Acercándonos a la recta final de año y pensando ya en las listas de los álbumes más destacados del 2024, llega ‘LIQUID PLANET’ para rompernos los esquemas y ponerlo todo patas arriba. Si con su impactante debut homónimo ‘HEAVY TRIP’ (reseña aquí) consiguieron enamorarme, en esta nueva entrega el power trio canadiense vuelve con sus intricados desarrollos psicodélicos en forma de cuatro jams ácidas de altísimo nivel para confirmar que aquello no fue obra de la casualidad. Esta nueva orgía psicotrópica hará que todo salte por los aires en tu cabeza, ya que la fuerza y exuberancia de sus composiciones, consigue atrapar al oyente en un auténtico agujero negro rebosante de impactantes vibraciones lisérgicas. Dejando fluir su creatividad de una forma absolutamente libre, estos tres tipos consiguen ofrecer al oyente un álbum excesivo que alterará tus neuronas para llevarte a un singular mundo en el que los sonidos más expansivos te atraparán en un desenfreno más propio de bandas como EARTHLESS o TIA CARRERA. Todo un torrente de sensaciones comandados por una guitarra extenuante y virtuosa y una base rítmica salida de una fabrica de vibraciones pesadas e impactantes que golpean con fuerza demostrando que la improvisación no conoce de esquemas preconcebidos. ‘LIQUID PLANET’ es un álbum de esos que te deja exhausto gracias a sus bacanales sonoras en forma de cuatro largas pistas con un nexo común, pero con una identidad propia. Reverenciando el legado de Hendrix, la velocidad con la que se toca cada nota, hace que este impetuoso trabajo consiga su objetivo, descolocar al oyente con una tormenta sónica de infinitas proporciones. Con pasajes arremolinados, los canadienses afilan sus garras en busca de algo musicalmente monstruoso, consiguiendo su propósito con una solvencia casi insultante. Puede que no todos estén preparados para la grandilocuencia e ímpetu de estos chicos, pero qué duda cabe de que el viaje que nos proponen merece la pena. En esta odisea sónica los tres músicos mantienen el nivel haciendo que cada instrumento brille con luz propia mostrándose solventes e impactantes. Si cuando hace cuatro años describí su debut como un álbum adictivo, en esta ocasión dicha afirmación tiene absoluta vigencia, porque de nuevo HEAVY TRIP lo han vuelto a hacer en un trabajo sobresaliente de pura psicodelia pesada.
Sin contemplaciones los pesados riffs de ‘Liquid planet’ se precipitan como si de un torrente descontrolado nos invadiera. La fornida línea de bajo, esos tambores eufóricos y los solos de la guitarra consiguen sumirnos en un espacio sonoro alocado. Manteniendo algunos elementos tradicionales del Stoner, su psicodelia pesada se contonea entre cambios de ritmos y giros constantes. Su frenesí arrollador crea un descontrolado y alocado corte que fluye a lo largo de casi catorce minutos de rock ácido del máximo nivel. Impactante, pesado y sobre todo, absolutamente psicodélico.
‘Silversun’ con un tono heredero del rock pesado de los 70’s, índice en es exploración de las vibraciones más aturdidoras y ácidas. Tras su poderos apertura, la pista desciende a un escenario sonoro más oscuro y pesado en el que las cosas suceden con más pausa. Esto no significa que la banda ceda en su ímpetu, sino que se toma una pausa en su exploración abriendo vías paralelas que acaban por confluir en el mismo centro creativo. Estirando y encogiendo la goma, y con una estructura mutante que se repite van hilvanando otra pista arrolladora y vehemente.
En un espacio en el que el misterio se palpa, ‘Astronopnaut’ eclosiona en una estampida de ritmos poderosos impulsados por una guitarra que se vacía en solos infinitos e intricados desarrollos al alcance de pocos guitarristas. Ese virtuosismo es arropado por un ejercito de tambores atronadores y un bajo hipnótico y pulsante que golpea una y otra vez creando una sensación placenteramente aturdidora. La maraña sónica creada por la guitarra no parece tener fin en una de las pistas más frenéticas y doomies de este magnífico álbum.
Poco cambian las cosas en ‘Mudd red moon’. Otra canción nacida de la improvisación que se presenta como una nueva orgia sonora que muta constantemente en un endiablado transitar por los territorios más agrestes de la psicodelia pesada. Un frenesí de vibraciones ácidas teñidas de una pesadez aturdidora que no escatiman esfuerzos en su propósito. Si bien se percibe una mayor experimentación los genes de la banda siguen intactos en otra pista endiablada.