reniegan del legado de Pink Floyd antes de que el corte se zambulla en un rico de sustancias lisérgicas.

Con una entrada más propia de un tema de Bob Dylan,  ‘One last circle’ se decora con fragancias orientales entre los acordes repetidos de la guitarra acústica. Ritmos tradicionales más propios de las mil y una noches, con el hechizante sonido del sitar ponen la nota de color en un tema que juega con lo tradicional sin perder su aura piscodélica.

Crudo pesado y difuso, ‘This fading light’ rompe la magica atmósfera del tema anterior para ofrecer el lado más pesado de MANDALA. Riffs Stoner y voces que navegan entre registros más propios del grunge de los 90’s y de otros más setenteros que bien podrían hacer bandas GENESIS. Pero no solo eso, sus giros nos señalan espacios casi doom con un sonido de bajo inmenso, pero también nos muestran bellos prados más cercanos al post-rock. evocándome momentos de bandas como GOD IS AN ASTRONAUT, entre fuertes tambores y un excelso bajo, las curvas del camino son ofrecen un paisaje multicolor y versátil que pasa por palacios progresivos y cauces tortuosos. Salpicando con una neblina narcótica el tema pasa a una fase más psicodélica, algo que no debería sorprendernos a estas alturas, ya que la estructuración de los temas, tiene un patrón prediseñado. En esta ocasión con menos pasajes cantados, la banda experimenta distintos sonidos al largo de sus más de siete minutos. El álbum cierra con ‘Beneath the captive sun’. Un tema de psicodélica chamánica que parece acariciarnos para narcotizarnos entre efluvios de hongos mágicos que expanden su sonido introducirnos en una dimensión desconocida donde todo se sucede con calma. Apacible y con alguna resonancia exótica, el tema se vuelve más áspero y pesado. Un nuevo giro hace que el tema descienda nuevamente a frondosos espacios con ciertos tonos místicos bajo un oscuro manto psico-progresivo en el que los instrumentos analógicos se ejecutan como en décadas atrás. Ese sonido limpio y en bruto supone uno de los alicientes de la banda.  Una arrancada de furia nos deleita con desgarradores momentos que nos sacan de la oscuridad para liberarnos. Épico.

https://soundcloud.com/search?q=mandala%20the%20echoes%20of%20your%20mind

https://www.facebook.com/withinMandala/

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