Nada parece resultar casual en «WITCH OF THE FUTURE», el álbum debut del cuarteto de Chiçago BLACK ROAD. Su publicación el día de Halloween, coincide con el tercer aniversario desde están juntos la formación actual. La banda lleva trabajando a pico y pala desde sus comienzos, sin dar un solo paso en falso. Su alabado EP homónimo les situó en la escena stoner doom, con unos temas en los que el blues estaba muy presente, pero BLACK ROAD no parece ser la típica banda psych-doom con su vocalista femenina al frente, los de Chicago van más allá, y Suzi Uzi tiene bien merecido el título del álbum como «La bruja del futuro». Los ocho temas incluidos en «WITCH OF THE FUTURE» la elevan a unos altares reservados solo para las grandes sacerdotisas. Canciones que viven en atmósferas oscuras, sin perder la vocación doom, pero las tinieblas son atajadas con fantásticas melodías, tanto generadas por la guitarra de Tim M. con una combinación de armonías, como con la sensualidad de la portentosa voz de Suzi. Nebulosas que se construyen a fuego lento, sin que la luz de la hoguera explote en grandes deflagraciones, sino en tenues llamaradas atrayentes y cautivadoras. Chicago es una de las cunas del blues, y también éste sigue presente en alguno de los cortes, de una forma sutil y elegante. Así el resultado es simplemente espectacular, un trabajo que rápidamente comenzará a recibir elogios por todos aquellos que se aventuren en sus entrañas, un interior lleno de riqueza compositiva y de belleza. Fragancias hechizantes y cautivadoras de las que es difícil escapar y de esos a los que vuelves una y otra vez haciéndote cantar sus canciones de encanto místico y mágico para los días más oscuros..
«Purgatory» nace de delicados pasajes de los que brota la sensual voz de Suzi. arropada por una virtuosa y sosegada guitarra que también reclama su momento de gloria. Susurrante, el tema va engrosando pausadamente su ritmo con una apacible cadencia. Un poderoso bajo aparece desde las tinieblas para arrancar «Radiador». Aquí la banda recupera el legado Sabbath, con un tema mas oscuro y tenebroso. Cuando la oscuridad se apoderado del entorno la voz de la sacerdotisa poco a poco resplandece con toda su magia. La bella y reconfortante voz va desplegando toda su sensualidad repartiendo un agradable hechizo. Una dulzura que nos hace escapar de la oscuridad. Aquí pueden darse ciertos estereotipos de las bandas psycho-doom con cantante femenina, repitiendo la estructura, pero su grandeza está en todos esos matices que con sutileza se incorporan.Los riffs se muestran poderoso, sólidos, pero sin aplastarnos con su fuerza, estamos ante un vigor medido y a su vez, contenido que se transforma en momentos heavy-rock impregnados en psicotrópicos.
Los diez minutos de «Witch of the future», el tema que da nombre al álbum posiblemente sean los mejores construidos en toda su carrera. la sensualidad y la belleza toma el protagonismo a otro tema que avanza serpenteando suavemente entre momentos de gratificante psicodelia y algún eco blues. Un masaje sonoro reconfortante e intenso que nos susurra antes de explotar en pesados y lentos riffs llegados de las tinieblas mas inquietantes. Distintos estados de ánimo y de estilos musicales aparecen bajo la larga sombra doom, que acaban sucumbiendo ante el hechizo de la gran sacerdotisa. En todo su esplendor vocal, es custodiada por una corte de fornidos riffs para constriuir un relato rebosante de épica ocultista. encabritándose como si se despeñara por un barranco dominado por ritmos stoner que van mutando a momentos mas propios del heavy-rock, recubiertos de un aura psych que nos traslada a un relato de fantasía en el que tras la tempestad llega la calma. Una calma cubierta de un sinfonismo que nos hace regresar a los reconfortables y bellos pasajes iniciales donde la hermosura lo domina todo. Solo por este tema, el álbum ya merece la pena. Simplemente sublime.
«Torches» se construye sobre sólido muros doom en los que las plegarias son protegidas de las tinieblas por celestiales proclamas en forma de rezos típicamente psycho-doom. Ocultismo versus sensualidad que acaba tejiendo un tema mesurado a pesar de seguir muchos cánones del género. Pesado y lento y con su intoxicante nebulosa.
Por la senda del blues, «Blood on the blade», mantiene de alguna forma la vocación psycho-doom. Esa fusión con la que nació la banda de blues psicodelia y doom queda fielmente reflejada aquí. mas rabia vocal acompañadas de solos que se desangran entre una base rítmica propiamente doom, y que consiguen salirse de los estereotipos.
El regreso a la oscuridad se produce en «Hash king». la alargada sombra ocultista nos acecha nuevamente bajo nebulosas intoxicantes. nuevamente derrochando su poder de seducción Suzi, casi recitando asoma entre la oscuridad de un ritmo lento y pesado para acabar elevándose con crujientes riffs que coquetean con el blues mas lisérgico. siete largos minutos de relato psyco-blues bajo los dominios del doom más ortodoxo.
«End of the man» se aleja del doom, para regresar a los orígenes blues llenos de momentos de psicodelia. Por momentos con una cadencia mas propia del heavy-rock más melódico, dejando escenario para el lucimiento y virtuosismo tanto de guitarra como de bajo.
Este grandisimo álbum cierra con una sorpresa en forma clasicismo romántico. «Lament» es construido por Suzi únicamente con los acordes del piano. Alejado completamente de cualquiera de los temas anteriores, se toma una licencia con la que obtiene un bello resultado lleno de melancolía.
«WITCH OF THE FUTURE» fue creado en un año de trabajo compositivo, habiéndose grabado en Roosterbat Studios y masterizado para todos los formatos por el Tony Reed.
BLACK ROAD son: Suzi Uzi (voz, letras y piano), Tim M. (guitarras) Casey Papp (bajo) y
Robert Gonzales (batería).
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