Reseña: ELDER.- «Omens»

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«OMENS» es el quinto álbum de una banda que no deja de crecer desde que en el año 2.008 publicara su debut «ELDER». Consiguiendo cada día un mayor numero de seguidores para su causa, en este álbum se sumergen con una mayor profundidad si cabe en el complicado territorio del rock progresivo sin perder el sonido pesado que les vio nacer.  En esta ocasión a través de cinco largos temas ejecutan exuberantes melodías intrincadamente entrelazadas que crecen y se disuelven por igual entre sus masivos riffs. Ahora, con una nueva formación con Michael Risberg a la guitarra y George Edert a la batería, junto a Fabio Cuomo en el piano y sintetizadores, construyen un álbum exuberante en el que el legado de bandas del siglo pasado como Yes o los mismísimos Rush están muy presentes en sus composiciones.   Los temas psico-progresivos parecen ser los que mejor se adaptan a su propuesta musical para ofrecer su mejor versión. Seguramente los que se enamoraron de los pesados riffs de sus comienzos puedan sentirse algo defraudados, pero, sin renunciar a aquel legado, consiguen evolucionar con maestría a un sonido mas elaborado. Los temas guardan una estructura parecida en cuanto a la progresión de su intensidad; con un desarrollo muchas veces más propio de la experimentación de King Crimson y los desarrollos sinfónicos que nunca sabes donde te van a llevar. En algún momento he tenido la sensación de que los temas se desarrollan en una trama argumental que concluye sin un desenlace concreto, pero aún así, «OMENS» ratifica que estamos ante un álbum muy destacado, de una de las bandas mas creativas del momento. Sus faraónicas estructuras sonoras, contrapesan la creatividad en esas complejas atmósferas psico-progresivas que nos invitan a explorar, con la pesadez  de sus monumentales y espesos riffs. Estamos ante uno de esos álbumes que ganan con cada nueva escucha gracias a la multitud de matices que contiene cada tema en ese viaje a los confines del metal-progresivo contemporáneo. 

«OMENS» fue grabado y mezclado en Black Box Studios en Francia con el ingeniero Peter Deimel (Shellac, dEUS, Motorpsycho) y masterizado por Carl Saff en Chicago correspondiendo la ilustración de la portada a Adrian Dexter. El álbum está disponible vía Stickman Records

Los temas ha sido interpretados por Nicholas DiSalvo  (Guitarras, voces, teclados) Michael Risberg (Guitarras, teclados) Jack Donvan (Bajo) Georg Edert (Batería) Fabio Cuomo  (invitado a los teclados).

Con sus teclados atmosféricos latiendo, “Omens”, tras una breve introducción rompe la calma con pesados y gruesos riffs. Guiados por aura progresiva, el tema avanza parsimonioso pero plomizo. Entre la monumentalidad instrumental brota la voz llena de épica de Nicolas DiSalvo. Sin perder su fuerza, y con acordes que se repiten en círculos, el corte desciende a acolchado prados psico-progresivos. Una vez allí, la guitarra coquetea con momentos post-rock de gran belleza. Generando una bucólica atmósfera, inicia una exploración más propia del hard-progresivo entre tonos melancólicos. Solo medio tema escuchado y ya queda claro la importancia que los teclados tienen actualmente en ELDER, Caminando por esos espacios sinfónicos la banda se asemeja al sonido que Yes ofrecía en los 70’s con la correspondiente actualización contemporánea de los mismos con su pesadez Stoner-doom. Pasando por distintas estancias sonoras, la majestuosidad palaciega del tema ofrece poca duda. Un sonido espeso, con una incuestionable base rítmica sobre la que construyen grandiosos y versátiles paisajes sonoros llenos de fuerza.

“In procesión” parte de una repetición de riffs de una manera casi hipnótica. La maquinaria ELDER se pone a funcionar como nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos. Su sonido lleva tiempo evolucionando a estos bellos espacios progresivos, en los que la lánguida voz de DiSalvo pone la fragilidad en un robusto sonido. Internándose en un sinfonismo que me recuerda a Camel, crean una banda sonora de un relato de cuentos y leyendas lleno de épica. A lomos de un corcel en el que los genes parecen descender del árbol genealógico de Rush, siguen combinando los pasajes calmados con intensas fragancias y una estructura que parece atascarse en constantes giros y meandros para reposar en su parte central en remansos de psicodelia apacible.  En su parte final vuelven a venirme a la mente momentos del pasado, mas propios de los Supertramp más experimentales (una odiosa comparación que no pretende inducir a engaño).

Sobre susurrantes pasajes psico-progresivos, “Halycon” nos acaricia bajo un cadente y más pausado ritmo. Los teclados y sintetizadores junto a esas guitarras que parecen estar agazapadas en un segundo plano van construyendo la trama argumental. Con todo su magnetismo en ritmos que se tornan casi kraut en un génesis calmoso que acaba eclosionado en desarrollos progresivos a lomos de pasajes casi post-rock, post-metal. La voz de DiSalvo a duras penas puede hacerse hueco entre tanta grandiosidad instrumental. Olvídate de sencillas estructuras, aquí todo está cuidado y diseñado con precisión y una gran trabajo compositivo. Un nuevo giro sinfónico amortigua la fuerza para prepararnos a nueva deflagración que nunca acaba de producirse. Quizás, por poner un pero, hay momentos en los que los desarrollos se alargan en demasía para no acabar ofreciendo el final que anuncian. Su final vuelve a ser denso y pesado, lo cual no supone ninguna sorpresa a estas alturas.

Con algo menos de pesadez, “Embers” parece haberse creado a lomos de los sonidos progresivos del siglo pasado. Con algo menos de densidad, los ritmos y frescura de su primera parte siguen con la mirada puesta en Yes. En esta ocasión con un mayor protagonismo de las guitarras el corte se muestra mas luminoso. Con una estructura rítmica circular, en la que los ritmos se repiten una y otra vez, logran crean esa espiral arrolladora de sonidos grandilocuentes. Los momentos de pausa, que también los hay, preceden pasajes en los que la batería de George Edert se torna casi robótica entre las dulces melodías.

“One light creating” y sus susurrantes acordes en tonos grises reflejan un estado de melancolía previo a la habitual explosión sónica de la banda. Atmosféricos, y exuberantes, su sonido explora los confines del rock progresivo más innovador con gran magnetismo. Sus lánguidos tonos contrastan con la elaborada tarea compositiva. Jugando con los elementos el tema se adorna con sonidos sinfónicos tras las embestidas de densos sonidos que se repiten una y otra vez.   La última parte del tema se asienta en una atmósfera más psico-progresiva, dando un mayor protagonismo a la instrumentación.

https://www.facebook.com/Stickman-Records-1522369868033940/

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