Reseña: CRUCES.- ‘Spite’

Con solo un álbum publicado, CRUCES se separaban en el año 2021 para tristeza de sus seguidores, pero ahora recién estrenado el nuevo año, nos ofrecen un fantástico regalo en forma de su segundo álbum ‘SPITE’. Se trata de un álbum secreto grabado en vivo en un fin de semana en Mr. Smalls Studio en Milville en una sola toma y en el que la banda plasma toda su energía y magia. Siempre me ha parecido genial encontrar material nuevo de una banda que ya no se encuentra en activo y que nos ha dejado un grandioso legado, pero hacerlo de esta manera, es sencillamente increíble. Porque si ya me maravillaron con su debut, ahora ‘SPITE’ se erige como un trabajo épico y sobresaliente en el que el hard-& heavy rock de los 70’s se empapa de la psicodelia del verano del amor y se cubre de la fuerza del Stoner más contundente. En algún espacio entre JEFFERSON AIRPLANE, RUBY HATCHET y BLUES PILLS, CRUCES con un sonido del siglo XXI, bebe de la inagotable fuente del mejor rock de los 70’s para crear un álbum superlativo con canciones que se contonean cambiando su intensidad con una naturalidad aplastante.  Porque ‘SPITE’ es un álbum desgarrador, pero también es un álbum emotivo y rebosante de fuerza. Una fuerza que se plasma a través de épicos momentos heavy-rock amortiguados con hechizantes pasajes psicodélicos comandados por la descomunal voz de su vocalista Naomi Curtis, todo un portento vocal que sabe transmitir emociones llevando al oyente a su terreno. ¡¡¡Un fantástica manera de empezar el año 2025!!!!. Sube el volumen y disfruta, este viaje merece la pena.

‘Poppyseed’ irrumpe como un elefante en una cacharrería con gruesos riffs de hard rock rudo y salvaje. De inmediato la mágica voz de Noemi evoca el legado de Grace Slick, para crear una canción consistente y rebosante de fuerza. Aplacando su furia con dulces melodías, la pista se frena en su ímpetu sin perder su esencia de rock vintage.

Sin ceder un ápice, la arrolladora ‘Fall to dust’ es una bacanal de hard rock con gourmet con vetas de blues y ciertos aderezos psicodélicos. En una línea de heavy rock de finales de los 70’s la desgarradora voz se balancea entre momentos de fuerza y emotivos pasajes. Toda una estampida sonora en la que no faltan guitarras asesinas y un derroche sonoro descomunal.

Las revoluciones bajan con la dulce ‘Sister’, una especie de balada psicodélica que nos invita a explorar espacios expansivos mucho más relajantes. Sustentado en lisérgicos pasajes heavy-psych amortiguados por la hechizante voz de su brillante cantante. Sensual y vigorosa a partes iguales, la pista se muestra esplendorosa en ambas facetas.

En un escenario sonoro hard-progresivo ‘Turn on you’ se nutre de una cambiante y tupida instrumentación para cabalgar sin control por espacios vintage empapados en una psicodelia custodiada por una potente base rítmica. Con ecos hard & heavy, el corte refleja un sonido propio de bandas como RUBY THE HATCHET. Ciertas dosis de blues y algún momento ácido se entrelazan en una espiral sónica que va evolucionando a un espacio más contundente. Rabia y fuerza en otra pista desgarradora con la que conquistar al oyente en esta orgía de vibraciones pesadas en un ambiente vintage.

‘Cloak’ con sus siete gloriosos minutos define a la perfección todas las cualidades de la banda. La capacidad para crean espacio psico-progresivos sirve de escenario perfecto para el lucimiento del talento de su cantante Noemi. Una voz prodigios que brilla con luz propia en esta épica pista. Sus emotivos pasajes líricos son impulsados por trepidantes ritmos en esas arrancadas de contundencia con las que estos chicos son sacan del letargo. Un sueño mágico que ondula susurrante antes de sus monumentales momentos. Gloriosa y hermosa, l pista es uno de los platos fuertes de un álbum soberbio.

‘Ends’ cierra el álbum con narcóticos pasajes psicodélicos empapados en blues humeante. Heavy-blues de tintes grandilocuentes en un relato más propio de una sacerdotisa de las tinieblas. Un pantanoso corte que nos nubla la mente con sus hechizantes momentos de seductora y salvaje psicodelia pesada. La canción pertenece al primer álbum de la banda, pero aquí adquiere otro nivel.

Cruces

Reseña: MOOCH.- ‘Visions’

El tercer álbum de MOOCH nos invita a visitar un particular universo sonoro lleno de matices y alicientes que absorben la atención del oyente haciéndole partícipe de su cautivador relato sonoro. Blues y psicodelia vintage con elementos más propios de bandas desérticas.  Esta nueva música de la banda canadiense se centra en armonías vocales de tres piezas, sobregrabaciones y secciones de percusión dinámica. ‘VISIONS’ atraviesa los reinos del rock psicodélico, el grunge, el folk y el rock progresivo e incluye influencias mesoamericanas, lo que lo convierte en su álbum más diverso hasta la fecha. El álbum proporciona una experiencia comunitaria en esta odisea musical que resulta a la vez reflexiva y progresista.  Toda una paleta multicolor de sonidos vintage con el blues y la psicodelia como referente y en la que cualquier amante de THE DOORS podrá encontrar un suculento bocado. Pero no solo eso, ya que MOOCH, con su intricada musicalidad, energía y su groovy pegadizo, son capaces que recrear espacios más propios de QUEENS OF THE STONE AGE, sumergirnos en los ritmos tropicales de artistas como Santana, o deleitarnos con bellas melodías acústicas, así como impregnarnos de aromas sureños mas propios de bandas como Alman Brothers. Pero que esto no te confunda, porque los riffs pesados están muy presentes en un álbum soberbio que no te dejará indiferente. El carácter chamánico que aportan a sus cautivadoras canciones evoca el legado del Rey Lagarto como punto culminante y fundamental a su creatividad. Un ejercicio ideal para expandir la mente del oyente llevándole en volandas a un viaje iniciático a la psicodelia meditativa más atrayente. «VISIONS» imagina un futuro mejor impulsado por la búsqueda incesante de la felicidad. Rock y psicodelia vintage ejecutada con elementos contemporáneos pero manteniendo la esencia del rock mas auténtico nacido en la gloriosa década de los 70’s.

El álbum fue grabado por Jordan Barillaro en Tonebender Studio y Jared Matthews en Soundbagger Studio, mezclado por Jared Matthews y masterizado por Richard Addison en Trillium Sound Mastering Studio, asegurando que cada nota resuene con la claridad y profundidad que exige la música.

A ritmo de heavy-blues ‘Hangtime’ nos sitúa de inmediato en los albores de los 70’s con su sonido honesto y primitivo. Profundizando en las ansiedades de la incertidumbre la pista ácida y divertida envuelve al oyente en un auténtico entorno vintage en el que las vibraciones doorsianas afloran sutilmente. Guitarras asesinas, una voz grave y con carisma y un ritmo trepidante son las armas de esta fascinante canción. ¡Qué forma de empezar!

Tras el frenesí retro de la canción de apertura, el blues psicodélico de ‘Morning prayer’ nos sume en un trance narcótico con sus suaves pasajes empapados en humo cannabico. Su lento ritmo y sus magnéticos pasajes ácidos se elevan majestuosos con golpes de hard-rock crudo. Una montaña rusa con el wah wah aportando el groovy. Su pulsante y cautivadora línea de bajo marca gran parte de una pista oscilante. Otra pista vintage en la que no faltan sofisticados pasajes mas propios de Allman Brothers en una conversión progresiva. La canción a pesar de su sencillez cuenta con unos magníficos arreglos que elevan su poder.

En modo acústico y desarrollándose en un escenario folk, ‘Intention’ sube la apuesta con momentos oscuros acompañados de voces femeninas dando un giro al guion. Los bellos acordes y un groovy suave pero incisivo hacen de la canción todo un bálsamo para el oyente. La canción  advierte sobre los peligros del poder desenfrenado

‘New door’ nos saca del trance con gruesos y difusos riffs. Dotando la canción de pesadez, la banda combina elementos de los 70’s con golpes de Stoner contemporáneo en una nueva revisión doorsiana llena de alicientes. Ritmos oscilantes y un flujo constante van impulsando la canción a contrapuestos estados. Rockera en su apertura, chamánica en su parte central con una nueva emulación del Rey Lagarto, y en un nuevo giro argumental la psicodelia se empapa de ritmos latinos en pura línea Santana. ¿Se puede pedir mas en una sola canción? Impresionante.

En este caleidoscopio sonoro que es ‘VISIONS’, ‘Together’ sube la puesta con un sonido heavy-psych y un nítido aroma a 70’s. Un claro ejemplo que los canadienses saben como cambiar el registro sin ofender a ninguna de sus referencias musicales. Pesada y nebulosa, la canción cuenta con vibrantes ritmos y melodías que serpentean constantemente ofreciendo al oyente una visión diferente de su creatividad. Estos chicos saben como mantener al oyente atento siempre, y así en su parte central retoman esos paisajes psicodélicos en los que la calma magnética aparece para darnos un respiro. En esta ocasión con coros más propios de la generación beat, y vientos lisérgicos.

‘Vision’ es otra canción oscura marcada por el registro vocal grave con inclinaciones Morrisianas. Su tempo pausado, los coros y la magnética línea de bajo van poco a poco golpeando nuestras neuronas hasta situarnos en esos entornos psicodélicos que tan bien saben recrear estos chicos.

Entre nebulosas cannabicas ‘You wouldn’t know’ se desarrolla en una espacio oscuro y enigmático que se eleva lentamente con poderosos riffs difusos. Con el blues en sus genes, la pista vuelve a recurrir a acordes acústicos para colorear su espacio psicodélico. Con esa facilidad creativa, la parsimoniosa pista, se colorea de solos ácidos en sus momentos mas pausados, en contraste con ese ritmo más grueso y turbio, en un segundo plano.

En álbum cierra con la meditativa ‘Reflections’. Un nombre apropiado que pone banda sonora a la reflexión final sobre el resto de canciones con un tono casi eclesiástico prescindiendo de las voces. 

MOOCH

Black Throne Productions

Reseña: THE LUNAR EFFECT.- ‘Sounds of Green & Blue’

Recibir la llegada de un nuevo álbum de los británicos THE LUNNAR EFFECT es una de esas noticias que te alegran el día. Una banda que ya mostró sus credenciales en magistrales álbumes de blues psicodélico como ‘CALM BEFORE THE CALM’ (reseña aquí) y que ahora suben la apuesta con uno de los mejores álbumes que nos traído hasta ahora este 2024. Un álbum que a buen seguro estará en muchas listas a finales de año y que se desarrolla entre pesados blues psicodélicos con el alma vintage. Sus desgarradoras y mágicas canciones gravitan en la órbita del sonido de bandas como FREE, LED ZEPPELIN o THE DOORS, sin olvidarse del todo del sonido nacido en Seattle hace varias décadas y de la vibra de bandas como GRAVEYARD o RADIO MOSCOW. ¿Un álbum de blues retro? ¿Un álbum de psicodelia pesada?, ¿Un álbum de hard-rock stonerizado?, Dan igual las etiquetas porque lo que tenemos ante nosotros es ‘UN ÁLBUM CON MAYÚSCULAS’, un álbum soberbio. Un mágico trabajo de una fantástica banda que sabe perfectamente como seducir al oyente con desgarradoras canciones nacidas de un pozo de sustancias psicotrópicas que evolucionan al salir a la luz a un espacio pesado en el que los riffs Stoner y un sonido difuso, nos envuelven entre sus cálidos y narcóticos blues. El álbum es un testimonio del crecimiento musical de la banda y su voluntad de explorar nuevos territorios manteniendo el inquietante sonido vintage que los define. Cada pista es impulsada a la órbita por el zumbido grave de acordes distorsionados, lo suficientemente potentes como para quitar el polvo lunar de tu amplificador. Esta insuperable mezcla de rock vintage cuenta como aval, con la presencia de un gran cantante, algo de lo que adolecen muchas banda contemporáneas, y que a la postre, resulta fundamental. Si a eso unes unas cautivadora guitarras ácidas y un sonido pesado y difuso, la tormenta perfecta está servida. Porque «SOUNDS OF GREEN & BLUE’ es una pequeña obra maestra del blues psicodélico pesado de nuestros días, y sus canciones debieran perdurar durante mucho tiempo para mostrar a los jóvenes músicos que lleguen en el futuro, como se deben de hacer las cosas. Me faltan los adjetivos para definir este tesoro musical al alcance de pocos. Las palabras sobran, por lo que será mejor que lo compruebes por ti mismo, y disfrutes infinitamente de esta joya, porque ‘SOUNDS OF GREEN & BLUE’ contiene todos los ingredientes que en DenpaFuzz nos apasionan, y sería de necios, no expandir la voz e intentar que todo el mundo pueda disfrutar de esta maravilla. ¡Sumérgete en sus surcos, no te arrepentirás!

THE LUNAR EFFECT son: Jon Jefford (guitarra y piano), Dan Jefford (batería), Brett Halsey (bajo),y Josh Gosling (voces).

«SOUNDS OF GREEN & BLUE’ está disponible vía Svart Records.

Desde la intro de ‘Ocean queen’ ya podemos percibir en aroma del blues vintage de los británicos. Pero THE LUNNAR EFECT son una banda contemporánea y los riffs stoner están presentes en corte ácido y lleno de garra que conjuga elementos lisérgicos con el blues y hard rock mas primitivo. Un claro ejemplo del sonido que la banda nos había mostrado en sus anteriores trabajos y que ahora eleva a un estado muy elevado. La canción ofrece un sonido crudo y psicodélico con sabor a antaño.

La enérgica ‘Flowers For Teeth’ eclosiona con una impactante vibra Zeppelin demostrando que en el siglo XXI también se puede componer rock potente y auténtico. Salvaje por momentos, esta pieza rock colorista se toma una pausa en la parte central con humeantes pasajes para resurgir como Ave Fénix y mostrar toda la fuerza de sus riffs.

La pausa chamánica y meditativa llega con ‘Colour my world’. Flotando en un ambiente nebulosa la cautivadora voz oscila en su intensidad ofreciendo pasajes balsámicos en contraposición con momentos llenos de garra. Con el blues en el ambiente los pasajes heavy-psych nos empapan de sustancias narcóticas para llevarnos a un dulce sueño. Pero no nos llevemos a engaño, el corte equilibra la suavidad y la pesadez en su lento pero firme caminar. La canción consigue atraparnos en su regazo proporcionando u cálido abrazo en el que las vibraciones heavy-psych se manifiestan transmitiendo sentimientos.

Instalando en ese ambiente vintage, las notas de blues empapadas en psicodelia cubren una canción chamánica como ‘In Grey’. Con una cuidada melodía así como con cautivadores pasajes de guitarra, la pista parece susurrarnos envuelta en su apacible y acogedora psicodelia. Con voces altísimas la pista se desarrolla en una nebulosa creada por su poderoso y pesado sonido. Tomándose, un respiro la intensidad desciende en la sección central, para culminar entre solos  virtuosos, y una poderosa base rítmica. En este escenario el ambiente heavy-psych casi traspasa por momentos la frontera de los territorios arenosos.

Unos sorprendentes acordes de piano abren ‘Middle od the end’. Otro desgarrador blues psicodélico ejecutado a la vieja usanza bajo un tempo lento que sin darnos cuenta va evolucionando para demarrar un torrente de desgarradores sentimientos. El registro vocal vuelve a jugar un papel esencial en una hermosa y atormentada canción de blues mas propio de comienzos de los 70’s. Impresionante ejercicio vocal entre cautivadores acordes de piano y un ritmo grueso en segundo plano. Algo que dota de cuerpo la suavidad y acidez de esta oscura y triste canción.

‘Pulling daisies’ supone una experiencia sensorial en la que se aúnan todos los elementos que habitualmente utiliza la banda. Partiendo desde tonos blues con sencillos acordes, en un giro argumental, los riffs rugosos y las voces chillonas aparecen entre vibraciones mas propias de bandas como FREE o los primeros Zeppelin. El notable registro vocal sigue aportando la fuerza y la mala leche mientras los instrumentos juegan su papel a la perfección. La sencilla armonía basada en la repetición de un riffs enriquecida con diferentes elementos pesados convirtiéndola en una canción impactante.

El blues más clásico se manifiesta en I Cant Say’. Una de esas pistas con aroma a 70’s y un groovy pegadizo. Un ritmo lento que llega con facilidad al oyente entre pasajes vocales vigorosos y unos riffs que se engrosan hasta coquetear con un escenario stonr. Con subidas y bajadas de intensidad los británicos consiguen una vez mas el equilibrio sin renunciar a su esencia. Una vez más ‘menos es más’, sin turcos ni artificios, blues-rock ácido en estado puro.

‘Fear before the fall’ retoma los acordes de piano para dibujar un cuadro vintage en tonos grises y un cierto clasicismo. En una atmósfera que nace de la melancolía la pista avanza lenta pero firmemente entre fantásticas melodías vocales. Aquí el registro de su cantante Josh Gosling vuelve a lograr cotas inconmensurables. Repetidamente lo eh dicho, en mi opinión la escena psicodélica y pesada contemporánea necesita más cantante así. Con un maravilloso ejercicio vocal y ciertos tonos 90’s la canción consigue seducirme sin remisión en esta potente y sofisticada canción.

Sin darnos cuenta llegamos al final del álbum con ‘On the story goes’. Otra canción lenta y suave con voces llenas sentimiento en una combinación de blues de los 70’s y rock de los 90’s empapado en sutil psicodelia. Otra atormentada pista llena de fuerza que evoca sonidos vintage adornándolos con variados elementos y lograr seducir al oyente una vez más.

The Lunar Effect

Svart Records

Reseña: LITTLE ALBERT.- ‘The road not taken’

Alejado de las vibraciones psycho-doom de su banda MESSA, su guitarrista Alberto Piccolo nos ofrece un maravilloso álbum con su proyecto LITTLE ALBERT. Un trio que se zambullee en el blues del Delta entre ecos jazz, pasajes psicodélicos y golpes de música pesada. ‘THE ROAD NOT TAKEN’ refleja la habilidad para moverse entre estilos diferentes con canciones construidas con una absoluta solvencia. Si el trabajo de guitarra es notable, los registros vocales se muestran esplendorosos consiguiendo cautivar al oyente en un plácido escenario en el que el blues de Muddy Waters se mestiza con el sonido de bandas contemporáneas como THE BLACK KEYS. Abordando el concepto de elección el álbum se divide en una serie de reflexiones sobre el amor que salió mal, los arrepentimientos y la salud mental. Sin duda el ambiente a veces desértico y otras veces pantanoso, en el que se desarrollan las canciones supone un aliciente más para aquellos que todavía no se han dejado seducir por el blues más auténtico. Habiendo sido grabado con cinta analógica, el álbum irradia una vitalidad vintage que se enriquece y complementa con una vibra moderna más propia de la escena pesada del momento. Bien podríamos decir que ‘THE ROAD NOT TAKEN’ es como un pequeño paréntesis en la música pesada que Alberto ejecuta habitualmente en MESSA, y un verdadero regalo para aquellos que no tienen complejos en degustar un álbum, elegante, suave, sofisticado, auténtico, que se aleja del Stoner y el heavy rock, pero que no olvida sus raíces psicodélicas.

THE ROAD NOT TAKEN’ fue grabado, mezclado y masterizado por Matteo Bordin en Outside Inside Studio en Volpago del Montello, Italia. Producido y arreglado por Alberto Piccolo, con letra de Alberto Piccolo y Sara Bianchin (pista 1, 2, 3, 4), y está disponible vía  Virgin MusicUniversal Music.

LITTLE ALBERT son: Little Albert (voz, guitarra, teclados), Alex Fernet (bajo) y Diego Dal Bon (batería, percusiones).

Por la senda del blues ortodoxo y con una vibra bandas como Black Keys ‘Still Alive’ nos acaricia con sus hechizantes acordes y una cautivadora voz que pone la guinda a una composición serena pero penetrante. Sus contagiosas melodías calan con facilidad en el oyente bajo su comedida instrumentación. El ritmo cadencioso aporta un groovy pegadizo con el que llevar al éxtasis al oyente. El tópico de menos es más se plasma una vez mas en una canción que también nos ofrece solos virtuosos de guitarra con los que completar el hechizo.

Escarbando más aún en el legado del blues del delta, ‘Demon Woman’ nos traslada a un entorno pantanoso en el que los efluvios del blues se tiñen de psicodelia. Con un gran trabajo de guitarra, la pista nos recuerda el legado de grandes como Muddy Waters en otra pista rebosante de sentimiento.

Sin salirse del guion, pero mostrando una pesadez superior, ‘See My Love Coming Home’, se desarrolla entre nebulosa lisérgicas y todo el aroma del mejor blues. Construida a partir de un riff, la pista se muestra firme y sólida con su cuidada instrumentación. La voz sigue ejerciendo su rol con un tono más dinámico que solo cede ante las embestidas de ese blues ácido que sale con solvencia de las cuerdas de la guitarra. Una pista con un sonido contemporáneo que transita por un espacio heavy-blues empapado de psicotrópicos.

 Reposando en un acolchado y gratificante espacio sonoro ‘Hiding All My Love Away’ parece acercarse al jazz para mostrarse sobrio y elegante. Una sofisticada pista con unos cuidados arreglos y versátiles elementos incorporados con acierto y sutileza. Si bien cada canción nos ofrece una visión distinta del blues, todas ellas contienen suficientes elementos como para conquistarnos.

Instalado en ese espacio sonoro en el que el blues se tiñe de jazz y psicodelia, la apacible ‘Blue and Lonesome’ mantiene el nivel con sus suaves pasajes. Tomándose su tiempo, la pista cuenta con delicados pasajes de piano acompañando una armonía sencilla que se repite entre partes vocales sumamente cautivadoras. En la parte central, la destreza de Albert a la guitarra queda patente una vez más.

En ‘Magic Carpet Ride’ seguimos descubriendo nuevas vías en la música de LITTLE ALBERT. Otro blues con elementos hard-rock y algún golpe de riffs Stoner hacen que la intensidad aumente en una pista que guarda el equilibrio entre la pesadez y el aroma del blues del siglo pasado. La pista so torna mas turnia gracias a su poderosa línea de bajo y a un ritmo más contundente.

En un álbum sin estridencias y con una línea argumental similar en sus canciones, ‘This House Ain’t No Home’ se nutre de sofisticados momentos jazz, que son insertados en su suave instrumentación entre golpes de riff mas contundentes que nos recuerda el origen pesado. Una canción ondulante que va y viene dejando espacio para la fuerza en sus sosegados pasajes. Otro corte elegante y sólido para cerrar un álbum brillante.

Little Albert

Universal Music Italia 

Reseña: OAKFARM.- ‘Oakfarm’

Saca tus pantalones de campana, ponte las botas camperas, viste con tu chaqueta de flecos, mueve la melena al viento y prepárate para una auténtica fiesta de rock vintage. Ese rock de antaño que tantos buenos momentos nos dio en el pasado y que con bandas como OAKFARM, sigue vigente en nuestros días. Tal y como describía la promo del álbum, este debut bien podría compararse con uno de esos vinilos olvidados de los 70’s que ha permanecido olvidado durante años en una vieja choza de madera de la que nunca has oído hablar. El trio alemán nos ofrece un soberbio álbum de rock vintage en el que el blues, la psicodelia y las melodías pegadizas cubren unas canciones que rebosar autenticidad. Si eres amante de bandas como Graveyard o Rival Sons, aquí tienes un tesoro por descubrir. Un álbum fresco y colorista que se recrea en los sonidos analógicos del pasado para ofrecer al oyente una experiencia única. Ocho canciones sencillas, sin artificios, y que van directas al corazón del oyente para hacerte el día mas agradable. Sin duda estamos ante uno de esos debut, que me hace presagiar un gran futuro para una banda que a pesar de recrear los sonidos de los 70’s, lo hace con honestidad y brillo. Un álbum con mucho blues, con hard-rock, con psicodelia, pero también con gratificantes momentos progresivos y con arrevatos de boogie contagioso.

‘OAKFARM’ está disponible vía Pink Tank Records.

OAKFARM son: Tobias LEMBERGER , guitarra y voz (también en SONS & PREEACHERS),  Dennis OELZE (batería) y  Arne DÖPPER , bajo (también en BONE MAN).

‘ What If’ brota entre acordes acústicos con una innata vocación vintage para convertirse en una canción colorista en la que los tonos retro se tiñen de pasajes progresivos y dulces voces que nos acarician con suavidad.  Evocando un entorno bucólico la pista transita por la senda del rock clásico sin estridencias y un con un riff principal que engancha al oyente con facilidad.

En un espacio ya transitado previamente por bandas como Graveyard, el blues y el hard rock de los 70’s son los genes de ‘Reason’. Un sonido retro con buenos pasajes de guitarra y una estructura oscilante que parece rescatar el legado de Zeppelin. El corte avanza entre paradas y arrancadas en una atmósfera ligeramente salpicada por tonos psicodélicos y un espíritu más propio de otros tiempos.

‘ The Way’ mantiene la esencia rockera en una pista vibrante que no traspasa la barrera,  pero que nos brinda buenos momentos de rock sin complejos. Ondulante en su desarrollo, la canción conjuga todos los elementos del rock de los 70’s. Guitarras asesinas, un bajo magnético, unidos a un ritmo contagioso y una voz con el suficiente carisma para seducirte. En la pista encontramos algunos elementos progresivos que le dota de sobriedad.

Bajando las revoluciones ‘Sombre Vita’ se nutre de acordes electroacústicos y una cautivadora melodía vocal. En un entorno gris, la pista se arma sin prisa para llevarnos a un espacio acogedor entre armonías oscilantes y golpes de hard-rock vintage. La canción también contiene buenos solos de guitarra que le dan cuerpo a sus tiempos medios.

La aterciopelada ‘Carry On’ contiene una cuidada melodía que inevitablemente nos recuerda tiempos pasados. Con una vibra entre el pop y el rock de finales de los 60’s y reminiscencias de The Beatles, la canción contiene unos magníficos arreglos con los que los alemanes consigas que se muestre como imponente y cautivadora.

Con un ritmo boogie rock ‘Friends’ es una invitación a la fiesta y al baile. Ecos west-coast y un espíritu hippie empapan de color esta canción campestre. La sencillez de su estructura es uno de sus avales. No se necesitan artificios para componer canciones que funcionen. Aquí tenemos un claro ejemplo con un corte aireado por vientos sureños, ecos de blues y un ritmo contagioso.

‘Let It Breathe’ es otra canción que bien pudiera haberse compuesto en los 70’s. Con una vibra más propia de bandas como The Who, se eleva con su espíritu libre por la senda del rock clásico. Otra canción que rezuma honestidad, sin poses, simplemente rock a secas, sin más. Con toda la energía los alemanes aumentan la intensidad incorporando afiladas guitarras que acompañan a su dinámico ritmo.

Recordándome nuevamente a Graveyard, ‘The Melody’ es una canción en la que el blues y las dulces melodías conviven en armonía. Evolucionando hacia un espacio más rockero, el corte se eleva prudentemente para mostrarse esplendoroso. La furia de desata en otra celebración colorista del rock clásico, ese rock que nunca muere y que seguirá con nosotros durante mucho tiempo.

Oakfarm

Pink Tank Records