Crónica: KRISTONFEST 2025

En su regreso a Bilbao, la ciudad que lo vio nacer hace catorce años, el festival KRISTONFEST organizado por la promotora Noise on Tour, se presentaba como una cita ineludible gracias a su sugerente line-up. Solo un día a diferencia de otras ocasiones con tres bandas del nivel de COLOUR HAZE MOTORPSYHO y STONED JESUS, era suficiente reclamo como para desplazarme al País Vasco para ver primer concierto allí. Si bien había visto unos meses atrás a las tres bandas, el buen ambiente que siempre se genera en el festival y la ausencia de éste en la ciudad de Madrid como en ocasiones precedentes, me empujaban a madrugar para coger un tren y presentarme en ‘el Botxo’ para ser absorbido por los sonidos psicodélicos de estas tres formaciones punteras de la escena.

Esta vuelta a origen del Festival se llevaba a cabo en la Sala Santana 27, un espacio situado en un polígono a las afueras de Bilbao con unas magníficas instalaciones para un evento de estas características.

Mi temprana llegada a Bilbao me permitió visitar el casco viejo y su sensacional ambiente con unas calles repletas de gente abarrotando los bares de la zona y su exquisita gastronomía. A continuación, me dirigí a hotel donde estaban alojadas bandas ya que estaba situado a unos metros de mi alojamiento. Allí me había emplazado con Ingvald, el batería de MOTORPSYCHO con quien había estado un par de días antes en Madrid donde pude hacer de guía turístico de la ciudad para él y su pareja. Al llegar al hotel me encontré con Steffan, el líder COLOUR HAZE que habían llegado desde Alemania por carretera tras pasar una noche en Francia. Charlando con él me comunicaba que MOTORPSYCHO ya se habían desplazado a la Sala para hacer su sound-check. Así las cosas, me dirigí camino de la ésta, pero algo nubló mi cabeza y por error me presenté en la Sala Kafé Antzokia, donde tras un rato de espera un empleado me comunicaba que el concierto no se celebraba allí. A veces la cabeza que juega malas pasadas, y todavía no se cómo ocurrió, pero sucedió. A mi llegada a la Sala Santana la banda había finalizado su prueba de sonido por lo que tuve que esperar un rato hasta encontrarme con ellos. Durante la prueba de sonido de STONED JESUS comprobé al instante el buen sonido del recinto lo que un rato después pudo ser corroborado por todos los asistentes. Un recinto amplio, con buena iluminación, amplia barra de bar y espacio suficiente para que todo fuera de maravilla.

Un rato antes del comienzo del festival iba llegando distintos conocidos y amigos desde los mas dispersos lugares de la geografía española para ver a esta triada irresistible de bandas pesadas y psicodélicas.

Los ucranianos STONED JESUS saltaban al escenario de una sala en la que alrededor de medio millar de personas esperaban para disfrutar de lo que prometía ser una jornada memorable. Solo hacía un par de meses que había visto en concierto a la banda en directo e intuía como iban a ser las cosas. El viernes había salido publicado su nuevo disco, el cual había escuchado unos días antes y el que se palpa un giro musical a un escenario más progresivo. La duda en cuanto a cómo enfocarían su set-list quedaba resulta con una alternancia de canciones nuevas junto a alguno de sus clásicos más pesados.

Los potentes riffs del trio junto al buen sonido de la Sala lograron que la tormenta ucraniana se mostrara en toda su intensidad. Ante un público diverso cada banda parecía tener sus propios seguidores, ya que había gente que se había desplazado con cada una de ellas marcadas en su agenda. Todos tenemos nuestros favoritos y verlos junto a bandas diferentes siempre es una oportunidad para nuevos descubrimientos, algo que sucedía con la banda de Kiev, dejando muy buenas sensaciones entre el público que no los conocía mientras sus más fieles seguidores disfrutaban de sus poderosos y familiares riffs. La comodidad del lugar permitía que STONED JESUS sorprendieran con su fuerza a un público que mayoritariamente había venido a ver a Colour Haze o Motorpsycho, siendo bien recibidos por la audiencia en una actuación en la que su Stoner-doom golpeaba con fuerza para bajar las revoluciones con canciones más progresivas procedentes de su nuevo trabajo.   

La banda ofrecía la versión mas melódica de sus nuevas canciones entre sus rugosos riffs. Como ya es habitual en sus conciertos una bandera de su Ucrania los acompañaba en el escenario al igual que su particular bote para ayudar a unos ciudadanos cuyo país está siendo masacrado por el imperialismo de Putin. Quizás me esperaba más canciones del último álbum por esa senda más suave y compleja, pero la fuerza presidió una actuación notable que fue bien recibida por una audiencia que ponía a prueba sus cervicales bajo su atronador sonido.

MOTORPSYCHO, posiblemente la banda más esperada de la tarde, abrían su actuación con ‘The Transmutation Of Cosmoctopus’, diez minutos de jam que me hacían presagiar un show más experimental que en las dos últimas ocasiones en la que los había visto este verano en Alemania y Croacia. Era mi tercer concierto con la banda en pocos meses y cada uno de ellos había sido diferente, con cambios en la batería y ahora acompañados por el otrora guitarra de DUNGEN.  Pero como he repetido muchas veces MOTORPSYCHO juegan en otra liga. Son una banda capaz de ofrecer mil versiones de sí mismos, y en esta ocasión con la presencia de Reiner en los teclados y segunda guitarra, hacía que la banda sacara sus instintos más profundos. El bajo de Bent retumbaba como una tormenta, mientras la batería de Ingvald acompañaba a la perfección los devaneos de la guitarra de Hans.  Esa primera parte de su show se centraba en canciones de su primera época como ‘Sinful, Wind-Borne , Upstairs-Downstairs o Mountain. Durante su brillante actuación los noruegos nos metían en sus particulares laberintos psico-progresivos presididos por la experimentación, un lugar musicalmente no apto para todo el mundo, del que nos sacaban por el camino menos esperado. Canciones variantes con mil matices que van y vienen entre la complejidad, lo divertido y lo pesado. Unos maestros del escapismo que siempre logran su objetivo consiguiendo que el público no se disipe entre su grandilocuencia. En la parte central de su show las melodías y la alternancia de voces eran la nota principal con cortes como la desgarradora ‘Mountain, ‘Hyena’ y Stanley, dejando patente que el rock no tiene secretos para ellos.

La apoteosis llegaba con un clásico de sus actuaciones; Rock Bottom, la canción de U.F.O. adoptada por la banda y con la desataron la locura. Todo el recinto bailando con caras de satisfacción era una inequívoca señal de que estaban disfrutando con una actuación de muchísimo nivel, y es que estos chicos son muy buenos y son capaces de tocar todos los palos de la baraja, y además lo hacen con gran maestría. Su actuación concluía con los ritmos refrescantes de ‘All My Life (I Love You)’ poniendo el colofón a mas de una hora inolvidable. Hay que señalar que la banda no pudo poner en funcionamiento sus fantásticos visuales ya que un problema con el Mac que traía su técnico impedía que los mismos fueron reflejados sobre el escenario, aunque después de lo visto, no habían sido necesarios ya que estos chicos por sí mismos se las apañan para hacer que su música sea la protagonista. Joder, son muy buenos, y en KRISTONFEST volvieron a demostrarlo.

Con tiempo suficiente entre banda y banda para poder relajarnos y comentar la jugada, COLOUR HAZE aparecían en el escenario para poner el colofón a lo que estaba siendo una gran noche. Los de Munich son una de mis bandas favoritas, y suelo coincidir con ellos varias veces cada año. En la fiesta del 20 cumpleaños de la promotora Sound of Liberation en la ciudad alemana de Colonia, había sido la última vez que los había visto. Su actuación allí fue acompañada de unos magníficos efectos de luces psicodélicas, algo que no podríamos ver en KRISTONFEST debido a la ausencia de su técnico. Él había tenido un grave accidente en un dedo de su mano días antes, y la banda se presentaba sin ese soporte tan apetecible. Pero si bien las actuaciones de la banda son apoteósicas con las proyecciones acompañando sus canciones, una vez que los primeros acordes de guitarra de Steffan comenzaron a sonar nadie los echó en falta. L banda nos sumia en su particular mundo lisérgico sin renunciar a la fuerza Stoner que sus temas contienen. Clásicos de l banda invitando a un viaje mesiánico que fue estupendamente recibido por un público que se divertí durante su show. Después del vendaval de los noruegos COLOUR HAZE nos envolvía en sus atmósferas lisérgicas como solo ellos saben hacer. Brillando con luz propia su batería Mani, dejaba patente lo bueno que es en los tambores con sus ritmos endiablados que elevaban los largos desarrollos de guitarra y los sutiles pasajes de los teclados.  Canciones largas que flotaban sobre las cabezas de un público disfrutón corroboraban que la elección del cartel que KRISTONFEST había brindado a su público en su vuelta a Bilbao había completamente acertada.

La noche avanzaba y el sueño psicotrópico de la banda incrementaba su intensidad con un argumento lineal pero sumamente solvente. Grandes COLOUR HAZE, nunca dan un concierto malo. Pocas bandas como ellos saben solventar las adversidades brindando a sus fans conciertos memorables como el del pasado sábado.

Son unas cuantas las ediciones que he visitado del festival, pero esta fue especial para mí, pero también para todos aquellos que habían viajado a Bilbao. KRISTONFEST una vez más mereció la pena, por el nivel de las bandas que lo visitan, por el espacio elegido para su celebración y por una organización que siempre trata de ofrecer lo mejor a su público. No quisiera terminar esta crónica sin agradecer la hospitalidad recibida tanto por la organización como por la sala para contaros todo lo acontecido el pasado fin de semana. Ahor queda contar los días para la próxima edición de un festival que se ha convertido en un clásico de la escena española: ¡¡¡Larga vida a KRISTONFEST!!!

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