Regresando después de un paréntesis de diez años, el atípico J Mascis, publica con su proyecto heavy-psych HEAVY BLANKET su nuevo álbum, ‘MOON IS’. Un tesoro lisérgico compuesto por seis fascinantes canciones impregnadas en sustancias psicotrópicas. Todo un alijo de riffs pesados a la vez que ácidos, a los que el creador y custodio del noise J. MACIS, los viste de vibraciones malhumoradas de proto-metal y rock de baja fidelidad. Un álbum que puede hacer las delicias de los acólitos de DINOSAUR JR., pero que conquistará a todo aquel que se tope por primera vez con HEAVY BLANKET. Ritmos contagiosos, fragancias penetrantes envueltas en nebulosas atmósferas y unos solos de guitarra majestuosos, completan un álbum para enmarcar. No se si supera en calidad las entregas anteriores, pero puedo decir, que desde que hice la primera escucha, ‘MOON IS’ me ha atrapado en sus fauces. Porque es un álbum anárquico por momentos, al margen de estereotipos, pero también es un álbum en el que el ADN de los pioneros del proto-metal aparece en sus surcos. Agolpando los elementos y los instrumentos, las canciones fluyen impulsadas por vientos de psicodelia pesada. Por momentos sencillo, la composición de los temas parece no poderse barreras, ya que, desde la sencillez, consiguen canciones monumentales y llenas de gancho. Completamente instrumental, ‘MOON IS’ no necesita de la voz para difundir su magia, sus desarrollos, se las apañan por si mismos con suma solvencia. Un álbum vertiginoso, y absolutamente recomendable para cualquier amante de la psicodelia pesada
‘MOON IS’ está disponible a través de Outer Battery Records y se puede reservar aquí.

‘Danny’ parte de un ritmo contagioso, con una guitarra floreada reglándonos una magnífica melodía. Un espacio en el que la psicodelia aromatizada es reflejada con un resultado sumamente convincente. Con los tiempos perfectamente marcados, la canción se desarrolla repitiendo su armonía entre solo ácidos y un tempo incesante. Ceñido a una atmósfera heavy-psych de altos vuelos, el corte se manifiesta esplendoroso, dejando una sensación de que algo importante está por venir en el resto de las canciones. Su milimétrica estructura y el cuidado de los detalles hacen que estemos ante una canción ganadora.
Engrosando su sonido, ‘Crushed’ nos arrolla con una fuerza descomunal. Desde la rugosidad de sus riffs crean un corte difuso y sumamente psicotrópico. Difícil de encasillar por la variedad de elementos que se agolpan, la canción recrea un espacio colorista lleno de garra. Esto no impide que en su interior habiten pasajes ensoñadores que no restan dinamismo al tema. Un magnífico ejercicio de psicodelia pesada en el que la afilada guitarra no falta a su cita para mostrarse elegante, incisiva y poderosa. Un torbellino de fácil digestión para el oyente.
En un tono más sosegado ‘Moon is’ nos arropa con un cálido y reconfortante sonido. Marcado por el ritmo de esa potente batería, el corte se muestra casi como una jam en la que la línea de bajo guía los devaneos lisérgicos de una guitarra que nuevamente se muestra brillante y seductora. Con una estructura sencilla, la canción se nutre de brillantes elementos con los que se refleja un virtuosismo que no apabulla al oyente, sino que lo hechiza. En el fondo el resultado da la sensación de corresponder a una canción inacabada, pero, aun así, con el suficiente gancho.
‘String along’ alarga su duración dejando que la banda explote todo su potencial con un sonido borroso por momentos, pero completamente atrayente. Expandiendo su sonido en múltiples capas, la guitarra se erige en protagonista de una canción impregnada en psicodelia. Una pesada canción en la que los instrumentos se amontonan en un caos controlado. La banda sabe salir del desconcierto con fascinantes melodías que ponen el brillo a la exuberancia de cortina sónica.
Con un sonido tosco y pesado, ‘Eyevoid’ parece sustentarse en la columna de los pioneros del proto-metal. Un sonido sucio y borrosos custodia los devaneos de una guitarra superlativa que ejerce de maestra de ceremonias una vez más. Su hipnótico y trepidante ritmo es usado como flujo de olas sobre el que surfear en un viaje lleno de emociones. El virtuosismo, una vez más, queda al descubierto en esta canción con forma de incesable torrente.
‘Say to you’ cierra el álbum partiendo desde la pausa. Oscuro y melancólico por momentos, el corte mira a los 90’s con su tenue y turbio ritmo. Una cortina cegadora con golpes de acidez, dejando claro que la psicodelia pesada es un territorio familiar para la banda. Una bella canción con la que prefieran narcotizarnos, en lugar de la excitación y energía transmitida del resto de canciones. Magnetismo y efectividad en otro buen ejemplo de la calidad de este proyecto.