Crónica: KING BUFFALO +SLOMOSA en Sala Nazca (Madrid)

La promotora Noise on Tour hacía posible la primera visita a España de una de las bandas más en forma de la escena pesada y psicodélica de los últimos años, KING BUFFALO. El trio de Rochester llegaba acompañado de otra de las bandas pujantes de la escena desértica, los noruegos SLOMOSA. Todo se presentaba como una gran noche para disfrutar de dos de las bandas destacadas de los sonidos pesados, y a la postre, lo que quedó claro que KING BUFFALO son los reyes, y como tales, así se mostraron en Madrid en un concierto MAJESTUOSO.

Con una sala prácticamente llena, los noruegos SLOMOSA hacían acto de presencia sobre el escenario de la Sala Nazca de Madrid. Un espacio ideal para degustar sus vibraciones arenosas herederas de los pioneros como KYUSS. Teniendo en cuenta que SLOMOSA solo tiene un álbum publicado en 2020 y que son una banda que ha estado presente en los festivales europeos mas prestigiosos (por algo será), su propuesta resultaba sumamente apetecible. No es fácil que una banda joven y con tres años de sequía discográfica obtenga un reconocimiento así, pero sus actuaciones en directo son un aval para que la cosa funcione.

El cuarteto de Bergen ya había dejado su impronta el pasado año en su paso por el Kristonfest, y ahora regresaban con el aval de su magnífica actuación en aquel evento. Con la frescura de su juventud y una actitud encomiable, la banda desde el comienzo de su actuación puso la energía necesaria para el público conectara con ellos de los primeros riffs. Ese tono desenfadado y una ejecución de sus canciones al nivel de una banda completamente consagrada, hacía que se metieran en el bolsillo al público desde el minuto uno. Sobre el escenario se veía a cuatro jóvenes que se divertían con una compenetración exquisita. La complicidad entre ellos se traslada al público con facilidad y eso a la postre fue lo que hizo que su actuación fuera celebrada por todos los presentes. Intercalando alguna canción de su próximo álbum que verá la luz a primeros de año, como ‘Cabin fever’ junto a temas clásicos de su álbum debut como ‘In my mind desert’ con sus melodías ensoñadoras y estribillos pegadizos que eran coreados por todos los presentes. La poderosa ‘There Is Nothing New Under The Sun’ con sus riffs difusos con sabor a puro desierto y eso tono alternativo tan característico de la banda o ‘Kevin’, otro de los ya clásicos de la banda. Su poderoso sonido y la felicidad que irradiaban, hizo que los presentes cayeran rendidos a su potente propuesta en directo. Sin duda la banda se siente y se muestra más madura, y ejecuta sus actuaciones con una precisión que no desluce su frescura, porque estos chicos son un soplo de aire fresco en una escena pesada demasiado anquilosada, ya que si bien siguen un patrón de desert-rock ortodoxo, saben cómo refrescar esos sonidos aportando una melodías ensoñadoras con las que cautivar al público.  SLOMOSA pusieron a prueba las cervicales de los presentes con esos riffs contagiosos que te invitan al baile y a activar tus articulaciones algo, que sucedió el pasado miércoles en la Sala Nazca. Son media docena de veces las que he visto a la banda en los dos últimos años, y tengo que decir, que una vez más, brillaron a un nivel muy alto, lo que nos hace seguir teniendo esperanzas en una banda que todavía tiene mucho que dar, ya que su juventud y su buen hacer, así lo atestiguan. Notables y solventes, SLOMOSA se despedían del público de Madrid con una gran ovación tras interpretar ‘Horses’, la canción con la que abrían su hasta ahora único álbum y con la que cerraban cerca de una hora de gozo para todos los presentes.

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Tras una pequeña pausa en la que el personal tomaba unas merecidas cerveza y se agolpaba en el puesto de merch, llegaba la hora de KING BUFFALO. En su primera visita a Madrid, el trio de Rochester, optó por deja claro quién es ‘El auténtico Rey’, un rey que en esa ocasión mostraba su lado más contundente y pesado. Desde que los vi por primera vez allá por el año 2017 en el festival Krach am Bach, y habiendo sido testigo de sus shows en festivales como Freak Valley, Desertfest Berlin, Sonicblast o nuevamente KRACH AM BACH, he ido advirtiendo a la gente del potencial que tienen, tanto en sus discos, como, sobre todo en sus directos. Algunos de los presentes ya habían visto a la banda el pasado año en Portugal, pero otros muchos, se enfrentaban a ellos por primera vez con las expectativas muy altas por las buenas criticas y halagos recibidos. Esta claro que para la banda esta primera visita a suelo patrio era una oportunidad par mostrar todo su talento, una capacidad que no se limita a sonidos estereotipados, sino que se expande en un amplio abanico estilístico en el que cabe, por supuesto, la psicodelia, pero también los hipnóticos ritmos kraut, los golpes de metal en vena TOOL, o el Stoner tradicional, así como su magia shoegaze. Con estos argumentos nada podía salir mal.

Los hipnóticos acordes de su canción ‘Eta Carinae’ fueron los encargados de abrir su actuación. La canción incluida en su álbum de 2020 ‘Dead Star’ marcaba el devenir de la primera parte de su actuación. El poder de la melodía y la persuasión cautivadora de sus riffs, eran un argumento suficiente para que el público se enganchara desde el primer instante a los de Rochester.  A continuación ‘Hebetation’ nos sumía en el ensoñador mundo shoegaze de la banda. Con el público abducido por esta cautivadora propuesta, nadie se perdía ni un detalle de su actuación, mientras algunos reclamaban algo de silencio para poder disfrutar con todos sus sentidos de este trance que supone cada uno de sus conciertos. Canciones como la lisérgica ‘Sleeps on a vine’ presidian la parte centra de un show que fue aumentando su intensidad hasta mostrar el lado más pesado de KING BUFFALO, especialmente en la segunda parte de su concierto. Parece como si quisieran compensar el tiempo que han tardado en venir a tocar a España, y se mostraron absolutamente pesados, incluso me atrevería a decir que de la media docena de veces que los he visto en directo, la actuación del pasado miércoles fue la más contundente de todas ellas. Abrumadores, hipnóticos y no se cuantas cosas más, KING BUFFALO volvieron a corroborar que son una banda especial, una banda que toca de memoria, que sus miembros no necesitan nada para hacer que esa maquinaria arrolladora de la banda funcione con solvencia.

La poderosa batería de Scott, los constantes paseos y balanceos de su bajista Dan, sin dejar de dar vueltas en circulo mientras los acordes de su bajo golpeaban en los corazones de los presentes, y la magia de la guitarra unida a esa cálida voz de Sean, fueron elementos que hechizaron a un público que disfrutaba, que bailaba, que atendía a la actuación sin querer perderse ni un solo detalle. Con ‘Longing to Be the Mountain’ daban muestra de su espíritu heavy-psych con el uso de sintetizadores y de unos riffs que se iban tornando más grueso y pesados. Estos chicos saben crear la atmósfera precisa en el momento preciso, y así absorber a su público en esa espiral lisérgica de la que ninguno querrá salir. Con canciones como ‘The knocks’ subían la apuesta para llevarnos a un escenario más propio del metal alternativo sin perder su esencia psicodélica. Momentos de gran sorpresa e introspección que se reflejaban en las caras de expectación de la gente. El show avanzaba y los rugosos riffs de ‘Firmament’ penetraban en las terminaciones nerviosas de un público entregado. La atmosférica y shoegaze ‘Cerberus’ ponía el colofón a una actuación para recordar en la que KING BUFFALO dejó claro que su fama no es gratuita y que se corresponde con una calidad y versatilidad que no está al alcance de cualquier banda. No faltaron los pogos y algún episodio de crowsurfing para mostrar la temperatura que tomaba la Sala Nazca el día en el que ‘EL REY BUFFALO’ descubría toda su majestuosidad ante el público madrileño, una audiencia que al finalizar su actuación, no se movía esperando que la banda nos regalara alguna canción más, algo, que inevitablemente sucedía en una noche redonda en la todos salimos con la sonrisa puesta, porque, una vez más tanto KING BUFFALO, como SLOMOSA, habían hecho su trabajo de manera sobresaliente en una sala que sonó a un alto nivel acompañado por una luminotecnia acertada.

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