Reseña: Mika Häkki ‘Mørker’

El bajista de MONOLORD se aparta de los sonidos devastadores para mostrar su faceta mas intimista con su nuevo álbum en solitario ‘MORKER’. Explorando territorios desconocidos, los ecos de su primer álbum e expanden en una emocionante exploración sónica en la que los elementos progresivos enriquecen esas canciones acústicas que nadaban en las aguas del country de su álbum debut. Este autorreflexivo trabajo es una mirada hacia atrás, hacia adelante, hacia adentro, y eso queda patente en estas cautivadoras y sugerentes canciones. Seguramente ‘MORKER’ provocará un shock a sus más fieles seguidores de MONOLORD, pero cuando un musico toma este camino, y si además lo hace con esta maestría y brillantez, solo queda disfrutar de su talento plasmado en estas hermosas composiciones. Con canciones construidas desde la sencillez de sus dulces y pausados acordes, Mika añade un sinfín de elementos para que las mismas se muestren ante el oyente, completamente irresistibles. Emotivas y bellas canciones que caminan por una senda diferente a la pesadez doom mostrada a lo largo de los años como bajista de MONOLORD. Lo cierto es que a Mika le queda bien ese traje de loner-folk que se enfunda para dejar salir al exterior toda su sensibilidad y talento dando un paso adelante al no limitarse a los estándares del cantautor que veíamos en su debut, ya que en esta ocasión incorpora una instrumentación mucho más rica y sofisticada, logrando un álbum soberbio que sorprenderá a muchos de sus seguidores . Con vestigios musicales que van desde Neil Young a Pink Floyd pasando por The Stooges, el bucolismo melancólico aparece en estos maravillosos surcos erigiéndose como un bocado muy apetecible para hincarle el diente y disfrutar de los numerosos matices que estos bellos temas contienen.  

Casi en modo loner-folk, Mikka plasma toda su magia y sencillez en ‘Take This Light Away ‘. desarrollándose en tonos grises, la canción tiene fugaces elevaciones en busca de la luz, un resplandor que llega en tonos folk progresivos adornando su sencilla pero emotiva melodía. Toda una mirada a la música de los 70’s en la que no faltan los pasajes sinfónicos en línea de bandas como Caravan.

Emergiendo suavemente de la oscuridad ‘When You’re Old’ se mantiene en ese tono pseudo-progresivo en el que el folk se saluda con el rock. Dejando patente su maestría a las cuatro cuerdas, la pista explora diversos escenarios, creando unos paisajes sonoros con los que logra transmitir al oyente un ensoñador mundo repleto de matices y sofisticación.

Partiendo de tonos floydianos ‘Time Stood Still’ nos envuelve en un dulce sueño en el que las bellas melodías nos susurran con delicadeza. Otra bella y suave canción con argumentos suficientes para caer rendido a sus pies en la que el músico plasma toda su calidad con un resultado ciertamente brillante y emotivo.  Con un registro vocal que me evoca a loner-folks como Dino Valente, la pista explora apretados pasajes instrumentales a través de un rico tapiz sonoro en el que las influencias estilísticas enriquecen esa cautivadora melodía principal.

Atrapado en esos acolchados sonidos progresivos ‘Couch Anthem’ se muestra más contundente en su ritmo arropando los devaneos psicodélicos con un aroma que huele a sonidos más propios de siglo pasado y al legado de bandas como THE STOOGES. Melancólico y oscuro, el corte gravita en un espacio introspectivo sumamente seductor que sirve para la experimentación por otras rutas sonoras sin renunciar a la esencia latente en el resto de las canciones. 

Los acordes puramente acústicos regresan con fuerza en ‘Makes No Sense’. Otra canción emotiva con la que el músico sueco nos caricia los sentidos. La sencillez reclamando su espacio para reivindicar que también pueden existir canciones hermosas sin riffs gruesos ni sonidos estridentes. Un regalo para la introspección en una mirada interior repleta de sentimientos por unas vibraciones que siguen estando de actualidad también en el siglo XXI.

El ambiente melancólico se repite en ‘Another Reason to Stay’. De nuevo la suavidad y los acordes acústicos se nutren de elementos sinfónicos creando un tapiz sonoro en el que el romanticismo parece ser el protagonista.

Cerrando el álbum por la puerta grande, ‘ Weighted Daze’ viene cargada de hermosas y colchadas melodías. Con un cierto tono de melancolía Mikka envuelve sus notas de profundos sentimientos con los que penetra en los corazones de los oyentes. Esta bella canción combina con sutileza sus cálidos acordes acústicos con una guitarra eléctrica penetrante que brilla con luz propia. Nada parecido a la virulencia y pesadez de la música que hace en Monolord.

MIKA HÄKKI – VEMOD

Majestic Mountain Records

DORIAN SORREAUX.- «Hungry ghost»

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Hace meses nos sorprendía el que por entonces era guitarrista de BLUES PILLS, DORIAN SORRIAUX con un Ep en solitario con el nombre de «HUNGRY GHOST», publicado por Soulseller Records. Resultaba toda una sorpresa que se aventurara en este viaje acústico al margen de sus compañeros de formación. A la postre, y tan solo hace unas semanas, se anunciaba su abandono de la banda.

Solo cuatro temas en poco más de 15 minutos en los que el francés se viste de loner-folk emulando a aquellos hippies de finales de los sesenta que con guitarra en ristre recorrían las salas derrochando honestidad y sentimientos. Un bucolismo arropado por una profunda voz y unos simples acordes de guitarra. Una mirada introspectiva que desprende melancolía, como hace décadas hiciera Neil Young.

En las primeras notas de «Huitoto», percibimos que la apuesta de DORIAN se aleja en cierta medida de lo que había estado haciendo con BLUES PILLS. Unos arpegios de guitarra con una voz profunda de la que sale una fuerte brisa de melancolía. Con el atuendo de cantautor va haciendo que el ambiente se relaje y que su música fluya con sencillez. Una dulzura contagiosa, que no te deja frio. Sentimientos que salen a flor de piel.

El músico, su guitarra y un sutil acompañamiento sinfónico por Emelie Sjostrom (vibráfono) y el Rikard Nygren (piano de Fender Rhodes), quien refuerza la atmósfera que DORIAN pretende transmitirnos. Así «Hungry ghost», mantiene el bucolismo, dotándolo de una elegancia y sencillez certeras. por momentos me recuerda a Roy Harper o a Dino Valente, aunque la sombra de Neil Young sigue siendo alargada. 

Cantos de tristeza y esperanza salen de las notas de otro tema en el que el hipismo está presente, «Need to Love». Un registro vocal desconocido, que el músico resuelve con absoluta brillantez. Coger una guitarra y tu voz puede parecer simple, pero hacer solo con esas armas que los pelos de tu público se ericen, eso ya es un nivel superior, y en «HUNGRY GHOST» ese nivel está superado.

El corte que cierra el EP, vuelve a darle una vuelta de tuerca a golpe de una profundidad vocal, que logra adormecerte, susurrándote con delicadeza. «Hello my friend» a través de unos arpegios sencillos y todo el potencial de la voz empaña de melancolía la cristalera de sentimientos que salen de sus acordes. Un tema verdaderamente especial y si no te emociona es que estás muerto. Una de esas maravillas que hace que te fusiones con lo que estás escuchando, evadiéndote del resto del mundo, en una paz interior para escuchar en penumbra al abrigo de la noche. ¡¡¡Impresionante!!!

«HUNGRY GHOST» fue producido por el   bajista de BLUES PILLS ,  Zach Anderson en el propio estudio de la banda en Örebro, Suecia, y la maravillosa portada fue creada por el talentoso artista Chekou Cantú.

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