Aviso: Este es un álbum asesino del que no te podrás zafar fácilmente si eres amante del rock primitivo con altas dosis de blues humeante y riffs estremecedores de puro Stoner rock. Estás ante un artefacto sonoro que te narcotizará para despertarte zarandeándote con una fuerza inusitada ¿Podrás resistirte?, seguramente no. Hace un par de años ya me hice eco de su impactante álbum de 2022 ‘NORTHERN BURDEN’, ahora BLACK TONGUE REVEREND, los forajidos del blues y Stoner mas crudo de New York, suben la apuesta con su nuevo álbum ‘UPSTATE OF MIND’. Si bien es cierto que por momentos al ver su portada pasó desapercibido para mí, una vez que le he dado al play y he escuchado sus geniales canciones, me ha conquistado. Ambientado en Nueva York, pero poniendo el foco en esos lugares que han visto ir y venir los buenos y los malos tiempos, estas siete canciones honestas inspiradas en la desesperación, el aislamiento, el abuso y la destrucción de la mente en un mundo decadente, derrochan la crudeza de blues humeante para esparcirla entre polvo desértico y la pesadez del proto-metal de los 70’s. Mas crudo y pesado que su predecesor, pero sin renunciar a ese blues salvaje, sus pistas asesinas te pondrán a prueba insuflándote un energía y vitalidad que puede que hubieras olvidado. Pero si esos ingredientes te saben a poco, la psicodelia contenida en sus surcos será el remedio para conquistarte. Porque sus ondulantes canciones son capaces de inyectarte la energía desbordante del headbanging, a la vez que te hacen inhalar humeantes y narcóticos pasajes psicodélicos, lo tiene todo. De nuevo una banda me vuelve a despertar del letargo de demasiados discos sin chispa con un trabajo desgarrador y versátil construido a base elementos del rock atemporal más crudo y salvaje, y la psicodelia chamánica que me enamora. Como tantas veces se ha dicho, menos es mas.
La banda nos aclara las cosas:
Este álbum está ambientado en los confines del norte del estado de Nueva York, pero en realidad podría estar ambientado en cualquier lugar que haya visto ir y venir los buenos tiempos. Cualquier pueblo que se haya derrumbado sobre sí mismo en una espiral aparentemente interminable de desesperación, aislamiento, abuso y destrucción de mente, cuerpo y espíritu. Lugares abiertos por la decadencia social. Lugares donde el escape más fácil no es hacia afuera sino hacia adentro, proporcionado en un vaso, una pastilla o una pantalla. Donde todos buscan respuestas y no se puede confiar en los pocos que las brindan.
Hemos estado en ese lugar. Puedes confiar en nosotros, porque no tenemos respuestas que darte. No somos salvadores, somos historiadores. No somos bateadores decisivos listos para conectar un jonrón de walk-off. Solo somos árbitros y las decimos como las vemos.
En realidad, este lugar no es un lugar en absoluto. Nos rodea y todos corremos el riesgo de acabar allí. No es el norte del estado de Nueva York, es el norte del estado mental.
BLACK TONGUE REVEREND son:
Eric Tulip – bajo y voces
Mike Errichetto – Guitarra y voces
Jason Nowak – batería
Sin preámbulos ‘When the reverend comes to town’ desde sus primeros riffs, activa al oyente entre ecos Sabbath y hard rock crudo sobre una base stoner. sucio, pesado y rabioso, el corte va directo a la yugular con su cadente así como plomizo ritmo y unos riffs ganadores.
La contundente ‘37 West’ golpea como un martillo en una fragua entre un humo narcótico de blues y psicodelia vintage. Por una senda chamánica la pista avanza envuelta en sustancias lisérgicas de la que asoman esas andanadas de riffs mastodónticos y voces atormentadas.
‘Rust’ es canción que pondrá a prueba tus cervicales. Con el vacilón tono de su cantante con cierta tendencia dorsiana el rock más macarra resucita de su tumba para ponerlo todo patas arriba. Transitando por ese lado difícil su sucio sonido y su fuerza intrínseca son argumentos suficientes para convencerme con ese riff principal con una peste a hard-rock setentero que tira para atrás. Mantente firme porque el reto continúa.
Erigiendo en la canción más larga con más de siete minutos, ‘The trip continues’ ofrece un sonido difuso, en una espiral lisérgica en la que caben momentos Bad Company, con pasajes narrados de claro tinte doorsinos. Una ceremonia chamánica que sube y baja su intensidad demostrando la descomunal fuerza de estos chicos. En su parte central la psicodelia más lisérgica aparece de las cuerdas de su guitarra. Un paseo triunfal por la senda de los sonidos mas ‘viajeros’ que te narcotizará antes de zarandearte con riffs diabólicos y un sonido denso que te arrollará. ¡¡Brutal!!!
En contraste con la canción anterior, los dos minutos de ‘Next experiment in vainglorious mind’ son una mezcla extraña de ruidos, distorsiones y sonidos aparente inconexos con los que hacen un pequeño break.
Naciendo de una intro psicodélica ‘Chewing stones’ destapa el taro de las esencias de hard-psych vintage. Lentamente y bajo una atmósfera chamánica el humo envuelve una pista en la que regresan las embestidas de riffs Stoner. Desee ahí, van tejiendo la canción. Una montaña rusa de emociones en la psicodelia es la protagonista, pero con unos secundarios sumamente interesantes.
En un tono más oscuro ‘Quiet desperation’ mantiene el tipocon golpes de Stoner-doom, en línea QUEEN DESERT QUEEN y esa psicodelia chamánica que ya nos han mostrado en las pistas previas.
Como punto final a este desgarrador álbum la suave ‘You are here’ nos destapa el lado más tierno del trio con una suave melodía que se eleva siguiendo el patrón del resto de pistas del álbum. Contundente pero comedida su ondulante desarrollo se presenta más pulido en contraste con la crudeza general del álbum.