Llegaba la hora del último festival de este verano para mÃ, después de haber visitado seis festivales con anterioridad a lo largo de la geografÃa europea mi ultima cita estaba en Bélgica, y más concretamente en la localidad de Riillar, donde en una pequeña granja ecológica se celebra uno de los festivales más auténticos del verano, DOWN THE HILL. Ese ambiente campestre se refleja en la infraestructura del festival con un escenario principal construido con troncos y múltiples adornos que colorean el prado donde se celebra el evento. Su curioso segundo escenario con una estructura inflable a semejanza de la de los juegos de niños ya me resultó llamativo el pasado año, y sigo sin haber visto un palco asà en ningún otro festival. A mà llegada el dÃa previo, me instalé en la zona de acampada donde me tocó cambiar mi tienda de ubicación ya que habÃa un espacio reservado para la gente que llega en coche sin tienda ni caravana, una circunstancia que tras una primera sensación de contrariedad, entendà perfectamente. Las autoridades locales habÃan exigido esa distribución para editar problemas de incendios. Asimismo, me comunicaban que la tradicional hoguera nocturna que se hace frente al escenario principal, este año no tendrÃa lugar. Una lástima ya que es uno de los datos diferenciadores del festival. Prescindà de asistir al warm-up que se celebraba en una localidad cercana. La organización habÃa habilitado unos buses para el traslado de la gente, pero preferà quedarme en la zona de acampada acompañado con algunos amigos con los que me encontré y con los que pude charlar y tomar unas cervezas hasta la noche. Una perfecta jornada de relax que define de alguna manera el espÃritu de confraternización del festival. Lo cierto es que con alguno de ellos habÃa coincidido este verano hasta en cinco festivales, lo que dice de la minoritaria y fiel escena que compartimos. El festival belga se caracteriza por el eclecticismo y variedad de su line-up con multitud de bandas alternativas en combinación con grandes nombres con largas trayectorias musicales. Esto es una de las cosas que me gusta del festival y que lo aleja de otros con carteles más previsibles y tradicionales. ¡Bravo por ellos! En esta su séptima edición contaba con importantes nombres de grandes glorias pasadas como Focus o Gong, algo que me motivaba enormemente al igual que el pasado año sucedió con Arthur Brown. Elecciones asà hacen de DOWN THE HILL un festival particular y especial. De igual manera, te ofrece la posibilidad de ver bandas alternativas que tratan de emergen y que serÃa difÃcil verlas sin eventos como este. Muchas veces me motiva más eso, que la posibilidad de ver de nuevo a grandes bandas que he visto repetidamente. No encontré demasiados cambios en el recinto, el mas destacable la distribución de la zona de backstage y la cocina que abastecÃa las necesidades tanto de los voluntarios que colaboran con el evento (imprescindibles en cualquier festival modesto) como de las bandas, al igual que el monolito que sustituÃa a la maravillosa estatua con luz del pasado año Suficientes puestos de comida y bebida a precios razonables en los que la moneda eran unos tokens, Sin demasiadas variaciones a primera vista solo quedaba esperar a que el evento diera lugar y con él, la legión de rockeros fieles a un festival que lleva celebradas siete ediciones y que cada año se supera.











VIERNES
El viernes el cielo nos recibÃa encapotado lo que hacÃa presagiar que la lluvia nos acompañarÃa en algún momento del dÃa. Me tomé la mañana con calma preparando mis cámaras y equipo para captar todo lo que sucedÃa en este primer dÃa. La zona de acampada esperaba la llegada del grueso de la audiencia con un aspecto que cambiarÃa unas horas después cuando ya todos los campamentos estaban instalados, en una perfecta distribución del público que venÃa con sus caravanas, campers o tienda de campaña, respecto del que solo llegaba en su coche y que no acamparÃa en dicho recinto.

A las 14,45 APEX TEN eran los encargados de dar el pistoletazo de salida a la edición 2025 del festival con buenas dosis de psicodelia pesada y riffs que ponÃan a prueba a la audiencia. Poco a poco el recinto iba recibiendo a sus invitados con las canciones del trÃo en el escenario hinchable. Enfrente del escenario la experiencia cósmica se aromatizaba con unas barras de incienso bajo los músicos. No me defraudaron con un sonido que era el que va esperaba tras escucharlos en disco.

MODDER entraban como un elefante en una cacharrerÃa con un sonido poderoso como un trueno. Alternados pasajes atmosféricos el quinteto inicia su particular viaje sideral. El atronador bombo marcaba un ritmo inquebrantable entre desviaciones Stoner y retazos psicodélicos. Una banda diferente que no me defraudó con su propuesta.
El backstage contaba con una pantalla de televisión en la que que podÃa ver en directo los conciertos. Algo sumamente útil para no perderme nada en los momentos de repostaje.

La tarde no habÃa comenzado mal, y a continuación tera el turno de otra banda nueva para mÃ, CAPITAN. La banda nos sumÃa en un ensoñador espacio en el que las delicadas texturas post-rock se acompañaban de una melodÃas vocales cautivadoras. Todo ello arropado con un sonido monumental en el que destacaba especialmente la sobriedad y solidez de la linea de bajo. El resultado eran canciones grandilocuente coloreadas por hermosos y sólidos paisajes sonoros.Â

Los griegos GODSLEEP refrendaban su reputación como una banda con directo explosivo. Entre golpes de Stoner y elementos alternativos la energÃa estaba servida por su vibrante cantante. Otra banda capaz de llevar al lÃmite tus cervicales.

ASTODAN eran otra banda que cabalgaba entre el post rock y el post metal en concierto con sonidos atmosféricos y paisajes sonoros de ensueño cumpliendo su misión en la tarde belga.

FIVE THE HIPEROPHANT resultaron ser una agradable sorpresa, su puesta en escena ataviados con capuchas negras y un tono de oscuridad más las barras de incienso situadas en el escenario presagiaba un auténtico ritual. El eclecticismo de la banda se convertÃa en una locura de saxos, guitarras y cambios constantes de intensidad, sin duda una banda diferente pero sumamente atractiva. Una gran sorpresa.

Precedidos de una reputación como banda experimental, NEPTUNIAN MAXIMALISM llevaron su sonido a un territorio excesivo con el que no conecté. Mis sensaciones fueron ratificadas por alguno de mis amigos teniendo mi misma opinión. La banda tiene personalidad, pero su música no es de fácil escucha para cualquiera, aún asà sus seguidores tuvieron su dosis de sonidos ajenos para la mayorÃa de la audiencia.

HEMELBESTORMER repetÃan esa puesta en escena presidida por la oscuridad vista con anterioridad. Sin casi percibir la silueta de los músicos su denso y atmosférico sonido cubrÃa la noche con un tono inquietante y misterioso. Sus graves y la repetición de armonÃas cabalgaban un espacio no apto para todos los oÃdos.

PENDEJ0! llegaban con toda su sección de vientos al completo, lo que hacÃa que el público volará con sus canciones a caballo entre el Stoner y los ritmos latinos El Pastuso ya ha adquirido su look casi perfecto para sus conciertos. Ataviado como un gentleman con su traje gris, desgranaba sus canciones entre carajos y un público agradecido. Pronto encontrará ese traje blanco del que me hablaba en los momentos previos a su actuación con el que deslumbrar aún más a su público. La energÃa desbordante de la banda era bien recibida entre la concurrencia.

THE ATOMIC BITCHWAX Bitchwax ponÃan el cierre a la jornada. Dos semanas antes los habÃa visto en SonicBlast demostrando que son una banda de garantÃas y el el cierre de su gira europea de verano lo volvieron a corroborar.Â
SABADO

TANGLED HORNS iniciaban poco después del mediodÃa lo que iba a ser una larga jornada. Cabalgando entre el Stoner más rudo el sludge y el grunge, su gritón y voluntarioso cantante no paraba de caminar sobre el escenario como poseÃdo, interpelando al público y hasta encaramándose en lo alto del escenario. Aunque và prácticamente completa su actuación, no acabaron de convencerme, más teniendo en cuenta lo que venÃa por delante, con un montón de bandas que tenÃa marcadas en mi agenda, muchas para ver por primera vez.

Con solo el rato de tomarles unas fotos me di cuenta de que RONKER no eran para mi. Su agresivo sonido era menos sugerente que ir a reponer fuerzas por lo que aproveche el momento para comer tranquilamente y reponer las energÃas para la dura jornada que venÃamos por delante.

KAMEEL resulto ser una banda bastante más interesante de lo que me podÃa esperar. Las dos bandas previas no me habÃan motivado con sus agresivas apuestas. Pero en esta ocasión sus canciones progresivas adornadas de ornamentos jazz fueron una grata sorpresa para mÃ. Ya me habÃa avisado mi querido Klaus de la calidad de la banda, y sin duda, tengo que reconocer que la tienen.

SKYJOGGERS & SULA BASANA desataban la locura sideral con una larga jam inicial transitando por esos territorios cósmicos en los que tan bien se desenvuelven. Su vibrante concierto iba incrementando su intensidad según avanzaba con esos hipnóticos ritmos y sus efectos siderales. El calor apretaba pero no era un impedimento para que todos bailáramos con su hipnotismo y su fuerza. Por fin me quitaba la espina de ver en vivo a los finlandeses, y más con la compañÃa de Sula con el que me encontraba de nuevo en Down The Hill un año después. ¡¡¡Grandes!!!!! Uno de los mejores shows del fin de semana sin ninguna duda.

WHEEELS OF SMOKE me sorprendÃan gratamente con la frescura intercalada en sus riffs. Surfeando entre la psicodelia pesada con algún elemento progresivo y la crudeza del stoner más polvoriento la banda belga nos brindaba un concierto equilibrado en el que nunca habÃa momento de distracción, ya fuera en sus pasajes más delicados como en los momentos en los que daban rienda suelta a toda su fuerza.

Eran muchas las ganas que tenÃa de ver a los croatas SEVEN THAT SPELLS en directo y en las primeras horas de la tarde por fin lo conseguÃ. Con un sabor agridulce ya que su actuación se limitó a largas jams en las que los momentos drone taladraban las cabezas de los presentes. Me pareció demasiado monótono para una banda con una solvencia contrastada. Intensos y repetitivos trataban de sumirnos en su particular agujero negro, algo que consiguieron con una pequeña parte de la audiencia. Una lástima porque son una magnÃfica banda, pero no me hicieron gozar con sus extensos desarrollos repetitivos más propios de un viaje astral. Sin interactuar con la audiencia se despidieron sin más.

El huracán TRAVO repetÃa jugada una vez más. El arrollador trio portugués habÃa arrasado en Freak Valley unas semanas antes, y de nuevo repitió la jugada con esa psicodelia cósmica ejecutada a la velocidad de la luz y en la que el wah wah y sus distorsiones retumbaban por toda la campiña belga. Son ya unas cuantas veces las que los he visto en directo, y jamás bajan el listón, siempre exuberantes en sus diabólicos solos de guitarra, sus ritmos garageros con influencias kraut y sus arremetidas de Stoner. Los portugueses tienen una forma de afrontar sus conciertos con la que siempre conquistan a la audiencia.





FOCUS fueron el momento culmen del festival y para mÃ, asà como el momento culmen de mi verano. Hace cuatro décadas pude ver en directo a Thijs Van Leer acompañando a Miguel Rios en España como músico de sesión, pero jamás habÃa visto a FOCUS en concierto; Down The Hill me ofrecÃa esa oportunidad impensable ya para mÃ. No sabÃa el estado de forma de los dos miembros originales que quedan en la banda, su teclista y flautista Thijs Van Leer y el baterÃa Pierre Van der Vinden, de 77 y 81 años respectivamente, pero cuando les vÃa en el backstage, comprendà que nos iban a alegrar la tarde. Con un caminar lento acorde con alguien de su edad, Thijs se sentaba frente a su hammond colocando los dos micrófonos que tenÃa sobre él. Desde el primer momento su cara denotaba felicidad y sobre todo ganas de hacer felices a todos los que allà estábamos. Tras presentarse como banda, el ritual nostálgico comenzó. Con algunos clásicos de la banda como House of The King, Silvia, Focus I y Focus III llegaba la apoteosis con su mÃtico tema ‘Hocus Pocus’, con la voz en perfecta forma para cantar esos estribillos más propios de un campesino tirolés, la locura se desataba entre todo el público con su flauta eln la mano y en pie frente al público. Son muchos los momentos de intensidad que llevaba vistos este verano, pero contemplar desde el foso de fotógrafos elevado sobre la estructura de la vall, a todo el auditorio bailando y cantando con caras de gozo, no tuvo precio. Ese momento supuso un subidón de adrenalina que hizo sentirme afortunado de haber vivido esa experiencia que jamás pensé que podrÃa vivir. No recuerdo los nombres de los acompañantes en la guitarra y bajo, (a pesar de que Thijs los presentara hasta en dos ocasiones) pero su labor fue sencillamente magnÃfica. Supongo que con Jan Akerman a las seis cuerdas la cosa podrÃa haber épica, pero estos chicos cumplieron su misión a la perfección con solos de guitarra que no desmerecÃan de los originales de sus viejas canciones. Después de cerca de una hora de actuación se retiraban del escenario para regresar unos momentos después ante la insistencia del público para interpretar tres canciones más. ante la algarabÃa generalizada de un público que les despidió con la mayor ovación del fin de semana.

Después del éxtasis vivido con FOCUS, HEDVIG MOLLESTAD TRIO no era lo que necesitaba. Mi curiosidad me llevo frente al escenario donde pude sentir la fuerza del trÃo, pero sus momentos experimentales no casaron bien con mi eufórico estado de ánimo. No obstante, hubo momentos ciertamente interesantes en una actuación que posiblemente requierÃa más atención por mi parte y que nos llevaba a un particular universo en el que el jazz y la experimentación dominaban la atmósfera.

HacÃa tiempo que no veÃa en directo a los suizos MONKEY3 y siempre es un momento gratificante. La banda sigue manteniendo la forma con sus pasajes espaciales de inspiración floydianas, de igual manera que sabe cuándo apretar el acelerador de sus potentes riffs… Envueltos en humo, con algunas proyecciones y una persistente luz azul, sus nebulosas llegarán a una audiencia que se agolpaba mayoritariamente para ver si actuación., cumpliendo como lo que se espera de ellos, una de las mas destacadas heavy-psych cósmico con propulsión stoner.

Por unas cosas o por otras, nunca habÃa visto en directo a THE BEVIS FROND, por lo que esperaba enormemente verlos por fin en directo, y Down The Hill me ofrecÃa esa oportunidad, asà que me preparé para disfrutar finalmente de ellos. Y… ¡¡¡wow!!!, eran la banda que me imaginaba en directo. Cuatro músicos sólidos que saben a la perfección como hacer su trabajo. Ellos ponÃan color a la noche con sus canciones empapadas en blues, en boogie en garage, pero sobre todo en una psicodelia pesada capaz de revivir a los muertos. Llenos de magnetismo, la banda media los tiempos con un sonido potente de fácil escucha con un cierto tono vintage y un groovy irresistible. Sensacionales.

El cierre del festival llegaba a cargo de los legendarios GONG, otra banda difÃcil de ver en otros festivales y que sà es posible disfrutar de ella en DOWN THE HILL. La banda, ya sin la presencia del fallecido Daevid Allen arrancaba su show con un tono festivo y divertido con canciones progresivas de fácil digestión. Eran una incógnita para mà y sin duda, sonaron mejor de lo que podÃa esperar. Pasajes progresivos más propios de un cuento eran alternados con momentos contundentes durante su fluida actuación. Lo cierto es que goce mucho de una banda que no pensaba que pudiera ver En vivo En su parte final de espectáculo pasaron al otro lado del espejo y nos sumieron en un narcótico estado recuperando su ldo más loco y experimental. Â
Asà acababa otro fin de semana emocionante y a la vez mi tour veraniego de festivales, en el que a mi regreso a Madrid habÃa recorrido 16.426 kilómetros a través de España, Francia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, PaÃses Bajos, Austria, Eslovenia, Croacia Italia y Portugal. Lo hacÃa con el mejor broche final posible, Down The Hill, un festival que visité por primera vez el pasado año, y si entonces me enamoró, a partir de este año dejará de ser un amor de verano, para convertirse en una relación duradera. Porque sus originales line-up, su recinto, el amor que pone la organización y sus visitantes, son todos como para no resistirse:, maravillosos. ¡Hasta el verano que viene Down The Hill!
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